viernes, 30 de marzo de 2018
El autor al que copió Perec y Auster elogió
Joe Brainard (1942/1994) fue un artista y escritor
estadounidense asociado con la Escuela de Nueva York. Su trabajo innovador
incluyó collages, dibujos y pinturas, así como diseños para portadas de libros
y álbumes. Brainard abrió un nuevo camino en el uso de cómics como medio
poético en sus colaboraciones con otros poetas de la Escuela de Nueva York.
Alcanzó notoriedad por su libro de memorias Me acuerdo.
De ese libro, Georges Perec dijo que era digno de ser copiado, y lo copió.
Paul Auster, en cambio, lo calificó
de obra maestra y agregó: “Los
libros supuestamente más importantes de nuestro tiempo serán olvidados uno tras
otro, pero la pequeña y modesta joya de Joe Brainard perdurará. Con frases
sencillas y contundentes, traza el mapa del alma humana y altera de forma
permanente la manera en que miramos el mundo. Me acuerdo es a la vez increíblemente divertido y profundamente
conmovedor... Uno de los pocos libros completamente originales que he leído”.
Ahora, con nueva traducción de Ariel Dilon, y completo por primera vez (hay una edición previa de
la editorial Sexto Piso, pero incompleta), que se constituye en la primera
novedad de la editorial Eterna Cadencia para 2018.
jueves, 29 de marzo de 2018
"La incidencia del Estado en la situación del libro en México es total"
Juan Carlos Talavera entrevistó a Tomás Granados Salinas, editor del sello editorial Grano de Sal. La
conversación, que tuvo como excusa la publicación de Libros, una historia sobre el libro impreso, se publicó en
Excelsior, de México, el pasado 3 de enero.
Historia mínima del libro
“El Estado como editor de
libros es un mal necesario. Sin embargo, lo mejor sería que el Estado realizara
acciones para favorecer la participación de instituciones académicas y de la iniciativa
privada”, aseguró el editor Tomás Granados Salinas, director del sello Grano de
Sal y autor de Libros, donde compila
una historia mínima sobre el libro impreso, desde el amoxcalli o biblioteca
prehispánica, hasta las ferias del libro de nuestro tiempo.
“Lo ideal es que el Estado deje de ser editor y realice acciones para
favorecer la iniciativa privada e instituciones académicas que cumplan con la
función que hoy nadie más hace. Lo ideal es que el Estado invirtiera en una
suerte de infraestructura para fortalecer la publicación y la circulación”,
detalló a Excélsior.
Y aunque algunas de sus librerías Educal funcionan de esta manera, ya que
son una inversión donde se pierden recursos que ofrecen un punto de venta en
cierta población donde no hay otra, “yo creo que ese punto de venta podría
generar una pequeña comunidad lectora y el triunfo de esa política pública
sería que la librería cerrara porque ya hay un inversionista privado que
decidió abrir una librería. Lo ideal es que la acción del estado se dé donde
nadie más hace, pero encauzada a producir condiciones que otros pudieran
tomar... y luego desaparecer”.
Otra acción gubernamental que se podría considerar, añadió, es el subsidio
en el envío de ejemplares por correo, a través de mensajería, “de tal suerte
que esa acción beneficie a las librerías de Chiapas, a las que les resultaría
barato recibir los ejemplares en el lugar donde se necesitan”.
¿Se debería revisar el modelo de producción de los libros de texto
gratuito a nivel primaria? “Creo que debería suceder lo mismo que ya ocurre con
los de nivel secundaria, donde el Estado crea las condiciones para que sean
gratuitos para los alumnos, los cuales ya no son editados por el Estado. La
política debería ser hacia dejar de ser cada vez más editor, favoreciendo las
condiciones para que haya otros editores”.
¿Por qué? “Quizá la acción gubernamental no tiene que ser publicar y abrir
librerías en Chiapas, sino encontrar ese engrane donde haya un tercero al que
se beneficie. Pero en fin, esa es una opinión mía. Lo que queda claro en Libros, desde el capítulo de los códices
hasta el Estado editor, es que la incidencia del Estado en la situación del
libro en México es total... es el protagonista”.
¿Es una herencia prehispánica? “Los códices eran obras hechas, la mayor
parte, por autoridades pero eran para registros estatales y religiosos. Más
tarde el estado novohispano participó en la censura del libro, después promovió
las leyes en defensa del derecho de autor. En suma, el Estado ha sido esencial
y ha acompañado la historia del libro”.
