miércoles, 1 de agosto de 2018

Un volumen que reúne los consejos de Wislawa Szymborska para los jóvenes escritores


El 25 de marzo pasado, el diario La Prensa, de Buenos Aires, publicó sin firma el siguiente comentario sobre la publicación  Correo literario, un volumen de cartas de la poeta polaca Wislawa Szymborska , en respuesta a los requerimientos de jóvenes escritores, traducido por  Abel Murcia y Katarzyna Moloniewicz.

Publican el consultorio literario
de W. Szymborska

El volumen recopila las cartas con las que la premio Nobel polaca respondía a las inquietudes de jóvenes aspirantes a escritores. Sus recomendaciones combinaban ironía y generosidad y una firme defensa de la lectura. 

Durante varias décadas la poeta y premio Nobel polaca Wislawa Szymborska mantuvo una especie de “consultorio de escritores” en la revista Vida Literaria, unas cartas en las que con fina ironía contestaba a jóvenes aprendices de escritores. Ahora un libro reúne por primera vez en español lo mejor de esa correspondencia.

Editado por Nórdica, con traducción de Abel Murcia y Katarzyna Moloniewicz, Correo literario se publicó por primera vez en el año 2000 en Polonia y 18 años después llega a nuestro idioma.

Y es que sólo a partir del Nobel de Literatura que recibió en 1996 pudo conocerse la poesía de Szymborska (Kórnuk, Polonia, 1923-Cracovia, 2012), que desde entonces fue fascinando a todo el mundo por su manera sencilla e irónica de captar el misterio de lo cotidiano.

Tras publicarse también su prosa y algunas entrevistas, este libro aporta mucho para saber cuáles eran las ideas que tenía la escritora sobre la literatura y la vida.

Así lo ponen de manifiesto los traductores al castellano en la introducción. “Sí, es muy posible que junto a las reseñas de “Lecturas no obligatorias”, “Otras lecturas no obligatorias” y “Más lecturas no obligatorias”, publicadas en Malpaso en un solo volumen con el título de Prosas reunidas, en Correo literario nos encontremos ante la mayor fuente de información sobre el concepto de literatura de Szymborska”.

El libro se abre con la entrevista que Teresa Walas, gran amiga de Szymborska, catedrática de Literatura Polaca en la Universidad Jaguellónica de Cracovia, le hizo a la poeta, una mujer que atravesó las grandes tragedias del siglo XX, y que se caracterizó también por su compromiso cívico, sin ruidos ni estridencias.

Este correo literario en el que la poeta aconseja a los jóvenes escritores sirve además para conocer la realidad de la época de Polonia y su vida cotidiana –se aprecia la escasez de productos de primera necesidad– que también chocaba con la dimensión intelectual y espiritual de su tiempo, como recuerdan los traductores.

“De quién fue la idea del Correo literario, pregunta Walas a la poeta. Y ella responde: “No fue necesario inventar nada. Es una vieja tradición de las revistas literarias. Siempre ha sido necesario responder a algunos autores, sobre todo principiantes, sin escribirles cartas directamente a ellos. Por regla general, se resolvía con un breve “no se entiende” o “recomendamos trabajar un poco más el texto”

Y continuaba: “Yo intentaba que entendieran cosas elementales, los instaba a que reflexionaran sobre el texto recién escrito, a que fueran mínimamente críticos consigo mismos. Y lo más importante, los exhortaba a leer libros. Igual soy una ilusa, pero espero que algunos de ellos hayan conservado esa maravillosa costumbre toda la vida”.

Pero Szymborska también les sugería a los escritores con firmeza: ”Si, por caso, no aprecia usted nada digno de ser anotado –ninguna observación, ningún pensamiento, ninguna impresión– la conclusión solo podrá ser una: no tiene usted madera de escritor. Lo animamos a que haga el intento”.

Szymborska, irónica y humorista, suelta en estas páginas mandobles con gran sutileza, como por ejemplo el que destina a la joven Baska, que le pregunta: “Mi novio dice que soy demasiado guapa para escribir.

¿Qué piensa de los poemas que adjunto? Y ella responde: “Creemos que es usted, efectivamente, una chica muy guapa”.

Y es que la autora de Aquí o Instante, una poeta considerada muy difícil de traducir “por los matices cargados de significados que hay guardados bajo la aparente simplicidad”, trabajó la ironía y el humor siempre en toda su obra, que fue una pura reflexión sobre el mundo.

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