La
noticia –seguramente un cable, porque no lleva firma– fue publicada por Ñ el 7 de agosto pasado. Se trata de una
guerra entre hampones –Amazon y Hachette, pero podrían haber sido cualequieras otras
distribuidora global y multinacional del libro– en la que los escritores quedan
en el medio. Del lugar que le cabe a los traductores en esta pugna entre
truhanes, mejor ni hablar.
Escritores unidos contra Amazon
Casi
900 autores de todo el mundo han firmado una carta protestando contra las
tácticas de Amazon en sus agresivas negociaciones comerciales con la casa
editorial Hachette, la cuarta más grande de los Estados Unidos. La lista
incluye best-séllers y autores de prestigio y reconocimiento mundial como Paul
Auster, Donna Tartt, John Grisham y Stephen King. El autor de thrillers tecnológicos, Douglas Preston,
ha sido el creador de esta iniciativa.
A través de The Authors Guild, una organización
estadounidense fundada en 1912 que milita por los derechos de autor, se publicó
la carta que declara que –en el último mes– Amazon a) boicotea autores de
Hachette; b) rehúsa aplicar descuentos a los títulos de Hachette; c) demora la
entrega de títulos de Hachette por semanas.
La carta dice lo siguiente: “Como escritores, sentimos
fuertemente que ningún vendedor debería bloquear la venta de libros o disuadir
a clientes de comprar los títulos que desean. No es justo que Amazon, como
parte de sus represalias, perjudique a un grupo de autores que no tienen parte
en la disputa.” En su pulseada con Hachette, Amazon retruca que no hay motivos
para que un libro electrónico cueste más de diez dólares. Lo justifica
argumentando que un e-book no se imprime, no tiene gastos de distribución ni de
depósito ni se corre el riesgo de hacer libros de más: una vez pagados los
costos de edición, todo es ganancia. Para Douglas Preston: “Por mucho tiempo,
Amazon ha estado abusando de su poder de una forma prepotente y creo que los
autores están hartos. Nos sentimos traicionados porque ayudamos a Amazon a
convertirse en una de las corporaciones más grandes del mundo. Lo apoyamos
desde el comienzo, contribuimos con blogs gratis, reseñas no pagadas y todo
tipo de tareas que Amazon nos pidió hacer sin recompensa.” Acerca de la
protesta de los autores dijo: “Nunca en mi vida he visto a autores unirse como
lo están haciendo en este caso.” Philip Jones, editor de Bookseller –una de las
publicaciones más importantes sobre la industria editorial en los Estados
Unidos– declaró: “Todo el mundo piensa que esta negociación va ser crucial para
lo que viene. No sabremos cuáles sean los términos que se firmen cuándo
eventualmente se pongan de acuerdo, pero eso será una línea dibujada en la
arena con la cual todos tendremos que vivir.” Jones agregó: “Amazon es tan
grande y tan dominante que esto tendrá un efecto global. Especialmente en el
mercado de los libros electrónicos, en el cual si no estás siendo vendido o
activamente promocionado por Amazon, estás muerto.” Ya ha habido disputas
parecidas pero esta es la primera vez que se ha despertado la ira colectiva de
los escritores. “Ser señalado como una empresa que es irrespetuosa hacia los
autores no es nada bueno para Amazon.” dijo Jones.
Amazon ha intentado ganar terreno en la disputa ofreciendo
darle el ciento por ciento de las regalías a los autores de Hachette mientras
que dure la disputa, pero el sello editorial rechazó esta oferta.
Por su lado, Amazon dice que está luchando para ofrecer
mejores precios a sus clientes. En una reciente entrevista con el Wall Street
Journal, Russ Grandinetti, el vice presidente de contenidos de Kindle –el
dispositivo de lectura electrónica de Amazon– afirmó: “Esta discusión es sobre
los precios de los e-books. Los términos bajo los cuales establezcamos acuerdos
comerciales determinarán el nivel de los precios que podremos ofrecer a
nuestros clientes.” Nadie estima que la disputa Amazon-Hachette se resolverá
pronto. Por su lado, Preston ha prometido seguir luchando por los derechos de
autores.
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