El blog del Club de Traductores Literarios de Buenos Aires les agradece a sus lectores la sostenida compañía a través de todo el año y les desea lo mejor para el 2015 (salvo a Pérez Reverte, los tipos de la FUNDEU y los viejos carcamanes de la Real Academia, claro... y eso apenas para empezar a hablar).
miércoles, 31 de diciembre de 2014
¡Felisa, me muero!
El blog del Club de Traductores Literarios de Buenos Aires les agradece a sus lectores la sostenida compañía a través de todo el año y les desea lo mejor para el 2015 (salvo a Pérez Reverte, los tipos de la FUNDEU y los viejos carcamanes de la Real Academia, claro... y eso apenas para empezar a hablar).
martes, 30 de diciembre de 2014
Un poema de Drummond de Andrade
Alfredo
Fressia (Montevideo, 1948), profesor de
literatura, periodista cultural y traductor de poesía brasileña, publicó
el viernes 26 de diciembre pasado en El Cultural, del diario uruguayo El País, su versión de “La máquina del mundo”, un poema de Carlos
Drummond de Andrade, incluido en Claro
Enigma, un volumen del poeta brasileño aparecido en
1951. Es, si se quiere, una muy buena forma de ir despidiendo el año. dientes.
La máquina del mundo
En
el Canto X de Os Lusíadas, Luis Vaz de Camões
(Lisboa, aprox. 1524–1580) inicia el relato del retorno a Portugal de su héroe,
Vasco da Gama. En el camino, Venus premia al héroe y a sus marineros por su
triunfo en las Indias con una “isla del amor” habitada por ninfas. Una de
ellas, Tetis, lleva a Gama a una cumbre donde le muestra la platónica, prístina
“Máquina del Mundo”. Es un globo, “Uniforme, perfecto, en sí sostenido”,
brilla desde el centro hasta la superficie y reproduce toda la mecánica
celeste, lo que fue y lo que será. El héroe ve entonces “lo que no puede [ver] la vana ciencia/ de los errados y míseros mortales”.
Es uno de los momentos altos (y lo de altos va
en varios sentidos) del poema de Camões. Si para muestra basta un botón, sirvan
estas estancias (79 y 80) que traduzco, situadas en el comienzo del discurso de
Tetis:
(…)
Dicela Diosa : “El modelo, reducido
en pequeño volumen, aquí te doy
del Mundo a tus ojos para que veas
por dónde vas e irás y qué deseas.
Ves aquí la gran Máquina del Mundo,
etérea y elemental, que fabricada
así fue del Saber, alto y profundo,
que es sin principio y meta limitada.
Quien cerca alrededor este rotundo
globo y su superficie tan limada
es Dios: mas lo que es Dios nadie lo entiende,
que a tanto el genio humano no se extiende.”
Dice
en pequeño volumen, aquí te doy
del Mundo a tus ojos para que veas
por dónde vas e irás y qué deseas.
Ves aquí la gran Máquina del Mundo,
etérea y elemental, que fabricada
así fue del Saber, alto y profundo,
que es sin principio y meta limitada.
Quien cerca alrededor este rotundo
globo y su superficie tan limada
es Dios: mas lo que es Dios nadie lo entiende,
que a tanto el genio humano no se extiende.”
En 1951 Carlos Drummond de Andrade (Itabira, Minas Gerais, 1902–1987)
publica el libro Claro Enigma, un grupo de poemas en
explícita sintonía con los clásicos (Camões entre otros), bajo el epígrafe de
Paul Valéry “Les événements m’ennuient” (“los acontecimientos me aburren”). En
este libro aparecerá el poema “La máquina del mundo” (así, con minúscula), que
establece inmediatamente un diálogo con la Máquina del Mundo de Camões y sin duda con la Divina
Comedia , de la que reproduce la estructura en tercetos,
con la métrica de las terzas de Dante (lo que la prosodia española llama
“endecasílabos” y la portuguesa llama “decasílabos”).
Pero si Vasco da Gama y Dante conocían durante su marcha una
revelación y llegaban al Paraíso y a Lisboa, el hombre que anda por este camino
de Minas Gerais –la tierra natal de Drummond–, también en viaje inhóspito (el
camino pedregoso, como la selva oscura o las tormentas promovidas por los
dioses enemigos), es más bien el hombre laico, que en medio del siglo XX
resulta incapaz de aceptar la revelación de la máquina del mundo, la que sin
embargo se presenta en medio del camino y enseña “la naturaleza mítica de las
cosas”.
El poema guarda en buena medida el lenguaje clásico. El hombre
cansado está “laso”, e, indiferente, es “incurioso”. Pero la marcha del hombre de Drummond, en
estos endecasílabos blancos, acaba en un fracaso, o en una caminata sin sentido
conocido ni “derrotero” por el sendero pedregoso de Minas Gerais.
Se trata de un poema difícil y, sin embargo, tan claro como el
oxímoron del Claro Enigma que
es el nombre del libro que lo contiene. Exige bastante del lector, como suele
hacerlo la poesía, y tal vez se acceda realmente a él después de varias
lecturas. Esos días en que los lectores estamos “lasos” e “incuriosos”, es
mejor que nos abstengamos de la lectura. Va recomendada en cambio para quien
quiera penetrar en lo mejor de la lírica en idioma portugués, y entrever,
quizás, la “máquina del mundo”.
Obra canónica, si las hay, el poema conoció otras traducciones al
español, pero esta que ofrece El País Cultural, además de intentar superar algunos
posibles errores, tiende a la literalidad justamente porque se presenta junto
al original, con la intención de oír al otro y, dentro de lo posible, de
invitar al lector a aventurarse en él y con él. El camino puede ser arduo, pero
éste no resultará “pedregoso”.
Primero va la versión original, y
luego la nueva versión en español:
A MÁQUINA DO MUNDO
Carlos Drummond de Andrade
E como eu palmilhasse vagamente
uma estrada de Minas, pedregosa,
e no fecho da tarde um sino rouco
se misturasse ao som de meus sapatos
que era pausado e seco; e aves pairassem
no céu de chumbo, e suas formas pretas
lentamente se fossem diluindo
na escuridão maior, vinda dos montes
e de meu próprio ser desenganado,
a máquina do mundo se entreabriu
para quem de a romper já se esquivava
e só de o ter pensado se carpia.
Abriu–se majestosa e circunspecta,
sem emitir um som que fosse impuro
nem um clarão maior que o tolerável
pelas pupilas gastas na inspeção
contínua e dolorosa do deserto,
e pela mente exausta de mentar
toda uma realidade que transcende
a própria imagem sua debuxada
no rosto do mistério, nos abismos.
