domingo, 31 de octubre de 2010

¡Temblad, españoles!

Acaso por falta de un Vampiro de Düsseldorf (a quien, inútil admitirlo, extrañamos) o, lisa y llanamente, de un Fogwill, hemos notado que los lectores españoles se sobresaltan cuando alguien les dice por escrito y públicamente lo que se suele comentar en la mesa del café. Tal vez por ello resulte una "noticia" digna de ser publicada en un diario la existencia del blog dedicado de Juan Mal-herido, "seudónimo del crítico más buscado de la blogosfera", que "guillotina a cualquier mito literario que se le ponga por delante". Así al menos lo señala Antonio J. Rodríguez, en el diario El País del 22 de octubre pasado. Quien desee, por ejemplo, enterarse de cómo le enmiendan la plana a Almudena Grandes y a otros monstruos del establishment literario puede recurrir a http://lector-malherido.blogspot.com/

El villano de las letras españolas

Algunas editoriales han puesto precio a su cabeza. El villano más popular de la literatura en español se hace llamar Juan Mal-herido, y desde su bitácora (lector-malherido.blogspot.com) lleva cinco años descuartizando impunemente buena parte de las novedades editoriales. Casi todas las quinielas apuntan a un mismo culpable: el escritor Alberto Olmos, responsable de la selección de críticas Vida y opiniones de Juan Mal-herido (Melusina), y tal vez el único ser humano que ha conseguido congeniar con este malvado misántropo.

Para Olmos, la literatura española "es más políticamente correcta que el BOE, no sé por qué este documento no se cita como influencia de algunos autores. Cuando quedo con mis amigos escritores se dicen exactamente las mismas salvajadas y en los mismos grados de agresividad que Juan en su blog".

Hasta Enrique Vila-Matas, que en su web incluye a Mal-herido dentro de sus blogs recomendados, reconoce que "Juan ha hecho todo lo posible para que lo elimine de mi lista". Eso sí: "Si es bueno, ¿qué le vamos a hacer?". Y en esto coincide Llucia Ramis, autora de Egosurfing y una de las escritoras más asediadas por Mal-herido: "Es un crítico brillante que publica lo que nunca te atreverías a decir sobre tus amigos". Ramis recuerda la crítica al texto colectivo Odio Barcelona, donde "decía que quería follarse a Llucia Ramis. Ahora ha retirado aquel post y admite que Egosurfing le ha gustado más de lo que cree".

A Juan se le ha acusado de carácter misógino. La sorpresa llega, en cambio, cuando el lector descubre cómo Vida y opiniones se dedica en buena medida a reflexionar sobre la literatura femenina. "[Mal-herido] ataca a autoras que aprovechan el tirón comercial de lo políticamente correcto para encajarnos un discurso blando y obvio, y se destaca a otras que están diciendo algo solvente sobre ser mujer en sociedad", señala Olmos. Y sin cortarse un pelo, añade: "El dolor de ser mujer no tiene nada que ver con el dolor de llevar tacones".

Curiosamente, Juan tuvo la ocurrencia de situar su mail bajo el lema Para follar conmigo, lo cual inspiró a muchas chicas (y algún chico) a escribirle con ese mismo fin. "Algunas mandaban fotos de trozos de su cuerpo, mail a mail. Suerte tiene, el capullo", confiesa, quién sabe, un celoso Olmos.

Además del interrogante sobre la cuestión feminista, la cruzada de Juan Mal-herido lo ha llevado a abalanzarse sobre todo aquello que suene a "publicidad sin discurso", pero también sobre los escritores que se quejan de su mala fortuna: "Los lloricas son los escritores ?yo soy un buen ejemplo? que siempre se preguntan por qué no salen en EL PAÍS", apunta Olmos. "La literatura es vanidad y competición, y uno no puede gustar del talento de los demás si espera que sea menor que el suyo".

Hay escritores ante los cuales solo podemos intuir sus más sinceras opiniones bajo el rótulo de la "ficción"; algo similar ocurre en el blog de este personaje, mitad monstruo, mitad seudónimo. O así lo ve Matías Néspolo, otro de los escritores afectados por las opiniones de Juan: "Mal-herido es el Jack el Destripador de la crítica literaria, demuestra que la carcajada es un vehículo tanto o más idóneo y efectivo que la crítica tradicional". Añade Andrés Neuman: "Me he reído incluso cuando se metía conmigo. Por otra parte, la coexistencia de ambos blogs, el de Olmos y el de Juan, nos lleva a preguntarnos algo interesante: ¿quién opina sobre nosotros? ¿Cuáles de nuestras opiniones son realmente nuestras?"

Si Olmos es ?o no? el cerebro que maquina las operaciones del psicópata, poco importa. Contrariando los códigos de conducta de Mal-herido, él prefiere quejarse: "Ya lo quisiera yo para mí", dice, en relación al número de lectores que el blog consigue reunir, muy por encima de la media de lectores de cualquier novelista. En resumen, "Lector mal-herido es mejor literatura, más literatura, que el 90% de los libros que se publican en España. Ver eso, querer verlo, o no, no es mi problema".

sábado, 30 de octubre de 2010

Pessoa digital


Según indica Belén Rodrigo, corresponsal en Lisboa del diario ABC, de España, la biblioteca de Fernando Pessoa se ha digitalizado y es accesible de forma gratuita en la web.

Buenas noticias para los amantes
 del gran escritor portugués

Lejos estaba Fernando Pessoa de imaginar que sus libros, apuntes y comentarios estarían algún día al alcance de todos. Su biblioteca particular es a partir de ahora universal gracias a la digitalización de 1.140 volúmenes. En http://casafernandopessoa.cm-lisboa.pt/ (un portal bilingüe en portugués e inglés) se encuentra accesible el legado de una de las mayores figuras de la literatura portuguesa. Un total de 337.187 páginas digitalizadas y 2.089 ficheros que se pueden descargar de forma gratuita. Pessoa consigue así mantener vivo el diálogo que tanto fomentó con autores de todo el mundo.

«Podemos apropiarnos de los libros de Fernando Pessoa», cuenta a ABC Jerónimo Pizarro, investigador colombiano responsable de este proyecto inédito.En las obras que Pessoa consultaba día a día descubrimos páginas, poemas, textos y anotaciones del poeta que permiten entender el diálogo que mantenía con los libros y realizar un viaje temporal por su vida y su formación como escritor.

Humor e ironía
«Pessoa se pelea con los libros», revela Pizarro, «mantiene verdaderas conversaciones con los autores». Cuenta además que en las páginas de estos libros descubrimos «mensajes llenos de humor, nos revela su faceta más irónica». Pizarro lleva diez años en Lisboa, donde da clases en la universidad y a pesar de conocer bien la obra del autor luso antes de instalarse en Portugal «fue aquí donde supuso para mí una revelación todo su expolio», afirma, «esta biblioteca es tan importante como el archivo nacional».

Están catalogados 1.317 libros, de los cuales 1.140 pertenecen a la Casa Fernando Pessoa y el resto a los herederos. «No tenemos la totalidad de las obras digitalizadas por cuestiones de derechos de autor ya que hay familias que no nos han autorizado a hacerlo pero espero que cambien de opinión», explica Jerónimo Pizarrro. Resalta el hecho de que la mitad de los libros estén escritos en lengua inglesa y recuerda que «el diálogo de Pessoa es casi siempre con extranjeros».

Volúmenes en mal estado
Pizarro propuso en el año 2008 este proyecto a la directora de la Casa Fernando Pessoa, Inés Pedrosa, y se ha llevado a cabo gracias al patrocinio de la Fundación Vodafone Portugal, con un presupuesto de 75.000 euros. «Una cantidad semejante a lo que cuesta restaurar los libros». De toda la biblioteca «hay 400 volúmenes en muy mal estado y haría falta recuperarlos». Cree además que un segundo paso de esta biblioteca sería «digitalizar las obras de Fernando Pessoa».

En vida apenas publicó nada y por ello faltan sus obras. «Sería bonito continuar de esta forma con el proyecto». De momento ha visto cumplido su sueños: «Convertir a Pessoa todavía más universal y tener su biblioteca abierta al mundo entero». Inés Pedrosa entiende que «una biblioteca de esta importancia debía ser patrimonio de la humanidad y no únicamente de aquellos que pueden venir a esta casa donde Pessoa vivió los últimos quince años de su vida». Se trata de una biblioteca «abierta al infinito de la interpretación, bella y sorprendente como todo lo que Fernando Pessoa creó». Tal y como el propio poeta portugués dijo: «¡Sé plural como el universo!».

viernes, 29 de octubre de 2010

¿Ya les dijimos que ésta era una información muy importante?

El segundo simposio de traducción del Club de Traductores Literarios de Buenos Aires y el Centro Cultural de España en Buenos Aires comienza el lunes, así que hay que aprovechar los próximos tres días para bañarse, ir a la peluquería, lavar la ropa y plancharla y todos esos otros menesteres necesarios como para que nadie pierda el tiempo durante los dos días que dura.

Como antesala del II Coloquio Internacional “Escrituras de la traducción hispánica”, a realizarse en la ciudad de Bariloche, entre el 5 y el 7 de noviembre (ver la información completa en http://www.traduccionliteraria.org/coloquio2/), con organización de la Universidad de Río Negro (Argentina) y la Universidad Austral de Chile, el Club de Traductores Literarios de Buenos Aires y el Centro Cultural de España en Buenos Aires convocan a 4 mesas redondas sobre distintos aspectos de la traducción, que tendrán lugar el 1 y el 2 de noviembre, en las instalaciones del CCEBA de Paraná 1159 (entre Santa Fe y Arenales).

