miércoles, 11 de abril de 2018

Las cuentas siguen sin cerrar o más o menos


Daniel Gigena publicó en La Nación, del 4 de abril pasado, este breve artículo que resume el informe estadístico de la Cámara Argentina del Libro para el período 2017.

En 2017, la industria del libro pasó
de terapia intensiva a intermedia

Desde 2001, la Cámara Argentina del Libro (CAL) publica un informe estadístico sobre el mercado editorial local a partir de los datos registrados por el ISBN, el "DNI" de cada libro que se publica y comercializa en suelo argentino. El informe anual incluye la cantidad de títulos y ejemplares registrados, los canales de distribución, las temáticas y los soportes de publicación, como también la producción de novedades y su primera tirada. Pocas semanas antes del inicio de la 44» Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, se conoció el informe de la producción de novedades durante 2017. El panorama que describen las cifras, sin dejar de ser preocupante, es menos dramático que el de 2016. La CAL informó que las editoriales y empresas asociadas notificaron que las ventas de libros suavizaron la caída, que en 2016 había alcanzado el 20%. En 2017, esa merma se ubicó entre el 5 y el 7%.

La producción de ejemplares, sin embargo, sigue cuesta abajo. De 84 millones de ejemplares que se producían en 2015, en 2016 pasaron a ser 63 millones y en 2017, a 51 millones. La caída acumulada de 2015 a 2017 alcanza el 35%. Eso significa que se produce apenas poco más de un libro por habitante en la Argentina. Si bien las novedades se mantienen estables desde 2013, con un total de 28.440 títulos, las tiradas se redujeron. "Pasaron de 5000 a 3000, de 3000 a 2000 y de 2000 a 1000 ejemplares en muchos casos", dijo a La Nación Diana Segovia, gerenta de la CAL. La tirada promedio sobre el total de los libros en papel supera apenas los dos mil ejemplares. Quizás por ese motivo se explica que un libro que vende diez mil ejemplares se convierta en un best seller. La proporción de libros en soporte digital respecto de libros en papel se mantiene constante desde 2012. En 2017 se registraron un total de 4861 libros electrónicos, un 17% sobre el total. En cuento a las temáticas, la literatura infantil y juvenil, la literatura para adultos, las ciencias sociales y los libros de texto encabezan el ranking de los títulos publicados por el Sector Editorial Comercial (SEC), con un 20%, un 19% y un 13%, respectivamente .

El centralismo es otra característica aún invariable del libro argentino. El 80% de la producción proviene de la ciudad de Buenos Aires: nueve de cada diez libros se producen en esta ciudad.

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