lunes, 14 de marzo de 2011

Comerciantes deshonestos escondidos en Google: búsquedas reales para hallazgos adulterados; o sea, yo no fui.

Publicado por David Segal en el New York Times y traducido  para Ñ digital, donde salió el 28 de febrero pasado, el presente artículo ilustra sobre cuál es la verdad de la milanesa a la hora de las búsquedas en Google.

Intrigas en las búsquedas de Internet

Supongamos por un momento que somos el buscador de Google.
Alguien escribe la palabra "vestidos", o "ropa de cama", o "alfombras". En los últimos meses, un nombre apareció en el primer lugar para todos y cada uno de los términos: J. C. Penney.

El minorista de descuentos superó a millones de sitios, y no sólo en la búsqueda de vestidos, ropa de cama y alfombras. Durante meses estuvo siempre en el primer puesto o entre los primeros lugares para decenas de otras palabras y frases.

El objetivo declarado de Google es recorrer Internet y encontrar los sitios web más importantes. ¿En serio el saber colectivo de la web dice que Penney tiene el sitio más relevante en lo que respecta a vestidos, ropa de cama y otras palabras y frases? El New York Times consultó a un especialista, Doug Pierce, de Blue Fountain Media de Nueva York.

Lo que éste descubrió sugiere que la búsqueda de Google suele representar varios niveles de intriga. Todo comienza en el creciente mundo de la optimización "black hat", el oscuro arte de elevar el perfil de un sitio web con métodos que Google considera equivalentes a un engaño.

Los servicios black hat no son ilegales, pero Google establece reglas que diferencian entre técnicas que considera engañosas y formas legítimas de aumentar la visibilidad de un sitio.

Para entender la estrategia hay que saber cómo un sitio web llega al primer puesto de los resultados de Google. Hablamos de los resultados "orgánicos", no de los avisos pagos por los que el algoritmo de Google tiene en cuenta decenas de criterios, muchos de los cuales la compañía no discute.

Describe, sin embargo, un factor crucial en detalle: los links de un sitio a otro. Si se tiene un sitio web sobre cocina china, la ubicación de ese sitio mejorará si otros sitios tienen links a ése.

Pero hasta los links que no tienen relación alguna con la cocina china pueden impulsar el sitio si éste tiene links en una cantidad suficiente de aquellos. Aquí es donde aparece la estrategia que ayudó a Penney.

Alguien pagó para que se pusieran miles de links en centenares de sitios web, todos los cuales llevan a JCPenney.com.

Google advierte contra el uso de ese tipo de maniobras. Cuando las descubre, el castigo es que la compañía se desploma en los resultados de Google.

Con frecuencia, el derrumbe es drástico. En 2006, Google declaró que había descubierto que BMW usaba una estrategia black hat para impulsar su sitio web alemán, BMW.de. El sitio recibió de forma temporaria lo que en su momento la BBC llamó "pena de muerte": fue "retirado de los resultados de búsquedas". BMW afirmó que no había sido su intención engañar a los usuarios.

El New York Times le mandó a Google las pruebas en relación con los links a JCPenney.com.

"Puedo confirmar que esto viola nuestras normas", dijo Matt Cutts, el jefe del equipo de webspam de Google. Señaló que Google había detectado tres violaciones anteriores vinculadas con JCPenney.com.

Una tarde reciente, Google empezó a tomar medidas contra Penney.

A las siete de la tarde J.C. Penney seguía estando en el primer lugar para "equipaje de mano Samsonite". Dos horas después, se encontraba en el puesto 71.

A las siete de la tarde, Penney era el primer resultado en las búsquedas de "mobiliario para el living".

Para las nueve de la noche, se había desplomado al puesto número 68.

Penney reaccionó despidiendo a su firma consultora de búsquedas, SearchDex.

También difundió una declaración en la que decía que sólo el 7% del tráfico JCPenney.com procedía de clics en resultados de búsquedas orgánicos. Los especialistas en búsquedas, sin embargo, dicen que lo más probable es que Penney haya obtenido importantes beneficios de los links pagos.

No se pudo contactar a muchos de los propietarios de sitios con links a Penney, pero uno de ellos, Corsin Camichel, de veinticinco años, es un analista de seguridad de tecnología de la información en Suiza.

La palabra "vestidos" aparece en el medio de una página prácticamente vacía de su sitio web, cocaman.ch. El link apareció a través de un sitio web, TNX.net, que le paga a Camichel con puntos de TNX que éste luego cambia por links que llevan tráfico a sus otros sitios, como cookingutensils.net.

Gana dinero cuando la gente visita ese sitio y cliquea en los avisos. También podría, dijo, recibir efectivo de TNX. Cocaman alberga 403 links, todos ellos colocados por TNX en representación de clientes.

Los intentos de contactar a TNX no tuvieron éxito.

¿Cómo fue posible que una campaña que se llevó a cabo durante meses pudiera eludir a Google? "Los spammers nunca descansan", dijo Cutts.

Otra hipótesis: el año pasado, Advertising Age obtuvo un documento de Google que enumeraba algunos de sus mayores avisadores, entre ellos J. C. Penney. La compañía, indicaba el documento, gastaba 2,46 millones de dólares por mes en avisos pagos de búsqueda en Google.

Al preguntársele si Penney recibía un tratamiento especial debido al dinero que gastaba en avisos, Cutts contestó con un "categórico no".

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