¿Consideras que el Estado como traductor de obras literarias hace lo
suficiente mediante su Programa de Apoyo a la Traducción (Protrad)? “Considero
que no se hace lo suficiente en materia de traducción. Y aquí hay un tema que tiene
que ver con la política pública respecto de la lengua, no sólo de la industria
editorial, sino cuál es el papel del español de México en el mundo. Uno puede
limitarse a que sea nuestro y a defenderlo del inglés. La pregunta es: ¿por qué
no convertir nuestro español en moneda corriente? ¿Por qué el español mexicano
no vuelve a ser el canal, como lo fue entre los años 30 y 50, donde las
traducciones de obras esenciales se hicieron en el español mexicano? Ahí
tenemos otro campo de oportunidad”.
OPTIMISMO RENOVADO
Libros forma parte de la serie
Historia Ilustrada de México, coordinada por el historiador Enrique Florescano,
aunque la idea original nació hace casi un lustro, cuando Granados Salinas
pensó este libro para la serie Biblioteca Mexicana, que coordina Florescano.
El volumen consta de cinco capítulos: Viejos libros de aquí y de allá;
Cosa muy útil y conveniente; Cajones, portales, mesas, sitios electrónicos y
stands; De la censura a las regalías; y El Estado editor, acompañado por una
nota introductoria, una breve presentación e ilustraciones, grabados y
fotografías poco conocidas.
¿Cuál es el planteamiento central de Libros?,
se le preguntó a Granados Salinas. “El planteamiento del libro es: un editor de
hoy trata de dar respuestas históricas a ciertos problemas que tienen una
explicación de siglos. Pero mi conclusión, como autor, es que el libro podría
servir para renovar nuestro optimismo por el futuro”.
¿Cómo renovar el optimismo en un país con pocos lectores? “Todo
diagnóstico que se haga de la industria actual del libro habla de crisis.
Tenemos pocos lectores, poco dinero, los libros son caros y no hay suficientes
puntos de venta. Uno puede arrancar con ese diagnóstico desolador y quedarse
abatido, pero quisiera que este libro nos mostrara las transformaciones en
beneficio del libro a lo largo de siglos porque estos cambios no han ocurrido
rápido. Hoy podemos preguntar: ¿Estamos bien ahora? No, pero estamos mejor que
nunca”.
¿Qué nos hace falta? “Veo un terreno para el optimismo. Uno puede ver las
cifras y decir que esto es imposible y que la tarea nos rebasa a todos. Pero
tenemos un gran margen de maniobra en el que se puede ir ganando paulatinamente
decenas de miles de lectores”.
En esta recuperación sobre la historia del libro, Granados se sorprendió
en dos momentos. Primero al descubrir una imagen de la librería Murguía, que
data de principios del siglo XX, donde se observa un diseño similar al de una
botica, donde los lectores porfirianos compraban sus ejemplares.
“Esa fotografía es muy bonita porque nos muestra la librería como una
botica, con su mostrador y los libros en las paredes, donde uno tenía que
llegar a pedir su libro como cuando uno iba a la farmacia para que le hicieran
su producto químico. Esa imagen habla sobre la transformación de la librería en
los últimos 100 años”.
Otra anécdota que aparece en este volumen, destacó, es la de un impresor
español del siglo XVI que tras mandar muchos libros a la Nueva España y
descubrir que no vendía lo que él quería, le preguntó a su representante qué
libros eran los que se venden juntos. “Digamos que esa anécdota es el
precedente de lo que hace un librero de nuestro tiempo, una práctica de los
editores que asisten a las actuales ferias del libro”.
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Tomás Granados Salinas
miércoles, 28 de marzo de 2018
Marcelo Lombardero inaugura el décimo año del Club de Traductores Literarios de Buenos Aires
Finalmente llegó el día y ayer recomenzamos las actividades públicas del Club de Traductores Literarios de Buenos Aires. Lo hicimos con un invitado de lujo: el director de ópera y teatro musical Marcelo Lombardero, quien explicó de qué modo su especialidad se relaciona con la traducción. Y para ejemplificar los distintos puntos sobre los que trató, utilizó materiales de "Aurora", de Héctor Paniza y Luigi Illica, así como fragmentos de Aufstieg und Fall der Stadt Mahagonny, de Kurt Weill y Bertold Brecht, sin olvidar una desopilante versión de Carmen, de Bizet, cantada en italiano y ruso en una puesta del Bolshoi.