1 de noviembre: 18 hs. ¿Se puede enseñar a traducir?
Ian Barnett
Julia Benseñor
Juan Gabriel López Guix

Modera: Gabriela Adamo

19.30 hs. Olvidar el original
Andrés Ehrenhaus
Fabio Morábito
Pedro Serrano

Modera: Jorge Fondebrider

2 de noviembre 18 hs. Cuestiones de derechos
Ana Alcaina
Mónica Herrero
Mario Sepúlveda

Modera: Jorge Fondebrider

19.30 hs Últimas noticias del alemán
Carla Imbrogno
Griselda Mársico
Belén Santana

Modera: Gabriela Adamo

jueves, 28 de octubre de 2010

¿Cómo se dirá milanesa a la napolitana o bife a caballo en alemán?

El lunes 11 de octubre, el escritor y periodista español Ricardo Bada (Huelva, 1939), residente en Alemania desde 1963 con un paréntesis de dos años escasos (desde noviembre 66/julio 67 en Buenos Aires hasta julio 67/agosto 68 en Huelva), publicó en El Trujamán la siguiente columna donde se ponen de manifiesto los dislates culinarios, algo a lo que todos nos hemos enfrentado tanto en los restaurantes como en la ficción.

Las mantecadas de Astorga alemanas

Memorable la definición china de la guerra, según la cual es el enfrentamiento de dos mujeres en una cocina. Bastante más memorable puede ser si la definiésemos como el enfrentamiento de dos idiomas en la carta de un restaurante o la pizarra de una taberna… y/o las páginas de un libro. Una guerra a muerte: en ella no se hacen prisioneros, sólo hay víctimas mortales.

Lo estaba pensando hace días en Colonia, donde resido, mientras miraba la oferta de una taberna española en el centro de la ciudad, anunciando las tapas que pueden degustarse en ella. Aún estaba preguntándome qué manjar híbrido sería un «conejo de ajo», cuando la sola lectura del nombre de otra especialidad, «plato vegetariano», me hizo poner los pies en polvorosa.

Tales calamidades suceden cuando no se dominan bien los dos idiomas o se pretende dar un toque propio al menú. Un ejemplo del primer caso es aquel restaurante madrileño donde al no encontrar el nombre inglés del rape, incluyeron en su carta el Rape Baskian Art («violación a la vasca») con las consecuencias que ya se imaginan. Y un ejemplo del segundo caso sería un restaurante portugués de pescado, en Hamburgo, cuyo propietario —seguramente salazarista— descubrió que la gallineta nórdica en alemán se llama Rotbarsch, y ya que Rot significa rojo, la rebautizó así: «comunista a la parrilla».

Me podrán argüir, y con razón, que se trata de unos desaguisados (nunca tan bien empleado el sustantivo) cuya culpa debe ponerse en la cuenta de traductores aficionados. Expondré, pues, a la consideración del lector, otros dos botones de muestra cuya responsabilidad corre por cuenta de traductores profesionales o que al menos se dedican a la traducción literaria.

En la página 115 de la traducción española de la novela Las monjas de Bratislava, del autor alemán Fritz Rudolf Fries (quien por cierto nació en Bilbao), tropecé con la frase «vacaciones en Binz, donde se echaba de menos la variedad de Leipzig», y como esa «variedad de Leipzig» me resultó altamente sospechosa, consulté el original, donde decía: im Urlaub nach Binz, wo man das Leipziger Allerlei vermisste.

Para quienes no conozcan los secretos de la gastronomía alemana (incluyendo al traductor de Las monjas de Bratislava): das Leipziger Allerlei es una especie de pisto que se suele comer como guarnición de un plato principal.

Y en la primera versión que hubo al español de una bella y muy triste narración de Heinrich Böll, Cuando la guerra terminó (también traducida como Al acabar la guerra), cuando el tren que trae de vuelta a los prisioneros entra en Alemania, se leía lo siguiente: «Octubre en el bajo [sic] Rin (…) las comitivas de la fiesta de san Martín, los hombres de Wech [sic], el carnaval de Brueghel [sic], y, por todas partes, un olor intenso que, a veces, desaparecía»… siendo así que lo que Böll escribió es esto: Oktober am Niederrhein (…) Martinszüge, Weckmänner, Breughelscher Karneval, und überall roch es, auch wenn es nicht danach roch, nach Printen.

La primera pregunta que un lector debe hacerse es quiénes serán esos «hombres de Wech» que le imprimen carácter al ambiente otoñal bajorrenano. La respuesta es que no hay tales, porque los Weckmänner (foto) son unos muñecos de pan dulce que se encuentran en todas las panaderías de la zona cuando llega la época: sus ojos suelen ser dos pasas, y algunos de ellos hacen como si fumasen de unas pipas no comestibles, la gran preocupación de las mamás que les compran Weckmänner a sus críos.

Y la segunda pregunta tiene que ver con el «olor intenso que, a veces, desaparecía». ¿Un olor a qué?, querrá saber el lector. Y la respuesta es que el traductor no logró encontrar en ningún diccionario la palabra Printen, otra golosina típica de la región bajorrenana en esos meses: la más famosa variedad se hace en Aquisgrán (Aachen, en alemán), y decir Aachener Printen en este país es algo así como decir «mantecadas de Astorga» en España.

Así pues, y resumiendo, la frase hubiera debido traducirse como sigue: «Octubre en el Bajo Rhin (…) Procesiones de San Martín, panecillos en forma de muñecos, carnaval de Bruegel, y por todas partes, aunque no se oliera, el olor a pan de especias».

miércoles, 27 de octubre de 2010

Interesante dilema: sacrilegio contra Stefan George o desagravio de William Shakespeare


Con la calidad a la que nos tiene acostumbrados, Adam Kovacsis publicó el siguiente artículo en El Trujamán, del 15 de octubre pasado.

Karl Kraus traduce a Shakespeare

En el mundo de la traducción no cabe todo, pero sí mucho. Incluso que alguien se jacte de traducir de una lengua que no conoce. Es lo que hizo Karl Kraus (foto) al verter al alemán los sonetos de Shakespeare. Su versión era, de hecho, una respuesta a la que el poeta Stefan George había realizado hacía más de veinte años, pero que el satírico austríaco sólo leyó en el otoño de 1932. El trabajo de Kraus se publicaría en forma de libro el 1 de marzo de 1933.

Medio año antes, el 24 de octubre, en una lectura pública de un ensayo suyo titulado «Sacrilegio contra George o desagravio de Shakespeare», señaló: «después de aquel acto [la traducción de George], y después de compararlo con anteriores y posteriores actos perpetrados por la guerra alemana contra la propia lengua, tomé la decisión de intentarlo con Shakespeare y de competir con George, para lo cual no necesito tanto saber inglés como alemán. El inglés ya me lo da George». Kraus llevaba años centrándose de manera tenaz en el cuidado y el cultivo de la lengua alemana, que veía amenazada por el periodismo, por ciertas corrientes literarias esteticistas y también por el ascendente nacionalsocialismo.

En aquel ensayo que luego publicaría en su revista Die Fackel (885-887, diciembre de 1932), Kraus criticaba que George pusiera los acentos en sílabas que no portaban significado y que no acentuara donde sí correspondía. Consideraba cada verso «madera muerta». Rechazaba el gesto elitista de George que seducía a un público adiestrado por el lenguaje periodístico: «lejanía del lenguaje y proximidad a la época». Definía la traducción del poeta simbolista como una «simplificación del genio, en resumen, una mezcla de diletantismo y pequeña burguesía» que presentaba «todas las variantes de la banalidad». La versión de George procuraba, según él, «domesticar el caos vivo y transformarlo en la propia insustancialidad lingüística». Hablaba Kraus de un «doble atentado contra Shakespeare y la lengua alemana».

Ya en los años veinte se había opuesto («Escenas de brujas y otros horrores», Die Fackel 724, abril de 1926) a las nuevas traducciones de los dramas shakespearianos y se había ensañado particularmente con las versiones de Gundolf, un miembro destacado del círculo de Stefan George; no veía en ellas más que otro síntoma del aplanamiento, empobrecimiento y aburguesamiento generalizado de la lengua. Les reprochaba, en particular, su insistencia en la literalidad. La idea que Kraus tenía de la traducción: «que se imponga la impresión de que el escritor, viviendo en este mundo y en esta lengua, no habría escrito de otra manera».

Lo curioso es que la versión de los sonetos de Shakespeare realizada por Kraus refleja perfectamente el lenguaje shakesperiano, quizá porque ambos lenguajes están emparentados, amantes los dos de las antítesis, de la lógica compleja y barroca. Esto se debía también a que Karl Kraus se había embebido en su juventud del teatro de Shakespeare, que tuvo muy presente en toda su vida y en toda su obra. Se impregnó de Shakespeare; se lo sabía de memoria —en particular, el traducido por August Wilhelm Schelgel, que consideraba una de las cumbres de la literatura en lengua alemana—. No hay en Kraus ni una pizca de desprecio a la traducción. Esta era para él tan sagrada como el original. Y en este caso concreto, todavía más.

La versión de Kraus fue publicada en Viena por la editorial Die Fackel cuando en Alemania ya gobernaba el nacionalsocialismo. Una radio de Colonia le pidió dos ejemplares para reseñar el libro. Kraus contestó que por principio no enviaba ejemplares gratuitos para reseñas, pero que, además, se sentía obligado a preservar a la emisora de un grave error, de una violación de las leyes vigentes: la obra estaba publicada en idioma alemán, pero sin la preceptiva mención de que se trataba de una traducción del hebreo. Con esa indicación debían publicarse en la Alemania nazi los trabajos literarios de autores judíos. Kraus recomendaba, por tanto, a los redactores de la radio que se conformaran con George.

martes, 26 de octubre de 2010

El SPET presenta a Isabel García Adánez, de paso por Buenos Aires, camino a Bariloche, donde se hará el II Coloquio Internacional "Escrituras de la Tradición Hispánica"

Patricia Willson anuncia la próxima reunión del Seminario Permanente de Estudios de Traducción (SPET), que tendrá lugar el viernes 29 de octubre a las 11.30 horas, en el Salón de Conferencias del IESLV "J.R. Fernández" (Carlos Pellegrini 1515).

