tag:blogger.com,1999:blog-61774413558974984222024-03-18T00:00:32.681-03:00Club de Traductores Literarios de Buenos AiresJorge Fondebriderhttp://www.blogger.com/profile/02636754088627127155noreply@blogger.comBlogger3911125tag:blogger.com,1999:blog-6177441355897498422.post-42616159262100497652024-03-18T00:00:00.001-03:002024-03-18T00:00:00.137-03:00Mañana, gran presentación de literatura irlandesa<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgcXyXOGBNc6EDeQln6kbUiTUOAEzLsM21ezvgtfKcxNJCbDkE2Lq_oG653rIFarLK_2pFhDOoH4uu-zXr4yku4jLwX5SeTlmA-C52z7LXSQos4pdW57uHH7x70GuZABj6oLLMgj0kLUQ-EuLE4DHXCeng72wEkAQwEqR-u_Ch8lWehTuvbnQdCwxhiHanW" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="1200" data-original-width="1200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgcXyXOGBNc6EDeQln6kbUiTUOAEzLsM21ezvgtfKcxNJCbDkE2Lq_oG653rIFarLK_2pFhDOoH4uu-zXr4yku4jLwX5SeTlmA-C52z7LXSQos4pdW57uHH7x70GuZABj6oLLMgj0kLUQ-EuLE4DHXCeng72wEkAQwEqR-u_Ch8lWehTuvbnQdCwxhiHanW=w400-h400" width="400" /></a></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Luego de la publicación de la antología de Cuentos irlandeses con temporáneos, realizada por <b>Sinéad MacAodha</b>, directora de Literature Ireland, y <b>Jorge Fondebrider</b>, en noviembre pasado en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, se suma a la publicación del volumen por parte de la Editorial Universitaria de Guadalajara y de Yarumo (editorial colombiana), la edición a cargo de Eterna Cadencia, de Argentina. </span></div><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">El volumen, traducido por un equipo de traductores especialmente seleccionado (<b>Matías Battistón</b>, <b>Jan de Jager</b>, <b>Andrés Ehrenhaus</b>,<b> Jorge Fondebrider</b>, <b>Inés Garland </b>y <b>Pedro Serrano</b>), será presentado en el día de mañana en la librería Eterna Cadencia (Honduras 5582, CABA) por uno de los antologadores y tres de sus traductores. La entrada, por supuesto, es libre y gratuita.</span> </p>Jorge Fondebriderhttp://www.blogger.com/profile/02636754088627127155noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6177441355897498422.post-79468293717795406222024-03-15T00:00:00.001-03:002024-03-15T00:00:00.131-03:00Nunca pasó en cuarenta y ocho años de historia de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires<div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiDFfR2vlwUMTdcvWSPEcYQo-XnOArMiaodHcI9EC7OMeYn1sBikFRpghUKVdbxPQum4pL91gcnocXsCUBGjGBtNMnVna8F7_dLAHICay06TS3WiZVJbdUyGLy-wLkWdPHtJBy2JIWtbV8rmv1XjIyZHEzHBCPsNBWVhIbDJVj7_mjr3keJd9v9raDVnNFn" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="640" data-original-width="980" height="246" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiDFfR2vlwUMTdcvWSPEcYQo-XnOArMiaodHcI9EC7OMeYn1sBikFRpghUKVdbxPQum4pL91gcnocXsCUBGjGBtNMnVna8F7_dLAHICay06TS3WiZVJbdUyGLy-wLkWdPHtJBy2JIWtbV8rmv1XjIyZHEzHBCPsNBWVhIbDJVj7_mjr3keJd9v9raDVnNFn=w372-h246" width="372" /></a></div><br /></span><span style="font-size: large;">La nota fue publicada por </span><b style="font-size: large;">Daniel Gigena</b><span style="font-size: large;">, en el diario </span><i style="font-size: large;">La Nación</i><span style="font-size: large;">, de Buenos Aires, el 13 de mayo pasado. En la bajada se lee: "El presidente de la Fundación El Libro dice que llevan dos meses pidiendo una audiencia con los funcionarios del gobierno de Milei para negociar su participación en el encuentro cultural más importante de Buenos Aires; 'es una pena'”</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: center;"><b>La Secretaría de Cultura de la Nación no confirmó su participación en la Feria del Libro y ponen en alquiler su espacio</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">La frase de cabecera de los funcionarios del Gobierno de Javier Milei -”No hay plata”- figurará en un capítulo de la historia de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires si se confirma que en la próxima edición, que se realizará entre el 25 de abril y el 13 de mayo, la Secretaría de Cultura no tendrá un stand propio en el Pabellón Azul. Autoridades de la Fundación El Libro (FEL), la institución organizadora del evento cultural más importante del país, anunciaron que en pocos días pondrían en alquiler a otros expositores el espacio que ocupaba ese organismo estatal.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">“Nación tenía un stand de 300 metros cuadrados en el Pabellón Azul, muy lindo y con mucha visibilidad, porque mucha gente entra por ahí. Es una pena”, dice a <i>La Nación</i>, el presidente de la FEL, el escritor Alejandro Vaccaro.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">También trascendió que <a href="https://www.lanacion.com.ar/cultura/leonardo-cifelli-secretario-de-cultura-del-gobierno-de-javier-milei-habra-cambios-en-el-organigrama-nid20112023/">el secretario de Cultura, Leonardo Cifelli <span style="color: black;">(foto), </span></a>no estaría presente en el acto de apertura junto con <a href="https://www.lanacion.com.ar/opinion/liliana-heker-me-obsesiona-el-trabajo-que-realiza-el-tiempo-sobre-nosotros-nid1955108/">la escritora Liliana Heker,</a> la ministra de Cultura de la ciudad anfitriona, Gabriela Ricardes; el representante de la ciudad invitada (que este año es Lisboa) y autoridades de las cámaras del sector. Ambas resoluciones abrirían una serie de conjeturas acerca del valor que el Gobierno asigna a la cultura y del vínculo que planea cultivar con sus representantes. “Nunca faltaron las autoridades al acto de inauguración; si no venía el ministro, venía el viceministro, pero no recuerdo una ausencia -remarca Vaccaro-. Hablan las autoridades del Gobierno nacional y de ciudad de Buenos Aires. Desde que estamos en La Rural, estoy seguro de que eso nunca pasó”.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">“Es una decisión política importante, más allá de la plata -agrega-. La repercusión de la Feria es conocida por todos; quedarse afuera es realmente increíble. Entendemos que hay que ser austeros y estamos dispuestos a negociar. Hace dos meses que estamos pidiendo una audiencia con el secretario de Cultura, que naturalmente es a quien debemos dirigirnos, y no nos atiende, no nos recibe. Tuvimos seis o siete comunicaciones, pero nos patean, nos patean. Es increíble esta negativa”.</span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">En 2023, el Ministerio de Cultura pagó 25 millones de pesos por ese megaespacio. Si la cifra se actualiza por el índice de precios al consumidor, hoy rondaría los 75 millones de pesos.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">“No soy partidario de hablar de cifras -dice Vaccaro-. Hay un precio de lista general para todos, pero hay distintas condiciones y descuentos. Con el Estado siempre negociamos muchas cosas, canjes, apoyos para la Feria Infantil y Juvenil; muchas cosas se juegan en el precio final. Lamentablemente, ahora no tenemos interlocutor para negociar nada”.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Cifelli es secretario de Estado, pero la firma de los actos administrativos corre por cuenta de la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello. “Un secretario de Estado debería tener un margen de maniobra para decidir”, reflexiona Vaccaro.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><a href="https://www.lanacion.com.ar/politica/javier-milei-presenta-su-nuevo-libro-en-la-feria-del-libro-nid14052023/">En 2023, cuando era candidato a la Presidencia, Javier Milei presentó a viva voz su libro <i>El fin de la inflación</i> en La Rural</a> en la Sala José Hernández. Tanto editores como escritores prevén un año muy crítico para el sector editorial en la Argentina, en parte debido al ajuste económico que lleva adelante el Gobierno.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">“Aun en los momentos en que pasó de ministerio a secretaría, Cultura siempre estuvo -afirma el exdirector institucional y cultural de la FEL, el escritor Oche Califa-. Estuvo unificado con la <a href="https://www.lanacion.com.ar/cultura/con-primeros-150-anos-conabip-sueno-sarmiento-nid2447302/">Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip),</a> el Ministerio de Educación, la Biblioteca Nacional Mariano Moreno (BNMM), y desarrollaban actividades para el público”. Tanto la Conabip como la BNMM estarán presentes en la 48° edición de la Feria del Libro.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><a href="https://www.lanacion.com.ar/politica/javier-milei-presenta-su-nuevo-libro-en-la-feria-del-libro-nid14052023/">En 2023, cuando era candidato a la Presidencia, Javier Milei presentó a viva voz su libro El fin de la inflación en La Rural</a> en la Sala José Hernández. Tanto editores como escritores prevén un año muy crítico para el sector editorial en la Argentina, en parte debido al ajuste económico que lleva adelante el Gobierno.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">“Aun en los momentos en que pasó de ministerio a secretaría, Cultura siempre estuvo -afirma el exdirector institucional y cultural de la FEL, el escritor Oche Califa-. Estuvo unificado con la <a href="https://www.lanacion.com.ar/cultura/con-primeros-150-anos-conabip-sueno-sarmiento-nid2447302/">Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip),</a> el Ministerio de Educación, la Biblioteca Nacional Mariano Moreno (BNMM), y desarrollaban actividades para el público”. Tanto la Conabip como la BNMM estarán presentes en la 48° edición de la Feria del Libro.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><i>La Nación</i> intentó comunicarse con el secretario de Cultura para que confirmara esta noticia, pero aún no obtuvo respuesta.</span></div>Jorge Fondebriderhttp://www.blogger.com/profile/02636754088627127155noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6177441355897498422.post-45825232812312515902024-03-14T00:00:00.001-03:002024-03-14T00:00:00.243-03:00Consecuencias de que exista el Programa Sur<span style="font-size: medium;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhXwBHMwosi4DPHWBBvw3e6tNNLbBtejPaO3WfER3Q45R42EzLzKk8IImC8K9Ch-We7y0uW2n6C7XMzrcFj_o9Z1Sl6RvEAhoSuUvPrlE1wkFb_Cax8c8-uISsEFXVbfQcmR5gy1dIG_5XYILwdPhw1d_M7SKJt1soHVoi31xOzNardxXOhrSwj-K-Xt-AJ" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="277" data-original-width="182" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhXwBHMwosi4DPHWBBvw3e6tNNLbBtejPaO3WfER3Q45R42EzLzKk8IImC8K9Ch-We7y0uW2n6C7XMzrcFj_o9Z1Sl6RvEAhoSuUvPrlE1wkFb_Cax8c8-uISsEFXVbfQcmR5gy1dIG_5XYILwdPhw1d_M7SKJt1soHVoi31xOzNardxXOhrSwj-K-Xt-AJ" width="158" /></a></div><div style="text-align: left;">En una semana signada por la noticia de la casi desaparición del Programa Sur, el pasado 12 de marzo, <b>Silvina Friera </b>publicó un artículo en el diario <i>Página 12</i>, a propósito de la nominación de una escritora argentina al Booker Prize y la importancia que para ello tuvo el incentivo a la traducción otorgado hasta ahora por la Cancillería Argentina. En la bajada se lee: "La novela fue publicada por Charco Press, una editorial independiente radicada en Edimburgo que se especializa en ficción latinoamericana contemporánea. La traducción al inglés se realizó gracias al Programa Sur, que será reducido drásticamente: pasaría de 320.000 dólares anuales a 30.000. "Es un horror la manera en que no sólo la cultura sino el país entero está siendo completamente desguazado por este gobierno”, dice la escritora argentina.</div></div></span><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: 700;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></span></div><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: bold;"><div style="text-align: center;">Selva Almada, nominada al Premio Booker Internacional</div></span><br /></span><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Las traiciones, la muerte inesperada y lo que provoca en quienes siguen vivos atraviesan una novela argentina que se proyecta en el mundo.<i> <a href="https://www.pagina12.com.ar/290307-selva-almada-son-los-varones-los-que-se-sienten-traicionados">No es un río</a></i>, de Selva Almada, es semifinalista del Premio Booker Internacional; la única autora argentina en un listado en el que figuran también la peruana Gabriela Wiener, el venezolano Rodrigo Calderón y el brasileño Itamar Vieira Junior. <i>Not a River</i>, en versión de la traductora Annie McDermott, ha sido publicada por Charco Press, una editorial independiente radicada en Edimburgo (Escocia) que se especializa en ficción latinoamericana contemporánea. Esta es la cuarta nominación en seis años que recibe un libro de la editorial que fundó y dirige la traductora y editora argentina Carolina Orloff. Las nominadas previamente son escritoras argentinas (Ariana Harwicz, Gabriela Cabezón Cámara y Claudia Piñeiro) y todos los libros se tradujeron gracias al Programa Sur, que será reducido drásticamente por el gobierno de ultraderecha encabezado por Javier Milei: pasaría de 320.000 dólares a 30.000, con lo que podría financiar apenas diez títulos por año.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Almada (Villa Elisa, Entre Ríos, 1973) reconoce que es una “alegría enorme” estar en la lista del Booker. “Me alegra que sea con esta novela, que se publicó hace unos meses en Charco Press, una editorial que ya editó varios de mis libros y que viene abriendo un camino muy importante para la literatura latinoamericana en lengua inglesa”, destaca la escritora y agrega que le interesaba explorar en No es un río -que cierra la trilogía de varones que comenzó con <i>El viento que arrasa</i> y continuó con <i>Ladrillero</i>s- la síntesis, la condensación y al mismo tiempo “un lirismo profundamente relacionado al territorio en el que se mueven los personajes: el lenguaje del río, del monte y todo lo que los habita”.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">“Todo lo que está sucediendo en materia de cierres y recortes a instituciones y programas culturales es espantoso. Gracias al Programa Sur la literatura argentina contemporánea se publica, se lee, se premia en decenas de países y lenguas; sus autoras y autores son reconocidos en el mundo porque sus libros llegan a lectores y lectoras gracias a las traducciones. Es un horror que se pretenda recortar este programa como es un horror la manera en que no sólo la cultura sino el país entero está siendo completamente desguazado por este gobierno”, plantea Almada. Los seis libros finalistas, lo que se conoce como la “lista corta, serán anunciados el 9 de abril y la ganadora o el ganador se conocerá el 21 de mayo. La escritora argentina que más veces estuvo en el listado del Booker fue Samanta Schweblin. En 2017 fue finalista con <i>Distancia de rescate</i>, en 2020 participó con el libro de cuentos <i>Pájaros en la boca</i> y en 2021 con la novela <i>Kentukis</i>. Ariana Harwicz estuvo en la “lista larga” con <i>Matate, amor </i>en 2018. Gabriela Cabezón Cámara compitió en la “lista corta” con <a href="https://www.pagina12.com.ar/249950-dos-escritoras-argentinas-finalistas-del-booker-prize-2020"><i>Las aventuras de la China Iron</i></a> en 2020. Mariana Enriquez llegó a la final con <a href="https://www.pagina12.com.ar/337311-mariana-enriquez-en-la-short-list-del-premio-booker-internac"><i>Los peligros de fumar en la cama</i> </a>en 2021 y Claudia Piñeiro con <i><a href="https://www.pagina12.com.ar/413780-la-escritora-claudia-pineiro-finalista-del-premio-booker-pri">Elena sabe</a> </i>en 2022.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">El Booker Internacional premia a los autores y traductores de una obra de ficción publicada en Irlanda y el Reino Unido con 50 mil libras esterlinas que se divide en partes iguales: la mitad para el escritor y la otra mitad para el traductor. Además de No es un río, están en la lista de los seleccionados las novelas <i>Simpatía</i>, del venezolano Rodrigo Blanco Calderón; <i>Huaco Retrato</i>, de la peruana Gabriela Wiener y <i>Tortuoso Arado</i>, de Itamar Vieira Junior. Completan el listado <i>Kairos</i>, de la alemana Jenny Erpenbeck, con traducción de Michael Hoffmann; <i>The Details</i>, de la sueca Ia Genberg, traducido por Kira Josefsson; <i>White Nights</i>, de la polaca Urszula Honek, en versión de Kate Webster; <i>Mater 2-10</i>, del coreano Hwang Sok-yong, con traducción de Sora Kim-Russell y Youngjae Josephine Bae; <i>A Dictator Calls</i>, del albanés Ismail Kadaré, traducido por John Hodgson; <i>The Silver Bone: The Kyiv Mysteries</i>, del ucraniano Andrey Kurkov, en versión de Boris Dralyuk; <i>What I’d Rather Not Think About</i>, de la holandesa Jente Posthuma, traducido por Sarah Timmer Harvey;<i> Lost on Me</i>, de la italiana Veronica Raimo, con traducción de Leah Janeczko; y <i>The House on Via Gemito</i>, del italiano Domenico Starnone, en versión de Oonagh Stransky.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Desde Edimburgo, Orloff subraya la importancia que tiene el apoyo a las traducciones. “El Programa Sur es un programa modelo en el mundo; un programa que desde sus comienzos ha sido transparente y efectivo y a Charco Press lo ha beneficiado enormemente porque nos ha habilitado a formalizar apuestas que de otra manera quizás hubiera sido más difícil. El recorte que se está por producir es una tragedia”. Para Charco Press, una pequeña editorial independiente, la única en el mundo anglosajón dedicada a la literatura latinoamericana contemporánea, es un gran reconocimiento esta cuarta nominación en seis años. “La literatura argentina escrita por mujeres está teniendo una repercusión sin precedentes. La mirada del lector angloparlante está cambiando; es un cambio lento pero seguro en cuanto a la curiosidad hacia la literatura contemporánea de América Latina”, argumenta Orloff.</span></div>Jorge Fondebriderhttp://www.blogger.com/profile/02636754088627127155noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6177441355897498422.post-32654129274716488832024-03-13T00:00:00.001-03:002024-03-13T00:00:00.249-03:00El Programa Sur lleva 14 años de vida y 1700 obras traducidas a 56 lenguas, pero La Libertad Avanza<p><span style="font-size: medium;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjA62zNJO-9vx3TMsrN25mR1pVS-eoj3UuwfdXEbcREei542DRFsgux3K5GtASMXGkOinyAa8OJDlI_oojp5_wkHtQ-p9FFGkeVy0P58K6pF52iHFN3ftCqlDhr24G1qkBsiR_pNpLeMT4GHWIbmHvCdbmHREYTyzTP8gbqyEbeMS-2wE9sxDZKuE56BQ_C" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="575" data-original-width="767" height="312" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjA62zNJO-9vx3TMsrN25mR1pVS-eoj3UuwfdXEbcREei542DRFsgux3K5GtASMXGkOinyAa8OJDlI_oojp5_wkHtQ-p9FFGkeVy0P58K6pF52iHFN3ftCqlDhr24G1qkBsiR_pNpLeMT4GHWIbmHvCdbmHREYTyzTP8gbqyEbeMS-2wE9sxDZKuE56BQ_C=w398-h312" width="398" /></a></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">En el diario <i>Tiempo Argentino</i>, de Buenos Aires, del 7 de marzo pasado, <b>Martina Delgado</b> reprodujo los puntos de vista de los escritores argentinos nucleados en la Unión de Escritores y Escritoras (UEE), una de las tres asociaciones existentes en el país, que nuclea a propósito de una eventual desaparición del Programa Sur. En la bajada se lee: "Desde la Unión de Escritores y Escritoras advierten que el programa no tiene presupuesto aprobado para este año porque está en revisión, lo que obstaculiza los planes editoriales, la planificación a largo plazo y la entrada de libros argentinos a otros países.</span></div><p></p><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: center;"><b>El Programa Sur que financia traducciones de libros argentinos está en peligro</b></div></span><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">El mundo editorial sigue en estado de alerta. Esta vez, corren peligro las traducciones de autores argentinos en idioma extranjero. El <a href="https://programa-sur.cancilleria.gob.ar/">Programa Sur</a>, dependiente de Asuntos Culturales de la <a href="https://www.cancilleria.gob.ar/">Cancillería,</a> es un dispositivo que financia a través de subsidios a las editoriales para que puedan realizar traducciones de obras de escritores argentinos que una editorial extranjera desea publicar.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">“El programa no tiene presupuesto aprobado y corre riesgo de desaparecer. Su inversión para el año en curso se encuentra en proceso de revisión y puede que ni siquiera llegue a aprobarse con un monto que lo haga viable”, advierten desde la <a href="https://uniondeescritorasyescritores.wordpress.com/author/uniondeescritorasyescritores/">Unión de Escritores y Escritoras (UEE)</a>.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Desde hace dos meses, todos los editores que se comunican con el Programa Sur reciben la información de que aún no hay presupuesto aprobado para las traducciones. Esto impide que las editoriales puedan continuar con la producción y el ritmo de trabajo, y a la vez imposibilita la planificación a largo plazo.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">“Los planes editoriales requieren de una cierta anticipación. Además, hay un tiempo que demanda el jurado de selección de las traducciones. Ya estamos en marzo, ya se encuentra avanzado el primer semestre del año y no tenemos ni siquiera noticias. Perdimos dos meses, imaginémonos todas las traducciones que se podrían haber hecho”, dice a Tiempo el escritor <a href="https://www.tiempoar.com.ar/ta_article/710341librerias-precios-unico-errores/">Oche Califa</a>.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">El Programa ha tenido un promedio de 135 aprobaciones por año desde su fundación, en 2009. En sus catorce años de vida apoyó la edición en el exterior de casi 1700 obras, en 56 idiomas y en general de autoras o autores vivos. Su tope de inversión individual es de 3.200 dólares.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">El catálogo de libros traducidos ha sido siempre variado. Sin ir más lejos, el año pasado se tradujeron desde clásicos de la literatura argentina como <i>Los siete locos</i>, de Roberto Arlt, <i>Los galgos, los galgos</i>, de <a href="https://www.tiempoar.com.ar/cultura/mujeres-escritoras-que-se-atrevieron-a-desafiar-prejuicios/">Sara Gallardo</a>, <i>Zama</i>, de <a href="https://www.tiempoar.com.ar/cultura/comienzan-las-jornadas-en-homenaje-a-antonio-di-benedetto/">Antonio Di Benedetto,</a>y <i>Don Segundo Sombra</i>, de <a href="https://www.biografiasyvidas.com/biografia/g/guiraldes.htm">Ricardo Güiraldes</a>, hasta libros de autores contemporáneos como <i>Los peligros de fumar en la cama</i>, de <a href="https://www.tiempoar.com.ar/ta_article/enriquez-libro-cuentos/">Mariana Enriquez</a>, <i>Lumbre</i>, de <a href="https://www.tiempoar.com.ar/cultura/hernan-ronsino-en-los-noventa-la-dictadura-fue-un-topico-de-exportacion/">Hernán Ronsino</a>, <i>Una ofrenda musical</i>, de <a href="https://www.tiempoar.com.ar/cultura/luis-sagasti-la-poesia-es-una-red-curiosa-no-atrapa-nada-pero-sirve-para-que-no-te-dejes-atrapar/">Luis Sagasti</a>, y <i>Las malas</i>, de <a href="https://www.tiempoar.com.ar/cultura/convertida-en-suceso-literario-las-malas-de-camila-sosa-villada-sera-traducida-al-ingles/">Camila Sosa Villada</a>.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">De esta manera, las letras de Argentina pueden leerse en múltiples idiomas: serbio, rumano, turco, indonesio, griego, checo, búlgaro, azerbaiyano, árabe, amárico, italiano, chino, coreano, francés, portugués, inglés, ucraniano, macedonio, albanés, noruego, danés, yoruba, lituano, marathi y alemán, entre muchos otros.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">“El programa facilita la posibilidad de que un libro de autor argentino pueda ingresar a un país extranjero a través de otro idioma. Si dejara de funcionar sería mucho más difícil. Tenemos, por supuesto, países donde hay mayor posibilidad de ingreso, pero si uno revisa el listado del año pasado va a encontrar que se aprobaron traducciones a idiomas que de otra manera seguramente sería prácticamente imposible acceder”, dice Califa.</span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Y agrega: “Por otro lado, si bien se traducen algunos clásicos, el altísimo porcentaje de libros traducidos son de escritores vivos. Esto quiere decir que si este año no hubiera Programa habría más de 100 autores argentinos que se quedarían sin la posibilidad de ser traducidos y de penetrar en el mercado extranjero. Dejarían de cobrar esos derechos autorales. Y además, esto implicaría reducir la circulación de nuestra literatura en el mundo”.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Se trata de un programa reconocido en el mundo entero. En la Feria Internacional del libro de Frankfurt, en Alemania, ha sido distinguido por las autoridades y se lo ha colocado como ejemplo para otros países. Desde la Unión de Escritoras y Escritores, lanzaron un comunicado de alerta sobre esta situación “que se suma a otras en el campo del libro y la cultura en general -cierre de Télam, despidos en radio Nacional e INCAA- y que manifiestan, por si faltara mayor elocuencia, una combinación de desinterés y hostilidad del gobierno con los intereses argentinos, la cultura y el arte y sus industrias y creadores”.</span></div>Jorge Fondebriderhttp://www.blogger.com/profile/02636754088627127155noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6177441355897498422.post-89738223955040636492024-03-12T00:00:00.001-03:002024-03-12T00:00:00.243-03:00El Programa Sur en verdadero peligro<div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjMf6dJAc94dOf2wDv5SdHL--3Vs5e7pXZVqYhMbxqn--8Lo3idOt6Ns01tK9WrZZ5I6ePtxm8jdSYrEGHwWXjX-k_aELiJj53ej96kqNpStZKuaJmHolbyOKC3lSC4zJCcwRLv2Y0OuVmId0rv4mJZplltKDusqGQJZA6Cn2JpnDS4I1w_6lIF5Tkzgr0y" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="280" data-original-width="280" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjMf6dJAc94dOf2wDv5SdHL--3Vs5e7pXZVqYhMbxqn--8Lo3idOt6Ns01tK9WrZZ5I6ePtxm8jdSYrEGHwWXjX-k_aELiJj53ej96kqNpStZKuaJmHolbyOKC3lSC4zJCcwRLv2Y0OuVmId0rv4mJZplltKDusqGQJZA6Cn2JpnDS4I1w_6lIF5Tkzgr0y" width="240" /></a></div><div style="text-align: left;">A propósito de la entrada de ayer, el 8 de marzo pasado, en su columna semanal del diario <i>Perfil</i>, de Buenos Aires, la periodista <b>Silvia Hopenhayn</b>, una de las personas que integró la comisión de evaluación de las propuestas de traducción para el Programa Sur, se refiere a lo que le permitió descubrir esa labor.</div></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b><br /></b></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>Traducir es exportar identidad</b></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Durante varios años me tocó participar como jurado del Programa Sur de apoyo a las <a href="https://www.perfil.com/noticias/cultura/las-5-mejores-traducciones-de-5-grandes-clasicos.phtml">traducciones</a>, en Cancillería. Digo me tocó, porque fue un guiño del azar. No lo esperaba, y me permitió comprender de una manera programática el alcance mundial de una traducción. La migración de palabras de una lengua a otra es fundamental no solo para el autor que se maravilla con la “visión” de su obra en otros signos, sino para el entendimiento humano en general. Las nuevas versiones de un texto original multiplican el sentido del mundo, permiten gozar y comprender los sucesos de la vida y el lenguaje en distintas épocas y lugares, componiendo así el mosaico de sentido que ofrecen los textos a lo largo de la historia. No se entiende del todo nuestro pasaje por este planeta sin libros que lo enmarquen. Sin personajes que nos representen: Don Quijote, Hamlet, La Maga, Funes el memorioso, Erdosain. La lista es inmemorial.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Allá por 2009, cuando comenzó el Programa Sur, nos pareció de enorme responsabilidad determinar el vuelo de la ficción argentina hacia otros lugares. Por suerte las decisiones no pasaban por una elección personal sino por el análisis de las condiciones de traducción. Nosotros recibíamos unas planillas con las solicitudes de las distintas editoriales, y debíamos cerciorarnos de la validez del compromiso que establecían. Por ejemplo, que fuesen tiradas de suficientes ejemplares, o que el subsidio no se excediera. Es bueno aclararlo; son los editores extranjeros quienes solicitan el apoyo a la traducción de determinados títulos, comprometiéndose a publicarlos. Los géneros son variados y sus autores también. La gran sorpresa que tuvimos los primeros años fue el pedido por parte de muchísimas lenguas (ya eso era magnífico, el pedido de una lengua…), de novelas argentinas del siglo XIX o principios del XX. El éxito que repentinamente tenía <i>Una excursión a los indios ranqueles</i>, solicitada por varios países. Quizá lo más atractivo a la hora de recibir las planillas era la sorpresa de la solicitud. Un apetito equiparable entre clásicos y contemporáneos. ¡Llegamos a descubrir lenguas que desconocíamos a las que fueron traducidos libros de <a href="https://www.perfil.com/noticias/cultura/jesucristo-poeta-la-particular-vision-de-jorge-luis-borges-sobre-el-mesias-del-cristianismo.phtml">Borges</a> por primera vez!</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Mientras analizábamos las propuestas, solíamos pensar en todo lo que habíamos leído gracias a las traducciones, nunca olvidaré la baraja de autores extranjeros que surgieron de aquellos intercambios. Todavía guardo varias copias de algunas planillas, recuerdo de largas jornadas junto a intelectuales que compartían sus lecturas de autores extranjeros que, una vez traducidos, se convertían en familiares del entendimiento humano. De aquel grupo inicial que conformamos –y que se fue modificando, como corresponde, para enriquecer y ampliar las perspectivas– guardo en el alma las sonrisas cómplices, y críticas deleitosas, de Noé Jitrik, Horacio González o Leopoldo Brizuela, entre varios de los integrantes del jurado reunidos para que nuestra literatura se propague, y renazcan y brillen en otras lenguas los tesoros de la nuestra.</span></div>Jorge Fondebriderhttp://www.blogger.com/profile/02636754088627127155noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6177441355897498422.post-76466092346279648992024-03-11T00:00:00.001-03:002024-03-11T00:00:00.141-03:00Un gobierno iletrado, al que la cultura no le interesa en absoluto<span style="font-size: large;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjSIywv5QhZJCBkVA53QtD-H1f64tyB7P06Zarkv9Weekf47sDpcwmxVNJDAfLsFf0iA86z_8ZtSFMDBzhgZIRy7CNXPxwRzj9hHpXkrRklQMnn5UfWYyjl5Hb05vbF6_6befeJigFJM3pIBJfzeYzs0w43vUDQ_RlrAf77dd5lj4ITixSaNF6gEoa8jp-h" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img alt="" data-original-height="480" data-original-width="528" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjSIywv5QhZJCBkVA53QtD-H1f64tyB7P06Zarkv9Weekf47sDpcwmxVNJDAfLsFf0iA86z_8ZtSFMDBzhgZIRy7CNXPxwRzj9hHpXkrRklQMnn5UfWYyjl5Hb05vbF6_6befeJigFJM3pIBJfzeYzs0w43vUDQ_RlrAf77dd5lj4ITixSaNF6gEoa8jp-h" width="264" /></a></div>Después de años de continuidad y coherencia, el Programa Sur, de la Cancillería argentina, sufre, como todo, los terribles embates de la presente administración en el gobierno. En la nota firmada por<b> Daniel Gigena</b>, en el diario<i> La Nación</i>, de Buenos Aires, con fecha del 7 de marzo pasado, se lee: "El plan para apoyar la publicación de obras de autores argentinos en otros idiomas pasaría de US$ 319.721 a US$30.000, un monto que permitiría subsidiar solamente diez libros este año; aunque el presupuesto aún no es oficial, las cámaras del sector confirmaron el anuncio".</span><div><span style="font-size: medium;"><br /></span><b><div style="text-align: center;"><b><span style="font-size: large;">Cancillería reduciría drásticamente el Programa Sur de traducciones</span></b></div></b><div><b><br /></b></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">El ajuste avanza sobre el </span><a href="https://www.lanacion.com.ar/cultura/entre-2010-y-2022-gracias-al-programa-sur-aumento-la-traduccion-de-libros-de-autores-argentinos-nid14112023/" style="font-size: large;">Programa Sur de traducciones, una de las políticas culturales que sobrevivió a la grieta, </a><span style="font-size: large;">desde su creación en 2009. Fuentes de Cancillería informaron a </span><i style="font-size: large;">La Nación </i><span style="font-size: large;">que el presupuesto previsto para este año representaría apenas el 10% del año anterior. Para apoyar las </span><a href="https://www.lanacion.com.ar/cultura/cuales-son-los-autores-argentinos-mas-traducidos-de-todos-los-tiempos-nid06092021/" style="font-size: large;">traducciones de libros de autores argentinos</a><span style="font-size: large;"> a otros idiomas con un monto no mayor de 3200 dólares, el programa dispondría entonces de 30.000 dólares (pesificados), lo que alcanzaría para subsidiar diez libros, que podrían ser de poesía o de humanidades. En 2023, el programa tuvo un presupuesto de 319.721 dólares y se subvencionaron 123 traducciones. Los libros se irán publicando hasta noviembre y los apoyos se pagarán cuando se publiquen (contra entrega de cinco ejemplares).</span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">En la lista de autores argentinos de 2023 cuyos libros se publican en inglés, portugués, francés, sueco, danés, kiswahili (en Kenia), italiano, serbio y ucraniano, entre otros idiomas, en el marco de este programa, figuran Alfonsina Storni, Olga Orozco, Alejandra Pizarnik, <a href="https://www.lanacion.com.ar/cultura/antonio-di-benedetto-el-escritor-que-sobrevivio-al-infierno-de-la-dictadura-y-el-exilio-y-alcanzo-la-nid20102022/">Antonio Di Benedetto,</a> Ernesto Sabato, Juan José Saer, Sergio Chejfec, Tamara Kamenszain <a href="https://www.lanacion.com.ar/lifestyle/hebe-uhart-y-las-postales-intimas-del-mundo-nid1884902/">Hebe Uhart</a>, Daniel Guebel, Cecilia Pavón, Federico Jeanmaire, Alicia Plante, Leila Guerriero, Camila Sosa Villada y César Aira. Desde su creación, se han subsidiado casi 1800 traducciones a más de cincuenta idiomas. Las subvenciones se otorgan a editores extranjeros que asumen el compromiso de publicar las obras antes del 30 de noviembre del año siguiente a la convocatoria.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">En un mercado internacional de alta concentración, los catálogos literarios nacionales pierden competitividad sin traducciones. La Argentina tiene gran potencial en derechos de autor y de obras; </span><a href="https://www.lanacion.com.ar/cultura/la-novela-matate-amor-de-la-argentina-ariana-harwicz-llega-a-hollywood-de-la-mano-de-martin-scorsese-nid03112022/" style="font-size: large;">basta como ejemplo lo que pasó con la novela de Ariana Harwicz, Matate, amor, que el director estadounidense Martin Scorsese leyó traducida al inglés para luego comprar los derechos.</a></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Las cámaras del sector ya han sido informadas por la directora de Asuntos Culturales de Cancillería, María Alejandra Pecoraro, que dijo a <i>La Nación</i> que el Programa Sur sería el “segundo presupuesto del área más alto” después del envío argentino a la Bienal de Venecia. La funcionaria dijo que brindaría más información una vez que saliera la “asignación presupuestaria”, que se halla demorada en las oficinas de Luis Caputo, el ministro de Economía.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Asimismo, está demorada la fecha de apertura de la convocatoria, que suele hacerse a mediados de febrero y duraba hasta finales de septiembre, en la “temporada alta” de ferias internacionales del libro. <a href="https://www.lanacion.com.ar/cultura/compas-de-espera-para-el-programa-sur-de-traducciones-nid1911531/">En 2016, por una “transición administrativa” también había tardado en abrir.</a></span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">El Programa Sur apoya con fondos las traducciones de autores argentinos con dos objetivos claros: internacionalizar la literatura nacional y promover la exportación. Hay programas similares en otros países. Libros de autoras argentinas como Mariana Enriquez, Ariana Harwicz y Claudia Piñeiro, traducidos al inglés (la “lengua multiplicadora” del mercado del libro) con apoyo del Programa Sur, compitieron en el Premio Booker Internacional en años recientes; y autores como Jorge Luis Borges, Julio Cortázar y Roberto Arlt se tradujeron a decenas de idiomas, <a href="https://www.lanacion.com.ar/lifestyle/los-traductores-borges-shanghai-nid2189104/">incluido el chino.</a></span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Hasta 2023, un comité integrado por especialistas universitarios en literatura argentina, el director de la Biblioteca Nacional, un representante de la Fundación El Libro y la directora de Asuntos Culturales seleccionaba las obras.</span></div></div>Jorge Fondebriderhttp://www.blogger.com/profile/02636754088627127155noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6177441355897498422.post-92207246487124540672024-03-08T09:18:00.002-03:002024-03-08T09:18:52.446-03:00"Un editor literario es alguien que tiene que saber elegir buenos libros y venderlos bien"<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjPXtvrGh8-T1tvoSzudC73q1qrxM4MiCVvNiXJQ8twGJHXnmoMT3Gv9G7WVcPSe_YvFRHBXldSTxtIcs2YZDccr67fCCRaHssFXHnv91GAuU-t0mfPVBrSaJfD9jCUlM1HyGOl5obopkiE9eGAa3dThYfYbTs8nS9Y1FEHs29peG3pliI7BdJ9Uoxualje" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="276" data-original-width="414" height="255" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjPXtvrGh8-T1tvoSzudC73q1qrxM4MiCVvNiXJQ8twGJHXnmoMT3Gv9G7WVcPSe_YvFRHBXldSTxtIcs2YZDccr67fCCRaHssFXHnv91GAuU-t0mfPVBrSaJfD9jCUlM1HyGOl5obopkiE9eGAa3dThYfYbTs8nS9Y1FEHs29peG3pliI7BdJ9Uoxualje=w390-h255" width="390" /></a></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">La siguiente es una entrevista entre <b>Teresa Galarza Ballester</b> con el editor español <b>Luis Solano</b>, comerciante especializado en marketing, que es dueño de Libros del Asteroide. Publicada originalmente en uno de los últimos números de la revista <i>Jot Down</i>, tiene el interés de reflejar cómo funciona la mente de muchos editores en la actualidad</span>.</div><p></p><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: center;"><b>Editar en tiempos revueltos: Libros del Asteroide</b></div></span><div><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">En una Barcelona donde cada esquina cuenta una historia, Luis Solano (Vigo, 1972) se ha convertido en referente del mundo editorial. Solano fundó Libros del Asteroide en 2005 con la visión de traer al mercado hispanohablante obras de calidad, tanto clásicas como contemporáneas. Desde su sede en la emblemática calle Santaló, Solano ha guiado a Libros del Asteroide hacia el reconocimiento en el </span><a href="https://www.jotdown.es/tag/editar-en-tiempos-revueltos/" style="font-size: large;">panorama editorial</a><span style="font-size: large;"> español, destacando por su cuidado en la selección de títulos y su compromiso con la literatura de calidad.</span></div><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En 2008, Libros del Asteroide recibió el Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural que concede anualmente el Ministerio de Cultura. Desde entonces, la editorial se ha ganado el elogio de críticos y lectores por su catálogo diverso y cuidadosamente curado, que abarca desde clásicos de la literatura universal hasta voces emergentes de la escena literaria actual. En esta entrevista, exploramos los motivos y los desafíos que han guiado el camino de este cuidadoso editor.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><div style="text-align: justify;">–<i style="font-style: italic;"><span style="font-size: medium;">Hola, Luis. Saludos de Enric Jardí. A propósito, diseñó vuestra colección con una línea única. ¿Eso formó parte de tu estrategia inicial?</span></i></div><div style="text-align: justify;">–<span style="font-size: medium;">Sí, la línea única formaba parte del encargo inicial. Normalmente las editoriales trabajan por colecciones, y lo que te dirían en un máster de edición es que cuando montas una editorial tienes que tener claras las colecciones que quieres tener y trabajar el diseño a partir de ahí. En cambio, yo soy de la idea de que una única colección puede ser suficiente. El modelo inicial para mí era la colección Andanzas, de Tusquets, que era ideal, al menos al principio, porque cabía <a href="https://www.revistamercurio.es/2022/03/31/luis-landero-el-conocimiento-erigido-en-la-inmediatez-es-una-forma-ilustrada-de-estupidez/">Luis Landero</a> o Alexander Solzhenitsyn; clásicos modernos y extranjeros contemporáneos, un poco de todo. Tengo la sensación de que tener diferentes colecciones no es tan importante porque un buen lector, cuando llega a la librería, no va buscando un género ni que le clasifiquen las cosas, lo que va buscando es un buen libro. <span style="background-color: white; color: #444444; font-family: Georgia, Times, "Times New Roman", serif;">A</span>demás, si publicas pocos libros no tiene sentido que tengas varias colecciones. Nosotros hacemos literatura, tanto ficción como no ficción narrativa, así que nos cabe todo en una única línea. Otra cosa es que tengas muchos libros, muy variados, y no te quepan en una sola colección.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div>–<i><span style="font-size: medium;">El asteroide es un isotipo precioso, ¿también es diseño de Jardí?</span></i></div><div style="text-align: justify;">–S<span style="font-size: medium;">í, el diseño de la colección y el logo es de Jardí. El encargo inicial era un diseño que fuera clásico y moderno a la vez. Recuerdo que estuvimos visitando librerías para que yo le explicara lo que me gustaba y lo que no. Lo primero que me propuso fue la marca, el logo, y hacer los libros a dos tintas y jugando en el interior de la cubierta con el asteroide. Cuando vi la trama que proponía imprimir en el interior de la cubierta vi claro que ya lo teníamos.</span></div><div><div style="text-align: justify;"><br /></div><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>A propósito, ¿cuándo se te ocurrió la idea del asteroide?</i></div><div style="text-align: justify;">–¿La editorial o el nombre?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>Empecemos por el nombre.</i></div><div style="text-align: justify;">–Dejé Planeta en junio de 2004 con la idea de montar la editorial. Me di dos meses de vacaciones, coincidiendo con el verano. Recuerdo que en mi cartera llevaba una lista de nombres y cuando iba a cenar con amigos sacaba la lista. A nadie le gustaba el nombre, aunque ahora le parezca acertado a todo el mundo. La idea tenía mucho que ver con El Principito. Me hacía gracia el juego del planeta y el asteroide. Pero también con Planeta. Esto no lo he contado nunca: estando yo en Planeta mandé el típico correo de despedida de «oye, estas son mis nuevas señas». Me respondió un amigo cambiando el asunto del mensaje: «Desde mi asteroide», decía. Y me hizo gracia. Pero al final, el nombre es lo de menos para una editorial. En realidad, lo importante en una editorial es el diseño de marca y, sobre todo, los libros que publica. Y eso dota de contenido al nombre, que <i>a priori</i> da igual. Siempre que no tenga una acepción negativa. En Francia se siguen usando mucho los apellidos, en España quizá somos menos narcisistas y en los últimos cuarenta años ya es raro encontrar una editorial que use el apellido como marca.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>Entonces, tenías experiencia previa en el sector editorial.</i></div><div style="text-align: justify;">–Poca. En Planeta estaba en cosas que no eran específicamente editoriales. Nunca elegí libros, por ejemplo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>¿Qué hacías en Planeta?</i></div><div style="text-align: justify;">–Trabajé en <i>marketing </i>directo y durante un tiempo llevé la parte del desarrollo de libros electrónicos. Pero aquello fue más un tema tecnológico.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>Tampoco he encontrado que tengas formación académica en el ámbito de las humanidades.</i></div><div style="text-align: justify;">–No la tengo.</div></span><div style="text-align: justify;"><br /></div><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>¿Qué formación debería tener un editor?</i></div><div style="text-align: justify;">–Un editor literario es alguien que tiene que saber elegir buenos libros y venderlos bien. Por un lado, tiene que tener una formación empresarial para conseguir la difusión de esos libros y, por otro lado, tiene que tener una formación humanística para saber detectar el talento o para corregir un libro. No es una combinación fácil, hay que saber un poco de todo y ser escrupuloso. Un editor debe tener, por un lado, cultura general, muchas lecturas y, además, una formación empresarial. Seguramente un máster en algo que tenga que ver con los negocios, como el marketing.</div></span></div><div><div style="text-align: justify;"><i><span style="font-size: large;"><br /></span></i></div><div style="text-align: justify;">–<i><span style="font-size: large;">¿</span><span style="font-size: large;">Tú crees que habrías fundado la editorial de no haber vivido en Barcelona?</span></i></div><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">No creo. En mi caso particular Barcelona es decisiva.</div><div style="text-align: justify;"><i><br /></i></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>¿Cuándo llegaste aquí?</i></div><div style="text-align: justify;">Me instalé en el 2000.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>Para qué.</i></div><div style="text-align: justify;">–Para trabajar como consultor en Andersen Consulting; después cambié a Planeta. Si no hubiera vivido en Barcelona no hubiera tenido la experiencia editorial necesaria, ni unos contactos familiares que me ayudaron mucho al principio. Los contactos son fundamentales, porque el <i>cluster</i> más importante de la edición en español está aquí.</div></span><p></p><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>¿Qué importancia tiene esta ciudad en el sector?</i></div><div style="text-align: justify;">–Para que te hagas una idea, más del setenta por ciento de las decisiones editoriales de qué libro publicar en español en todo el mundo las toman empresas con sede en Barcelona. A veces parece que la Generalitat, o el Ayuntamiento, no son muy conscientes de ello. Estando aquí es muy fácil contactar con empresas del sector y colegas, y el sector es muy generoso, comparado con otros sectores de actividad económica. El sector editorial coopera. Yo debo muchas cosas a colegas que han sido muy generosos conmigo y espero poder devolver eso.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>La figura del editor es a veces admirada y otras aborrecida, ¿qué relevancia social tiene en verdad un editor?</i></div><div style="text-align: justify;">–La que queráis darle. <a href="https://www.jotdown.es/tag/editar-en-tiempos-revueltos/">Esta serie</a> que hacéis vosotros en <i>Jot Down</i> le da cierta relevancia al editor, ¿no? Aunque yo creo que el editor no debería tener mucha relevancia. El que tiene que ser relevante es el escritor. Lo que hacemos los editores es difundir su obra y si lo hacemos bien es cuando conseguimos relevancia. A mí me interesa que Libros del Asteroide sea relevante porque eso me permite, por un lado, incorporar a buenos autores, algunos ya con un nombre, quizá más importante que el de la editorial, y por otro lado, me permite también acoger a otros menos conocidos y ayudar a promocionarlos. En definitiva, sí que me interesa mucho que la marca sea relevante y se conozca, pero creo que la relevancia personal la debe tener el escritor. Eso sí, me puede interesar el catálogo que pueda tener un editor, su mirada. Pero el catálogo es una cosa mucho más sutil y que solo se observa después de bastante tiempo haciendo libros. Si tu catálogo de libros se lee, te das cuenta de que lo que a ti te parecía relevante e interesante se ha consolidado como propuesta artística, que tu mirada influye. Esto es algo que he tardado mucho en ver, pero ahora es de las cosas que más me interesan y de las que más orgulloso estoy. Aunque no es algo que me interesara a priori.</div><div style="text-align: justify;"><i><br /></i></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>¿Montaste la editorial tú solo?</i></div><div style="text-align: justify;">–Sí.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>¿Sigues solo o tienes algún socio?</i></div><div style="text-align: justify;">–Solo. Lo que tengo es un equipo estupendo, y algún colaborador amigo que lleva conmigo prácticamente desde el principio. Pero desde un punto de vista accionarial, la editorial es mía.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>Al poco de fundar la editorial recibiste el Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural concedido por el Ministerio de Cultura en 2008. ¿Cómo consigues esto en tres años?</i></div><div style="text-align: justify;">–Aquello en realidad tuvo que ver con Contexto. El premio no es a Asteroide, sino a Contexto, una asociación de editores. Lo que ocurre es que cuando se falla el premio se dice que es a las siete editoriales del grupo: Asteroide, <a href="https://www.jotdown.es/2016/04/editar-tiempos-revueltos-impedimenta/">Impedimenta</a>, <a href="https://www.jotdown.es/2016/06/editar-tiempos-revueltos-nordica/">Nórdica</a>, Periférica y <a href="https://www.jotdown.es/2016/10/editar-tiempos-revueltos-sexto-piso/">Sexto Piso</a> (en orden alfabético) y dos editoriales que ya no están, Barataria y Global Rhythm; se dan por premiadas cada una de ellas, pero en realidad lo que se quiere destacar (así lo decía el acta del jurado) es una nueva manera de editar y una nueva generación de editores. Si no hubiéramos estado en Contexto quizá el premio hubiera llegado igualmente, o quizá no, pero mucho más tarde.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>¿Cuándo decidiste entrar en el grupo Contexto de editores? Cuéntanos en qué consiste el grupo y cómo se fragua.</i></div><div style="text-align: justify;">–Se fragua porque teníamos que ir a la Feria del Libro de Madrid y no teníamos ISBN suficientes, títulos suficientes, para que nos dejaran participar. Entonces, nos pusimos de acuerdo a través de Julián Rodríguez, editor de Periférica, para montar esta asociación y poder ir a la feria. Después se nos ocurrió que podría ser buena idea ampliarlo un poco: hacer algunas cosas juntos en librerías, coordinar compras de papel, la labor de prensa o distribución en Latinoamérica, etc. También vamos a ferias en el extranjero juntos… De algún modo aquello fue una manera de ayudarnos y también de aconsejarnos. Juntos podemos más que separados.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>¿Pueden entrar otras editoriales al grupo?</i></div><div style="text-align: justify;">–No.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>¿Teníais claros unos requisitos de entrada?</i></div><div style="text-align: justify;">–Tampoco. Al principio la idea iba por ahí, por ampliarlo, pero luego, viendo lo difícil que es manejarnos entre todos, que todo el mundo esté de acuerdo, es mejor dejarlo como está. Creo que una asociación así se sustenta mucho en la confianza mutua, en que nadie piense que a uno le va mejor a costa del otro, y eso es muy difícil de asentar. Abrir la asociación sería también abrir la puerta a la desconfianza, supongo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>Eso de Contexto fue importante. ¿Qué otros hitos empresariales destacarías para Libros del Asteroide?</i></div><div style="text-align: justify;">–¿Empresariales? No hemos hecho cambios importantes, no hemos cambiado de distribución…</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>¿Quién te distribuye?</i></div><div style="text-align: justify;">–UDL. Una de las ventajas que hemos tenido es haber crecido a la vez. Cuando empezamos a distribuir libros, ellos llevaban año y medio, y el crecimiento del grupo Contexto y UDL fue en paralelo. Además, nunca he tenido la sensación de que no me estuvieran distribuyendo bien. A UDL le interesa vender tanto mis libros como a mí y hará todos los esfuerzos que pueda. Obviamente hay que estar encima del distribuidor, porque la labor comercial es muy de detalle, pero hay que entender la relación como si fuera un socio, porque en realidad lo es, te estás partiendo el precio de venta del libro. Si los libros no se venden bien, en vez de pensar que estás mal distribuido, hay que intentar entender qué es lo que te está diciendo el mercado. Eso si tienes un buen distribuidor y le sabes sacar partido, claro. Nosotros hemos aprendido mucho del distribuidor y seguimos aprendiendo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>Leo en vuestra web: «Libros del Asteroide quiere ofrecer a sus lectores obras fundamentales de la literatura universal de los últimos setenta y cinco años que no hayan sido publicadas antes en español o que se encuentren descatalogadas».</i></div><div style="text-align: justify;">–Eso era al principio, ¡tenemos que actualizarlo!</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><div><div style="text-align: justify;">–<i><span style="font-size: large;">¿</span><span style="font-size: large;">Hasta cuándo fue así y por qué se te ocurrió la idea de rescatar autores extranjeros?</span></i></div><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–Cuando decidí montar la editorial no tenía experiencia en el sector ni contactos en el exterior para saber qué podría comprar en el ámbito de la literatura contemporánea que no se hubiera publicado antes en otros países. Y supongo que tampoco me fiaba de mi propio gusto. Pensé: ¿cómo consigo encontrar libros buenos como lector? Escuchando a otros lectores fue la respuesta. Por eso mi estrategia pasó por buscar libros que llevaran tiempo leyéndose y vendiéndose en otros mercados, pero que no estuvieran disponibles en español, y buscar a alguien que los apadrinara escribiendo un prólogo. Los primeros veinte libros llevan prólogo porque Libros del Asteroide era totalmente desconocido y era necesario que alguien defendiera el título. Pero llegó un momento que era un poco complicado encontrar prologuistas, y entonces fuimos dejando lo de los prólogos.</div><div style="text-align: justify;"><i><br /></i></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>¿Y el mismo sistema de buscar libros buenos en el extranjero no te valía en España?</i></div><div style="text-align: justify;">–No. En España, antes de la Ley de Propiedad Intelectual de 1986 los contratos solían ser a perpetuidad y por eso todos los libros importantes españoles están en los catálogos de los grandes grupos. Sacar los títulos de ahí implica que el autor o los herederos se quieran pelear con los grandes grupos demostrando que el libro ha estado fuera de circulación durante un tiempo. No es fácil conseguirlo. Si los herederos no conocen el sector, suelen renovar el contrato con la editorial original. Hay joyas maravillosas que están en bolsillo en los grandes grupos y que no tienen mucha difusión porque no hay manera de presentarlas en una nueva edición. Aunque en realidad, tampoco hay tantísimo. La literatura española durante el franquismo fue un páramo. Hay cosas buenas, que sabemos cuáles son, pero con la dictadura la modernidad desaparece y no hay tantísimas cosas interesantes que se escriban en España entre 1940 y 1975.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>Y ahora, ¿dónde buscas los libros? ¿Trabajas con agencias literarias?