El pasado 16 de febrero, Elena Cabrera publicó la siguiente nota en El Confidencial, de España. Aclaramos, para una mejor comprensión
del castellano en que está escrito este artículo que “chollo” significa “1) m. Cosa apreciable que
se obtiene por bajo precio o poco esfuerzo; ganga, y 2) Trabajo o negocio que
produce beneficio con muy poco esfuerzo”. Luego “coste” equivale a “costo”.
Dos Passos en falso con el tirón de la Gran Guerra
En el año de conmemoración del
centenario del inicio de la Primera Guerra
Mundial, las editoriales Gallo Nero y Errata
Naturae han publicado,
en una coincidencia no
deseada, la primera novela de John Dos Passos (1896-1970), un relato autobiográfico
sobre su experiencia en las trincheras del frente franco-alemán. El 30 de enero
la editora de Gallo Nero, Donatella Iannuzzi, abre en
su correo el boletín de novedades de la editorial Errata Naturae. Se le
viene el mundo encima: lee en ella cómo su competencia anuncia la publicación
de La iniciación de un hombre: 1917, el mismo libro que
ella ha recibido de imprenta el día anterior.
Llama a los
editores de Errata Naturae para advertirles. Pero no se puede hacer nada, ambos
títulos ya están en los almacenes de sus distribuidores, camino a las
librerías. “No sé lo que va a suponer esta coincidencia pero está claro que las
dos editoriales en ocasiones compartimos lectores y visibilidad en librerías, así que lo normal es que la venta se
reparta” explica Iannuzzi. “Imaginamos que puede traducirse en un descenso de las
ventas”, coincide Irene Antón,
de Errata Naturae. “Poco podíamos variar ya”, señala sobre una posible
reacción, “simplemente hemos dejado que siga su camino y que los lectores
decidan”.
El lector puede
decidirse por el diseño que más le guste. O por el precio más barato, (12,50 euros de Errata
Naturae frente a los 16 euros de Gallo Nero). O por una
traducción inédita y actual —la de Elena Sánchez Zwickel para Errata Naturae— o una ya
testada (Gallo Nero rescata la traducción de Camila Batlles que
encargó Salvat en 1971). O, lo que puede ser más importante, que habiendo
editado John Dos Passos en vida dos versiones del libro, Errata Naturae elija
la primera de 1923 y Gallo Nero la segunda, de 1968: “Es la versión
auténtica e inexpurgada de la novela —aclara Iannuzzi— en
la que se tuvieron en cuenta las pruebas de imprenta sin corregir de la primera
edición de 1920. Esta llevaba un prólogo del mismo Dos Passos, del que nosotros
reproducimos un extracto y una nota a la edición que también reproducimos en la
que se explica la historia de la publicación del libro”. Por su parte, Antón
explica que “la edición de 1969 cambia poco en el cuerpo del texto mismo de la
novela: apenas dos o tres frases” por eso han optado por traducir la de 1923.
Un chollo peligroso
Al tratarse
de una obra publicada en Estados Unidos por primera vez antes de 1923, sus derechos de autor
se encuentran en dominio público. No extraña que una
editorial no supiera de los planes de la otra. “Los títulos en dominio público
tienen este peligro, cualquiera puede
editarlos a la vez que tú”, advierte Enrique Redel,
de la editorial Impedimenta, que ya se vio en una como esta en el año 2010.
Debido, entre otros motivos, al ahorro de costes,
las editoriales combinan obras en dominio público con otras con derechos
vigentes.
En el arranque de la editorial
Impedimenta, una cuarta parte de su catálogo eran clásicos sin derechos. Pero
el año pasado sólo dos de los 24 que publicó Redel tenían expirado el
copyright: “Creemos que se trata de un tipo de libro que no nos reporta tantas
ventajas ‘intelectuales’ como los libros con derechos, que nos dicen más, que hablan más de
nosotros. En Impedimenta cada vez publicamos más títulos
incluso contemporáneos, va más con nuestro estilo actual y nos gusta más”.
Una
evolución similar se ve en Gallo Nero: de los últimos 20
títulos publicados, sólo dos estaban libres de derechos. “No es
un planteamiento editorial, hay libros que nos gustan y que queremos en nuestro
catálogo”, explica Iannuzzi. Tampoco Irene Antón admite que haya una estrategia
editorial que proporcione ventajas en editar novelas en dominio público: “No buscamos una obra
porque esté en el dominio público. Publicamos a autores y
textos que nos parecen pertinentes, importantes, bellos, necesarios... De
hecho, la obra de Dos Passos Ante la silla eléctrica la publicamos cuando aún no estaba en
el dominio público. Esto también nos ha pasado con otros autores, empezamos a
publicarlos cuando aún no estaban en el dominio público y ahora sí lo están, y
seguimos publicándolos”.
