“Los actos de
conmemoración por el séptimo centenario de la muerte de Dante Alighieri que
arrancarán el próximo domingo y se extenderán hasta el 13 de septiembre de
2021, se harán en distintas ciudades de Italia y se podrán ver en todo el mundo
por streaming, pero además tendrán su
correlato en distintas reediciones y actividades que realizarán las
instituciones argentinas de la enseñanza del
idioma y de la cultura italiana”. Eso dice la bajada de la noticia publicada sin
firma, por la Agencia TELAM, el pasado 10 de septiembre.
La Divina Comedia:
traducciones y homenajes
de un libro que
"no es de este mundo"
Los
actos de conmemoración del séptimo centenario de la muerte de Dante serán
principalmente en Rávena donde está sus restos mortales, así como en Bolonia
-lugar de sus estudios- y en Florencia, ciudad en la que
nació y de la que fue expulsado. Sin embargo, localidades
como Génova, Nápoles, Verona, Siena, Roma y Brindisi no son ajenas a la obra de
Alighieri como lo destaca Giulio Ferroni en su
libro La Italia de Dante, reciente
ganador del prestigioso Premio Viareggio-Rèpaci 2020, en la categoría no
ficción.
En la
Argentina, distintas actividades institucionales de las cátedras de lengua y
literatura italianas, tanto de la Universidad de Buenos Aires y de La Plata se
sumarán al curso libre y gratuito en italiano de “Lectura Dantis”, que se da hace
más de 10 años, todos los jueves a las 14, en el Instituto Italiano de Cultura
de Buenos Aires. Este año se puede ingresar por la plataforma Zoom o por
YouTube.
En cuanto a las
traducciones, el poeta y traductor Jorge Aulicino señala que “en la Divina comedia, por la cantidad de
versiones que tuvo a lo largo de 700 años, se puede ver que cada época traduce
a su manera”.
A la traducción
argentina realizada por Bartolomé Mitre hay que sumar una traducción
considerada por unanimidad como absurda: la “versión lírica” de Francisco Soto
y Calvo, una edición ordenada por el Ministerio de Justicia e Instrucción
Pública, publicada en 1940 e impresa en los talleres de la Penitenciaría
Nacional de Buenos Aires. Aulicino, quien posee una edición comentada a mano
por Antonio Luis Beruti (quien también tradujo y publicó el “Infierno” en 1930)
dice: “Beruti tiene razón en todo: la versión que comenta es increíblemente
mala”.
También existe la
traducción de Ángel Battistessa –editada por el Fondo Nacional de las Artes y
Carlos Lohlé, en 1971– la cual “está asociada al espíritu de la revista Sur”, según sostiene Claudia Fernández
Speier en su libro Las traducciones
argentinas de la Divina Comedia (Eudeba, 2019).
En 2002, apareció una
versión bilingüe en tres tomos publicada por el Grupo Editor Latinoamericano,
con la versión de Antonio Jorge Milano, un médico psiquiatra que en sus ratos
libres se dedicó a traducir la Divina
Comedia. La edición es del poeta Luis Tedesco y en el 2014 fue reeditada en
fascículos por el diario Página/12,
con las singulares ilustraciones de Rep.
En el 2015, Edhasa
publicó los tres volúmenes bilingües de la traducción de Jorge Aulicino, de la
cual el "Infierno" ya se había conocido en 2011 publicado por la
editorial Gog y Magog, con las ilustraciones de Carlos Alonso.[1]
[1] Esa misma edición, corregida por
el traductor, apareció en 2018, publicada por la editorial chilena LOM y es la
que actualmente se consigue en las librerías de Buenos Aires y Santiago de Chile.
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