jueves, 30 de noviembre de 2023

Para quienes estén en Ciudad de México mañana


Literarture Ireland, conjuntamente con las editoriales Universidad de Guadalajara, Yarumo y Del Lirio, mañana presentan Cuentos irlandeses contemporáneos, una selección de Sinéad MacAodha y Jorge Fondebrider, con traducción de éste, Matías Battistón, Jan de Jager, Andrés Ehrenhaus, Pedro Serrano e Inés Garland.

El acto tendrá lugar en la Casa Refugio y contará con la presencia de los escritores José María Espinasa, Fabio Morábito y Pedro Serrano, además de los antólogos.

La entrada es libre.



miércoles, 29 de noviembre de 2023

El músculo logístico y las vicisitudes catalanas


El pasado 21 de septiembre, Leticia Blanco publicó en elperiodico.com la noticia de que la mayor distribuidora de libros de Cataluña ha sumido al sector en un caos profundo. Según la bajada, se lee que "El colapso de Entredos afecta especialmente a los libros en catalán y deja sin distribución en España a editoriales como Acantilado o Anagrama". Qué pena.

Las librerías catalanas se quedan sin libros por un fallo de la principal distribuidora: “Es un drama”

La tan esperada rentrée literaria y el inicio de curso escolar han colisionado este septiembre con un fallo logístico en la mayor distribuidora de libros, Entredos, que ha sumido a las librerías catalanas en el caos. No llegan las novedades, hay un embudo en los pedidos, los que llegan lo hacen sin albarán y el sistema informático de devoluciones no funciona. “Es un drama”, reconoce Eric del Arco, librero en Documenta y presidente del Gremi de Llibreters de Catalunya. Los libros que antes tardaban dos o tres días en llegar ahora llevan tres semanas de retraso “o directamente no llegan, que es lo normal”.

El origen del problema está en la fusión de las distribuidoras Àgora (la de Grup 62, Enciclopèdia Catalana y varias editoriales independientes catalanas) y Les Punxes a principios de año, una unión para ganar músculo logístico que pasaba por el traslado a un nuevo almacén en La Granada del Penedès de 25.000 metros cuadrados. Los libreros catalanes estaban avisados de que ese traslado se efectuaría durante las tres primeras semanas de agosto y que durante ese tiempo, hasta el 22 de agosto, la cadena de suministro se vería algo alterada.

Desconcierto de los lectores
Lo que no se esperaban es que la distribución se complicara hasta el punto de que un mes después, las novedades siguen llegando “tarde y a cuentagotas”. Y que muchos lectores que acuden en busca de un libro anunciado por las editoriales (la rueda promocional sigue el calendario previsto) se encuentran con que no ha llegado a la librería. “Es algo que está provocando el desconcierto de muchos lectores, que preguntan por un título porque han leído una entrevista con el autor en el diario, la radio o televisión”, explica del Arco. “Lo peor es que va para largo, porque no lo tienen solucionado. Es un drama para nosotros”, añade.

En un comunicado emitido el pasado 19 de septiembre, la distribuidora reconoce “la imposibilidad de servir una parte importante de los pedidos a las librerías y otros puntos de venta” desde el 22 de agosto y asume su responsabilidad. “Entredos trabaja día y noche (literalmente) para resolver todo aquello que impide la entrega de libros a librerías”, explica la empresa, que asegura estar poniendo “todos los medios humanos y técnicos” a su alcance para conseguir la “normalización del servicio en las próximas semanas”. También asume que se ha creado una situación crítica que debe ser resuelta “urgentemente”. Desde Entredos aseguran que esta semana se iniciará el servicio de pedidos de forma “gradual y priorizando el fondo y las lecturas obligatorias” paralelamente a las devoluciones y las novedades.
"No se ve la luz al final del túnel"

Núria Nájera, al frente de la librería especializada en literatura infantil Lilliput, en Cerdanyola del Vallès, describe la situación como “un show”. “Àgora ha cambiado la página web, no están sirviendo ninguna reposición ni nada de fondo y los pocos libros que llegan lo hacen sin albaranes, con lo que hay que rellenar a mano los pedidos. Las novedades están llegando a algunas partes de Cataluña, pero a otras no. A provincias apenas está llegando material y las baldas de libros en catalán se están vaciando”, alerta.

Según del Arco, la sensación que impera en el sector es que pese a los esfuerzos, ahora mismo nadie sabe cuándo estará arreglado el problema. “No se ve la luz al final del túnel. Nadie se atreve a decir cuándo estará solucionado porque nadie sabe lo que está pasando dentro de ese almacén”.

“De momento no queremos apretar hasta que la situación esté encarrilada”, explica el presidente del Gremi de Llibreters. Pero lo cierto es que las librerías están perdiendo dinero y que se reclamará algún tipo de compensación que podría tener distintas formas: un incremento del margen que las librerías se llevan de la venta de un libro (que oscila entre el 30% y el 40%) o un bono para después de Navidad. Del Arco destaca que los damnificados son muchos: la propia distribuidora, las librerías y los editores, en especial sellos como Anagrama o Acantilado que tienen su distribución en exclusiva con Les Punxes. “Es algo que está afectando a todas las librerías en Cataluña y en especial a los libros en catalán”, resume.

Àgora es una de las grandes distribuidoras de libro de texto (como La Galera) y de lecturas obligatorias de enseñanza secundaria, algo que está complicando el inicio de curso en algunas zonas. “El ambiente está bastante caldeado”, afirma Nájera, “ha habido situaciones complicadas, como por ejemplo en la Setmana del Llibre en Català, a donde no llegaron algunos títulos”. Lo peor es que no hay visos de que la situación se reconduzca de forma rápida. Las expectativas de algunos comerciales apuntan a que la plena normalidad no se alcanzará hasta finales de octubre o noviembre.

Entredos es la suma de la fusión entre las dos principales distribuidoras catalanas de libros, Àgora y Les Punxes, que se produjo a principios de 2022 tras el distanciamiento de Les Punxes de la madrileña Machado. Entredos es la distribuidora de editoriales como Acantilado, Anagrama, Círculo de Tiza, Siruela y publicaciones en catalán del Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat de Catalunya y editoriales independientes en catalán, como Eumo. En total, distribuyen el catálogo de 225 sellos.

lunes, 27 de noviembre de 2023

Hoy, gran presentación en la Feria de Guadalajara

 

Hoy, en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, a las 17 hs., se presenta Cuentos irlandeses contemporáneos, una gran antología de uno de los más celebrados géneros literarios de Irlanda.

La selección fue realizada por Sinéad MacAodha, directora de Literature Ireland (la institución que impulsa el proyecto) y el escritor y traductor Jorge Fondebrider.

La traducción fue llevada a cabo por un prestigioso equipo de traductores que incluye a los argentinos Matías Battistón, Jan de Jager, Andrés Ehrenhaus, Jorge Fondebrider e Inés Garland, y al mexicano Pedro Serrano, todos escritores y traductores de larga trayectoria.

El proyecto contempla la publicación de este mismo libro en cuatro países de Latinoamérica: México (a través de la Editorial Universitaria de Guadalajara), Colombia (a través de la editorial Yarumo), Argentina (a través de Eterna Cadencia) y Chile (a través de LOM). 

El volumen que se presenta hoy, con la presencia de los editores y del escritor mexicano Juan Villoro, es la co-edición entre las editoriales de México y Colombia.


viernes, 24 de noviembre de 2023

Ciclo de traducción teatral por Christilla Vasserot


Charla y atelier teatral

Del 29 nov al 1de diciembre

 

Christilla Vasserot, invitada por el Centro Franco Argentino de Altos Estudios de la UBA, traductora y profesora en el departamento de Estudios ibéricos y latinoamericanos de la Universidad Sorbonne Nouvelle (París).

 

Miércoles 29 de noviembre, 19.00h.

Conferencia “Texto y escena: los distintos formatos de la traducción teatral

 El teatro es y no es literatura. Traducir o adaptar. La cuestión del destinatario. Traducir para la escena: el caso del sobre-titulado. Los dilemas del traductor

 
Jueves 30 de nov y 1ro diciembre, 18 a 21.00h

Ateliers gratuitos con inscripción previa :  AQUÍ

 

Jueves 30Atelier de traducción teatral del español al francés en colaboración con Nara Mansur. 

