José
Oliva –que tuvo la osadía de llamar “poetisa” a una
poeta– publicó en La Vanguardia , de
Barcelona, del 4 de abril pasado, esta nota-entrevista (o reprodujo un cable de
EFE, no está claro) anunciando la aparición de un nuevo texto de Marina Tsvietáieva,
traducido por la mexicana Selma Ancira.
Selma Ancira traduce los
Diarios de la
Revolución de 1917 de Tsvietáieva
Barcelona, 4 abr (EFE).- La filóloga y eslavista mexicana Selma
Ancira ha publicado la traducción de los Diarios
de la Revolución
de 1917, de la poetisa rusa Marina Tsvietáieva, que, según ha explicado,
"tienen el atractivo del estilo literario, que no es menor al que utiliza
en su prosa u otros relatos autobiográficos".
Diarios de la Revolución de 1917 (Acantilado) reúne fragmentos de los diarios de Tsvietáieva durante
uno de los períodos más dramáticos de la historia de Rusia, ante el cual
expresa su tremenda peripecia vital: la soledad, las estrecheces y las penurias
que la revolución trajo consigo.
"No son unos diarios en el sentido vital, sino que con su
capacidad observadora da cuenta de lo que se está viviendo en el momento de la
revolución", ha explicado a Efe Selma Ancira.
Estos diarios tienen, indica Ancira, un atractivo añadido, pues
Tsvietáieva "los intentó publicar en vida y antes de proponérselos al
editor, los reescribió y revisó, por lo que, además de la inmediatez recogida
en la observación, están escritos con un estilo literario muy cuidado".
Para esta edición, Ancira ha tenido la oportunidad de trabajar
"a partir del original retrabajado por la propia Tsvietáieva, con sus
notas".
En el texto, Tsvietáieva no toma partido frente a la revolución:
"No dice quiénes son los buenos, sino que simplemente retrata lo que pasa
en 1917, 1918 y 1919 como testigo e invita al lector a extraer
conclusiones".
Aunque en una frase señala que "de los bolcheviques no he
recibido más que bondades, en realidad el lector va viendo que fueron unos años
desgarradores, aunque nunca pierde la alegría, la pasión por la vida".
Uno de sus aforismos no deja mucho espacio a la duda cuando dice en
Moscú en 1919 que "la política es sin duda una infamia, y de ella no se
puede esperar más que infamias", y añade a continuación: "Que la
infamia sea alemana o rusa -no veo la diferencia y nadie la puede ver. Si la Internacional es un
mal, el Mal es internacional".
Tsvietáieva vivió en Rusia hasta 1922, año en que se exilió, primero
en Bohemia y luego en Francia, pero en 1939 volvió a la Unión Soviética ,
donde dos años más tarde, condenada al ostracismo, puso fin a su vida.
Después de traducir Viva voz de vida y Mi
Pushkin, ambas de Tsvietáieva, Ancira publicará próximamente la abundante
correspondencia con Anna Teskova, que fuera directora de la Unión checorrusa.
En Acantilado tiene previsto publicar otros tres libros a lo largo
de 2015: Orestes de Yannis Ritsos en junio, Vida y andanzas
de Alexis Zorba de Nikos Kazantzakis en septiembre y Después del
baile, de Tolstoi en noviembre, anuncia Ancira.
En relación a Tsvietáieva, una de las grandes poetisas del siglo XX,
remarca Ancira, le queda por traducir prácticamente toda la prosa, muchos
diarios y correspondencia, sus obras de teatro, sus cuadernos de trabajo y
mucha de la poesía.
"Tsvietáieva me seduce, me hechiza, me obliga a trabajar con mi
español, a encontrar su estilo, a pesar de las diferencias que hay entre el
ruso y el español", confiesa Ancira, quien distingue "las diferencias
de cadencias y melodías del ruso de Tsvietáieva, Tolstoi y Pushkin..
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