El 4 de octubre pasado, Virginia Bautista publicó en Excelsior, de México, la siguiente entrevista con Joaquín
Díez-Canedo, editor y traductor, ex director editorial del Fondo de Cultura
Económica, ahora al frente de Publicaciones y Fomento Editorial de la
Universidad Nacional Autónoma de México. Según la bajada de la nota: “El timón de
Publicaciones y Fomento Editorial de la máxima casa de estudios asume un
“compromiso radical”, que implica acrecentar la venta de libros”
Joaquín Díez-Canedo fija meta ambiciosa
CIUDAD DE MÉXICO.
El editor Joaquín Díez-Canedo Flores (1955) acepta “el compromiso radical”, “la meta ambiciosa”, de duplicar en dos años las ventas de los libros que publica la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El editor Joaquín Díez-Canedo Flores (1955) acepta “el compromiso radical”, “la meta ambiciosa”, de duplicar en dos años las ventas de los libros que publica la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Al
frente de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM desde el pasado 23 de
febrero, el también traductor busca que “la gran productora de conocimiento del
país” plasme esta labor en sus libros y que éstos lleguen verdaderamente al
público en general, además del universitario.
Quiero tomar el
compromiso de vender bastante más, el doble de lo que vendemos. Esto es
posible, porque realmente los libros de la UNAM se distribuyen y se venden muy
poco. Se puede vender más porque los contenidos son muy pertinentes. Aquí está
la gente más preparada y talentosa”, comenta.
En
entrevista con Excélsior, el director
general de la dependencia detalla que actualmente venden más o menos 20
millones de pesos al año, cuando deberían vender cien millones. “Vendemos 150
mil ejemplares al año, cuando deberían ser medio millón de ejemplares sin mucho
problema”, afirma sin dudar.
Quien
realizó estudios de Física en la UNAM y de traducción en El Colegio de
México explica que la meta de distribución para el año que entra “es por lo
menos crecer un 25 por ciento, vender unos 30 mil ejemplares más, incluso un 50
por ciento. Y en el 2019, en dos años, duplicar el volumen de ventas”.
Admite
que la máxima casa de estudios del país, que publica unos dos mil títulos al
año, entre novedades y reimpresiones, “que representan 10 por ciento de la
producción total de la industria editorial mexicana”, nunca ha distribuido sus
títulos lo suficientemente bien.
Creo que hay una fama
de que los libros de la universidad no son fáciles de encontrar, más allá de
las librerías universitarias y de las ferias. La distribución es el mayor reto,
pues se debe mover la producción que realizan 120 dependencias universitarias”,
agrega.
El
exdirector de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos de la SEP
destaca que, con un catálogo histórico de unos 21 mil títulos, de los cuales 6
mil son acervo vivo, la UNAM es “una especie de federación de editoriales,
porque cada facultad, cada instituto, tiene su propio programa de
publicaciones”.
Dice
que las dependencias que publican el 80 por ciento de lo que venden son Fomento
Editorial, la Coordinación de Humanidades, la Dirección de Literatura, los
institutos de investigaciones Jurídicas, Estéticas, Históricas, Antropológicas
y Filológicas; así como las facultades de Economía, Filosofía y Letras y
Ciencias Políticas y Sociales.
Con
una planta laboral de 174 personas, esta dependencia es el producto de la
fusión de dos organismos ocurrida el 6 de febrero de 1997: de la Dirección
General de Publicaciones, que nació en 1955, y la Dirección General de Fomento
Editorial, que se creó en 1986.
DISTINTOS FRENTES
Quien
dirigió el sello paraestatal Fondo de Cultura Económica encabeza ahora una
dirección que trabaja en varios frentes: publica, promueve y distribuye los
libros que producen 120 dependencias, capacita al personal de éstas relacionado
con la edición, coordina seis librerías, representa a la UNAM en las ferias del
libro del país, digitaliza el acervo y procura dar mayor movilidad al almacén.
Lo que le corresponde
a Publicaciones y Fomento Editorial es organizar y coordinar toda la producción
de la UNAM. Cada instituto o facultad es totalmente autónomo de publicar lo que
le convenga. Lo que sí se les pide es que haya comités editoriales y que las
obras estén dictaminadas, que tengan ISBN”, explica.