Linealidades, fronteras e hibridación. Poesía y teatro.Texto, publicación y performance. Entre revoluciones: traducir Charlotte Corday. Entre exilios: traducir Ignacio & María

1ro Diciembre | Atelier de traducción teatral del francés al español en colaboración con Jaime Arrambide.

¿Por qué traducir Juste la fin du monde de Jean-Luc Lagarce ? Las condiciones de producción (de la obra original y de la traducción). El traductor como dramaturgista. ¿El traductor invisible? Título, tiempos verbales y verosimilitud. El caso particular de los monólogos y del intermedio. 


Christilla Vasserot es traductora y profesora titular de la Universidad Sorbonne Nouvelle – Paris 3, especialista de literatura y teatro latinoamericano. Tras un Doctorado sobre teatro cubano contemporáneo, ha dedicado gran parte de sus investigaciones al teatro latinoamericano contemporáneo. Ha traducido al francés novelas, obras de teatro y cómics, de autores españoles y latinoamericanos, entre los cuales César Aira, Martín Solares, José Manuel Prieto, Rodrigo García, Angélica Liddell, Romina Paula, Guillermo Calderón, Rogelio Orizondo, Virgilio Piñera, José Triana, Pedro Sedlinsky, Sergio Boris, Javier Daulte, Luis Guenel, Santiago Loza… Es vice-presidenta de la Maison Antoine Vitez (centro internacional de la traducción teatral, Francia) y coordinadora de su comité hispánico. 

 

Nara Mansur Cao (La Habana, 1969) es poeta, dramaturga y crítica teatral. Egresada de la Facultad de Artes Escénicas de la Universidad de las Artes de Cuba. Sus obras teatrales se han estrenado internacionalmente por directores como Paul Verdier (EEUU), Aravind Adyanthaya (Puerto Rico) y Carmine Borrino (Italia) y han sido traducidas al inglés y francés. En Buenos Aires, donde reside, la puesta en escena de Corina Fiorillo de Ignacio & María obtuvo tres nominaciones a los Premios ACE (Asociación de Cronistas del Espectáculo). En Cuba, Broselianda Hernández, Julio César Ramírez, Marcial Lorenzo Escudero, Martha Luisa Hernández Cadenas, Jaime Gómez Triana, han escenificado desde distintos registros sus textos. En Cuba impartió el Seminario de Dramaturgia en la Universidad de las Artes y fue jefa de redacción de la revista Conjunto (Casa de las Américas), dedicada al teatro latinoamericano. También ha publicado varios libros de poesía. Cuatro poemas para el teatro, que reúne sus primeras piezas, obtuvo en Cuba el Premio de la Crítica Literaria. Incluye Charlotte Corday. Poema dramático (finalista I Concurso “Casa de América-Festival de Escena Contemporánea” de Dramaturgia Innovadora, Madrid, 2002), Ignacio & María  (Finalista Premio de Dramaturgia Virgilio Piñera 2002), Educación sentimental y Venus y el albañil (Accésit Primer Concurso de Dramaturgia organizado por la Embajada de España en Cuba y la Agencia Española de Cooperación Internacional, 2005). Como investigadora preparó Dos viejos pánicos y otros textos teatrales (2014), selección y estudio crítico del teatro de Virgilio Piñera y sendas introducciones a los teatros completos de Iván Turguéniev y Antón Chejov (2015) para Ediciones Colihue.

 

Jaime Arrambide es traductor literario, poeta y dramaturgista. Desde 2008 ocupa el cargo de Traductor en Jefe del diario La Nación, donde también se desempeña como crítico literario. Como traductor especializado en ciencias humanas, teatro y artes visuales, ha traducido a autores y pensadores de la talla de J-P Sartre, Jean Genet, Marguerite Duras, Zygmunt Bauman, Julia Kristeva, Jacques Derrida, David Mamet, Sarah Kane, J-L Lagarce, Martin Crimp, B-M Koltès, entre muchos otros. Fue traductor residente del Centre National des Écritures du Spectacle (CNES-Avignon) y tutor de residencias del Collège International des Traducteurs Littéraires (CITL-Arles). Dirigió el Seminario Internacional de Traducción Teatral 2013 en el Centre des Auteurs Dramatiques (CEAD-Montreal) y fue consultor de las Clínicas de Dramaturgia del Festival TransAmériques 2017 (Montreal). En 2018, por invitación del CEAD, dictó un ciclo de master class dirigido a escritores y dramaturgos en el Monument-National, Montreal. Como traductor de Fundación Proa desde el año 2005, ha traducido textos originales de artistas visuales como Marcel Duchamp, Alberto Giacometti, Louise Bourgeois, Yves Klein.
 

Cuándo: Conferencia 29/11, Atelier 30/11,  Atelier 01/12 

Horario: 18h a 21h.

Entrada: Libre y gratuita. Talleres gratuitos con inscripción previa.

Lugar: Biblioteca

Dirección: Av. Córdoba 946, CABA

jueves, 23 de noviembre de 2023

Literatura tibetana traducida al francés

Lo que sigue es una entrevista sobre literatura tibetana traducida, de Filip Noubel, con traducción de Gabriela García Calderón Orbe, para Global Voices, que lo publicó en castellano el pasado 18 de octubre.


La literatura tibetana contemporánea se escribe en varias lenguas, tras el exilio forzoso de muchos tibetanos después de la huida del Dalai Lama en 1959 y la política de sinicización impuesta por Pekín. Además, nuevas generaciones crecen fuera de Tíbet y escriben en otras lenguas, como inglés y chino.

El caso de la bloguera, poetisa y novelista Tsering Woeser es especial: procede de una familia mixta tibetana y china, y habla con fluidez tibetano, pero ha hecho del chino mandarín su principal lengua de escritura. Aunque goza de libertad creativa, las autoridades chinas le han prohibido publicar y salir del país. Recientemente se ha traducido al francés una recopilación de sus poemas, Amnyé Machen, Amnyé Machen, que relata una peregrinación alrededor de una montaña sagrada del Tíbet, acompañada de fotografías, en el marco de un proyecto en el que participan la autora, el editor, los traductores, un tibetólogo y un fotógrafo.

Global Voices entrevistó a varios de estos participantes, tras una reunión celebrada en septiembre en París con motivo del Festival del Tíbet y los Pueblos del Himalaya. Entre ellos se encontraba Jérôme Bouchaud, director de la revista Jentayu, dedicada en francés a la literatura asiática en traducción, y que publica aquí su primer libro. Brigitte Duzan es también investigadora y traductora de chino, y fundadora de dos sitios web de referencia: Chinese Movies, sobre cine chino, y Chinese Short Stories, sobre literatura china moderna y contemporánea. Y por último, Katia Buffetrille, etnóloga y tibetóloga que estudia –y hace– peregrinaciones en torno a las montañas sagradas, constatando los cambios que han sufrido como consecuencia de la modernización, mientras se interesa por fenómenos recientes como las inmolaciones.