Abriu–se em calma pura, e convidando
quantos sentidos e intuições restavam
a quem de os ter usado os já perdera
e nem desejaria recobrá–los,
se em vão e para sempre repetimos
os mesmos sem roteiro tristes périplos,
convidando–os a todos, em coorte,
a se aplicarem sobre o pasto inédito
da natureza mítica das coisas,
assim me disse, embora voz alguma
ou sopro ou eco ou simples percussão
atestasse que alguém, sobre a montanha,
a outro alguém, noturno e miserável,
em colóquio se estava dirigindo:
“ O que procuraste em ti ou fora de
teu ser restrito e nunca se mostrou,
mesmo afetando dar–se ou se rendendo,
e a cada instante mais se retraindo,
olha, repara, ausculta: essa riqueza
sobrante a toda pérola, essa ciência
sublime e formidável, mas hermética,
essa total explicação da vida,
esse nexo primeiro e singular,
que nem concebes mais, pois tão esquivo
se revelou ante a pesquisa ardente
em que te consumiste ... vê, contempla,
abre teu peito para agasalhá–lo.”
As mais soberbas pontes e edifícios,
o que nas oficinas se elabora,
o que pensado foi e logo atinge
distância superior ao pensamento,
os recursos da terra dominados,
e as paixões e os impulsos e os tormentos
e tudo que define o ser terrestre
ou se prolonga até nos animais
e chega às plantas para se embeber
no sono rancoroso dos minérios,
dá volta ao mundo e torna a se engolfar
na estranha ordem geométrica de tudo,
e o absurdo original e seus enigmas,
suas verdades altas mais que todos
monumentos erguidos à verdade;
e a memória dos deuses, e o solene
sentimento de morte, que floresce
no caule da existência mais gloriosa,
tudo se apresentou nesse relance
e me chamou para seu reino augusto,
afinal submetido à vista humana.
Mas, como eu relutasse em responder
a tal apelo assim maravilhoso,
pois a fé se abrandara, e mesmo o anseio,
a esperança mais mínima — esse anelo
de ver desvanecida a treva espessa
que entre os raios do sol ainda se filtra;
como defuntas crenças convocadas
presto e fremente não se produzissem
a de novo tingir a neutra face
que vou pelos caminhos demonstrando,
e como se outro ser, não mais aquele
habitante de mim há tantos anos,
passasse a comandar minha vontade
que, já de si volúvel, se cerrava
semelhante a essas flores retincentes
em si mesmas abertas e fechadas;
como se um dom tardio já não fora
apetecível, antes despiciendo,
baixei os olhos, incurioso, lasso,
desdenhando colher a coisa oferta
que se abria gratuita a meu engenho.
A treva mais estrita já pousara
sobre a estrada de Minas, pedregosa,
e a máquina do mundo, repelida,
se foi miudamente recompondo,
enquanto eu, avaliando o que perdera,
seguia vagaroso, de mãos pensas.
Carlos Drummond de Andrade
E como eu palmilhasse vagamente
uma estrada de Minas, pedregosa,
e no fecho da tarde um sino rouco
se misturasse ao som de meus sapatos
que era pausado e seco; e aves pairassem
no céu de chumbo, e suas formas pretas
lentamente se fossem diluindo
na escuridão maior, vinda dos montes
e de meu próprio ser desenganado,
a máquina do mundo se entreabriu
para quem de a romper já se esquivava
e só de o ter pensado se carpia.
Abriu–se majestosa e circunspecta,
sem emitir um som que fosse impuro
nem um clarão maior que o tolerável
pelas pupilas gastas na inspeção
contínua e dolorosa do deserto,
e pela mente exausta de mentar
toda uma realidade que transcende
a própria imagem sua debuxada
no rosto do mistério, nos abismos.
Abriu–se em calma pura, e convidando
quantos sentidos e intuições restavam
a quem de os ter usado os já perdera
e nem desejaria recobrá–los,
se em vão e para sempre repetimos
os mesmos sem roteiro tristes périplos,
convidando–os a todos, em coorte,
a se aplicarem sobre o pasto inédito
da natureza mítica das coisas,
assim me disse, embora voz alguma
ou sopro ou eco ou simples percussão
atestasse que alguém, sobre a montanha,
a outro alguém, noturno e miserável,
em colóquio se estava dirigindo:
“ O que procuraste em ti ou fora de
teu ser restrito e nunca se mostrou,
mesmo afetando dar–se ou se rendendo,
e a cada instante mais se retraindo,
olha, repara, ausculta: essa riqueza
sobrante a toda pérola, essa ciência
sublime e formidável, mas hermética,
essa total explicação da vida,
esse nexo primeiro e singular,
que nem concebes mais, pois tão esquivo
se revelou ante a pesquisa ardente
em que te consumiste ... vê, contempla,
abre teu peito para agasalhá–lo.”
As mais soberbas pontes e edifícios,
o que nas oficinas se elabora,
o que pensado foi e logo atinge
distância superior ao pensamento,
os recursos da terra dominados,
e as paixões e os impulsos e os tormentos
e tudo que define o ser terrestre
ou se prolonga até nos animais
e chega às plantas para se embeber
no sono rancoroso dos minérios,
dá volta ao mundo e torna a se engolfar
na estranha ordem geométrica de tudo,
e o absurdo original e seus enigmas,
suas verdades altas mais que todos
monumentos erguidos à verdade;
e a memória dos deuses, e o solene
sentimento de morte, que floresce
no caule da existência mais gloriosa,
tudo se apresentou nesse relance
e me chamou para seu reino augusto,
afinal submetido à vista humana.
Mas, como eu relutasse em responder
a tal apelo assim maravilhoso,
pois a fé se abrandara, e mesmo o anseio,
a esperança mais mínima — esse anelo
de ver desvanecida a treva espessa
que entre os raios do sol ainda se filtra;
como defuntas crenças convocadas
presto e fremente não se produzissem
a de novo tingir a neutra face
que vou pelos caminhos demonstrando,
e como se outro ser, não mais aquele
habitante de mim há tantos anos,
passasse a comandar minha vontade
que, já de si volúvel, se cerrava
semelhante a essas flores retincentes
em si mesmas abertas e fechadas;
como se um dom tardio já não fora
apetecível, antes despiciendo,
baixei os olhos, incurioso, lasso,
desdenhando colher a coisa oferta
que se abria gratuita a meu engenho.
A treva mais estrita já pousara
sobre a estrada de Minas, pedregosa,
e a máquina do mundo, repelida,
se foi miudamente recompondo,
enquanto eu, avaliando o que perdera,
seguia vagaroso, de mãos pensas.
