“En su
afán de utilizar un lenguaje llano y directo, el papa Francisco recurre a
menudo a términos lunfardos o bien porteños, e incluso a neologismos que él
mismo crea; L'Ossvervatore Romano se
ocupa de explicárselos al mundo”. Así dice la bajada de la nota que firma Silvina Premat en el diario La Nación ,
de Buenos Aires, del 1 de diciembre
pasado.
Bergoglismos: el léxico que impacta a todos
"¿Quién podía decirme, hace
cincuenta años, que el más revoltoso de mis alumnos iba a escribir en L'Osservatore Romano? De haberlo sabido,
en una de esas, no te mandaba a rendir examen...", le dijo Jorge Bergoglio
al santafecino Jorge Milia. "¿Quién podía decirme, hace cincuenta años,
que iba a ser recibido por un papa neologista, que reinventa el latín, el
español, el italiano...?", retrucó a Francisco su
ex alumno.
El
diálogo sucedió durante un encuentro que mantuvieron los dos amigos en el
Vaticano hace poco más de dos meses. Allí papa Francisco elogió
los comentarios de Milia, publicados por el L'
Osservatore Romano, sobre sus argentinismos y neologismos. En cuanto asumió
el pontificado, Francisco sorprendió con sus gestos y también con sus palabras.
No sólo invitó a obispos y sacerdotes a "ser pastores con olor a
oveja", sino que también comenzó a usar términos casi propios del
lunfardo, del lenguaje popular porteño y de neologismos inventados a propósito
de algo que quería acentuar. Cuando Francisco habló de "primerear",
sobre todo en el Vaticano muchos se preguntaron qué quería decir. Entonces,
Milia escribió el primero de sus artículos para el blog Terre
d' America, que lidera Alver Metalli. "Tuvo tanta repercusión que me
pidieron que continuara escribiendo sobre lo que llamaron bergoglismos y
luego los comenzó a publicar L'Osservatore",
cuenta Milia, autor del libro De la edad feliz ,
publicado en 2006 con prólogo de Bergoglio.
A
la lista de términos comentados por él –que incluye las expresiones
"primerear", "balconear", "ningunear",
"pasarse de rosca", "pescar una idea", "hacer
lío", "empacharse" y "misericordiar"–, se podrían
sumar muchos otros como "rosquear", "sacar el cuero", tener
"cara de vinagre", "salir de la cueva" o cuidarse de los
"mercachifles". Consideradas como "la jerga de Bergoglio" o
comobergoglismos ,
las expresiones del Papa provocan dolores de cabeza a los traductores y
asombran a todos, excepto a quienes ya lo conocían.
Fueron
repetidas las veces que Bergoglio pidió disculpas por pronunciar un término de
tono vulgar o popular. Un ejemplo: en la homilía de la misa por la educación
que celebró en abril de 2009 y en la que denunció que la droga se vendía en las
puertas de los colegios, dijo: "(...) Tenemos que defender la cría,
perdonen la palabra, y a veces este mundo de las tinieblas nos hace olvidar de
ese instinto de defender la cría". Por eso, el padre Javier Klajner,
responsable de la pastoral de la juventud de la arquidiócesis de la ciudad de
Buenos Aires, afirmó a La Nación : "Mucho
de lo que dice el Papa, sus expresiones y sus modos, nosotros lo vivíamos como
una realidad". Y recordó que el ex arzobispo porteño describía a la Virgen como una mujer
callejera. "Ustedes tienen que ser como ella, una mujer callejera y estar
en la calle", les decía a los sacerdotes.
"Los bergoglianismos son
como la síntesis de una catequesis ciento por ciento argentina que el Papa está
exportando, está llevando al mundo, y no por fervor localista, sino por fervor
misionero", planteó a La Nación Virginia
Bonard compiladora de Nuestra
fe es revolucionaria ,
un libro con homilías y mensajes de Bergoglio en sus tiempos como arzobispo
porteño. Bonard, que también participó del acompañamiento que hizo la Iglesia a los familiares
de las víctimas del incendio de Cromagnon, en la que murieron 194 jóvenes,
recordó: "En una misa por el aniversario de esa tragedia, Bergoglio llamó
santuario al local Cromagnon. Eso es mucho más que un neologismo. Es considerar
que una porción de la ciudad se santuarizó por el dolor vivido por los
citadinos, como decía él a veces, en vez de ciudadanos". Y agregó:
"El Papa dice que prefiere una Iglesia accidentada a una Iglesia enferma.
Y él también. Es evidente que prefiere accidentarse en el uso de la palabra y
los gestos que quedarse con algo en el buche".
Aquí
publicamos algunas de las expresiones que despiertan curiosidad en el mundo y a
las que en breve se sumarían otras como el "chamuyo de Dios", según
anticipó Milia:
Primerear
"El Señor nos primerea, nos está esperando. pecas y te está esperando para perdonarte."
"El Señor nos primerea, nos está esperando. pecas y te está esperando para perdonarte."