Independientes y precarios
Un editor de
un sello literario pequeño o mediano no es muy diferente de muchos de sus lectores.
Tiene algunas nociones de emprendeduría, es probable que sea otro oficio el que
le mantiene, quizá haya contratado a una persona, ha pedido un préstamo que le
cuesta devolver y, como ventaja respecto a su público, sabe leer en otros
idiomas. No obstante, el editor se diferencia del lector por ser capaz de
responder a la pregunta de lo que es pertinente
editar. De ahí surgen diferentes proyectos editoriales que
construyen su catálogo, bien como apuesta o bien como oportunidad.
En el presupuesto de creación de
un libro como producto editorial, según explica la directora de Errata Naturae,
el pago de los derechos no es “la variable
más importante”. “No es lo mismo traducir una obra del ruso que
del francés, o que publicar un original en castellano. También hay una gran
diferencia dependiendo de la tirada que se haga del libro”. Gallo Nero, que
centra su catálogo en la primera mitad del siglo XX, paga adelantos no muy
caros y siempre le sale más
costosa la traducción que los derechos.
De hecho, a
veces el libro en dominio público genera derechos algo mayores para el
traductor. Sin embargo, el rédito final es mayor en el caso de las obras sin
derechos, pues no hay que detraer el 10 % para el autor. Por otro lado, explica
el editor de Impedimenta, “los libros en dominio público suelen funcionar peor
que los libros con derechos".
"Hace cinco, seis años, no era así. Pero ahora esa especie de ‘moda’
del clásico va de capa caída”, añade.
Otro mal paso
Desde que
Impedimenta y la desaparecida editorial cordobesa El Olivo Azul coincidieron
llevando a las librerías el mismo libro de Octave Mirbeau, El jardín de los suplicios,
Redel ha aprendido dos lecciones: editar menos dominio
público y comentar sus planes con
distribuidores y libreros de confianza para contrastar planes ajenos.
Impedimenta ha vendido en estos casi cuatro años 597 ejemplares de la decadente
obra de Mirbeau, muy por debajo de la media de ventas de esta editorial.
“Sabemos que El Olivo Azul —recuerda Enrique Redel— al conocer que nosotros
publicábamos el libro, adelantaron el suyo, y éste salió a la vez que el
nuestro, la misma semana. Eso supuso una duplicación a la hora de entrar en
librerías, es decir, menos ventas, porque hay menos exposición. Sabemos que
nuestra edición, finalmente, vendió más que la de ellos. Es un libro que sin la
otra edición habría
vendido mucho más”.
Impedimenta,
Gallo Nero y Errata Naturae son empresas que conviven en un mercado de alta
competencia entre las editoriales que,
aunque en apariencia amigas, abarrotan a codazos los escaparates, en busca
de la atención de un lector de clase media maltratado por la crisis.
Cuando el editor vive en ese contexto, tan precario e inestable, cometer un
traspiés es peligroso. Los libreros
lo hacen notar y los
lectores podrían preguntar si una efeméride puede sostener, como motivo
pertinente, la publicación de una obra. ¿Y de una misma dos veces?
Muchas otras
editoriales aprovecharán el tirón del centenario
de la Gran Guerra para
colocar en las librerías y en las páginas de las revistas productos llamativos.
Por supuesto, la no-ficción sacará toda su artillería, que se suma a la
avanzadilla desplegada en 2013. El género que tiene las de ganar es el de
novela histórica, donde Plaza & Janés pondrá sobre la mesa Cartas a palacio de Jorge Díaz Cortés con Alfonso XIII como protagonista.
Anagrama juega sobre seguro con 14 del
francés Jean Echenoz, con personajes atravesados por la guerra.
También
crónicas y ensayos, con la grandísima historiadora Margaret
MacMillan a la cabeza, y su 1914 (Turner). David
Stevenson con La Primera Guerra Mundial 1914-1918 (Debate). Galaxia
Gutenberg reedita con ilustraciones el satírico Las aventuras del buen soldado
Svejk del checo Jaroslav Hasek,
un libro de 1922. Random House publica esa impresionante ilustración de más de
siete metros creada por el cronista y dibujante Joe Sacco
titulada La Gran Guerra sobre la Batalla de Somme. Se
desmarca de lo previsible Lengua de Trapo con la colección de relatos Piedras negrasambientados
en la Primera Guerra Mundial
de un escritor español, Jesús Zomeño (nacido en 1964), en ellos, se perfilan
hombres y mujeres abollados por las trincheras y la retaguardia.
La pregunta
que el editor debería saber contestar con sus propuestas es qué nos une a la guerra del 14, además de separarnos 100 años.
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