</i></div><div style="text-align: justify;">–La parte más complicada de todo el trabajo que hace una editorial es cómo se encuentran los libros. El resto se puede procedimentar, explicar. El editor tiene que ser una persona muy curiosa, que esté constantemente alerta para encontrar cosas interesantes para leer. Yo estoy todo el día pensando dónde encontrar un libro bueno. Aunque luego tenga que leer muchas cosas malas para llegar a esas cosas buenas. Estoy todo el rato interrogando al mercado. Leo mucha prensa extranjera, y si voy al cine y hay un libro lo busco. Escucho mucho. También hay que estar atento a lo que están vendiendo editoriales y agencias extranjeras, claro, y es complicado aprender a cribar ese mercado porque tienes que tener en cuenta muchos factores: quiénes son los editores que han elegido ese libro en distintos países, cómo se ha vendido, etc.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>¿Con qué agencias?</i></div><div style="text-align: justify;">–Con todas las del mundo, con cualquiera que piense que puede tener algo interesante, claro.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>¿Y con autores españoles?</i></div><div style="text-align: justify;">–Las agencias saben que solemos escoger títulos extranjeros, pero si nos llega una propuesta de una agencia española la consideramos encantados.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>¿Y si os llega una propuesta de un espontáneo?</i></div><div style="text-align: justify;">–También miramos todas las propuestas que llegan, y contestamos; aunque dependiendo de las temporadas, tardamos dos o tres meses. Tardamos porque nos llegan muchas y muy disparatadas: hay mucho loco que se cree que rellenar un folio es saber escribir.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>Eso lo sabes en dos o tres páginas, antes de contestar a la persona si lo considerarás o no.</i></div><div style="text-align: justify;">–Sí, pero incluso así tardamos un par de meses, porque llegan muchas propuestas y tenemos recursos limitados. Con dos o tres páginas lo que sabes con seguridad es si tienes que leer el libro o no, no si el libro merece la pena ser publicado. De todas maneras, recuerdo muy pocos libros valiosos que hayamos rechazado y que luego hayamos visto publicados en otro sello.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>Quizá hay agentes que conocen la idiosincrasia de cada editorial y saben qué enviarte.</i></div><div style="text-align: justify;">–No tanto. A veces, me extraña que nos envíen según qué cosa… No obstante, me atrevería a decir que hay pocos libros interesantes que no acaben encontrando editor de una u otra manera.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>Antes hablábamos de Chaves Nogales. ¿Lo escogiste porque estaba libre? Dame otros motivos.</i></div><div style="text-align: justify;">–Empezamos con un libro. En aquel momento tenía dos obras en circulación, aparte de las obras completas de la Diputación de Sevilla. Tenía publicado, en Espasa, <i>A sangre y fuego</i>, y en Alianza, <i>Juan Belmonte, matador de toros</i>.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>¿Las editoriales no los tenían a perpetuidad?</i></div><div style="text-align: justify;">–El<i> Belmonte</i> sí que estaba con un contrato a perpetuidad, pero no <i>A sangre y fuego</i>, porque no se había publicado en España, sino en Chile. También estaban circulando las obras completas de la Diputación de Sevilla. Un amigo, Jordi Amat, me preguntó si había leído <i>El maestro Juan Martínez</i> que estaba allí, y yo no lo había hecho. Lo leí, me encantó, sabía que a Andrés Trapiello le gustaba mucho Chaves, a mí me gustaba Trapiello, así que le pedí a Trapiello que hiciera el prólogo. Me puse en contacto con los herederos de Chaves y empezamos con <i>El maestro Juan Martínez</i> que estaba allí, luego <i>Juan Belmonte, matador de toros</i>. Luego acordamos con su hija Pilar hacer <i>La agonía de Francia</i>, más tarde yo propuse hacer <i>A sangre y fuego</i> cuando acabara el contrato con Espasa, después vino <i>La vuelta a Europa en avión</i>. Y paramos hasta que hace tres años publicamos sus obras completas.</div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>Cuando un autor muere, pongamos que no especifica nada en su testamento, ¿quién se queda los derechos?</i></div><div style="text-align: justify;">–Los herederos, claro, la obra no pasa al dominio público hasta los ochenta años de la muerte del autor. Y lo mejor que pueden hacer los herederos es buscar un agente que les asesore.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>¿Por qué no publicáis autores de dominio público?</i></div><div style="text-align: justify;">–Tenemos solo uno en dominio público, una traducción de Henry James. Cuando empecé con la editorial pensaba que por qué iba la gente a comprar mi edición, de una editorial desconocida, y no otra disponible; tenía miedo a invertir y que luego una editorial de la competencia mucho más potente sacara el mismo título. Luego me he dado cuenta de que podríamos haber hecho sin miedo. Creo que ahora si encontrara un libro que me gusta, en dominio público, lo haría.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>¿Qué libros han sido importantes a lo largo de la historia de Libros del Asteroide?</i></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>El quinto en discordia</i>, de Robertson Davis, porque es el libro que nos hizo crecer comercialmente: los libreros apostaron por él y <i>Babelia</i> lo sacó como segundo mejor libro del año. <i>El maestro Juan Martínez</i>, de Chaves Nogales, es importante porque nos abre a la literatura en español. <i>Algún día este dolor te será útil</i>, de Peter Cameron, fue el segundo libro de literatura contemporánea que publicamos y funcionó bien. También son importantes <i>La uruguaya</i>, de Pedro Mairal, y <i>Hamnet</i>, de Maggie O’Farrell. Pero me cuesta reducirlo, yo creo que hay dos o tres libros clave por año y llevamos ya diecinueve años publicando libros.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>Te interesa mucho la no ficción, tanto que habéis creado un premio. ¿Es más sencillo vender no ficción? ¿Qué objetivo tiene crear el premio?</i></div><div style="text-align: justify;">–No creo que alguien llegue a una librería con la idea de querer un libro de ficción o no ficción. Un lector lo que quiere es un buen libro y le da igual el resto; por eso tenemos una sola colección. Tampoco creo que sea más fácil vender una cosa que otra. Lo que sí es distinto es cómo lo vendes. En no ficción te compran una historia, un libro que va de algo, está todo más acotado. Pero con una novela el lector está dispuesto a dejarse llevar y sorprenderse. Nuestro premio de no ficción es a proyecto, no a libro. Normalmente los premios en España son operaciones de <i>marketing </i>de las editoriales y en casi todos tienes que presentar un manuscrito. En el nuestro lo que hay que presentar es un proyecto. Tenía la sensación de que hay muchas ideas interesantes que no se llevan a término porque el autor no está seguro o no tiene la financiación. Lo que nosotros buscamos es asegurarle al autor que vale la pena el esfuerzo y remunerárselo. Me parece más justo que pedirle a alguien un manuscrito, porque implica una semana de trabajo, no los meses que se tarda en escribir un libro.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>¿El premio es un anticipo?</i></div><div style="text-align: justify;">–El premio es un anticipo y la publicación del libro.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>Hablando de premios de otro tipo, a los de obra ya editada. ¿A cuáles os presentáis?</i></div><div style="text-align: justify;">–¿A qué te refieres?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>A los que no son de</i> marketing,<i> como el Goncourt en Francia.</i></div><div style="text-align: justify;">–En España no hay.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>¿No te puedes presentar?</i></div><div style="text-align: justify;">–En España hay contados premios a obra publicada, como los que otorgan libreros, de Navarra, de Euskadi, Todos Tus Libros, los del Gremio de Libreros de Madrid, el Llibreter en Cataluña… Y alguna librería voluntariosa como Cálamo, Finestres o No Llegiu, o el Tigre Juan. Pero en todo caso son premios a los no te puedes presentar y que por desgracia tienen mucha menos repercusión que los premios a obra publicada que hay en Francia o Italia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>Parecen más fiables que los que son una operación de </i>marketing.</div><div style="text-align: justify;">–Claro. Ese circuito que tienen en Francia o Italia, que es estupendo, con el Goncourt, el Renaudot, el Médicis, el Femina, el Strega, el Campiello… que se dan a libro publicado, entiendo que con jurados imparciales. En España es diferente, son más una operación de autobombo: yo soy Planeta y aquí tenéis un libro cojonudo que publico yo, y tachán, Premio Planeta. Nos falta un filántropo que monte un premio como el Goncourt o el Booker, con jurados estables y bien pagados para destacar libros importantes a lo largo del tiempo. Esa operación también permitiría a ese filántropo influir culturalmente en el debate.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>Esos premios te habrán servido para buscar libros.</i></div><div style="text-align: justify;">–Claro. Eso lo hacemos todos los editores.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>Y buscarías quién ganó un premio importante hace veinte años.</i></div><div style="text-align: justify;">–Sí. Eso lo hacíamos mucho al principio. Pero empezaron a hacerlo todas las editoriales y aquel caladero lo esquilmamos un poco entre todos. Ahora hago listas con libros que tendría que publicar dentro de diez años, ahora toca revisar las que hice en el 2013. La recuperación de, por ejemplo, Graham Greene, salió de una de esas listas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>Antes hemos hablado del prólogo como argumento de venta.</i></div><div style="text-align: justify;">–Sí, lo hicimos con los primeros veinte o cuarenta libros.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>¿Y un libro no se merece un prólogo?</i></div><div style="text-align: justify;">–Era una manera de validar un título y en algún caso hemos seguido usándolos. Por ejemplo, el libro de Olivia Manning, <i>La gran fortuna,</i> lleva un prólogo de Rachel Cusk, autora inglesa que publicamos y que a mí me fascina. O un libro de <a href="https://www.jotdown.es/2013/11/leila-guerriero-el-periodismo-objetivo-es-la-gran-mentira-del-universo-todo-es-subjetivo/">Leila Guerriero</a>, <i>Teoría de la gravedad</i>, tiene un prólogo de Pedro Mairal porque Leila había prologado a su vez <i>Maniobras de evasión </i>de Mairal. O <i>El final del affaire</i>, el primer título que publicamos de Graham Greene lleva un prólogo de Mario Vargas Llosa, en realidad un epílogo, porque tenía algún <i>spoiler</i>. En definitiva, sí lo ponemos en los casos en que nos parecen realmente pertinentes, que no son tan abundantes.</div><div style="text-align: justify;"><i><br /></i></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>¿Tú crees que los lectores leen el prólogo? ¿Tú te lo lees?</i></div><div style="text-align: justify;">–Creo que si les gusta el libro sí.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>¿Pero te lo lees antes o después?</i></div><div style="text-align: justify;">–Después. El prólogo no debería ser otra cosa que un texto de contra ampliado. Es un valor para el lector, porque le estás aportando un extra, pero tiene que ser valioso. Como por ejemplo el de Vargas Llosa, que te mencionaba, que en realidad era un texto precioso publicado en Letras Libres.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>¿Qué opinión te merecen las fajas de los libros?</i></div><div style="text-align: justify;">–Las usamos mucho. Son necesarias para vender. Una de las genialidades del diseño de Jardí es que la faja se integra muy bien en la cubierta y no molesta. Las fajas deben ser poco intrusivas y decir algo relevante. Últimamente nosotros las ponemos porque nos parece que ayudan al lector, que le animan a leer la contra. También es cierto que somos partidarios de que el lector se deshaga de ella enseguida, en cuanto pueda. Como respuesta telegráfica te diría que la faja es un mal menor.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>La editorial ha traducido al español algunos textos originalmente escritos en catalán. </i>–<i>¿Cómo funcionan estos libros en España? La gente ya los lee en catalán.</i></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">No hay tanta gente que sepa leer en catalán. Solo en Cataluña, Valencia y Baleares, diría yo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>Pero esos autores interesan más en su tierra.</i></div><div style="text-align: justify;">–No lo creo. Si un señor es español, pero escribe en otra lengua como el euskera, el gallego o el catalán, normalmente interesa más en España que en un país extranjero. Por ejemplo, los libros de Llucia Ramis, Carlota Gurt, Valentí Puig, Castelao… interesan más aquí que en Francia. Del catalán, además, se traduce muchísimo, supongo que porque también es el idioma en el que más se produce.</div><div style="text-align: justify;"><i><br /></i></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>¿En ventas no hace daño tener un nombre catalán?</i></div><div style="text-align: justify;">–Me parece que no. Muchas veces lo que pasa es que el mercado natural de esas personas es su comunidad lingüística, y quizá no tienen tanta proyección fuera de esa comunidad. Pero los mejores veinte títulos publicados en catalán de cada año están traducidos al castellano, seguro.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>¿No hay catalanofobia?</i></div><div style="text-align: justify;">–No creo. Los lectores son lo suficientemente inteligentes como para saber si un libro es bueno independientemente de la procedencia del escritor o de sus ideas políticas. Al menos los lectores que yo me imagino que tenemos. El primero que sacamos fue el de Pla, <i>Vida de Manolo</i>, luego el de Valentí Puig, <i>Ratas en el jardín</i>, y luego de Llucia Ramis,<i> Las posesiones</i> y <i>Todo lo que una tarde murió con las bicicletas</i>.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>Otra pregunta de traducción. Veo que el último libro del ruso Maxim Ósipov ha sido traducido por Ricardo San Vicente. ¿Qué otros traductores de su talla colaboran con el Asteroide?</i></div><div style="text-align: justify;">–Intentamos trabajar con los mejores traductores y conservarlos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>Serán traducciones muy caras.</i></div><div style="text-align: justify;">–Depende del idioma. En general la traducción literaria está muy mal pagada en España y eso es un problema. Como todo el mundo paga mal, aunque tú pagues un veinte por ciento más el traductor no siempre te dedica un veinte por ciento de tiempo de más, porque va muy apurado. A la gente buena le cuesta mantenerse en la profesión. Por ejemplo, nuestra mejor traductora del japonés, Marina Bornas, ha decidido dejar la traducción literaria porque no le compensa económicamente… En España deberíamos montar un sistema de formación de traductores en el que hubiera traductores de distinta categoría profesional ayudados unos por otros y que los que fueran buenos de verdad pudiesen cobrar bien y dedicar el tiempo que se merecen los textos, y formar a otros. Eso ayudaría a que los libros salieran mejor. Muchas veces veo libros de la competencia con traducciones reguleras y pienso que la única razón es que las traducciones están mal pagadas y no se revisan bien.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>Respecto a la literatura Latinoamericana, ¿qué importancia le dais en vuestra editorial?</i></div><div style="text-align: justify;">–Toda la del mundo. Creo que es más relevante para el lector español que la literatura escrita en otro idioma. Buscamos, pero nos cuesta encontrar porque muchos de los autores más interesantes están ya publicados y los editores originales tienen derechos mundiales. Alguna cosa sale, como fueron los casos de Eduardo Halfon y Pedro Mairal. Aunque creo que, comercialmente, en España cuesta trabajarlos un poco más que los autores españoles.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>¿Por qué?</i></div><div style="text-align: justify;">–La cercanía de un autor argentino a un lector español es obvia por el idioma, pero a la vez vienen de un país distinto, con una realidad social y política diferente. Para un lector español es más cercano alguien que escribe de la realidad o desde la realidad de Barcelona o Algemesí que alguien que escribe de o desde Buenos Aires. Y esa realidad hay que tenerla en cuenta; si como editor tú sabes que el setenta por ciento de tus ventas son en España, si traes un autor de fuera, aunque escriba en tu misma lengua, estás publicando a un autor extranjero.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>¿Pero lo dices porque no está aquí físicamente para hacer promoción?</i></div><div style="text-align: justify;">–No. Lo digo porque la realidad y el mundo y los referentes que tiene no son tan familiares para los lectores españoles. Como editor tienes que tener eso en cuenta.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>Sin embargo, ¿es fácil vender un americano, un francés…?</i></div><div style="text-align: justify;">–No. No estoy diciendo que un autor que escribe en español sea más fácil de vender que un autor traducido. Creo que es un poco más fácil. Pero un autor de España es más fácil de vender, siempre, tanto por el tipo de promoción que puedes hacer con él como porque habitualmente los referentes que usa son más familiares para el lector.</div><div style="text-align: justify;"><i><br /></i></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>Haciendo el viaje a la inversa, ¿también vendes libros en Latinoamérica?</i></div><div style="text-align: justify;">–Claro, la razón de ser del editor es dar la máxima difusión a sus autores. Si compramos derechos mundiales, tenemos que conseguir que ese autor llegue a todas partes. En Latinoamérica lo europeo es un poco más difícil de vender que lo americano. Al menos lo europeo centrado en temas históricos, como los conflictos bélicos, por ejemplo, que allí no interesan tanto. Pero aquí pasa igual, hemos hecho <i>Operación masacre</i>, de Rodolfo Walsh, con prólogo de Leila Guerriero, y el lector que lo compra debe tener cierto interés por la crónica periodística y la política argentina.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>¿Cuándo empezaste a vender en Latinoamérica?</i></div><div style="text-align: justify;">–Lo intentamos desde el principio, pero costó mucho y sigue costando. Estamos con distribución local en Argentina, México, Colombia y Uruguay. Nuestro principal mercado es Argentina. Pero cada uno de esos mercados es distinto, porque la realidad latinoamericana no existe como mercado, hay que trabajar cada mercado por separado, no por el rendimiento que le vayas a sacar sino porque se lo debes a tus autores. Si lo has comprado para todo el mundo, tienes que venderlo en todo el mundo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>¿Cómo trabajáis la promoción de cada título?</i></div><div style="text-align: justify;">–Uno a uno. Cada libro tiene su plan de promoción que tiene desde contactos con los libreros, materiales para librerías, plan de prensa, lo que le vamos a decir al distribuidor… Si hay autor, hay que decidir cómo lo vamos a mover, cómo lo presentas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>¿Si no hay autor qué haces?</i></div><div style="text-align: justify;">El trabajo se limita a librerías, prensa, redes, <i>e-mail marketing</i>…</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>¿Ese trabajo no lo hace UDL?</i></div><div style="text-align: justify;">–Nosotros reforzamos el trabajo que UDL hace en las librerías. El distribuidor trabaja la parte cuantitativa y nosotros la cualitativa de los libros. Nuestra labor es explicarle al librero por qué el libro es valioso literariamente. Pero cada libro lleva una campaña propia que cada vez se sofistica más….</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>¿Qué opinión tienes sobre las presentaciones de los libros?</i></div><div style="text-align: justify;">–Tengo una relación de amor-odio. Creo que son importantes para llevar gente a las librerías y para que los autores puedan sentir la cercanía física de los lectores. Pero yo siempre me curo en salud y advierto a los autores de que lo más interesante de la presentación es que podamos celebrar en público la salida del libro, ver a sus amigos, etc…Entonces al editor no le interesa nada. Esos libros los amigos los van a comprar igual. Lo digo cuando los autores no tienen mucho recorrido… Ahora con las redes la presentación te permite en cualquier caso decir que el libro está en el candelero.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>¿Entonces confías en las redes?</i></div><div style="text-align: justify;">–Sirven sobre todo para escuchar lo que dice la gente y para difundir lo que hacemos. En las redes sociales hay que comunicar honestamente, sin gritar demasiado, sin pelear por llamar la atención. Confiar en que lo que publicas es valioso y esa valía los lectores la terminarán reconociendo en redes sociales. Digamos que puedes animar, pero no imponer.</div><div style="text-align: justify;"><i><br /></i></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>¿Es boca a oreja?</i></div><div style="text-align: justify;">Es exactamente eso, ver plasmado el boca a oreja en la pantalla del móvil.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>Igual por tu parte es solo boca.</i></div><div style="text-align: justify;">–El editor habla, pero si gritas mucho los lectores dejan de escucharte y tu boca ya no sirve para nada.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>¿En qué momento se encuentra el mercado editorial en España?</i></div><div style="text-align: justify;">–No es mal momento. Después de la crisis cayó el mercado, en el año 2011, y después de la pandemia se ha recuperado.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>¿Cuánto vendes?</i></div><div style="text-align: justify;">–Contando todos los formatos y mercados vendemos más de doscientos cincuenta mil libros al año.</div><div style="text-align: justify;"><i><br /></i></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>¿Cuántos títulos ha publicado Libros del Asteroide en total?</i></div><div style="text-align: justify;">–Acabamos de recibir el número 312… y tenemos una decena de títulos más fuera de colección. Publicamos poco más de veinte cada año.</div><div style="text-align: justify;"><i><br /></i></div></span><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">–<i>Para terminar, recomienda entre tres y cinco libros para el público de </i>Jot Down.</div><div style="text-align: justify;">–Acabamos de recuperar un clásico de la literatura canadiense, <i>El ángel de piedra</i>, de Margaret Laurence, un libro que hacía tiempo que quería publicar. Siempre es interesante leer a Maxim Ósipov, uno de los más destacados autores rusos de la actualidad, del que recién hemos publicado <i>Kilómetro 101</i>, un conjunto de relatos de ficción y no ficción sobre la Rusia contemporánea. En marzo publicaremos <i>Casi </i>de Jorge Bustos, un reportaje maravilloso sobre gente sin hogar. De finales del año pasado rescataría la voz feroz y fresca, la de Veronica Raimo en <i>Nada es verdad</i> y a un autor al que seguir: Jacobo Bergarech y su novela <i>Las despedidas</i>.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span></div></div>Jorge Fondebriderhttp://www.blogger.com/profile/02636754088627127155noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6177441355897498422.post-87303451310689811102024-03-07T00:00:00.001-03:002024-03-07T00:00:00.191-03:00Industria editorial: gracias a la libertad, carajo, en esto nos vamos convirtiendo<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgERtN3erZCnKEIeHJtOiM4twGfQh9bnXgH-OH1AM_ju4JA0RwmT5n9Ids5Z4WkGyEyID7LdhcQIwoytpf6DWyO6TPKIqQkrZXQyObNeBdTbm5BN-u-7aSEk-xXom-rcRCuCXQ5dCtDqX4-6Fc7kh3C_waghtXvye0I60cxJc0MW8tKbA9sgCafKPpYDUFv" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="558" data-original-width="992" height="219" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgERtN3erZCnKEIeHJtOiM4twGfQh9bnXgH-OH1AM_ju4JA0RwmT5n9Ids5Z4WkGyEyID7LdhcQIwoytpf6DWyO6TPKIqQkrZXQyObNeBdTbm5BN-u-7aSEk-xXom-rcRCuCXQ5dCtDqX4-6Fc7kh3C_waghtXvye0I60cxJc0MW8tKbA9sgCafKPpYDUFv=w379-h219" width="379" /></a></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">El pasado 3 de marzo, <b>Constanza Lambertucci </b>publicó la siguiente nota en el diario <i>El País</i>, de Madrid. Armada con retazos de otras notas publicadas por la hoy desaparecida agencia TELAM, InfoBAE, La Nación y otros medios, sirve para que los lectores españoles se hagan una idea de cuál es el panorama de la industria editorial argentina bajo el actual gobierno</span>.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>Los argentinos han dejado de comprar libros: instantánea de una industria golpeada por la crisis</b></span></div><p></p><p></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Hay lectores argentinos que regresan estos días a las obras que ya tienen en sus bibliotecas; otros que optan por comprar libros usados; algunos han pedido prestado; hay quienes eligen descargar la versión digital pirata. Pero muchos han dejado de comprar ejemplares nuevos en las librerías, donde las ventas </span><span style="font-size: large;">cayeron en torno a un 30% en enero, según diferentes actores del sector que calculan para febrero un desplome aún más pronunciado. La crisis económica </span><span style="font-size: large;">en Argentina, que hoy es el país con la inflación más alta, vació los bolsillos de </span><span style="font-size: large;">los ciudadanos y comprar libros resulta cada vez más inaccesible: un salario </span><span style="font-size: large;">mínimo del país sudamericano compra 13 publicaciones mientras que uno de </span><span style="font-size: large;">España adquiere 63.</span></div><p></p><p></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Gustavo López, editor en Ediciones Lux, ha dejado él mismo de comprar obras de poesía, novelas, ensayos… “Nosotros también somos lectores y sabemos lo que cuesta un libro. Si bien es un objeto de gran necesidad, los bolsillos no están en condiciones de pagar el costo que tiene un libro hoy”. López, que dirige una editorial pequeña, nacida en la década de los noventa en la ciudad de Bahía Blanca, al sur de la provincia de Buenos Aires, cuenta que “los últimos meses han sido pésimos” para el sector: “Las ventas cayeron de manera tremenda y los costos de producción de los libros se multiplicaron. En la última feria a la que fuimos, Edita, normalmente vendemos 200 libros y esta vez no llegamos a 60″.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">La Cámara Argentina del Libro (CAL) calcula que la caída en las ventas de libros en enero fue “cercana al 30%”, según cuenta Juan Manuel Pampín, presidente de la cámara y de Ediciones Corregidor. “Se va acentuando más aún la caída”, adelanta Pampín antes de la publicación del informe anual del sector, que sondea librerías y editoriales de Argentina. El editor trasmite la “preocupación” generalizada entre sus colegas: “Nuestra industria viene en tercer o cuarto término después del pago de la comida, los servicios, los alquileres, la vestimenta... Nos vamos a encontrar en una situación compleja”.</span></div><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">En la librería Cúspide, por ejemplo, una de las grandes cadenas del país, las ventas crecieron en 2023, pero cayeron un 18% en enero respecto del año anterior. Para encontrar una caída similar hay que ir a octubre de 2020, durante la pandemia de covid-19, indica Alejandro Costa, gerente de Ventas de la empresa. En librerías más pequeñas, como Céspedes, de Buenos Aires, l caída interanual fue del 30% en el primer mes del año y su dueña, la escritora Cecilia Fanti, calcula que será de 45% en febrero. “El consumo minorista está en picada porque es parte del plan de ajuste [del Gobierno] y no parecen tener el mínimo interés en políticas vinculadas con la cultura y las industrias culturales”, apunta la librera.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">El desplome en la venta de libros es un golpe para un país que se vanagloria de tener en su territorio una de las ciudades con más librerías: Buenos Aires cuenta con unas 22 cada 100.000 habitantes y en todo el país son unas 1.60 en total. Por ahora, el cierre de estos comercios no aparece como una amenaza, según la Cámara Argentina del Libro. Algunos, incluso, apuestan por seguir abriéndolos. Cúspide, por ejemplo, estrenó cuatro nuevas sucursales en 2023 y Nativa Libros, que hasta ahora tenía tres locales en Buenos Aires, inauguró un nuevo punto de ventas el 10 de diciembre, mientras asumía Javier Milei la Presidencia. “Por suerte, el ingenio y el amor a los libros no nos falta- Abrir este nuevo punto de venta, en este marco político y económico, es un acto de fe”, dice Carla Campos, gerenta de Ventas de la librería y distribuidora.</span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">“Si podés, compralo ahora”</span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Editores y libreros consultados por EL PAÍS no tienen dudas de que la caída en las ventas está directamente relacionada con la pérdida del poder adquisitivo de los argentinos ante la disparada de precios que provocó la devaluación del 50% de la moneda impuesta por el Gobierno de Javier Milei en diciembre, pocos días después de asumir. Todo ha aumentado en Argentina y los libros no son la excepción. “Si podés, compralo ahora porque el próximo mes aumenta de nuevo”, es la máxima que oyen los clientes en las librerías —y en cualquier comercio—. Los aumentos han ido al ritmo de la inflación, que en 2023 fue del 211,4%, mientras los costos de producción crecían aún más, según editores de compañías pequeñas, medianas y grandes consultadas. Hoy el precio promedio de los libros ronda los 15.000 pesos (unos 16,5 euros) en Argentina, aunque una novela de 600 páginas de una autora <i>best-seller</i> puede alcanzar los 30.000 pesos, lo mismo que el <i>Curso de Sociología </i>de Pierre Bourdieu. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Una persona que recibe el salario mínimo del país sudamericano, que ha pasado a ser de 202.800 pesos mensuales (unos 220 euros), podría comprar, si invirtiera todo su dinero en ello, 13 libros al precio promedio. Con el salario mínimo de España —1.134 euros— podrían comprarse alrededor de 63 publicaciones en las librerías de ese país. En México, un salario mínimo —7.468 pesos mexicanos (405 euros)— alcanza para adquirir 28 libros.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">“Los precios en euros son similares en los tres países, la única gran diferencia es que los lectores argentinos al no tener un marco de referencia los perciben como algo caro. Sin embargo, un libro estándar sigue costando, como siempre, lo mismo que una salida a un restaurante o dos kilos de carne”, avisa Carlos Díaz, director editorial de Siglo XXI, un sello mediano con bases en Argentina, México y España. “Atravesamos una coyuntura muy particular, con aumentos de costos brutales que se vienen dando desde hace dos años, sobre todo de papel, y que en los últimos tres meses se ha desquiciado por completo. Y los salarios no acompañan esos incrementos. Los lectores ya no tienen registro de lo que es un precio razonable”, indica Díaz.</span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">¿Son caros los libros en Argentina?</span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">La escritora argentina Camila Sosa Villada, autora del éxito de ventas <i>Las malas</i>, que publica Tusquets, del Grupo Planeta, apuntó en Twitter contra las editoriales por los precios de los libros en Argentina: “A ver, editorial, si vamos bajando el precio de los libros, que además ya se amortizaron. Salvo que quieran matar a los autores y distanciarlos de sus lectores, cosa que me parece muy probable dados los últimos acontecimientos”. El comentario provocó la reacción de la editora Julieta Elffman, que pidió no crear “enfrentamientos innecesarios” entre autores y editores, que “en momentos como este, pueden ser fatales”. El intercambio abrió un debate: ¿son caros los libros en Argentina?</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">“Para los bolsillos argentinos son caros”, señala Damián Ríos, editor de Blatt &amp; Ríos, una editorial pequeña fundada en 2010. “Yo como editor me pregunto para quien edito: sectores de la clase media ya no pueden comprarse libros, ni hablar trabajadores. Pero [los precios] están por debajo de lo que deberían costar y esto se debe a que las editoriales argentinas no han trasladado a precios los costos del papel”, opina Ríos. Los editores con los que ha hablado EL PAÍS coinciden en que el aumento del precio del papel “no ha dado tregua” y calculan que su valor supone entre el 50 y el 70% de los costos. “Hay dos papeleras grandes y no hay mucha oferta de papel porque tampoco entran papeles importados”, explica Ríos. La editorial después reparte las ganancias de la obra entre la librería, que recibe alrededor de un 45%, y el autor, que obtiene el 10%.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Pablo Braun, dueño de la librería Eterna Cadencia, señala que los libros se han vuelto caros también en dólares y eso tiene una doble desventaja: “Los precios de los libros que se importan a Argentina empiezan a estar parecidos a los de la producción local. Eso hace que sea más apetecible importar y las editoriales queden un poco menos protegidas. Además, las editoriales antes podían exportar. Ante la caída tan brutal de las ventas sería un paliativo, pero hoy eso se diluyó”. Braun, sin embargo, aclara: “Es imposible bajar los precios de los libros porque hay un montón de costos. Creer que se podría bajar es creer que las editoriales están poniendo un sobreprecio y ponerlos caros para no venderlos no tiene sentido”.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Una prueba de fuego para el sector será la Feria del Libro de Buenos Aires, que este año se hace entre el 23 de abril y el 13 de mayo. Para sobrevivir, los editores de pequeñas y medianas empresas, que son las que publican el 63% de los ejemplares en el país, según la CAL, apuestan por reducir las tiradas, que están “estancadas” en 1.000, o postergar las apuestas más arriesgadas a favor de publicaciones cuya venta esté asegurada, lo cual vuelve la oferta más conservadora. Algunos han optado también por crear colecciones en las que prime el trabajo manual y otros, directamente, dicen que van a empezar a rezar “para que la cosa levante lo más rápido posible”. Las librerías también recurren a convenios con bancos para ofrecer alternativas de pago a los clientes. “Todos trabajamos en conjunto para atravesar estos tiempos”, afirma Carla Campos, de Nativa Libros.</span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">Unidos contra la ‘ley ómnibus’</span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Al malestar por la caída en las ventas, la industria sumó en enero otra preocupación que unió a parte del sector en contra del Gobierno de Javier Milei. El ultraderechista envió en diciembre un proyecto de ley al Congreso que, entre las cientos de derogaciones y reformas normativas que proponía, eliminaba la Ley de Defensa de la Actividad Librera, que establece que los libros deben tener un precio uniforme de venta al público. El rechazo del sector a ese punto de la ley ómnibus fue unánime en un comunicado: “La pluralidad y diversidad de librerías es fundamental (...) Caso contrario, son las grandes cadenas, plataformas y grandes superficies las que acaparan el mercado de venta del libro, eliminando a la competencia, concentrando el mercado, determinando qué se lee y por consiguiente, qué se publica”.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">El proyecto de ley de Milei fracasó en el debate legislativo y no ha vuelto a ser tratado todavía. En ese sentido, actores de la industria respiran aliviados, al menos de momento. Pero la preocupación por la caída de las ventas persiste porque los próximos meses no serán fáciles. “Todo lo que somos como industria editorial no va a desaparecer porque está en el gen argentino”, señala Braun, “pero el ecosistema del libro y la riqueza intelectual que genera se van a resentir”. El librero señala lo que cree evidente, que es que si la economía mejora también lo hará el sector. Pero apunta, después, hacia un “problema estructural” que supera la coyuntura económica: “No hay en Argentina un plan consistente que trascienda los gobiernos para fomentar lectores. Con una industria cada vez más chica ―con Netflix, las redes sociales y otros divertimentos— la lectura pierde”.</span></p>Jorge Fondebriderhttp://www.blogger.com/profile/02636754088627127155noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6177441355897498422.post-10159986364794448522024-03-06T00:00:00.001-03:002024-03-06T00:00:00.241-03:00¿Una reflexión nacionalista?<span style="font-size: medium;"><b> <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEih72q88XVS0k5AtKlSU4xqThzEZSAc68aDrFpFfiAmVSrG1UR9gYgvICQE0IEcDlN82yXludX0tUjIywdwEQCQvo6mZeNOmOp_uzZDY84DbcP7E8ABJRcm9w1N0tVP6HxJAN2dRPp78kZifsj6t7w4vbUFTZ5g6JYJ8nYOUtkGtaYuIyWaTwd_P95prSdV" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img alt="" data-original-height="512" data-original-width="512" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEih72q88XVS0k5AtKlSU4xqThzEZSAc68aDrFpFfiAmVSrG1UR9gYgvICQE0IEcDlN82yXludX0tUjIywdwEQCQvo6mZeNOmOp_uzZDY84DbcP7E8ABJRcm9w1N0tVP6HxJAN2dRPp78kZifsj6t7w4vbUFTZ5g6JYJ8nYOUtkGtaYuIyWaTwd_P95prSdV" width="240" /></a></div>Anna Guitart</b> (Barcelona, 1976) es una guionista y periodista cultural catalana, que, desde hace varios años, es presentadora de libros en la televisión de su país. La siguiente es una columna que escribió para el diario catalán <i>ARA</i>, publicada el pasado 20 de febrero.</span><div><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><b><span style="font-size: medium;">La traductora que se quejaba de la lengua de los demás</span></b></div><div><b><span style="font-size: medium;"><br /></span></b></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Hace un par de semanas <a href="https://www.ara.cat/llengua/traductora-queixa-perque-parla-catala-catalunya-humorista-alemany-posa-evidencia_25_4923528.html">se hizo viral un vídeo que todavía me aparece en las redes</a>. No sé si lo ha visto: es la actuación de un cómic alemán, llamado Shahak Shapira (foto), en Barcelona. Habla con una chica del público, en inglés. El vídeo comienza cuando él le pregunta si ahora ella vive en la Ciudad Condal, y la respuesta es "Sí, desgraciadamente". Shapira le pide que se cuente, y ella se queja de que la gente sólo habla catalán. Él se sorprende, le pregunta dónde vive. "En el interior de Cataluña". El humorista es rápido: "Me parece que el problema lo tienes tú. No puedes llegar a un sitio y preguntar «¿Y cómo es que hablais la lengua que se supone que se habla aquí?»" La gente se ríe. Shapira todavía quiere saber a qué se dedica. "Soy traductora". El humorista tiene los ojos fuera de las órbitas. Hace algún taco, y le dice: "¿Eres traductora y te quejas de que la gente hable catalán? El único motivo por el que tienes trabajo es que ellos no hablan inglés!"</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Cuando vi el vídeo, aparte de darme cuenta de que estaba aplaudiendo a Shapira por decir algo de absoluto sentido común –que, en su casa, la gente habla la lengua de su casa–, pensé que nunca encargaría un trabajo a esa traductora. Porque el humorista tiene razón, debería ser consciente de que si ella tiene trabajo es porque hay gente que no habla inglés, pero para mí hay algo que va más allá de eso, que me parece aún más importante. Ser traductor significa trabajar con la lengua. Por tanto, entiendo que debes estudiarla, debes conocerla bien, debe interesarte; te debe seducir, incluso, y tienes que divertirte. Yo no soy traductora, y quizás me equivoco, pero siempre he pensado que, para serlo, es necesario tener una relación especial con la lengua (con las lenguas). Una cierta sensibilidad, un respeto, un saber percibir las sonoridades; es algo quizás intangible, porque me cuesta explicarlo, pero que para mí es indisociable del trabajo de los traductores. Especialmente de los traductores literarios, claro, pero me atrevería a decir que es una predisposición, un cariño, un acercamiento cuidadoso y lleno de curiosidad, que hace mejor el trabajo en todos los campos de la traducción. Porque, en una traducción, no sólo hay palabras. Esta idea la retengo de una frase del discurso que hizo la traductora<a href="https://www.ara.cat/cultura/joan-manuel-serrat-dolors-udina-premis-nacionals-cultura_1_4718677.html"> Dolores Udina </a>cuando recibió hace pocos meses el Premio Nacional de Cultura. Algo abreviada, es ésta: "La realidad es que, quien traduce, no traduce sólo palabras, sino toda una cultura". ¿Y cómo se hace esto si no tienes cariño por la lengua? Por la tuya, o por la de los demás.<i>Orlando</i>, de<a href="https://llegim.ara.cat/llegim/virginia-woolf-marta-pessarrodona-universitat-de-vic_1_2957412.html"> Virginia Woolf </a>(Viena). Sin embargo, la forma en que habló de lo que representa <i>Orlando</i>, del canto a la libertad que supone, me recordó la frase de Udina. Pera Cucurell condensaba en sus explicaciones toda esa cultura que los buenos traductores saben percibir, capturar, reescribir y transmitirnos. Los buenos traductores, aquellos que, para empezar, no se dedican a menospreciar la lengua de los demás.</span></div>Jorge Fondebriderhttp://www.blogger.com/profile/02636754088627127155noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6177441355897498422.post-48512474265622528662024-03-05T00:00:00.001-03:002024-03-05T00:00:00.134-03:00Magdalena Palmer : "Investigar al autor y la obra que traduce, como si fuera un detective"<div><span style="font-size: medium;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEimm3hlaWYuxdB5A8Jjs8RzPZkPVU444dmpexaO8b7NluBi5gTqLjcG-Ty84F7jsHl-KQfthToOmH2HeJlOMTSSjznwgn_JUe8gZwPwHuHgLbHdxaM_juzxFUfVprTqJw1B0IURpq3wcaudzwoNlpvFj9lou7AyrLCWsruDqaUhYX9Eob4wC-vz_ihs2WNF" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="488" data-original-width="768" height="219" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEimm3hlaWYuxdB5A8Jjs8RzPZkPVU444dmpexaO8b7NluBi5gTqLjcG-Ty84F7jsHl-KQfthToOmH2HeJlOMTSSjznwgn_JUe8gZwPwHuHgLbHdxaM_juzxFUfVprTqJw1B0IURpq3wcaudzwoNlpvFj9lou7AyrLCWsruDqaUhYX9Eob4wC-vz_ihs2WNF=w385-h219" width="385" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;">La siguiente entrevista de <b>Clara Ferrer</b> con la traductora mallorquí <b>Magdalena Palmer</b>, ganadora del premio de traducción "'Angel Crespo" por la novela <i>Otoño</i>, de Alí Smith, fue publicada en <i>Ultima Hora</i>, de España, el pasado 3 de marzo.</div></span></div><span style="font-size: medium;"><br /><div style="text-align: center;"><b>"El traductor, como el policía, necesita buenos informantes"</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando era pequeña, <a href="https://www.ultimahora.es/etiqueta/Magdalena+Palmer.html?utm_source=inline-tag&utm_medium=web">Magdalena Palmer</a> (Palma, 1964) estaba enferma a menudo, por lo que pasaba mucho tiempo en cama. «No podía hacer nada más que leer, así que tuve suerte de que me gustara tanto», recuerda. Con el tiempo, se generó un vínculo muy íntimo y especial con la lectura, que se convirtió en «una forma de escapar de los problemas»: «Era mi boya salvavidas y no lo podía perder». Por eso, a la hora de elegir una carrera, lo más lógico hubiera sido decantarse por filología, pero la mallorquina prefirió estudiar otra.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">«La literatura era algo muy mío, no quería que hubiera obligaciones y profesores de por medio, porque corría el riesgo de aborrecerla. No quería que nada entorpeciera esa relación con los libros y la lectura. Así que decidí estudiar Historia medieval. Me gustaba mucho la historia y también escribir, quería ser escritora, pero al fin y al cabo la historia es también ficción, era una forma indirecta de hacer lo mismo. Tardé muchos años en convertir la literatura en mi forma de vida», cuenta sobre sus inicios como traductora, hace ya casi 30 años. Desde entonces, ha traducido a autores como Tessa Hadley, Ali Smith, Kay Boyle, Dennis Lehane, Lawrence Osborne, Katherine Mansfield, Margaret Atwood, Noam Chomsky o Virginia Woolf, entre muchos otros.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Eran los 80 y poco importaba si había estudiado o no Filología o Traducción, así que reconoce que nunca se ha sentido una intrusa. «Mi primer trabajo en el mundo editorial fue con 24 años: redactar una enciclopedia de decoración. La escribí en una casa sin muebles, así que di rienda suelta a la imaginación», cuenta. Luego la ficharon en una editorial científica, como correctora de estilo y fue enlazando contratos hasta que probó suerte en Ediciones B.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">«No pude presentar un <i>currículum</i>, porque no tenía experiencia como traductora, pero hice una prueba y me cogieron». «Me fui formando en este oficio a base de practicar y, sobre todo, de leer otras traducciones y cotejar. También tiene mucho que ver con cómo lees y es necesario haber leído muchísimo y tener sensibilidad literaria, si te dedicas a este tipo de traducción, claro», explica.</div><div style="text-align: justify;">Investigar</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Asimismo, Palmer confiesa que tiene la «manía» de investigar al autor y la obra que traduce, como si fuera un detective. «Empecé en el mundo editorial con máquina de escribir, para encontrar información tenía que ir a bibliotecas. No había internet, todo era más limitado», relata.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">«Un traductor es, en cierto modo, un poco policía; necesita buenos informantes. Hay que investigar mucho. Internet te permite acceder a periódicos de Boston de los años 30 que te pueden dar un contexto muy valioso si estás traduciendo una novela negra ambientada en esa época, pero también es muy importante hablar con expertos que te ayuden a usar un léxico realista, si por ejemplo, la novela que traduces tiene como protagonista a un abogado o una ornitóloga».</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero, ¿puede entorpecer la labor del traductor el saber demasiado acerca del autor que traduce? «La biografía de un autor pesa mucho, sobre todo si este es conocido. Traducir un clásico de Mansfield o Woolf implica que tienes que aportar algo nuevo, es tu responsabilidad. El reto es encontrar el equilibrio entre saber detalles del autor que te puedan ayudar a acercarte a él, pero, por otra parte, te puede despistar y contaminar tu trabajo. El texto te dice casi todo lo que tienes que saber, está allí, pero a veces hay que ir sacando capas, como si fuese un trabajo de arqueología», razona.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">De hecho, Palmer ha conocido a Ali Smith, a quien reconoce haber varias muchas consultas, porque «juega mucho con el lenguaje» y hace poco tuvo la oportunidad de conocer a Tessa Hadley en Barcelona. «Son dos autoras con estilos muy distintos, ese es otro de los disfrutes de traducir. Con Hadley la dificultad reside más en plasmar su estilo, muy rico y detallista, con frases inusualmente largas en inglés».</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="font-weight: bold; text-align: justify;"><b>Gustos</b></div><div style="text-align: justify;">Respecto a los gustos, asegura que no tienen por qué coincidir los intereses. «Cuando traduces no juzgas al autor. Si está bien escrito no me planteo si me gusta o no. Es como si un médico piensa que un paciente le cae mal. Si aceptas un libro, lo haces con todas las consecuencias», declara. Entre sus próximos proyectos figura una novela de Jesmyn Ward (Sexto Piso) y acaba de entregar a Nórdica Libros un cuento de Conan Doyle para una antología de relatos sobre animales.</div></span>Jorge Fondebriderhttp://www.blogger.com/profile/02636754088627127155noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6177441355897498422.post-2824731480582228632024-03-04T00:00:00.001-03:002024-03-04T00:00:00.143-03:00Alejandro González, el futbolero, la rompe<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhEZe5GB84tYX54Ya3Zh-umMK2w0yyLASiiyELFnHgs1E1Y0ZhTwxdk5jc20snVObpXc8SNa-w31squrKWGvWi3TI6zXE-vcfCwIZuigVisEltf1eDILehJuiW_DZ5dDNWD-dwfl38MWCTGhruzLsaQMme897vLe-X5eQux-OttVupLsFMe_P50tjPCwY_j" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="660" data-original-width="990" height="248" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhEZe5GB84tYX54Ya3Zh-umMK2w0yyLASiiyELFnHgs1E1Y0ZhTwxdk5jc20snVObpXc8SNa-w31squrKWGvWi3TI6zXE-vcfCwIZuigVisEltf1eDILehJuiW_DZ5dDNWD-dwfl38MWCTGhruzLsaQMme897vLe-X5eQux-OttVupLsFMe_P50tjPCwY_j=w378-h248" width="378" /></a></span></div><span style="font-size: medium;"><br /><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Continuando con la serie de reflexiones, en las que ya participaron el Administrador, <b>Jorge Aulicino</b>, <b>Andrés Ehrenhaus</b> y <b>Matías Battistón</b>, hoy es el turno del traductor del ruso <b>Alejandro González</b>, que, según se ve, para hablar claramente de traducción, apela al fútbol y sus metáforas.</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>La cabeza del traductor (5)</b></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-size: medium;">Las consideraciones de Jorge Fondebrider acerca de qué hay en la cabeza del
traductor me dispararon una serie de reflexiones algo caóticas que, dada la
falta de tiempo y de calma, no me propongo sistematizar:</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><b><i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">De la traductología a la ¿traductorología?</span></i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"> </span></b></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><span lang="ES" style="font-size: large; text-indent: 0cm;">Siguiendo la línea que, hasta donde sé, inauguró
Andrew Chesterman en 2009 con su artículo «The Name and Nature of Translator
Studies», que puede leerse </span><span lang="RU" style="font-size: large; text-indent: 0cm;"><a href="https://tidsskrift.dk/her/article/view/96844/145601"><span lang="ES">aquí</span></a></span><span lang="ES" style="font-size: large; text-indent: 0cm;">, Jorge se pregunta por las condiciones que
determinan y caracterizan el campo de la traducción en las distintas épocas. No
es lo mismo, claro, ejercer la traducción en 2024 que en 1990, 1940, 1910 y
1885: el lugar social de la traducción, la conformación del mundo editorial y académico,
la circulación de saberes y competencias, las sensibilidades lectoras, el lugar
de la literatura traducida en el sistema literario de llegada, la
profesionalización de los editores y de los traductores, etc., etc., etc.; esos
campos ya existen y funcionan de determinada manera <i>antes</i> de que un buen
samaritano decida o le toque dedicarse a la traducción editorial. Dicho esto,
es relevante la pregunta por el <i>agente:</i> ¿quién es el traductor?, ¿cuál
es su origen social y familiar?, ¿qué registros de habla maneja?, ¿qué
formación primaria/secundaria/universitaria tiene?, ¿dónde ha vivido?, ¿cuánto
ha viajado?, ¿cuánto ha leído?, ¿ha residido en el extranjero?, ¿pertenece a
alguna minoría étnica/religiosa/sexual/política?, ¿qué ideología tiene?, y,
otra vez, etc., etc., etc. Sobre esto escribí algunas reflexiones que pueden
leerse </span><span lang="RU" style="font-size: large; text-indent: 0cm;"><a href="https://cvc.cervantes.es/trujaman/anteriores/abril_17/06042017.htm"><span lang="ES">aquí</span></a></span><span lang="ES" style="font-size: large; text-indent: 0cm;">, cuando me preguntaba directamente por el sujeto
de la traducción (si el sujeto de la traducción coincide con la persona del
traductor). El foco parece desplazarse de los estudios de la traducción a los
estudios del traductor. Es un abordaje bastante reciente que, en un futuro,
juzgaremos por sus frutos.</span><span style="font-size: large; text-indent: 0cm;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><b>Call him Ishmael</b>.</span></i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"> </span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">En
mi adolescencia tenía un amigo —vamos a llamarlo Ismael— cuyo ejemplo conservé
para toda la vida: era del grupo con el que jugábamos a la pelota casi a diario
los veranos y, en época escolar, los fines de semana. Era uno de los mejores:
hábil, pensante, tiempista, rápido, buena pegada, buena visión. Tenía una
particularidad: cuando, después de los partidos, nos íbamos a tomar un refresco,
él no solía participar en las extensas y sangrientas discusiones sobre si el 5
de Vélez era mejor que el 5 de San Lorenzo, si habían bombeado a Talleres en
cancha de Boca el último domingo, si el fútbol alemán es mejor que el italiano.
No parecía conocer muy bien las formaciones de los equipos de primera, y tampoco
iba a la cancha, nunca, aunque se decía hincha de Racing. Para Ismael el fútbol
era un juego, no un objeto de análisis ni una cuestión identitaria. Ismael
jugaba (la rompía) y después callaba. Pienso ahora en lo que señala Jorge sobre
el traductor al que poco ayudan las «reglas» cuando se enfrenta a un nuevo
texto y tiene que decidir sobre la marcha. Y concibo a un Ismael traductor: le
gusta leer, le gusta escribir, le gusta resolver, le gusta buscar, le gusta aprender,
le gusta proponer proyectos y realizarlos, pero no le gusta tanto teorizar o
adscribir a doctrinas estéticas; mucho menos, enemistarse con sus colegas por
tal o cual criterio. Disfruta el juego, no el debate. Está iniciado en el
misticismo judeoalemán y en la catequesis francesa, pero de poco le sirven
cuando, como dice Jorge, tiene que «lidiar con textos que requieren respuestas
pragmáticas y contundentes», o, en otro orden, cuando tiene que negociar un
contrato digno con una editorial.</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">¡<b>Era al segundo palo, animal!</b></span></i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"> </span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Las observaciones de Jorge ponen en valor la dimensión práctica de nuestra
labor. Vuelvo a una imagen futbolera: se puede discutir horas si, en un mano a
mano, conviene definir al primer o al segundo palo; otra cosa es ser el número
4, picar en profundidad y en diagonal en el minuto 89, en una cancha con el
pasto en mal estado y pesada porque llovió antes del partido, con un defensor
que te viene comiendo en la carrera, con una molestia en el tobillo, con un
arquero que te cubre bien el arco y tuvo una tarde fenomenal, y, claro, con la
conciencia de que Messi hay uno solo. ¿Qué teoría de la definición acude al
socorro en ese momento? Ahora bien, ¿pasa algo distinto con la traducción? ¿Funciona
igual nuestra mente a la mañana que a la tarde, después de 8 horas de trabajo?
¿Conocemos a todos los autores por igual? ¿No pesan los tiempos de entrega?