Marcelo
Lombardero integró el Coro de Niños y luego el Coro Estable del Teatro Colón de
Buenos Aires, antes de desarrollar su carrera como barítono en teatros de
América y Europa. Tras retirarse como cantante en 2005 para asumir la dirección
artística del Colón –donde también creó y dirigió la Ópera de Cámara–, comenzó
su actividad como director de escena en el Centro de Experimentación de ese
teatro (CETC). Allí montó Mahagonny Songspiel de Brecht-Weill, Al claro de luna con música de Monteverdi, Ravel y Debussy, yAventuras y nuevas aventuras de Ligeti. En 1994
debutó en la sala principal del Teatro Colón con la puesta de El castillo de Barbazul. En 2002 realizó allí una
nueva producción de La fanciulla del West. Le siguieron Diálogos de carmelitas de Poulenc, El emperador de la Atlántida de Ullman, El rey Candaules de Zemlinsky, Jonny spielt auf de Krenek, Wozzeck de Berg y Macbeth, de Verdi en 2016. Trabajó
también en salas de Europa, Estados Unidos y América Latina, además de hacerlo
en otros centros musicales de Argentina. Realizó las puestas en escena de Otello de Verdi y Rossini, La vuelta de tuerca de Britten, La vida breve de Falla,Tristán e Isolda, La carrera del libertino, Lady Macbeth de Mtsensk, Carmen, El oro del Rin,La flauta mágica, Parsifal, yAuge y caída de la ciudad de Mahagonny, entre otros títulos. Fue distinguido con el Premio de la Crítica Musical
Argentina 2004, cuatro premios A.C.E., tres premios de la Asociación de
Periodistas de Espectáculos de Chile, Premio Clarín (2000) y Konex (Diploma al
Mérito 2009), entre otros. Lady Macbeth de Mtsensk (TeatrWielki, Poznan) fue galardonada como la mejor producción de
ópera en la temporada 2011-2012 de Polonia;Carmen (Palacio de Bellas
Artes, México) recibió el premio Lunas del Auditorio de México; y su puesta de Billy Budd de Britten, en Santiago de
Chile, fue distinguida por el Círculo de Críticos de Arte. En 2013, tras la
creación del TMC (Teatro Musical Contemporáneo) produjo el espectáculo Bromas y Lamentos, y el estreno de la óperaUltramarina, de Edgardo Cozarinsky y
Pablo Mainetti. Actualmente es Director de la Ópera de Cámara del Teatro Colón.
martes, 27 de marzo de 2018
Publicación de un ensayo clásico sobre los gatos, que ahora puede leerse en castellano
Maximiliano Papandrea y Adam Blumenthal son los editores de Sigilo, una editorial independiente argentina, fundada en 2014, que, a la fecha, ha inaugurado colecciones de narrativa argentina, latinoamericana, extranjera, no ficción y novela gráfica.
Una de sus más recientes novedades es El tigre en la casa. Una historia cultural del gato (1920), libro clásico del estadounidense Carl Van Vechten (1880-1964), que se presenta en traducción de la escritora chilena Andrea Palet, con ilustraciones de Krysthopher Woods.
Se trata de un ensayo que "explora la figura del gato en la literatura, la pintura, la música, el folklore, la religión y la historia".
Una de sus más recientes novedades es El tigre en la casa. Una historia cultural del gato (1920), libro clásico del estadounidense Carl Van Vechten (1880-1964), que se presenta en traducción de la escritora chilena Andrea Palet, con ilustraciones de Krysthopher Woods.
Se trata de un ensayo que "explora la figura del gato en la literatura, la pintura, la música, el folklore, la religión y la historia".
En la breve reseña y semblanza del autor, ralizada por Hugo Beccacece para el diario La Nación, de Buenos Aires, se lee: "Hay que agradecer a la editorial
Sigilo que haya publicado este libro del que no había traducción al español. El
ensayo de Carl van Vechten es una obra clásica sobre el tema; tuvo su primera
edición en los Estados Unidos en 1920, hace casi un siglo, y se convirtió de
inmediato en la fuente más importante de referencias.
Carl van Vechten adoraba a los gatos. Fue crítico musical y el
primer crítico estadounidense de danza moderna, además era uno de los más
influyentes animadores de la Harlem Renaissance. Escribió varias novelas. La
más recordada por el escándalo que suscitó fue Nigger
Heaven. Van Vechten y su segunda esposa, la actriz de origen ruso Fania
Marinoff, frecuentaban los círculos de vanguardia. Gertrude Stein designó a Van
Vechten como albacea literario. A partir de 1930, él casi dejó de escribir y
devino un prolífico fotógrafo para el que posaron los principales artistas,
escritores y celebridades de su época.
El tigre en la casa está escrito con una ironía y un humor exquisitamente
ingleses más que estadounidenses; además, las citas son de una gran belleza.
Van Vechten se ocupa en el primer capítulo de echar abajo los prejuicios sobre
los gatos. Se suele decir, por ejemplo, que el gato siente antipatía por el
agua, pero en un célebre fresco egipcio del Museo Británico se ve a uno en un
bote que actúa como un perro retriever en una caza: salta al Nilo para buscar a
un pato sacrificado. También se dice que los gatos son muy inteligentes. Y
aquí, Van Vechten dispara una frase inmortal: 'He visto gatos tan
estúpidos como cualquier pagador de impuestos compulsivo'".
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Traductores chilenos
lunes, 26 de marzo de 2018
Libros que existen sin campañas
“Sin
campañas publicitarias, sólo por el ‘boca a boca’, algunos títulos se imponen
como libros de culto”, dice la bajada de la nota que el pasado 6 de marzo
publicó Adriana
Lorusso en la
revista Noticias, de Buenos Aires.
Bestsellers secretos
![]() |
Magalí Etchebarne |
Magalí Etchebarne tiene 34 años y su primer libro
de cuentos es un éxito. Se llama Los
mejores días y lo “rumió” mucho tiempo hasta que su amiga, Julieta Mortati –editora
del sello Tenemos las máquinas– lo presentó como proyecto al Fondo Nacional de
las Artes y casi la obligó a terminarlo. El volumen ya tuvo 2 reimpresiones y
vendió 1500 ejemplares, una cifra menor si se la compara con “tanques” como Dan
Brown o J. K. Rowling pero un número muy apreciable para cualquier autor de
ficción nacional o extranjero, con o sin trayectoria.
![]() |
Silvina Giaganti |
Más especial es el caso de Silvina Giaganti que
logró una repercusión similar pero con un libro de poemas, Tarda en apagarse, publicado también por un pequeño sello (Caleta
Olivia), que va por su tercera reimpresión y vendió 2000 ejemplares. Es el
primer libro de Silvina, que escribe asiduamente artículos en Página 12, Rolling Stone y The New York
Times.
Stoner, una novela John Williams de los
años 60 redescubierta por la crítica norteamericana y editada en la Argentina
por Fiordo, ya es un libro de culto entre nosotros, con más de 10.000 volúmenes
vendidos. La misma editorial independiente repitió el suceso en 2017 con la
colección de cuentos Once tipos de
soledad de Richard Yates.
Sin los presupuestos publicitarios que se invierten
en los novelistas más famosos, editados por pequeños sellos con menores
posibilidades de distribuir y reponer sus productos, ¿cómo logran estos libros
encontrar a sus lectores?
Además del talento de sus autores, un conjunto de
factores, desde el lugar de exhibición hasta la presencia en las redes,
influyen para que estos títulos sobrevivan y se distingan entre la marea de
volúmenes que la industria editorial arroja mes a mes en las librerías. Noticias consultó a un grupo de expertos
–libreros, editores, autores– y así explicaron el fenómeno.
Promoción
A primera vista, el mundo de los libros parece
dividido en dos clases: los títulos populares que llegan a un público general,
con lectores muchas veces ocasionales, ventas masivas, varias reediciones e
importantes campañas publicitarias. Cuando uno de estos libros es exitoso,
ocupa los primeros puestos del ranking
de bestsellers que las grandes
cadenas de librerías elaboran y que luego es publicado en muchos medios. En
nuestro país, empresas como Yenny-El Ateneo o Cúspide tienen más de 50
sucursales en Buenos Aires y el interior, y son una pieza muy importante del
negocio editorial. Su ranking es una
verdadera guía tanto para los lectores como para la producción editorial.
Pero también, en el mundo de los libros, hay textos
con otro perfil: alta calidad literaria, con un público más constante y fiel,
que llegan al mercado –la mayoría de las veces– sin ninguna de clase de
publicidad, lanzados por pequeñas editoriales, o por sellos más selectivos de
las grandes empresas editoras.
A esta clase de libros pertenecen los “bestsellers secretos”. Textos de “nicho”
le llaman algunos, aunque a muchos libreros y editores les moleste el término
por despectivo o elitista. O “bestsellers literarios”, porque la mayoría de
estos títulos son ficciones.
![]() |
Ignacio Iraola |
Los libreros juegan un papel fundamental. En
especial, los que tienen librerías chicas, especializadas y con un contacto más
cercano al público.
