lunes, 29 de octubre de 2018

La cantidad de nuevos títulos publicados en el primer semestre de 2017 había sido de 14.100; este año, el número es de 13.957


La noticia no constituye una novedad para nadie y, de hecho, viene repitiéndose sistemáticamente: la baja del consumo, el aumento de los insumos y las políticas del actual gobierno para con el libro y la cultura en general revisten una gravedad inédita para la vida democrática. Así lo demuestra el siguiente artículo publicado por Daniel Gigena, en el diario La Nación, de Buenos Aires, el pasado 8 de octubre.

Por tercer año seguido, cae la producción de libros

Un nuevo informe de la Cámara Argentina del Libro (CAL) confirma que durante el primer semestre de 2018 se registró otra caída en la producción de ejemplares y en la publicación de novedades. Así, por tercer año consecutivo, las cifras arrojan un saldo negativo. La cantidad de nuevos títulos publicados en el primer semestre de 2017 había sido de 14.100; este año, el número es de 13.957. Y si se compara la cantidad de ejemplares publicados, la diferencia es más notable: 25 millones versus poco más de 22 millones. Esos tres millones de menos hacen retroceder al país en el índice de libros per cápita de los países de América Latina.

La CAL obtiene los datos del registro de novedades editoriales que las empresas realizan en la Agencia Argentina de Registro de ISBN. Si bien esas empresas son en su mayoría editoriales comerciales, cabe recordar que instituciones públicas y privadas (museos, ministerios, empresas), entidades sin fines de lucro y organismos públicos editan obras sin intervención de terceros. Hasta junio, el sector editorial comercial (SEC) produjo siete millones de libros.

Incluso los autores, bajo la creciente forma de la autoedición, publican sus libros. Según el tipo de editor, el 31% de los ejemplares publicados este año corresponden a esa categoría. El 62% pertenecen al SEC. De los casi catorce mil nuevos títulos, la autoedición se queda con un 14% y el sector comercial, con un 31%. Las tiradas de los libros autoeditados pocas veces superan los 500 ejemplares; de hecho, la tirada habitual es de cien. Esto explica en parte que la cantidad de ejemplares haya caído tanto en 2018, aunque las nuevas publicaciones arrojen un número similar al del primer semestre de 2017. Desde 2016, las tiradas de las editoriales del sector comercial disminuyen. De cinco mil a tres mil, de tres mil a dos mil, e incluso, en 2018, hubo casos de mil ejemplares de un nuevo título. Las apuestas editoriales se contraen.

Hasta junio, el peor mes de 2018 había sido abril, paradójicamente cuando se abre la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Entonces se anunciaron aumentos en el precio del papel del 5 al 8%. Los aumentos del precio del dólar en el curso del año profundizaron la crisis editorial.

“En relación con las novedades hay una leve caída respecto de 2017, pero no podemos decir que será así todo el año. En julio y agosto, vimos que repuntó –dice Diana Segovia, gerenta institucional de la CAL–. La primera tirada de los nuevos títulos sigue cayendo. Como no tenemos encuestas de ventas, no podemos brindar cifras, pero sabemos por los libreros que la ventas se mantienen bastante bajas”.

Respecto de las temáticas, la literatura, las ciencias sociales y la literatura infantil y juvenil encabezan la lista de preferencias de los editores argentinos. En cuanto a los soportes elegidos, el 83% del total de los libros registrados son en papel y el 17%, digitales.

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