¿Tenemos siempre margen para consultar, regresar una y otra vez a un mismo
párrafo? ¿Jugamos de local, para el mercado argentino, o de visitante, para el
mercado español? ¿Qué lector tenemos en la cabeza? ¿Qué capitalismo tenemos en
el cuerpo, como digo que dice Ehrenhaus?</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><b>Teoría general del aquí y ahora</b>.</span></i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"> </span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><span style="text-indent: 0cm;">Si cada texto pide o impone su estrategia, si cada proyecto es diferente,
si cada editorial es distinta, y si cada traductor es único e irrepetible,
parece haber entonces algo irreductible </span><i style="text-indent: 0cm;">per se</i><span style="text-indent: 0cm;"> a la teorización, lo que
me lleva a una pregunta más de fondo y que sobrevuela las palabras de Jorge: ¿hasta
qué punto es estandarizable la traducción literaria?, ¿qué se puede enseñar y
qué no? ¿Será, a lo sumo, algunas reglas básicas, como no tocarla con la mano,
no agredir al árbitro y no quedar en orsái? ¿Y el resto? El resto es juego. Así
que mejor me callo, como Ismael.</span></span></p>Jorge Fondebriderhttp://www.blogger.com/profile/02636754088627127155noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6177441355897498422.post-84714637120513085602024-03-01T00:00:00.001-03:002024-03-01T00:00:00.131-03:00Hasta los catalanes se ríen de las prohibiciones de Milei, y eso que no se ríen nunca de nada<div><span style="font-size: medium;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhO--q0_lR8JtaI9PzZxZ5-L1itgppMZPhAvbNsA4-DgSCNf4wfwODrW_7yjUKSiPiUt9Y1-4PqemdIceRWuWXB71gEpQxad27NnqFu4j25DF0tPWmRediEb2DUrQz224hUU8IULt8J3-h0FcDtcvUDr75ND7qcv9j2IYzA2OJI0Ivxv1hRlfcVrB0UkWMZ" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="240" data-original-width="320" height="167" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhO--q0_lR8JtaI9PzZxZ5-L1itgppMZPhAvbNsA4-DgSCNf4wfwODrW_7yjUKSiPiUt9Y1-4PqemdIceRWuWXB71gEpQxad27NnqFu4j25DF0tPWmRediEb2DUrQz224hUU8IULt8J3-h0FcDtcvUDr75ND7qcv9j2IYzA2OJI0Ivxv1hRlfcVrB0UkWMZ=w226-h167" width="226" /></a></div></span><span style="font-size: large;">El siguiente es un artículo publicado por </span><a href="https://www.lavanguardia.com/autores/alex-tort.html" style="font-size: large;"><span style="color: black;"><b>Àlex Tort</b></span></a><span style="font-size: large;">, periodista del diario catalán </span><i style="font-size: large;">La Vanguardia</i><span style="font-size: large;">, de Barcelona, en el día de ayer.</span></div><span style="font-size: medium;"><br /><div style="text-align: center;"><b>Milei y Poppins, no aptos para todos los públicos</b></div><br /></span><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Milei es el almirante Boom de <i>Mary Poppins</i>. Allí, majareta, sobre un edificio que ha convertido en barco de vela. Ha prohibido el lenguaje inclusivo en vez del que excluye: el del propio líder argentino, el de sus insultos, no aptos para todos los públicos. “<a href="https://x.com/porqueTTarg/status/1762483180693512290?s=20">No podrá usarse la letra e</a>, la arroba, la x, y se evitará la innecesaria inclusión del femenino en todos los documentos de la Administración pública”, ha anunciado Manuel Adorni, su portavoz, su señor Bitácora.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">La declaración ha entretenido en las redes. “Prohibir es lo contrario de ‘viva la libertad, carajo’”, dice <a href="https://x.com/Rayko66666/status/1762507235622576258?s=20">@Rayko66666.</a> “La libertad la tienen los individuos, no la Administración”, le replica<a href="https://x.com/pabloharour/status/1762537542153294233?s=20"> @pabloharour</a>.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hay debate, pero con todos los embrollos que Argentina tiene sobre la mesa, Milei dispara los mismos fuegos artificiales a cañonazos que el marinero del filme. Se puede estar a favor del lenguaje inclusivo o no, pero, como señala <a href="https://x.com/snwrd_rbr/status/1762553383511007252?s=20">@snwrd_rbr</a>, “con eso ha solucionado un total de cero problemas, pero viva la libertad y no sé qué...”.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Es el mismo número de problemas que ha resuelto la Junta Británica de Clasificación de Películas al retirar la etiqueta a <i>Mary Poppins </i>de apta para todos los públicos. ¿El motivo? Que contiene “lenguaje discriminatorio”. Es suficiente con una palabra que se repite dos veces: hotentote.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El almirante la dice cuando se altera con los deshollinadores bailando en el tejado bajo la mirada de Poppins, con las caras sucias de hollín, y la emprende a cañonazos de fuegos artificiales. Hotentote está en el olvido. Se usó para designar peyorativamente una nación indígena cerca del cabo de Buena Esperanza. En origen, usada por los neerlandeses el año del catapum.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No es censura. Sí un a santo de qué, después de 60 años. La Junta solo te ve capaz de notar que una peli infantil es de ciencia ficción cuando percibes que ningún niño se hurga la nariz. Aun así, se puede seguir viendo inalterada, pero cambia un poco la clasificación por edades, “que a nadie le importaba un pepino hasta hoy”, recuerda @thefdez (mensaje hoy borrado).</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Un término que pocos se habían dado cuenta de que se decía –<a href="https://x.com/bernax16/status/1762540970225053895?s=20">@bernax16 </a>afirma que ha visto el metraje 70 veces y no recuerda cuándo se dice– y que por anacrónico obliga a googlear para percatarse del significado no es ofensivo. La película adaptó el libro manteniendo hotentotes sabiendo, ya en 1964, que ayudaría a reforzar que Boom está como una chota. Si se quiere, incluso hoy la posreinterpretación es ver la secuencia como un repudio al blackface .</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Milei y esta calificación por edades son de difícil digestión. Ni con un poco de azúcar, estas píldoras que nos dan, pasarán mejor.</div></span>Jorge Fondebriderhttp://www.blogger.com/profile/02636754088627127155noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6177441355897498422.post-65362418274698127252024-02-29T00:00:00.002-03:002024-02-29T09:25:40.614-03:00¿Adorni pasará a llamarse Adorno?<div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEg8rVGrysTGJniEfekm-dxgKgjA1BddeUAE1lbFA9TIlF4uDsEKjmk2eor0qLBTvtqhs61rh5K3SpbUnK0TSKwfqRmo8qpESC_U8CPbQTMq9fhyI3MCBmR2aD74IguOcH7mZJE1zSi0kQLHeLrg4KAeRQv0K4UQSAkafX_rBsYxPr08xTCM8SAnil-EEHZS" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="168" data-original-width="300" height="222" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEg8rVGrysTGJniEfekm-dxgKgjA1BddeUAE1lbFA9TIlF4uDsEKjmk2eor0qLBTvtqhs61rh5K3SpbUnK0TSKwfqRmo8qpESC_U8CPbQTMq9fhyI3MCBmR2aD74IguOcH7mZJE1zSi0kQLHeLrg4KAeRQv0K4UQSAkafX_rBsYxPr08xTCM8SAnil-EEHZS=w386-h222" width="386" /></a></div><span style="font-size: medium;"><br /></span><span style="font-size: medium;">A lo largo de los años, este blog dio cuenta de la existencia del lenguaje inclusivo y de las polémicas que suscitó en muy diversos ámbitos. Si bien no tomó partido por una u otra posición, el Administrador desea dejar en claro que la prohibición por decreto no es la forma de zanjar la discusión. El modo en que el actual gobierno pretende erradicarlo por completo es un claro atentado contra la libertad de expresión, razón por la cual, un día después de haber publicado la noticia de la eliminación del lenguaje inclusivo en el ámbito castrense, se reproduce a continuación la nota publicada por <b>Mariana Carbajal</b>, en el diario <i>Página 12</i> del día de hoy. En su volanta se lee: "</span><span style="font-size: large;">Adorni anunció que se decidió prohibir “todo lo referido a la perspectiva de género” en el ámbito de la gestión pública".</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: 700;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: large; text-align: start;"><b>El lenguaje inclusivo, en el ojo de la tormenta</b></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large; text-align: start;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">¿A qué le teme Javier Milei? ¿A la “e” para decir todes? ¿A una x o una @ para dar cuenta de un género no binario? ¿A nombrar en femenino cuando quien ocupa un cargo es una mujer? ¿O es otra bomba de humo para desviar la atención frente al crecimiento de la pobreza y el desempleo, la toma de más deuda, la inflación que no para y la crisis con las provincias? ¿O es que siempre necesita crear un enemigo público para mantenerse en el centro de la escena? Por la razón que sea, este martes el Gobierno, a través de su portavoz, anunció que “prohibirá” el lenguaje inclusivo en la administración pública. La decisión, agregó Manuel Adorni desde el atrio con el fondo del logo de la Casa Rosada, incluye “todo lo referido a la perspectiva de género”. Un Presidente que hizo de la libertad su principal slogan de campaña, pone entre sus prioridades negar desde la palabra la existencia de mujeres y diversidades. La decisión forma parte de la guerra cultural de la ultraderecha en la región contra la que dicen llamar “ideología de género”. Referentes del activismo feminista y LGBT*, la academia, la justicia y la política repudiaron el anuncio y explicaron que el reconocimiento del lenguaje inclusivo viene de la mano del derecho a la libertad de expresión y el derecho a la identidad, contemplados en el plexo normativo del país. La cruzada libertaria va en contra de recomendaciones de Naciones Unidas.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">En su habitual encuentro con la prensa, Adorni puntualizó que no se podrá usar más la “e” ni la “x” ni la “@” para nombrar a identidades no binaries en la administración pública. También dijo que se evitará en la redacción de documentos públicos “la innecesaria utilización” del género femenino. Y aclaró que no se trata solo de censurar el lenguaje que nombra a mujeres y diversidades sino que irán contra “la perspectiva de género”, aunque no aclaró cómo se traduciría la medida.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><b>Diversidad y derechos, afuera</b></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Rodrigo Morabito, juez de Cámara de Responsabilidad Penal Juvenil de Catamarca, explicó las dificultades que podría traer la eliminación de la perspectiva de género en la Justicia. "Sin perspectiva de género podrían existir condenas injustas a mujeres que se defienden en episodios de violencia de género y exige a los jueces y juezas hacer un análisis probatorio profundo de la evidencia con esa perspectiva en cada caso en concreto", explicó el magistrado, y aclaró que "perspectiva de género es mucho más que lenguaje inclusivo. No se puede confundir perspectiva con lenguaje".</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">La perspectiva de género es una categoría analística que permite identificar la discriminación hacia mujeres y disidencias sexuales. Es una forma de análisis de la realidad para iluminar los sesgos. “Es una herramienta que busca mostrar que las diferencias entre mujeres y hombres son debido a construcciones culturales asignadas", concluyó Morabito.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Como anticipo, el viernes se conoció la resolución 124 firmada por el ministro de Defensa, Luis Petri, que en la misma línea le declaró la guerra al “lenguaje inclusivo” y dispuso su prohibición en el ámbito de esa cartera, las Fuerzas Armadas y los organismo descentralizados bajo su órbita. Y anticipó sanciones para aquellas personas que no cumplan con la medida, aunque no aclaró que tipo de castigos se aplicarán. Lo llamativo es que durante la gestión anterior no se promovió el uso de terminologías como "generala", "sargenta", "soldada" o "caba" porque las mismas mujeres militares no las sentían propias como se detalla en <a href="https://www.pagina12.com.ar/405959-la-revolucion-de-genero-se-profundiza-en-las-ffaa">esta nota</a>.</span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><b>Libertades fundamentales</b></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">El anuncio generó respuestas como la de Dora Barrancos, socióloga e historiadora feminista, que en diálogo con la radio AM 750 acusó al gobierno nacional de "falsos liberales, son fascistas". “De liberalismo tienen solo la comunión con el mercado. Impedir el lenguaje inclusivo es un retroceso en materia de libertades fundamentales", aseguró la académica feminista y recordó que esta prohibición atenta contra la aplicación de la Ley Micaela (sancionada por el Congreso) que establece la capacitación obligatoria en género y violencia de género para todas las personas que se desempeñan en la función pública.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">"Hemos hecho un gran esfuerzo para incorporar la Ley Micaela. Yo estoy segura de que los Estados provinciales no van a terminar con esta normativa. Es antojadiza la posición del Gobierno nacional. Estamos al filo de lo dictatorial. Todos los días hay una novedad de retroceso de derechos", alertó Barrancos.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">La decisión del Gobierno también atenta contra las tres posibilidades de inscripción registral del sexo previstas en el DNI: V, M y X , a los que corresponden pronombres masculino, femenino y no binario. “El lenguaje inclusivo lo garantiza y es parte del 'trato digno' que indica la ley de Identidad de Género”, advirtió a Página 12 la filósofa feminista Diana Maffía. En ese sentido, explicó que el masculino genérico no permite saber cuándo se refiere sólo al colectivo de los varones y cuándo al colectivo humano. “Eso no es gramática, se aprende con el uso del lenguaje”, indicó. Un ejemplo, apuntó, es </span><a href="https://www.pagina12.com.ar/115400-julieta-lanteri-la-heroina" style="font-size: large;">Julieta Lanteri yendo a votar</a><span style="font-size: large;"> porque la Ley Sáenz Peña era universal, aunque por entonces las mujeres tenían vedado ese derecho. Otro caso, recordó, es el de una joven que se presentó a un aviso que pedía "empleados" para una cadena de heladerías y se enteró allí que era sólo para varones: ese hecho derivó </span><a href="https://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/subnotas/215483-62734-2013-03-10.html" style="font-size: large;">en una demanda por discriminación que terminó un histórico fallo de la Corte Suprema contra Freddo.</a></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">“Las feministas venimos ocupándonos de la inscripción de las mujeres en el lenguaje hace más de 50 años. Hay muchas maneras de hacer inclusivo el lenguaje, no sólo la "e". De hecho, cuando la uso prefiero mantener la enunciación explícita del femenino (todos, todas y todos), porque nos costó mucho llegar a ese logro y porque como se ve, todo derecho puede ser eliminado de modo autoritario e ignorante de los derechos”, agregó Maffía.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><b>El lenguaje inclusivo como opción</b></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">La irrupción del “todes” en el discurso público sobre todo en espacios urbanos, </span><a href="https://www.pagina12.com.ar/136058-con-acento-en-la-e" style="font-size: large;">primero entre adolescentes y jóvenes y luego en la academia</a><span style="font-size: large;"> y otros ámbitos –a través de manuales con recomendaciones-- se fue gestando a partir del estallido feminista que trajo el surgimiento del movimiento Ni Una Menos en 2015. Pero no es obligatorio, es una opción.</span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Desde los feminismos, a partir de las décadas del ‘60 y ‘70 se empezaron a denunciar los sesgos machistas de la lengua española. Una argentina, Delia Suardíaz, fue pionera en la tarea. Y puso la lupa sobre los usos del lenguaje que invisibilizaban a las mujeres, las degradaba con definiciones sexistas, con sentidos peyorativos. Más recientemente, se dio una batalla lingüística para que la RAE admitiera el término “presidenta”, aunque todavía hay quienes --como Milei-- se resisten a adoptarlo.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Sara Pérez, doctora en Lingüística, docente e investigadora de la Universidad Nacional de Quilmes y profesora en la UBA recordó que desde la campaña electoral, Javier Milei ha venido haciendo pública su oposición a los derechos sexuales y reproductivos, así como a la educación sexual integral. “El feminismo, las feministas, somos el enemigo, junto a la izquierda, los progresistas y quienes defienden la justicia social”, señaló. Y destacó que la la prohibición del lenguaje inclusivo y de la perspectiva de género por parte de su Gobierno se corresponde con su alineamiento respecto de las políticas que han venido desplegando las ultraderechas en la región.</span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Por ejemplo, durante la gestión de Jair Bolsonaro en Brasil unas 34 propuestas legislativas para prohibir y castigar el uso de lenguaje inclusivo en las escuelas se presentaron en 14 de los 27 estados de Brasil y en el Congreso federal. En Uruguay, las autoridades de la educación del gobierno del derechista Luis Lacalle Pou dispusieron en abril de 2022 que “el uso de lenguaje inclusivo deberá ajustarse a las reglas del idioma español”, excluyendo el uso de la “e”, la “x” y la @. Al mismo tiempo, un proyecto de ley presentado por una diputada del partido de extrema derecha Cabildo Abierto --que forma parte de la coalición gobernante en Uruguay-- busca imponer una prohibición efectiva del lenguaje inclusivo en todo el Estado. El texto fue acusado de plagio, pues es casi idéntico a otro presentado en Chile en 2021. Paraguay, por su parte, se convirtió en 2017 en el primer país del mundo en prohibir toda referencia al ‘género’ en la educación pública.</span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><b>Violencia desatada</b></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">En junio 2022, en la ciudad de Buenos Aires, la entonces ministra de Educación Soledad Acuña también dispuso la prohibición del uso del lenguaje inclusivo en escuelas, una medida “pionera” en el país que fue muy criticada por especialistas en lingüística y sindicatos docentes.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Todas estas iniciativas, señala la lingüista Pérez, apuntan a reforzar “un discurso que apela a la idea de un orden sexogenérico 'natural'”, que desconoce las desigualdades de género y que ha llegado a cuestionar la existencia de la violencia de género”.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Desde el Frente Orgullo y Lucha -–conformado por la CHA y 100% Diversidad y Derechos-- repudiaron el anuncio. La prohibición de la perspectiva de género y del uso del lenguaje inclusivo “agravará la violencia y el impacto del ajuste en las mujeres y diversidades”, advirtieron las organizaciones. Y consideraron que junto al cierre del INADI --dispuesto la semana anterior-- “afectan a personas violentadas en tanto la autoridad del Poder Ejecutivo Nacional le da carta blanca a la violencia racista, misógina y discriminatoria de todo tipo, algo que alcanza también a las personas con discapacidad”. De hecho es el propio Presidente Milei quien a través de su fervorosa actividad en la red X (ex Twitter) fomenta ese tipo de discursos e incurre él mismo en mensajes discriminatorios: Uno de los más comentados y repudiados en las últimas horas fue <a href="https://www.pagina12.com.ar/716010-el-discriminatorio-like-de-milei-en-twitter-se-burlo-de-una-">su reposteo a un meme que burlaba al gobernador de Chubut, Ignacio Torres, colocándole un rostro con rasgos de una persona con síndrome de Down.</a></span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">El lenguaje inclusivo no es un capricho argentino. En <a href="https://www.un.org/es/gender-inclusive-language/">la web de Naciones Unidas</a> se aclara que “dado que el lenguaje es uno de los factores clave que determinan las actitudes culturales y sociales, emplear un lenguaje inclusivo en cuanto al género es una forma sumamente importante de promover la igualdad de género y combatir los prejuicios de género”.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Consultada por este diario, Silvia Ramírez Gelbes, directora de la Maestría en Periodismo de la Universidad de San Andrés, consideró que el Gobierno puede tomar decisiones acerca de cómo producir el discurso escrito, porque la escritura es relativamente controlable. En cambio, “no puede tomar decisiones acerca de cómo tiene que hablar la gente. La gente habla como habla, y ni siquiera siempre como quiere”. En esa línea recordó ejemplos de prohibiciones que no dieron ningún resultado. “Sobre todo desde la presidencia de Uriburu, en la Argentina, y durante varias décadas, se prohibió el uso del voseo: decir “tenés”, “vivís”, “comprás”, se lo tildaba de vulgar en la escuela y en los medios. Queda claro que esa prohibición no tuvo ningún efecto en la gente, que siguió usando los verbos así y también el pronombre vos”, precisó. La pregunta que se hizo es si detrás de esta decisión --que sube la apuesta y prohíbe el uso de la duplicación: “los científicos y las científicas”, con lo que no sabemos si se podrá escribir “señoras y señores”, cuando todos entendemos que “señores” alude solo a hombres-- es el motivo de enfocarse en temas menores y acaso irrelevantes per se (¿quién usa el inclusivo en la administración pública?), como para copar la agenda política y mediática, cuando hay otros temas verdaderamente más relevantes y urgentes.</span></div><div style="text-align: justify;"><b><br /></b></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><b>Repudios en Twitter</b></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Distintas voces se expresaron a través de la red X para rechazar el anuncio. Vilma Ibarra, exsecretaria Legal y Técnica de la Nación en la presidencia de Alberto Fernández, ironizó en su cuenta de la red social X que "si esta medida no logra que baje la inflación y mejoren los ingresos, yo ya no sé qué más pueden hacer". "Se dicen liberales y te prohíben (sí, prohíben) las formas de expresión que no les gustan. Bien facho", opinó.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Mónica Macha, diputada nacional de Unión por la Patria, aseguró que "a Milei no le molesta el lenguaje inclusivo, le molesta la libertad". "El reconocimiento del lenguaje inclusivo viene de la mano del derecho a la libertad de expresión y el derecho a la identidad de género. Eso es lo que quieren prohibir", consideró la legisladora, que presidió la comisión de Mujeres y Diversidad de la Cámara de Diputados.</span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Mientras tanto, la organización Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumala) expresó en redes sociales que el anuncio de eliminar el uso del lenguaje inclusivo de la administración publica "no sorprende de un gobierno que también elimina trabajo, alimento, educación, salud pública y soberanía".</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Leandro Santoro, diputado de Unión por la Patria, también utilizó su cuenta de X y escribió: "Decir nosotres'está prohibido. Decir 'mogólico de mierda' es el estilo presidencial. Me parece perfecto que regulen el lenguaje, hablar bien no cuesta un carajo".</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">La reconocida escritora y actriz, Camila Sosa Villada, reflexionó que "el lenguaje es una de las cosas más antiguas del mundo. No se puede prohibir. Intentamos durante años prohibir las expresiones fascistas o nazis y siempre vuelven ¿Por qué creen que una prohibición detendría un juego con el lenguaje?".</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">La escritora Claudia Piñeiro compartió la noticia de la prohibición del lenguaje inclusivo en su cuenta de X e ironizó: "Ah, qué suerte que tienen capital simbólico para entregar ya que no pueden mostrar otras cosas. Siempre en lo importante", dijo sobre el Poder Ejecutivo.</span></div>Jorge Fondebriderhttp://www.blogger.com/profile/02636754088627127155noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6177441355897498422.post-22320314120751967172024-02-28T00:00:00.004-03:002024-02-28T00:38:45.747-03:00Un pelotude a pruebe de bales<div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhqTNmpeDEVE52brQLMAfKJ5PQGNWQ58lqvUjcgR-QGf0YcFAhkvkUY4TZv7lRiP6QIks3qmqDj5xikBiwBqvhZsEE8FhdusWcAfgSZ3YiNFdTav5ynTb5gy0trZWF2Kef33hpPuOCDqNKGvPdqZ7dlJ0sCm4t7QReJnrq8rlf-ko89pMnwX6CSj46x1OBX" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="675" data-original-width="1200" height="241" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhqTNmpeDEVE52brQLMAfKJ5PQGNWQ58lqvUjcgR-QGf0YcFAhkvkUY4TZv7lRiP6QIks3qmqDj5xikBiwBqvhZsEE8FhdusWcAfgSZ3YiNFdTav5ynTb5gy0trZWF2Kef33hpPuOCDqNKGvPdqZ7dlJ0sCm4t7QReJnrq8rlf-ko89pMnwX6CSj46x1OBX=w387-h241" width="387" /></a></div></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Parece chiste, pero no lo es: el Ministro de Defensa de Argentina (tan afecto a los disfraces y al cotillón) prohibió el uso del lenguaje inclusivo entre sus subordinados. La noticia se publicó sin firma en el diario <i>Página 12,</i> de Buenos Aires, el pasado 26 de febrero. Así que ya saben: nada de sargenta.</span></div><span style="font-size: medium;"><b><br /></b></span><div style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>Luis Petri no quiere lenguaje inclusivo: Defensa prohibió su uso en las Fuerzas Armadas</b></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">El Ministerio de Defensa prohibió el uso del lenguaje inclusivo en las Fuerzas Armadas y en todos los organismos que dependen de la cartera, y anticipó sanciones para aquellas personas que no cumplan con la medida.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Desde este viernes, por medio de una resolución firmada por el ministro de Defensa, Luis Petri, el uso de terminologías como "generala", "sargenta", "soldada" o "caba" es considerado una falta al reglamento, así como el uso de estructuras neutras o no binarias.</span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">"La persona que incumpliera con las reglas de comportamiento será pasible de incurrir en responsabilidad en sus respectivos ámbitos", remarcó el documento. Por el momento, sin embargo, no se especificó cuáles serán las sanciones que podrían aplicarse a los infractores.</span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Según dice la resolución, la medida se tomó teniendo en cuenta la Constitución Nacional, la Ley número 23.554 de Defensa Nacional, el Diccionario para la Acción Militar Conjunta y el Glosario de definiciones y abreviaturas.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">También aclara que la cartera a cargo de Petri lanzará una campaña de difusión sobre la prohibición del uso del lenguaje, y pondrá en marcha capacitaciones del nuevo código para el personal.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">"Vamos a reivindicar a las Fuerzas Armadas que no son las de los '70, son las de la democracia y la Constitución. Tenemos que estar orgullosos de ellas", había dicho el excandidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio al asumir el cargo como ministro de Defensa en diciembre pasado.</span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Según informaron fuentes de la cartera, el anuncio no sorprendió al personal militar, que vio con buenos ojos la intención del Ministerio de Defensa de "hacer cumplir el vocabulario militar tradicional".</span></div>Jorge Fondebriderhttp://www.blogger.com/profile/02636754088627127155noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6177441355897498422.post-44458795273266062992024-02-27T00:00:00.000-03:002024-02-27T00:00:00.132-03:00Florida: un estado gobernado por trogloditas propensos a la quema de libros<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiLsaRt3PniZ9nzvqU0GO74AygBFGUQU0K45QGQAcrKkjcJmML6If95lysVeRNnpjoiWqjnTmOfF3ujScbaDenuXFGTFOXKgo-4YbXo1uqExk6b_PFBArjCDNNmjjB8HIRp5kMJ-MGZjc00Cgv7iYiKLR8wcWqBqaEeFRsHPaXgNDBDnBE41NkDw29P3SMi" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img alt="" data-original-height="558" data-original-width="992" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiLsaRt3PniZ9nzvqU0GO74AygBFGUQU0K45QGQAcrKkjcJmML6If95lysVeRNnpjoiWqjnTmOfF3ujScbaDenuXFGTFOXKgo-4YbXo1uqExk6b_PFBArjCDNNmjjB8HIRp5kMJ-MGZjc00Cgv7iYiKLR8wcWqBqaEeFRsHPaXgNDBDnBE41NkDw29P3SMi=w272-h180" width="272" /></a></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-size: medium;">"El estado de Florida es el que más restringe el acceso a obras sobre identidad de género, segregación racial y orientación sexual. A lo largo de todo el país, lectores y librerías se organizan para combatir esas normas." Esto dice la nota de </span><b>Lori Rozsa</b>, publicada en The Washington Post y reproducida en Cultura InfoBAE, el pasado 18 de febrero. </span></div><p></p><div style="text-align: center;"><b><span style="font-size: medium;">Ocho toneladas de libros prohibidos: cómo se organizan los libreros de Estados Unidos para rescatar las obras censuradas</span></b></div><div><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Cuando los responsables de una pequeña librería de Asheville, una ciudad en la zona de los Apalaches, en Carolina del Norte, recibieron una llamada de un distribuidor preguntándoles si podían aceptar 22.000 libros rechazados por un distrito escolar de Florida, les pareció un pedido colosal.</span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Firestorm Books suele almacenar menos de 8.000 libros, títulos que van desde la ficción histórica al solarpunk. El colectivo, que se autodenomina feminista <i>queer</i>, no estaba seguro de dónde colocarlos, y sus clientes no solían buscar libros ilustrados.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">“Pensábamos que esto era más grande de lo que podíamos gestionar”, explica Libertie Valance, miembro del grupo que se ocupa de la tienda. “Pero creo que incluso en esa conversación se supo que igual íbamos a hacerlo”.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Y así empezó el viaje para llevar ocho toneladas de libros -la mayoría prohibidos por las leyes estatales de Florida que restringen el debate en las aulas sobre raza, identidad de género y orientación sexual- desde las escuelas públicas del condado de Duval, en Jacksonville, Florida, hasta Asheville, una localidad de corte progresista.</span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">A medida que Florida se convierte en la zona cero de la campaña para eliminar de las escuelas públicas los libros que tratan sobre el racismo y las personas LGBTQ+, más títulos acaban siendo retirados de las estanterías y almacenados en depósitos. Pero la historia de los libros prohibidos del condado de Duval es inusual por cómo termina: Firestorm Books no sólo se ha hecho cargo de los cuentos infantiles rechazados, sino que ahora los envía a cualquiera que los solicite. Muchos de los libros vuelven a Florida.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">“Depende de los padres si no quieren que sus hijos lean un libro”, dijo Armand Rosamilia, autor y residente del condado de Duval que pidió una caja de libros para ponerla en una pequeña biblioteca gratuita frente a su casa. “No debería depender de los políticos”.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Los libros formaban parte de la colección Voces Esenciales del sello Perfection Learning. Se trata de un conjunto de obras para alumnos de primaria con autores y temas diversos. Los títulos incluyen una historia de la bandera arco iris del Orgullo, libros ilustrados sobre figuras emblemáticas como la líder de los derechos civiles Rosa Parks y el relato de una familia que escapa de la esclavitud en Georgia.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Duval encargó 180 títulos de esa colección, pero más tarde descubrió que 48 eran problemáticos, señaló un comunicado emitido por el distrito, concluyendo que algunos incumplían las nuevas leyes educativas de Florida. Algunos fueron devueltos porque habían sido enviados como sustituto de un título no disponible y no eran necesarios.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">“Como institución educativa, el principal objetivo del distrito es éste: Ayudar a los niños a aprender a leer”, dijeron las Escuelas Públicas del Condado de Duval en un comunicado. “Hay miles de libros que podemos usar para hacer eso, y el distrito se tomará el tiempo y hará el esfuerzo para garantizar que nuestros estudiantes y maestros tengan acceso a un conjunto diverso y legalmente compatible de libros”.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Al igual que muchos otros grandes distritos escolares en el estado, Duval ha tenido problemas para seguir las nuevas leyes anunciadas por el gobernador republicano Ron DeSantis. Es que la ley de “derechos de los padres” de 2022 prohibió a las escuelas de Florida enseñar a los estudiantes de jardín de infantes a tercer grado sobre temas relacionados con la orientación sexual o la identidad de género. Otra ley aprobada ese año prohibía la instrucción que pudiera hacer que los estudiantes “sintieran culpa, angustia u otras formas de angustia psicológica” por verse obligados a reflexionar sobre malos actos cometidos en el pasado por miembros de su raza.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Una portavoz del Departamento de Educación de Florida dijo que el estado no lleva un registro de cuántos libros se han retirado y qué ha ocurrido con ellos desde que entraron en vigor las nuevas leyes. El estatuto estatal deja en manos de cada distrito escolar la decisión de qué hacer con los libros rechazados. Pueden donarlos, regalarlos, venderlos o reciclarlos. Varios distritos, entre ellos Duval, están almacenando los libros en depósitos mientras se llevan a cabo las revisiones.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Dave Jacks, que observaba los acontecimientos desde Iowa, se sentía frustrado. Como vicepresidente de operaciones del sello Perfection Learning, entendía que su cliente tenía un “gran problema logístico”. Pero tampoco podía revenderlos. Se habían vendido en kits premontados que no habría sido práctico volver a empaquetar. Aun así, quería asegurarse de que esos libros acabaran en las manos adecuadas. Así que aceptó recuperarlos y encontrarles un hogar.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">“Estas colecciones están pensadas para niños que, de otro modo, se sentirían excluidos”, afirma. “Creo que todo el mundo debería poder sentirse especial o querido por algo”. Llevó un equipo de Perfection Learning a Jacksonville, donde trabajaron durante casi una semana recuperando los títulos rechazados y empaquetándolos en un semirremolque. Sin embargo, encontrar a alguien que aceptara los libros fue todo un reto. Llamó a librerías de todo el país y nadie parecía tener la voluntad o la capacidad de aceptarlos.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Entonces alguien le habló de Firestorm Books, una pequeña tienda situada en una estación de servicio remodelada de 1956 que vende libros, en su mayoría de editoriales independientes y underground, sirve panadería vegana y café de comercio justo y ofrece “un espacio acogedor, sobrio y antiopresivo” para actos comunitarios.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Jacks pagó la entrega del camión en Asheville, una popular ciudad turística llena de restaurantes de moda y coloridos murales. La “pequeña librería anarquista”, como la describen sus propietarios, vende pegatinas, carteles y tarjetas con lemas como “Aplasta el capitalismo, Juan 2:16″, “Hazte ingobernable” y “La vida no es bella hasta que es bella para todos”. Celebran actos comunitarios como noches de juegos y un Club de Lectura Abolicionista.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Cuando el semirremolque llegó a la tienda en noviembre de 2022, el colectivo se puso manos a la obra para encontrar la manera de acoger tantos libros, y al final decidieron alquilar un almacén. Mientras tanto, el debate en Duval sobre los libros se hizo aún más polémico.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Las escuelas públicas de ese condado cuentan con 54 especialistas en medios de comunicación a los que se encomendó la gigantesca tarea de revisar más de 1,6 millones de títulos para determinar cuáles infringían ahora la ley. Mientras realizaban el análisis, el distrito aconsejó a los profesores que “redujeran temporalmente” las colecciones de sus bibliotecas de aula a los libros que habían sido aprobados previamente.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">El resultado en algunas escuelas fue inmediato. El profesor suplente Brian Covey publicó un video a principios del año pasado en el que se veían pasillos y pasillos de estanterías vacías en una de las escuelas del condado. El video se hizo viral, encendiendo un debate sobre la censura y poniendo al condado de Duval en el punto de mira nacional. El distrito declaró posteriormente que un “pequeño número de directores” había interpretado las orientaciones sobre los libros que debían retirarse “con mayor intensidad, por exceso de precaución”.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">La indignación por los libros prohibidos en las aulas de Duval llegó incluso a los pasillos del Congreso, donde el representante Jim McGovern (demócrata de Massachusetts) leyó el libro Rosa Parks de Perfection Learning en el recinto, para “ver de qué tienen tanto miedo”. El libro estaba en el lote de títulos enviados a Carolina del Norte. Las escuelas de Duval dijeron que ese libro había sido devuelto porque ya tenían historias similares sobre Parks y otros líderes del movimiento por los derechos civiles.</span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">En Asheville, el colectivo Firestorm decidió que encontraría la manera de devolver los libros a Florida. Cuando recibieron los libros por primera vez estaban en proceso de mudanza, y no fue hasta hace tres meses cuando finalmente pusieron en marcha un proyecto para que los libros volvieran a las estanterías de los lectores.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">La iniciativa, “¡Vuelven los libros prohibidos!”, ofrece el envío gratuito de los libros prohibidos a quien rellene un formulario de solicitud en línea. Más de un tercio de las solicitudes proceden del condado de Duval y muchas van a parar a familias con bibliotecas comunitarias en sus patios.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Los clientes de Firestorm se presentaron un día frío y ventoso de finales de enero para ayudar a empaquetar las cajas. Formaron una cadena de montaje poco organizada, juntando las cajas y seleccionando seis títulos para colocarlos dentro.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">La voluntaria Katie Croft, terapeuta en Asheville, dijo que le preocupa que las leyes de prohibición de libros de Florida se estén colando en Carolina del Norte. Una ley estatal aprobada el año pasado dice que “la instrucción sobre la identidad de género, la actividad sexual o la sexualidad no se incluirá en el plan de estudios impartido en los grados de preescolar a cuarto grado”, haciéndose eco de la ley original de Florida sobre los Derechos de los Padres en la Educación. Desde entonces, Florida ha ampliado la ley para abarcar todos los grados. “Estaba mirando algunos de estos libros, casi llorando”, dijo Croft. “Estos libros representan las voces de tanta gente, y los niños de esas escuelas de Florida no van a experimentarlas”, dijo.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Un representante de las escuelas del condado de Duval dijo que el distrito no tenía ningún comentario sobre el viaje de los libros de Jacksonville a Asheville y ahora de vuelta a Florida. Tracy Pierce, jefa de marketing y relaciones públicas del distrito escolar del condado de Duval, explicó que “lo que la editorial haga con los libros después de que se los devolvamos depende realmente de ellos y no es un tema sobre el que tengamos que pronunciarnos”.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">En el acto de empaquetado de libros, los voluntarios dejaron regalos sorpresa en cada caja: uno de ellos fue un pequeño folleto de papel que parece un libro para colorear titulado Soy un unicornio y me gusta luchar: Guía infantil para plantar cara al fascismo y a los matones.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Al cabo de 90 minutos, habían empaquetado 200 cajas. En total, han enviado casi 1.700 libros hasta la fecha. El grupo organizó una recaudación de fondos en Internet para ayudar a resolver los gastos de envío. Tres días después, una de las cajas llegó a casa de Sarah McFarland, en Tampa. El distrito al que asisten sus dos hijos ha rechazado muchos menos libros, pero a ella le sigue preocupando que, con las nuevas leyes, no aprendan sobre momentos y personajes clave de la historia.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">“Quiero que puedan elegir lo que quieren leer”, afirma McFarland. “Quiero que tengan libre acceso a la literatura que quieran, como yo tuve cuando era niña”. El primer libro que leyeron de la caja: <i>Una historia de Harvey Milk</i>, sobre el primer funcionario electo abiertamente gay de California. McFarland dijo que acompañó a sus hijos en un debate después de leerlo. “Fue muy emotivo para mí”, dijo. “Tengo familiares de la comunidad LGBTQ, así que para mí es muy importante que mis hijos lo entiendan”.</span></div>Jorge Fondebriderhttp://www.blogger.com/profile/02636754088627127155noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6177441355897498422.post-33840175475194306672024-02-26T00:00:00.001-03:002024-02-26T00:00:00.127-03:00Matías Battistón y sus versiones de "Por una cabeza..."<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEh7z9-yACTr4Kdw0AERF0ctN5eV9t8C0hFrTJfxH3mbQKdynehEJJkd9-mtG0is2eHZjbtBcy4nqTm8yKqwXcXMz6WMh3GTVDb1xUaGX6Hsx9s0hkCKq-R_H89qMVB-4ff5x8-Jsv4hfqk_6-OMPMJWUuwZ0qbEYQHoS9SU_jIhbv9ZjlZuGWejr7IB4rVR" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img alt="" data-original-height="680" data-original-width="1023" height="156" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEh7z9-yACTr4Kdw0AERF0ctN5eV9t8C0hFrTJfxH3mbQKdynehEJJkd9-mtG0is2eHZjbtBcy4nqTm8yKqwXcXMz6WMh3GTVDb1xUaGX6Hsx9s0hkCKq-R_H89qMVB-4ff5x8-Jsv4hfqk_6-OMPMJWUuwZ0qbEYQHoS9SU_jIhbv9ZjlZuGWejr7IB4rVR=w237-h156" width="237" /></a></div><span style="font-size: large;">A las entradas del Administrador, <b>Jorge Aulicino</b>, <b>Andrés Ehrenhaus</b> y <b>Andrés Ehrenhaus bis</b> se suma hoy la de <b>Matías Battistón</b> quien posa su propia mirada en los ojos del traductor, los ojos en la traducción, e ilustra su punto de vista con Tolstoi y Beckett. </span><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; line-height: 115%;"><b><span style="font-size: large;">La cabeza del traductor (4) </span></b></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: times; font-size: large;">Está
claro que incluso dentro de un mismo género literarioexisten muchos tipos de
traductores, pero la persona que quiere distinguirlos se encuentra con un
problema que no conocen, por ejemplo, los entomólogos. Sería muy práctico recurrira
una serie de datos externos —la longitud de sus pedipalpos, la cantidad de sus
alas, la forma de sus probóscides—, pero en el campo traductológicola
naturaleza no parece colaborar. Para bien o para mal, al menos por el momento,
el único modo más o menos útil de identificar a los tipos de traductores que
hay es ver cómo traducen.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: large;">Por
supuesto, las maneras de traducir están influenciadas por la época, por la
cultura, por la tradición a la cual el traductor se adapta o contra la cual se
eriza. Se trata de cuestiones elementales, y que nos permiten establecer
filiaciones de una manera muy lógica y clara. Sin embargo, uno también podría
optar por hacer hincapié en cuestiones más caprichosas. Siempre se puede elegir
un sesgo menos obvio. Por ejemplo, se me ocurre ahora que podría hacerse todo
un estudio sobre los distintos modos en que diversos traductores abordan un
mismo campo sensorial, o incluso un mismo órgano del cuerpo. Los ojos, digamos.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: large;">Pienso
eso y se me ocurre un caso específico. En una escena patética de <i>Anna Karenina</i>, el conde Vronski comete
una torpeza durante una carrera y su yegua, Frou-Frou, se termina partiendo la
espalda. Antes de que la sacrifiquen, Vronski, que todavía no termina de
entender lo que ha sucedido, sigue tratando de hacer que se levante, y la pobre
yegua, como toda respuesta, le dedica una última mirada, cargada de sentido. Ahora
bien, para sus clases de literatura rusa en Cornell University, Vladimir
Nabokov usó un ejemplar de la traducción inglesa de Constance Garnett, donde se
lee que, en esta escena, el caballo “miró a su amo con sus ojos elocuentes” (<i>gazed at her master with her speaking eyes</i>).
