El pasado 30 de septiembre, Emilia Racciati, publicó en la agencia TELAM la siguiente entrevista con el escritor y traductor Eduardo Berti (foto) . En la bajada se lee: “No hay manera de escapar y El viaje de invierno & sus continuaciones son trabajos que proponen relecturas y prolongaciones de las obras de Boris Vian y Georges Perec a cargo de los autores del taller de literatura potencial Oulipo, que tiene entre su filas al argentino Eduardo Berti, traductor de estos dos títulos que se publican ahora en la Argentina.”
Oulipo, el colectivo
creativo que reinventa las ficciones de Georges Perec y Boris Vian
El lenguaje y la matemática conviven en
las formas creativas impulsadas por los integrantes de Oulipo, el ”Taller
de Literatura Potencial” creado hace 21 años en Francia, consolidado como
un laboratorio lúdico del que se desprenden trabajos como “No hay manera de
escapar” y El viaje de invierno & sus
continuaciones, relecturas y prolongaciones de las obras de Boris Vian y
Georges Perec a cargo de los autores del colectivo que tiene entre su filas al
argentino Eduardo Berti, traductor de estos dos títulos que se publican ahora
en la Argentina.
Síntesis creativa entre la imaginación de un
escritor –Raymond Queneau– y el rigor científico de un matemático -François Le
Lionnais-, Oulipo irrumpió en 1960 para desacomodar los protocolos de
escritura y estimular procedimientos alternativos en los modos de encarar un
relato. Con adeptos tan célebres como Perec –autor de La disparition, un texto en el que no aparece nunca la letra e-,
Italo Calvino, Paul Fournel y hasta Marcel Duchamp, el colectivo fue
desplegando un repertorio literario basado en “restricciones” formales que
paradójicamente alentaban una suerte de “libertad” creativa.
De esa experiencia que sobrevive hasta el presente acaban de llegar al país No hay manera de escapar y El viaje de invierno & sus continuaciones, dos títulos que tienen como traductor al escritor, periodista y editor Eduardo Berti, el único argentino que integra Oulipo desde 2014. “Fueron dos experiencias de traducción muy distintas porque yo también soy autor de varias páginas de No hay manera de escapar, mientras que no participé en la gestación de El viaje de invierno & sus continuaciones, dado que el libro se publicó antes de mi ingreso a Oulipo”, dice a Telam.
No hay manera de escapar es una novela creada en
coautoría: el escritor, ingeniero, poeta y dramaturgo francés Boris Vian
escribió los primeros cuatro capítulos antes de morir, en 1959, un año antes de
que Queneau y Le Lionnais crearan Oulipo. Esos capítulos, más una escueta
sinopsis, llegaron a manos del colectivo y los herederos del autor de “La
espuma de los días” autorizaron, 60 años después, la continuación y publicación
de la historia.
Sobre el trabajo de traducción del título editado
por Caja
Negra, Berti explica que tuvo tres distancias diferentes con el
texto: “Primero traduje los cuatro capítulos iniciales (los que escribió Vian y
son el punto de partida de la novela) como si fuesen 'ajenos'. En la etapa
siguiente, fui pasando de una 'segunda distancia' (textos escritos por los
demás oulipianos, en los que intervine en la etapa de 'edición') a una 'tercera
distancia': la de las páginas o frases propias. O sea, una autotraducción”.
La historia en la que un hombre regresa a su ciudad después de la guerra y se encuentra con los asesinatos de sus exnovias va construyendo, en sus 16 capítulos, un policial que enfrentó a Berti con los dilemas de la traducción de un texto en el que también pasaba sus palabras de un idioma a otro.
“Jacques Jouet escribió un 'centón' a partir de la obra de Vian: un texto hecho con frases que él sacó de distintos libros de Vian, una especie de collage. Por otro lado, yo escribí otro “capítulo-centón”, pero a partir de mis propios libros en su traducción al francés: un collage con las traducciones que hizo Jean-Marie Saint-Lu de mis novelas y mis cuentos. Algunas partes de mi centón sobrevivieron. Así que, cuando me puse a traducir 'No hay manera de escapar', me vi en una disyuntiva: usar la versión original en castellano de estas frases o no. Opté por olvidarme de la versión original (hasta donde me era posible, claro) y traducir lo que 'sonaba' mejor en el marco de la novela”, detalla.
En el caso de El viaje de invierno & sus continuaciones (Eterna Cadencia), la obra retomada y continuada pertenece a
Perec (París, 1936-1982), quien publicó en 1979 un relato breve sobre la
fascinación de un profesor de literatura llamado Vicent Degrael por un libro
que llevaba como título, justamente, “El viaje de invierno”. El autor de ese
libro, escribía Perec, era Hugo Vernier y había sido plagiado por casi todos
los poetas del siglo XIX.
Uno de los integrantes de Oulipo, Jacques Roubaud, decidió escribir un cuento a partir de ese relato a modo de homenaje cuando se cumplieron diez años de la muerte de Perec. Ese cuento es el primero de esta serie de continuaciones de ese relato del autor de La vida instrucciones de uso.
Otro de los integrantes del colectivo que escribió uno de los relatos que dan continuidad a la historia es Daniel Levin Becker, cuyo texto es “El viaje oscuro”.
“Fue muy interesante leer muy de cerca, mientras
lo traducía, un texto que no estaba constreñido en sí mismo, pero que daba una
visión bastante íntima (por no decir totalmente transparente) del
funcionamiento interno de una mente que adoptó voluntariamente unas
restricciones absolutamente disparatadas. Me atrevería a decir que este trabajo
también me permitió apreciar la importancia del inconsciente, o algo parecido,
en la escritura restringida (y en la escritura en general)”, dice el oulipiano
sobre el relato en el que trabaja el vínculo entre los sueños y la literatura y
cómo esa suerte de alianza permite reflexionar sobre las bifurcaciones que
atraviesan un proceso creativo y plantearse la pregunta por la originalidad.
Valérie
Beaudouin es otra de las autoras que da continuidad a
esa obra de Perec pero lo hace con seudónimo: “Mi presencia en El viaje de invierno y sus continuaciones
es fantasmática. Una encarnación póstuma de Hugo Vernier”, define en diálogo
con esta agencia.
El texto firmado por Vernier, el autor creado por
el narrador francés, lleva como título El viaje infernal por lo que se puede inferir que se trata del creado por
Beaudouin, docente y escritora francesa.
“Estudié la estructura narrativa de esa colección
de novelas cortas, que es como un laberinto con incursiones y bifurcaciones. Es
una obra abierta sin la estructura enmarcada de un libro como 'Si una noche de
invierno un viajero', de Italo Calvino. En su novela, Calvino inserta los
relatos dentro de una meta-novela o relato-marco que cuenta la historia de amor
entre el lector y la lectora y la búsqueda del libro. En el viaje, no tenemos
esa novela-marco que explícita los vínculos entres la diferentes novelas. El
lector establece por si mismo la red de vínculos entre los diferentes episodios”,
grafica la autora.
Pero, ¿cómo retomar los universos de estos autores como Vian y Perec desde la
perspectiva oulipiana? Para Berti, se trata de dos casos diferentes. “Perec
es unos de los miembros más resonantes de Oulipo: ingresó en 1967, formó parte
de la 'segunda generación' con Jacques Roubaud, Marcel Bénabou o Paul Fournel
(quienes ingresaron entre 1966 y 1971) y su aporte al grupo fue sumamente
valioso. En cierto aspecto, él parece haber hecho una 'tentativa de
agotamiento' de Oulipo, ya que (además de las restricciones que aportó) retomó
todas o casi todas las ideas existentes, las exploró, les buscó nuevas aristas,
experimentó combinaciones, etc”.
Mientras que “el caso de Vian es muy distinto porque murió en 1959, quince
meses antes de que en noviembre de 1960 se fundara Oulipo. Es casi seguro que
Vian habría sido miembro de Oulipo. Cuesta pensar lo contrario. Y, por cierto,
cinco oulipianos como Raymond Queneau, Jacques Bens, Noël Arnaud, Jacques Duchateau
y Paul Braffort fueron amigos suyos y grandes defensores de su obra”, apunta.
Al
argentino radicado en Francia le cuesta un poco más imaginar qué le habría
aportado Vian al grupo y, en contrapartida, de qué forma Oulipo podría haber
influido en su trabajo.
“Una pista interesante puede estar en cuando él
inventaba 'falsos autores norteamericanos' como Vernon Sullivan. Y en el hecho,
muy oulipiano, de que primero Vian publicó 'Escupiré sobre vuestra tumba' como
si él fuera el traductor al francés de una novela escrita por un estadounidense
y, años más tarde (cuando la verdad salió la luz), llegó traducir al inglés el
texto de la novela para producir de este modo una 'falsa versión original'.
Estos juegos (que ponen en duda las nociones habituales de autoría, algo muy
típico de ciertas obras oulipianas) nos inspiraron mucho cuando completamos y
terminamos la novela inconclusa de Vian. Por cierto, nuestro libro trae una
serie de notas al pie que aluden a la supuesto 'versión original' en inglés o
que incluso, por momentos, la citan textualmente”, explica Berti.
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