“Infobae
Cultura visitó Andenbuch, Bartleby & Co. y La Escalera, tres espacios
especializados en libros en castellano. Sus historias, propuestas literarias,
actividades y cómo se transformaron en un centro de reunión para residentes
extranjeros, turistas y locales.” Eso dice la bajada de la nota que firma
Grabiela Meyer, el pasado 11 de enero.
Berlín con acento español: un recorrido
por tres preciosas librerías “latinoamericanas”
por tres preciosas librerías “latinoamericanas”
en la capital alemana
Las letras en español reinan
en estas tres pequeñas islas hispanohablantes de la capital germana. Son
espacios cálidos, que privilegian un catálogo selecto y se conciben como punto
de encuentro.
Porque
muchos latinoamericanos y españoles -algunos emigrados de larga data, otros
turistas fugaces- descubren allí un refugio de lecturas y charlas en su idioma,
donde escapar por un rato del alemán y dejarse envolver por los sonidos
familiares de su lengua.
Estas
librerías al otro lado del Atlántico llaman a acercarse con una intensa agenda
de actividades gratuitas y miles de volúmenes en español, entre nuevos y
usados. Y, por supuesto, los visitantes también están invitados a perderse por
un rato en ese viaje errante e inigualable que comienza al hojear un libro al
azar.
Andenbuch, una
librería con historia
La
pionera Andenbuch “fue
la primera librería latinoamericana que hubo en Berlín”, señala su dueña, la
argentina Teresa Cosci, a Infobae Cultura. El local en la
Bergmannstrasse 59 del barrio de Kreuzberg no da a la calle, sino que se
encuentra en un idílico patio interno.
Teresa repasa con orgullo la
historia de su librería y espacio cultural: “En 1984 un grupo de exiliados
políticos de Chile -una pareja de chilenos-, uruguayos y argentinos crearon
Andenbuch, que quiere decir libros de los Andes”. Su primer local estuvo en el
barrio de Schöneberg y por allí pasaron, entre otros, el uruguayo Eduardo Galeano y la chilena Isabel Allende.
Ese
colectivo duró algunos años, “hasta que la siguió teniendo el uruguayo-alemán Thomas Rübens, uno de los del grupo. Y
logró al poco tiempo comprar la antigua Romanische Buchhandlung de Berlín. Se
instaló en el local que tenía esa librería románica y empezó a trabajar todos
los idiomas románicos. Porque en esa época, antes de la caída del Muro, no
había librerías en español. Había algunas internacionales que tenían un poquito
nada más de español, pero eran difíciles de conseguir”.
Tras la
caída del Muro, la ciudad cambió muchísimo y empezaron a abrirse otras
librerías: portuguesas, italianas, brasileñas y francesas, refiere la actual
dueña de Andenbuch, que reside en Berlín desde 1987. “Y poco después, en el
2000, fue la gran salida de Amazon a vender, y los grandes supermercados podían
ya vender libros. Eso mató muchas librerías. Entre ellas se fue abajo Andenbuch”.
Su
dueño cerró el local, pero tenía tantos clientes que la manejaba online en su
casa y a través de pedidos por teléfono. “Y desde hace unos seis años que la
compré. La tuve cuatro años y medio también o cinco en mi casa, online, y
buscaba y buscaba local hasta que encontré este precioso hace dos años. Y, como
un sueño cumplido, el espacio que no sea solo librería, sino también un lugar
de encuentro, de debate, de charlas”, se entusiasma la librera y locutora
nacida en Villa Mercedes, San Luis.
Desde la luminosa librería de
paredes blancas y anaqueles de madera oscura, poblados de incontables títulos,
indica: “Tengo la posibilidad de abrir solamente tres días a la semana, porque
trabajo en otro lado también. No se puede vivir solamente de una librería, pero
atrae a mucha gente latinoamericana, alemana, que le interesa Latinoamérica, o
que está aprendiendo español”.
De Bartlebys y
Escaleras
A poco
más de un kilómetro y medio de Andenbuch se encuentra Bartleby & Co., en el número 2 de
la Boppstrasse, que dispone además de una biblioteca de préstamo. Con apenas
descender algunos escalones, se accede al local de cálido diseño, dominado por
el blanco.
“Creo
que lo que más sorprende es entrar en un espacio en el corazón de Berlín en el
que todo es español, las conversaciones, los libros”, considera su dueña, la
española Ana S. Pareja.
“La
idea de abrir una librería hispana en la ciudad surgió en varias charlas
informales entre amigos. Me asocié con dos de ellos y como por aquel entonces
los alquileres en Berlín todavía eran baratos y parecía relativamente sencillo
empezar un negocio pequeño, nos pusimos manos a la obra”, rememora.
Bartleby & Co.
abrió sus puertas en octubre de 2013 en la zona de Graefekiez en Kreuzberg.
“Cuando llegué a Berlín no existía ninguna librería con libros en castellano
con una oferta amplia y variada de libros a precios accesibles y eso es lo que
nos propusimos crear. En un primer momento la librería iba a llamarse 2666,
en honor a la novela de Bolaño.
Nos dio miedo que nuestros vecinos alemanes pensasen que el local de la
librería era algún lugar destinado al satanismo y, por ese motivo, elegimos
Bartleby y compañía”, explica a Infobae
Cultura.
“Siempre nos había gustado
mucho ese librito de Vila-Matas y
veíamos gracioso el juego con la ñ, tan española, y el hecho de que tres
personas que no eran libreros abriesen una librería, como los escritores sin
obra o Bartleby, que
hubiera preferido no hacerlo”, cuenta la librera que vive hace unos siete años
en la capital de Alemania.
Mientras
tanto, La Escalera, la única de las tres especializada en libros de
viejo, se asentó en 2014 en el barrio de Prenzlauer Berg. Su iniciador es el
colombiano Germán Restrepo, que abrió la librería en marzo de 2010.
Su
primer local fue en el Tacheles, “un edificio mítico, ocupado por artistas, que
ya no existe. Y se llama La
Escalera porque estaba en el hueco de una escalera; (Germán) empezó
a poner libros ahí. El más caro salía cinco euros. Yo de hecho iba a comprar
libros. Estaba en Mitte, muy cerca del Instituto Cervantes”, dice José Luis Pizzi, que colabora en la
librería que abre de martes a sábados.
La
siguiente base de La Escalera estuvo
en un bar-librería en el barrio de Friedrichshain, relata José Luis, abogado
que descubrió su vocación por la escritura y oriundo de Ingeniero Huergo,
provincia de Río Negro.
Para llegar a La Escalera, al
igual que a Andenbuch, hay que adentrarse por los pasillos de una típica
edificación berlinesa. “Se paga un alquiler relativamente bajo, porque no da a
la calle. Viste que en Berlín hay muchos lugares que no dan a la vereda, sino
que es el Berlín profundo del interior, y éste es uno de ellos. Porque es muy
difícil mantener. No hay millonarios libreros, yo no conozco”, apunta, mientras
guía a Infobae Cultura por los secretos del pequeño local en la
Kopenhagener Strasse 73.
El
autor de varios libros, entre ellos la novela El actor, conoció a Restrepo
durante una presentación en La
Rayuela, la librería hispana en Berlín que cerró sus puertas en 2017. “Me
dijo ‘¿por qué no te venís un día a ver la librería?’. Y vine y me quedé hasta
hoy”.
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