La disertante será Isabel García Adánez, traductora de La montaña mágica de Thomas Mann. La profesora García Adánez aportará ejemplos de su traducción, que serán distribuidos con antelación.


ISABEL GARCÍA ADÁNEZ, licenciada en Filología Alemana y Filología Hispánica y doctora en Filología Alemana, es profesora Titular del Departamento de Filología Alemana de la Universidad Complutense de Madrid. Sus principales campos de investigación son la literatura alemana de los siglos XIX y XX y las relaciones entre la literatura y otras artes, especialmente música y cine. Ha traducido numerosas obras literarias de clásicos alemanes, entre ellos: Heinrich Heine (Cuadros de viaje; Gredos, 2003), Theodor Fontane (Mathilde Möhring, Velecío, 2008; Effi Briest, Siruela, 2011), Joseph Roth (El busto del emperador, Acantilado, 2003), Arthur Schnitzler (Juventud en Viena, Acantilado, 2004), Herta Müller (El rey se inclina y mata, Siruela 2011) o Thomas Mann (La montaña mágica, Los Buddenbrook, Confesiones del estafador Félix Krull; Edhasa, 2003, 2008, 2009), y su traducción de La montaña mágica recibió el I Premio Esther Benítez a la mejor traducción de 2006 en España. También realiza subtitulación para cine (entre otros: El experimento de O. Hirschbiegel, Goodbye Lenin! de Wolfgang Becker, El testamento del Doctor Mabuse de Fritz Lang, Los falsificadores de Stefan Ruzowitzky...), así como traducciones para teatro, ópera y conciertos.

lunes, 25 de octubre de 2010

¿Una respuesta de muchísimo nivel para fogonear una guerra groseramente provinciana? ¿O una pelea de gente que se cree informada para ver quién la tiene más larga?

Y como hay que ser justos, acá está la contestación de Aurelio Major (foto), papá de Granta español-inglés, y compañero/pareja/marido de Valerie Miles, directora de Duomo, según se publica en el sitio de Granta en español. Se omiten esta vez, por falta de espacio, los numerosos comentarios que pueden ser consultados en http://www.granta.es/?p=375

El listillo

Como un náufrago que se desmelena desde la balsa tras el hundimiento de su transatlántico ideológico, es como se presenta el reseñista Ignacio Echevarría en sus comentarios en Rebelión y El Cultural acerca de la selección de narradores jóvenes que Granta ha publicado recientemente.

Que su reprimenda a la prensa cultural, por hacerse eco de esta iniciativa, la haya escenificado con una pataleta farisea, como si no hubiera sido y aún fuera él mismo, que nadie se engañe, parte activa e influyente del entramado periodístico y editorial en España, Chile y Argentina, no es algo que me concierna directamente aquí.

Si Echevarría hubiera tenido la probidad de leer la introducción a este número de Granta que recoge a los que a nuestro juicio son los mejores narradores menores de treinta y cinco años, no habría tergiversado hechos que me conciernen en sus improvisadas notas. Aunque sin duda le deparará otros motivos para vociferar la lectura de esas páginas preliminares, las cuales están a disposición de los interesados en la bitácora en español de la revista.

Las pasadas cinco antologías de Granta que recogen a jóvenes novelistas estadounidenses y británicos publicadas desde 1983 en inglés, y luego algunas traducidas al español, fueron armadas por un jurado que integraron muy diversos narradores, periodistas culturales, editores y los sucesivos directores de la publicación. Nunca intervinieron únicamente críticos literarios, apocalípticos o integrados, y a excepción de la última siempre recogieron a novelistas menores de 40 años de edad. Cualquier lector puede constatarlo, como también puede verificar si la elección de aquellos jurados resultó óptima al acertar en sus veredictos.
Todo parece indicar que así fue. En Granta en Español no hemos hecho otra cosa que ceñirnos a esos usos ya establecidos. En este caso, como John Freeman, director de la revista en inglés, no conoce la literatura de nuestro idioma, publica entonces nuestra edición justamente para dar nuevo relieve a la joven literatura hispanoamericana y española en Estados Unidos y el Reino Unido, principalmente.

Así pues, las condiciones fueron claras y manifiestas en nuestra convocatoria hace más de un año: narradores nacidos después de 1975 y con al menos un libro publicado, dato esencial este último que Echevarría tramposamente escamotea en sus notas. También pretende confundir a los lectores de buena fe acarreando términos y criterios que nunca pretendimos exclusivamente emplear para orientar nuestros juicios, como “emergentes”, “nuevos”, “veinteañeros”, publicados sólo por editoriales marginales, o de determinado sexo o preferencia sexual, o país, o sin agente literario o con proclividades geoculturales aviesas o poco politizadas. Nunca quisimos caer en ecumenismos estériles. La insistencia en ellos la ha puesto él, atribuyéndonoslos falsamente. En suma, está disputando con su delirio de náufrago, pues no compusimos una antología sujeta a deslindes que nunca procuramos. Pero es ahora, un año después, que sospecha del jurado.

Justamente por eso integramos un tribunal que pudiera leer con una mirada distinta, sensible e inteligente a los escritores jóvenes a fin de reducir al mínimo toda injerencia de agentes literarios (casi la mitad de los autores no tiene), editoriales (¿publicar en Anagrama o Mondadori es un demérito?) y otros interesados (incluidos los intereses que Echevarría enarbola, y a la vez oculta de un modo grotesco, pretendidamente ajenos a todo código de circulación literaria). Pero es falso suponer (hay que leer el prólogo) que no contamos y consultamos a múltiples informantes (incluso leímos con esmero a nuestro reseñista, embozado en dos periódicos liberales) en Méjico, el Caribe (incluida Cuba), Centroamérica, toda Hispanomérica (incluida Venezuela) y Estados Unidos, los cuales llamaron nuestra atención y a veces pusieron en nuestras manos la obra de muy diversos narradores, muchos de ellos poco conocidos, y que finalmente relegamos porque otros nos parecieron mejores (varios de ellos apenas publicados incluso en sus países de origen). Esto puede constatarse, y por citar un ejemplo entre muchos, leyendo el extenso comentario de Salvador Luis, director de la revista Los Noveles, a la nota de Echevarría reproducida en Cuarto Poder.

Pero lo que sí ya no es de risa, sino de carcajada, es que Echevarría arguya cual comisario lanzando fulminaciones desde su balsa, que el jurado de Granta carece de autoridad para emitir un juicio sobre la literatura escrita en español. Volviendo las tornas, ¿con qué autoridad lo afirma? Pues con la de alguien que sólo sustenta su reputación en haber polemizado con Antonio Muñoz Molina, en haber sido expulsado del suplemento cultural de El País (y no hay antipatía en esta afirmación, pues Valerie Miles y yo estamos entre el conjunto de firmantes que protestaron por su salida) y en ser el fugaz editor al parecer ya exterminado de la obra póstuma de Roberto Bolaño. Es un reseñista competente, pero ¿la publicación de dos recopilaciones de reseñas basta para acreditarla? Las obras de críticos literarios como Ángel Rama o Beatriz Sarlo, por citar a dos mayores con los que simpatizaría, o Christopher Domínguez, por citar a uno más joven, permiten una valoración justa del mandarinato espectral del reseñista. Si hasta francotiradores como Jean-Paul Aron, o hace poco Constantino Bértolo, han argumentado sus reflexiones en un libro.

¿No es sospechoso que no emita juicio alguno en sus notas sobre los narradores seleccionados, con nombres y apellidos? ¿Que no escriba siquiera sobre cada uno de los escritores chilenos o argentinos elegidos? Para ceñirnos a un país, no estaría de más que nos dijera qué autores mejicanos a su juicio debían figurar. Acaso prefiera no pronunciarse sobre el resultado concreto a fin de no hacerle más el juego al imperialismo mercadológico (como si él fuese ajeno al mercado), aunque la mínima probidad intelectual exige que ejerza de “dietista literario”, con las “ínfulas que quiera darse”, según él mismo ha escrito. No bastan los amagos.

Sospecho que sus aspavientos obedecen en realidad, y éste podría ser el origen de su patochada, a que este número de Granta desarregló su mapa literario, y ha frustrado o interferido en los planes de Echevarría de reflotarse, a golpe de reseña, en comisario privilegiado, en traficante único de influencias literarias y editoriales entre la América hispana y España.

Sí produce bochorno verme obligado a recordarle que he publicado a muchos escritores mejicanos y sudamericanos desde 1988 y que “conozco el terreno”. Conviene informarle que Francisco Goldman ha sido instigador de la efectiva publicación en Estados Unidos de José Prieto, Martín Solares y Roberto Bolaño, por citar a unos cuantos, y yo mismo de la publicación de Evelio Rosero, Enrique Vila-Matas, Horacio Castellanos Moya, César Aira o Rodrigo Rey Rosa, por citar a otros. Valerie Miles fue directora o subdirectora de Emecé y Alfaguara, y Duomo apenas comienza su andadura. Que Echevarría finja no conocer la obra narrativa ampliamente traducida y reseñada de Edgardo Cozarinsky o de Francisco Goldman (que tanto han hecho por autores jóvenes de lengua española en sus respectivos ámbitos), no sorprende dado el fariseísmo de las notas de marras. Mercedes Monmany ha sido, y él lo sabe perfectamente, jurado de múltiples premios literarios en España y el extranjero y conoce también el terreno. En fin, para qué seguir.

