Sonia
Abián (Posadas,
1966) es una artista plástica argentina. El siguiente texto, que incluyó en su
blog, debe leerse en el contexto de la entrada publicada en este blog el día de ayer. Se
refiere a la polémica surgida en España entre el idiota de Arturo Pérez Reverte
y Carmen Calvo, vicepresidente del Gobierno español, a propósito de la posibilidad
de modificar la Constitución española para dejar de lado el masculino universal en favor de un lenguaje más
inclusivo. Luego de que Calvo pidiera su opinión a la Real Academia, Pérez
Reverte reaccionó airadamente, amenazando con renunciar a la institución (información que puede ampliarse en la entrada de este blog correspondiente al 16 de julio pasado).
Mire el cuadro y diga: “en el nombre del
padre,
del hijo, del espíritu santo amén” ¿Quién
quedó sin nombrar?
El Sr. Pérez Reverte, escritor y
periodista, opina que el lenguaje inclusivo atenta contra el principio de
economía del lenguaje, y por ende contra la Real Academia Española,
institución que es una y trina como ya sabemos y de la cual es miembro. O
miembra. Considera que decir niños y niñas, en vez de solo niños, es
una”duplicación” del sustantivo innecesaria. Ha dado en el clavo. Porque la
propuesta presentada por la vicepresidenta del Gobierno para adecuar la Constitución
a un lenguaje inclusivo va de eso, de cambiar el principio de economía que rige
el lenguaje… y que tiene raíces teológicas.
Así lo demuestra un cuadro colonial anónimo del siglo XVIII, pintado en lo que fue el Virreinato del Perú. Representa una santísima trinidad dos veces. Una de forma figurativa y otra de forma abstracta. ¿Será una duplicación innecesaria? No. En este caso se trata de machar el mensaje para que quede bien claro. El hombre con tres rostros vendría a ser dios. Sostiene ante sí un esquema donde sus tres caras hallan correspondencia lingüística: las palabras “padre”, “hijo”, “espíritu santo”, “dios” unidos por un verbo. El gráfico muestra además la imagen de María, de pie sobre “dios”, pero excluida de su rostro y también de sus nombres. Su ausencia en el lenguaje resume el principio de economía trinitaria por el cual se rige la RAE: la exclusión inclusiva de las mujeres. Por un lado, María es necesaria para que la trinidad exista, y por otro no tiene poder porque está excluida de ella. Llegó la hora de acabar con esta lógica y cortar esta vieja trenza. En palabras de Carmen Calvo: “No hemos llegado hasta aquí para hacer política de mujeres y para mujeres; estamos aquí para darle un giro a la democracia”.
Por supuesto no entiende qué es la Trinidad. Es pueril.
ResponderEliminar