Nos ha llegado la noticia de que, durante los días 14, 15 y 16 de septiembre, en el Aula Magna de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, se realizará un primer congreso internacional de correctores de textos en español. Según se indica en el flyer correspondiente, está organizado por la Fundación Litterae/Casa del Corrector (de la Argentina, una empresa privada, no reñida con el lucro, que dice haber nacido "para difundir el uso correcto del idioma español"), por la Asociación de Profesionales de la Edición y Corrección (PEAC; de México), por la Unión de Correctores (UNICO; de España), por la Asociación de Correctores de Textos (ASCOT; del Perú), siendo co-organizadora la Facultad de Derecho de la U.B.A.
Los objetivos que se declaran son 1) fomentar la unión entre profesionales de la corrección en español, 2) consensuar un perfil de profesional, 3) definir procedimientos de trabajo de corrección, 4) compartir, debatir y unificar criterios, metodolofía y recursos, 5) dar a conocer la necesidad de la corrección de textos en todos los sectores profesionales, y 6) consolidar una imagen internacional del corrector en español.
Tanto el programa completo, como los oradores, auspicios y patrocinadores pueden consultarse acudiendo a http://www.congresocorrectores.org/home
Ahora bien, algunas observaciones.
La lista de oradores no especifica cuál es la relación que estos tienen con la corrección profesional ni en qué campo operan. Tampoco, en el caso en que efectivamente sean correctores, si se trata de independientes o de correctores ligados a agencias, fundaciones o academias y, por lo tanto, con intereses comerciales específicos que, certificación mediante, les permitan algún tipo de beneficio particular.
Luego, está claro que los correctores no son convocados a este congreso para establecer una normativa general para todo el castellano (algo de lo que ya se encargan las academias, con la RAE como nave insignia, papel que en 1492 le tocó a la "Santa María"), sino para plantear algún tipo de definición sobre el perfil del corrector. Pero así como existen traductores públicos, traductores técnicos y científicos, y traductores literarios, debería considerarse entonces la existencia de correctores públicos, correctores técnicos y científicos, y correctores literarios, cada uno con las características y especificidades que las tareas que realizan requieren. Por lo tanto, puesto que no hay un único perfil de traductor y mucho menos una normativa común para todas sus subespecies, no habría por qué imaginar la necesidad de un único papel, un único perfil o una única normativa para los correctores, salvo que alguien quisiera establecer una metodología de la corrección única e institucionalizada con fines que podemos sospechar aviesos.
Digamos, por último, que la certificación de un canon de corrección bien podría suponer la oficialización o pseudoficialización de un modelo de lengua común por parte de los mismos países que plantean la necesidad de la diversidad cultural. También, la dictadura de unas obras y recursos de consulta o referencia muy concretos: los que intentan vender las academias, esas instituciones que, en un esfuerzo magnífico de imaginación acuerdan que los correctores pongan "folclore" en lugar de "folklore", como si la letra k no existiera en castellano. No sorprende entonces que algunas de esas instituciones, así como algunas empresas editoriales vinculadas a estas últimas, sean quienes promueven este congreso.
hasta donde sé, Unico, la asociación que agrupa a muchos de los correctores de españa, también está íntimamente vinculada a una empresa, cálamo & cran, que se dedica a la formaciónno reglada de correctores y, últimamente, de traductores, tanto técnicos como literarios. no obstante, no seré yo quien encuentre en esa relación motivos de sospecha, toda vez que desde hace unos meses yo mismo estoy vinculado a una agencia (knowhaus) que incluso se ha dado a conocer en este blog. por otra parte, no creo, o en todo caso no me parece pertinente, que el encuentro pueda plantearse la elaboración de un canon de corrección o unas pautas generales de uso lingüístico para todo el ámbito hispano; en cambio, veo muy necesario que los correctores salgan del cono de sombra -aún mayor que el de los traductores- al que están relegados, discutan, intercambien información, contrasten sus metodologías y cobren la visibilidad que les corresponde, porque la dignificación profesional de la traducción pasa casi de manera indisoluble por la de la dignificación de las condiciones profesionales de los correctores. no hay traducción buena sin buena corrección. sería interesante que en alguno de los paneles hubiera, pues, traductores.
ResponderEliminar.¿No tienen correctores para corregir el programa de este congreso de corrección? Hay bastantes errorcillos. No diré cuáles porque no me han invitado....
ResponderEliminarSería interesante que en los paneles hubiera expertos del calibre de Martínez de Sousa (que no aparece en ningún lugar de la web del congreso, porque no participa) y correctores independientes de todas partes. Muchísimos no están adheridos a ninguna de esas asociaciones. De hecho, no se conoce el número de afiliados de las 3 asociaciones organizadoras, y no se puede deducir qué representatividad tienen. Estimo que muy baja.
ResponderEliminarAdemás, a un congreso en Buenos Aires en el que hay un coste de inscripción podrán acudir sólo correctores de la región de Buenos Aires dispuestos al dispendio, y tal vez algún uruguayo. Esta profesión es de pobres y tanta grandilocuencia ("congreso internacional") está fuera de lugar cuando lo organizan y asisten un puñado.
De la relación de las asociaciones convocantes con empresas, hay que añadir a lo que se anota en este post sobre Litterae y a lo dicho por Erhenhaus respecto a UniCo-Cálamo & Cran estos otros datos:
Profesionales de la Edición de México es una asociación que lleva impartiendo un Diplomado en Corrección Profesional de Estilo desde el 2009:
http://www.peacmexico.mex.tl/2495_Que-hemos-hecho.html
En favor de esa diplomatura hay que decir que parte del profesorado es bueno. Pero parecen entender también las actividades asociativas como académico-comerciales. Para una diplomatura está la universidad. Las asociaciones sin verdadero ánimo de lucro sólo dictan brevísimos talleres de actualización.
ASCOT, la asociación peruana, funciona también como empresa de servicios lingüísticos, de una forma mucho más descarada:
http://www.correctoresdelperu.com/servicios.html
Junto con la Academia Peruana de la Lengua, organizó hace pocos meses un encuentro de correctores, al que acudieron algunos de los demás organizadores del "Congreso Internacional":
http://academiaperuanadelalengua.org/correctores
He de decir, por último, que viendo cómo estas asociaciones mercantilizan su función, no me extraña que surjan empresas de representantes de correctores como Knowhaus. Al menos dicen claramente que son empresas y no montan congresos de autopromoción y de loa de las academias, sus productos y productores, y su español estándar-patria común.
muy interesantes los datos sobre vicios privados y públicas virtudes en el áspero y vituperado sector de la corrección, silvia. en cuanto a knowhaus, dos puntualizaciones casi frívolas: si aspiramos a representar a correctores ante las editoriales es porque éstas lo empiezan a pedir -es decir, porque el implacable mercado lo demanda-; la otra es que mi apellido se escribe ehrenhaus (sé que es absurdamente difícil, pero ya que hablamos de correcciones...).
ResponderEliminarentiendo que somos vecinos de posgrado: hace ya siete cursos que doy clases en el de traducción literaria del idec; si te apetece, quedamos algún día e intercambiamos pareceres.