“La recomendación de los libreros tiene un gran
peso– explica Ignacio Iraola, director editorial de Planeta de Argentina, una
de los empresas más grandes del mercado–. Por otro lado, a nosotros también nos
sirven los datos que nos aportan ellos para nuestro trabajo”.
![]() |
Sebastián Lidijover |
“Cuando los libreros adoptan un libro, sabemos que
puede ser un éxito– dice Sebastián Lidijover, jefe de Prensa de Riverside
Agency, que distribuye y edita libros sellos literarios como Anagrama, Edhasa y
Salamandra–. Los libros permanecen exhibidos en la mesa de novedades mes a mes,
porque ellos los siguen recomendando”.
Justamente, es la mesa de novedades el mejor espacio de la librería (la primera, cuando uno entra en el local) y la que representa toda una línea editorial diseñada por los libreros.
En Eterna Cadencia, la librería de Palermo
(Honduras 5574) que tiene sello editor propio, la mesa de novedades “prioriza a
las editoriales independientes”, explica Valeria Tentoni, editora del blog de
la empresa.
Un concepto en el que coincide Debora Yánover,
titular de Librería Norte (Av. Las Heras 2225), una de las más prestigiosas de
la ciudad. Norte, además, elabora en la web
la lista “nuestros preferidos”, para recomendar títulos específicos a los
clientes, en particular de poesía, la especialidad del lugar.
El clásico “boca a boca” también es fundamental
para impulsar un “bestseller
secreto”. Y las redes, en ese sentido, potencian al infinito el efecto de la
recomendación tradicional.
Como es obvio, la reseñas en los medios ayudan y
mucho. Pero además, como señala Tentoni, hay estrategias publicitarias más
originales. “El capital achancha, por eso cuando no se tienen recursos se usa
la imaginación. Algunos autores utilizan el crowfunding
(o financiación previa) y mientas juntan dinero para editar el libro, lo
promueven antes de que salga”.
Suceso
![]() |
Valeria Tentoni |
Justamente es Valeria Tentoni la que elabora el ranking de Eterna Cadencia, una
iniciativa de la librería que ha logrado ser una pieza importante en el mercado
de la buena literatura y que sirve de orientación para detectar los libros más
interesantes del momento. “Es un ranking
extravagante respecto del de las grandes cadenas –dice Tentoni–. Aunque hay
autores que lo cruzan, que están en el nuestro y en el otro, como Pedro
Mairal”. Por ética este ranking no
incluye los textos de la editorial propia y puede consultarse todas las semanas
en eternacadencia.com.ar.
“Todos los rankings
siempre ayudan porque visibilizan los libros y tienen el efecto de una bola de
nieve”, dice Víctor Malumián, de Ediciones Godot y gestor de la Feria de
Editores. “Visibilidad” es también el concepto que señala Julia Mortati,
directora de Tenemos las máquinas, a la hora de calificar esta forma indirecta
de recomendación.
Pero, ¿cuál es la mejor señal de que un texto
funciona? “Un pedido de reposición a los 15 días de lanzar un libro es el mejor
indicador de su destino”, opina Malumián. Y “una reimpresión en los primeros
meses de lanzamiento es signo de un bestseller”,
explica Lidijover.
Señales
que a veces superan las expectativas y sorprenden a todos
Los editores coinciden en que las grandes cadenas
de librerías son fundamentales para el éxito de los títulos, pero después hay
textos que funcionan mejor en un lugar que en otro.
Las librerías preferidas varían, aunque hay muchas
coincidencias. En principio, la lista debería incluir a la clásica Hernández (Av.
Corrientes 1436), Guadalquivir (Av. Callao 1012), Dain Usina Cultural (Thames
1905), Libros del Pasaje (Thames 1762), Ref (Honduras 4191), Notanpuan
(Chacabuco 459, San Isidro), Céspedes (Céspedes 3065) y Librería Del Fondo
(Costa Rica 4582), entre muchas otras. Todas ellas promueven con el mismo afán
tanto libros masivos como textos literarios, de gran calidad, y muchas veces
editados por sellos independientes. En sus mostradores siempre hay un librero
dispuesto a charlar con el cliente y recomendarle buena ficción.
Aunque hay obras de arte, como Stoner, que tardan mucho en descubrirse, y libros que enamoran a
primera vista, en el ambiente de la edición se supone que el éxito, en general,
siempre encierra una cuota de misterio.
Lo que sí debe tener una novela, una colección de
cuentos o de poemas para transformarse en bestseller
secreto, es calidad literaria y capacidad para interpelar a un lector, en el
tiempo y el lugar correctos. Sin estas cualidades, difícilmente, un libro
supere el centenar de lectores.
