Al paso, al trote...
Traducir rápido es como galopar – viene el impulso y te pone a teclear como si fueras un caballo espoleado y de pronto sentís que vas cubriendo terreno, llenás de letras la pantalla en blanco como el caballo deja doble huella en la tierra sin pasto.
(Claro que después habrá que volver sobre las huellas).
Comentarios
A veces, sin embargo, me parece una travesía ágil pero llena de incertidumbre... voy rápido y no sé si estoy haciendo justicia a lo que traduzco y deseo parar y volver sobre mis pasos... pero una vez en racha, lo único que puedo hacer es dejarme llevar. Ya aparecerá un escollo que me frene y me derribe de la montura.
María (Madrid)
13 de julio de 2010 19:56
sí, claro, por eso pronto volvemos sobre nuestras huellas... viste que en la velocidad siempre está, por debajo de la adrenalina, esa doble sensación de "estaré haciéndolo bien?" y "contra qué me chocaré?".
Estoy revisando un traducción muy floja; tengo las piernas llenas de moretones y chichones varios en la frente. Imposible cobrar impulso.
Nora
Laura Wittner dijo...
ah, nori, no; si el texto de base está mal, es todo el trayecto al paso...