Versión de Alfredo Fressia
Y como yo recorriera lentamente
un camino de Minas, pedregoso,
y al cierre de la tarde una ronca campana
se mezclara al son de mis zapatos
que era pausado y seco; y las aves planearan
en el cielo de plomo, y sus formas prietas
lentamente se fueran diluyendo
en la oscuridad mayor, venida de los montes
y de mi propio ser desengañado,
la máquina del mundo se entreabrió
para quien de penetrarla se esquivaba
y sólo de pensarlo se plañía.
Se abrió majestuosa y circunspecta,
sin emitir un son que fuera impuro
ni un destello mayor al tolerable
por las pupilas gastadas en la observación
continua y dolorosa del desierto,
y por la mente exhausta de especular
toda una realidad que excede
su propia imagen delineada
en el rostro del misterio, en los abismos.
Se abrió en calma pura, y convocando
cuantos sentidos e intuiciones restaban
a quien por haberlos usado los perdiera
y tampoco desearía recobrarlos,
si en vano y para siempre repetimos
los mismos periplos tristes y sin derrotero,
convocándolos a todos, en cohorte,
a aplicarse sobre el pasto inédito
de la naturaleza mítica de las cosas,
así me dijo, aunque ninguna voz
o soplo o eco o simple percusión
atestiguara que alguien, sobre la montaña,
a otro alguien, nocturno y miserable,
en coloquio se estaba dirigiendo:
“Lo que buscaste en ti o fuera de
tu ser restricto y nunca se ha mostrado,
aun afectando darse o rindiéndose,
y a cada instante retrayéndose más,
mira, repara, ausculta: esa riqueza
sobrante en toda perla, esa ciencia
sublime y formidable, pero hermética,
esa total explicación de la vida,
ese nexo primero y singular,
que no concibes más, pues tan esquivo
se reveló ante la busca ardiente
en que te consumiste… ve, contempla,
abre tu pecho para abrigarlo.”
Los más soberbios puentes y edificios,
lo que en los talleres se elabora,
lo que pensado fue y enseguida alcanza
una distancia superior al pensamiento,
los recursos de la tierra dominados,
y pasiones e impulsos y tormentos
y todo lo que define al ser terreno
o se prolonga hasta en los animales
y llega a las plantas para embeberse
en el sueño rencoroso de los minerales,
da vuelta al mundo y se vuelve a abismar
en el extraño orden geométrico de todo,
y el absurdo original y sus enigmas,
sus verdades altas más que todos
los monumentos erigidos a la verdad;
y la memoria de los dioses, y el solemne
sentimiento de muerte, que florece
en el tallo de la existencia más gloriosa,
todo se presentó en esa mirada furtiva
y me llamó para su reino augusto,
por fin sometido a vista humana.
Mas, como yo resistiera en responder
a ese reclamo tan prodigioso,
pues la fe declinara, lo mismo el ansia,
la esperanza más mínima – ese anhelo
de ver desvanecida la tiniebla espesa
que entre los rayos del sol aún se filtra;
como difuntas creencias convocadas
presto y vehemente no se produjeran
para de nuevo teñir la neutra faz
que voy por los caminos demostrando,
y como si otro ser, ya no aquel
habitante de mí hace tantos años,
pasara a comandar mi voluntad
que, ya de sí voluble, se cerraba
semejante a esas flores reticentes
en sí mismas abiertas y cerradas;
como si un don tardío ya no fuera
apetecible, despreciando más bien,
bajé los ojos, incurioso, laso,
desdeñando recoger la cosa ofrendada
que se abría gratuita a mi ingenio.
La más estricta tiniebla ya se había posado
sobre el camino de Minas, pedregoso,
y la máquina del mundo, repelida,
se fue recomponiendo poco a poco,
mientras yo, aquilatando lo que había perdido,
seguía vagaroso, con las manos pendientes.
lunes, 29 de diciembre de 2014
¿Por qué las cosas no pueden ser de otro modo"
Exactamente
ayer, en su columna dominical del diario Perfil,
Damián Tabarovsky –que en virtud de
su condición de escritor, traductor y editor tiene puesta una pata a cada lado
del mostrador– reflexionaba sobre el mercado en los siguientes términos.
Cifra y arte
¿Cuánto
vende un libro? No lo sabemos. O, mejor dicho, sabemos que los autores deben
confiar en sus editores, en las cifras de ventas que éstos les pasan o les
pasan a sus agentes (en este caso, deben confiar también en sus agentes…
confiar en un editor, vaya y pase, pero encima confiar en un agente… ¡es un
exceso!). Y a la vez, las editoriales que no tienen distribución propia (las
medianas y pequeñas) deben confiar en su distribuidor, que recibe las cifras de
ventas de las librerías, que suelen olvidarse de dar como vendidos algunos
libros al mes… ¿Por qué las cosas no pueden ser de otro modo? En el cine se
sabe cuántas entradas se vendieron. En el teatro también. ¿Y en la edición?
¿Por qué no incorporar en el código de barras de los libros un chip que constate
la venta? Si no es este modo, seguramente debe haber otro. La tecnología está a
mano. Falta la voluntad política del mercado editorial. Porque de eso estuvimos
hablando hasta aquí, del mercado editorial.
Pero
desde otro punto de vista, desde el punto de vista de la lectura, de la
crítica, de la valoración estética, es decir, desde el punto de vista más
agudo, más radical, más atento, cuánto vende un libro, cuántos espectadores van
al teatro o al cine, no tiene la menor importancia. Es irrelevante. La venta de
un libro no roza siquiera lejanamente el interés en el texto. Cuánto vende un
libro debe ser tema de conversación entre agentes, libreros, editores,
encargados de prensa, distribuidores, gerentes de marketing, especialistas en
due diligence, y por supuesto periodistas, a los que, como sabemos, ningún tema
le es ajeno. Pero me deprime irremediablemente escuchar hablar de cifras de
ventas a escritores y críticos. No estoy planteando que los escritores y
críticos deban ser una especie de idiotas, de insolados incapaces de
reflexionar sobre las condiciones materiales de la escritura y la edición –de
la que el dinero evidentemente forma parte–, sino que formulo el deseo que, en
la conversación, primen los compromisos estéticos y las disputas ideológicas,
antes que la moral de almacenero (que por supuesto tiene su correlato estético:
alcanza con ver los libros que ganan el Premio Planeta; etc., etc.).
Este
es el momento de los balances de cifras (December
is the cruelest month). Así como no los hay en la edición, sí los hay sobre
cine. Sin ir más lejos, hace dos sábados este mismo diario realizó el balance
del cine, con mucha información bien documentada, como suelen tener las notas
de Diego Grillo Trubba. La película más vista fue Relatos salvajes, con exactamente 3.395.143 espectadores. Semejante
millonada es la comprobación más evidente de la irrelevancia de las cifras
frente al estado del arte. Hay películas nulas y masivas, las hay también nulas
y vacías, lo mismo da.