El
nieto del poeta Enrique Díez-Canedo e hijo del reconocido editor Joaquín
Díez-Canedo Manteca —fundador de la editorial Joaquín Mortiz—, narra que
siempre ha existido un intento pormenorizado de ordenar la actividad editorial
en la universidad. “Se elaboraron unas normas editoriales a seguir, que son
obligatorias, aunque no hay sanciones si no se cumplen”.
Destaca
que esto se complementa con una tarea de capacitación sobre temas como derechos
de autor, producción editorial y libros electrónicos. “Tenemos además
centralizada la plataforma donde están en línea todas las revistas de la UNAM,
que son 140. Y también aquí damos capacitación en el uso de una plataforma para
producir estas publicaciones”.
Para
agilizar la distribución, Díez-Canedo planea, dependiendo del tipo de título,
utilizar las librerías físicas y la electrónica para los libros de papel; las
plataformas en línea y la edición de libros electrónicos, así como la
publicación a pequeña escala.
Tenemos canales para
distribuir libros bajo demanda, pero existen pocos títulos. Básicamente por una
cuestión de formatos; pero, sobre todo, de derechos de autor. Es decir, no
tenemos la certeza de que todos esos títulos tengan autorización para reimprimirse
en pequeña cantidad bajo demanda, o para publicarse de manera electrónica”,
detalla.
Entonces, también
procuramos ayudar a las dependencias a ponerse al corriente en esto. Les
solicitamos que escojan los cinco libros de más amplio interés para convertirlos
en electrónicos, sólo que tienen que resolver el tema de los derechos”, agrega.
Afirma
que actualmente sólo tienen 90 libros electrónicos a la venta y que él quisiera
que este acervo sume rápidamente 500 o mil títulos.
LIBRERÍAS Y FERIAS
El
exdirector editorial de la Universidad Veracruzana admite que, a pesar de que
la UNAM tiene acuerdos de distribución con la mayoría de las librerías del
país, sus libros no poseen una buena presencia en ellas.
Tal vez porque es un
catálogo muy amplio. Además, nuestro almacén no es tan ágil para mover las
novedades. Ese es otro reto, tener un almacén con un mejor servicio, que recoja
con celeridad las devoluciones, que las procese, que haya alguien que muestre a
los compradores de estas grandes cadenas los libros nuevos, que los persuada”,
asegura.
En
este sentido, prosigue el editor, la comunidad universitaria está bien
atendida, pues tienen seis librerías, tres dentro de la UNAM y otras tres en
zonas clave de la ciudad; pero “debemos reforzar nuestra presencia en las
librerías para llegar al público en general”.
Las
librerías de CU, detalla, se localizan en la Tienda de la UNAM, la Enrique
González Casanova a un costado de Rectoría, y la Jaime García Terrés, a la
entrada del campus. Y las externas se ubican en la Casa del Libro, en la
colonia Roma, en el Pasaje Zócalo-Pino Suárez y en el Palacio de Minería.
Está además la Julio
Torri, en el Centro Cultural Universitario, que depende aún de la Coordinación
de Difusión Cultural”, apunta.
Joaquín
Díez-Canedo confiesa que desea cambiar la dinámica de participación de la UNAM
en las 46 ferias del libro en las que participa, incluidas las propias.
“Representamos a la universidad en las ferias del libro del país. Debemos tener
la capacidad de dar un buen servicio de promoción y difusión y también de
comercialización y distribución a las 120 dependencias que publican”.
Señala
que evaluarán a qué ferias irán todos los años y en cuáles alternarán su
presencia un año si y otro no. “Nos interesa apoyar a las ferias, pues algunas
son organizadas por universidades, pero a veces no salen los costos. No
queremos perder la presencia en ninguna y llevaremos más libros a las más
importantes”.
Adelanta
que en la FIL de Guadalajara la UNAM exhibirá este año unos 50 mil ejemplares,
más las 140 revistas, “que al menos una vez al año tengan visibilidad en su
conjunto”. Y agrega que en la distribución de los libros en el stand se verá
la estructura de publicaciones que tiene la universidad, para que los lectores
se familiaricen con las dependencias editoras.
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