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viernes, 23 de marzo de 2018
El diccionario, ¿es árbitro o testigo del idioma?
Publicado en Clarín, el pasado 17 de marzo, el
siguiente artículo de Emilia Vexler da cuenta de algunas polémicas
desatadas últimamente a propósito del sexismo en la lengua.
La RAE revisa sus
definiciones sexistas
por el avance de la
igualdad de género
El idioma español está en la mira del feminismo. Para los lingüistas algunas
acusaciones son comprensibles y otras injustas. Sea como fuere, justo el 8M –cuando
por el Día de la Mujer hubo movilizaciones en todo el mundo– la Real Academia
Española (RAE) modificó la quinta
acepción del adjetivo "fácil" para
que no refiera a "mujer que se presta sin problemas
a mantener relaciones sexuales" sino a una "persona".
Son siete letras ganadas a
la violencia simbólica machista. Pero desde la Academia Argentina de Letras
(AAL) y el Instituto de Lingüística de la Universidad de Buenos Aires tienen
sus reparos. Dijeron a Clarín que entienden la lucha por la
igualdad que tiene detrás, aunque creen que deberían
haber dejado “mujer fácil” y aclarar que su uso es "despectivo o discriminatorio".
Como pasó con "sexo débil" en diciembre –10 meses
después de las 200 mil firmas que juntó la tuitera española Yanina Hernández–
que lo definía como "conjunto de las mujeres" y ahora se aclara su
connotación negativa.
"Nadie
dice 'persona fácil'", aseguran, y el diccionario –como reflejo de la realidad– "debe
tomar y calificar lo que dicen
los hablantes". Así, coinciden con organizaciones feministas argentinas en
que la RAE va lento contra la "pesada herencia" de sexismo en el lenguaje. Pero porque va detrás de la
sociedad. No antes. En España y acá, la academia es clara: no es sexista la lengua, sino su uso.
"La RAE escucha las críticas y
envía grupos de palabras a las academias de toda América con propuestas de
enmiendas sensibles en cuestiones de género", dice a Clarín Santiago
Kalinowski, director del Departamento de Investigaciones Lingüísticas y
Filológicas de AAL.
La última de esas
"tandas de consultas" llegó a Argentina en julio. "La palabra 'dije' la definían como 'joya pequeña que usan como adorno las mujeres'. La modificaron y
ahora no tiene género: 'que se usa como adorno'. Los diccionarios tienen una
motivación muy concreta en términos de relaciones públicas para preferir la
definición que no especifique que se trata de la mujer", ejemplifica el
filólogo. También dice que en la segunda acepción de "dinero", la RAE
cambió el ejemplo de "José es una persona de dinero" por "María es una persona de dinero".
La RAE también en diciembre
enmendó "revoque" (que
ahora es "maquillaje
excesivo", no de una mujer), "edén" (que ya no es la morada del primer hombre sino de
"Adán y Eva"), "himno" (ya
no es para exaltar a un gran hombre,
sino a una "persona"), "carácter sexual
secundario" (ya no es sólo la
barba del hombre, también "las mamas del la mujer"), o "superwoman".
Sobre el último cambio Kalinowski va a
lo antropológico. "En nuestra cultura los hombres siempre fueron 'fáciles'
para tener sexo. Como eso nunca fue algo malo, no se decía 'hombre fácil'. La
sociedad está empezando a cambiar y está viéndose en el uso. Pero,
lamentablemente, todavía la promiscuidad del hombre y la de la mujer es
percibida como drásticamente diferente y la mayoría sentiría que 'hombre fácil'
es algo extraño".
Por ese camino va Salvio
Menéndez, director del Instituto de Lingüística de la UBA. Es más taxativo y
hasta ve "censura". "Los usos no se pueden borrar. El caso de
'mujer fácil' es más un efecto oportuno del Día de la Mujer que un
convencimiento profundo de la RAE. La eliminación me parece peligrosa”. Explica
que "una acepción no se borra. Se cree que si la Academia no lo dice, la
gente no lo usa, Y es al revés, el diccionario debe recoger lo que la gente usa
y calificar el uso. Es su deber decir que tal palabra se usa para
discriminar".
Además de las enmiendas, la
RAE hace incorporaciones de palabras. Como "superwoman":
"Mujer de capacidades y cualidades sobrehumanas". Y ahí también está
el feminismo. Durante el 8M en Buenos Aires un grupo de creativas publicitarias
con carteles viralizó el hashtag #SororidadEnlaRAE.