Por último, y respecto de nuestras “elocuentes posiciones tanto ideológicas como geoculturales”, sólo cabe preguntarse si Echevarría estaría dispuesto a manifestar con claridad sus propios determinismos, a fin de que despidamos en su balsa al último “agente cultural” de inspiración zhdanovista de España.
Cuando nuestro náufrago se recupere de su delirio se dará cuenta de que en realidad estaba reflotando en su bañera. Su provincianismo es patético.

domingo, 24 de octubre de 2010

Más de lo mismo. Todo tendenciosamente organizado para que los editores ingleses y norteamericanos se ahorren un poco de trabajo


Publicada el pasado 4 de octubre por Cuarto Poder, de España, la nota del presitigioso crítico peninsular Ignacio Echevarría pone el dedo en una llaga, que a esta altura ya está gangrenada.






La lista

Una vez más, la prensa cultural ha respondido obedientemente al reclamo de una iniciativa comercial y no sólo ha dado cabida en sus páginas, sino que la ha amplificado absurdamente, tratándola como si de un verdadero acontecimiento se tratase, una burda operación de márketing, destinada a insuflar un poco de aire a una revista –Granta– cuyo prestigio e influencia, en el ámbito anglosajón, han menguado sensiblemente en la última década, y cuyos intentos de implantación en España se han saldado hasta el momento con un discreto fracaso.

Produce bochorno el sólo hecho de dar cuenta de la mecánica tan rudimentaria con que se ha procedido.
¿Cómo hacerse notar en un país como España, culturalmente anestesiado? ¿Cómo capitalizar, por otra parte, el empuje de varias promociones de narradores latinoamericanos que vienen beneficiándose de la atención creciente que les presta, y de la cabida que les concede, una industria editorial muy centralizada en España pero urgentemente necesitada de abastecimientos, que por otro lado fía su supervivencia a una mayor circulación de sus productos en el ámbito potencialmente rentable de una lengua que comparten más de cuatrocientos millones de hablantes en muchos países?

Nada más sencillo: ¡pergeñar una lista! Y, para hacerla más atractiva, pergeñarla con el mayor y más anunciado de los secretismos, imponiendo severas cláusulas de silencio a todos los implicados, dando la impresión de que se trata de algo muy trascendente cuyo desvelamiento, eso sí, se anuncia a bombo y platillo, desde la confianza de que en todo este tiempo la gente del milieu ha hecho todo tipo de cábalas sobre el contenido de la lista y arde en deseos de conocerla.

Hasta aquí, una estrategia de márketing que lo mismo podría haberse empleado para un producto farmacéutico, la fórmula limpiadora de un nuevo detergente o una campaña municipal.

¿Tiene la prensa cultural que hacerse eco de estas iniciativas?

Pero atención a cómo se desarrollan las cosas.

Primera extrañeza: el jurado. De sus seis miembros, tres son de origen anglosajón, lo cual ya entraña una tendenciosa perspectiva anglocéntrica. Ninguno está caracterizado como experto en literaturas hispánicas. De varios de ellos, cuesta imaginar cómo pueden haber sondeado las entrañas de un puzzle cultural compuesto por más de veinte países en los que se trataba de detectar voces emergentes, es decir, aún poco perfiladas, algo que reclama buen oído, un amplio conocimiento del terreno, de las tradiciones, de los tejidos literarios. Sólo Mercedes Monmany ejerce regularmente la crítica litraria, pero lo hace, ya desde hace muchos años, con atención preferente a las literaruras europeas. Edgardo Cozarinsky, argentino de origen judío-ruso, es más conocido como cineasta que como escritor, y ha vivido mucho años en París. Así y todo, ellos dos, los únicos miembros del jurado que pisan terreno propio, se han llevado el gato al agua, y de los 22 autores seleccionados, ocho son argentinos y siete españoles.

¿Qué ha pasado con los demás países? Es fácil explicárselo si se piensa que Isabel Hilton, de origen escocés, antaño corresponsal en Sudamérica, es sobre todo experta en… ¡historia y política chinas! Que Francisco Goldman, escritor estadounidense de madre guatemalteca, se ha mostrado siempre, como narrador y como cronista, mucho más atento a la realidad política que a la cultural, y sus conocimientos de primera mano se ciñen a Centroamérica, que sólo ha obtenido un representante en la lista, mejicano él (no hay ninguno cubano, ni salvadoreño, ni guatemalteco, ni nicaragüense, ni dominicano, ni costarricense, ni panameño, ni hondureño, ni portorriqueño, ni…). En cuanto a Valerie Miles y Aurelio Major… bueno, son los editores de la revista Granta en español, y ella directora de Duomo, editorial no demasiado señalada por la proyección (casi nula) que en ella tiene la narrativa latinoamericana.

¿Qué se podía esperar de un jurado así? ¿Una lista convincente y significativa? ¿Por qué concederle ninguna autoridad? ¿Y cómo los medios de prensa no empiezan cuestionándosela, antes de dar eco a sus decisiones?

En cuanto a las premisas conforme a las que se ha actuado y la metodología empleada, no ofrecen tampoco mayores garantías. Se trataba de seleccionar los 22 mejores narradores en lengua española menores de treinta y cinco años, es decir, nacidos a partir del año 1975. El primer argumento aportado por los impulsores de la lista para elegir este año es que en él tiene lugar la muerte de Franco, un dato elocuente de la perspectiva fuertemente peninsular que se superpone a la perspectiva anglocéntrica. Se dan otros argumentos para imponer esa fecha, pero mucho más vagos: “el preludio o los auges de las dictaduras de América del Sur y sus consecuentes exilios” (!), “el fin de la guerra de Vietnam” (!!)… Otros argumentos son elocuentes de las posiciones tanto ideológicas como geoculturales desde las que se ha procedido: el año de 1975, al parecer, “se inscribe en un periodo en que ya era manifiesto el oportunismo político de quienes aún veneraban la radiante dictadura cubana” (!); por ese mismo año, al parecer también, “comienza a examinarse la superstición del escritor sudamericano en París, y todos los jóvenes quieren publicar  en España, que ya había consolidado de nuevo, primero en Barcelona y tiempo después en Madrid, la industria editorial literaria de toda la lengua”.

Como sea, la arbitraria imposición del techo de edad de los 35 años como criterio seleccionador movía a pensar que la lista resultante iba a dar a conocer a autores sobre todo jóvenes, en su mayor parte veinteañeros, ellos sí emergentes. Pero no, qué va: de los 22 autores elegidos, nada menos que seis han nacido el mismo año de 1975, cuatro en 1976 y 8 en 1977. Es decir, que la inmensa mayoría de los autores seleccionados tienen entre 33 y 35 años. Pues vaya. Si esta lista se hubiera confeccionado dentro de tres años, con el mismo límite de edad, no podrían haber figurado en ella 21 de los 22 seleccionados. El dato es de lo más significativo, sobre todo si se piensa cuántos, entre los mismos escritores seleccionados, por no hablar ya de los pertenecientes a promociones anteriores, se dieron a conocer cuando tenían bastante menos de treinta años.

¿La “joven” narrativa en lengua española está a punto de ser “vieja”? ¿No hay voces netamente nuevas? ¿No las hay por debajo de los 32, 31, 30 años? ¿No resulta sospechoso que la mayor parte de las voces nuevas detectadas ya tengan varios libros publicados, mayoritariamente en editoriales españolas, siendo España, además, el lugar donde viven buena parte de ellos, aunque sean de origen latinoamericano? ¿Por qué poner tanta insistencia en los adjetivos nuevo y joven si luego los resultados revelan que el peso de estos dos adjetivos, entre la mayoría de los autores finalmente seleccionados, es más que relativo?
En cuanto a la metodología empleada, lo impulsores de la iniciativa declaran: Convocamos pública y privadamente a todos los narradores que nos recomendaron o descubrimos por los más diversos medios, desde la conversación o la llamada telefónica, hasta las bitácoras de internet y la prensa, y, por supuesto, los libros”. Lo que, bien traducido, viene a decir que se concedió prioridad a los autores que ya disponen de cierta visibilidad, a los que tienen agentes literarios, a los que tienen buenos contactos y, por las razones que sean, se hallan introducidos en el circuitos más o menos internacionales de las recomendaciones.

¿Los resultados? Una lista de nombres en su mayor parte ya conocidos, algunos de ellos acaparadores de varios premios, la mayor parte de ellos con agentes literarios interesados en promoverlos en el ámbito anglosajón, practicantes de una literatura poco politizada y regida conforme los códigos internacionales de circulación literaria. Ah: y sólo cinco mujeres, ni siquiera una cuarta parte del total.

Es decir: más de lo mismo. Todo tendenciosamente organizado para que los editores ingleses y norteamericanos se ahorren un poco de trabajo.

Y eso sí: empaquetado y enlazado para que el periodismo cultural pique el anzuelo, acuda a la correspondiente rueda de prensa como abejas a la miel, y se entretenga un buen rato haciendo entrevistas, fotos de grupo y panorámicas de tarjeta postal.

De risa.
 

sábado, 23 de octubre de 2010

Una perspectiva de Frankfurt más real


Publicado el domingo 17 Octubre pasado en el diario El Mercurio, de Santiago de Chile, por Macarena García, enviada especial a Frankfurt, el siguiente artículo permite una perspectiva distinta de la feria que acaba de terminar: "La principal feria del libro del mundo intentó predecir el futuro de la industria. Pensar cómo la digitalización cambiará la lectura y las formas de ganarse la vida editando o escribiendo libros".

Feria del Libro de Frankfurt:
El incierto futuro del libro

El tema de la Feria podría haber sido Latinoamérica. Por tercera vez en la historia, la invitación de honor recaía en un país del continente –Argentina, que mostró su literatura, a la vez que cine, tango y alfajores– y el Premio Nobel se lo llevaba contra los pronósticos un escritor de la región, Mario Vargas Llosa. Pero no. El tema no fue Argentina y poco se lo robó el escritor peruano. La discusión, acorde con los tiempos, fue sobre los libros que se leen en pantalla: la revolución del ebook.