–Filip Noubel (FN): Jentayu empezó como una revista en francés sobre literatura asiática. ¿Cómo fue la transición a la publicación de libros? ¿Qué lugar tiene la literatura asiática entre los lectores francófonos?
–Jérôme Bouchaud (JB): Los diez números de Jentayu han sido una aventura maravillosa, pero la periodicidad semestral de la publicación se me había hecho demasiado pesada. De ahí mi decisión de invertir más en proyectos editoriales a largo plazo. La colección de Tsering Woeser, Amnyé Machen, Amnyé Machen, tardó más de dos años desde el acuerdo del autor hasta su publicación en septiembre. Un círculo de cinco personas –las dos cotraductoras Brigitte Duzan y Valentina Peluso, así como Katia Buffetrille, Woeser y yo– trabajamos en la realización del libro. Las tareas siguen siendo fundamentalmente las mismas –traducir, corregir, promocionar–, pero el cursor ha pasado de lo urgente a lo exigente. La traducción y la corrección del libro resultaron muy complejas, al igual que la selección de las fotografías, y realmente tuvimos que tomarnos el tiempo necesario para hacerlo todo bien. Además, la publicación de la obra completa de una misma autora refuerza los nuevos vínculos entre ella y Jentayu. Nos hemos convertido en su casa, al menos durante el tiempo que dura un libro, y es un gran honor para nosotros acogerla aquí. Ésta será siempre su casa.
A juzgar por las estadísticas, la proporción de literatura asiática traducida entre los lectores francófonos sigue siendo muy limitada, a excepción de la literatura japonesa, que se beneficia del fenómeno del manga. Cada año, la literatura traducida representa entre el 15 y el 20% del total de la producción editorial en Francia. De todas estas traducciones, el chino, por ejemplo, representa algo menos del 1%, lo que la convierte en la primera lengua asiática traducida, después del japonés. En resumen, aún queda mucho camino por recorrer, pero gracias a los esfuerzos continuos de los actores clave -traductores, editores, libreros- las cosas van poco a poco en la buena dirección.

–FN: ¿Qué representan las peregrinaciones a lugares naturales sagrados y cómo están evolucionando?
–Katia Buffetrille: Un tibetano definió la peregrinación como «la ofrenda religiosa de los laicos». La peregrinación en Tíbet es la práctica esencial de los laicos, pero los religiosos no la descuidan. Aunque los peregrinos van a lugares construidos por el hombre, sus pasos les llevan a menudo a parajes naturales (montañas, lagos y cuevas). La peregrinación en Tíbet es un fenómeno social total, asociado a diversas actividades rituales y con dimensiones sociológicas, culturales, económicas, políticas, literarias y, por supuesto, religiosas. A través de esta práctica, los peregrinos buscan obtener una mejor reencarnación, pero también mejorar su suerte aquí en la tierra, con la esperanza de obtener bienes materiales. Las montañas sagradas, consideradas a la vez la residencia del dios de la tierra y el dios mismo, pueden colmar esta expectativa. Este dios de la tierra, el dios de las creencias no budistas, sigue siendo venerado hoy en día, pero bajo la influencia del budismo se ha impuesto la práctica de la circunvalación y los peregrinos caminan alrededor de las montañas como lo harían alrededor de un templo.
La invasión china en la década de 1950 y luego la ocupación tuvieron un impacto considerable en la vida religiosa, pero no sólo eso. Hoy en día, la práctica de la peregrinación se enfrenta a la sinicización, la modernización y la budización, fenómenos superpuestos, a los que hay que añadir las consecuencias del calentamiento global. Mientras que grandes maestros teorizaron la importancia de peregrinar a pie, construir carreteras alrededor de las montañas sagradas está empujando a muchos peregrinos a venir en auto. Por ejemplo, la peregrinación alrededor de Amnye Machen requiere ocho días a pie, pero sólo uno en auto. Esto hace posible que vengan personas de regiones más lejanas, pero ¿qué pasa con la purificación de los actos negativos que se puede conseguir con estos esfuerzos?

–FN: ¿Cuáles son los principales retos al traducir al francés un texto sinoparlante arraigado en las realidades culturales tibetanas?
–Brigitte Duzan: Traducir un texto de un autor tibetano escrito en chino a una lengua como el francés entraña siempre una serie de dificultades, y de retos. La principal dificultad es comprender la realidad cultural y religiosa que hay detrás de un término, ya que el autor se ve obligado a transcribir/traducir a caracteres chinos una palabra o expresión que abarca un concepto, un personaje o una deidad típicamente tibetanos. El ejemplo típico de trampilla es el término huofo [活佛], que no debe traducirse en su sentido literal de «Buda viviente», sino en su sentido real de lama reencarnado, o tulku, posiblemente con una nota explicativa a pie de página, según el texto. Como señala Tsering Woeser en su prefacio: «el idioma en el que escribo no tiene nada que ver con este idioma». En el caso de los poemas de Tsering Woeser, las dificultades se agravan porque traducen su mundo interior. Así que no se trata sólo de traducir, sino de descubrir «todo lo que esconde este lenguaje que utilizo», según sus propias palabras. Esto es aún más cierto en esta colección, que evoca todo lo que deambular por la montaña revela de la profunda religiosidad que subyace en el yo de la autora. El budismo está presente a cada paso, al igual que las ideas que surgen en su cabeza a lo largo del camino, a veces nacidas de una historia que le han contado y que aún tiene que redescubrir o reconstruir.
Las fotos de Katia, su conocimiento de la peregrinación y de la autora, fueron de gran ayuda para comprender este «significado oculto en el lenguaje». La traducción se hizo a cuatro manos, en perfecta simbiosis. Difícilmente podría haber sido de otra manera. A veces tuvimos que pedirle al autor que nos ayudara a entender, pero otras la solución vino del diario que Katia llevó durante la peregrinación. Una traducción de descubrimiento puede describirse como un viaje de descubrimiento.

miércoles, 22 de noviembre de 2023

"Los expertos en IA han advertido en varias ocasiones que dicha tecnología no está lista para reemplazar a los traductores humanos"

Gizmodo es un sitio web de diseño, tecnología, ciencia y ciencia ficción. Se lanzó originalmente como parte de la red Gawker Media dirigida por Nick Denton y se ejecuta en la plataforma Kinja. El pasado 11 de septiembre fue noticia, a partir de una nota que Raquel Holgado publicó en el sitio 20 Bits. Allí se lee: "El portal web de noticias contaba con una sección en español, con reportajes exclusivos y con la traducción de artículos del inglés. Ahora, las traducciones se hacen automáticamente y han despedido a los trabajadores de habla hispana".

Traducciones a medias y textos sin sentido: así (de mal) está generando noticias la IA en el portal Gizmodo

El medio de comunicación Gizmodo, que cuenta con una versión en español, ha despedido al personal que traduce los artículos del inglés y los ha sustituido por inteligencia artificial, según ha informado The Verge. Los despidos se produjeron el pasado 29 de agosto a través de videollamada y demuestra que la IA sí que podría ser un problema para algunos empleados.

Cuando se habla de que la IA puede suponer una amenaza para algunos trabajadores, los expertos se apresuran a responder que principalmente servirán para agilizar las tareas repetitivas, pero que la intervención humana seguirá siendo necesaria. Sin embargo, hay empleados que sí que podrían verse más afectados y ser reemplazados, como ha ocurrido con los redactores de habla hispana de los artículos de Gizmodo.

Matías S. Zavia, ex escritor de Gizmodo, comentó a través de sus redes sociales lo que había ocurrido el 31 de agosto, días después de que lo echasen: "El martes cerraron @GizmodoES para convertirlo en una autoeditora de traducciones (la IA me quitó el trabajo, literalmente)".

El personal de la versión en español del medio de comunicación también redactaba contenido original en dicho idioma, por lo que no se dedicaban únicamente a traducir. Ahora, han sido sustituidos por IA y, en los posts en español, se muestra el siguiente mensaje con un enlace al artículo en inglés: "Este contenido ha sido traducido automáticamente del material original. Debido a los matices de la traducción automática, pueden existir ligeras diferencias. Para la versión original, haga clic aquí".

Víctor Millán, periodista y lector de Gizmodo, ha defendido el trabajo de sus compañeros de profesión. Según ha señalado en X (antes Twitter), los nuevos artículos traducidos automáticamente cambian del español al inglés de forma abrupta, por fallos en el sistema utilizado.

Los expertos en IA han advertido en varias ocasiones que dicha tecnología no está lista para reemplazar a los traductores humanos y que, a menudo, presentan fallos. No obstante, las malas interpretaciones del texto original no han impedido que Gizmodo y otras empresas recurran a la IA para reducir costes y despedir aparte de su plantilla. ¿La empresa reculará tras los problemas que se han comenzado a percibir o continuará apostando por la IA ciegamente?

martes, 21 de noviembre de 2023

En cualquier momento, le toca a la baguette



Hace unos meses, adelantamos en este blog que, ante la inminencia de los Juegos Olímpicos, la alcaldía de París había decidido cerrar los puestos de libros usados de ambas márgenes del Sena para así evitar hipotéticos actos terroristas. El 18 de noviembre, con firma de Laurence Benhamou, se confirma la noticia en un breve artículo publicado por InfoBAE cultura. En su bajada se lee: "Por seguridad para el día de la inauguración de la competencia, el gobierno local exige retirar los puestos de los emblemáticos ‘bouquinistes’, instalados desde hace más de 150 años en la ribera del río. 'Lo que no logró la guerra, lo lograrán los Juegos', dijo un librero".