Cuando
en Buenos Aires alguien lo escuchaba hablar de "primerear" y lo
interrogaba sobre el origen del término, Jorge Bergoglio explicaba que provenía
del lenguaje futbolístico porteño. Expresa la acción de llegar antes, ganar de
mano a otro o tomar la iniciativa, y fue incorporado por Francisco en su
primera exhortación apostólica, que dio a conocer esta semana.
Balconear
"No balconeen la vida. métanse en ella, como hizo jesús."
"No balconeen la vida. métanse en ella, como hizo jesús."
En
uno de sus artículos, Milia explica que en el lunfardo porteño
"balconear" quiere decir mirar desde el balcón como un espectador de
los demás sin participar de lo que sucede. El ex alumno de Bergoglio recuerda
que, en su adolescencia, participaban de una procesión de Corpus Christi por el
centro de la ciudad. "Era típico ver muchos balconeros. Personas que se
dedicaban a saludar a los procesionantes y hacer comentarios entre ellos",
narra. Y agrega: "Y Bergoglio nos señalaba la situación y nos invitaba a
no balconear la fe. El cristiano es un protagonista, no un espectador".
Pasarse de rosca
"¡Esta civilización mundial
se pasó de rosca! (...) porque es tal el culto que ha hecho al dios dinero que
estamos presenciando una filosofía y una praxis de exclusión de los dos polos
de la vida que son las promesas de los pueblos: los jóvenes y los
ancianos."
La
alusión al "pasarse de rosca" encuentra su explicación en la
mecánica, cuando una tuerca se ajusta más de lo debido, se rompe y gira en
falso. Y también se usa para decir que alguien transgredió un límite o es
vencido por la ansiedad. "Poco importa que la expresión se use para hablar
de la droga o del alcohol, que no es demasiado diferente de abusar del poder,
del dinero o de las influencias. El resultado es el mismo: ya no ve la
realidad, ya no la «agarra» tal como es, la distorsiona exagerándola o la
envilece mortificándola", dice Milia.
Hacer lío
"¿Qué espero como
consecuencia de la Jornada
de la Juventud ?
Espero lío (...) quiero lío en las diócesis, quiero que se salga afuera, quiero
que la Iglesia
salga a la calle (...)."
Para los argentinos "hacer
lío" implica provocar alboroto, desorden, interrupciones, gritos y, como
el mismo Francisco dijo: salir de lo preestablecido. Interpreta Milia que no
siempre se usa para algo positivo como lo hace el Papa. Por eso, "asombra
que todos, más allá de la inevitable instrumentalización política, están
seguros de haber comprendido, precisamente por la fuerza y la expresividad de
la frase, su significado positivo. Lo dijo el Papa ,
agregan. Y, por lo tanto, está claro. Por eso la expresión está cambiando de
sentido. Es más, ya lo hizo. Más que cambiar, podemos decir que el Papa
Francisco la ha transfigurado".
Ningunear
"No ninguneen al que sufre, al que no consigue trabajo o no tiene dinero."
"No ninguneen al que sufre, al que no consigue trabajo o no tiene dinero."
Se
"ningunea" a alguien cuando se lo subestima, se lo ignora. El Papa
les pidió a los jóvenes que "no se dejen ningunear, vivan la fe" y
también que "no ninguneen al que sufre". Al conmemorar su pasado
compartido con Bergoglio, Milia comenta: "En aquellos días de colegio no importaba
si esa recomendación apuntaba a otro profesor, a algunos compañeros que se
suponían mejores que los demás, o a un desesperado amor juvenil que dándonos
calabazas nos había hundido en la desesperanza".
Pescar
una idea
"Para que vaya pescando lo
que piensan los obispos."
Usar
el verbo pescar como sinónimo de comprender es propio del lunfardo porteño. El
Papa usó esta expresión en su diálogo con la presidenta Cristina Fernández de
Kirchner, cuando le obsequió el documento producido por la cumbre de obispos
latinoamericanos en Aparecida, Brasil, en 2007.
Misericordiando
"Déjate misericordiar."
"Déjate misericordiar."
El
Papa se permitió inventar un verbo luego de constatar las dificultades
presentadas para traducir su lema: "Miserando atque eligendo". El
lema se refiere a la elección que hizo Jesús de Mateo, un cobrador de
impuestos, y se traduce como "lo miró con misericordia y lo eligió" o
"amándolo lo eligió". Al ser interrogado por Milia sobre esto,
Francisco explicó: "El gerundio latino miserando es intraducible en italiano
y en español. A mí se me ocurrió traducirlo con otro gerundio que no existe:
Misericordiando". Monseñor Víctor Manuel Fernández, al comentar la
invitación de Bergoglio a dejarse "misericordiar", explica:
"Invita a las personas que se llenan de culpas y escrúpulos a dejarse perdonar
y envolver por la ternura del Padre Dios"
Se puede recomendar a los traductores que consulten el Diccionario Integral del Español de la Argentina (Voz Activa, 2008), al que se puede acceder online como Diccionario Clarín (http://www.clarin.com/diccionario) donde todas las expresiones enumeradas (salvo "misericordiar") aparecen representadas lexicográficamente.
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