La noticia tiene unos meses. Fue publicada en
La Tercera, de Chile, y demuestra una ignorancia supina por lo que es
James Joyce, y una singular falta de respeto por las memoria del escritor y traductor cubano
Guillermo Cabrera Infante y por la del escritor y traductor español
Eduardo Chamorro. Dicho de otra manera, el artículo sin firma, publicado el 18 de septiembre de 2011, es una sumatoria de perogrulladas y una demostración de todo lo que el periodismo cultural no debe ser. Por lo pronto, reproduce acríticamente una noticia publicada en el diario español
El Mundo, a propósito de una nueva traducción española de
Dublineses que reemplazaría la traducción canónica de Cabrera Infante. Uno podría hasta entender que un diario español celebre eso, pero no que un diario latinoamericano reproduzca la información sin comentarla. Luego, compara trivialidades de una y otra traducción sin inferir nada de éstas (y habría bastante qué decir). Es probable que los amigos del diario chileno le hayan dado fuerte al pisco. Si no, no se explica tanta pavada junta.
Publican nueva traducción de Joyce
A inicios de los 70, el escritor cubano Guillermo Cabrera Infante se hizo cargo de la traducción de
Dublineses, célebre volumen de cuentos de James Joyce. Hasta ahora, era su versión la que imprimía periódicamente editorial Alianza. Hubo un cambio: el sello acaba de distribuir una nueva traducción del libro, a cargo de Eduardo Chamorro. Y las diferencias son evidentes. Según informa el diario
El Mundo, prácticamente todas las frases escogidas por Cabrera Infante y Chamorro para traer al castellano a Joyce son distintas. El autor de
Tres tristes tigres, dicen, había optado por una traducción libre.
No hay modificaciones en los contenidos, sino en la forma: la "Miss Kate" del cubano, en la versión de Chamorro es sólo "señorita Kate"; el primero habla de "chiquitas", el segundo de "chavalas"; según Cabrera Infante, los ojos del inicio del cuento
Duplicados son "botados"; para Chamorro son "exoftálmicos". Y así sigue: Joyce ahora tiene un nuevo tono.
Creo que dice "un nuevo tono", no "un nuevo tomo". Ahora, ¿este Chamorro es el mismo de la "vulgar operación comercial", el del "vandalismo", el de la "masacre" sobre la traducción de Salas Subirat del Ulysses denunciado por Saer?
ResponderEliminarLeandro Fanzone
Efectivamente, Leandro. El Chamorro en cuestión es el mismo al que se refiere Saer. Para más datos, ver el link http://www.elcultural.es/version_papel/LETRAS/9723/100_anos_de_la_aventura_del_Ulises_de_James_Joyce
ResponderEliminarY si alguien no leyó lo escrito por Saer, puede hacerlo en este mismo blog, en la entrada correspondiente al 28 de junio de 2009 o llegando, por la columna de la derecha, al ítem "Juan José Saer". Ahí, consultar la cuarta entrada.
Y tenés razón, Leandro. Es "tono", no "tomo", pero tanta estupidez terminó por ofuscarme y hacerme leer lo que no era. Gracias por la corrección, que ya fue incluida en la entrada.
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