Se hizo notar porque nadie conocía el término: Sororidad.
"Fraternidad viene de fratis,
hermano, masculino. Debe incorporarse sororidad para
hablar de 'hermandad de mujeres'. Viene de soror: 'hermana'",
dice a Clarín Tatiana Dobosz
(25). "Esta hermandad existe. No tienen que negarnos", agrega.
Desde la última actualización de su
diccionario, en diciembre, la academia española decidió que las modificaciones
se harían anualmente en lugar de una nueva edición, cada 10 o 15 años. Pero
habrá más cambios en el medio. Como el de "fácil". Que, dijeron, fue
por "las personas, anónimas y famosas, y organizaciones y asociaciones que
así lo habían pedido".
Todxas las x, tod@s
La cuestión es entender si el
diccionario es árbitro o testigo del idioma. Es testigo. Y árbitra ya existe. Testiga, no.
El género de la gramática del español
está estructurado en dos en la mente de los hablantes: masculino y femenino. El
masculino cumple dos funciones: indicar a los 'hombres' y a la pluralidad. El
femenino, sólo a las 'mujeres'. Pero, desde lo social, existe un movimiento sin
precedentes por su dimensión que hizo que se ponga en cuestión si el masculino
es una o para dominarnos a
todxs.
Ahí aparece una respuesta
fácil: que el masculino es una convención. Como llamamos "mesa" a una
"mesa". "Pero ese argumento es insuficiente. Requeriría un
estudio antropológico, pero me parece más probable que el masculino tenga esa
doble función (como género no marcado)
porque la fuerza física fue la
cualidad principal para la supervivencia del humano. Ahora ya no es así. Y eso
es un argumento más fuerte para fundamentar un cambio a futuro del uso del
masculino para agrupar a las personas más allá de su género", explica el
filólogo Santiago Kalinowski.
Sobre el uso de x como la
letra bandera de la igualdad de género, la Academia Argentina de Letras no
emitió dictamen. Pero Kalinowski sí. "Los argentinos somos o fuimos
sexitas sin querer serlo. Fue algo cultural. El seximo estaba codificado en la
cultura y la lengua acompañaba. El todxs o tod@s son recursos de intervención
del discurso público que persiguen el fin de denunciar una desigualdad. Todavía
no es lengua, es el aprovechamiento de la lengua para la igualdad", cierra
el académico.
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jueves, 22 de marzo de 2018
Ariana Harwicz y la posibilidad de un premio
La escritora Ariana Harwicz (foto), radicada en Francia, acaba de entrar en la long list del Man Booker International.
Es, sin duda, un logro. El desarrollo de esta información puede leerse en la
nota escrita por Daniel Gigena y
publicada en el diario La Nación, de
Buenos Aires, el pasado 12 de marzo.
Otra vez, una escritora argentina compite
por el premio Man Booker International
Una vez más, una escritora argentina
figura en la long list del
premio Man Booker International. En esta ocasión, entre los libros de autores
extranjeros traducidos al inglés, se encuentra Die,
My Love, de Ariana Harwicz (Buenos Aires, 1977). El título original de la
radical nouvelle de Harwicz es Matate, amor y fue publicada en la
Argentina en 2012. Ahora integra el catálogo del sello Mardulce junto a otros
dos libros de la autora, La débil mental y Precoz.
En 2017, Samanta Schweblin llegó a la short
list del Man Booker con Fever
Dream (Distancia de rescate,
traducido al inglés por Megan McDowell y publicado por Oneworld). Finalmente,
el premio lo ganó David Grossman con A
Horse Walks into a Bar; en español, esa obra del escritor israelí se conoce
como Gran Cabaret y está
publicada por Lumen.
El Man Booker International premia también el trabajo de traducción al
inglés de las obras extranjeras. En el caso de Harwicz, ese trabajo fue hecho
en conjunto por Sarah Moses y Carolina Orloff, también de la Argentina y
editora del sello de ficción latinoamericana radicado en Edimburgo, llamado
Charco Press. El catálogo de la editorial incluye obras de los argentinos
Gabriela Cabezón Cámara y Ricardo Romero, el peruano Renato Cisneros y el
brasileño (de padres argentinos) Julián Fuks, entre otros.
La novela de Harwicz compite con algunos títulos
conocidos por el público local: Vernon
Subutex 1, de la francesa Virginie Despentes; La
séptima función del lenguaje, thrillerintelectual
del francés Laurent Binet; El impostor,
del español Javier Cercas, y Como la
sombra que se va, de Antonio Muñoz Molina, también de España. Gabriela
Ybarra, nacida en Bilbao, es la tercera autora de España que integra la lista
de libros elegidos con su novela debut El
comensal.