Volvamos
a hablar de las políticas de la sintaxis, de las decisiones estéticas, de esas
cosas antes que de otras: cambiar de tema de conversación ya sería un triunfo
cultural. Pero la nota de Perfil
estaba tan bien informada, tenía tanto rigor en los números que incluso
señalaba cuál fue la película menos vista del año: La H ,
de Nicanor Loreti, que fue vista por… 13 personas. Me parece que no fueron 13,
sino 14: yo también la vi. Es un muy buen documental sobre Hermética, la banda
de heavy metal de la que fui fan
durante menos de un verano. ¡Pero qué verano!
viernes, 26 de diciembre de 2014
Un análisis de un vacío que sería revelador hacer, pero que nadie lo hace
Carmen Francí, según
la ficha que consta en ACEtt, nació en Barcelona, donde se
licenció en Geografía e Historia, especialidad en Historia Contemporánea, y se
diplomó en la
Escuela Universitaria de Traductores e Intérpretes, E.U.T.I.,
de la
Universidad Autónoma. Es traductora e intérprete jurada de
catalán por el Ministerio de Asuntos Exteriores y por la Secretaría de Política
Lingüística de la
Generalitat de Catalunya. Se dedica a la traducción literaria
desde 1985, fecha en que se trasladó a Madrid; ha trabajado también como traductora free-lance para
diversas agencias, empresas y museos, así como para La Vanguardia y Prensa Ibérica. Ha traducido, entre otros, a Joseph Conrad, Jack
London, George Eliot, Edward Gibbon, Henry James, Christina Rossetti, Julian
Barnes, Douglas Coupland, Toni Morrison, Nadine Gordimer, Dorothy Parker, Joyce
Carol Oates, Anthony Powell, Fay Weldon y Thomas de Quincey. Además, es miembro
de la junta rectora de la
Sección Autónoma de Traductores de la Asociación Colegial
de Escritores desde 1999 y secretaria general de ACE Traductores desde 2003.
Colaboró como secretaria de redacción en la revista de traducción Vasos Comunicantes de 1998 a 2000, publicación que
ha codirigido con Mario Merlino hasta 2009 y codirige con Carlos Fortea en
la actualidad. Imparte la asignatura de Traducción literaria inglés-español
en la
Universidad Pontificia de Comillas desde 2008. La siguiente
columna la publicó en El Trujamán, del día de ayer.
El peso de la nada
Es difícil calcular el peso de lo que no existe, especular
sobre la magnitud de un vacío. No se estudia la historia de las ideas en España
o de las corrientes literarias valorando, precisamente, lo que no existió
porque no nos llegó en el momento oportuno. Nunca sabremos cómo podrían haber
sido las cosas si hubieran transcurrido de otro modo y lo cierto es que este
tipo de especulación interesa poco a los historiadores. Pero es un dato
relevante en muchos aspectos: estudiamos la Ilustración o el
Romanticismo como si las obras de creación y pensamiento fluyeran de un país a
otro de modo instantáneo por medio de vasos comunicantes. Y, lamentablemente,
no es así. Para que eso suceda hace falta, como mínimo, la presencia de un
editor y de un traductor.
Sería interesantísimo analizar y cuantificar ese desfase,
tomar todas las obras relevantes de la literatura y el pensamiento y medir ese
retraso en la publicación en castellano. Sin duda, las causas son varias:
ignorancia generalizada en todos los estratos sociales, la escasa relevancia de
una reducidísima élite culta (que suplía la carencia de ediciones en castellano
porque era capaz de leer en otras lenguas), falta de público lector en un país
mayoritariamente analfabeto y, en grado variable en función del momento y el
autor, la influencia del Index librorum prohibitorumpublicado
por la Iglesia
católica (y, en teoría, vigente hasta 1966) que dictaba la prohibición de
imprimir obras de autores como Erasmo de Rotterdam, François Rabelais, Giordano
Bruno, René Descartes, Thomas Hobbes, David Hume, Denis Diderot, Honoré de
Balzac, Émile Zola…
No hace mucho nos llegó la noticia del descubrimiento de la
traducción al español más antigua conocida hasta la fecha del Elogio de la locura del
humanista holandés Erasmo de Rotterdam, cuyo original se publicó en latín en
1511, en París. El manuscrito en español se ha conservado en Holanda: el libro
de Erasmo fue incluido en el índice de libros prohibidos de la Santa Inquisición
en 1559 y, según los investigadores que lo han encontrado, sólo después de que la Inquisición fuera
abolida en 1842 apareció la primera traducción al castellano. Suponiendo que,
efectivamente, no hubiera otra traducción anterior, el retraso es apabullante:
331 años. Especialmente si tenemos en cuenta que al francés, al italiano y al
alemán se tradujo en vida de Erasmo.
Otro caso significativo de tiempos algo más recientes: Las cuitas del joven Werther se
tradujo por primera vez, a través de la versión francesa, en 1803. El traductor
fue José Blandeau. La primera directa del alemán, de 1835, fue de José Mor de
Fuentes. Goethe había publicado su obra en 1774: aquí tenemos veintinueve años
de retraso para una traducción por lengua interpuesta, toda una generación, y
sesenta y uno para la primera versión directa del alemán. Y este es sólo un
ejemplo más entre muchos.
El análisis de ese vacío sería muy revelador. Porque si bien,
como ya hemos dicho, una minoría culta era capaz de leer en otras lenguas, lo
cierto es que en su momento la lengua española no se amplió ni se enriqueció al
integrar en su seno la expresión de nuevas ideas a través de la traducción de
las grandes obras que se difundían por Europa.
jueves, 25 de diciembre de 2014
miércoles, 24 de diciembre de 2014
En la muerte de un gran editor
El 19 de diciembre pasado falleció en
Barcelona el editor Paco Porrúa. Así
dio a conocer la noticia el diario La Jornada de México. Desde este blog saludamos la memoria de Luis Domènech, Ricardo Gosseyn, Francisco Abelenda o
simplemente F. A, algunos de sus alter egos a la hora de traducir.
Fallece Francisco Porrúa,
editor de Cortázar y García Márquez
México. El editor y traductor argentino-español
Francisco Porrúa falleció en Barcelona, a la edad 92 años. Fundador de
Ediciones Minotauro, casa con la que dio a la luz pública obras de gran
trascendencia de la literatura universal.
El
presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Rafael Tovar y
de Teresa, lamentó hoy el fallecimiento del editor, ocurrido este viernes en
España.
"Comparto
el duelo de la comunidad editorial hispanoamericana por el deceso de Francisco
Porrúa. Mi pésame a sus deudos", escribió el presidente del Conaculta en
su cuenta de Twitter.
Durante
su trabajo en la editorial sudamericana, Porrúa optó por la edición de títulos
que cambiaron el curso de la literatura hispanoamericana como Rayuela, del argentino Julio Cortázar o Cien años de soledad, del colombiano
Gabriel García Márquez.
También
fue reconocido por su novedosa forma de editar literatura de ciencia ficción,
además de contribuir a ampliar de manera significativa el número de escritores
del género que llegaban al público lector, para así volverlos populares.
Convirtió
a Ediciones Minotauro en una de las principales editoriales de ciencia ficción
en habla hispana a nivel mundial, pues publicó por primera vez en este idioma
títulos de Ray de Bradbury (Crónicas
marcianas) y de J. R .R. Tolkien, como El
Señor de los Anillos o El
Silmarillion.
En la Editorial Sudamericana ,
Porrúa también publicó a autores como Manuel Puig, Juan José Soler, Lawrence
Durrell, Alejandra Pizarnik, Alberto Girri, Arturo Carrera y Leopoldo Marechal.
En
2003, la Feria
Internacional del Libro de Guadalajara le otorgó el
reconocimiento al Mérito Editorrial.
martes, 23 de diciembre de 2014
Un documento chileno que habla por sí solo
Política del Libro y la Lectura 2014
Mesa de Industria e
Internacionalización
del libro
_____________________________________________
El
presente documento reúne el trabajo realizado por representantes de las
diversas áreas de la industria del libro e instituciones estatales, a lo largo
de las 5 sesiones convocadas por el CNCA en la llamada “Mesa del Libro”,
durante septiembre y octubre de 2014.
Participaron
representantes del Colegio de Traductores, de la SECH , Editores de Chile, Cámara
chilena del libro, ASIMPRES, Libreros, Distribuidores, Editores, Bibliotecas Escolares
CRA, CORFO, ProChile, DIRAC, CNCA, Otros
Fueron
de relevancia para el debate y la construcción de este texto la “Política
Nacional del Libro y la
Lectura ” del año 2006 del CNCA, el documento “Por una
Política de Estado del Libro y la
Lectura ” del año 2005, publicado por Editores de Chile y
Chile XXI, y la “Nueva Agenda por el Libro y la Lectura ” de CERLALC, 2014.
_______________________________________________
Problema Central
-
Persistente fragilidad de la industria nacional del libro en todos sus
eslabones.
Causas
-
Baja valoración social del libro y la lectura, y en particular de la producción
nacional editorial, tanto a nivel de la comunidad, como de los medios de comunicación e
instituciones públicas.
-
Falta voluntad política para abordar con energías los desafíos del libro y la
lectura en el país, la
Política Nacional del libro y la lectura del año 2006 a la fecha no ha sido
implementada.
Causas asociadas:
-
Tamaño pequeño del mercado, concentración y bajo desarrollo de la industria.
-
Falta revisar marco normativo (IVA,
Precio Fijo, Propiedad Intelectual)
-
Falta profesionalización del sector (asociatividad, definición de competencias
y normativa)
-
Falta de estrategias que permitan llevar a cabo la política
-
Falta de coordinación interinstitucional, con una clara definición de funciones
y que
facilite
las condiciones para el desarrollo de la industria.
Efectos
-
Mercado interno e industria del libro poco desarrollados, con importantes
niveles de
concentración
y fragilidad, poco diverso en varias áreas.
-
Una industria interna que no ha logrado fortalecerse y, con ello, crear las
bases para una internacionalización adecuada.
Objetivo general
-
Crear las condiciones para el desarrollo de una industria nacional del libro
sólida, que permita incrementar y fortalecer la producción creativa e
intelectual, así como la producción y circulación editorial; poniendo en valor
el desarrollo del pensamiento propio y las diversas manifestaciones de nuestras
expresiones culturales.
Esto
con el propósito de contribuir a la democratización del libro, la calidad de la
educación, la formación de una ciudadanía activa y con ello, a la consistencia
y calidad de vida del país que construimos, asegurando además, la
bibliodiversidad e intercambio equilibrado del libro chileno en nuestro país,
con Latinoamérica y con el mundo.
Medidas
Tras
las sesiones de debate se proponen 27 medidas, divididas en las siguientes
áreas:
a)
Institucional
b)
Tributarias y Fiscales
c)
Acceso, bibliotecas, compras públicas
d)
Edición, traducción y profesionalización
e)
Circulación, comercialización y acceso.
f)
Internacionalización
a)
Institucional
1.
Definir al Consejo Nacional del Libro y la Lectura como la institución responsable de
la implementación estratégica de la Política Nacional
del Libro y la Lectura
2014, siendo esta su tarea central.
b)
Tributarias y Fiscales
2.
Impulsar un debate político y técnico con todos los actores involucrados sobre
la relevancia económica del IVA al libro, a fin de establecer mediante
modificación de ley un IVA diferenciado
del orden del 6% que tenga el menor impacto sobre el precio
a público de los libros contemplando a su vez el pago diferido del IVA en las importaciones
de libros a Chile. (En base la Política Nacional de Libro y la Lectura del año 2006)
3.
Estimular el debate para implementar una ley sobre Precio Fijo para el libro, propiciando
condiciones favorables para proteger la existencia de las pequeñas librerías
como puntos especializados de venta, la bibliodiversidad en la oferta al público
y un precio justo al lector. (En base la Política Nacional
de Libro y la Lectura
del año 2006)
4.
Favorecer con medidas fiscales y facilitar la exención de patente comercial a
las librerías
y ferias dedicadas exclusivamente al comercio de libros.
5.
Reducir de 5 a
3 años la depreciación de inventarios de libros actualmente contemplada en la Ley 19.227
c)
Acceso, bibliotecas, compras públicas
6.
Fortalecer la valorización social del libro chileno y su presencia en los
diferentes niveles de los programas educativos.
7.
Mejorar los programas de compras públicas de libros (Convenio Marco, Cra, licitaciones
de textos escolares, Junji, etc.) potenciando su rol pro activo hacia la creación
local de nuevos contenidos en áreas de baja producción local. Para ello, velar
por la coordinación entre las necesidades de contenidos educativos y la producción
editorial nacional.
8.
Asegurar la participación efectiva y equitativa en las compras públicas de las
micro,pequeñas
y medianas librerías y editoriales. (En base a recomendación N°163 de la nueva
agenda por el libro y la lectura de CERLALC)
9.
Elaborar un documento que establezca criterios para la selección de materiales,
que aseguren
pertinencia, calidad, trasparencia y diversidad en toda compra pública de libros,
a través de una mesa con participación de las instituciones públicas (Dibam, Cra,
Consejo del libro, etc.) y las organizaciones del sector del libro.
