martes, 28 de agosto de 2012

La traducción como política de Estado


Continuando con los artículos incluidos en el número especial de Ñ del sábado 22 de septiembre, se presenta a continuación lo que escribió Magdalena Faillace, Directora de Cultura de la Cancillería argentina y creadora del Programa Sur de subsidio a las traducciones.

Un original argentino.

La traducción muchas veces genera efectos inesperados en el campo cultural, y permite también un diálogo fructífero entre la industria, el mundo editorial y el lenguaje vivo de las naciones. Sin embargo, por ser una actividad que en general se realiza en forma silenciosa y fragmentaria, la traducción de autores argentinos en el exterior requería una política de Estado que la sostuviera estratégicamente. Conscientes de los valores y del reconocimiento internacional de nuestra literatura, y en el marco de la designación de la República Argentina como País Invitado de Honor en la Feria del Libro de Frankfurt edición 2010, se creó el Programa Sur de Cancillería Argentina. Su finalidad es la de promover el conocimiento de obras de la literatura y el pensamiento argentinos en el exterior. Desde 2009, y a tono con políticas culturales de países de todo el mundo, un Comité de Traducciones integrado por personalidades relevantes de nuestras letras entre las que puede mencionarse a Noé Jitrik, Mario Goloboff y Horacio González, y presidido por la Directora General de Asuntos Culturales, selecciona obras cuya traducción a lenguas extranjeras es subsidiada con un monto que tiene como tope los u$s 3.200. La selección se realiza por pedido directo de las editoriales extranjeras, y el subsidio requiere de un compromiso de publicación de la obra por parte de las mismas, en tiempo y forma establecidos por el PROSUR. Declarado política permanente de Estado en 2010, el Programa Sur ya subsidió más de 400 obras de autores argentinos, traducidos a 34 idiomas en 38 países. Este año, contempla 150 obras más. Entre los autores seleccionados, podemos contar a Echeverría, Sarmiento, Lugones, Arlt, Quiroga, Marechal, Borges, Macedonio Fernández, Bioy Casares, Silvina Ocampo, Alejandra Pizarnik, Rodolfo Walsh, Cortázar, Bayer, Puig, Antonio Di Benedetto, Juan José Saer o Ernesto Sábato, entre otros. Nuestro país tiene en su diversidad cultural una de sus mayores riquezas, con una literatura de estéticas variadas. Muchos de nuestros escritores, desde Echeverría a Marechal, desde Borges a Aira, supieron establecer una relación singular y al mismo tiempo vanguardista con lo universal. Esa es otra de las características distintivas de nuestro lugar en lo que Pascale Casanova llamaba la República Mundial de las Letras, donde el acceso a la traducción es a su vez un acceso a las instancias críticas y consagradoras que rigen al campo editorial internacional. Por eso cada traducción de autores argentinos, y la variedad de conexiones culturales, emotivas y sociales que la misma genera en sus lectores, son motivos para celebrar. Una manera no sólo de dar a conocer la creatividad y el talento de nuestros escritores e intelectuales, sino de proyectar el imaginario de nuestros paisajes culturales, nuestra cosmovisión y nuestro “ser en el mundo” en este siglo XXI.

Algunos datos relevantes
Jorge Luis Borges, con traducción a 24 idiomas, y Julio Cortázar, con traducción a 14, son los más solicitados. De Borges, se tradujo El Aleph al malayo, Obra poética I y II al ucraniano y al neerlandés; Historia de la eternidad al portugués; Ficciones al búlgaro; por dar algunos ejemplos. De Cortázar, entre otros, se tradujeron Las Armas Secretas y Bestiario al sueco; Rayuela al georgiano; Diario de Andrés Fava al italiano; Papeles inesperados al rumano y Cuentos al armenio.

De los 38 países que solicitaron traducciones, Alemania encabeza el ránking, y podemos nombrar también a Italia, Francia, Estados Unidos y Brasil. Pero también, por ejemplo, hay traducciones al tailandés, noruego, árabe, japonés, eslovaco, macedonio y vietnamita. Entre las mujeres, Claudia Piñeiro, María Rosa Lojo, Liliana Bodoc y Ana María Shua son las autoras más solicitadas del Programa Sur.

Autores clásicos argentinos también fueron traducidos gracias al Programa. El matadero y La cautiva de Esteban Echeverría al árabe; Facundo de Domingo Faustino Sarmiento al portugués; Antología poética y de cuentos de Leopoldo Lugones al ruso; Oasis en la vida de Juan Manuela Gorriti al italiano; Los gauchos judíos de Alberto Gerchunoff al alemán, por citar algunos.

También, fueron solicitados autores emblemáticos de la literatura argentina del siglo XX: Leopoldo Marechal, Macedonio Fernández, Alfonsina Storni, Roberto Arlt, Adolfo Bioy Casares, Silvina Ocampo, Ernesto Sábato, Rodolfo Walsh, Juan José Saer, Antonio Di Benedetto.

Entre los narradores contemporáneos, el Programa subvencionó traducciones de Ricardo Piglia, César Aira, Osvaldo Bayer, Alan Pauls, Guillermo Martínez, Rafael Spregelburd y Sergio Bizzio, Martín Kohan, Guillermo Saccomanno y Daniel Guebel, entre otros. También, las generaciones más jóvenes, representadas por Andrés Neuman, Samantha Schweblin, Félix Bruzzone, Lucía Puenzo y Leonardo Oyola se han incorporado al programa.

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