jueves, 21 de octubre de 2010

La profesora María Cecilia Tonon y Victoria Di Salvo, las últimas deportadas argentinas

La noticia del diario Clarín publicada ayer en este blog ha ocupado durante la última semana todos los noticieros de la radio y la televisión en la Argentina. Sin embargo, no parece haber tenido la misma importancia para los diarios españoles ya que, a pesar de haberla buscado en ellos, ninguno la registra. El escándalo, sin embargo, ha asumido proporciones importantes y motivado numerosos informes referidos a otros casos análogos que llegan incluso al día de ayer. Quizás, por todo ello, las cancillerías de ambos países, sirviéndose de eufimismos y frases hechas, han salido a ponerle paños fríos a la situación, sobre todo después de que algunos políticos argentinos sugirieran un tratamiento análogo para los visitantes españoles. Sería entonces deseable que los amigos españoles que consultan este blog hicieran circular los detalles de estas dos últimas entradas entre sus conocidos, justamente para informar a la opinión pública de su país, algo que la prensa española no está haciendo.

Deportados argentinos

Las autoridades consulares de España y Argentina discutirán los procedimientos de admisión en aquel país para evitar nuevos casos como el de la docente argentina expulsada hace una semana desde el aeropuerto madrileño de Barajas, pese a haber sido invitada por la Universidad Complutense de Madrid –y con una beca del Ministerio de Educación argentino– para hacer una pasantía de investigación.

El vicecanciller argentino, Alberto D’Alotto, anticipó que se pedirá a España “la mayor flexibilidad posible” en la aplicación de su ley inmigratoria a los argentinos que ingresan a ese país, con “unos días para regularizar” o completar requisitos de esa norma sin ser expulsados. “Planteamos que, además de respetar la dignidad esencial de todas las personas, se pueda implementar esta flexibilidad”, indicó.

María Cecilia Tonon (foto), profesora de la Universidad Nacional del Litoral, denunció el viernes que fue demorada durante seis horas “en una especie de cárcel”, sometida a varios interrogatorios policiales, y luego enviada de regreso a la Argentina, por carecer del visado de estudiante. Apenas llegada al país, perdió un embarazo de tres meses, “tal vez por el estrés o por los 22.000 kilómetros” que tuvo que viajar en menos de 36 horas de ida y vuelta a España.

A través de un comunicado emitido ayer, Cancillería informó que D’Alotto transmitió al secretario de Estado para Asuntos Extranjeros e Iberoamericanos de España, Juan Pablo de Laiglesia, “la preocupación del gobierno por las inadmisiones de ciudadanos argentinos en los puestos de fronteras –principalmente en el Aeropuerto de Barajas–, que se observa se han incrementado año a año”.

Tras el encuentro en el Palacio San Martín, los funcionarios hablaron con la prensa. “Acordamos una próxima reunión a nivel de los representantes de nuestros ministerios encargados del área consular”, contó D’Alotto. De Laiglesia, por su parte, estimó que será “muy útil y muy producente este contacto a alto nivel entre los responsables consulares de los dos países”, a fin de “evitar que se produzcan las disfunciones que están en el origen de hechos que no deberían producirse”.

De Laiglesia agregó que “el gobierno español tiene todo el interés y toda la voluntad” para que “la aplicación de la ley no produzca unos hechos que ciertamente todos deberíamos evitar en todos los casos”. Agregó que el embajador de España en Argentina, Rafael Estrella, “va a entrar en contacto con la profesora (Tonon) para asegurarle que, una vez que la documentación esté completa, va a ser muy bien recibida en España”.

No obstante aseveró que, “sin restarle importancia” a este caso, desde “una perspectiva más general, por cada mil argentinos que visitan a España, 999 no tienen ningún problema”. Consideró que el de Tonón es uno de los “casos excepcionales” de incidentes con viajeros o emigrantes argentinos, y ratificó la “voluntad política” de su gobierno de “encontrar la manera de mejorar los procesos” en materia de migraciones.



No habíamos terminado de colgar la noticia que se publica hoy, cuando llegó la siguiente información, firmada por Mauro Aguilar, corresponsal en la ciudad de Rosario del diario Clarín.

Deportan a otra argentina de Madrid
y crece la preocupación

Destinó diez años de ahorro para visitar a su hija en Canarias. La joven está embarazada y Victoria Di Salvo (foto), una empleada rosarina de 58 años, casada y con tres hijos, nieta de gallegos, soñaba con el reencuentro después de diez meses sin verla. Con 18 años de antigüedad en el Sanatorio de Niños de Rosario, donde realiza tareas como mucama, logró obtener una licencia para extender su estadía hasta enero próximo. A fines de noviembre asistiría al parto de su quinto nieto. Su esposo llegaría para acompañarla en esa fecha. Pero al arribar a España el viaje se convirtió en una verdadera pesadilla.

