Jesús Silva-Herzog Márquez/ FOTO: Octavio Gómez |
Todo
indica que en México hay mar de fondo (sic) con el Fondo de Cultura Económica.
El artículo de hoy da cuenta de la pelea entre el ensayista, catedrático y académico Jesús Silva-Herzog Márquez (1965) y el actual presidente del FCE, José
Carreñó Carlón*, y fue publicado por Proceso.com.mx el 27 de agosto pasado. Aunque anterior al artículo subido ayer, si sumamos las acusaciones que hay en uno y otro, como se dice, el horno no está para bollos.
Carreño atropelló la misión del FCE: Silva-Herzog
MÉXICO,
D.F. (proceso.com.mx).- El investigador Jesús Silva-Herzog Márquez aseveró que
el director del Fondo de Cultura Económica (FCE), José Carreño Carlón,
atropelló la misión del organismo al organizar un programa a modo para promover
al presidente Enrique Peña Nieto.
En
respuesta a las críticas que expresó Carreño Carlón por su artículo publicado
el lunes pasado en el periódico “Reforma”, el investigador del Instituto Tecnológico
Autónomo de México escribió: “Dice José Carreño que no entrevistó al presidente
de la República
en su calidad de director del Fondo de Cultura Económica. ¿Qué puede agregarse
a esto? El director de una institución pública participa en un evento público
para celebrar el aniversario de la institución que dirige pero… ¡no actúa en
ese evento en su carácter de director de la institución! Que el director del
Fondo de Cultura Económica pretenda esconder su carácter de funcionario público
en la entrevista colectiva en la que actúa como moderador y convocante es
precisamente la raíz del problema de corrupción que denuncio: usar una
institución pública para fines que le son evidentemente ajenos”.
Silva-Herzog
Márquez acusó el lunes a Carreño Carlón, quien también fuera vocero de Carlos
Salinas de Gortari, de convertir al FCE en “una plataforma publicitaria de la
presidencia” en referencia al programa televisivo “Conversaciones a fondo”,
transmitido la semana pasada.
“No
veo, por tanto, cómo el gobierno ‘atropelle’ a una institución como el Fondo
con el programa Conversaciones a fondo, ni cómo éste haya constituido,
‘estrictamente, una violación de su Estatuto Orgánico’, ni que se le haya dado
a la casa editorial trato de órgano periodístico o de ‘plataforma publicitaria
de la Presidencia ’”,
escribió Carreño Carlón en una carta enviada al periódico Reforma.
Hoy,
el investigador del Instituto Tecnológico Autónomo de México reviró al director
del FCE: “Pregunto: ¿la entrevista promovió la creación, edición o publicación
de obras científicas, artísticas, educativas o literarias de algún escritor?
¿Sirvió para editar libros, revistas o folletos? ¿Facilitó la compra, la venta,
la distribución de libros? ¿Ayudó a distribuir mejor sus ediciones? ¿Permitió
la exportación o la importación de libros? ¿Difundió descubrimientos
científicos? La entrevista, propia de una agencia de relaciones públicas o de
una entidad periodística, fue por eso un claro atropello a la misión cultural
del Fondo de Cultura Económica.
“Hay
muchas críticas que hacer a la entrevista desde el punto de vista periodístico.
La más importante es de orden jurídico y ético. Un funcionario público
conduciendo la entrevista a su jefe en el momento en que emprende una campaña
de promoción política. Se nos invitó a presenciar la penosa sumisión política
de un órgano público de cultura. La entrevista constituyó un atropello al Fondo
de Cultura por tres razones: 1) Puso a una editorial pública al servicio de la Presidencia ; 2) acotó
el intercambio a los temas políticamente convenientes a la Presidencia y 3) faltó
al deber elemental de un editor: seleccionar las voces pertinentes a la
conversación pública”.
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