viernes, 24 de diciembre de 2010

Anagrama se vende de a cachos porque Herralde está viejo y no tiene herederos


En España, aparentemente, que una editorial sea independiente es una excepción. Así por lo menos lo dice J. M. Martín Font en el artículo que firma en el diario El País de ayer. Según parece, Jorge Herralde (en la foto, leyendo a Jorge Herralde) está viejo y, como no tiene a quien dejarle la editorial porque en 40 años no tuvo tiempo de formar a nadie ni de transformar lo hecho en legado, se la irá vendiendo de a poco al italiano Carlo Feltrinelli, quien, según sus propias declaraciones, parece ser el alma gemela del editor español. Recordamos una vez más para quien no tenga el dato que Anagrama cumplió en los años ochenta y noventa del siglo XX un papel similar al que en las décadas de 1950, 1960 y 1970 representaron los Muchnik en la Argentina con Fabril Editora o Joaquín Mortiz en México.

Feltrinelli herederá Anagrama

La editorial Anagrama, uno de los referentes básicos de la modernidad cultural en España, dejará de ser la empresa familiar fundada por Jorge Herralde hace más de 40 años y dirigida por él, de forma independiente, sin compromisos y como una extensión de su visión personal como –una insólita excepción siempre asediada por los grandes grupos editoriales–, para situarse en la órbita de la italiana Feltrinelli, que entrará de forma paulatina en el accionariado a lo largo de los próximos cinco años hasta completar el 49%. Durante este periodo Herralde seguirá llevando la dirección personalmente, como siempre ha hecho y luego cederá las riendas a Carlo Feltrinelli.

Herralde insiste en que es sólo una cuestión de edad. "Soy de 1935 y no tengo herederos. La solución para la continuidad era Carlo Feltrinelli, le gusta Anagrama y siempre me dijo que si yo quería el estaba dispuesto", ha dicho en declaraciones a este periódico.

Al compromiso, según se explica en un comunicado firmado a medias por el editor catalán y Carlo Feltrinelli, se llegó "en la Feria de Frankfurt de 2009", justo cuando Anagrama cumplía cuatro décadas. Básicamente consiste en "una progresiva entrada de capital de Giangiacomo Feltrinelli Editore. Tras las negociaciones que se iniciaron la pasada primavera el acuerdo se firmó a principios de este mes de diciembre. En el momento de dicha firma, Feltrinelli adquiere el 10% de Anagrama. A lo largo de los siguientes cinco años irá aumentando su participación hasta llegar al 49%.

"Después de 41 años de satisfactoria navegación independiente, se planteaba, por razones obvias, la búsqueda de la continuidad de Anagrama y, teniendo en cuenta los largos años de amistad, sintonía y complicidad con Feltrinelli y las características de dicha editorial, estoy convencido de que la decisión tomada es la más deseable para el futuro de Anagrama", señalaba Jorge Herralde en el comunicado. Pero el editor de Anagrama insiste en que todavía no se jubila, porque durante el próximo lustro, tal y como establece el acuerdo, el control y la dirección editorial seguirán a cargo de Jorge Herralde y su esposa Eulalia Gubern. Una vez cumplidos los cinco años, Feltrinelli adquirirá el total de las acciones de Anagrama, excepto una participación muy minoritaria de Jorge Herralde.

Por su parte, Carlo Feltrinelli afirma: 'Me siento muy feliz y honrado de poder colaborar con un editor que aprecio mucho y de que el primer paso de la Editorial Feltrinelli fuera de las fronteras de Italia sea con una editorial histórica e independiente como Anagrama". Feltrinelli es el tercer grupo editorial de Italia, tras los dos grandes: Rizzoli y Mondadori. Posee 103 librerías y una larga historia que incluye a un fundador cuya huella en la Europa del siglo XX está fuera de toda duda.

Giangiacomo Feltrinelli (Milán, 1926 - Segarte, 1972), fundó la editorial en 1954, en pleno éxito, su militancia política le llevó a formar parte de un grupo de extrema izquierda autodenominado Gruppi di Azione Partigiana (GAP), activo durante los denominados Años de plomo junto a las Brigadas Rojas. En 1969 pasó a la clandestinidad y en 1974 fue encontrado muerto al pie de una columna de soporte de una línea de alta tensión, en la pequeña localidad de Segrate, cerca de Milán, probablemente a causa de la detonación de los explosivos que intentaba colocar junto a un poste de alta tensión. Su hijo Carlo escribió recientemente Senior Service (Tusquets), sobre su padre.

2 comentarios:

  1. Me encanta la mala leche que gastáis por aquí hacia todo lo español. Si fuese a la inversa, lo llamaríais colonialismo.Es tonificante ser el villano de la película.
    felices fiestas

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  2. Estimada María José Furió (LIU):
    Que tengas vos también felices fiestas.

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