Cotejándolo con el original, Nabokov anotó en un margen, lapidario: “Un caballo
no puede mirar con los dos ojos, señora Garnett”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: large;">Aunque
nadie podría acusarme de saber ruso, deduzco de esto, y de las otras
traducciones a otros idiomas que consulté, que en el original la yegua mira a
Vronksi con un solo ojo. Garnett, entonces, victoriana de pura cepa, al
traducirlocambia esa mirada, la personifica, la romantiza. Nabokov (un
traductor ultraliteralista, pero también un escritor para quien la literatura
misma consistía en gran parte en la observación vívida y fiel de los detalles
que otros pasan por alto) detecta ese ojo adicional y se lo saca de un hondazo.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: large;">Algo
parecido me sucede cuando cotejo la traducción que José Bianco hizo de <i>Malone muere, </i>la novela de Samuel
Beckett. Es decir, encuentro otro caso donde un traductor da un giro ocular imprevisto.
En el original francés de la novela, cuando el narrador comenta que pasó mucho
tiempo encorvado mirándose el miembro, cruzando largas miradas con su propio
pene, el texto dice que se miraron <i>l’œil dans
l’œil</i>, literalmente “el ojo
en el ojo”. En francés, lo común sería el plural, como en castellano: mirarse <i>les yeux dans les yeux</i>, mirarse <i>a los ojos</i>. En este caso, por supuesto,
el plural es imposible para una de las partes involucradas, y Malone, que narra
esto en primera persona, fuerza la sintaxis para reflejarlo. <a name="_GoBack"></a>Sin
embargo, aunque sea relativamente sencilla, a Bianco la escena parece llamarle
la atención. Hasta diría que se la queda pensando. Algo, por así decirlo, no le
cierra. Es por eso, supongo, que evita traducir la frase literalmente y opta
por ampliarla, haciéndola más detallada, más compleja, a la vez más dispar y
más equitativa. Así, en la p.65 de la edición de Sur, Malone y su órgano sexual
pasan a mirarse “los ojos en el ojo, el ojo en los ojos”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;"></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: large;">Técnicamente, el Malone de la versión francesa cierra un ojo, o es tuerto, o se expresa de un modo equívoco. El Malone de Bianco, en cambio, mira fijo con los dos ojos y —ya que el personaje es también el narrador— se demora en una descripción precisa, casi amorosa, con una sintaxis afrancesada, de ese duelo de miradas ahora desigual.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: large;"><br /></span></div><span style="font-family: times; font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Voy abstenerme de juzgar esta modificación</span>, y no por delirios de imparcialidad, o
con ánimo de lavarme las manos, sino porque, como me pasa tantas veces con
tantas otras cosas, realmente no sé si estoy ante un ejemplo admirable o
disuasorio. Lo que sí sé, sin embargo, es que en estas sutilezas, en estos
rigores o caprichos, en la traducción de una sola mirada, se juega también,
podríamos decir, la mirada del traductor.</div></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><o:p><span style="font-family: times; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-family: times; font-size: large;"> </span></o:p></p>Jorge Fondebriderhttp://www.blogger.com/profile/02636754088627127155noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6177441355897498422.post-27981722581442368522024-02-23T00:00:00.003-03:002024-02-23T00:00:00.149-03:00"Para el lector vernáculo siempre será mucho mejor la peor de las traducciones a su lengua"<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgdZwTZHr6E_pnli2rMW68FKoiP2P3ztxDrKFl4xCsGtcTFgPjgxPrW2ONMjURQXmeNEV1r5UjqMfQywiooD8651t4qrH7H36OPhd4cQKZaQG5XjBuP-G__mmzXuCCKzf7EmG6HPw_wgtw-oboZnCcGSDZvn51lzPZM4u07n5KDGgJGemzCLIVLY7EnwgDz" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="445" data-original-width="480" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgdZwTZHr6E_pnli2rMW68FKoiP2P3ztxDrKFl4xCsGtcTFgPjgxPrW2ONMjURQXmeNEV1r5UjqMfQywiooD8651t4qrH7H36OPhd4cQKZaQG5XjBuP-G__mmzXuCCKzf7EmG6HPw_wgtw-oboZnCcGSDZvn51lzPZM4u07n5KDGgJGemzCLIVLY7EnwgDz" width="259" /></a></span></div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: left;">Una vez publicada la columna de ayer, <b>Andrés Ehrenhaus</b>, cuya cabeza polemista vive en eterna efervescencia barroca y discute con su cabeza de traductor, envió una nueva columna, más larga que la anterior, donde amplia y acaso aclara sus puntos de vista. </div></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";"><b><span style="font-size: large;">La cabeza del traductor (3 bis)</span></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-size: large;"><b>1</b><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-size: large;">Qué gran cosa es la polémica
abierta, sosegada y generosa sobre un tema concreto y cercano, ésa en la que
los polemistas descansamos en un saber modesto pero real, un saber leninista,
si se me permite, fruto del constante cachascán entre teoría y práctica. Leo
los textos de Jorge F. y Jorge A. y sé que todo lo que dicen es cierto y a la
vez refutable, y lo sé porque además de conocerlos personalmente conozco su
obra, su obra como autores-traductores, su obra práctica y su obra teórica, y eso
me ahorra dos incomodidades: no tengo que leerlos con la sospecha de que me
están embaucando y tercero (porque segundo ya para siempre será Francia), tampoco
me obligan a una lectura ideológica, de esas que sólo admiten creer o no creer,
cancelar o no cancelar. Dicho esto, creo que no hace falta mucha suspicacia
para comprobar que nuestras cabezas traductoras son muy distintas y que, por
ende, nuestras visiones y enfoques al respecto de los qués y los cómos de la
traducción también lo son. De hecho, tan distintos somos que casi lo único que
compartimos es una vivay cariñosa curiosidad por la cosa traducción, o sea, más
una pregunta que una serie cualesquiera de respuestas.</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";"><b><span style="font-size: large;">2</span></b></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif";"><span style="font-size: large;">A la apuesta de Jorge F. por
partirle en dos la cabeza al traductor y ver qué tiene adentro yo añadiría sin
dudarlo la necesidad de investigar el cuerpo entero o, por decirlo en términos
retóricos, de tomar cabeza por sinécdoque de cuerpo y hacerle por tanto un
chequeo completo, tanto sincrónico como diacrónico. Al traducir sudamos como
perros, nos adormecemos, nos aceleramos, tenemos frío o sed, y esa realidad
física discurre en paralelo a la del texto traducido, que nos obliga a buscar
símiles creíbles en nuestra hemeroteca sensorial: no sólo qué se piensa en tal
o cual situación sino sobre todo qué se siente, qué siente el cuerpo, cómo se
permeó o impermeabilizó nuestro cuerpo –no disociado de nuestra metonímica
cabeza– en tal o cual circunstancia. El cuerpo sin la cabeza traduciría como
una gallina decapitada; la cabeza sin el cuerpo, como una IA. He ahí el lugar
donde habita (por ahora y espero que durante mucho tiempo) nuestra gran
ventaja: los traductores tenemos cuerpo, nuestras traducciones se encarnan, nos
atraviesan la carne viva y arrastran restos de vida como camalotes en el ancho
río, mientras que las inteligencias artificiales no pueden sino reemplazar esa
descarnada carencia con puros artificios. El cuerpo de la IA es una tierra
baldía. Luchemos por no ceder los nuestros, que es el repositorio de una
experiencia única, traductores, y no lo separemos nunca de nuestras cabezas.</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-size: large;"><b>coda al 2</b><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-size: large;">Donde digo diego, o sea, digo, el
traductor, digo la traductora o traductore o como se quiera. Cada vez somos más
mujeres las que ejercemos esta profesión y con toda seguridad los debates más
frecuentes o acalorados rondan en torno a la cuestión de género y, por
consiguiente, del cuerpo de quienes traducimos. No es casualidad que cada uno
aborde esta cuestión como le siente mejor al cuerpo y que abordemos o
despachemos el asunto acorde a nuestra propia percepción corporal. Nuestros
cuerpos están en el tiempo, esa es la clave, nos pican los mosquitos, nos revuelven
las revoluciones, nos afectan las pérdidas y nos atraviesan las modas, como
concluye Jorge A. que concluye Jorge F. Al traducir no estamos nadando en el
éter de la neutralidad, y el mundo no cesa de sacarnos de esa ensoñación y
devolvernos a la incomodidad de los cuerpos, algo que ningún artificio, por
inteligente que sea, experimentará jamás. Volviendo ahora a la cuestión del
número, y dándole la vuelta a la pregunta: ¿qué habrá cambiado en el modo de
traducir desde que cada vez somos más las mujeres que traducimos?<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif";"><b><span style="font-size: large;">3</span></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-size: large;">De la réplica de Jorge A. me
quedo con una brillante observación que él convierte en paradoja o más bien en
aporía: “...la conclusión es que la época dicta en gran parte el criterio de
traducción. En ese sentido, hemos ido de la libre expresión del traductor –aunque
estuviera enmascarado en letra pequeña en la página de los créditos y a veces
ni siquiera fuese mencionado en la edición de sus traducciones– hacia la
traducción que aspira a la mayor literalidad posible (digo esto yo, no
Fondebrider, quede claro). Lo cual podría significar: de lo personal a la
impersonalidad. Tarea, ya lo sé, imposible”. O sea, a la vez que luchamos
denodadamente por salir del cono de sombra y reclamamos con ahínco nuestra
parte (tanto moral como patrimonial, y totalmente merecida) de autoría, vamos
derecho viejo a la invisibilidad física, no simbólica, es decir, la de la letra
hecha carne, puesto que aspiramos a un ideal (imposible, nos recuerda Jorge A.)
de literalidad, de fidelidad literal, de incorporeidad o, cuando menos, de
disimulo fáctico, como si fuéramos doppelgängers anónimos que aspiramos, sin
embargo, a tener un lugar en los créditos. Así, el traductor tendería a
convertirse, según la moda actual, en un stuntman, un doble de riesgo, capaz de
hacer acrobacias inverosímiles sin romper al mismo tiempo la ilusión de que
quien las realiza es el actor protagónico, donde la acrobacia inverosímil
consistiría en saltar al vacío entre una lengua y otra y no partirse la crisma
y convertir la película en un video berreta de caídas desternillantes.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-size: large;">La pregunta, entonces, es:
¿queremos o no queremos ser autores visibles de una obra nueva derivada de otra
previa y ajena? Si peleamos por aparecer en portada, ¿no deberíamos aceptar que
hemos puesto el cuerpo, en este caso las sucias garras, en una obra que, antes
de nuestra escabechina, descansaba plácidamente en el vergel de su cultura de
origen? Dice Jorge A., con toda razón, que tender a la impersonalidad es
imposible; completo yo que no hay modo de hurtarle el cuerpo a una traducción y
que toda traducción lleva indicios de nuestra osadía, incluso cuando creamos
haber borrado con lavandina nuestras huellas dactilares (no escribiendo
“capullo, follón, flipar o cutre”, por ejemplo, cuando y donde no corresponde o
nuestro editor no nos lo demande). A modo de muestra, un botón, o toda una
mercería, por caso: incluso si Jorge F. deseara fervientemente pasar
desapercibido en sus traducciones y ser un neutro amanuense al uso, sigiloso y
desapercibido, su manera de poner el cuerpo en ellas lo delataría
indefectiblemente, pues no conozco a ningún otro traductor que sea capaz de
triplicar o más el volumen del texto original o el traducido, tanto da, con un cuerpo
de notas tan descomunal y exhaustivo. Si Jorge F. no firmara sus traducciones,
sus notas lo delatarían vilmente. Ya que estamos en el terreno de las imágenes
delictivas, Jorge F. sería como esos asesinos en serie que no pueden estarse
sin dejar pistas, en clave o no, de sus crímenes, en una suerte de juego de
ingenio entre él y sus eventuales captores, i.e., lectores.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-size: large;"><b>4</b><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-size: large;">Un último toque a la cuestión de
la mejoración del original en las traducciones.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>No hace falta ser devoto de Foster para entender que en toda traducción
se opera una pérdida: lo que en el original, en el idioma original, eran
“virtudes” o “activos”, en la traducción posiblemente aparezcan como “defectos”
o “debes”, sobre todo en áreas tan sensibles como la sonoridad, el ritmo, el
color, las vibraciones o resonancias (¡otra vez el cuerpo!). A la vez, a lo que
Foster no alude en su célebre eslógan es a la ganancia que implica cualquier
traducción: lo que antes sólo podía leerse en una única lengua ahora puede
leerse casi igualen todas las otras. La traducción quizás no te lleve al mismo
puerto pero sin duda te acerca mucho. ¿Qué pasa entonces cuando esa traducción
no sólo te lleva a puerto sino que encima te hace pasar la aduana e incluso comprar
algo en el free-shop? No creo que Baudelaire o Cortázar participaran de la
misma moda; entre uno y otro la práctica profesional de la traducción ya había
cambiado mucho.</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-size: large;">No sabría decir si Baudelaire
mejora a Poe o más bien lo lleva a su puerto. Y podría apostar que lo que movió
a Cortázar a “mejorar” a Poe no fue tanto una cuestión estética, ni siquiera
ética, sino de economía moderna:
respetar el ritmo perifrástico y a menudo exasperante de Poe le habría
llevado muchos meses más de los que disponía y, a diferencia de Baudelaire,
Cortázar vivía de esas traducciones, así que disfrazó con genio e ingenio sus
tijeretazos como decisiones literarias y cortó a Poe por lo sano. ¿Lo mejoró?