Quizá haya que aclarar algo: la razón de la Feria del Libro de Frankfurt –la más importante en su género– no es la literatura, sino el libro o, más precisamente, el negocio editorial. Es como si fuera una feria del automóvil. A las nueve de la mañana, un tropel de hombres forma una masa bastante uniforme que entra con prisa. Hombres (y, en menor medida, mujeres) que llevan maletines o maletas con rueditas y apuran un café en un vaso desechable. Hacia las seis de la tarde, cuando la Feria cierra sus puertas, son esos mismos hombres los que salen de allí un poco más cargados, un poco más despeinados. La Feria no abre al público –un público que de todas maneras no puede comprar allí adentro– más que un fin de semana. Frankfurt es un lugar para hacer negocios, y el problema ahora es que el negocio está en crisis. El mayor temor para los que han estado en esta industria por años es que los libros digitales no dejarán tantos dividendos como los impresos. La respuesta –no siempre asumida– es tratar de demorar el cambio y, de ser imposible, de hacer que el futuro se parezca lo más posible al presente.

Mantener la cadena del libro
Eoin Purcell se gana la vida como analista de la industria editorial, y dice que le llama la atención que por primera vez es la feria misma la que se organiza para afrontar el tema de la digitalización. “Llevamos muchos años hablando de ebooks “, dice el especialista irlandés, “pero ahora la feria lo ha puesto al centro del debate con estos hotspots y el ciclo de conferencias”. Purcell está sentado en el espacio para reuniones de uno de los seis hotspots, espacios destinados a dar a conocer las últimas novedades tecnológicas. Este está destinado a mostrar dispositivos de lectura: una veintena de diferentes pantallas con más o menos botones busca la aprobación de los lectores. También se vende un ebook para niños, a prueba de golpes y chocolates derretidos, en el que los personajes se mueven y la música acompaña. Cabe preguntarse si los libros no terminarán siendo películas. El hotspot tiene también un pequeño auditorio con su necesaria pantalla para proyectar powerpoints en que los participantes del negocio exponen sus gracias. Un hombre se gana a la audiencia confesando que a él todo esto también le atemorizaba, antes de explicar cómo hay que diseñar un libro para que pueda ser leído en los distintos aparatos de lectura, que es el servicio que su compañía presta.

Purcell, quien no está del lado de los apocalípticos ni de los más entusiastas, cree que los modelos que hoy se plantean para desarrollar el libro digital no son más que soluciones de mediano plazo, resistencias del mercado, que no alcanza a dimensionar la transformación. “Se está tratando de replicar la cadena de valor del libro impreso: el autor, el agente, la editorial, el distribuidor y el vendedor. Pero también aparecen muchos otros modelos que son más conscientes de que el negocio mismo ha cambiado y pueden tomar ventaja de ello”, dice, y agrega: “No me extrañaría nada que para la próxima Navidad los dispositivos de lectura fueran gratis. O que se regalarán a cambio de la compra de un cierto número de títulos”.

¿Será sólo un complemento?
En Frankfurt se trata de prever el futuro. La ceremonia inaugural dio la nota cuando el director de la Feria dedicó buenos minutos a hablar de cómo la digitalización era el último paso de la revolución iniciada por Gutenberg. Su énfasis no coincidía con la realidad del mercado digital alemán –donde el ebook apenas llega al 1% de las ventas–, pero era una adecuada respuesta a los tiempos. Este año no sólo se lanzó el iPad, sino que personajes como Andrew Wylie, el más poderoso agente literario, lanzaron su ofensiva digital y las ventas en EE.UU. subieron hasta pronosticar que se llevarán un 20% del mercado total a fines de año. El discurso del germano fue seguido por uno del ministro de Relaciones Exteriores alemán, Guido Westerwelle, cuyas palabras develan esa idea de lo digital como una amenaza: “Me atrevo a predecir que el libro electrónico no reemplazará al libro impreso, pero lo complementará. El libro sobrevivirá a todos aquellos que hoy quieren cavar su tumba”.

De monopolio a oligopolio
En mesas redondas y conferencias se esbozaron posibles buenos futuros, si no para la industria tal como la conocemos, para la publicación y la lectura. Se habló hasta el hartazgo de cómo el escritor puede autopublicarse y por fin quedarse con una buena porción del precio de venta. “Los escritores hoy ganan tan poco que tienen todo que ganar”, dice Chris Meade, inglés que estudia el futuro del libro y que cree que estamos ad portas de un florecimiento creativo. También se dijo que las editoriales seguirán siendo importantes siempre que sepan usar las herramientas de la red para lograr posicionar a sus autores; de lo contrario, corren el peligro de ser eliminadas de la cadena, como cuando el agente negocia directamente con los vendedores. Y, cómo no, se debatió durante horas sobre el poder de las grandes plataformas de venta: la tienda de libros de Apple, la superpoderosa Amazon y la temida Google Editions, que anunció lanzamiento para fines de este año en EE.UU. y comienzos del próximo en el resto del mundo.

Jens Bammel, secretario general de la Asociación Internacional de Editores, dice que una de las buenas noticias que escuchó en Frankfurt fue que el futuro no iba a estar dominado por una de las tres grandes: Apple, Amazon o Google. “Se ve un paisaje muchísimo más colorido que el que imaginábamos hace algunos años”, dice Bammel, “no parece que vaya a haber un monopolio, sino cuando mucho un oligopolio”.

Ricardo Costa, columnista de la brasilera Publishnews, destaca a dos compañías que “están haciendo un gran trabajo” y le podrían dar la pelea a Amazon, que es hoy la mayor librería virtual: los canadienses Kobo, con un catálogo más nutrido que el de Apple, y Copia, que además de ser una plataforma de venta de ebooks se creó como una red social en que los usuarios recomiendan libros. Copia anunció también que sacará un lector de libros a color –hasta ahora, salvo excepciones como el iPad, son en blanco y negro– a sólo 99 dólares. “El gran beneficiario será el lector”, asegura Purcell, quien augura una gran oferta de lectura gratis o a muy bajo precio, y agrega: “Los autores también van a ser beneficiados, aunque es probable que en unos años más el autor medio –no ese que tiene grandes ventas, que siempre podrá sobrevivir bien– se plantee qué tan bueno fue el cambio. Hoy muchos autores pueden vivir de sus obras, y que lo puedan seguir haciendo en el futuro es algo que está por verse”.

Novedades tecnológicas: ¿Cómo se regala un ebook?
El despegue de los ebooks en Estados Unidos y el hecho de que la crisis financiera global ya parezca estar atrás pueden explicar el entusiasmo de los emprendedores digitales que mostraron sus gracias en Frankfurt. Se mostraron ebooks con lenguaje de señas para sordomudos –financiados por un programa de accesibilidad a medios de la Unión Europea–, cuentos para niños cuya historia y dibujos pueden ser modificados por ellos (de los holandeses Mijn naam is Haas), y disparates como una editorial especializada en personalizar las historias a gusto del comprador: él escoge nombres de protagonistas y sus características.

Para “salvar” a las librerías y también el concepto de regalar un libro en tiempos de digitalización, se presentaron tarjetas ebooks, un simple cartón que lleva un código con el que el libro se descarga en el lector digital. Los accesorios digitales no terminan allí: proliferan los vendedores de nuevas aplicaciones para maniobrar la biblioteca en el iPhone o los innumerables diccionarios para cargar en el e-reader . Es también tiempo de las utopías digitales, como la creación de comunidades de lectores, donde los usuarios suben sus textos que son leídos y valorados por el resto. “El mensaje es que somos la revolución de la lectura”, dice la joven promotora de un portal abierto a cualquiera que quiera “publicar” su libro. “Esto es como el myspace lo fue para la música”, agrega, convencida de que alguno de sus escritores se volverá famoso. Y es que ofertas para la autoedición  –que compiten por conseguir los dividendos del siempre dispuesto ego del escritor– hay muchas. Entre las más serias destaca Epubli (http://www.epubli.de/) que ofrece tanto la publicación de ebooks como de libros que se imprimen por demanda. El autor (o su agente o editorial si se quiere) pueden decidir las características de éste y calcular en línea cuando sube o baja el costo. El precio lo determina el autor y también cómo quiere venderlo;un ilustrativo gráfico explica quién se lleva qué porcentaje de la venta final.

El peligro de la banalización que ve Mario Vargas Llosa
El flamante Premio Nobel de Literatura se refirió al tema en unas de sus últimas conferencias de prensa. “Considero inevitable el retroceso de los libros en su forma tradicional. No sé si eso me hace feliz; mi idea del libro es el libro de papel, pero eso está cambiando y va aseguir cambiando. Mi esperanza es que la nueva tecnología no implique una banalización, una trivialización del contenido del libro. Eso depende de nosotros; si queremos que la literatura siga siendo lo que ha sido, está en nuestras manos”.

Los europeos frente al ebook
En temas de digitalización, algo más que un océano separa a Estados Unidos –el país donde el ebook es una realidad– de Europa, donde el libro digital apenas despega. Entre las razones se cuentan las diferentes y protectoras legislaciones europeas. La penetración del ebook en Estados Unidos estuvo impulsada por la práctica de Amazon de vender los libros más baratos del precio al que se los compraba a los editores, algo imposible en la mayoría de los países europeos, donde los libros tienen un precio fijo. Este año, y tras un tenso forcejeo con las editoriales, Amazon retrocedió y aceptó que las editoriales fijen el precio, el llamado agency model. Pero no pierde la fe con lograr establecer un nuevo modelo, que garantice ofertas de ebooks a bajo costo. Ahora en Gran Bretaña –donde no hay ley de precio fijo– Amazon ofrece el 70% de los beneficios para el autor (o para el autor y su editorial, en caso que la tenga) a cambio de un par de requerimientos, entre ellos que ofrezca el libro digital por menos de 7 libras. “Yo me pregunto qué pasará cuando Amazon llegué a España”, dice Eoin Purcell, “no sé si Libranda (la plataforma de venta digital organizada por las editoriales españolas) estará en condiciones de darle la batalla”. Amazon no ha anunciado planes para el mercado en español, pero que hayan comprado el dominio y el éxito de sus filiales en Alemania y Francia da para pensar que puede estar en sus planes.

viernes, 22 de octubre de 2010

¿Realmente queremos eso?

