En una semana signada por la noticia de la casi desaparición del Programa Sur, el pasado 12 de marzo, Silvina Friera publicó un artículo en el diario Página 12, a propósito de la nominación de una escritora argentina al Booker Prize y la importancia que para ello tuvo el incentivo a la traducción otorgado hasta ahora por la Cancillería Argentina. En la bajada se lee: "La novela fue publicada por Charco Press, una editorial independiente radicada en Edimburgo que se especializa en ficción latinoamericana contemporánea. La traducción al inglés se realizó gracias al Programa Sur, que será reducido drásticamente: pasaría de 320.000 dólares anuales a 30.000. "Es un horror la manera en que no sólo la cultura sino el país entero está siendo completamente desguazado por este gobierno”, dice la escritora argentina.
Selva Almada, nominada al Premio Booker Internacional
Las traiciones, la muerte inesperada y lo que provoca en quienes siguen vivos atraviesan una novela argentina que se proyecta en el mundo. No es un río, de Selva Almada, es semifinalista del Premio Booker Internacional; la única autora argentina en un listado en el que figuran también la peruana Gabriela Wiener, el venezolano Rodrigo Calderón y el brasileño Itamar Vieira Junior. Not a River, en versión de la traductora Annie McDermott, ha sido publicada por Charco Press, una editorial independiente radicada en Edimburgo (Escocia) que se especializa en ficción latinoamericana contemporánea. Esta es la cuarta nominación en seis años que recibe un libro de la editorial que fundó y dirige la traductora y editora argentina Carolina Orloff. Las nominadas previamente son escritoras argentinas (Ariana Harwicz, Gabriela Cabezón Cámara y Claudia Piñeiro) y todos los libros se tradujeron gracias al Programa Sur, que será reducido drásticamente por el gobierno de ultraderecha encabezado por Javier Milei: pasaría de 320.000 dólares a 30.000, con lo que podría financiar apenas diez títulos por año.
Almada (Villa Elisa, Entre Ríos, 1973) reconoce que es una “alegría enorme” estar en la lista del Booker. “Me alegra que sea con esta novela, que se publicó hace unos meses en Charco Press, una editorial que ya editó varios de mis libros y que viene abriendo un camino muy importante para la literatura latinoamericana en lengua inglesa”, destaca la escritora y agrega que le interesaba explorar en No es un río -que cierra la trilogía de varones que comenzó con El viento que arrasa y continuó con Ladrilleros- la síntesis, la condensación y al mismo tiempo “un lirismo profundamente relacionado al territorio en el que se mueven los personajes: el lenguaje del río, del monte y todo lo que los habita”.
“Todo lo que está sucediendo en materia de cierres y recortes a instituciones y programas culturales es espantoso. Gracias al Programa Sur la literatura argentina contemporánea se publica, se lee, se premia en decenas de países y lenguas; sus autoras y autores son reconocidos en el mundo porque sus libros llegan a lectores y lectoras gracias a las traducciones. Es un horror que se pretenda recortar este programa como es un horror la manera en que no sólo la cultura sino el país entero está siendo completamente desguazado por este gobierno”, plantea Almada. Los seis libros finalistas, lo que se conoce como la “lista corta, serán anunciados el 9 de abril y la ganadora o el ganador se conocerá el 21 de mayo. La escritora argentina que más veces estuvo en el listado del Booker fue Samanta Schweblin. En 2017 fue finalista con Distancia de rescate, en 2020 participó con el libro de cuentos Pájaros en la boca y en 2021 con la novela Kentukis. Ariana Harwicz estuvo en la “lista larga” con Matate, amor en 2018. Gabriela Cabezón Cámara compitió en la “lista corta” con Las aventuras de la China Iron en 2020. Mariana Enriquez llegó a la final con Los peligros de fumar en la cama en 2021 y Claudia Piñeiro con Elena sabe en 2022.
El Booker Internacional premia a los autores y traductores de una obra de ficción publicada en Irlanda y el Reino Unido con 50 mil libras esterlinas que se divide en partes iguales: la mitad para el escritor y la otra mitad para el traductor. Además de No es un río, están en la lista de los seleccionados las novelas Simpatía, del venezolano Rodrigo Blanco Calderón; Huaco Retrato, de la peruana Gabriela Wiener y Tortuoso Arado, de Itamar Vieira Junior. Completan el listado Kairos, de la alemana Jenny Erpenbeck, con traducción de Michael Hoffmann; The Details, de la sueca Ia Genberg, traducido por Kira Josefsson; White Nights, de la polaca Urszula Honek, en versión de Kate Webster; Mater 2-10, del coreano Hwang Sok-yong, con traducción de Sora Kim-Russell y Youngjae Josephine Bae; A Dictator Calls, del albanés Ismail Kadaré, traducido por John Hodgson; The Silver Bone: The Kyiv Mysteries, del ucraniano Andrey Kurkov, en versión de Boris Dralyuk; What I’d Rather Not Think About, de la holandesa Jente Posthuma, traducido por Sarah Timmer Harvey; Lost on Me, de la italiana Veronica Raimo, con traducción de Leah Janeczko; y The House on Via Gemito, del italiano Domenico Starnone, en versión de Oonagh Stransky.
Desde Edimburgo, Orloff subraya la importancia que tiene el apoyo a las traducciones. “El Programa Sur es un programa modelo en el mundo; un programa que desde sus comienzos ha sido transparente y efectivo y a Charco Press lo ha beneficiado enormemente porque nos ha habilitado a formalizar apuestas que de otra manera quizás hubiera sido más difícil. El recorte que se está por producir es una tragedia”. Para Charco Press, una pequeña editorial independiente, la única en el mundo anglosajón dedicada a la literatura latinoamericana contemporánea, es un gran reconocimiento esta cuarta nominación en seis años. “La literatura argentina escrita por mujeres está teniendo una repercusión sin precedentes. La mirada del lector angloparlante está cambiando; es un cambio lento pero seguro en cuanto a la curiosidad hacia la literatura contemporánea de América Latina”, argumenta Orloff.
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