La categoría "hispano" reúne en los Estados Unidos a un segmento significativo de la población, fruto de la inmigración latinoamericana. Del mismo modo que el término "caucásico" da más o menos lo mismo y no se refiere a los nacidos en el Cáucaso, el término "hispano" mezcla a todo aquel que hable castellano, ya sea que escuche guarachas, toque la quena o baile tango. Y dado que siempre hay un especialista para todo, Larry Downs (foto), un consultor editorial estadouniense, actualmente a cargo de la creación y dirección del sello Harper Collins Español, parece ser el que sabe sobre libros en castellano publicados en Estados UNidos. Acaso por ello, donde muchos ven la posibilidad de cultura, otros ven negocios. Y a pesar de que una y otra cosa no estén necesariamente reñidas, a veces el costado "negocio" termina contaminándolo todo. La siguiente columna de opinión, fue subida el pasado 2 de octubre al sitio Plublishnews.
La inmigración y su efecto en
la edición en español en Estados Unidos
El mercado de la edición en español en Estados
Unidos ha experimentado varios cambios en los últimos años. Durante los últimos
20 años, más o menos, todo el enfoque se ha centrado en el creciente mercado
hispano en los Estados Unidos. Con el censo llegando a casi 60 millones de
hispanos, uno pensaría que existe una significativa oportunidad para publicar
en español. Pero si profundizamos más en relación a los lectores en español,
observamos que el gran número de hispanos en EEUU puede estar señalándonos una
dirección equivocada.
La inmigración ha tenido un gran efecto en la
definición del consumidor español objetivo en los Estados Unidos. Los datos del
censo de 2015 revelan un aumento del 3,2% en el número de inmigrantes hispanos
con respecto a las cifras de 2010, mientras que los hispanos nacidos en los
Estados Unidos han crecido, en el mismo período, un 16,7%. (Gráfico 1)
Grafico 1 | Fuente US Census Data
2015
Además, la progresión generacional en la elección
del idioma determina si el consumidor elegirá leer en español o en inglés. Es
seguro asumir que la segunda generación y las siguientes se inclinarán por el
inglés como su idioma principal a la hora de consumir libros, debido a que el
inglés se ha convertido en el idioma dominante de elección. Al mismo tiempo
vemos un sector bilingüe fuerte en los EE.UU., pero este es principalmente
hablado. Como resultado, el porcentaje de primeros lectores en español en los
EE.UU. es inferior al 35% del número total de hispanos (Gráfico 2).
Este dato, todavía situaría a los potenciales consumidores españoles en Estados
Unidos en torno a los 20 millones de personas. Este es aún un número bastante
grande y haría de los Estados Unidos el séptimo país del mundo entre los paises
con mayor número de personas con el español como lengua principal o
dominante.
Grafico 2 | Fuente US Census Data
2015
Como resultado de una aplicación más estricta de la
ley de inmigración en las últimas dos décadas, podemos ver claramente
diferencias significativas en la mezcla de edad y género entre los inmigrantes
y los hispanos nacidos en los Estados Unidos. (Gráficos 3 y 4)
No
estamos viendo un número significativo de familias hispanas jóvenes migrando a
los Estados Unidos. Podemos constatar que el verdadero mercado de consumo de
libros en español es un consumidor principalmente mayor, de entre 25 y 55 años
de edad. Pero si retrocedemos un segundo y volvemos a mirar los datos, podemos
ver que existe un mercado de libros bilingües para niños. Este mercado sería
para la 2ª y 3ª generación de hispanos, así como para las bibliotecas y los
programas ESL (English as a Second Language).
Creo firmemente que todavía hay muchas
oportunidades para publicar en los EE.UU., sin embargo, uno debe saber y
entender dónde está la oportunidad. Cuando se hace bien, la edición en español
en los Estados Unidos. puede seguir siendo muy gratificante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario