El
pasado 30 de noviembre, Josep Playa Maset
publicó la siguiente nota en el diario La
Vanguardia, de Barcelona, señalando el posible destino de los archivos de
la empresa Círculo de Lectores, desactivada por el grupo Planeta.
Planeta negocia con la Biblioteca Nacional
la cesión del archivo del Círculo de
Lectores
La editorial Planeta está ultimando con la Biblioteca
Nacional de España la donación del archivo del antiguo Círculo de
Lectores, empresa creada en 1962 por el grupo Bertelsmann, que pasó a ser de su
plena propiedad en el 2014. El archivo del Círculo consta de unos 25.000
libros, pero cuenta también una gran colección de vinilos, así como importante
documentación, vinculada con su historia. El Círculo de Lectores llegó a tener
500.000 socios y a publicar hasta 300 titulos anuales.
Tras
el cierre del Círculo de Lectores anunciado hace tres semanas por el
grupo editorial Planeta, desde la Biblioteca Nacional se interesaron por
el destino de los archivos y empezaron estas negociaciones, cuyo primer paso es
conocer el inventario de todo el material. Planeta plantea la cesión de todo el
archivo digital y físico del Círculo que se encuentra repartido entre Barcelona
y Madrid.
Las
conversaciones no habían trascendido hasta ahora, pero en paralelo desde la
editorial se comunicó a los autores, o a sus herederos, de algunas obras la
posibilidad de quedarse con los restos no vendidos, y en algún caso ya
descatalogados, antes de su “destrucción parcial”. Entre los autores contactados están los de la colección de
Obras Completas de grandes autores como Kafka, García Lorca, Neruda, Vargas
Llosa o Vázquez Montalbán. En la carta enviada por el grupo
editorial a los autores se les anunciaba la posibilidad de quedarse con cuantos
ejemplares estuvieran interesados, siempre que se hiciesen cargo de los costes
de transporte. Según ha publicado el diario El País, en el caso de Francisco Ayala, Mario Vargas Llosa, Carmen
Martin Gaite y Juan Goytisolo, se ha podido confirmar que han recibido esta
nota.
Un
portavoz de la editorial Planeta ha confirmado que una vez que la editorial de
Círculo de Lectores ha cerrado se han puesto los ejemplares de la colección “a
disposición de los autores”, tal como se hace habitualmente. Cuando los autores
hayan decidido cuantos ejemplares se quedan, “se verá que se hace con el resto,
dependerá de su volumen, pero aún no se ha decidido”. La idea es facilitarlos a
la Biblioteca Nacional y si esta no estuviese interesado en todos que puedan ir
también a otras bibliotecas. Pero, aseguran que “no se ha planteado su
destrucción”. Ese mismo portavoz reconoce que se ha enviado una carta tipo,
como se ha hecho en otras ocasiones, pero que al tratarse de una colección
especial tendrá otro destino.
Fuentes del sector editorial aseguran que la
destrucción de libros descatalogados es una práctica habitual, debido al coste
de mantenimiento en los almacenes. De hecho, en los contratos con los autores
ya se concreta cual puede ser su destino final. Hay autores que rechazan la
venta de ejemplares que han quedado en los almacenes a terceras empresas para
evitar que reaparezcan en el mercado como libros de segunda mano a precios
reventados. Prefieren su destrucción antes que ser vendidos a precios de saldo.
“Se destruyen libros y con la pasta de papel resultantes se hacen nuevos
libros” es una fase repetida por el sector editorial para justificar este
proceso industrial.
La
colección de Obras Completas que ha llegado a una treintena de autores fue
iniciada por el Círculo de Lectores, creado por el Grupo Bertelsmann, y
tuvo como director a Joan Tarrida. Planeta compró el 50% de Círculo de
Lectores en 2010 y poco después Joan Tarrida se separó del proyecto y se quedó
con el sello Galaxia Gutenberg. La separación significó también que más de
la mitad de los autores de Obras completas quedaran bajo el control de Galaxia
Gutenberg que ha seguido adelante con su proyecto.
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