Los libreros del Sena, acorralados por los Juegos Olímpicos de París 2024

La alcaldía de París hizo una primera prueba para retirar los cajones verdes de los ‘bouquinistes’, los icónicos vendedores de libros de segunda mano situados a orillas del Sena en París, una medida de seguridad de cara a los Juegos Olímpicos de 2024 que ellos rechazan. El viernes por la noche, el ayuntamiento desmontó cuatro de los cajones, arrancados del parapeto junto al Sena con una grúa, aunque luego los volvió a colocar en su sitio.

Por razones de seguridad, la prefectura de policía de París exige el desmantelamiento de casi 600 de los 900 cajones verdes antes de la ceremonia de inauguración del 26 de julio de 2024, que tendrá lugar en el río.

Una veintena de agentes municipales, con ayuda de una empresa de mudanzas, dedicaron varias horas a retirar los cajones tras haber vaciado los cientos de libros que había dentro, ante un reducido grupo de libreros consternados. Los cajones que se retiraron llevaban cincuenta años instalados en el muelle, pero los más viejos tienen 150 años.

“¡Es como cuando te sacan un diente! ¡Y todo esto por solo cuatro horas de ceremonia! Lo que las guerras no han logrado, lo lograrán los Juegos Olímpicos: hacernos desaparecer”, explicó Michel Bouetard, secretario general de la asociación de ‘bouquinistes’.

“Todo esto es desproporcionado. Si eliminamos [los cajones], no estamos seguros de cuándo volverán”, advierte por su parte Jérôme Callais, presidente de la asociación y aseguró: “Pero si persisten en querer eliminarlos, iremos a un litigio”. Muchos ‘bouquinistes’ (hay unos 230) no tienen otros ingresos. “¿Qué harán en caso de varias semanas de inactividad?”, se pregunta Callais.

“Momento histórico”
Algunos cargos electos del ayuntamiento de París vinieron a darles apoyo. “Estamos en contra, todo esto se decide para poder hacer publicidad en los muelles”, afirmó Corine Faugeron, presidenta del grupo Ecologistas de la asamblea municipal.

Otros piden que intervenga el presidente francés Emmanuel Macron. Francis Robert, librero en el Sena desde hace 43 años, asegura que conoció a Macron cuando visitó los muelles del río el pasado octubre.

“Nos dijo ‘Estoy al tanto, los defiendo, ustedes son parte de París’. Él es superior al prefecto, puede decirle que nos haga quedarnos”, aseguró. “Es un momento histórico”, dijo una ‘bouquiniste’ con lágrimas en los ojos.

Otro permanece en silencio, con la mirada clavada en el parapeto desnudo. Hacia medianoche, tras haber sido depositados en un camión, los cajones volvieron a colocarse en el parapeto y los libros volvieron a su lugar, según lo planeado por la operación.

“Ahora estamos seguros de que podemos moverlos, es decir, retirar y luego volver a instalar los cajones en buenas condiciones y en un tiempo razonable”, comentó Pierre Rabadan, adjunto de la alcaldesa de París a cargo del deporte, en una conferencia de prensa para hacer el balance de la operación del viernes.

lunes, 20 de noviembre de 2023

Otra vez los del Cervantes piensan en hacer caja y los especialistas argentinos les dicen "minga"

El pasado 16 de noviembre, Dolores Pruneda Paz publicó en el sitio de la agencia TELAM un artículo que contradice lo que afirma el Instituto Cervantes sobre el estado de la lengua. En la bajada, puede leerse que "Especialistas consultados por Télam destacan que la lengua -la segunda del mundo en cuanto a cantidad de hablantes nativos- no muestra los 'síntomas de fatiga' que alega el Instituto Cervantes, si no todo lo contrario: esa postura sólo expresa 'el deseo de imponer una lengua española como superior a las demás'".

El español: ecos coloniales y una lengua diversa acechada por el monopolio

Mientras el Instituto Cervantes plantea que el español empieza a mostrar "síntomas de fatiga", especialistas argentinos en lingüística desestiman que esta lengua, la segunda del mundo en cuanto a cantidad de hablantes nativos, esté evidenciando signo alguno de agotamiento y afirman que esto responde a un intento por monopolizar la enseñanza de esa lengua en su versión peninsular, desconociendo variantes, como por ejemplo las del español que se habla en América.

En el reciente informe que anualmente presenta el Instituto Cervantes sobre el estado de la lengua española, su director, Luis García Montero, aseguró que, a medida que avance el siglo, este idioma va a ir “perdiendo peso relativo”; en tanto llamó a abordar "políticas panhispánicas" y a "mirar con especial atención a Asia" y a ciertas "situaciones en el África Subsahariana".

Ese llamado fue cuestionado por estudiosos de la lengua en estas latitudes, quienes advirtieron que tales políticas panhispánicas buscan "unificar el español privilegiando una única variedad que es la de España", a fin de "cubrir un mercado de consumo lo más global posible de venta de productos en español", como cursos de idiomas, traducciones y lexicología para inteligencia artificial, que excluya a los de otros orígenes.

Respecto a si la advertencia del Instituto Cervantes, a través de García Montero, refleja una mirada colonialista sobre la lengua o qué significa perder “peso relativo” en una lengua mayoritaria como el español, la cuarta con mayor volumen de hablantes no nativos después del inglés, el chino mandarín y el hindi, dialogaron con Télam la lingüista Daniela Lauría y Santiago Kalinovsky.

"La política panhispánica tiene tintes colonialistas, es una política donde claramente la variedad española peninsular está por encima de las otras variedades, y si bien busca este panhispanismo con el eslogan 'Unidad en la diversidad', lo que vemos en los instrumentos lingüísticos, en las gramáticas y en los diccionarios es que todavía subsiste una mirada mono-céntrica, es decir, un centro privilegiado de definición de la norma, pese a las declaraciones de respeto a la diversidad", señala Lauría.

¿Qué implicaría esta pérdida de peso relativo que denuncia el Instituto Cervantes? "Estudiantes, mercado, dinero -resume la investigadora del Conicet-. De ahí la necesidad de implementar con fuerza la política panhispánica como respuesta a esa pérdida. Lo que está sucediendo en Brasil es que están tomando clases de español como lengua extranjera a partir de propuestas hechas desde América y no desde el Instituto Cervantes. En ese sentido por ahí hay una pérdida del peso relativo, que tiene que ver con lo económico estrictamente".

Por su parte, Kalinovsky llama a "hacer algunas distinciones porque la palabra colonialista enseguida remite a un ámbito cultural, ideológico y político que hoy es difícil de ver en la misma medida".

A su entender, "el espíritu que anima a estos informes del Cervantes se centra en la lengua española como si fuese un producto de la industria del país, como si el español fuera un producto como lo es el jamón crudo y ahí hay mucho dinero para hacer porque existen distintas posibilidades de enseñanza del español para extranjeros, que es precisamente a lo que se dedica ese instituto".

"Lo mismo que pasa con el jamón crudo pasa con la lengua, la aspiración es instalar que el producto realizado en España es mejor que el de otros países -señala el divulgador-, eso se ve en referencias constantes al clasicismo literario del Siglo de Oro, que se llama no casualmente Siglo de Oro o a esa especie de tótem que es el nombre de Cervantes como máximo exponente de las letras, como si hubiera una suerte de esplendor específico de uno de los países donde se habla español".

El deseo es zigzagueante
"El deseo de imponer una lengua española como superior a las demás" se expresa de maneras sutiles, oblicuas, pero no por eso menos contundentes", advierte Kalinovsky.

