jueves, 12 de septiembre de 2019

De a poco, disimuladamente, los escritores argentinos van siendo publicados en China


El pasado 4 de septiembre, el periodista Daniel Gigena publicó el siguiente artículo en el diario La Nación, donde da cuenta de la suerte de los escritores argentinos en China.

No es cuento chino: crece el interés
por escritores argentinos en el Lejano Oriente

No sólo los recursos naturales, la destreza deportiva y las delicias de la cocina nacional causan interés en el corazón de Asia. En los últimos años, crece el entusiasmo entre los lectores chinos por la literatura argentina. En 2017, año del Intercambio Cultural China-América Latina, la doctora en Letras Lou Yu, profesora de la Universidad de Estudios Extranjeros de Pekín y cofundadora e investigadora de la Comunidad de Estudios Chinos y Latinoamericanos, había señalado que, en el conjunto de escritores latinoamericanos, los libros de autores argentinos encabezaban las traducciones hechas del español al mandarín en la República Popular China a partir de 1949. Desde ese entonces, las ventas de libros firmados por argentinos acompañan y potencian esa actividad que atraviesa las fronteras entre dos idiomas distantes.

Borges, conquistador de China

Dos años atrás, el número de libros de escritores argentinos traducidos al chino ascendía a 115. A fines de este año, se estima que se superarán los 150 títulos. El canon autóctono en China es diverso y está conformado por José Hernández, Domingo Faustino Sarmiento, Jorge Luis Borges, Manuel Puig, Adolfo Bioy Casares y Roberto Arlt, y también por autores contemporáneos como César Aira, Samanta Schweblin, Sonia Budassi, Eduardo Sacheri y Andrés Neuman.

Con su humor, erudición e imaginación, el autor de Historia universal de la infamia atrae a los lectores chinos. Entre fines de 2019 y principios de 2020, se publicarán en China quince nuevos títulos de Borges y, de ese modo, toda su obra estará traducida y publicada en el país de Gao Xingjian y Mo Yan.

Autora de ensayos sobre la narrativa de Puig y Ricardo Piglia, la profesora Lou (cuyo nombre en español es Mónica) traduce actualmente Respiración artificial, la primera novela de Piglia, que fue reconocida como una parábola sombría de la vida durante la dictadura militar en la Argentina. Como suele ocurrir en varios países, en China se tradujo antes una de las obras tardías del autor; desde 2015, se puede leer en chino mandarín El camino de Ida.

Como se dijo previamente, el escritor con mayor cantidad de libros traducidos al chino es Borges, que “tracciona” la promoción de obras de Julio Cortázar (con quince títulos traducidos), Bioy Casares y Guillermo Martínez, del que se conocieron las novelas Crímenes imperceptibles La muerte lenta de Luciana B, una antología de cuentos y la novela corta Acerca de Roderer. Como otros autores argentinos, Martínez visitó China para acompañar el lanzamiento de sus obras.

Búsquedas personales en el gran país asiático

Para Néstor Restivo, coautor con Gustavo Ng de Todo lo que necesitás saber sobre China y coeditor de la revista trimestral DangDai (que significa “tiempo presente” y que está dedicada a cubrir el intercambio cultural entre la Argentina y China), tres factores contribuyen al fenómeno de la literatura argentina en la potencia asiática. En primer término, destaca el programa oficial de subsidios a las traducciones creado en 2009 y que impulsa la Cancillería argentina, “Programa Sur”. En segundo lugar, dice Restivo, “el afán de traductores e investigadores chinos que se enamoran de la literatura argentina y quieren difundirla en su lengua”. Y por último, y en su opinión el más importante, menciona el esfuerzo de los propios escritores argentinos que viajan a China como becarios, invitados a festivales o protagonistas de búsquedas personales, como en los casos de Eduardo Berti, María Rosa Lojo, Enrique Solinas, Gustavo Ng y Ángela Pradelli.

Justamente Pradelli, escritora y docente nacida en 1959 en Buenos Aires, acaba de ser noticia en China por una de sus novelas. La respiración violenta del mundo, publicada por Emecé en 2018, resultó ganadora en China como la mejor novela publicada en español el año pasado. El premio, que otorga la editorial People's Literature cada dos años, tiene una categoría para diferentes idiomas. Además de publicar las obras ganadoras, la editorial habilita una amplia difusión en el mercado chino. Por otra parte, las novelas ganadoras en cada idioma compiten por el premio Taofen para el mejor libro extranjero editado en China. Entre otros autores, Tomás Eloy Martínez (por El vuelo de la reina) recibió ese galardón.

La novela de Pradelli será publicada en abril o mayo de 2020. “El lunes abrí el correo por la mañana y me encontré con la noticia del premio –dice la escritora a La Nación–. Fue una gran alegría”. La autora de Turdera y Combi, entre otros títulos, había viajado a China en 2016, gracias a una beca de la Asociación de Escritores de Shanghái. “Viví dos meses en Shanghái. Había llevado el borrador de La respiración violenta del mundo para corregir, pero me capturó ese país, y mis planes de corrección naufragaron cada día”, recuerda. Su novela, protagonizada por una abuela que busca a su nieta desaparecida, construye una historia de esperanza en medio del dolor y la injusticia. “Desde que regresé de China, mi deseo es volver allá, así que este premio y esta novela me ayudarán a cumplirlo”, confía Pradelli.

A fin de año, Gustavo Ng publicará un libro en China, en edición bilingüe chino-español. En 10.134 kilómetros a través de China, el autor relata un viaje de dos meses en tren por diecinueve ciudades chinas. Entre los lugares que visitó en 2015, Ng fue a Taishan, el pequeño pueblo de la provincia de Guangong donde había nacido su padre en 1936, Hong Kong, las provncias de Guangdong, Sichuan, Gansu y Shaanxi, las regiones autónomas de Guangxi y Xinjiang y los municipios de Biejing y Shanghái. Por otro lado, la editorial china Intercontinental Press está interesada en traducir su libro Mariposa de otoño (publicado en la Argentina por El Bien del Sauce, que también editó El sol detrás del limonero, de Pradelli), en el que Ng evoca el reencuentro con su padre chino después de veinte años.

Un puente editorial entre regiones remotas


Este año, pese a la crisis del sector, nacieron en el país algunas editoriales. Una de ellas es Mil Gotas, con base en la Argentina y en China. Según dicen los creadores del sello, surgió de la necesidad de crear puentes culturales, literarios y académicos entre China y América Latina. La editorial, que lleva el mismo nombre que las librerías hispanoamericanas fundadas en 2017 en Pekín, Shanghái y Chongqing por el escritor Guillermo Bravo (uno de los creadores de Mil Gotas), tiene dos sedes: Pekín y Buenos Aires.

“Nos interesa dar a conocer obras de autores que no hayan sido publicados antes, no solo en español sino también en otras lenguas, y enfocarnos en la literatura china nos da libertad para investigar fuera del molde -dice Bravo desde Pekín-. Tenemos un vínculo especial con China, los cuatro hemos vivido o vivimos acá y estamos todo el tiempo con las antenas prendidas buscando lo nuevo”. Sus tres socias en la empresa editorial son la poeta y politóloga Lucía Fernández, que también reside en Pekín, y las periodistas Leticia Pogoriles y Ayelén Íñigo, que viven en Buenos Aires. “Vamos a publicar a escritores noveles que son conocidos en uno de los mercados, pero todavía desconocidos en el otro”, apunta Iñigo. De esta manera Mil Gotas, que además funciona como agencia literaria en Latinoamérica y en China y organiza encuentros culturales en ambos continentes, refuerza sus objetivos ( 

La primera gota editorial que cae en librerías argentinas es una antología de cuentos. Tándem Animales, coeditado con el mismo sello chino que premió a Pradelli (People's Literature), agrupa a varios escritores en torno a una misma temática: la vida secreta y misteriosa de los animales. En esta primera publicación, aparecen relatos de Copi, Mariano QuirósWashington Cucurto, Pablo Katchadjian, Schweblin, el uruguayo Dani Umpi, la chilena Romina Reyes y los mexicanos Julián Herbert, Daniela Tarazona y Julieta García González. Los autores chinos convocados fueron Lu Min, Ge Liang, Dongxia Qingqing, Wen Zhen, Zhao Zhiming, Ah Yi, Kang Fu, Cao Kou y Ma Boyong. Como Tándem Animales se traducirá por completo al mandarín, los lectores chinos conocerán de primera mano a nuevos escritores de América Latina.

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