Publicada sin firma el pasado 29 de abril, en el diario mexicano El Universal, la siguiente entrevista se ocupa de dar cuenta del importante premio recibido por la traductora Claudia Cabrera, presidente y fundadora de la Asociación Mexicana de Traductores Literarios.
"Tradicionalmente, los traductores hemos sido invisibilizados"
"Le dedico este premio al gremio de los traductores, especialmente a la Asociación Mexicana de Traductores Literarios (Ametli)", dice, en entrevista, Claudia Cabrera, ganadora de la Medalla Goethe 2024, la distinción más importante en materia de política cultural exterior que otorga Alemania. La presidenta y fundadora de la Ametli, y ganadora del Premio Bellas Artes de Traducción Literaria Margarita Michelena en 2020 por "El Hacha de Wandsbek", de Arnold Zweig (Herder, 2017), fue nominada por el Goethe-Institut Mexiko; las otras ganadoras de esta edición fueron la historiadora y gestora de "Macedonia del Norte", Iskra Geshoska, y la chilena Carmen Romero Quero, directora del Festival Internacional Teatro a Mil.
"Esto le va a dar visibilidad al gremio de los traductores. Tradicionalmente, los traductores hemos sido invisibilizados; se considera que una buena traducción es la que no se nota y que una traducción se debe leer como si fuera una obra escrita en el idioma de llegada. Pero eso no quiere decir que el traductor no exista y que se le mencione en las reseñas sólo cuando se considera que hizo una mala traducción. Siempre me ha dado rabia que se reseñen los libros traducidos y ni siquiera se mencione al traductor; se alaba el gran estilo lingüístico de la obra en español sin dar cuenta de que no es el estilo del autor, sino del traductor. Si el traductor fuera malo no podría encontrar equivalencias en español para el estilo del autor en el idioma original", afirma Cabrera Luna, quien ha vertido al español, entre otros, a Franz Kafka, Robert Musil y Rainer Werner Fassbinder.
Según la Ley Federal del Derecho de Autor que rige al país -continúa-, los traductores son autores de obra derivada: "En ese sentido, la traducción es tan valiosa como lo es el primer original. Los traductores somos autores de nuestras traducciones y se nos debería tratar como tales. Le tenemos que ceder nuestros derechos patrimoniales a las editoriales y, por ello, no se nos pagan regalías, y tenemos derechos morales: el primero es la visibilidad, lo cual significa que se ponga el nombre en portadilla, cuarta de forros, portada, reseñas, archivos, noticias; el segundo, la decisión de dar el último visto bueno antes de que se publique la traducción. Esto no lo puede hacer la editorial porque, de ser así, se considera que se trata de una mutilación a la obra original".
Artistas, escritores e intelectuales como Claudio Magris, Pierre Bourdieu, György Ligeti, Imre Kertész y Jorge Semprún se cuentan entre los ganadores de la Medalla Goethe, la cual recibirá Cabrera en Weimar, el 28 de agosto, día en que se celebra el natalicio de Johann Wolfgang von Goethe. Antes de Cabrera, sólo un mexicano había recibido esta distinción: el escritor y periodista José María Pérez Gay.
Por último, recapitula, las traducciones que más trabajo le han costado y son, quizá, las mejores que ha hecho hasta la fecha: la monumental y ya citada, El Hacha de Wandsbek, de Zweig: "Una gloria de la literatura universal y, ahora, de la mexicana porque está al español de México"; Tamangur, de Leta Semadeni (La Cifra, 2018), nouvelle en prosa poética, "bellísima y dolorosa"; y La excursión de las niñas muertas, novela autobiográfica de Anna Seghers, que se publicará en el transcurso de este año.
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