Lectura y charla con Ariel Magnus a propósito de la traducción al alemán
de su libro La abuela, que
cuenta la dramática historia (y a la vez un desopilante viaje en el presente)
de una inmigrante alemana sobreviviente de Auschwitz desde la mirada tierna y
humorística del mayor de sus nietos. En alemán, el libro se publicó con el
título Zwei lange Unterhosen
der Marke Hering (Dos calzoncillos largos marca Hering).
Lectura breve en castellano y alemán.
Charla en castellano con el autor.
Participan Ariel Magnus y Silvie Rundel (Die Zeit). Lee en alemán: Andrea
Bélafi. Modera: Carla Imbrogno.
Jueves 7 de agosto a las 19 h
Biblioteca del Goethe-Institut:
Av. Corrientes 343.
Entrada libre y gratuita.
Un libro de memorias “muy poco convencional”
de una sobreviviente del Holocausto. Así se refirió el Jüdische Zeitung a La abuela, el libro de Ariel
Magnus que Kiepenheuer & Witsch publicó en Alemania traducido por Silke
Kleemann. La crítica alemana en general no escatimó elogios, pero ésta en
particular resalta el espíritu del autor, que a modo de prólogo advierte:
“Existe una vasta literatura de y sobre los sobrevivientes de los campos de
exterminio nazis. Este libro no deriva de esa literatura ni tiene la intención
de acrecentarla. La idea que lo rige no es la de reflexionar sobre el
Holocausto ni la de contar para los anales la historia de una sobreviviente
más. Su tema es una abuela y su nieto, en este caso mi abuela (que sobrevivió
Auschwitz) y yo (que a veces reflexiono sobre asuntos que ignoro)”.
En su libro, Magnus reproduce en castellano
–y dejando colarse expresiones en alemán y portugués– un reportaje en el que la
abuela le cuenta caóticamente cómo siguió de manera voluntaria a su madre ciega
a los campos de Theresienstadt y Auschwitz, para ser liberada de milagro en
Bergen-Belsen y recalar vía Suecia en Porto Alegre, donde residió hasta su
fallecimiento en 2013. La particularidad de esta crónica ha significado un
desafío en materia de traducción a una lengua meta que está presente cultural-,
histórica- y literalmente en el original mismo. En el libro en castellano de
Magnus, las partes en las que habla la abuela son traducciones (del autor) del
alemán y del portugués al castellano. La versión alemana del libro exigió
volver a las fuentes: los casetes con las desordenadas grabaciones. El cambio
de título fue una decisión editorial y retoma la imagen de un regalo incansable
de la abuela a su nieto: una y otra vez, dos calzoncillos largos de la marca brasileño-alemana
Hering.
Sobre la forma del relato, el escritor
advierte que retratar a su abuela “no es solo contar su historia, sino ante
todo reproducir su forma de contarla. Por eso los capítulos testimoniales
reproducen con la mayor fidelidad posible su forma de hablar y de organizar o
más bien de desorganizar la información. Aunque su discurso resulta algo
confuso al principio, solo así se logra transmitir la voz de la abuela con la
vitalidad que de alguna manera la salvó de una muerte segura”.
Pero no solo del pasado habla el libro. Ariel
Magnus explica lo que lo mueve a hablar también del presente de una persona de
la que se supone que solo interesa su pasado: “en primer lugar, la intuición
literaria de que mi abuela es un personaje notable, y en segundo, la corazonada
periodística de que la curiosa relación que todavía mantiene con el país de sus
verdugos dice mucho de ese horrible pasado que ella preferiría olvidar y yo
aquí busco reconstruir”.
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