10.
Asegurar la presencia significativa y diversa de la edición chilena en todas
las adquisiciones
públicas de libros con a lo menos un 60% de los recursos de cada adquisición
propiciando la industria nacional del libro y la bibliodiversidad. Esta medida
se aplicará a través de un incremento gradual en cinco años. (En base a propuestas
CERLALC, N°193, 194, y recomendación N° 160)
11.
Repensar y reformular el sistema de adquisición y uso de textos escolares potenciando
la diversidad editorial, limitando la concentración, rebajando las barreras de
acceso, potenciando su aporte efectivo
al proceso educativo como a la comprensión
lectora.
12.
Incrementar sustantivamente la oferta de libros disponibles en las bibliotecas públicas
y escolares -mejorando la cantidad de libros por niño en bibliotecas escolares
y la presencia de libros en las bibliotecas comunales, a través del aumento del
fondo de adquisición de libros por parte del Fondo Nacional de Fomento del Libro
y la Lectura ,
la Dibam y CRA.
Las políticas de compras institucionales deben dotar, al menos, el 70% del
número de bibliotecas públicas en convenio con Dibam, con las primeras
ediciones que se publican en el país. Estas compras se harán sobre la base de
un reglamento y una selección que garantice criterios de calidad formal y contenidos,
pluralidad y variedad (En base la Política Nacional de Libro y la Lectura del año 2006)
13.
Promover el establecimiento de un catálogo de la oferta nacional de acceso
público en
línea por parte del Estado que facilite la comercialización y difusión de la creación
y producción nacional editorial, y la tarea de los tomadores de decisión y compradores
gubernamentales en todos los sectores y jurisdicciones de la administración
pública. (Propuesta CERLALC recomendación N°161)
14.
Abordar desde las políticas públicas la complementariedad de los diferentes soportes
del libro, potenciando la convivencia de los diferentes formatos, el impreso y
digital entre otros.
d)
Edición, traducción y profesionalización
15.
Crear por parte de CORFO y otras instituciones estatales, instrumentos que
atiendan específicamente al fomento de la industria editorial, las librerías y
los procesos de producción y comercialización del libro chileno.
16.
Fomentar la publicación chilena de manuales, libros de referencia y de
divulgación de
carácter técnico, científico, artístico y otras de las múltiples áreas del conocimiento
a través
de una línea especial del Consejo
Nacional del Libro
y la Lectura que
podría ser asumida en conjunto
con otras instituciones, como las Universidades.
17.
Perfeccionar y fortalecer el programa de apoyo del Consejo Nacional del Libro y
la Lectura
que busca potenciar la industria nacional del libro y su internacionalización, mediante
la traducción a otras lenguas de autores chilenos. Incorporar al programa la
traducción de obras de otras lenguas al español de Chile y a las lenguas de los
pueblos indígenas, como una forma de enriquecer el acervo cultural de nuestra nación,
acrecentar el conocimiento de las distintas visiones de mundo, valorar la diversidad cultural, fomentar la
traducción en Chile, y potenciar la exportación de libros. Valorar
especialmente en ese programa las coediciones entre editoriales de distintos
países.
18.
Generar un fondo editorial dependiente del Consejo Nacional del Libro y la Lectura que
permita establecer un poder de compra de derechos de autor y de traducción en el
mercado internacional de derechos. De esta forma los editores nacionales interesados
podrían asumir el desafío de diseñar proyectos editoriales chilenos de interés
universal, capaces de agregar, a nuestro exiguo mercado interno, las cuotas de
demanda necesarias para implementar las economías de escala connaturales a la industria.
Ello permitiría multiplicar las posibilidades de exportación del libro chileno,
cuyo atractivo depende en gran medida de una buena combinación de la producción
de autores nacionales y de traducciones de otras lenguas. (En base a Una Política
de Estado para el libro y a Lectura)
19.
Fomentar el perfeccionamiento de los
profesionales relacionados con la cadena del
libro y la lectura, que permita asumir la formación y especialización de
editores, ilustradores, traductores, escritores, libreros, y otros profesionales del libro.
20.
Repensar y reformular la gestión del sistema ISBN en Chile, potenciando la
gestión pública en el tema.
e)
Circulación, comercialización y acceso.
21.
Fortalecer la red de producción y circulación del libro a través de todo el
país, potenciando
la creación de editoriales, librerías y bibliotecas en todas regiones y comunas
del país.
22.
Convenir con Correos de Chile la restitución de la tarifa preferencial para
impresos y establecer tarifas reducidas para el transporte interno y externo de
libros e impresos, al igual que muchos otros países del mundo.
23.
Crear mecanismos para que las Municipalidades, en colaboración con CORFO, promuevan
la formación de librerías de propiedad mixta con el lema “Una librería para
cada comuna de Chile”.
24.
Establecer un programa que apoye y fomente la formación de librerías de menor tamaño,
particularmente en regiones o comunas donde no existen.
f)
Internacionalización
25. Promover y definir líneas presupuestarias
específicas en PROCHILE para la creación de un programa de apoyo a la
exportación de libros, los derechos de edición, ediciones digitales y la
participación de la industria del libro chileno en licitaciones
internacionales.
26.
Implementar la estrategia de internacionalización del sector editorial
elaborada por los actores del sector.
27.
Elaborar e implementar una marca sectorial de la industria editorial
(Prochile).
lunes, 22 de diciembre de 2014
Y dale con los traductores del alemán...
Escuela de Otoño de Traducción Literaria
Convocatoria
para traductores del alemán al español que se interesen especialmente por la
traducción editorial.
Abierta hasta el 09 de febrero
de 2015.
Ver condiciones de postulación
abajo*
El
Instituto de Enseñanza Superior en Lenguas Vivas “Juan Ramón Fernández”, con el
apoyo de la
Asociación Argentina de Traductores e Intérpretes, el
Goethe-Institut, la Embajada
de Alemania en Buenos Aires y la Fundación El Libro, convoca a traductores noveles
que quieran participar de la primera edición de la Escuela de Otoño de
Traducción Literaria prevista para la semana del 20 al 24 de abril de 2015. Serán seleccionados diez
traductores de alemán > español (preferentemente egresados de carreras de
traducción, aunque este requisito no es excluyente), que cuenten con poca o
ninguna experiencia en materia de traducción editorial pero que demuestren gran
interés en ese campo. Durante el encuentro se trabajará con una novela del
escritor alemán Kristof Magnusson, que vendrá a la Argentina para la
ocasión.