El cable proviene de la Agencia EFE y recoge unas opiniones vertidas en Porto Alegre, Brasil, por el flamente Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, a propósito de los libros digitales.

Vargas Llosa teme que el libro digital cause una banalización de la literatura

Porto Alegre (Brasil), 15 oct (EFE).- El escritor peruano Mario Vargas Llosa, premio Nobel de Literatura 2010, teme que el impacto del libro digital pueda causar una banalización de la literatura, según expresó ayer el propio literato en la ciudad brasileña de Porto Alegre.

"Es una realidad que no hay cómo detenerla. Mi temor es de que el libro electrónico conduzca a una cierta banalización de la literatura, como ocurrió con la televisión, que es una maravillosa creación tecnológica, que, con el objetivo de llegar al mayor número de personas, banalizó sus contenidos", apuntó.

Vargas Llosa participó hoy en la Universidad Federal de Río Grande do Sul del ciclo de conferencias "Fronteras del pensamiento".

En su exposición a profesores y estudiantes, el escritor admitió que los formatos electrónicos ya son una realidad y comienzan a suplantar el tradicional libro de papel, que, si no desaparece, tiende a quedar relegado a un segundo plano.

La preservación de la calidad cultivada en el formato de papel, destacó el escritor, está relacionada con lo que diferencia la cultura de la ciencia.

Para Vargas Llosa, la ciencia progresa rompiendo con lo viejo y obsoleto, mientras que las letras y las artes no se desarrollan, sólo se renuevan.

Ellas, según el escritor "no aniquilan su pasado. En la literatura, Cervantes es tan actual como Borges. La obra artística no muere con el tiempo. Sigue viviendo y enriqueciendo las nuevas generaciones".

El autor de Pantaleón y las visitadoras, no obstante, aclaró que serán los lectores los encargados de que la banalización de la literatura no suceda.

"Tenemos que imponer al libro electrónico la riqueza de contenido que tuvo el libro de papel. La pregunta es si realmente queremos eso", cuestionó.

A pesar de la advertencia, Vargas Llosa aseguró que no se considera "anacrónico" y resaltó las virtudes de las nuevas tecnologías, que tornan más difícil el control por parte de unos pocos de la información.
Sobre su libro más reciente lanzado en Brasil, "Sables y utopías", que trae una recopilación de artículos escritos a lo largo de su trayectoria como periodista y escritor, el autor evocó la evolución política de América latina.

"El mayor cambio es que cuando era joven, América Latina era llena de dictaduras. Hoy, tenemos muchas democracias. Tenemos un consenso grande en América Latina a favor de la democracia como un marco en el que debemos vivir", opinó.

A juicio del escritor, "hay un convencimiento de que la democracia es el sistema que reduce más la violencia y menos injusticia trae".

En el momento de responder las preguntas del público, el escritor se refirió al rescate de los 33 mineros que estuvieron dos meses atrapados en una mina en Chile.

"Fue un hecho muy bonito y es un espectáculo de solidaridad. El mundo entero estaba siguiendo la suerte de los mineros. Un ejemplo de cómo la solidaridad, la colaboración, un cierto idealismo y la generosidad pueden producir milagros. Por eso el mundo celebró tanto", señaló.

Consagrado como escritor de ficción y ensayos y como autor de artículos políticos, Vargas Llosa resaltó sobre la necesidad de separar la literatura y la política y enfatizó en que la propagación y análisis de carácter político deben estar distantes de los romances.

"Cuando se quiere defender ideas políticas, es mejor escribir un ensayo. En cuanto a la ficción, ésta se tiene que hacer con ideas, instintos, manías y pasiones del escritor. Con la personalidad íntegra volcada para la obra literaria", concluyó.

jueves, 21 de octubre de 2010

La profesora María Cecilia Tonon y Victoria Di Salvo, las últimas deportadas argentinas

La noticia del diario Clarín publicada ayer en este blog ha ocupado durante la última semana todos los noticieros de la radio y la televisión en la Argentina. Sin embargo, no parece haber tenido la misma importancia para los diarios españoles ya que, a pesar de haberla buscado en ellos, ninguno la registra. El escándalo, sin embargo, ha asumido proporciones importantes y motivado numerosos informes referidos a otros casos análogos que llegan incluso al día de ayer. Quizás, por todo ello, las cancillerías de ambos países, sirviéndose de eufimismos y frases hechas, han salido a ponerle paños fríos a la situación, sobre todo después de que algunos políticos argentinos sugirieran un tratamiento análogo para los visitantes españoles. Sería entonces deseable que los amigos españoles que consultan este blog hicieran circular los detalles de estas dos últimas entradas entre sus conocidos, justamente para informar a la opinión pública de su país, algo que la prensa española no está haciendo.

Deportados argentinos

Las autoridades consulares de España y Argentina discutirán los procedimientos de admisión en aquel país para evitar nuevos casos como el de la docente argentina expulsada hace una semana desde el aeropuerto madrileño de Barajas, pese a haber sido invitada por la Universidad Complutense de Madrid –y con una beca del Ministerio de Educación argentino– para hacer una pasantía de investigación.

El vicecanciller argentino, Alberto D’Alotto, anticipó que se pedirá a España “la mayor flexibilidad posible” en la aplicación de su ley inmigratoria a los argentinos que ingresan a ese país, con “unos días para regularizar” o completar requisitos de esa norma sin ser expulsados. “Planteamos que, además de respetar la dignidad esencial de todas las personas, se pueda implementar esta flexibilidad”, indicó.

María Cecilia Tonon (foto), profesora de la Universidad Nacional del Litoral, denunció el viernes que fue demorada durante seis horas “en una especie de cárcel”, sometida a varios interrogatorios policiales, y luego enviada de regreso a la Argentina, por carecer del visado de estudiante. Apenas llegada al país, perdió un embarazo de tres meses, “tal vez por el estrés o por los 22.000 kilómetros” que tuvo que viajar en menos de 36 horas de ida y vuelta a España.

A través de un comunicado emitido ayer, Cancillería informó que D’Alotto transmitió al secretario de Estado para Asuntos Extranjeros e Iberoamericanos de España, Juan Pablo de Laiglesia, “la preocupación del gobierno por las inadmisiones de ciudadanos argentinos en los puestos de fronteras –principalmente en el Aeropuerto de Barajas–, que se observa se han incrementado año a año”.

Tras el encuentro en el Palacio San Martín, los funcionarios hablaron con la prensa. “Acordamos una próxima reunión a nivel de los representantes de nuestros ministerios encargados del área consular”, contó D’Alotto. De Laiglesia, por su parte, estimó que será “muy útil y muy producente este contacto a alto nivel entre los responsables consulares de los dos países”, a fin de “evitar que se produzcan las disfunciones que están en el origen de hechos que no deberían producirse”.

De Laiglesia agregó que “el gobierno español tiene todo el interés y toda la voluntad” para que “la aplicación de la ley no produzca unos hechos que ciertamente todos deberíamos evitar en todos los casos”. Agregó que el embajador de España en Argentina, Rafael Estrella, “va a entrar en contacto con la profesora (Tonon) para asegurarle que, una vez que la documentación esté completa, va a ser muy bien recibida en España”.

No obstante aseveró que, “sin restarle importancia” a este caso, desde “una perspectiva más general, por cada mil argentinos que visitan a España, 999 no tienen ningún problema”. Consideró que el de Tonón es uno de los “casos excepcionales” de incidentes con viajeros o emigrantes argentinos, y ratificó la “voluntad política” de su gobierno de “encontrar la manera de mejorar los procesos” en materia de migraciones.



No habíamos terminado de colgar la noticia que se publica hoy, cuando llegó la siguiente información, firmada por Mauro Aguilar, corresponsal en la ciudad de Rosario del diario Clarín.

Deportan a otra argentina de Madrid
y crece la preocupación

Destinó diez años de ahorro para visitar a su hija en Canarias. La joven está embarazada y Victoria Di Salvo (foto), una empleada rosarina de 58 años, casada y con tres hijos, nieta de gallegos, soñaba con el reencuentro después de diez meses sin verla. Con 18 años de antigüedad en el Sanatorio de Niños de Rosario, donde realiza tareas como mucama, logró obtener una licencia para extender su estadía hasta enero próximo. A fines de noviembre asistiría al parto de su quinto nieto. Su esposo llegaría para acompañarla en esa fecha. Pero al arribar a España el viaje se convirtió en una verdadera pesadilla.

En el aeropuerto de Barajas le plantearon que “en ningún lugar del mundo le pueden dar noventa días de licencia” a un empleado. Desconfiaban de sus intenciones de permanecer sólo por placer. Mostró el pasaporte, la tarjeta internacional que tramitó especialmente, el pasaje de regreso con fecha 10 de enero, el seguro médico y hasta el dinero –euros y dólares– requeridos para ingresar a España. Pero nada sirvió.

El caso se conoció luego de que el Gobierno admitiera su preocupación por la deportación de argentinos desde España . Esta vez, el personal de migraciones cuestionó que sólo tuviera confirmada la reserva en el hotel y no la estadía completa. Según cuenta Di Salvo a Clarín , ese trámite lo cerraba en ese momento su marido, desde Argentina. Pocas horas después envió un fax con la confirmación. También se comunicaron con el sanatorio en el que trabaja Di Salvo. Pero ninguna explicación fue suficiente. “Me ametrallaron a preguntas: qué es lo que llevaba, qué hacía, qué no hacía, para qué viajé. Me contaron el dinero”, recuerda.

Finalmente la retuvieron dos días –entre la mañana del 12 de octubre y la medianoche del 13– en el sector de inadmitidos del aeropuerto. La despojaron de casi todo: sólo le permitieron quedarse con la ropa que llevaba puesta, el dinero y una Biblia. Tomó agua, pero no comió, y tuvo que limpiar y secar su ropa interior en el baño. Un abogado prometió ejercer su defensa. Nunca supo su nombre.

“En mis cincuenta y ocho años nunca pasé un momento tan terrible.
Viví los dos peores días de mi vida.
Perdí todos mis ahorros y me quedé sin ver a mi hija. Y todo gratuitamente, porque estuve siete meses programando este viaje, haciendo todo lo que tenía que hacer. No sé a quién se le antojó la idea de que yo iba a trabajar cuando me falta un año para jubilarme. No sé qué hice mal”, se pregunta Di Salvo, que ya había viajado a España en 2005.

De regreso, intentó hablar con el cónsul español en Rosario. No la atendió. Le explicaron que debía elevar un carta explicando lo sucedido. Ayer a la mañana, con la exposición pública del caso, recibió un llamado del consulado. Hoy tendrá una entrevista.

“Soy una laburanta y mis posibilidades de volver a viajar son remotas. La única solución es que me devuelvan el pasaje que me sacaron y que me dejen llegar a España a ver a mi hija. Mi esposo tiene pasaje para el 25 de noviembre. Ojalá podamos hacerlo. Pero quisiera algo seguro. No quiero volver a pasar por esto”, advierte.

El caso se hizo público luego de que la Cancillería informara que el vicecanciller Alberto D’Alotto había transmitido a su par Juan Pablo de Laiglesia, “la preocupación del gobierno por las inadmisiones de ciudadanos argentinos en los puestos de fronteras –principalmente en el Aeropuerto de Barajas–, que se observa se han incrementado año a año”.

Ayer el diputado nacional de la Coalición Cívica Carlos Comi afirmó que junto a otros legisladores está realizando “gestiones en la Cancillería” para que se instrumenten medidas iguales a las de “los países serios de América latina”, que adoptaron “una política de reciprocidad”. “Brasil, cuando empezó a pasar esto, pidió los mismos requisitos a los españoles y el tema se solucionó. Lo mismo ocurrió cuando los norteamericanos endurecieron las medidas de ingreso”, remarcó el diputado y dijo que “hay un maltrato permanente a los argentinos y para colmo el consulado funciona muy mal”, resaltó.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Los funcionarios de migraciones, cumpliendo expresas órdenes del Ministerio del Interior español, muestran la hilacha y el profundo desprecio que sienten por Latinoamérica


Este blog se ocupa fundamentalmente de cuestiones relacionadas con la traducción, la difusión de la literatura traducida, el funcionamiento de las editoriales, el comportamiento de los agentes y las tecnologías vinculadas al libro y su eventual comercio. Sin embargo, en más de una oportunidad hemos hablado de cuestiones vinculadas a política de la lengua. Hoy, en cambio, no tenemos otro remedio que referirnos a cuestiones de política española a secas. 
Confirmada la sospecha de que nuestros amigos españoles no se enteran por los diarios de la situación que estamos experimentando los latinoamericanos que viajamos a España, la siguiente noticia, aparecida en el diario Clarín, el sábado 16 de octubre pasado, tal vez les permita enterarse de uno de los 600 casos ya registrados en lo que va del año y que competen exclusivamente a argentinos (aunque sospechamos que, en razón de las cuotas fijadas por el Ministerio del Exterior español a la policía aeronáutica, si se considera el total de Latinoamérica, el número debe ser más alto).
 Aquí no se habla de pasajeros clandestinos ni de nada que se les parezca, sino de una profesora becada por el Ministerio de Educación argentino e invitada por una institución española para perfeccionarse profesionalmente por un período previamente pactado de tres meses.
¿De qué manera todo esto se corresponde con el tan cacareado panhispanismo que las mismas instituciones españolas propalan a los cuatro vientos? ¿Se olvidaron ya los funcionarios españoles de cuando Latinoamérica recibía a sus hambreados padres con los brazos abiertos? ¿De qué tipo de gente estamos hablando? ¿Cuál va a ser la hipócrita respuesta oficial a este atropello?

Rechazan a otra argentina en España:
es una docente universitaria.

El Ministerio de Educación de la Nación denunció que por el estrés perdió un embarazo de tres meses. Tenía invitación y una beca, pero en el aeropuerto de Barajas la demoraron y la expulsaron.
Hubo otra expulsión de una argentina en España, aunque en este caso más grave. Se trata de una profesora universitaria invitada por un catedrático ibérico y becada por el Ministerio de Educación argentino. La mujer estaba embarazada de tres meses y, según sostiene, lo perdió a raíz de los trastornos causados por la situación.

Horacio Fazio, director del Colegio Mayor Argentino, casa de la cartera que alberga a alumnos, docentes y profesionales argentinos que visitan o estudian en España, dijo que "es la primera vez, en 40 años que existe la institución en convenio entre ambos gobiernos, que sucede algo así".

El directivo contó que María Cecilia Tonón, profesora de Historia de Universidad Nacional del Litoral, fue "demorada e incomunicada cuatro horas y despachada de regreso en el avión".

Fazio, ex subsecretario de Políticas Universitarias del ministerio de Educación, explicó que la docente "fue invitada por el catedrático de Historia contemporánea, de la Universidad Complutense de Madrid, Julio Aróstegui, en una suerte de intercambio por dos meses". Agregó que "el Gobierno argentino le pagó el viaje de ida y vuelta y la estadía en el Colegio Mayor".

"La invitación a Tonón fue institucional, llevaba mi firma, que como Director del Colegio tengo el rango de 'ilustrísimo', en el marco del programa de Movilidad Docente y Estudiantil del ministerio de Educación, y pensábamos traer a 100 profesores regulares más a España por dos meses", continuó el funcionario argentino.

Consultado sobre los requisitos que le pidieron en Madrid a la profesora, manifestó que "no dijeron nada concreto, le hablaron de una visa como estudiante, y hasta ahora en 40 años nadie pedía una visa para una estadía menor de tres meses y los becados nunca la necesitaron".

Para Fazio, "la estrategia es dejar pasar el tiempo para que vuelva a salir el avión que te trajo y meterte adentro". "Me permito preguntar, ¿quién se hace responsable de tamaña aberración?", sostuvo Fazio, y lanzó: "¿Ante quién hay que reclamar, quién tiene que hacerlo?".

El funcionario señaló que el episodio "nos puso la piel de gallina", ya que supo además que la docente "estuvo cuatro horas demorada e incomunicada en una pieza sin ventanas en el subuelo del Aeropuerto de Barajas (Madrid) por la policía de Frontera". Los efectivos, advirtió, se rieron "constantemente" de la docente.

Tonón, por su parte, en una carta dirigida a Fazio al regresar a Argentina expresó: "Me encontraba en el tercer mes de mi embarazo, posiblemente por los efectos del stress y de los 22.000 kilómetros realizados en tan sólo 36 horas, tuve contracciones y algunas pérdidas al llegar, y mi médico me dictaminó reposo absoluto al menos por 15 días", aunque la gestación se interrumpió ayer.

"A esta situación, le tengo que sumar el desánimo moral y el terror, terror, de que si vuelvo a ir en breve me pase lo mismo, porque me piden no sé qué otra cosa, o porque creen que soy 'peligrosa' si protesto o no sé qué, tengo miedo, sinceramente, estoy con la voluntad quebrada", agregó.

martes, 19 de octubre de 2010

Noticias de ayer. ¡Extra! ¡Extra!


La traductora Silvia Susana Simonetti habló ayer en el Club de Traductores Literarios de Buenos Aires sobre "Traducción en los diarios". Fue una velada amable en la que los muchos presentes se enteraron de los usos y costumbres en Clarín, tal como puede verse en http://www.ustream.tv/recorded/10289013

Silvia Susana Simonetti trabaja en el diario Clarín desde 1981. Es traductora pública de inglés. Es egresada de la Universidad del Salvador y realizó una pasantía en la Indiana University of Pennsylvania (IUP), Estados Unidos. Trabajó durante 19 años como traductora en la sección Política Internacional de Clarín. Tradujo para esta sección desde crónicas a análisis políticos o columnas de varios medios extranjeros. Pasó luego a realizar traducciones para todo el diario. Actualmente coordina todos los pedidos de traducción del diario. Participó como disertante varias veces en los congresos de lengua organizados por el Colegio de Traductores Públicos de Buenos Aires -en las mesas dedicadas a traducción y medios gráficos-. Dirige para Clarín un equipo de traductores integrado por cinco colaboradores permanentes y tres eventuales. En el pasado trabajó como intérprete y fue docente de inglés también en la UTPBA (Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires).

Fotos: Guido BonFiglio

lunes, 18 de octubre de 2010

Señor Juez, tengo un sitio web y un blog, fuera de eso, tengo la jubilación al día y soy sanito.


La noticia, que viene a cuento luego de las quejas del dueño de Planeta, fue publicada el 15 de octubre pasado en El País digital y dice así:  "A las compañías de acceso a Internet sigue sin gustarles la ley que tramita el Congreso para cerrar páginas webs a través de una disposición en la Ley de Economía Sostenible (LES). Y van a apurar hasta el último momento para intentar cambiarla. Para ello, han remitido un documento tanto a los grupos parlamentarios como al Gobierno en el que, entre otras propuestas, piden que se cambie el procedimiento procesal previsto en la LES para el bloqueo de webs, al que consideran 'complejo, enmarañado e ineficaz', y que las denuncias sean tramitadas exclusivamente por la jurisdicción civil y no por la Audiencia Nacional, como contempla el proyecto de ley". A continuación de la misma se detallan los pasos legales que deben seguir las denuncias.

