jueves, 7 de junio de 2012

Comunicación lacónica y sin ambigüedades, che

El 22 de mayo pasado, Joe Sharkey firmó un artículo en el New York Times a propósito de las consecuencias del mal manejo del inglés en la aviación internacional. El texto, traducido al castellano, pero sin mención del traductor, apareció el sábado 2 de junio en la edición en castellano de ese diario, incluida a modo de suplemento en el diario Clarín.

El idioma eleva los riesgos
de accidentes en la aviación

A veces simplemente son divertidos, como una grabación de 2006 de un intercambio entre un piloto de Air China y un controlador de tráfico aèreo en el Aeropuerto Kennedy, en Nueva York. El controlador se exaspera cada vez más por el desafortunado inglés del piloto, al grado en que uno puede percibir el enojo en su voz. Por otra parte, la lista de catástrofes de aviación alrededor del mundo que fueron ocasionadas principalmente por malentendidos del lenguaje entre aire y tierra es larga y trágica.

En 1997, por ejemplo, dos Boeing 747 chocaron en una pista en Tenerife, en las Islas Canarias. El desastre en el que 583 personas perdieron la vida, ocurrió en medio de una densa niebla. Pero lo que complicó la situación fueron los malentendidos de órdenes y contestaciones entre las aeronaves en la pista y los controladores de tráfico aéreo.

Las autoridades internacionales de aviación redactaron después requerimientos más rigurosos para el uso de frases en inglés estándares, claras y comunes en las operaciones aéreas.

A medida que crece la aviación global, aumentan las preocupaciones sobre el dominio del idioma inglés entre pilotos y controladores de tráfico aéreo. En octubre la Organización de Aviación Civil Internacional, una agencia de las Naciones Unidas que promueve la seguridad aérea y su desarrolo, emitió recomendaciones para mejorar la capacitación en el idioma inglés.

Un idioma tan rico en matices como el inglés presenta algunos retos en las operaciones aéreas, donde se supone que la comunicación debe ser lacónica y sin ambigüedades.

No obstante, la aviación está ahora inextricablemente vinculada al inglés, y la necesidad de mejores habilidades de comunicación en ese idioma resulta clara a medida que más países se vuelven importantes participantes en la aviación comercial.

Paul Musselman es el director ejecutivo de Carnegie Speech, una compañía de educación de idiomas que ofrece capacitación sobre cómo comunicarse más claramente en inglés a personas que no son hablantes nativos, pero que necesitan usar el inglés en el t rabajo. La empresa de Musselman ofrece clases en un programa llamado Sube al Nivel 4 para llevar a pilotos internacionales hasta el llamado estándar del Nivel 4 establecido para el inglés por la Organización de Aviación Civil Internacional.

Esto se define como un nivel en el que el vocabulario y la gramática son buenos, pero en el que también "la pronunciación, el acento, el ritmo y la entoncación" son adecuados para comunicarse clara y rápidamente en inglés. Carnegie Speech mantiene una sociedad con la escuela de aviación Pan Am International Flight Academy para ofrecer sus cursos de dominio del idioma a pilotos internacionales. "Estamos en el negocio de enseñarle a alguien cómo hablar inglés de manera que le puedan entender", dijo Musselman.

3 comentarios:

  1. Alejandro González8 de junio de 2012, 2:36

    "Un idioma tan rico en matices como el inglés presenta..."

    ¿Habrá lenguas poco ricas en matices?

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  2. Buenos días.

    Muy interesante artículo. Sólo una cosa: el accidente de Tenerife fue en 1977.

    Saludos.

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  3. Gracias por la corrección, Mario. Evidentemente el New York Times no chequeó correctamente la información básica. Así andamos.

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