La
noticia fue publicada por varios medios hace apenas unas horas. En la bajada de
la nota que le dedicó Clarín, se lee: “Tenía 79 años. Será velada esta noche en la Casa de la Cultura”.
Murió Natu Poblet, alma mater de Clásica y Moderna
Heredera de una tradición de lectores
libreros, que había iniciado su abuelo Emilio y de la que también formaron
parte su padre y su hermano, Natu Poblet convirtió la librería Clásica y
Moderna en un espacio emblemático de la tradición cultural porteña. Será
recordada como el alma mater
del local con casi 80 años de historia ubicado en Callao y Paraguay, en el que
convergían los escritores, los artistas, la música y la buena comida, y que
ella comandaba tras la muerte de su hermano Paco.
Este mediodía, Poblet –que sufría
osteoporosis– falleció tras un largo
padecimiento que la obligó durante los últimos meses, a
trasladarse en silla de ruedas y a espaciar su presencia en los eventos y
presentaciones de los que, por décadas, había sido habitué. También le había
dado pelea al cáncer.
Fue una figura querida y
reconocida en el ambiente cultural y literario y su trabajo al frente de
Clásica.
Natu tenía 79 años,
había nacido justamente en esa zona (en Callao y Córdoba) y se recibió de
arquitecta en la UBA, una profesión que ejerció hasta comienzo de los 80. Pero
entonces –y a la muerte de su padre– decidió continuar la tradición familiar de
la librería y junto a su hermano Paco la convirtieron en lo que es hasta
nuestros días: un polo de referencia cultural, con sus encuentros, recitales, ciclos.
Acaso, recordaba el regalo de su
padre, un libro sobre arquitectura francesa con la dedicatoria especial: "Para mi querida hija
Natu, que seguirá la tradición de su abuelo y su padre".
"Mi librería es de autor, de lector. El que viene a verme sabe que yo sé
lo que hay aquí, y yo recomiendo", contaba.
Su pasión por los libros
venía tanto por tradición familiar como por sus recuerdos de la infancia. "Para mí, el libro es un
objeto de placer. Y
recomiendo los libros que me han gustado muchísimo", señalaba. Y podía
citar entre ellos a "El Extranjero" de Camus o "Patrimonio"
de Philiip Roth, por ejemplo.
Aquella relación con
autores, editores y el mismo público que se acercaba a "Clásica..."
la convirtió en personaje. En
una completa interrelación. Ella contaba que "atender a mis amigos es lo
que me hace sentir mejor persona. Ellos son lo más importante. Me considero acuario total,
creativa, imaginativa. Y es el signo de la amistad".
Pero también señalaba
que aprendía a leer "por los clientes". No se imaginaba una vida sin
libros: "Ni puedo salir
a al calle si en la cartera no tengo un libro. Me pasa de estar esperando en un banco, en el dentista,
y tengo que tener algo para leer, es una adicción".
También condujo el programa "Leer
es un placer" durante varios años en Radio Nacional. Y hace cuatro años
fue condecorada en la Embajada de España en Buenos Aires, con la Orden de
Isabel la Católica, por decisión del rey Juan Carlos de Borbón.
Será velada la casa de la
Cultura (Av. de Mayo 575, CABA), a partir de las 21 hs. de este jueves.
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