En primera instancia, señala, "podemos decir que la Asociación de Academias de la Lengua Española, liderada de un modo general por la Real Academia Española, publicó el Diccionario de americanismos que reúne todas las palabras regionales de la lengua española excepto las de España. Una omisión muy significativa, que pone a circular la idea de que lo dialectal es una cosa que sucede en América mientras que la lengua en sí es la de Europa, la de España".

"No podemos hablar de colonialismo en el sentido tradicional, pero sí en un sentido más mundano, que tiene que ver con la competencia en el mercado del producto lengua española y cómo se da forma a eso", resume.

Si el español comienza a mostrar síntomas de fatiga "qué le queda a una lengua como el francés o el alemán, que hablan muchísimas personas, para hablar de lenguas que están plenamente vigentes, con millones de hablantes nativos, que tienen un Estado atrás", se pregunta.

"Nosotros podemos decir qué le queda al mapuche, qué le queda al guaraní, qué le queda al quechua, que son lenguas que han debido superar estigmas, operaciones, invisibilizaciones, exterminios". Y acota: "Lo único que explica esta referencia un tanto ridícula a la fatiga de la lengua española es esta ideología de mercado en la que el único movimiento legítimo es acaparar mayores porcentajes del mercado disponible".

"Mirar con atención hacia África subsahariana parece algo sacado de una reunión de accionistas, es lo que uno esperaría escuchar en una reunión de gente de Netflix diciendo 'tenemos que mirar con atención a Asia para ver cómo hacemos para llegar ahí'".

Organizar, incrementar, ser protagonista
En su exposición ante los medios, García Montero sugirió que las líneas a explorar son incrementar la presencia del idioma en la ciencia y en la tecnología, sobre todo ahora que la inteligencia artificial empieza a ser protagonista: "vamos a intentar que los seres humanos que programen las máquinas no hagan sesgos", consignó el académico español.

Lauría lo explica así: "La lengua española está en desventaja en el uso de la ciencia y la tecnología, hoy día el inglés es, entre comillas, la lengua franca, tanto de la tecnología como de la ciencia, y el español no logra competir con él, ni con el francés ni con el alemán".

¿El motivo? "Ahora hay un nuevo programa sobre la importancia de que la lengua española participe en proyectos de inteligencia artificial y, para esto, volvemos al principio: es fundamental que la política lingüística sea la panhispánica, implementada por estas instituciones peninsulares, para que la lengua sea homogénea y que sea esa única lengua, esa única variedad, la que funcione como insumo en los traductores automáticos, en los asistentes de voz, en los correctores anticipadores que tenemos en nuestros teléfonos" .

"La pretensión de que la lengua es organizable, desde una institución, desde un país del mundo, es un absurdo -agrega Kalinosvky-. Existe esta idea de que la lengua se controla pero los modos en que la lengua se va configurando y va adquiriendo ciertos rasgos, y perdiendo otros, responde a un conjunto tan complejo de variables que son imposibles de controlar".

El ejemplo más claro de esto, grafica, “es el intento de la educación argentina, durante todo el siglo XX, de suprimir el voseo, que fracasó estrepitosamente. Un intento doblemente absurdo porque el 'vosotros' es una conjugación usada incluso por menos personas que las que dicen vos en Argentina, en Uruguay y, con variantes, en Colombia, Centroamérica y Chile".

"La idea de que García Montero va a organizar el español o bien es una utopía irrealizable, un autoengaño o simplemente el intento de poner a circular que España es quien está controlando la lengua, organizándola, para terminar instalando que el lugar donde ir a pagar un curso de español es el Instituto Cervantes y no otro lado", resume.

La insoportable ingenuidad del ser
Por otra parte, "hablar de hacer programación, ciencia, lingüística o lexicografía sin sesgos, es de una ingenuidad palmaria, porque donde hay un ser humano haciendo algo hay un sesgo", retoma Kalinosvsky.

"Poner a circular esa idea es, como mínimo, empobrecer el debate, como si existiera una manera de programar que se pudiera abstraer de la persona que lo está haciendo -resalta-, una persona que nació en un lugar, que habla una lengua, que pertenece a cierta clase social, que tiene mayores o menores ingresos, mayores o menores pertenencias a grupos minorizados o no. Una constelación de factores que le dan a esa persona los sesgos, que son los sesgos que tenemos todos".

"Uno tiene que buscar honestidad en la producción de conocimiento pero siempre habrá algo, nos pasamos la vida leyendo sesgos en los diccionarios: el que publica la Academia Argentina de Letras tiene ciertos sesgos, el de la Real Academia Española tiene otros y es importante que la gente entienda que el diccionario que publica la Real Academia Española tiene una mirada, que no existe hacer algo sin que eso tenga una perspectiva".

viernes, 17 de noviembre de 2023

Una entrevista de Tomás Villegas sobre la nueva edición de "Bouvard y Pécuchet"

El pasado 15 de noviembre, con motivo de la nueva traducción de Bouvard y Pécuchet, publicada por Eterna Cadencia, Tomás Villegas publicó una entrevista con el administrador de este blog en la revista El diletante. Se reproduce a continuación.

"Traducir clásicos no es una tarea solipsista"

Entre los méritos variopintos de un escritor de la talla de Gustave Flaubert se cuenta tanto la confección de una obra maestra del realismo decimonónico –Madame Bovary–, con sus innovaciones discursivas –el estilo indirecto libre, la diversidad de puntos de vista–, como Bouvard y Pécuchet, el texto que para muchos clausuró las implicancias formales y epistemológicas del realismo (la ciega confianza en el progreso del conocimiento humano, por caso), y que sentó, a su vez, las bases de lo que sería la novela del fracturado siglo XX. Jorge Fondebrider, que cuenta en su haber con una traducción de Madame Bovary y los Tres cuentos de Flaubert –ambos bajo el sello Eterna Cadencia–, se sumerge ahora, con paciencia monacal, en la investigación y el estudio de Bouvard y Pécuchet. Su reciente traducción consta de un prólogo y de un monumental apartado crítico que supera las 1500 notas. Recordemos, por si hiciera falta, lo que de trama hay en este libro. El dúo protagonista, Bouvard y Pécuchet, dos amanuenses que trabajan, el primero en una firma comercial y el segundo en el Ministerio de la Marina, logran, gracias a una herencia, retirarse a una casa en la que se dedican, minuciosa y sistemáticamente, a ensimismarse en los diferentes saberes humanos –desde la agricultura, pasando por la medicina y la química, hasta la pedagogía, la filosofía y literatura– para corroborar, en la constatación de los distintos autores y paradigmas, las contradicciones e insuficiencias del conocimiento. El automatismo irrefrenable de la dupla, encarnado en la insistencia de su método, termina irradiando su insensatez sobre la especie en general; es la estupidez, así, la que parece inscribirse en la médula misma de la humanidad.

 –¿Cuál fue tu primer acercamiento a Flaubert?
No recuerdo cuándo fue la primera vez que leí a Flaubert. Sí que fue Madame Bovary, en la muy buena versión traducida por María Angélica Bosco, para Fabril Editora, que, al hacer los recuentos, los españoles pasan por alto. Después vinieron los otros libros. Recuerdo la impresión que me dejaron como muy vívida. Pero no pensé en traducirlo hasta que, en 2010, Leonora Djament, directora editorial de Eterna Cadencia, me propuso Madame Bovary. Le pedí una semana para ver si había algo que pudiera agregar a las traducciones previas. Volví al original francés y empecé a leer unas cuatro versiones que tenía en casa. Me di cuenta de que no sólo podía decir mucho, sino que también había la posibilidad de un valor agregado. Entonces propuse hacer una edición anotada. Las notas que tenía en mente eran de distintas clase: en primer lugar, todo lo que la crítica y otros escritores hubieran dicho sobre la obra; también, lo que Flaubert había comentado en su correspondencia con diversas personas sobre cada escena; finalmente, lo que un lector contemporáneo podría perderse de no tener el contexto en el cual se escribió esa novela. Y para asegurarme una mayor precisión, opté por utilizar el diccionario de Émile Littré, extraordinario lexicógrafo francés y amigo de Flaubert, para evitar que el desplazamiento de sentido que experimentan las palabras de una época a otra me llevara a soluciones erróneas. Traduje en voz alta, porque Flaubert odiaba las cacofonías y las repeticiones, tratando de ajustar la frase castellana a la francesa y, con todo eso, me fui a París, donde entrevisté a Jacques Neefs, uno de los mayores flaubertianos de la actualidad, quien me dio todo tipo de consejos, permitiéndome además, usar algunas de las notas que él mismo redactó para su propia edición anotada de Madame Bovary. Ése fue mi procedimiento, que, adecuándome a lo que cada texto exigía, apliqué a los Tres cuentos y a Bouvard y Pécuchet, que son los tres libros de Flaubert que traduje hasta ahora.

 –El valor agregado del que hablás se percibe no sólo en el prólogo sino, sobre todo, claro, en el significativo apartado de notas. ¿Qué concepción de traductor hay detrás de una intervención de este tipo?
Te agradezco la pregunta porque me va a permitir poner en claro unas cuantas cosas. La primera es que traduzco como me gusta leer; vale decir, entendiendo todo lo posible. Ésa es una de las pocas cosas realmente valiosas que aprendí en la carrera de Letras: cuando un texto es antiguo, hay que reponer un contexto para no leerlo cayendo en las trampas que nos plantea el presente. Dicho de otro modo, no se le puede atribuir a la gente del pasado las creencias del presente, sin violentar lo que dijeron o la manera en que dijeron. Entonces, como según mi modesto entender, cuando uno traduce una parte son palabras y la otra, una cultura ajena, no hay otro remedio que estudiarla para tratar de reponerla en los mejores términos. De ahí que, cada vez que hago libros que fueron editados hace mucho tiempo, considero importante ayudarme y ayudar al lector con notas. Siempre lo declaro en los prólogos: “¡ésta es una edición anotada!”, de modo que no pretendo engañar a nadie. Luego, siempre digo que quien no quiera leer las notas puede salteárselas. No es un trámite difícil. Sé que hay muchos traductores que repudian esta manera de traducir porque suponen que el lector tiene que arreglárselas solo. También sé que hay quien interpreta que, al poner muchas notas, pretendo competir con el escritor, algo que desmiento de todas las maneras posibles. Finalmente, ahora hay un tópico más bien idiota sobre la supuesta visibilidad o invisibilidad del traductor que, como la mayoría de las teorías que plantea la traductología, me tienen absolutamente sin cuidado. Soy una persona fundamentalmente práctica. Insisto: traduzco de este modo porque leo de este modo. Supongo que estoy en mi derecho, ¿no?

 –Traduzco como me gusta leer, decías. ¿Qué tipo de lector concebís con tu traducción? Por lo pronto, intuyo, uno que no pretende sólo evadirse ni que se deja encandilar por el asunto o la trama, ¿no?
No estoy seguro de concebir ningún tipo de lector. Considerando cuáles son los nombres que se privilegian como importantes en la actualidad, está claro que no necesariamente los lectores leen del mismo modo que imagino yo. A mí, y vos lo adelantás en tu pregunta, el asunto o la trama me parecen relativamente secundarios. Ya te dije que Madame Bovary es una novela sobre un asunto intrascendente, a la que seguimos leyendo por cómo está escrita antes que por lo que privilegian las lecturas actuales. Si un autor, además de escribir realmente bien, habla de cosas importantes, mejor aún. Es, creo, el caso de alguien como Joseph Conrad, a quien admiró muchísimo. Pero la importancia de algo es una categoría que está muy lejos de ser universal. Me quedo entonces con la forma en que se dice algo. Uno bien podría pensar que no debe haber tema menos interesante que las intrigas vaticanas, hasta que se topa con Lytton Strachey escribiendo sobre el Cardenal Newman en Victorianos eminentes. Un extraordinario cronista como John McPhee nos mantiene pegados al libro, aunque el tema sea la construcción de canoas con corteza de abedul, la historia de la seda de los paracaídas o el cultivo de naranjas en el valle de San Fernando. Todo puede ser interesante si está bien escrito. En cuanto a la evasión, me parecen más pertinentes los lectores que buscan conocimiento, emoción, compañía y consuelo.

 –¿Es posible generar emoción con la lectura interrumpida que proponen las notas?
 –No hay una forma mecánica para la emoción. Cada cual la encuentra como puede y donde puede. Y, muchas veces, lo que nos produce emoción bajo ciertas circunstancias nos deja completamente indiferentes en otras. Como pasó con mucha gente de mi generación, la lectura de obras de Hermann Hesse –pienso en El lobo estepario o incluso en Demián– a los quince años me llenaban de emoción. Hoy no tolero esos libros. Y lo mismo me pasó con muchos otros, fundamentalmente de ficción. Observo que, salvo excepciones –y aquí pongo en primer lugar a muchos escritores irlandeses– las novelas actuales me aburren. Por eso prefiero los clásicos anteriores a la mitad del siglo XX. Pero, volviendo al principio, y a tu pregunta, las notas –y aquí hablo de las ajenas– contribuyen a mi emoción. No pretendo de ningún modo establecer una comparación, pero muchos de los mejores ensayos de Borges son apenas notas ordenadas con alguna intencionalidad. A mí, sistemáticamente, me emocionan más que una buena parte de sus ficciones.

–Mencionaste la importancia de traducir en base al contexto original, para no atribuirle al pasado creencias del presente. A propósito, me pregunto: ¿cómo puede dialogar con el presente esta publicación de Bouvard y Pécuchet?
Bueno, en tu pregunta hay dos aspectos. Asistimos en esta época a una política de cancelación que se aplica indistintamente al presente como al pasado. En el caso del presente, sabemos que hay opiniones decididamente estúpidas –las que sostienen los terraplanistas, los antivacunas, etc.– y otras más difíciles de dilucidar, porque, aun cuando no estén respaldadas por instituciones religiosas, admiten distintos puntos de vista. El tiempo revela cuán estúpidas pueden llegar a ser esas opiniones. El problema es cuando aplicamos la misma lógica al pasado, porque ahí, inevitablemente, la estupidez se vuelve exponencial. Te voy a dar dos ejemplos extremos y a contarte una anécdota personal. Mi primer ejemplo tiene que ver con Charles Darwin, probablemente el científico más importante del siglo XIX. Sin embargo, por más inteligente que fuera, era un inglés de clase alta con los prejuicios correspondientes a su nacionalidad y a su clase. Así, luego de haber formulado su teoría de la evolución –que cambió todo el paradigma que se tenía del mundo y puso en crisis los dogmas de la Iglesia– metió la pata al publicar un folleto en el que consideraba que los escoceses y los irlandeses eran etapas intermedias de la evolución humana. Hoy, eso es inadmisible, pero en su tiempo formaba parte de lo que pensaban muchos ingleses. ¿Vamos a condenar al Darwin que formuló la teoría de la evolución por ese folleto? Mi segundo ejemplo se refiere a la última traducción al neerlandés de la Divina Comedia, un texto redactado en el siglo XIII y traducido hace un par de años, en el cual la traductora saca a Mahoma del Infierno para no irritar a los eventuales lectores musulmanes. Evidentemente, hay algo que no está funcionando bien. Te sumo ahora la anécdota personal, hace algún tiempo, me tocó traducir unos manuales de escuela primaria destinados a la enseñanza en varios estados de los Estados Unidos. Cuando hubo que ejemplificar la “v” y la “b”, se nos pidió que no usáramos la palabra “víbora” porque en California, uno de los estados en cuestión, se buscaba no asustar a los niños con criaturas malignas que pudieran estar asociadas... al diablo. Te di dos ejemplos de estupidez y te conté una anécdota decididamente estúpida. En estos tres casos, el presente se sirve del pasado o de una lectura teocrática de la realidad para justificarse. Todo esto podría haber sido incluido en Bouvard y Pécuchet, que es una novela que trata, precisamente, de las distintas formas de la estupidez y de sus muchas y grotescas justificaciones. Sospecho que ahí, en la demostración palmaria de la estupidez humana, está una de las principales razones por las que esta novela, escrita por un misántropo, sigue funcionando en el presente.

¿Se podría decir, entonces, que estás de acuerdo con la frase de Valéry, esa de que “cada generación debería traducir a los clásicos”?
Ni siquiera sabía que Valéry –quien por cierto me aburre muchísimo– había dicho eso. Pero es así. Y no sólo por razones que pomposamente podríamos llamar “filosóficas”, sino, fundamentalmente, porque la lengua cambia, se desplaza, y hay palabras que dejan de usarse y son reemplazadas por otras. Por caso, creo que salvo el tarado de Milei ya nadie dice “por ende”, sino “en consecuencia” o “consecuentemente”. Una traducción de los años treinta o cuarenta todavía podía permitirse eso, pero estoy seguro de que a un lector de la segunda década del siglo XXI le haría bastante ruido algo que, en el original, no sobresalta a nadie. No se trata de “modernizar”, sino de mantener la efectividad de la lengua en razón de los usos de cada época. Hay, con todo, algo más. Cuando Salas Subirat tradujo el Ulises de Joyce al castellano, lo hizo sin contar ni con el conocimiento de las muchas variedades del inglés que ostenta el autor, ni con el aparato crítico con que cuentan los traductores actuales. Indudablemente, en el medio, pasaron muchas cosas y hoy, puede decirse, sabemos mucho más de Joyce y del Ulises que lo que se podía saber entre 1940 y 1945, años de esa primera traducción. En el caso de Bouvard y Pécuchet, la cosa se dispara exponencialmente, porque a las primeras versiones se les fueron sumando otras con mayor información. El libro ya no es el mismo que se publicó en 1881 (nueve capítulos completos y uno a medio terminar), sino un primer volumen de diez capítulos que incluyen los distintos planes que dejó Flaubert y que fueron descubiertos con el correr del tiempo, más un segundo volumen, bautizado como “La copia”, donde constan todos los materiales que Flaubert había estado recopilando para completar el libro. Esto es, el “Diccionario de ideas recibidas” (que en mi edición, por primera vez en castellano, se publica en sus tres versiones) y una gigantesca selección de citas, divididas en diversos libros posibles, que, de acuerdo con lo que sabemos, es lo que Flaubert les había reservado a sus copistas, cuando, desengañados de los saberes humanos, deciden retirarse a copiar las citas más estúpidas de todos los autores y libros que se mencionan en el primer volumen. Sobre esto último se ha avanzado muchísimo. El italiano Alberto Cento fue el primero en arriesgar hipótesis de trabajo que después siguieron y mejoraron los investigadores franceses; sobre todo aquéllos que se sirvieron del método genético que consiste en la comparación de manuscritos –y Flaubert dejó varios– adecuándolos a la lógica de los diversos planes. Así, la última edición de Bouvard y Pécuchet, que fue la que prepararon y editaron en 2022 Jacques Neefs y Anne Herschberg-Pierrot para la Pléiade, multiplica el número de páginas y notas hasta un punto impensado apenas treinta años antes. Hoy se sabe mucho más de esta obra, y lo que sabemos nos obliga a volver a traducirla, introduciendo modificaciones tanto en texto como en su sentido. Traducir clásicos no es una tarea solipsista, sino un trabajo colectivo que involucra a generaciones de investigadores y traductores. Opto entonces por presentar una nutrida página de agradecimientos a gente que me precedió y a otra que me prestó ayuda porque este tipo de libros es como una película: el crédito no puede ser para una sola persona.

En el tan comentado capítulo octavo, los protagonistas reconocen la estupidez que les rodea (en tu traducción: “Entonces, en su espíritu, se desarrolló una facultad penosa: la de ver la estupidez y ya no tolerarla”). Borges asegura en su vindicación de la novela que, en este punto, Flaubert se reconcilia con sus criaturas. En tu caso como traductor, ¿sucedió algo similar?
Vamos nuevamente por partes. No sé si Borges tiene razón. Nadie pasa tanto tiempo como Flaubert pasó con Bouvard y Pécuchet si no deposita alguna esperanza en ellos. A medida que promedia la novela, todos los personajes van mostrando lo que son con mayor claridad y eso lo ven tanto Bouvard y Pécuchet como el lector. Fijate que hay cierta candidez en la idea que ambos hombrecitos tienen del conocimiento y la cultura, y, primero, a fuerza de torpeza, y después, a fuerza de auténtica decepción, van perdiendo la fe en los supuestos saberes y en sus vecinos. Yo diría que Flaubert, más que reconciliarse, se resigna. En cuanto a mí, estoy muy cerca de la concepción que Flaubert tiene de la sabiduría y de nuestra especie. Ésa probablemente es otra de las razones por las que disfruté tanto traduciendo esta novela.

Volviendo a la novela, Bouvard y Pėcuchet continúan el legado de personajes cervantinos que, a su vez, siguen Mercier y Camier, Mason y Dixon...etc. ¿Por qué crees que resulta tan productivo este esquema de dúo/parejas?
Es indudable que Flaubert fue muy influido por Cervantes. Pero a diferencia de éste, cuya influencia es muy clara en Madame Bovary, en los trastornos que la lectura de autores románticos produce en Emma, en Bouvard y Pécuchet no parece tan directa. De hecho, la crítica señala que ambos hombres son, en realidad, una versión dialógica de Flaubert, un recurso para justificar la expresión de ideas del autor. Antes y después de esta última novela, el recurso se usó sistemáticamente porque, el diálogo es un principio estructural. No sólo Mercier y Camier, los personajes homónimos de la novela que Samuel Beckett publicó en 1946, sino también los Vladimir y Estragón, de Esperando a Godot, también de Beckett. Y antes de Mason y Dixon, personajes históricos también homónimos de la novela que Thomas Pynchon publicó en 1997, siempre según los críticos, también habría que pensar en Laurel y Hardy, en Abbot y Costello, y en muchos otros dúos, cuya productividad, repito, tiene que ver con las posibilidades dramáticas que ofrece la forma dialogada.

¿Qué clásico te gustaría traducir?
Por supuesto que me gustaría seguir con Flaubert, sobre todo con La tentación de San Antonio. Con cada nuevo libro suyo sigo aprendiendo a leer y a escribir. Ahora, en lo inmediato, estoy con una gran antología de cuentos de Maupassant que, con suerte, Eterna Cadencia va a editar el año que viene. A futuro, espero poder traducir Vida y opiniones del caballero Tristam Shandy, de Laurence Sterne. Creo que es uno de esos libros que prefiguran la literatura que vino después. En ese sentido, soy muy poundiano porque siempre quiero hacer nuevo lo viejo.

 –¿Cómo ves el panorama actual de la traducción a nivel nacional?
Desde el punto de vista de la cantidad, lo veo bien. Hay una sorprendente abundancia de editoriales independientes que publican textos traducidos, para los cuales hacen falta cada vez más traductores. Lo interesante es que, considerando las muchas ventajas que hay en España para la adquisición de derechos y la cantidad de subsidios, en Argentina hay que aguzar el ingenio y estar atento a las posibilidades que haya. Los españoles, en líneas generales, por sus muchos complejos frente a Europa, suelen traducir lo que se traduce en otros países; fundamentalmente, Francia, Alemania y, en menor grado, Italia. Es raro ver que traduzcan sin contar con la anuencia del extranjero. Un ejemplo de ello es Anagrama, que tanto en la época de Herralde como ahora es extremadamente conservadora y trata de apostar sobre seguro. En Argentina, en cambio, nos arriesgamos más. Una editorial como, por ejemplo, Cactus, cuyo catálogo francamente asombra, sería inviable en España. Y lo mismo vale para sellos como Fiordo y Chai, sin hablar de algunos del interior del país como Serapis (de Rosario) o Vilnius (de Córdoba). En cuanto a los traductores, hay muy buenos; pienso en gente como Víctor Goldstein, Jorge Aulicino, Alejandro González, Omar Lobo, Inés Garland, Laura Wittner, Jan de Jager, Julieta Canedo, Matías Battistón, Juan Arabia, etc. Añado que, la traducción, como todo, es susceptible de modas y, en algunos casos, de discusiones de corte ideológico. Algunas de ellas, presentes en la actualidad, tienen que ver con la traducción de poesía. De hecho, hay quien plantea traducirla con la ilusión de respetar la rima o las formas fijas y quien busca, en esos casos, una traducción rítmica y nada más. Luego, quien decide traducir al “rioplatense”, manteniendo el voseo y un léxico marcadamente local, y quien busca un registro menos localizado. Por último, resta un aspecto nada menor que es el pago de las traducciones. Argentina, a pesar de su pujanza, es el país que peor paga en toda Latinoamérica. Y no se trata sólo de una cuestión vinculada a la devaluación de nuestra moneda y al valor del dólar, sino, más bien, a la tendencia que tienen las editoriales a considerar que la labor del traductor es subsidiaria. Al no existir una institución que defienda el trabajo de los traductores (la AATI, que es la Asociación Argentina de Traductores e Intérpretes, no cumple ese papel) y al ser ésta una profesión solitaria, a las editoriales les resulta muy fácil aprovecharse de esta situación.