Metodología
de trabajo:
El programa prevé tres encuentros de cuatro horas
(lunes 20 a
miércoles 22 de abril de 2015, de 14
a 18hs) y una presentación durante la Jornada de Traductores en
el marco de las Jornadas Profesionales de la Feria Internacional
del Libro de Buenos Aires (jueves 23 de abril de 2015). Los seleccionados
deberán contar con disponibilidad como para traducir algunos fragmentos en
forma previa al encuentro. La dirección de los módulos prácticos del encuentro
estará a cargo de Martina Fernández Polcuch. Coordinan la Escuela de Otoño de
Traducción Literaria Estela Consigli y Lucila Cordone.
*Condiciones
de postulación:
-Currículum
vitae
-Carta de
intención
-Un
fragmento traducido que deberán solicitar previamente a la dirección de correo
electrónico indicada
Cierre de
la convocatoria: 9 de febrero de 2015
Notificación:
a partir del 23 de febrero de 2015
Sobre
Kristof Magnusson:
Nació en Hamburgo, Alemania, en 1976. Se formó en
el Deutsches Literaturinstitut Leipzig (DLL) –uno de los más reconocidos institutos
universitarios para la formación de escritores-, en la Universidad de las
Artes de Berlín y en la Universidad Reykjavík (donde estudió Literatura
islandesa). Obtuvo numerosas becas y los premios literarios Euregio-Schüler
2012 por su novela Das war ich
nicht y Rauriser
Literaturpreis 2006 por Zuhause. Hijo de madre alemana y padre
islandés, además de ser escritor, Magnusson es un prolífico traductor del
islandés al alemán. Más información enhttp://www.kristofmagnusson. de/
Sobre Martina Fernández Polcuch:
Es licenciada en Letras por la UBA y se formó como traductora
e intérprete en el Instituto Goethe. Desde 1998 trabaja en el departamento de
alemán del IESLV en el área de literatura y traducción. Ha coordinado el
Seminario Permanente de Estudios de Traducción del IESLV, y actualmente se
encuentra en la etapa de redacción de su tesis de doctorado sobre la traducción
literaria en la RDA. La
mayoría de sus traducciones publicadas provienen del campo de la narrativa del
siglo XX y el ensayo.
viernes, 19 de diciembre de 2014
Traductores al servicio de causas justas
El 10 de diciembre pasado, Marcos Cánovas (director del departamento de Traducción, Interpretación y Lenguas Aplicadas en la Universidad de Vic) publicó la siguiente columna en El Trujamán. Se la reproduce por su interés.
Traductores sin fronteras
Translators without Borders (http://translatorswithoutborders.org/) es una ONG norteamericana que deriva de Traducteurs sans Frontières —creada en 1993 por Lori Thicke y Ros Smith-Thomas— y que tiene como misión dar apoyo en tareas de traducción a otras organizaciones humanitarias con las que comparten objetivos —como la lucha contra la pobreza y las desigualdades sociales, la educación, la protección del medio ambiente o la salud—. Las traducciones hacen accesible para determinadas comunidades la información que proviene de los países con más recursos —puesto que a menudo los documentos están en lenguas occidentales que no se conocen de manera generalizada en estas comunidades—.
En este sentido, Translators wihtout Borders tiene un proyecto para crear centros de formación de traductores, con la idea de que estas personas ayuden a las ONG en sus necesidades de traducción. Hay un centro piloto en Nairobi, Kenia, que se centra en las traducciones al swahili, como lengua franca de África Oriental, y también a otras de las 42 lenguas que se hablan en Kenia.
Igualmente, la organización colabora con The Open University en el proyecto HEAT (The Health Education and Training Proyect, Proyecto de Educación Sanitaria y Formación), que tiene como objetivo preparar a 250.000 trabajadores sanitarios que deberán operar en primera línea. Puesto que muchos de ellos no hablan lenguas occidentales como inglés o francés, en las que están redactados muchos de los materiales con los que deberán trabajar, Traductores sin Fronteras proporciona las traducciones, lo cual comporta un volumen de texto de medio millón de palabras.
Por otro lado, la lucha contra el reciente brote de ébola en África Occidental ha requerido la traducción de documentos informativos a tres lenguas locales y al francés.
Estos son algunos ejemplos de los proyectos de la organización, pero hay otros, a partir de las necesidades que plantean las ONG. Así, entre las ONG del ámbito hispánico con las que colabora Traductores sin Fronteras, podemos mencionar Acción contra el Hambre (España), Agua para la Vida (Nicaragua), Esperanza (EE. UU.), Fundación Pablo Horstmann (España), Latinamerika I Centrum-Latice (Suecia), y también se pueden destacar otras organizaciones internacionales conocidas por el alcance de sus proyectos, como Oxfam oMédecins sans Frontières. Igualmente, Traductores sin Fronteras trabaja con Wikipedia en el Proyecto 100 x 100, la traducción de los cien artículos más leídos de Wikipedia sobre temas de salud a cien lenguas del mundo.
Naturalmente, la organización admite personas voluntarias para traducir, siempre que tengan un bagaje profesional (experiencia mínima de cuatro años, o de dos años si se posee además un título universitario de traducción). Desde la página web de la organización se puede rellenar un formulario para ofrecer colaboración, a partir de cualquier combinación lingüística.
En definitiva, la comunicación interlingüística es fundamental a la hora de hacer llegar a muchos lugares la tecnología y el conocimiento esenciales para llevar a buen término los proyectos de desarrollo social que tienen en marcha las ONG. Translators without Borders presta su apoyo en estos casos.
jueves, 18 de diciembre de 2014
Leonora Djament, directora editorial de Eterna Cadencia, con claridad e inteligencia
En
el marco del programa de actividades para profesionales de la Feria Internacional
del Libro de Guadalajara, el pasado 1 de diciembre tuvo lugar una mesa redonda
cuyo tema fue “Edición independiente en México y en Argentina: presente y
futuro”. Los participantes fueron los mexicanos Eduardo Rabasa (por editorial
Sexto Piso) y Guillermo Quijas (por Almadía) y los argentinos Maxi Papandrea
(por la editorial La Bestia Equilátera ),
Juan Ezequiel Álvarez (por Caja Negra) y Leonora Djament (por Eterna Cadencia).
La mesa transcurrió por los carriles habituales hasta la intervención de la última
ponente, quien, con inusual contundencia y una claridad que acaso no tuvieron
sus compañeros, definió a la perfección la situación del sector y las tareas
pendientes, ganándose el mayor aplauso y la aprobación de un público altamente calificado.
Redes
¿Cómo
hacer para leer a un autor ecuatoriano en la Argentina o un autor
uruguayo en Guatemala? En las últimas décadas, al menos hasta hace unos pocos
años, se había vuelto prácticamente imposible leernos entre americanos; salvo,
claro está, que se trate de un escritor latinoamericano que haya sido elegido
previamente por una editorial grande española y, así, pueda hacer este
absurdamente largo (¿o largamente absurdo?) recorrido: salir de Venezuela, por
ejemplo, habiendo sido publicado en España, para volver a América con el aval
editorial peninsular. No solo se trata de un recorrido absurdo y largo, decía,
sino costoso, colonial y poco atractivo.
Efectivamente,
España sigue funcionando real y simbólicamente como centro de legitimación
literaria. Pareciera que sigue siendo necesario que un suplemento literario o
una editorial española consagren a un escritor americano para que éste sea
leído en su país natal y alrededores. Miramos con más detenimiento, a veces,
qué latinoamericanos descubre Anagrama o Mondadori y prestamos menos atención a
lo que publican las editoriales presentes en esta mesa o los atractivos libros
de Alquimia, Cuneta o Animal de invierno.
Y lo
curioso es que esta circulación dificultosa de los libros por América Latina es
algo que les sucede tanto a las editoriales grandes como a las pequeñas, por
diferentes motivos. Falta de interés, falta de estructura o falta de financiamiento
son los obstáculos internos que tienen las editoriales para mover sus libros.
Esa es una parte del problema.
Por
otro lado, todos los que estamos sentados sabemos que los problemas regionales que
dificultan la circulación de libros en papel en América Latina son muchos y
siguen siendo los mismos: los costos de trasportes son muy altos, los correos
suelen ser poco eficientes, hay países que todavía cargan con IVA al libro, hay
múltiples aranceles diversos que vuelven todavía más caro al libro, las compras
son más o menos pequeñas porque las ventas no son altas, el universo de los
lectores no crece en la escala que quisiéramos, las dificultades para cobrar en
tiempo y forma son de muy variada índole, entre otros problemas. A esta
enumeración habría que agregar que no tenemos muchas librerías en América
Latina o las tenemos concentradas en las principales ciudades, con falta de
sistemas de gestión adecuados.
Ahora
bien, no todo el panorama es tan previsible, afortunadamente. Las editoriales
pequeñas y medianas latinoamericanas, entre las que sumo la experiencia de
Eterna Cadencia Editora desde el año 2008, han adoptado como desafío propio la construcción
de alternativas. Desde hace algunos años son las editoriales llamadas independientes
las que han comenzado a recuperar las viejas rutas que unían a los países
americanos entre sí. Y esto a partir de un trabajo en múltiples sentidos, pero
que básicamente es creativo y de generación de vínculos.
Creo
que gracias a la enseñanza forzada que implicó primero internet y luego las
redes virtuales, hemos aprendido, emulado y practicado algo de la experiencia cibernética.
¿Qué aprendimos? El trabajo en redes, en múltiples direcciones.
Entendimos
que no alcanza con tener un distribuidor o un librero que de tanto en tanto nos
compre. Entendimos que es necesario crear y fomentar alianzas que vuelvan cada vez
más sólidos los lazos entre editoriales y distribuidores, y donde los roles
sean flexibles y reversibles. Estoy hablando de distribuciones cruzadas en
algunos casos (yo te distribuyo y vos me distribuís), de coediciones, de
intercambio de ediciones o impresiones (yo edito un libro tuyo y vos uno mío),
traducciones compartidas, trueque de libros.
Esta
es parte de la experiencia que llevamos adelante en Eterna Cadencia con editoriales
y librerías latinoamericanas y también con editoriales argentinas con las que nos
asociamos para trabajar colectivamente en ferias. Es un trabajo de alianzas,
donde es necesario, en primer lugar, y antes que nada la afinidad: un mismo
modo de concebir el libro, la industria, el catálogo.
Ahora
bien, por todo este trabajo de alianzas, de redes, creo que tenemos que empezar
a repensar el concepto de identidad de una editorial. Ya no sirve pensar en términos
esencialistas aquello que distingue a una editorial sino que hay que empezar a pensar
en un concepto relacional: una editorial es lo que es, pero también es lo que
es en relación con, o en alianza con, en comunidad con. Y en todo caso, el
asunto pasa por pensar cómo se puede construir un catálogo propio, único y,
simultáneamente, en asociación con aquel que me distribuye, aquel que me
imprime en otro país, aquel que publica algunos de mis autores en otra región.
Cómo trabajar con, sin desdibujarse sino resaltándonos mutuamente, para seguir
existiendo.
A la
par de las asociaciones puntuales, me parece que hay que seguir apuntalando el
papel de las librerías hoy. Tanto las cadenas como las librerías independientes
–cada una con sus características- son todavía los lugares por excelencia donde
nuestros libros están disponibles. Las librerías, en ese sentido, deben ser
pensadas como un modo de organizar un mercado y no simplemente como un lugar de
expendio de libros. Cómo queremos organizar este mercado es una de las
preguntas que tenemos que seguir haciéndonos, para no estar todo el tiempo
corriendo detrás de... (detrás de lo que dicta el mercado, lo que dictan las
nuevas tecnologías, las reglas que imponen los grandes grupos y conglomerados
empresariales).
Del
mismo modo, las ferias del libro (tanto las pequeñas, locales, como las regionales
o internacionales) tienen un rol importantísimo y no aprovechado todavía en su
totalidad. Las ferias son uno de los lugares privilegiados donde pueden
comenzar estas alianzas que mencionaba, estos intercambios, descubrimientos de
catálogos; donde se pueden apuntalar las relaciones
editores-libreros-distribuidores. Y son un lugar donde se puede seguir
trabajando en la creación y profundización de lazos entre editores, libreros y
periodistas culturales. Y los periodistas son clave en este entramado del que estoy
hablando. Son quienes pueden hacer saber qué hay del otro lado de las fronteras
y avivar el interés por otros textos. Este asunto debería ser parte de las
agendas de los suplementos culturales, de diarios y revistas, así como también
la interrogación sobre los modos de legitimación vigentes.
En
definitiva, tenemos que seguir apropiándonos de las antiguas rutas latinoamericanas,
pero sin voluntarismos. Hay que seguir trabajando en el “tendido” de redes
afines entre editores, libreros y críticos latinoamericanos, que sean capaces
de sostener y potenciar el trabajo de los escritores y editoriales locales. Y,
por supuesto, esto debería ser también “una cuestión de estado”: literalmente,
debería incumbirles a cada uno de nuestros países estos temas y cada uno de
nuestros estados debería ser capaz de generar políticas productivas y de largo
plazo.
Por
el momento, seguimos trabajando en el tendido de redes entre países y en múltiples
maneras diversas, creativas, novedosas de que nuestros libros lleguen a los lectores
hispanoparlantes.