"Nunca tuve un diario íntimo. Nunca escribí un diario de
viaje. Nunca fui capitán de una nave, aunque me habría gustado ser el capitán
Kirk, el del Enterprise. Mientras tanto, y para ir haciendo tiempo (¿se puede
hacer el tiempo, o acaso solo se lo deshace?), voy a ir escribiendo textos para
un blog. Algún día voy a tener uno." Esto dice el traductor Miguel Wald en la presentación de su blog, que, inactivo desde el año pasado, vuelve a la carga. Lo hace con una columna subida el 4 de agosto pasado, que, con el título "Otra vez con el idioma" plantea reflexiones como ésta: "Los idiomas son convenciones entre
hablantes (no entre teóricos ni entre expertos) y sirven para comunicarse
(Steiner dice que en realidá sirven más bien para ocultarse, pero de eso
podemos hablar otro día). Si los hablantes convienen (acuerdan) usar tal o cual
palabra, tal o cual preposición, tal o cual construcción, y se entienden bien
usando esa palabra, preposición o construcción, pues esa será la forma
correcta, porque es la que acordaron, explícita o implícitamente, como tal. ¿Para
qué sirve tener otra forma a la que llamar correcta? ¿La realidad va por un
lado y la corrección por otro? ¿Qué sentido tiene eso?".
Quienes deseen saber más pueden dirigirse a
http://algundiavuatenerunblo.blogspot.com.ar/
http://algundiavuatenerunblo.blogspot.com.ar/
No hay comentarios:
Publicar un comentario