En cierto modo, si Baudelaire bodelerizó a Poe, Cortázar lo modernizó, lo metió
en el mercado editorial, lo puso en valor de venta. Pero ambos, tal como ahora
nosotros, entendían que estaban al servicio de Poe. Y me pregunto si las
apropiaciones de los clásicos, o las de los renacentistas, o las de los
barrocos, o las belles infidèles de los neoclásicos franceses o las
chinoiseries de los románticos no operaban bajo la misma divisa corsaria y
creían estar sirviendo, por encima de todo, a las fuentes originales. Hoy en
día la idea de apropiarse o mejorar el original es anatema, pero para el lector
vernáculo siempre será mucho mejor la peor de las traducciones a su lengua
(incluso aquellas en las que Tom Cruise es condenado a vivir en Vallecas) que el
más maravilloso de los originales en incomprensible lengua. Y si no les gusta,
vayan a cantarle a Babel.</span><o:p></o:p></span></p>Jorge Fondebriderhttp://www.blogger.com/profile/02636754088627127155noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-6177441355897498422.post-72560414686163719272024-02-22T00:00:00.001-03:002024-02-22T00:00:00.129-03:00Andrés Ehrenhaus no es incorpóreo<div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhfwoBPOFRjz4rqgaUh3-jXLGoTXEJTCf0S80WdNMj5xskudwcWPOET6kNO8Y0NHywDp_fQlXhFsn0uTjmPi40gesU-wu4X9FdsWw-Uat-hnoNjPH4ECTz_olWoebn4qOxGUd4T9edycRR0TWS5xDp1bplFaKSoae-Unirpedyg9VF2JGBfqGoMNTJWH6lf" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="700" data-original-width="1400" height="197" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhfwoBPOFRjz4rqgaUh3-jXLGoTXEJTCf0S80WdNMj5xskudwcWPOET6kNO8Y0NHywDp_fQlXhFsn0uTjmPi40gesU-wu4X9FdsWw-Uat-hnoNjPH4ECTz_olWoebn4qOxGUd4T9edycRR0TWS5xDp1bplFaKSoae-Unirpedyg9VF2JGBfqGoMNTJWH6lf=w382-h197" width="382" /></a></div></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Lo que sigue es la reflexión del traductor argentino <b>Andrés Ehrenhaus</b>, radicado en Barcelona desde hace décadas, quien se suma así a la reflexión que el Administrador y <b>Jorge Aulicino</b> hicieron sobre la traducción.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><b><br /></b></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>La cabeza del traductor (3)</b></span></div><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Recojo el envite lanzado por Jorge y redoblo la apuesta: no sólo nuestras cabezas traductoras son diferentes; también lo son nuestros cuerpos. La cabeza es la sinécdoque del cuerpo entero: sentimos, nos movemos, nos cansamos, sudamos diferente. En el cuerpo también está nuestra idiosincracia, en el cuerpo también está nuestra historia. El cuerpo es cabeza y la cabeza, cuerpo; así y sólo así entiendo yo la protesta de Jorge, sobre todo y más que nunca ahora, en la era del intelecto electrónico y la invisibilización de los cuerpos. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Si la cabeza traductora tiende a ser, hacerse o sentirse invisible, qué decir de nuestros cuerpos. ¡Es como si no los tuviéramos! ¡Como si no necesitáramos comer para seguir trabajando! ¡Como si traducir fuese la labor etérea por excelencia! Y así hasta que creamos que realmente puede hacerlo una máquina. Y aquí radica la importancia del reclamo fondebridiano: la riqueza de la traducción radica precisamente en su inevitable y necesaria diversidad. Creer que puede tenderse a un grado cero de la traducción equivale a abrir la espita del gas y meter la cabeza (acá más que nunca como sinécdoque de cuerpo) en el horno.</div></span>Jorge Fondebriderhttp://www.blogger.com/profile/02636754088627127155noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6177441355897498422.post-74374733149538612252024-02-21T00:00:00.001-03:002024-02-21T00:00:00.127-03:00Un escándalo bien francés (II)<p><span style="font-size: medium;">(viene de ayer)</span></p><p><span style="font-size: medium;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhZTkQIrG06HKvYjqNPOexPaFQRs1cXKQdVU5W0ep4etqsP62y3FZf2tKf-POWC233eozKS-3sPnV0DtDQmsb6BXxBqTvTOsFTDvvb-4AFdpHQsemCcx-pI78p55ZrYC6pOc0fcJG2ROFQJUncffLiPyaulb5CAkdmi7Gp7CElaAxMMlpSiiVgFIptOfq5t" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img alt="" data-original-height="1000" data-original-width="704" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhZTkQIrG06HKvYjqNPOexPaFQRs1cXKQdVU5W0ep4etqsP62y3FZf2tKf-POWC233eozKS-3sPnV0DtDQmsb6BXxBqTvTOsFTDvvb-4AFdpHQsemCcx-pI78p55ZrYC6pOc0fcJG2ROFQJUncffLiPyaulb5CAkdmi7Gp7CElaAxMMlpSiiVgFIptOfq5t" width="169" /></a></span></div><span style="font-size: medium;">Lo que sigue es la segunda parte del artículo de <b>María José Furió</b>, publicado esta vez el 12 de febrero pasado, en la revista <i>Vasos comunicantes</i>, sobre el escándalo suscitado por la nueva traducción francesa de <i>Mein Kampf,</i> de Adolf Hitler, a cargo del traductor <b>Olivier Mannoni.</b></span><p></p><p><span style="font-size: medium;"><b><br /></b></span></p><b><div style="text-align: center;"><b><span style="font-size: medium;">Deconstruyendo Mein Kampf: Traduire Hitler, de Olivier Mannoni (II)</span></b></div></b><div><span style="font-size: medium;"><br /><div style="text-align: justify;"><b>La vacuidad del mal</b></div><div style="text-align: justify;">Mannoni dedica un espacio señalado a describir la dificultad de traducir la jerga nazi. La fidelidad en este caso no significa la literalidad porque a veces es obligado interpretar la falta de estilo literario de los textos, su inanidad incluso, en relación con la magnitud de los crímenes que organizaron y cometieron. Sorprende que se escandalice de la baja estofa de los principales responsables de la carnicería; quizá la explicación sea que durante cierto tiempo se tomó como modelo de líder nazi a Ernst Jünger, quien, antes de distanciarse del nazismo, dejó el testimonio de una mirada cruel servida con buena prosa y numerosas referencias cultas. Mannoni no edulcora su juicio sobre los líderes cuya obra, en diferentes géneros, ha tenido la oportunidad de traducir:</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">"La traducción de las fuentes, por lo que respecta a los agentes criminales del nazismo, supone siempre un recorrido malsano entre monumentos de banalidad, de locura, de violencia, de secreto. Esas fuentes apestan a las ciénagas negras del odio, del rencor. Traen a escena a unos hombres que nunca admitieron que sus carencias, de inteligencia, de brío o de competencias, fueron el obstáculo que impidió cumplir sus sueños, cosa que compensaron como pudieron organizando el exterminio de su prójimo. Goebbels, el escritor fracasado, se toma por Nerón y contempla el mundo, pergamino bajo su pluma, como si él fuese su maquiavélico señor. Himmler, ese castrador de pollos sin relevancia, ese pequeñoburgués ruin cuyos diálogos con su mujer habrían encontrado su sitio en un estudio de Simenon sobre la mediocridad, organiza con esmero el mayor crimen de la historia humana. Rosenberg, el antiguo indigente muniqués, el intrigante que se las da de estratega, permanece durante toda la guerra a la sombra de Hitler y de Ribbentrop, y termina organizando el pillaje de las obras de arte en Europa. La realidad del nazismo, la que encontramos en los textos de sus agentes, era también eso: la de unos individuos sin talento, sin grandeza, sin otro motor que el odio que alimentaba su ambición". (p. 16)</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sobre la obra de Hitler afirma que <i>Mein Kampf</i> no es, a fin de cuentas, más que un «Intento de puesta en escena wagneriana de un vagabundo que magnifica todo lo que ha hecho e intenta posar como gran pensador, intelectual y hombre del pueblo providencial». Su libro «expresa también la monstruosa frustración de un insignificante político fracasado que decidió reescribir su biografía civil y militar». En cuanto al estilo, está redactado en un «lenguaje delirante, describe una realidad ficticia, apuntalada con muchos silogismos y otros atajos que alimentaron una locura colectiva». <i>Mein Kampf</i>, como libro fuente, supone el mismo reto que los libros fundamentales del periodo: «Enfáticos, grandilocuentes, enrevesados, a veces crípticos, siempre embrollados y escritos con ese silbido típico de los textos nazis, esas mímicas autoritarias que se pretenden viriles y esos taconazos como punto final. Descubrir el sentido era todo un reto, trasponerlo en francés un desafío insuperable». Cuando empezaba a plantearse qué conviene hacer con este tipo de libros —dilema que puede plantearse así: aunque la tentación es dejarlos morir de su muerte natural, el olvido, ¿no es lo más sensato ofrecer una edición científica para especialistas?—, le llegó el encargo de traducir el tercer tomo de los diarios de Goebbels, también en edición crítica y anotada. Recordando su trabajo sobre esta otra versión de la lengua del III Reich, Mannoni equiparara la lengua del nazismo con la de Trump, y el impacto que causó la logorrea del norteamericano en medios acostumbrados a la coherencia discursiva, intérpretes de rueda de prensa incluidos. El traductor francés subraya que, si bien el antisemitismo es anterior a la Shoah, el exterminio no surge como ejecución de un plan trazado antes de la expansión nazi sino como una de las manifestaciones del poder absoluto que lograron. Precisamente sobre este asunto se manifestaba el historiador Ingrao para responder vehemente a Melenchon, después de que este enviara con mucha fanfarria una carta a su editor, también Fayard, exigiéndole que renunciara a publicar <i>Mein Kampf </i>y declarando que se negaba a codearse con el agente provocador de la mayor carnicería del siglo XX.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Los cincuenta últimos años de encarnizado trabajo de los historiadores, ilustrados por el advenimiento de la escuela funcionalista opuesta a esta escuela intencionalista que usted representa aquí de manera involuntaria, han demostrado que el Tercer Reich no fue la realización de un programa recogido por escrito en el aburrido libro del futuro dictador, sino que el genocidio constituyó la culminación de políticas incoherentes, obsesivas, llevadas a la incandescencia homicida por una mezcla de consideraciones ideológicas, logísticas, económicas y guerreras. Ni las fábricas de muerte ni los grupos móviles de asesinatos están prefigurados en <i>Mein Kampf</i> y es simplemente falso que se puede acceder a la realidad del nazismo y del Genocidio únicamente a través de la lectura del lamentable panfleto del preso austriaco. (p.26)</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y, como argumento definitivo en justificación de la edición crítica, sentencia: hay que mostrar a plena luz que «Hitler fue el revelador de una inmensa crisis política no solamente alemana, sino también europea». Mannoni es igualmente firme sobre la controversia: «La Shoah no está anunciada en ninguna parte en<i> Mein Kampf</i>, sin duda simplemente porque en 1924 no era siquiera un proyecto». Es «Un extenso panfleto que prepara el horror futuro».</div><div style="text-align: justify;"><b><br /></b></div><div style="text-align: justify;"><b>Traducir un texto de mala calidad: por qué, cómo…</b></div><div style="text-align: justify;">La experiencia de Olivier Mannoni en la traducción de <i>Mein Kampf</i> es ejemplar del traductor que debe lidiar con un texto de mala calidad. Es un tema que los profesionales han tratado con relativa frecuencia porque es una desgracia común del oficio. Un mal texto es incoherente, con un léxico pobre o inadecuado, una sintaxis primaria o mal articulada, una estructura inexistente o incompleta, es decir una lengua que sirve mal a las ideas, al argumento, a la recepción del texto. Cuando somos principiantes, reaccionamos al reto con estupor y un grado de ingenuidad variable que nos inclina por tal o cual estrategia, corroborada o corregida luego por el editor. En realidad, no hay una sola estrategia válida ni una única decisión correcta. Es sabido que hay traducciones que han mejorado un mal texto original y al revés. Con textos de no ficción, habitualmente se recomienda mejorar el estilo sin desvirtuar el contenido y es conveniente que a los principiantes se les abrevien las dudas: mejóralo pensando en el lector e informa con antelación al editor si no ha sido él quien te ha dado esta clave de supervivencia (personal y para tus neuronas). En otros casos, restituir un estilo que parece malo pero buscado por su autor —pensemos en esos escritores que huyen de «escribir bien»— es similar a traducir textos de vanguardia, donde lo fundamental no es operar sobre el léxico y la sintaxis sino sobre la semántica. Son textos cuyo sentido está más allá del significado. Esta es la experiencia que Mannoni traslada al lector de Traducir a Hitler.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>«Traducir a Hitler es armarse contra sus epígonos contemporáneos»</b></div><div style="text-align: justify;">Conocer el alemán del III Reich tras su prolongada frecuentación del periodo nazi le ayudó a conocer en qué consistía la manipulación del idioma, de tal envergadura que, acabada la guerra, un grupo de escritores, el luego célebre Grupo 47, llamó a unir fuerzas para refundar la lengua alemana, el alemán de la alta cultura. Mannoni da numerosos ejemplos de esa «malversación», que a continuación relaciona con la progresiva contaminación del lenguaje corriente, en francés y en otras lenguas europeas, de ideas y conceptos racistas y excluyentes que tienen su origen en el nazismo. Brilla en la demostración de las similares intenciones detrás de los discursos excesivos de Hitler y de Trump, una logorrea vehemente que incita a la violencia, primero verbal, luego física, que busca soldados para alcanzar el poder. La verbosidad no es, sin embargo, la regla entre los líderes del exterminio. Lo que vale para Hitler no vale para Rosenberg: «Esta prosa que pretende dar el pego como pensamiento tiene al menos el mérito de permitirnos comprender con qué habilidad el nazismo sabía propalar una abstracción hueca, la imagen adulterada, una ristra de frases inacabables para desplegar sus visiones ideológicas» (p. 36). A los ideólogos vacuos los acompañan también los escritores anodinos como Himmler, acerca del cual sentencia:</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Estas líneas [de su diario], de una bobería sin límite, salieron de la pluma de Heinrich Himmler, Reichsführer, es decir del jefe supremo de la SS, jefe de policía, principal artífice de la política conocida como “solución final” y de la instauración de los campos de exterminio.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Que el estilo de Himmler carezca de vuelo retórico no significa que traducirlo sea pan comido porque, a pesar de su estupidez, fue el responsable de transformar la lengua alemana en un lenguaje codificado. Como paso previo a los juicios de Núremberg, vista la dificultad de comprender cabalmente los eufemismos criminales acuñados por los nazis, hubo que retraducir el alemán del III Reich a un «alemán corriente» antes de transponerlo al código jurídico; hubo que devolver el alemán a la realidad. «El idioma nazi no se contentó con infestar, retorcer y malversar la lengua alemana en provecho propio: también la convirtió en una herramienta de duplicidad cuidadosamente elaborada». Mientras los objetivos militares se comunicaron siempre de manera inequívoca, todo lo relativo a la supresión de libertades y medidas que condujeron al exterminio de opositores y judíos se envolvió en la opacidad, utilizando a su favor la polisemia de las palabras elegidas para enmascarar sus objetivos. Una polisemia que requería de un profesional bregado en la jerga nazi: «Los nazis supieron manipular los recursos del lenguaje para disimular primero sus intenciones y luego sus crímenes».</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hay un aspecto tan interesante como escalofriante: la conciencia que los jerarcas nazis tenían de la gravedad de sus actos y de las consecuencias que les depararían cuando vieron la derrota inevitable ante el avance aliado. Impresiona en el mismo sentido cómo tratan de ocultarse a sí mismos lo irreversible del crimen cometido y del castigo que les aguarda. Entre los eufemismos más determinantes está «evacuación» en lugar de «deportación» y «exterminio». El eufemismo tiene por compañera la omisión: no se habla de aquello que se hace, no se discuten las órdenes pero tampoco se menciona su contenido. Himmler es el maestro del eufemismo, del neologismo que enmascara el crimen imprescriptible. Mannoni lo sintetiza en una frase: «La descripción del monstruo está atrapada en la ganga de un lenguaje falaz».</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>Mein Kampf: Traduire Hitler</i> es, en conclusión, un ensayo muy interesante por la reflexión en torno a los retos y decisiones que conlleva la retraducción de libros históricos, clásicos y los llamados libros fuente, así como por el análisis de las peligrosas consecuencias para la convivencia democrática que se derivan de la circulación de los discursos del odio sin el cortafuegos de una bien elaborada estrategia historiográfica y filológica. La expresión vehemente y plástica de las emociones disparadas por el contacto con la abyección de los textos de los jerarcas del nazismo, incluso en un profesional tan bregado como Olivier Mannoni, hacen la lectura amena además de informativa, rasgos de los que los lectores hispanos podrían disfrutar en una futura traducción del todo recomendable.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">BIBLIOGRAFÍA</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Olivier Mannoni, T<i>raduire Hitler, </i>editorial Héloïse d’Ormesson, Col. «Controverses», 126 páginas</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>Adolf Hitler, une biographie – L’ascension: 1889-1939</i>, de Volker Ullrich, 2 vols., Gallimard, París, 2017.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ernst Klee, <i>La médecine nazi et ses victimes</i>, Actes Sud, Arles, 1999.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Victor Klemperer,<i> LTI, la langue du IIIe Reich</i>, trad. Élisabeth Guillot, Albin Michel, París, 1996, rep. Pocket, 2013, p. 49. (Hay traducción en español: LTI. <i>La lengua del Tercer Reich: Apuntes de un filólogo</i>, Editorial Minúscula, Barcelona, 2001, trad. Adam Kovacsis.)</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Entrevista con los responsables de la edición crítica: Marie-Bénédicte Vincent, Florent Brayard y Olivier Baisez, por Nathalie Peeters, Mémoire d’Auschwitz ASBL</div><div style="text-align: justify;">en: <a href="https://wallonica.org/blog/2023/02/20/historiciser-le-mal-une-edition-critique-de-mein-kampf/">https://wallonica.org/blog/2023/02/20/historiciser-le-mal-une-edition-critique-de-mein-kampf/</a></div></span><br /> </div>Jorge Fondebriderhttp://www.blogger.com/profile/02636754088627127155noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6177441355897498422.post-77669747362830401012024-02-20T00:00:00.001-03:002024-02-20T00:00:00.277-03:00Un escándalo bien francés (I)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgCP4ByApKDBs7gIIf4Bgwrl0Yyqr0KalU2sx9ute1k8rV1suPf4j632O11rhB9U7423xlw-IyL3my4zdqReKtEgYOB77iqRJ8IxL-OVIFGWqtWg5QTzVL47g68ypNfEIude-H_WzIXmAX2-32-vf_UNrjwHAGjQMt8NNpgZe5bW152s4UoTr5TFVeT0o82" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="625" data-original-width="1250" height="216" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgCP4ByApKDBs7gIIf4Bgwrl0Yyqr0KalU2sx9ute1k8rV1suPf4j632O11rhB9U7423xlw-IyL3my4zdqReKtEgYOB77iqRJ8IxL-OVIFGWqtWg5QTzVL47g68ypNfEIude-H_WzIXmAX2-32-vf_UNrjwHAGjQMt8NNpgZe5bW152s4UoTr5TFVeT0o82=w391-h216" width="391" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">La española<b> María José Furió</b> es escritora, traductora de francés, italiano, catalán e inglés al español, colabora además con editoriales y empresas españolas y extranjeras como lectora de textos ya publicados o de manuscritos para su posible traducción al castellano y en la revisión y <i>editing</i> de textos. La siguiente columna, de la cual hoy se da la primera parte, fue publicada el pasado 5 de febrero, en la revista <i>Vasos comunicantes</i>, n°68. Trata sobre el escándalo que se produjo en Francia, con la publicación de una nueva edición de <i>Mein Kampf</i>, de <b>Adolf Hitler</b>, en la erudita traducción de <b>Olivier Mannoni</b> (foto)</span></div><br /><div style="text-align: center;"><b><span style="font-size: medium;">Deconstruyendo Mein Kampf: Traduire Hitler, de Olivier Mannoni (I)</span></b></div><div><br /><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">La última polémica mayor en torno a una traducción ha tenido como asunto la de<i> Mein Kampf</i> (<i>Mi lucha</i>), del dictador alemán Adolf Hitler, y ocupó en Francia incontables páginas de publicaciones y horas de radio y televisión cuando se publicó la noticia de que, aprovechando que el 1 de enero de 2016 el título entraba en el dominio público, la editorial Fayard se proponía ofrecer una nueva traducción, siguiendo el ejemplo de la que se publicaría en Alemania. En ambos casos se trataría de una edición crítica y anotada a cargo de un equipo de prestigiosos historiadores expertos en el periodo nazi, algo imposible hasta entonces porque el depositario de los derechos de autor, el Ministerio Bávaro de Economía, no había permitido nuevas ediciones, ni siquiera las de carácter científico. El Institut für Zeitgeschichte de Múnich, con una gran experiencia en la publicación de fuentes históricas, incluido el periodo nazi, creó un equipo permanente de cuatro historiadores apoyados por una red de expertos. La fecha elegida para publicar su edición crítica fue precisamente enero de 2016, y esta edición sirvió de base a la francesa.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">En el país vecino, ediciones Fayard propuso la nueva traducción en francés a un prestigioso traductor especialista en el III Reich, Olivier Mannoni (1960), en cuyo haber destacan la biografía más reciente del Führer: <i>Adolf Hitler, une biographie – L’ascension: 1889-1939</i>, de Volker Ullrich, en dos volúmenes para Gallimard, <i>La Médicine nazie et ses victimes</i> («La medicina nazi y sus víctimas»), de Ernst Klee, y una selección de los diarios de Goebbels y de Alfred Rosenberg. Mannoni entendió que su trayectoria hacía de su nombre la mejor opción. Así la resume en Traduire Hitler:</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">"Tras una cincuentena de traducciones de obras consagradas a la medicina nazi, al antisemitismo, a la Shoah por balas, a la organización de los campos de concentración, en Auschwitz y en Birkenau, era en definitiva lógico volver a la fuente, tomar de cara y en su integralidad la traducción de Mein Kampf y proponer un texto utilizable en francés para los historiadores, los lectores interesados así como para mis colegas. De modo que acepté, con la reserva de las condiciones habituales que exijo para este tipo de trabajos: no una publicación «en bruto» del texto fuente, sino acompañada de un aparato crítico sólido establecido por historiadores."</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><b>Habla el traductor</b></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Tanto para responder a los diferentes debates que surgieron durante los más de diez años de gestación de la obra como a la necesidad de explicar las vicisitudes en torno a su trabajo sobre un texto de pésima calidad y enorme influencia, Olivier Mannoni escribe <i>Traduire Hitler </i>(2022), donde repasa con estilo vigoroso las controversias que estallaron en Francia en torno a la necesidad, interés y oportunidad de republicar el brulote del Führer. Un libro que le llegó cargado de simbolismos polarizantes: maldito o sagrado según la ideología del que hable, imán o radioactivo, una suerte de catecismo del nazismo, un talismán, un grimorio: «Una especie de fetiche, un objeto cuya dimensión simbólica, aroma escandaloso y “aura maléfica”, como decían unos y otros, había desbordado hacía ya mucho al contenido».</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Algunos partidos de la izquierda protestaron con grandes aspavientos arguyendo que era una forma de adular a la extrema derecha, con una representación política rampante en la mayoría de los países occidentales y de forma significativa en Francia, donde en las dos últimas elecciones presidenciales, en 2017 y 2022, el partido Rassemblement National de Marine Le Pen ha disputado la segunda vuelta. En contrapunto a las polémicas oportunistas, concebidas para trasladar la atención del público a los partidos que las generan, a menudo en el contexto de una campaña electoral, Mannoni relata las dificultades que supone bregar con el lenguaje hitleriano e integra ese relato en una reflexión más amplia sobre la denominada «lengua del III Reich». Un fragmento del ensayo, que le ha valido a su autor el Premio Charles Oulmont 2023, resume muy bien el estrago:</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">A lo largo de treinta años, desde los primeros textos de la Revolución conservadora hasta el final de la segunda guerra mundial y la caída del nazismo, los cantores del movimiento völkisch, los miembros de los cuerpos francos de 1919, los adeptos de las corrientes nacionales-alemanas, luego el pequeño partido de los obreros alemanes (DAP), y, para terminar, del Partido Nacional Socialista de los Obreros Alemanes (NSDAP), desmembraron y dislocaron la lengua alemana, que se apoyaba sin embargo en un inmenso capital cultural y literario. Para entonces se encontraba reducida a una jerga donde fórmulas forjadas por los militantes o los intelectuales en el poder habían sustituido paulatinamente a la lengua cotidiana. «El dominio absoluto que ejercía la norma lingüística de esta pequeña minoría, o incluso de un solo hombre —escribió Victor Klemperer en LTI, el texto fundamental para todo aquel que quiera comprender en qué consistió el uso del idioma por parte del nazismo—, se extendió al conjunto del área lingüística alemana con una eficacia tanto más decisiva porque la LTI no estableció ninguna diferencia entre lengua oral y escrita. Más, todo en ella era discurso, todo debía ser arenga, conminación, galvanización. […] El estilo obligatorio para todo el mundo era, por lo tanto, el del agitador charlatán».</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Lejos de ser un texto erudito destinado a un público de especialistas, Mannoni saca provecho de su experiencia en prensa para reflexionar sobre el peso político del libro en el momento de su primera publicación en 1925 —en concreto, el discutido tema de si la «solución final al problema judío» era un punto programático recogido en el libelo—, y sobre la trascendencia de la traducción planteada por Fayard, concebida como contribución a una historiografía rigurosa que mire al pasado y sea útil a largo plazo. Mannoni les recuerda con ironía a quienes denunciaron que la nueva edición armaba a la ultraderecha y podía ofender a los supervivientes del genocidio que, en francés, seguía a la venta la versión de 1934, publicada por las Nouvelles Éditions Latines, y existía una versión circulando en internet, ambas sin notas. La novedad consistía, por lo tanto, en el enfoque científico de la edición. También, como descubriría el propio traductor, en la exigente fidelidad a la expresión de Hitler que se le pidió.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">La cuestión de la retraducción de libros históricos es un tema recurrente de discusión entre profesionales de la cultura. En referencia a Mein Kampf, Mannoni lo tenía claro aun antes de tener que «bajar a la mina» y hundir sus «botas de traductor en el cenagal» del discurso hitleriano. A lo largo de su carrera, en sucesivos libros sobre el nazismo es habitual que sus autores citen el original alemán, por lo que decidió que resultaba más coherente traducir como si nunca hubiese existido una versión francesa a la que acudir. Y esto porque, al buscar la cita correspondiente en francés, comprobó que la versión de 1934 es «legible y fluida», dos adjetivos que en nuestra profesión tienen un significado ambivalente:</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">"…legibilidad y fluidez. Dos principios respetables en sí de no ser porque el original es rigurosamente ilegible y no tiene otra fluidez que la de los pasajes wagnerianos donde su autor se deja arrebatar por el lirismo. La traducción de 1934 borra lo ilegible —¿podría hacerse de otro modo en esa época?— y restituye mal la sandez de los pasajes inflados de lirismo". (p. 5)</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">«Avanzar por u</span><span style="font-size: large;">na ciénaga calzado con suelas de plomo»</span></b></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">En 2015 el equipo se reestructuró y se amplió con la incorporación de nuevos historiadores e investigadores-docentes. Las ediciones alemana y francesa han inspirado otras, publicadas ya en Italia, Países Bajos y Polonia, países directamente interesados por el periodo. Sentenciaba Brayard en una amplia entrevista a Mémoire d’Auschwitz: «Mein Kampf es una fuente fundamental para comprender el siglo XX y debe tratarse en consecuencia. Pero al tratarse también de un libro complicado necesita de gran número de explicaciones, es preciso deconstruirlo». Afirmación que Mannoni corrobora desde su condición de traductor: hay que «desentrañar lo que en el relato de Hitler puede calificarse de mentira, de distorsión, de insinuación, de media verdad o de afirmación probada».</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">En 2015 había transcurrido casi un año desde que Mannoni entregara la que resultó ser una primera versión sin que el editor diera señales de vida, por lo que llegó a creer que no se publicaría nunca. Cuando los de Fayard rompieron su silencio fue para pedirle que retomara su versión con objeto de, diríamos, devolvérsela a Hitler. El nuevo equipo quería la crudeza sintáctica, el confuso fárrago de vacuidades, las diatribas, la simpleza expresiva, es decir, puro Hitler, un Hitler <i>raw.</i> Propuesta que Mannoni aceptó sintiendo que debía sumergirse de nuevo en el «cenagal» de un texto que, sin poder considerarse estrictamente programático del genocidio que seguiría, sí era el punto de partida de la catástrofe de la que aún hoy quedan huellas. El trabajo de desarticular una versión fiel pero que intuimos aún hija de una alta cultura, respetuosa con la academia y la tradición, le llevó en total diez años. Historizar el mal es simultáneamente una operación de despojamiento por parte del traductor y de acompañamiento del lector. Podría decirse que el delirio hitleriano aparece amarrado por las camisas de fuerza de la historiografía y la crítica filológica. Además, los especialistas armonizaron «la interpretación de algunos conceptos ideológicos nazis que posteriormente adquirieron un rol importante».</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Marie-Bénédicte Vincent, una de las historiadoras que han colaborado en la edición, explicaba en una entrevista que la historiografía del nazismo está en constante evolución. Al principio se centró en los altos dignatarios del régimen nazi, empezando por Hitler; de ahí surge la gran discusión entre los finalistas y los intencionalistas, a los que se refiere Mannoni. En los años sesenta, una nueva corriente de investigación se interesó por las estructuras del régimen nazi: partido, burocracia, ejército y grandes organizaciones. «Se trataba de descentrar la mirada llevándola a otros factores de evolución y de transformación del régimen». Desde los años noventa, los estudios han puesto el acento en las representaciones que circulaban cuando el nazismo ganaba relevancia, con conceptos como el hombre nuevo y su derivado: los «adoctrinados fanáticos capaces de cometer los peores crímenes». En la actualidad, el interés de los investigadores se vuelca en los verdugos. Esta evolución de los estudios históricos explica por qué las nuevas traducciones del «manifiesto hitleriano» no entrañan una regresión, sino «una profundización en la comprensión de los procesos de radicalización de las masas bajo el nazismo».</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Esta radicalización y los discursos que la alimentan son el eje de las reflexiones que desgrana Mannoni en el capítulo «Ecos lúgubres» de su ensayo, mostrando cómo las corrientes nacional-populistas actuales beben del nazismo primigenio. Mannoni se detiene en el término de «Gran Reemplazo» y la bastardización de la población europea a través de las parejas interraciales, uno de los asuntos que las ultraderechas europeas han reintroducido en el léxico y el debate sobre raza e inmigración en los últimos años, y analiza luego cómo el antisemitismo de ayer y el antiislamismo de hoy beben de la misma lógica racista y conspiranoica. Siendo uno de los temas de la polémica si la nueva edición podía dar armas a los extremistas, la historiadora belga Chantal Kesteloot respondía que <i>Mein Kampf </i>recoge la expresión más radical del ultranacionalismo, el pangermanismo y el antisemitismo tal como circulaban en los años veinte en Alemania. Su novedad entonces era el radicalismo heredado de la Primera Guerra Mundial. El original alemán se convirtió en un libro fetiche que hizo rico a Hitler, en arma de propaganda y regalo de boda a las parejas recién casadas. A finales de la Segunda Guerra Mundial se habían impreso no menos de doce millones de ejemplares del libro. De forma que el cortafuegos al peligro de alimentar a la ultraderecha es, insiste, la edición científica.