Para ir terminando, ¿podrías decir algunas palabras sobre el Club de Traductores Literarios? ¿Cómo se originó? ¿Cuáles son sus objetivos? ¿Cuál, su estado actual?
El Club de Traductores Literarios de Buenos Aires fue creado en 2009 por Julia Benseñor y yo. Lo concebimos como una manera de establecer un vínculo entre traductores porque la nuestra es una profesión solitaria que permite, por esa condición, todo tipo de abusos por parte de las editoriales: ausencia de contratos, explotación irrestricta, tarifas miserables, etc. Para que fuera atractivo, pensamos que, antes de hablar de estos temas, tenía sentido reunirnos a discutir cuestiones específicas de nuestro trabajo. Eso, con el tiempo, nos llevó a la realización de varios encuentros internacionales sobre muy diversos temas. En principio nos acogió el Centro Cultura de España, donde estuvimos siete años, y luego, el Instituto Goethe, donde estuvimos cinco años, hasta la pandemia. Desde entonces, nuestras actividades son exclusivamente virtuales y pueden verse en el blog que, desde el principio, alimento a diario, cinco días a la semana. De los temas exclusivos de traducción, pasamos a ocuparnos del estado de la lengua y de las distintas políticas que sobre ella imperan en el mundo, y también del mercado editorial. Hoy, el blog constituye un archivo gigantesco donde se aloja todo este material. A veces se trata de reproducir lo que dice la prensa, a veces generamos nuestros propios contenidos y, cuando hay actividades en vivo, ofrecemos las filmaciones de las mismas. Por el Club han pasado traductores, escritores, editores, correctores y todo tipo de personas ligadas al mundo del libro. Asimismo, en los casos de la literatura dramática, hubo actores y directores teatrales, y, en alguna ocasión, también científicos. Por la forma en que muchos jóvenes traductores se acercan, suponemos que alguna función hemos cumplido, no sólo en la visibilización del oficio, sino también en el establecimiento de reglas un poco más claras con el mundo editorial.

jueves, 16 de noviembre de 2023

Cuando la limosna es grande...


A principios de mayo de este año, una noticia sobrevoló los titulares de las páginas de cultura de varios diarios argentinos. El empresario farmacéutico Alejandro Roemmers, que también funge de escritor, había recibido un premio de parte de la orden de los Hermanos Franciscanos. En la bajada de la noticia, rescatada del diario Perfil se lee: "El escritor y filántropo argentino fue reconocido por una iniciativa de abrazos universales por la fraternidad para fomentar la paz y el amor global". Aunque resulta difícil imaginar a alguien más alejado de los valores prohijados por la orden en cuestión, la noticia no es chiste.

Más adelante, ya en la nota, se lee: "Alejandro Roemmers, escritor, productor musical, teatral, audiovisual y filántropo argentino ha sido reconocido con el Premio San Francesco por la Pontificia Universidad Antonianum. El premio se entregó en el aula Magna de la sede de Roma, el 28 de abril. Fue premiado por su labor que reconoce y promueve los valores humanos de compasión y solidaridad". Y volviendo al motivo del premio, se repite: "Alejandro Roemmers está promoviendo una iniciativa de abrazos universales por la fraternidad. El primer evento tuvo lugar el 30 de abril de 2023 en la Porciúncula del Santuario de Santa María de los Ángeles en Asís, Perugia. La idea es generar abrazos en diferentes ciudades del mundo, con la participación de jóvenes de todas las etnias, para fomentar la paz y el amor entre los habitantes del planeta". Y repito, no es chiste.

Todo ello motivó un comentario del padre G. R. Aulicino en la página de su Facebook, que, con su debida autorización, se reproduce a continuación.

El dinero y la magia simpática

La magia simpática consiste, según el clásico libro del sir James George Frazer, en influir en una cosa mediante ciertos ritos o procedimientos considerados mágicos. Esto es, sin que haya una relación física, directa o indirecta, entre un hecho y otro, entre causa y efecto. Por ejemplo, usted recita una fórmula mágica y las cosas se mueven a su antojo. Usted pincha un muñeco de trapo y una persona siente el pinchazo en su cuerpo. Quema usted por completo un tronco y muere alguien a quien el tronco representa. Etc. Podemos rechazar todas estas propuestas en nombre de la racionalidad, a pesar de que estamos acostumbrados a ver imágenes de sucesos que se producen a miles de kilómetros de distancia (por ejemplo, un partido de fútbol en Manchester). Hay formas más sutiles de magia simpática, no hay forma sin embargo de que creamos en ellas. Lo de la televisión se explica por el electromagnetismo, nos dicen, y nos vamos a dormir tranquilos, acunados por la tevé.

En mi vida de periodista me tocó presenciar la entrega de un premio literario en el pueblo natal de Miguel Hernández, Orihuela. El premio lo otorgó la fundación que lleva por nombre precisamente el del poeta muerto en la cárcel durante la dictadura de Francisco Franco. Lo obtuvo un autor argentino por un libro titulado El regreso del Joven Príncipe. Lo veía y no podía creerlo.

Luego me enteré de que el autor alquiló el predio de la Sociedad Rural para presentar aquel libro, y lo hizo con globos, cotillón y farándula (una veteranísima animadora de televisión participó del evento, con otras figuras del show business). También hubo escritores e intelectuales. No lo podía creer.

Supe más tarde que el autor festejó su cumpleaños con una fiesta estilo "Mil y una noches" en Marruecos, con 300 o 400 invitados a los que pagó el pasaje y alojamiento. Esto lo creí un poco más.

Ahora me entero de que el autor galardonado en Orihuela hace unos 15 o 16 años presentó un libro mediante un acto en el que un gran escritor [Vargas LLosa], de derechas pero grande, ofició de periodista entrevistador ante la mirada de otros tres escritores, dos argentinos y uno español. Ahora lo que empiezo a creer es que el dinero tiene efectos mágicos sobre las personas. Porque este autor --me consta que menos que mediocre-- tiene muchísimo dinero. Es multimillonario. Heredó una empresa medicinal que factura millones (hablando en dólares, como es de rigor en este país).

Vuelvo a Frazer. "Puede ser, eh", me digo. Y no solo eso: I believe, querido sir James George.

miércoles, 15 de noviembre de 2023

Dos nuevas traducciones del neerlandés de Micaela Van Muylen

 

Despacio, discretamente, Micaela Van Muylen (Córdoba, 1979) viene desarrollando una importantísima labor como traductora de literatura en lengua neerlandesa, tanto de Bélgica como de Holanda. 

Uno de los varios lugares donde desarrolla esa actividad (que alterna con la docencia y la investigación) es la muy buena editorial rosarina Serapis. Allí, en este último año publicó sendas traducciones de la joven poeta belga Charlote Van Den Broeck (1991) y de la poeta holandesa Sasja Jansen (1955).

Tanto Fricciones de la tierra, de Van Den Broeck, como Vírgula, de Jansen, ya fueron distribuidos en librerías. Sin embargo, los ansiosos pueden adquirirlos en la tienda online de Serapis, a la que se entra siguiendo este link: https://www.editorialserapis.com.ar/