En el aeropuerto de Barajas le plantearon que “en ningún lugar del mundo le pueden dar noventa días de licencia” a un empleado. Desconfiaban de sus intenciones de permanecer sólo por placer. Mostró el pasaporte, la tarjeta internacional que tramitó especialmente, el pasaje de regreso con fecha 10 de enero, el seguro médico y hasta el dinero –euros y dólares– requeridos para ingresar a España. Pero nada sirvió.

El caso se conoció luego de que el Gobierno admitiera su preocupación por la deportación de argentinos desde España . Esta vez, el personal de migraciones cuestionó que sólo tuviera confirmada la reserva en el hotel y no la estadía completa. Según cuenta Di Salvo a Clarín , ese trámite lo cerraba en ese momento su marido, desde Argentina. Pocas horas después envió un fax con la confirmación. También se comunicaron con el sanatorio en el que trabaja Di Salvo. Pero ninguna explicación fue suficiente. “Me ametrallaron a preguntas: qué es lo que llevaba, qué hacía, qué no hacía, para qué viajé. Me contaron el dinero”, recuerda.

Finalmente la retuvieron dos días –entre la mañana del 12 de octubre y la medianoche del 13– en el sector de inadmitidos del aeropuerto. La despojaron de casi todo: sólo le permitieron quedarse con la ropa que llevaba puesta, el dinero y una Biblia. Tomó agua, pero no comió, y tuvo que limpiar y secar su ropa interior en el baño. Un abogado prometió ejercer su defensa. Nunca supo su nombre.

“En mis cincuenta y ocho años nunca pasé un momento tan terrible.
Viví los dos peores días de mi vida.
Perdí todos mis ahorros y me quedé sin ver a mi hija. Y todo gratuitamente, porque estuve siete meses programando este viaje, haciendo todo lo que tenía que hacer. No sé a quién se le antojó la idea de que yo iba a trabajar cuando me falta un año para jubilarme. No sé qué hice mal”, se pregunta Di Salvo, que ya había viajado a España en 2005.

De regreso, intentó hablar con el cónsul español en Rosario. No la atendió. Le explicaron que debía elevar un carta explicando lo sucedido. Ayer a la mañana, con la exposición pública del caso, recibió un llamado del consulado. Hoy tendrá una entrevista.

“Soy una laburanta y mis posibilidades de volver a viajar son remotas. La única solución es que me devuelvan el pasaje que me sacaron y que me dejen llegar a España a ver a mi hija. Mi esposo tiene pasaje para el 25 de noviembre. Ojalá podamos hacerlo. Pero quisiera algo seguro. No quiero volver a pasar por esto”, advierte.

El caso se hizo público luego de que la Cancillería informara que el vicecanciller Alberto D’Alotto había transmitido a su par Juan Pablo de Laiglesia, “la preocupación del gobierno por las inadmisiones de ciudadanos argentinos en los puestos de fronteras –principalmente en el Aeropuerto de Barajas–, que se observa se han incrementado año a año”.

Ayer el diputado nacional de la Coalición Cívica Carlos Comi afirmó que junto a otros legisladores está realizando “gestiones en la Cancillería” para que se instrumenten medidas iguales a las de “los países serios de América latina”, que adoptaron “una política de reciprocidad”. “Brasil, cuando empezó a pasar esto, pidió los mismos requisitos a los españoles y el tema se solucionó. Lo mismo ocurrió cuando los norteamericanos endurecieron las medidas de ingreso”, remarcó el diputado y dijo que “hay un maltrato permanente a los argentinos y para colmo el consulado funciona muy mal”, resaltó.

5 comentarios:

  1. ¿En ninguno de los casos recientes de deportación hubo posibilidad por parte de los afectados de ponerse en contacto con la embajada argentina?

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  2. no es del todo cierto que los medios españoles no se hagan eco de esta situación (verbigracia, http://www.adn.es/politica/20101020/NWS-0484-Tramitados-Barajas-expedientes-septiembre-argentinos.html) aunque está claro que la repercusión no es la misma.

    dudo, por otra parte, que la solución pase por "hacerles lo mismo", entre otras cosas porque son flujos de características muy distintas y no creo que a argentina le interese ponerle trabas al turismo español.

    en cualquier caso, una cosa es que te rechacen por abstrusos motivos aleatorios y otra que te desprecien y maltraten. hay una perversa ejemplaridad ahí que no parece ser del todo casual.

    andrés ehrenhaus

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  3. Parte del problema, Eduardo, es ése: los pasajeros rechazados no tuvieron derecho a comunicarse con la Embajada argentina. De ahí que se proponga "mejorar" la cuestión, con la intervención consular.

    En cuanto a la repercusión en uno y otro país, Andy, efectivamente no es la misma. Pero el tema del turismo, aunque te parezca mentira, es secundario. De hecho, en la actualidad los viajeros estadounidenses, australianos y canadienses deben pagar al entrar a la Argentina una cifra similar a la que se les exige a los argentinos en concepto de visa por entrar a los Estados Unidos, Australia y Canadá. Ese principio, vigente también en Brasil y Chile, se denomina "de reciprocidad".

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  4. Sigo: Y a pesar de lo odioso que pueda parecer, no hizo mermar el flujo turístico ni comercial a la Argentina. Más bien, puso las cosas en un principio de igualdad, tal como debe ser.

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  5. Para que se vea en España la gravedad de la situación, la siguiente noticia fue publicada en Clarín en el día de hoy:

    "Piden que haya un trato justo para los argentinos en Barajas

    Injusto. Ese es el adjetivo que eligieron diputados, senadores, funcionarios del Gobierno nacional y hasta los especialistas en derecho del turismo para calificar el destrato que, cada vez con más frecuencia, reciben los argentinos que aterrizan en el aeropuerto de Barajas, en Madrid. La injusticia, entienden, nace a partir de la comparación con la manera en que Argentina recibe a los españoles. Y es lo que, en definitiva, salieron a reclamarle al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero: el mismo trato .

    Es por eso que ayer los senadores declararon por unanimidad el rechazo a la inadmisión de los compatriotas en España. Y es posible que hoy hagan lo mismo en la Cámara de Diputados.

    El canciller Héctor Timerman aseguró tanto por Twitter como en declaraciones a una radio que trabajará con España “para que esto se solucione rápido” y consideró que “lo importante es que España no permita que sus leyes sean usadas para discriminar a nuestros ciudadanos en las fronteras”.

    El senador Daniel Filmus, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto de esa cámara le anticipó a Clarín que citarán al embajador español, Rafael Estrella, para hablar de este problema. “Pretendemos que España tenga el mismo trato para con los argentinos que nosotros les damos acá a los españoles”, comentó.

    Filmus recordó que meses atrás ya habían tenido un encuentro con Estrella y que el embajador se había comprometido a resolver la situación.

    En tanto, el diputado Alfredo Atanasof, titular de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto, le comentó a este diario que en la Cámara Baja “hay una preocupación en la mayoría de los bloques” y que en la sesión de hoy podrían hacer “alguna manifestación”.

    Asimismo, entendió que el Gobierno nacional “debería presentar ante España una queja y los dos países tendrían que encontrar un equilibrio” porque la situación es “tremendamente injusta”.

    Lo que fue descartado desde casi todos los ámbitos es que Argentina pueda tomar “represalias” ante la actitud de España. “No creo justo aplicar aquí medidas que rechazamos por discriminatorias”, escribió en Twitter el canciller Timerman. “Lo que hay que hacer es no hacer lo mismo que ellos”, resumió Atanasof. “Pedimos nada más que el mismo trato que les damos”, comentó Filmus.

    Quien no coincidió con estas opiniones fue el diputado santafesino Carlos Comi, de la Coalición Cívica y vocal de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto, quien calificó el destrato sufrido por los argentinos en España como “humillante”. Comi criticó a Timerman porque, según él, “desconoce un principio elemental reconocido por la costumbre y la doctrina del derecho internacional público como es la reciprocidad, cuya aplicación en general permite que las partes se sienten a negociar y encuentren una solución concertada” y pidió que “hagamos que diez españoles vuelvan y la cosa va a cambiar”.

    El titular de la Asociación Argentina de Derecho del Turismo, Diego Benítez, recordó que la vicepresidenta de España, María Teresa Fernández de la Vega, había prometido en su visita a Argentina revisar los protocolos de los ingresos de los argentinos, que, detrás de los paraguayos y brasileños, son los sudamericanos que más sufren la inadmisión en Madrid. “Pero eso nunca se hizo ni se avanzó”, aclaró. Y pidió que el Gobierno se lo recuerde a su par español. “Debiera reclamar que se cumpla. Los chilenos y los mexicanos no tienen que cumplir con requisitos económicos como sí los argentinos. Eso sí se puede lograr”, opinó."

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