Consultada por La Nación, la escritora argentina, que vive en París y en
la campiña francesa con su hijo y su pareja (el escritor argentino Edgardo
Scott), dijo que a la hora del anuncio estaba al teléfono con su editora y
traductora. "Me parecía poco más que un delirio, que un sueño inocente
creer que una primera novela, con una sola (ahora dos, en hebreo y en inglés)
traducción, traducida por una argentina como Carolina Orloff y una canadiense
radicada en Buenos Aires como Sarah Moses, podría entrar en la lista del premio
más importante en el mundo anglosajón a la literatura traducida de otro idioma
al inglés. Haber logrado esto a meses de haberse editado la novela y a un año
de existencia de la editorial no tiene precedentes". Die, My Love se publicó en agosto de
2017. "Viendo además a los otros autores con recorridos tan impresionantes,
se refuerza mi idea de que lo único que importa es la conquista de lo escrito,
de un estilo" agregó Harwicz.
Por si fueran pocas emociones para la autora, el 23 de marzo se estrena la
adaptación teatral de Matate, amor dirigida
por Marilú Marini e interpretada por Érica Rivas. Las funciones serán viernes y
sábados a las 20 en Santos 4040.
Los competidores
La escritora surcoreana Han Kang, ganadora del premio en 2016 con la
traducción al inglés de La vegetariana,
vuelve a competir en 2018 con The
Book, también traducida, como en aquella oportunidad, por Deborah Smith.
Los otros autores seleccionados en 2018 son la escritora alemana Jenny
Erpenbeck, conocida en la Argentina por El
fin de los días; el escritor iraní Ahmed Saadawi y el húngaro Lazlo
Krasznahorkai, que también ganó el premio en 2015. Presidido por la escritora
Lisa Appignanesi, el jurado consideró 108 libros. En la long list quedaron
trece de diferentes temáticas y estilos narrativos: ficciones documentales,
novelas de terror y odiseas contemporáneas, como la escrita por el escritor
taiwanés Wu Ming-Yi's. Los autores seleccionados compiten por £ 50.000.
"Debemos sacarnos el sombrero ante los editores independientes -dijo
la presidenta del jurado-. Cuesta dinero traducir, es aún más difícil publicar
y más difícil vender. Pero creo que el número de lectores de ficción extranjera
está creciendo y creciendo, y eso es algo bueno".
La lista se completa con el austriaco Christoph Ransmayr y la escritora
polaca Olga Tokarczuk. Hay diez idiomas representados en la selección y un
mismo traductor, Frank Wynne, trabajó con los libros de Cercas y Despentes. El
12 de abril se anunciará la short list y
el nombre del ganador o la ganadora se revelará el 22 de mayo. Crucemos los
dedos por Ariana Harwicz.
miércoles, 21 de marzo de 2018
Más sobre el plagio perpetrado por Carlota Pérez-Reverte Mañas
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Mauro Armiño |
Mauro Armiño es uno de los más prestigiosos traductores españoles de la
actualidad. A él se deben, entre otras muchas cosas, traducciones de obras de Pierre Corneille, Moliere, Beaumarchas, Rostand, Rousseau, Voltaire, el marqués de Sade, Rimbaud, Flaubert, Maupassant, Balzac, Zola, Dumas, Verne, Schowb, Proust, Camus y una lista inacabable de autores de lengua francesa, además de Poe, George Eliot, Hawthorne y Wilde, traducidos del inglés. De gran experiencia como traductor de literatura dramática, algunas de sus versiones han sido llevadas a los escenarios. Asimismo, periodista y crítico literario y teatral, ha colaborado con El País, Cambio 16, Radio Nacional de España y la revista El Siglo.
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La plagiaria Carlota Pérez-Reverte Mañas |
En esta última publicación, el pasado 9 de marzo, Armiño se ha ocupado del plagio perpetrado por Carlota Pérez-Reverte Mañas a la traducción que Alfredo Michel Modenessi realizó de la Comedia de los enredos, de William Shakespeare. Su artículo, "A mal principio, quizás buen fin", puede leerse en la página Los enredos de un plagio (https://enredos-plagiados.webnode.mx/), creada especialmente para dar cuenta del caso.
Quien desee conocer más detalles sobre la conducta de la hija del también plagiario Arturo Pérez Reverte, puede hacerlo en la entrada del día 23 de febrero de este año en este mismo blog.
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