miércoles, 30 de septiembre de 2015

Para quienes festejan el Día del Traductor

Desde Israel, el traductor argentino Eliezer Nowodworski envía el siguiente mensaje con motivo de la fecha.

Entre Jerónimo y Tweety

Hay elementos en la iconografía católica que suelen aparecer en las representaciones de algunos santos, simbolizando los milagros que llevaron a su conversión en santos, precisamente. En el caso de Jerónimo de Estridón, a veces aparece un león. Por ejemplo, en el grabado  de Albrecht Dürer. En el primer plano vemos a un antepasado de Simba o de Clarence, tendido mansamente junto a un perro. También aparece un león en el cuadro de Francesco Bassano il Giovane, contemporáneo de Dürer, o en el de Francesc Ribalta, en el siglo XVII o en el desgarrador San Jerónimo penitente de Alonso Cano Almansa.

La leyenda cuenta que el santo se encontraba a orillas del río Jordán, en situación de ayuno y penitencia, cuando llegó a sus oídos el rugido de un león que se acercaba hacia él. Una persona normal habría considerado seguir el ayuno en otra parte y huir cuanto antes. Pero recordemos que no se trataba de un ser normal, un simple ciudadano de a pie, sino de un traductor con características de superhéroe. Al ver que los rugidos no eran de hambre ni un llamado a los cachorros a deleitarse con una ración de monje al natural, sino una manifestación del dolor que le provocaba una espina clavada en una de sus zarpas. Jerónimo, con actitud de haber visto un lindo gatito, procedió a extraer la molesta espina. El león, en señal de agradecimiento, lo seguía donde fuera y años después, muerto ya el santo, acongojado, murió sobre la tumba de su salvador

Hay también quienes afirman que la anécdota es apócrifa o que en realidad le ocurrió a otro santo varón, Gerásimo. Tiene cierto sentido desde el punto de vista geográfico, ya que Jerónimo estaba junto a Belén (hay un buen trecho para recorrer hasta el río), mientras que Gerásimo construyó sus celdas al norte del mar Muerto, a muy corta distancia del Jordán.

Sin embargo, si retratáramos hoy en día a beatas y santos que ejercen el sacrosanto deber de traducir (en muchos casos por tarifas de penitentes, pero esa es otra cuestión), veríamos en primer plano a un felino o más. Hay quienes tienen preferencia por los perros, que además no suelen pasearse por encima del teclado. No serán leones, pero conozco colegas que no pueden concentrarse si su mascota no está cerca y para algunos hay que aclarar si CAT suites se refiere a Computer Assisted Translation, conjuntos de programas que suelen incluir una memoria, herramientas de gestión de proyectos, etc., o simplemente algo que tiene que ver con sus mascotas.

Vaya entonces mi saludo para este día del traductor, extensivo a nuestros animales, testigos silenciosos de nuestra labor cotidiana, esa que no nos llevará a figurar en el Santoral ni en una historieta de Marvel.

3 comentarios:

  1. Muchas felicidades, estimados colegas de todo el mundo en este que es nuestro día y el de nuestra maravillosa profesión. Un cordial saludo

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  2. No soy traductora, pero como buena lectora aprecio su trabajo...una mala traducción nos priva de un buen libro.
    Esta historia de leones y santos, me gustó; acá hay un traductor que, además, escribe bien.

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  3. Muy buen texto! Felicidades a todos ustedes

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