El
Club de Traductores Literarios de Buenos Aires se dio el lujo de contar con la historiadora
Lila Caimari para que en el día de ayer, luego de referirse a las singularidades con que se enfrentan los historiadores cuando narran los acontecimientos que estudian, se ocupó de presentar algunos de los muchos problemas con los que tienen que vérselas los traductores cuando tienen que traducir historia. Con la claridad que acostumbra, lo hizo brillantemente, tal como puede verse en
Lila Caimari es historiadora. Investigadora independiente del CONICET, obtuvo su doctorado en Ciencias Políticas en el Institut d’Etudes Politiques de Paris. Entre sus libros se mencionan Peróm y la Iglesia católica (Emecé, 1995/reeditado en 2010); Apenas un delincuente. Crimen, castigo y cultura en la Argentina (1880-1955) (Siglo XXI, 2004), La ciudad y el crimen (Sudamericana, 2009) y la compilación La ley de los profanos (Fondo de Cultura Económica, 2007). Asimismo, ha publicado numerosos artículos en revistas académicas y capítulos en libros colectivos, en el país y el exterior. Actualmente investiga sobre policía y orden urbano en Buenos Aires de inicios del siglo XX, y dirige el grupo de investigación histórica “Crimen y Sociedad”, radicado en la Universidad de San Andrés.
Fotos: Agustín Spinetto
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