jueves, 13 de marzo de 2014

¿Un Flaubert inédito? Chocolate por la noticia

Es sabido que Madame Bovary, de Gustave Flaubert es una de las novelas más leídas y estudiadas en el mundo entero. Por eso a nadie debería sorprender el número de traducciones que, desde su aparición bajo la forma de libro en 1857, ha habido en las más diversas lenguas. Asimismo, una legión de críticos de todo el planeta ha estudiado esa obra desde las más diversas perspectivas. Lugar destacado en esa listas merecen quienes desde mediados del siglo XX vienen trabajando sobre los manuscritos originales y descubriendo todo lo que en ellos, por extraordinario que parezca, queda por descubrir. En ese sentido, Gabrielle Leleu, Jean Pommier, Claudine Gothot-Mersch, Pierre-Marc de Biasi, Jacques Neefs, Jeanne Goldin e Yvan Leclerc, para mencionar acaso a los más notables, han publicado diversas ediciones eruditas de la obra, incluyendo en más de una ocasión los famosos repentir, que son a la literatura algo así como los célebres pentimentos de la pintura; vale decir, fragmentos eliminados de un original, desechados, encubiertos. Ahora, una nueva edición de las Obras completas de Flaubert, al cuidado de la gran investigadora Claudine Gothot-Mersch fue publicada en la colección La Pléyade, de la editorial Gallimard, incluyendo algunos muy conocidos fragmentos, previamente aparecidos en otras ediciones francesas, que la prensa, haciendo gala de gran ignorancia, presenta como descubrimientos inéditos. Así ocurre con el suelto de la revista española Turia, del Instituto de Estudios Turolenses - Diputación Provincial de Teruel, acaba de dar a conocer, señalando que tres de esos textos dejados de lado por Flaubert van a ser incorporados en una nueva traducción que prepara el muy buen traductor Mauro Armiño para la editorial Siruela. O sea, chocolate por la noticia. 

La revista Turia da a conocer un Flaubert inédito en español

El responsable de este rescate cultural es el traductor Mauro Armiño, que no sólo se ocupa de su versión en castellano sino que elabora una interesante nota introductoria sobre las características y contenidos de estos tres fragmentos suprimidos y ahora recuperados en la nueva edición francesa de la famosa novela de Flaubert.

Para Mauro Armiño, Premio Nacional de Traducción 2010 y que publicará este año en la editorial Siruela una nueva versión de Madame Bovary, “sobre la pista de varios de estos fragmentos suprimidos me ha puesto la reciente edición de las Obras Completas de Flaubert, publicada en La Pléiade en noviembre de 2013 bajo la dirección de una gran especialista flaubertiana como es Claudine Gothot-Mersch”.

Ahora la revista Turia da a conocer, por primera vez en español, tres fragmentos de Madame Bovary suprimidos por Gustave Flaubert (1821-1880). Además, y según asegura Mauro Armiño, la recuperación de estos textos suprimidos es un episodio tanto noticiable como del mayor interés literario. De ahí que ahora se publiquen traducidos tres de esos largos fragmentos eliminados, anotando el lugar en que cada uno de ellos estuvo insertado en los manuscritos de la novela. Armiño también ofrece al lector los títulos que la citada nueva edición de La Pléiade les ha dado: “Conversación durante el baile”; “Una discusión sobre libros” y “El juguete de los niños Homais”.

Así, el primero de esos fragmentos, arrancado del capítulo dedicado al primer sarao social al que Emma Bovary acude, redunda en la descripción que Flaubert había hecho del estrato social –nobles, militares, alta burguesía– que centraba su sentido de la vida en el valor monetario de las cosas.

El segundo, “Una discusión sobre libros” se ocupa de la pasión de Emma Bovary por la lectura. Flaubert, gran lector de Cervantes, repite en su protagonista el origen de la locura del hidalgo cervantino: el cerebro de Emma, que pasaba las noches entre novelas y poesías románticas, había quedado dañado por esa pasión. Según destaca Mauro Armiño, “en el fragmento, el presuntuoso representante del «progreso», Homais, hombre de ciencia y boticario, arremete contra los males que provoca la lectura, no sólo morales, sino físicos y fisiológicos; le secunda la madre de Charles Bovary, que en un párrafo condensa la idea tradicional de la mujer, tacha a Emma de intelectual y exige a su hijo que la vigile, dándole por único horizonte vital el de gobernar su casa, cumplir con sus deberes y sufrir, misiones según ella de la condición femenina.”

El tercer fragmento suprimido, “El juguete de los niños Homais”, distrae el capítulo XIV (2ª parte) de su núcleo central: la depresión que sufre Emma tras el desastre de su primera aventura amorosa. Durante ese periodo, Emma interactúa con sus vecinos y fruto de esa coyuntura es el párrafo suprimido, puramente anecdótico y que quizá es el que más razones ofrecía para ser eliminado.

Harold Bloom, el mas importante crítico literario de nuestros días, ha asegurado también que Madame Bovary es una obra maestra, la más pura de las novelas en forma, economía y justa representación de la naturaleza”.  Para Bloom, “Emma Bovary es Gustave Flaubert y es casi todos nosotros también. Madame Bovary es una especie de biografía universal, no tanto de un Quijote femenino como de un Quijote sensual, hombre o mujer, cuya búsqueda no es de ninguna manera metafísica y cuyo deseo no pertenece al alto romanticismo sino al bajo romanticismo. Emma es una verdadera alternativa de Hamlet o de don Quijote: es un genio de la sensualidad”.

Turia es, con 30 años de trayectoria y periodicidad cuatrimestral, una de las publicaciones culturales españolas más veteranas y reconocidas, por cuya labor obtuvo el Premio Nacional  al Fomento de la Lectura. Desde el pasado año, además de su edición en papel cuenta con una versión digital
(http://www.ieturolenses.org/revista_turia/)  y una página en Facebook (https://www.facebook.com/pages/Revista-Turia/373833962736088 ).


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