El 28 de junio pasado, María
Luján Picabea publicó el siguiente artículo en la revista Ñ, con motivo de la realización de la
III Feria del Libro Judío, que tuvo lugar
entre el 27 de junio y el 4 de julio. Aquí se habla específicamente del idish –la
lengua de los judíos centroeuropeos–, de su importancia en la Argentina y de su
progresiva desaparición.
La universidad, nuevo territorio del idish
“Así como en fisiología se dice
que la función hace al órgano, el desuso de un idioma lleva a su olvido”,
afirma el doctor Saúl Drajer, presidente de la Fundación IWO ,
dedicada a conservar y difundir la historia, la cultura y los lenguajes del
pueblo judío. El martes 2 de julio y en el marco de la III Feria del Libro
Judío –que empezó el jueves 27 de junio y se extiende hasta el jueves 4 en la Sociedad Hebraica
Argentina–, Drajer impartirá la conferencia “El ídish en Argentina: ¿en terapia
intensiva o con signos de recuperación?”. Estar en terapia intensiva –dice– no
significa agonizar, sino que el proceso puede hacer parte de una recuperación.
“Nuestros padres y abuelos tenían
en el ídish el órgano de comunicación diaria. Los provenientes de países de
Europa Central palparon en carne propia la limitación y discriminación que
cotidianamente se hacía con los judíos y en el ámbito familiar y de relaciones
cercanas no se usaba la lengua del país sino el ídish. Su uso era diario y para
toda ocasión. La emigración a América hizo perder la noción de encerramiento y
sólo lo usaron para conversaciones limitadas. Los nativos en el Nuevo
Continente no precisaron de una lengua-código para comunicarse entre sí porque
no eran urgidos por persecuciones abiertas. Como consecuencia de esa libertad,
el uso del ídish fue decayendo”, explica el investigador. Sin embargo afirma
que “después de los Estados Unidos, Europa (mucho más antes de la Segunda Guerra
Mundial) e Israel, es Argentina el país que más ha contribuido con la formación
académica y popular del ídish”. Para Drajer bien puede afirmarse que el ídish
tiene su nuevo territorio en las Universidades del mundo, incluso en nuestro país,
donde se imparte en algunas escuelas, universidades y fundaciones. “Hoy el
ídish les resulta extraño a las nuevas generaciones pero algunos se acercan
para rescatar el pasado o acaso volver a escuchar o leer en el idioma original las
obras de tantos creadores literarios”, dice.
No hay comentarios:
Publicar un comentario