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: right;"><span style="font-size: medium;"><i>(continúa mañana)</i></span></div><br /></div>Jorge Fondebriderhttp://www.blogger.com/profile/02636754088627127155noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6177441355897498422.post-84390485531563856002024-02-19T00:00:00.014-03:002024-02-20T09:53:44.856-03:00Marcha atrás: los bouquinistas se quedan<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgJ9JtzfRvmGCbeh_YIPYPrT50v-YakrspIddCZxb0YNQ7xwmz2oCn1tzOhUHGZi_HJ8rVW0xMRGjVgoXUCHukLpgYfLUy6xDvvP9zh9Oispnx_t5_3rads1NNbcQBlehv0cGmkFoCZA2a9LXYeHq14AUT7xMsQ_8ubSOhOGvQsFLKL1vDYf78X2dybLoMT" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="640" data-original-width="960" height="276" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgJ9JtzfRvmGCbeh_YIPYPrT50v-YakrspIddCZxb0YNQ7xwmz2oCn1tzOhUHGZi_HJ8rVW0xMRGjVgoXUCHukLpgYfLUy6xDvvP9zh9Oispnx_t5_3rads1NNbcQBlehv0cGmkFoCZA2a9LXYeHq14AUT7xMsQ_8ubSOhOGvQsFLKL1vDYf78X2dybLoMT=w389-h276" width="389" /></a></div><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">En la entrada correspondiente al 28 de septiembre de 2021, este blog explica qué son los bouquinistas; vale decir, los célebres kioscos de libros usados que existen en las márgenes del Sena, en París. Luego, en la entrada del 21 de noviembre de 2023, se anunció la decisión de las autoridades francesas de retirar los kioscos por temor a que pudieran at contribuir de alguna manera atentados terroristas durante los inminentes Juegos Olímpicos de este año. Sin embargo, el presidente<b> Emmanuel Macron</b> dio marcha atrás. Así se explica en esta nota sin firma publicada por el diario Página 12, el pasado 14 de febrero.</div></span><p></p><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: center;"><b>Francia renuncia a retirar los libreros del Sena con motivo de los JJOO</b></div><div style="text-align: justify;"><b><br /></b></div></span><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Los libreros a orillas del Sena en París mantendrán sus icónicos cajones verdes durante los Juegos Olímpicos, después que las autoridades renunciaran a su controvertida retirada por motivos de seguridad, anunció este martes la presidencia francesa.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">"El presidente (Emmanuel Macron) pidió al ministro del Interior y al prefecto de policía de París preservar el conjunto de libreros y que no se obligue a ninguno de ellos a desplazarse", ante la ausencia de una "solución de consenso", precisó esta fuente.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Con motivo de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos el 26 de julio, que tendrá lugar a lo largo de 6 kilómetros del río Sena a su paso por la capital, las autoridades preveían la retirada "durante días" de casi 600 de los 900 cajones por motivos de seguridad.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Sin embargo, los "bouquinistes" --hay unos 230-- rechazaban esta medida, máxime cuando algunas de las cajas tienen hasta 150 años de antigüedad y se espera la presencia esos días unos 15 millones de visitantes en la capital.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Macron, que calificó a estos libreros de "patrimonio vivo de la capital", pidió así cambiar el dispositivo de seguridad, después de que las autoridades redujeron en enero a la mitad el aforo para la ceremonia de apertura a unos 300.000 espectadores, según la presidencia.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Herederos de los vendedores ambulantes de libros del siglo XVI, los "bouquinistes" que venden libros de segunda mano e incluso <i>souvenirs</i> turísticos pueblan los muelles del Sena y se han convertido en un símbolo de la capital francesa.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">La decisión se conoció solo unas semanas después de que la Asociación Cultural de "Bouquinistes" de París anunció que iba a recurrir a la justicia administrativa para tratar de impedir el desplazamiento forzado de sus puestos.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Dicha medida había causado una gran polémica al hacerse pública en el verano de 2023, a un año de la cita olímpica, ya que los puestos de madera pintada de verde que pueblan las orillas del Sena son una estampa tradicional para los parisinos y los turistas.</span></div><br /><span style="font-size: medium;"><br /></span></div>Jorge Fondebriderhttp://www.blogger.com/profile/02636754088627127155noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6177441355897498422.post-11473013291964026902024-02-16T00:00:00.001-03:002024-02-16T00:00:00.137-03:00Jorge Aulicino, traductor de Cervantes.<span style="font-size: medium;"><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjIliWhHOJWvswFJ_ofQfdMz9zkMY6hp49PulimL5YqXQ22X5sCUubHSGqtpyZy0zznh3K1tGKtLxgHMTDeWtsn41iNzfNgy1FfVbfEN9tv7ipAsPKn0rZg5GKKKuzh-XiPhQ1LTfRS-gVdkTxIQv-i1LtRxTzI2qbvpHac5SUqAMnlWJRmVDNnFqltMkPy" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" data-original-height="480" data-original-width="640" height="187" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjIliWhHOJWvswFJ_ofQfdMz9zkMY6hp49PulimL5YqXQ22X5sCUubHSGqtpyZy0zznh3K1tGKtLxgHMTDeWtsn41iNzfNgy1FfVbfEN9tv7ipAsPKn0rZg5GKKKuzh-XiPhQ1LTfRS-gVdkTxIQv-i1LtRxTzI2qbvpHac5SUqAMnlWJRmVDNnFqltMkPy=w228-h187" width="228" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Fotogramas de<i> Misión imposible</i>,<br />doblada en España</td></tr></tbody></table>El pasado 1 de febrero, este blog inició sus actividades del año con una columna del Administrador, donde se reflexionaba sobre el funcionamiento de la cabeza del traductor más allá de las teorías sobre la traducción; vale decir, los procedimientos pragmáticos de la traducción y las perspectivas ideológicas que animaron los diferentes momentos de la historia de la traducción. Atento a esas reflexiones, hoy es el turno de abundar en la cuestión de Jorge Aulicino. <br /></span><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>La cabeza del traductor (2)</b></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Luego de leer la columna del Administrador de este blog, Jorge Fondebrider, incluida el 1 del mes andante, pensé mucho qué tengo en la cabeza como traductor. Cierto es que Fondebrider sugiere que en gran parte la traducción está regida por modas. Por ejemplo, dice, estuvo de moda enmendarle la plana al autor traducido, caso Edgar Poe, cuya prosa se supone fue mejorada por Charles Baudelaire en francés y Julio Cortázar en castellano (me pregunto de pasada qué sentido puede tener "mejorar"; cuando la plana es enmendada en otro idioma: ni Baudelaire ni Cortázar reescribieron a Poe en inglés). Luego Fondebrider menciona a quienes usan el original como trampolín para sus propios fines poéticos, esto es, los que reescriben y conducen el texto por rumbos distintos a los que parece haber tomado el autor, y en esa tesitura pone a Borges y León Felipe, traductores de Walt Whitman. Continúa la enumeración, con ejemplos de otros criterios y otros traductores. Pero la conclusión es que la época dicta en gran parte el criterio de traducción. En ese sentido, hemos ido de la libre expresión del traductor -aunque estuviera enmascarado en letra pequeña en la página de los créditos y a veces ni siquiera fuese mencionado en la edición de sus traducciones- hacia la traducción que aspira a la mayor literalidad posible (digo esto yo, no Fondebrider, quede claro). Lo cual podría significar: de lo personal a la impersonalidad. Tarea, ya lo sé, imposible. Sin embargo, Píndaro, diría “Oh, alma mía, no aspires a la vida inmortal, pero agota el campo de lo posible”,donde "alma"; podría ser reemplazada por traducción en este caso.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Ahora bien: un nuevo dictado de época se me impone cuando leo los subtítulos de series y películas escritos en España. Si leo que un agente del FBI dice "aquí pone", en lugar de aquí dice; o "leches", o "capullo", o "me mola", o, incluso, "a tomar por culo", sin contar "follón", "flipar"; "cutre","liarse", "me la suda"... pienso que el agente del FBI súbitamente se ha convertido en uno de la Guardia Civil caminera. ¿A qué estímulo de la época corresponde que el traductor no distinga niveles de lenguaje -a </span><span style="font-size: large;">veces, hablan así incluso los aristocráticos agentes del M16-? ¿O que no se repare en que un castellano tan marcadamente local </span><span style="font-size: large;">quita verosimilitud a los personajes de series habladas en inglés, </span><span style="font-size: large;">ruso, chino, coreano, etc.? ¿O que nadie piense que los </span><span style="font-size: large;">espectadores de otras regiones del castellano no hablan ni </span><span style="font-size: large;">entienden este lenguaje? Arriesgo un motivo: es política cultural de Estado, asimilada por los subtitulantes casi sin saberlo. El </span><span style="font-size: large;">español que todos debemos entender no solo es el oficial de </span><span style="font-size: large;">España, sino el más popular y corriente de esa parte del mundo... </span><span style="font-size: large;">¿Una forma torpe de colonización, según la cual los agentes del </span><span style="font-size: large;">FBI, el señor y la señora Smith, y hasta Ethan Hunt, interpretado </span><span style="font-size: large;">por Tom Cruise en la inmortal serie de películas </span><i style="font-size: large;">Misión Imposible</i><span style="font-size: large;">, son asimilados a las calles y discotecas de Madrid?</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Joder.</span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div>Jorge Fondebriderhttp://www.blogger.com/profile/02636754088627127155noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6177441355897498422.post-24672526491685859862024-02-15T00:00:00.001-03:002024-02-15T00:00:00.127-03:00Un nuevo curro cordobés: alquiler de libros<p><span style="font-size: medium;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjwQ36sfbvdd1pQ_Jbtxcb2cmuYnO2B1tXX0eGM0Vq2wsX_040QiZRZvOEuvDbxfB41rEtVc0EjmwfIFaJi7yfOTa-VsX7cQ3V0Sj4J1IxI2YIeLDhwV2KZsG1pwZdEGUNGFQG5EhO6BapJhZGfzKIwMJKi7qmuG8lvS9etAEeUCOqSjOqTUEHPyuRVN087" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="682" data-original-width="1023" height="289" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjwQ36sfbvdd1pQ_Jbtxcb2cmuYnO2B1tXX0eGM0Vq2wsX_040QiZRZvOEuvDbxfB41rEtVc0EjmwfIFaJi7yfOTa-VsX7cQ3V0Sj4J1IxI2YIeLDhwV2KZsG1pwZdEGUNGFQG5EhO6BapJhZGfzKIwMJKi7qmuG8lvS9etAEeUCOqSjOqTUEHPyuRVN087=w382-h289" width="382" /></a></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Antes, quienes no tenían dinero para comprar libros recurrían a las bibliotecas públicas o municipales. Ahora, según se lee en la nota publicada el 28 de enero pasado, en el diario <i>La Voz del Interior</i>, de Córdoba, por <b>Analía Martoglio</b>, se alquilan. En la bajada, se lee: "<span style="font-family: "PT Serif", serif;">Cuando por la crisis económica comprar libros nuevos resulta inalcanzable, alquilarlos se vuelve una opción útil para los lectores ávidos. A la par, crece el circuito de compra, venta y canje de usados".</span></span></div><p></p><b><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: center;"><b>Alquiler de libros a domicilio, una alternativa práctica y novedosa para los amantes del papel</b></div><div style="text-align: center;"><br /></div></span></b><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Leer en papel se ha vuelto un hábito cada vez más difícil de conservar, no solo por lo que hoy sale comprar un libro nuevo (cuyo valor parte de los $ 10.000 en adelante) sino también por la explosión del formato digital y los audiolibros. Sin embargo, todavía quedan estrategias para los amantes del papel, como la compra y venta de usados, el trueque, las bibliotecas populares y ahora también, la opción de alquilar.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Hace seis años una pareja de jóvenes cordobeses lleva adelante un emprendimiento basado en esta última opción y la cantidad de lectores interesados en aprovecharlo no deja de aumentar.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">“La demanda creció en estos años, llegan clientes nuevos mes a mes y nos sorprendió que se suman muchos jóvenes, no solamente la gente grande que es el público con el que más trabajamos”, cuenta a La Voz Agustina Chanquia, diseñadora gráfica y parte de “Libros Lipé”.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">El 90% de las clientas de<a href="https://www.instagram.com/libroslipe/"> Lipé </a>son mujeres a partir de los 40 años que “devoran” los libros, pero el público infanto-juvenil también tiene su espacio y es durante los meses de calor que resurge con más fuerza.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">“En verano tenemos un mix con las personas que se quedan en Córdoba y buscan leer, y las que se van a otro lado y se llevan libros para disfrutar en donde estén”, suma Agustín Saavedra, publicista y también coordinador del proyecto.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">La idea de crear un alquiler de libros surgió en el año 2018, cuando los emprendedores vieron la estantería llena de libros que la mamá y la abuela de Agustín tenían sin saber que hacer con ellos. Pensaron en venderlos o publicarlos pero les resultó engorroso.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">“Un día a la mamá de Agus se acordó de un hombre que siempre pasaba por el barrio con un carrito lleno de libros. Era como una biblioteca andante y pensamos que podía ser una buena idea. Se veía en otros países pero no en Córdoba”, relata Agustina.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Así fue que averiguaron si era posible legalmente y cuando todo estuvo en regla se lanzaron, apelando a</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">sus habilidades en diseño y marketing. Al principio les costó y todo se manejaba de boca en boca pero con el tiempo llegaron a mas personas y el amplio recibimiento fue inesperado.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Primero iniciaron en barrio Poeta Lugones y en otros barrios de la zona norte como Márques de Sobremonte, San Martín y Villa Cabrera. En pandemia se animaron a los envíos en toda la ciudad impulsados por el poco tránsito que había en las calles.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">“Ahora hacemos entregas en Carlos Paz, Villa Allende, Jesús María, Mendiolaza, Montecristo y próximamente estamos terminando una web para la entrega a nivel nacional”, dice Agustín entusiasmado. “Nos han hablado muchas personas de Buenos Aires, del sur, del norte, de Misiones. Les encanta la idea y preguntan cómo podemos hacerles llegar los libros hasta allá”, agrega.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">El alquiler en este caso sería anual con una cantidad de libros establecida, mientras que los envíos se coordinarían a través de Mercado Libre o de encomiendas.</span></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;"><br /></span></b></div><span style="font-size: medium;"><b>¿Cómo se alquilan los libros?</b><br /></span><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">En <a href="https://www.facebook.com/Lipelibros?locale=es_LA">Lipé</a> hoy cuentan con más de 3.000 títulos. Más de 2.000 son novelas de todos los géneros y el resto se divide en libros de política, finanzas, juveniles y de autoayuda o psicología.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Aunque la mayoría conoce el proyecto a través de Instagram, Facebook o el boca en boca, el contacto principal se hace por <a href="https://api.whatsapp.com/send?phone=5493543623709&text=Hola%21%20Quiero%20conocer%20el%20sistema%20de%20alquiler%20de%20libros">Whatsapp</a>. Por ese medio se comparte la<a href="https://libroslipe.wordpress.com/"> página web </a>donde el lector puede consultar el catálogo dividido en categorías.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Aunque todavía están trabajando en el desarrollo de un buscador que agilice el encuentro con el libro deseado, los jóvenes asesoran, guían y ofrecen recomendaciones de lectura para quienes lo necesiten.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Hay dos tipos de alquileres: por un mes y por dos meses. El primero incluye de 3 a 5 libros y cuesta $ 6.000 y el segundo incluye un máximo de 3 libros con un costo de $ 9.000. También está la opción especial de alquilar hasta 10 libros por $ 9.000 durante un mes. Todo depende del ritmo de lectura de cada persona.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">En caso de no terminar de leer todo, se puede renovar un próximo mes re-alquilando los títulos viejos y agregando nuevos o extender una semana más el plazo. No es necesario ser socio o pagar una membresía mensual, el servicio se puede dejar y retomar cuando el lector quiera.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Los pedidos encargados se arman una vez por semana y tanto la entrega como el retiro se realiza a domicilio.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">“Lo que hacemos es acordar una fecha y horario para llevarlo a domicilio. Pasados los 30 o 60 días volvemos a contactarnos por Whatsapp para avisarles que vamos a buscar los libros y preguntar si quieren hacer un nuevo pedido. Este servicio está incluido en el precio”, explica Agustina.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Para renovar el stock no solo compran sino que también reciben donaciones siempre que sean de libros de las categorías que actualmente ofrecen.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">“Muchos tienen una biblioteca llena, quieren hacer limpieza y no saben qué hacer con esos libros. Les da lástima tirarlos, o regalarlos cuando no saben si los van a guardar. Con nosotros saben que hay personas esperándolos que los van a leer. Nuestros libros son valiosos porque sabemos que cada uno viene de una familia distinta. Los cuidamos como si fueran nuestros”, asegura Agustín.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">La "magia" del papel</span></b></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">“Nosotros trabajamos exclusivamente libros físicos, no nos vamos a abrir a los digitales. Hay mucho de eso y queremos mantenernos en este tipo de lectura que la gente y también nosotros amamos. Tenemos 27 años y desde siempre hemos leído libros en papel, los virtuales son incómodos, te cansan la vista y te dan tener dolor de cabeza”, dice Agustín.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Agustina agrega que sus clientas los eligen porque tienen esa misma preferencia. “Siempre nos dicen que el papel tiene esa magia con el olor a las páginas, la posibilidad de ponerles un señalador, ponerlos en la mesita de luz. Tienen un encanto con el que los digitales no cuentan”.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">La opción de alquilar es una alternativa más económica que la compra y se suma a las ya habituales estrategias que los amantes del papel aplican como la compra y venta de usados y el canje.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">En esa visión mágica coinciden también algunos referentes del circuito de libros usados en Córdoba que consultados por este medio, refirieron como a pesar del auge virtual no solo no perdieron clientes, sino que además aumentaron impulsados por la crisis económica.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">“Hay mucha insistencia sobre el papel. Atrae su mística y la magia de tenerlo en la mano. No es lo mismo leer en la compu o en un e-book, son prácticas de lectura diferentes. Igualmente no creo que una vaya en desmedro de la otra sino que conviven. No me parece que porque el libro digital tome relevancia se haya dejado de leer en papel”, afirma Augusto Rocamora, dueño de La Rosa de Cobre, librería dedicada a la compra, venta y canje de usados en calle Tucumán 379.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Y agrega: “el libro usado tiene una demanda constante por varias razones. Una es porque es una alternativa al precio del libro nuevo y otra tiene que ver con la búsqueda de libros extraños o de nicho, primeras ediciones o títulos agotados”.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Hoy comprar un libro usado sale un promedio de entre $ 3.000 y $ 6.000 dependiendo el lugar, la edición y el título. También se pueden encontrar algunos a precios irrisorios de entre $ 500 y $ 2.500 y excepciones raras de títulos muy actuales en $ 8.000 o de ediciones caras en $ 20.000.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Los libreros también acuerdan en que, contra todo pronóstico, el público joven es ávido del formato papel. Así lo afirma Elizabeth Triay duela de librería San Martín ubicada en Ayacucho 14: “Está la gente grande acostumbrada al formato físico, pero mucha gente joven viene una vez al mes a comprar su lotecito de libros. Son chicos de secundaria o que están en los primeros años de la universidad que les gusta tener el libro en sus manos”.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">“El que es lector no compra un libro, compra cinco y viene todos los meses o semanas. Necesita una alternativa más barata”, suma.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">En ese sentido, Mariana Bocco remarca la atracción que genera en el público la posibilidad del canje. Como dueña de la librería Nuevo Siglo ubicada en General Paz 264, observa constantemente a los clientes que traen sus libros para cambiarlos por otros que quieren leer.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">“Nosotros se los tasamos a la mitad del valor que tiene el libro que van a comprar y estamos recibiendo mucha demanda ahora en verano y también por la crisis. Así como la falta de plata favorece algunos rubros y vuelven a resurgir los que arreglan bicicletas, las costureras y los zapateros, nosotros notamos que la gente que antes compraba todo nuevo ahora viene acá a comprar libros de segunda mano”, cuenta.</span></div>Jorge Fondebriderhttp://www.blogger.com/profile/02636754088627127155noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6177441355897498422.post-30958910026408412372024-02-14T00:00:00.001-03:002024-02-14T00:00:00.146-03:00Noticias calientes del gran país del norte<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgJ-v6_5Niwjf-Bb06Te67Z0hWNP7ct08iNmkCroSWgwFgkLdhEgACJ6YzkYiguspBSr0fj6Zu5XqhWjIOYRibCOdW4HIv5ANINztyrMBCuhp3PLYK9VbF3sa91BlL9Xy0UNLMF3xhgOOiGXZrWHyRVTcRyMzF6UBWXM9v_haIY1YYzf6vr3_l9zbPQqYlH" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="730" data-original-width="1300" height="233" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgJ-v6_5Niwjf-Bb06Te67Z0hWNP7ct08iNmkCroSWgwFgkLdhEgACJ6YzkYiguspBSr0fj6Zu5XqhWjIOYRibCOdW4HIv5ANINztyrMBCuhp3PLYK9VbF3sa91BlL9Xy0UNLMF3xhgOOiGXZrWHyRVTcRyMzF6UBWXM9v_haIY1YYzf6vr3_l9zbPQqYlH=w379-h233" width="379" /></a></span></div><span style="font-size: medium;"><br /><div style="text-align: justify;">El pasado 10 de febrero, <b>Omar Genovese</b> publicó en la sección Cultura del diario <i>Perfil</i>, de Buenos Aires, la siguiente nota, sobre una costumbre ya recurrente en los Estados Unidos. En la bajada se lee: "<b>Valentina Gomez Noriega</b>, candidata republicana a secretaria de Estado de Missouri, emuló al candidato a gobernador, Bill Eigel, quien el año pasado quemó cajas llenas de propuestas políticas de izquierda. Valentina Gomez publicó en sus redes sociales un video en el que se la ve quemando dos libros Queer, diciendo: 'Cuando esté en el cargo, estos libros arderán. Quemaré todos los libros que preparan, adoctrinan y sexualizan a nuestros niños'."</div></span><p></p><p style="text-align: center;"><b><span style="font-size: medium;">Nueva tendencia del Partido Republicano de Estados Unidos: la quema de libros</span></b></p><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">"Con sólo 24 años, he roto las normas. Con una Maestría en Administración de Empresas en Finanzas y Estrategia de la Universidad de Tulane a mis 22 años, emergí no solo con una educación sino como una mujer de principios y propósito. A lo largo de ese tiempo, desempeñé muchos roles: nadadora de la División I, vicepresidente del Consejo Empresarial Hispano, conductora de Uber e instructora de natación, siempre esforzándome, siempre superando límites. No me disculpo por rechazar la mediocridad. Estoy firmemente convencida de que con disciplina y valor para enfrentar nuestros miedos más profundos, el reino de lo posible no conoce límites. Jóvenes habitantes de Missouri, escúchenme: si yo pude hacer realidad mis sueños, ustedes también pueden hacerlo. No hay límite para tu potencial.”</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Así se define Valentina Gomez Noriega, candidata a secretaria de Estado de Missouri, Estados Unidos, por el Partido Republicano en su página web. La misma fue noticia el martes pasado tras publicar un video en sus redes sociales donde <a href="https://www.perfil.com/noticias/columnistas/fanatismo-y-quema-de-libros-por-jaime-duran-barba.phtml">quema dos libros</a> con un lanzallamas casero (que a su vez luce una boca de tiburón, similar a la que decoraba los aviones caza Spitfire norteamericanos durante la Segunda Guerra Mundial).</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Los libros destruidos por el fuego son <i>Queer: The Ultimate LGBTQ Guide for Teens </i>de Kathy Belge y Mark Bieschke (según las autoras, brinda a los adolescentes información precisa y útil sobre lo que significa ser parte de la comunidad Lgbtq); y <i>Naked</i>, versión en inglés de <i>Tout nu! Le Dictionaire Bienveillant de la Sexualité</i> de la sexóloga oriunda de Quebec, Canadá, Myriam Daguzan Bernier, con ilustraciones de la también canadiense Cécile Gariépy (una guía para adolescentes sobre salud sexual).</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Valentina Gomez Noriega, bonita, con aire desafiante, antes del acto incendiario afirma: “Estos libros provienen de una biblioteca pública de Missouri. Cuando esté en el cargo, arderán”. Y para que no queden dudas: “Cuando sea secretaria de Estado quemaré todos los libros que preparan, adoctrinan y sexualizan a nuestros niños.”</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Las declaraciones que se adjudican a su jefe de campaña política despejan todo tipo de dudas: “¿Quieres ser gay? Está bien ser gay. Simplemente no lo hagas cerca de niños. Dejen de poner libros en las bibliotecas sobre sexualización, adoctrinamiento y preparación de niños. Los niños necesitan aprender matemáticas, ciencias, desarrollar su don de gentes, ponerse en forma y al mismo tiempo proteger su inocencia. No aprender las ideologías que a la izquierda radical le encanta imponer a los niños.”</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La publicación del video en X (ex-Twitter), recibió centenares de denuncias por incitación al odio, por tanto, fue bloqueada en el mismo día. Pero, por la magia de su dueño, Elon Musk, volvió a figurar en la red y, esta vez, referida por la misma Valentina el miércoles lo difundió acompañado del siguiente mensaje: “@Elon Musk Gracias por proteger la libertad de expresión. Hemos vuelto de la censura. Dios bendiga a nuestros hijos, Dios bendiga a América. ¡No puedo darles ni un centímetro a esos izquierdistas! –@JMilei @Timcast @alx @hodgetwins”.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La arroba y nombre en los últimos tres citados implica a miembros de la red social que hacen campaña como <i>influencers</i> a favor de Donald Trump y que habían replicado el video original censurado por otros usuarios. El anterior a estos, @JMilei, es el nombre de la cuenta en X del Presidente argentino en ejercicio, <a href="https://www.perfil.com/noticias/actualidad/milei-dijo-que-la-dolarizacion-esta-muy-cerca-y-ataco-a-diputados-y-gobernadores-tienen-los-dedos-sucios.phtml">Javier Milei</a>, del que no se encuentra referencia alguna al video del incendio. Tal vez Valentina sea su admiradora y busca promocionarse en el entorno republicano.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No obstante, el jueves Valentina publica la noticia en esa misma red social sobre su suerte en otra: “Acabo de ser censurada y eliminada en Instagram. Lo diré de nuevo. Hay tres cosas en las que confío: 1. La Biblia. 2. X, gracias @Elon Musk. 3. Mi AR-15. América primero.” En otras publicaciones, cita la sigla MAGA, y no por leer <i>Rayuela </i>de Cortázar justamente, sino que en inglés significa <i>Make America Great Again</i>, el ya legendario eslogan de Donald Trump.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La bella hija de inmigrantes parece una réplica de la Sarah Connor hispana que aparece en una de las últimas versiones de la franquicia <i>Terminator</i>. Es que el electorado norteamericano de origen hispano, según el último censo, implica a 63,7 millones, lo que representa cerca del 19 por ciento del total de la población del país. En sí, políticos agresivos e indolentes para la inclusión racial, motivo de análisis que supera el espacio de esta página.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En eso de quemar objetos ya existen antecedentes en Missouri. En noviembre del año pasado, el primer candidato republicano a gobernador de ese estado, Bill Eigel, incendió, con un aparato similar al utilizado por la inquietante Valentina, varias cajas vacías que simulaban estar repletas de propuestas políticas de izquierda. Para completar la noción, posteriormente declaró que se deberían quemar los libros ofensivos. En sí, la candidata siguió la línea de su posible futuro jefe.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Mientras este ambiente de todo es válido para obtener un voto se transforma en un bien mediático normalizado, corresponde recordar que el título <i>Fahrenheit 451</i> de la novela de Ray Bradbury hace referencia a la temperatura en que arde el papel, equivalente a 233 grados Celsius.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">También, que el 10 de mayo de 1933, al poco tiempo de llegar Hitler al poder, en la Plaza de la Ópera de Berlín y en otras veintiún ciudades más, los miembros del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán quemaron libros incautados de escritores judíos, pacifistas, marxistas, opositores o del denominado “arte degenerado”. Así les fue: quemar libros es una maldición.</div></span>Jorge Fondebriderhttp://www.blogger.com/profile/02636754088627127155noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6177441355897498422.post-73657959118655283512024-02-13T00:00:00.001-03:002024-02-13T00:00:00.142-03:00Los libros no constituyen una excepción<div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhknisKwhfKj_R--vFJpprQpf8gDJyHhHPX9ZqJRikpFGXVXv650bJjMokfJ3hduB7L0GT7n65VtPAY8mupMwiGbnHX6W0NLfjT8d2qJC7_Z4Bzr2LlB4Pg9NWpv3FhGHdJMzuCTyQ7lF_E8C48CEs_GPhww6LJwkinDYRc6kFPGMOiJWobqo1BlpfcD4tC" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="558" data-original-width="313" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhknisKwhfKj_R--vFJpprQpf8gDJyHhHPX9ZqJRikpFGXVXv650bJjMokfJ3hduB7L0GT7n65VtPAY8mupMwiGbnHX6W0NLfjT8d2qJC7_Z4Bzr2LlB4Pg9NWpv3FhGHdJMzuCTyQ7lF_E8C48CEs_GPhww6LJwkinDYRc6kFPGMOiJWobqo1BlpfcD4tC" width="135" /></a></div>El pasado 9 de febrero, la agencia TELAM publicó en su portal una nota sin firma, rápidamente reproducida por la mayoría de los principales diarios argentinos. Allí se lee cómo está afectando la presente crisis, fogoneada por el gobierno, al mundo del libro. En la bajada se lee: "El titular de la cámara del sector, <b>Juan Manuel Pampín</b>, manifestó preocupación por la situación de la industria y los costos de los insumos, respecto al año pasado. Además, advirtió que "este año viene muy flojo, con costos altísimos".</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><b><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: center;"><b>Aseguran que cayó un 30% la venta de libros en el país</b></div><div style="text-align: center;"><b><br /></b></div></span></b><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">El presidente de la Cámara Argentina del Libro y de ediciones Corregidor, Juan Manuel Pampín, mostró este viernes su preocupación ante la situación de la industria y los costos de los insumos, al tiempo que advirtió por "la caída del 30% en la venta de libros".</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">"La industria está complicada con caídas muy fuertes de las ventas en un 30% respecto del año pasado y este año viene muy floja la industria con costos altísimos", sostuvo.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">En ese aspecto, agregó que la materia prima esencial sufrió un proceso de encarecimiento importante "del orden del 55% en el papel", por lo que reclamó "acciones para poder sobrellevar la situación".</span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Al mismo tiempo, Pampín valoró la reunión que mantuvieron con el gobernador bonaerense, Axel Kicillof y el ministro de la Producción, Augusto Costa, donde explicaron la situación que atraviesa la industria del libro y la preocupación ante la situación económica actual.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">"Le propusimos al gobernador una industria argentina del libro porque tenemos la fuerza y el intelecto para poder realizarlo", sostuvo en diálogo con Radio Provincia, y explicó que "Argentina produce y hay autores argentinos que traspasan las fronteras. Lo que necesitamos es apoyo para poder trabajar y el papel que es materia prima absoluta para nosotros lo tenemos que pagar en contado".</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Por último, reveló que "en Argentina hay un oligopolio de celulosa y el precio del papel está a nivel internacional, es por ello que estamos pidiendo ante Nación reuniones por todos lados pero no hemos logrado que nos atiendan.</span></div><b><div style="text-align: justify;"><span style="background-color: white; color: #252525; font-family: Montserrat, sans-serif; font-weight: 400; text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="background-color: white; color: #252525; font-family: Montserrat, sans-serif; font-size: 16px; font-weight: 400; text-align: left;"><br /></span></div></b>Jorge Fondebriderhttp://www.blogger.com/profile/02636754088627127155noreply@blogger.com0