Los operadores advierten
de que el cierre de webs atascará los juzgados

Las empresas de acceso a Internet exigen delimitar las webs denunciables.

El procedimiento implicará la intervención de cinco organismos.

El documento de Redtel, la asociación que agrupa a los principales operadores (Telefónica, Ono, Orange y Vodafone), advierte que si sale adelante la actual redacción de la ley se incrementará "la ya de por sí elevada litigiosidad" de los derechos de propiedad intelectual provocando un atasco en los juzgados.

Según informaron fuentes de los grupos parlamentarios, los servicios jurídicos de Redtel les han alertado de que la tramitación de una denuncia contra una página web de enlaces o descarga de contenidos protegidos por derechos de autor implicará la intervención de hasta cinco órganos competentes (Comisión de Propiedad Intelectual, el juzgado central y la sala de lo Contencioso-administrativo de la Audiencia Nacional, la Audiencia Provincial y el juzgado de lo mercantil) lo que "incrementará exponencialmente el riesgo de pronunciamientos contradictorios". Por ello, propone un procedimiento más sencillo en el que solo intervengan los juzgados de lo mercantil.

Los operadores creen que esta ley está abocada al fracaso porque es precisa una reforma integral y no parcial de la Ley de Propiedad Intelectual, que se adapte al nuevo mercado de contenidos digitales, pero consideran que, de salir adelante, serían "imprescindibles" varias modificaciones. La más relevante es delimitar adecuadamente el ámbito de actuación de la ley porque, pese a que el Gobierno ha asegurado que estas medidas excepcionales solo se dirigirán contra las webs -aproximadamente 200- que se lucran a partir de la explotación de contenidos protegidos sin autorización, la redacción es tan genérica que permitiría "un campo de actuación mucho más amplio y, a priori, imposible de evaluar en su impacto económico y social".

Asimismo, exigen que se garantice la independencia (funcional, como composición, financiera, etc.) de la Comisión de Propiedad Intelectual (CPI), la autoridad encargada de gestionar estas medidas excepcionales coercitivas. Redtel se queja de que actualmente ni siquiera se exige que los miembros de la CPI sean independientes y profesionales experimentados. También piden que en la Comisión estén representados los usuarios.

También puede que se la dote de competencias más amplias -no solo penalizadoras- que incluyan el resto de elementos necesarios para lograr una reducción de la vulneración de derechos de propiedad intelectual (propuesta de medidas de fomento de la creación de una oferta legal atractiva y ejecución de actuaciones de sensibilización de la opinión pública).

La ofensiva de Redtel y su descontento con la ley no concuerdan con la declaración que realizó la pasada semana Aldo Olcese, presidente de la Coalición de Creadores, el lobby que agrupa las sociedades de gestión de derechos y parte de la industria audiovisual, que señaló que estaba casi cerrado un acuerdo con todas las partes -incluyendo los operadores- sobre la aplicación de la ley.

El proyecto de ley está siendo ahora tramitado en el Congreso. El Grupo Popular ha presentado varias enmiendas a la disposición final, mientras que IU-ICV y Esquerra Republicana han pedido su retirada. No obstante, en fuentes de la industria se indicó que tan decisivo como ese trámite puede ser el desarrollo reglamentario que decidirá, entre otras cuestiones, la composición y el funcionamiento de la Comisión. Y tanto, Redtel como la Coalición de Creadores quieren que sus propuestas se plasmen en ese reglamento.

Pero aún queda tiempo para que se sustancien los primeros procesos. Se estima que la LES se aprobará en diciembre y entrará en vigor a comienzos de 2011. Luego habrá que redactar el reglamento y constituir la CPI, por lo que, como mínimo, hasta el verano no habrá ninguna resolución en firme sobre el bloqueo de webs de enlaces, según fuentes del sector.

Un largo proceso

- 1º. Denuncia del titular de los derechos de autor o las sociedades de gestión.
- 2º. La Comisión de Propiedad Intelectual (CPI) debe constatar la vulneración del derecho, y pedir el bloqueo de la web.
- 3º. El juzgado central de lo contencioso de la Audiencia Nacional autoriza la medida si afecta al artículo 20 de la Constitución.
- 4º. En caso de cierre, la Sala de la Audiencia Nacional conocerá del recurso de apelación del demandado.
- 5º. Independientemente, la Sala también conocerá del recurso que, en su caso, se presente contra el acuerdo de la CPI sobre la vulneración de derechos.
- 6º. El titular de los derechos solicitará a los juzgados mercantiles indemnización por daños y perjuicios, que podrán recurrirse ante la Audiencia Provincial.

domingo, 17 de octubre de 2010

Y ya que estamos con estas fealdades...

Según reza la información publicada en La Vanguardia, de Barcelona, el día 15 de octubre pasado, José Manuel Lara –el mismo que anunció las ganancias millonarias del grupo Planeta hace tres días–  pide al gobierno español una legislación "con garantías" para que el sector del libro no sufra como la industria discográfica.

¡Que cierren las webs piratas!

Barcelona. (Europa Press).- El presidente del grupo Planeta, José Manuel Lara Bosch, ha pedido al Gobierno que cierre las web que pirateen libros y que proteja al sector con una legislación "con garantías" para que no sufra como la industria discográfica.

En declaraciones a la prensa un día antes de la entrega del Premio Planeta, ha llamado a reforzar la legislación contra la piratería en la red: "No me gustaría que le pasara al libro lo que le ha pasado al mundo discográfico", ha dicho. Lara ha pedido medidas con garantías y del siglo XXI, y poder cerrar las web que pirateen libros, y ha recordado que hay "miles" de denuncias sin respuesta en los juzgados. "Los que lo pasarán peor son los autores", ha dicho. De hecho, constata que los juzgados de lo penal consideran de menor cuantía la piratería de un libro, y los civiles no aplican medidas cautelares.

Lara ha asegurado que no hay nadie que no vea la llegada de los libros electrónicos como una oportunidad, aunque ha asumido que es "difícil" explicar a mucha gente el concepto de propiedad intelectual. Ha diferenciado la piratería de otros cambios editoriales que sí son legítimos, aunque discutibles, como que los lectores decidan libremente optar por Wikipedia en vez las clásicas enciclopedias más prestigiosas.

Además, no está "nada convencido" de que la política esté dando la respuesta necesaria, como sí pasa en países como Inglaterra y Francia. Y ha hecho un paralelismo: "El libro de cualquier autor que escriba lo ha escrito él y es tan suyo como vuestro televisor de plasma de tu casa es tuyo".

sábado, 16 de octubre de 2010

Una información que les importa a unos pocos

Para los lectores latinoamericanos, ignorantes de los vericuetos de la vida empresarial española, José Manuel Lara Bosch (foto: Tony Albir) es el II Marqués de Pedroso de Lara. También, según Wikipedia, un empresario nacido en Barcelona en 1946. Hijo de José Manuel Lara Hernández y de María Teresa Bosch, es el presidente del Grupo Planeta, creado por su padre en 1949 y al que está vinculado desde 1963. En 1996 inició un proceso de diversificación del Grupo y, desde la muerte de su padre, en 2003, pasó a ser presidente del Grupo Planeta y del Grupo Antena 3. Ahora bien, según un cable de la agencia EFE, fechado en Barcelona, el 14 de octubre pasado, este importante personaje anunció que su empresa cerrará el 2010 con más de 50 millones de euros de beneficios. Resulta entonces interesante reflexionar, no sin melancolía, claro, sobre el porcentaje de ese dinero que les corresponde tanto a los autores como a los traductores, sin olvidar a los correctores de estilo.

50 millones

Barcelona, 14 oct (EFE).- El presidente del grupo Planeta, José Manuel Lara, ha anunciado hoy que el grupo cerrará el 2010 con un beneficio de "entre 50 y 70 millones de euros".

Lara ha hecho estas declaraciones después de la rueda de prensa que se ha celebrado hoy en Barcelona para informar sobre las obras finalistas del Premio Planeta, en la que ha augurado que habrá nuevas concentraciones en el panorama televisivo.

Sobre los resultados del grupo Planeta, Lara ha justificado que "en 2008 provisionamos todo lo que teníamos que provisionar, en 2009 nos ha ido bastante mejor y este año cerraremos con entre 50 y 70 millones de beneficios más".

"Este año, a mes de septiembre, vamos muy por encima de lo presupuestado y vamos mucho mejor", ha manifestado Lara, quien ha añadido que "las crisis siempre hacen que te espabiles".

Planeta salió de pérdidas en 2009, con un beneficio de casi 3 millones de euros y unas ventas de más de 1.700 millones, un 7% mas que en el año anterior.

Sobre futuras operaciones corporativas, Lara no ha querido pronunciarse, pero ha destacado que el grupo está lo suficientemente sano financieramente como para llevarlas a cabo.

El presidente de Planeta se ha mostrado muy preocupado por la evolución del libro digital, sobre el que ha reconocido que "costará la mitad que el libro convencional", pero ha alertado que los autores pueden sufrir a causa de que no se regule de manera eficaz "y ejecutiva" el pago de los derechos de autor.

En opinión de Lara, "hay un gran riesgo de que a la industria editorial le pase lo mismo que a la del disco, con el agravante de que los cantantes pueden hacer conciertos, algo en lo que no veo a los escritores".

Sobre la televisión, Lara ha argumentado que "hay demasiados operadores en España" y ha asegurado que el camino es hacia la concentración, como ya está pasando en la comercialización de la publicidad de los canales.

Por último, Lara ha elogiado el espíritu con el que nace el nuevo diario en catalán Ara, que está preparando su lanzamiento, y lo ha calificado de "socialmente necesario", si bien ha advertido que, en su opinión, su viabilidad le parece "muy difícil, dado los recursos con los que cuentan" y "el momento tan complicado en el que estamos".