martes, 14 de octubre de 2014

Si te hablan de "mercados más competitivos y maduros" , ponete calzoncillos de aluminio

Antinomias libro es un blog español dedicado a cuestiones comerciales vinculadas a los distintos mercados del libro. Aclarado entonces que es un blog para mercaderes y que poco tiene que ver con la cultura propiamente dicha, su administrador, Manuel Gil –que, para más datos, estudió Psicología en la Universidad Complutense de Madrid, que tiene un Master en Dirección Comercial y Marketing por el Instituto de Empresa y que es miembro de la primera promoción del Programa Avanzado de Dirección de Empresas Editoriales del Instituto de Empresa, entre muchas otras cosas que pone en su CV– aporta los siguientes datos en la siguiente entrada publicada recientemente por él.

Como motos

Desde hace mucho tiempo sigo con enorme interés todos los datos que se publican sobre el mercado del libro en Iberoamérica, y en especial los datos que con regularidad publica Cerlalc. Pues bien, en torno a agosto apareció el último informe de este organismo sobre los datos de 2013 en ese continente (El libros en cifras nº 5), aún con la salvedad de matices de provisionalidad en los datos, los editores españoles harían bien en echar una mirada a los mismos.

De los datos que aporta el informe llama poderosamente la atención la imparable producción nacional que se está desarrollando en esos países, esto significa dar pasos para la estructuración de mercados nacionales estables y maduros. Dicho con una expresión coloquial española, «van como motos». Con un tema importante, si estructuras un mercado nacional con autores nacionales dejas menos espacio a la importación, o al menos, no necesitas una importación masiva de ciertos títulos que son ya editados en el país. En cualquiera de los casos el tema a observar es la visibilidad extra fronteras de estas producciones nacionales, pero de lo que no cabe duda es que los mercados de esos países están avanzando mucho en producción nacional, lo que determina desarrollar mercados más competitivos y maduros.

Si en el 2012 se publicaron 188.000 títulos en 2013 se ha pasado de 194.000. La cifra es verdaderamente interesante. Demuestra la pujanza de las industrias editoriales en cada uno de los países, con un surgimiento masivo de pequeños editores independientes con propuestas editoriales ciertamente importantes en materia cultural, extrayendo gran parte del talento narrativo de sus propios países. Para los que seguimos muy de cerca la evolución de estos mercados estos datos son excelentes.


Pero lo que más me interesa analizar es el porcentaje de importaciones intra y extra América Latina. El cuadro que muestro, tomado de Cerlalc, El libro en cifras nº 5, muestra varias cuestiones de manera palmaria. Una, y muy importante, el bajo comercio intra América, es decir, a pesar de una cierta proximidad geográfica entre países, no existen redes de comercialización intra América, lo que significa que es más difícil conseguir un libro de Colombia en Argentina que de España. En este sentido se puede ver que España importa un 98% de países ajenos a A.L., luego se observa un cortocircuito y una brutal asimetría en la llegada de libros del continente americano. Otra cuestión sobre la que reflexionar es el brutal porcentaje de importaciones por países extra América Latina. Países como México, Argentina, Colombia, Chile, etc., tienen porcentajes por encima del 70% en importaciones que no realizan en América Latina, tiendo a pensar que una parte importante provendrá de España. Más que curioso el porcentaje del 96% de Brasil.


Vistos y analizados estos datos se me ocurren un par de reflexiones. Por un lado, ¿cómo puede influir en ritmos y procesos una migración digital en cuanto a conformar un mercado mucho menos asimétrico y de mayor confluencia en redes comerciales intra A.L.? Por otro, ¿no sería necesario construir unos potentes repositorios nacionales –agregadores– de producción editorial enlazados con un macrorepositorio panamericano? Los datos que con regularidad muestra Cerlalc nos hablan ya de porcentajes de producción editorial digital del 20%, de este dato, y si se medita bien acerca de cómo será el futuro de la comercialización digital, se puede constatar que se está ante una enorme oportunidad de visibilizar y poner cualquier contenido en cualquier parte del mundo a golpe de un par de clicks. La importancia cultural de muchos catálogos editoriales de esos países no pueden quedar encerrados bajo fronteras geográficas, la comercialización digital les abre una puerta al mundo, brindando una oportunidad que si se sabe aprovechar posibilitará un enriquecimiento enorme a los lectores en castellano de todo el mundo. Y no pienso aquí sólo en España, sino en todo el mundo, pensemos por ejemplo que España exporta a la Unión Europea una cifra de unos 148 millones de euros, luego aquí hay un mercado que tarde o temprano deberá ser compartido con las industrias nacionales de América Latina, esta oportunidad es real, no una quimera. Avanzar en esto supone analizar qué tipos de redes de comercialización requerirá el mundo digital y que partners serán los adecuados para implementar esta estrategia. Ante un entorno apasionantemente incierto lo mejor es probar, experimentar y aprender, sobre todo si el coste es marginal.

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