El pasado 21 de septiembre, Leticia Blanco publicó en elperiodico.com la noticia de que la mayor distribuidora de libros de Cataluña ha sumido al sector en un caos profundo. Según la bajada, se lee que "El colapso de Entredos afecta especialmente a los libros en catalán y deja sin distribución en España a editoriales como Acantilado o Anagrama". Qué pena.
Las librerías catalanas se quedan sin libros por un fallo de la principal distribuidora: “Es un drama”
La tan esperada rentrée literaria y el inicio de curso escolar han colisionado este septiembre con un fallo logístico en la mayor distribuidora de libros, Entredos, que ha sumido a las librerías catalanas en el caos. No llegan las novedades, hay un embudo en los pedidos, los que llegan lo hacen sin albarán y el sistema informático de devoluciones no funciona. “Es un drama”, reconoce Eric del Arco, librero en Documenta y presidente del Gremi de Llibreters de Catalunya. Los libros que antes tardaban dos o tres días en llegar ahora llevan tres semanas de retraso “o directamente no llegan, que es lo normal”.
El origen del problema está en la fusión de las distribuidoras Àgora (la de Grup 62, Enciclopèdia Catalana y varias editoriales independientes catalanas) y Les Punxes a principios de año, una unión para ganar músculo logístico que pasaba por el traslado a un nuevo almacén en La Granada del Penedès de 25.000 metros cuadrados. Los libreros catalanes estaban avisados de que ese traslado se efectuaría durante las tres primeras semanas de agosto y que durante ese tiempo, hasta el 22 de agosto, la cadena de suministro se vería algo alterada.
Lo que no se esperaban es que la distribución se complicara hasta el punto de que un mes después, las novedades siguen llegando “tarde y a cuentagotas”. Y que muchos lectores que acuden en busca de un libro anunciado por las editoriales (la rueda promocional sigue el calendario previsto) se encuentran con que no ha llegado a la librería. “Es algo que está provocando el desconcierto de muchos lectores, que preguntan por un título porque han leído una entrevista con el autor en el diario, la radio o televisión”, explica del Arco. “Lo peor es que va para largo, porque no lo tienen solucionado. Es un drama para nosotros”, añade.
En un comunicado emitido el pasado 19 de septiembre, la distribuidora reconoce “la imposibilidad de servir una parte importante de los pedidos a las librerías y otros puntos de venta” desde el 22 de agosto y asume su responsabilidad. “Entredos trabaja día y noche (literalmente) para resolver todo aquello que impide la entrega de libros a librerías”, explica la empresa, que asegura estar poniendo “todos los medios humanos y técnicos” a su alcance para conseguir la “normalización del servicio en las próximas semanas”. También asume que se ha creado una situación crítica que debe ser resuelta “urgentemente”. Desde Entredos aseguran que esta semana se iniciará el servicio de pedidos de forma “gradual y priorizando el fondo y las lecturas obligatorias” paralelamente a las devoluciones y las novedades.
"No se ve la luz al final del túnel"
Núria Nájera, al frente de la librería especializada en literatura infantil Lilliput, en Cerdanyola del Vallès, describe la situación como “un show”. “Àgora ha cambiado la página web, no están sirviendo ninguna reposición ni nada de fondo y los pocos libros que llegan lo hacen sin albaranes, con lo que hay que rellenar a mano los pedidos. Las novedades están llegando a algunas partes de Cataluña, pero a otras no. A provincias apenas está llegando material y las baldas de libros en catalán se están vaciando”, alerta.
Según del Arco, la sensación que impera en el sector es que pese a los esfuerzos, ahora mismo nadie sabe cuándo estará arreglado el problema. “No se ve la luz al final del túnel. Nadie se atreve a decir cuándo estará solucionado porque nadie sabe lo que está pasando dentro de ese almacén”.
“De momento no queremos apretar hasta que la situación esté encarrilada”, explica el presidente del Gremi de Llibreters. Pero lo cierto es que las librerías están perdiendo dinero y que se reclamará algún tipo de compensación que podría tener distintas formas: un incremento del margen que las librerías se llevan de la venta de un libro (que oscila entre el 30% y el 40%) o un bono para después de Navidad. Del Arco destaca que los damnificados son muchos: la propia distribuidora, las librerías y los editores, en especial sellos como Anagrama o Acantilado que tienen su distribución en exclusiva con Les Punxes. “Es algo que está afectando a todas las librerías en Cataluña y en especial a los libros en catalán”, resume.
Àgora es una de las grandes distribuidoras de libro de texto (como La Galera) y de lecturas obligatorias de enseñanza secundaria, algo que está complicando el inicio de curso en algunas zonas. “El ambiente está bastante caldeado”, afirma Nájera, “ha habido situaciones complicadas, como por ejemplo en la Setmana del Llibre en Català, a donde no llegaron algunos títulos”. Lo peor es que no hay visos de que la situación se reconduzca de forma rápida. Las expectativas de algunos comerciales apuntan a que la plena normalidad no se alcanzará hasta finales de octubre o noviembre.
Entredos es la suma de la fusión entre las dos principales distribuidoras catalanas de libros, Àgora y Les Punxes, que se produjo a principios de 2022 tras el distanciamiento de Les Punxes de la madrileña Machado. Entredos es la distribuidora de editoriales como Acantilado, Anagrama, Círculo de Tiza, Siruela y publicaciones en catalán del Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat de Catalunya y editoriales independientes en catalán, como Eumo. En total, distribuyen el catálogo de 225 sellos.
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