Cuarto día de la encuesta para editores. Las preguntas son éstas:
1. ¿Cómo elige a sus traductores? ¿Cuáles son los criterios de selección?
2. ¿En base a qué cálculo se les paga? ¿Le parece que la remuneración que estos reciben es justa?
3. ¿En qué medida la edición posterior considera a los lectores de uno y otro lado del océano?
Random House Mondadori S.A. (Barcelona)
Anna Prieto
Cargo: responsable del departamento de Redacción
Experiencia: 10 años en el cargo actual (23 encargando traducciones).
1) Escojo a los traductores en función de la experiencia, las afinidades con el libro que les estoy proponiendo y la actitud, es decir, el nivel de compromiso y responsabilidad para cumplir con los plazos, etc. En el caso de los traductores noveles, el entusiasmo y la capacidad de aprender son valores que también tengo muy en cuenta, aunque deba invertir algo más en tiempo y trabajo en los textos.
2) La remuneración no siempre compensa el esfuerzo del traductor, es cierto, aunque también depende de la experiencia y otros factores. Como sucede en muchos otros ámbitos, la renumeración obedece a las leyes de la oferta y la demanda, aunque intentamos tener en cuenta la dificultad de la obra traducida.
3) Este es un tema sobre el que debatimos a menudo. Algunos lectores nos piden un “español universal”, y a pesar de que parece tarea fácil no lo es. Si bien intentamos no usar expresiones que puedan resultar ofensivas a los lectores americanos, asumimos que nuestros libros llevarán forzosamente el sesgo del país en el se realizaron.
Fondo de Cultura Económica de Argentina
Mariana Rey
Cargo: gerenta de edición y producción
Experiencia: siete años
1) Las traducciones representan el 50% de las novedades anuales que edita la filial argentina del Fondo de Cultura Económica y todas las traducicones son de ensayos de ciencias sociales y humanas (fundamentalmente sociología, historia, filosofía, ciencia política, economía, crítica literaria y teoría del arte). En general se trata de obras eruditas o complejas, con vocabulario específico, cuyos lectores conocen los temas y los autores en cuestión. Llevamos a cabo también, pero en menor medida, traducciones de obras de divulgación. Hacemos traducciones del inglés, el francés, el alemán y el italiano.
Tenemos un equipo bastante estable de aproximadamente diez traductores que realizan uno o dos libros por año. Algunos de ellos colaboran con la editorial desde hace muchos años y otros se han incorporado durante los últimos años. Considero que todos ellos son excelentes traductores, con diferentes características, formación y afinidades temáticas. Tenemos en cuenta estas tres cuestiones en el momento de elegir un traductor para un libro. La calidad del trabajo es el factor decisivo para la elección. Es fundamental que se trate de un traductor profesional, con más o con menos traducciones publicadas pero tiene que ser un traductor. No trabajamos, por ejemplo, con personas que conocen mucho de cierto tema y la lengua en cuestión sino con traductores, aunque conozcan menos el tema. Cuando sumamos un nuevo traductor tomamos en cuenta su trayectoria, recomendaciones de colegas o sus propios trabajos anteriores.
En cuanto a los criterios de selección, cuando recibimos un nuevo libro, luego de revisarlo minuciosamente, ofrecemos la traducción a quien nos parece que tiene mayor afinidad con el tema y su forma de trabajo se adecua a las características del libro. También consideramos el cumplimiento de las fechas de entrega pactadas (pues tenemos un programa anual que tenemos que cumplir), la atención prestada a nuestras pautas para traductores y la posibilidad de seguir conversando con el traductor acerca de las dudas o problemas que surjan durante el proceso de edición del libro. En general tenemos bastante intercambio con nuestros traductores una vez que han entragado las traducciones.
2) Me parece que la remuneración no es justa en la medida en que la tarea del traductor implica un trabajo de una enorme responsabilidad y con una gran cantidad de exigencias en términos de calidad y de la cantidad de habilidades y conocimientos necesarios para poder llevarla a cabo. Sin embargo, es la remuneración posible, teniendo en cuenta que nuestras tiradas raramente superan los 3.000 ejemplares y tenemos que asegurar un costo para el libro que sea accesible para los lectores. Entre lo justo y lo posible, creo que nuestras tarifas son buenas y los traductores cobran sus honorarios en cuanto entregan los libros. Tenemos tambien cierta flexibilidad en las tarifas, de modo que podemos pagar más aquellas que ofrecen dificultades adicionales. Cada dos o tres meses nos ponemos en contacto con colegas de cuatro o cinco editoriales como para para verificar cómo están ubicadas nuestras tarifas en el mercado. Teniendo en cuenta esto y las características de nuestro mercado (pequeño para este tipo de libros) creo que la tarifa es buena, aunque no diría que justa.
¿En base a qué cálculo se les paga? Las tarifas de traducción están armadas por cantidad de palabras traducidas al español (no desde el libro en lengua original).
3) En el caso de esta editorial, los libros se distribuyen inmediatamente en todos los países de América latina y buena parte de ellos también en España. (en algunos casos no tenemos los derechos para comercializarlos en España), de modo que durante el proceso de edición se tiene esto muy en cuenta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario