El pasado 12 de agosto, Stephen Burgen, desde Barcelona, escribió en el diario inglés The Guardian sobre el malentendido que se dio entre David Simon (foto), creador de The Wire y The Plot Against America, y Pablo Iglesias, secretario general del partido político español Podemos y vicepresidente segundo del gobierno de su país. El artículo se reproduce con traducción de Julia Benseñor.
Un embrollo de traducción en Twitter
David Simon, el creador de la serie The Wire, no ha parado de sumar elogios con su última serie The Plot Against America.
Cuando David Simon escribió The Wire, se impregnó de la jerga callejera de Baltimore, pero eso no lo preparó para enfrentar las complejidades de la jerga del español peninsular, donde lo que suena a lenguaje agresivo puede no ser otra cosa que un cumplido.
El guionista estadounidense de televisión se encontró en Twitter en el epicentro de una tormenta que comenzó cuando Pablo Iglesias, el líder del partido de izquierda Podemos, fanático de The Wire, elogió The Plot Against America, la última serie de Simon.
Ésta se basa en el libro del mismo nombre de Philip Roth y narra el surgimiento de un régimen fascista en los Estados Unidos, en la década de 1940. Iglesias tuiteó que la serie demostraba que en verdad el fascismo nunca se había ido, lo que provocó una catarata de reacciones en favor y en contra del régimen fascista español de Francisco Franco.
Simon, que no tenía idea de quién era Iglesias, se encontró con que su nombre aparecía mencionado en cientos de posteos, mientras los usuarios de Twitter se dedicaban a intercambiar insultos en español y catalán.
Simon retuiteó el mensaje de Iglesias con el siguiente comentario: “Entonces, si no me traiciona mi poco español, a este tipo le gustó mi miniserie y me etiquetó. Y así, ahora, en este segundo día, mi cuenta de Twitter se llenó de franquistas e independentistas catalanes que se gritan unos a otros en idiomas que no son los míos. Bueno, ok. Volvimos a 1937. Muerte a los fascistas. No pasarán”.
Durante los intercambios del fin de semana, hubo cables cruzados cuando Simon malinterpretó el mensaje elogioso "Olé tus cojones" y le asignó, en cambio, el significado de “tus cojones apestan”. El guionista respondió insultando a la madre del emisor del mensaje hasta que alguien le explicó que olé no tenía nada que ver con oler.
“Bien, eso quiere decir que me pasé toda la mañana insultando a las madres y a la pobreza retórica de los franquistas y fascistas españoles en Twitter”, concluyó finalmente Simon. “Pero aprendí que ‘olé tus cojones’ es un elogio. Vaya una cosa por la otra”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario