Con firma de Pedro
Badahmondes Ch., La Tercera,
de Chile, publicó el siguiente artículo el pasado 29 de noviembre. Trata sobre
la curiosa idea que tiene de lo que es actualizarse la precámbrica Real
Academia Española, anacrónica y risible institución que, como bien decía
Jorge Luis Borges, debe asimilarse a superstición española.
Redefiniciones en la RAE:
expresión “Sexo débil” será considerada como
“despectiva”
Hasta hace algunos años era
usual leer u oír expresiones como “sexo débil” o “sexo fuerte” en medios de
comunicación, publicidad e incluso en la literatura, para referirse
coloquialmente a los universos femenino y masculino, respectivamente. Llama la
atención, sin embargo, que la mismísima Real Academia Española (RAE),
institución que pretende velar por el correcto uso del idioma en los tiempos
que corren, aún conserve en su Diccionario de la Lengua las definiciones de
“Conjunto de las mujeres” para la primera, y “Conjunto de los hombres” para la
segunda.
Pero todo esto, según han dicho, cambiará a
contar de diciembre.
Ya lo había anunciado la misma Academia en marzo
pasado: cuando entre en vigencia la nueva versión de su diccionario, la
expresión “sexo débil” –acuñada por primera vez en 1790– tendrá una marca de
uso que indicará que ésta se utiliza “con intención despectiva o
discriminatoria”, mas no será excluida, “dado que su uso está documentado”, han
explicado desde la RAE. Algo similar ocurrirá con “sexo fuerte”, 30 años mayor
que la anterior, y que dentro de pocos días aparecerá con la indicación de que
se emplea “en sentido irónico”.
No es primera vez que la institución española
debe añadir matices a su diccionario: en 2014, la palabra “gitano” aparecía
asociada a “trapacero”, persona que “con astucias, falsedades y mentiras
procura engañar a alguien en un asunto”, se lee en el mismo. Desde entonces, a
“trapacero” le sigue la nota: “Usado como ofensivo o discriminatorio”. Esta
vez, sin embargo, la discusión en torno al uso específico de “sexo débil” ha
traspasado los límites de lo lingüístico, convirtiéndola incluso en una de
género.
En febrero pasado, la española Sara Flores, de
19 años y estudiante de segundo año de Marketing e Investigación de Mercados y
Turismo en la Universidad de Cádiz, inició una campaña a través de internet, en
la plataforma change.org. Bajo el lema #Yonosoyelsexodébil, la petición
encabezada por la joven oriunda de Huelva pasó de las 73 mil firmas en marzo
pasado, a las 159 mil durante los últimos días.
Ante la reacción y decisión de la Academia, sin
embargo, la joven escribió en el mismo sitio web: “La RAE ha dado una respuesta
que no es la esperada. Por eso quiero que juntos sigamos compartiendo y
haciendo que esto no pare. Como mujer que soy, es normal que me sienta ofendida
y también pienso que es una gran ofensa para todas las mujeres y para todas las
que han luchado por que hoy en día tengamos derechos”.
Los ecos de la polémica en España se han vuelto
tema de sobremesa y debate incluso entre los miembros de la Academia Chilena de
la Lengua. “¿Qué es lo que pretende la RAE, hacer una compensación histórica?”,
ironiza la poeta y miembro de la Generación del 50, Delia Domínguez. “Yo estoy
absolutamente de acuerdo con quienes dicen que hasta cuándo con eso del ‘sexo
débil’. Es una expresión machista y anticuada. De todas formas, yo he notado
que se está usando menos aquí en Chile, no sé allá, pero es bueno que ambas
estén de capa caída. Yo nunca las he usado, por cierto. Al final se trata de la
mujer y el hombre, para qué darse tanta vuelta. Como dicen en el pueblo, la
galla y el gallo”, agrega.
Distinto piensa el también poeta y Premio Nacional 2004, Armando Uribe: “No son las academias ni los supuestos especialistas los que deben regular el uso que se hace en el lenguaje de las expresiones y giros vividos por quienes hablan el idioma castellano”, opina. “El uso de la expresión ‘sexo fuerte’, por ejemplo, es antiguo y forma parte de los conocimientos básicos del idioma castellano, como un refrán, y los refranes no son cosa de la voluntad de los académicos sino de lo vivido por el pueblo que habla el idioma en cuestión. El calificar de ironía lo que no lo fue según su uso real desde hace siglos, es una broma de mal gusto realizada por académicos que no merecen ser escritores. Y el ‘sexo débil’ también está firmada por generaciones, y de ninguna forma es peyorativa, sino más bien protectora y auspiciadora del valor real de las seres humanos mujeres en nuestra lengua”, concluye.
NOTA:
Por si no quedó claro, "mentecato" significa "necio,tonto,falto de juicio o entendimiento". Puede usarse tanto como adjetivo o sustantivo.
Distinto piensa el también poeta y Premio Nacional 2004, Armando Uribe: “No son las academias ni los supuestos especialistas los que deben regular el uso que se hace en el lenguaje de las expresiones y giros vividos por quienes hablan el idioma castellano”, opina. “El uso de la expresión ‘sexo fuerte’, por ejemplo, es antiguo y forma parte de los conocimientos básicos del idioma castellano, como un refrán, y los refranes no son cosa de la voluntad de los académicos sino de lo vivido por el pueblo que habla el idioma en cuestión. El calificar de ironía lo que no lo fue según su uso real desde hace siglos, es una broma de mal gusto realizada por académicos que no merecen ser escritores. Y el ‘sexo débil’ también está firmada por generaciones, y de ninguna forma es peyorativa, sino más bien protectora y auspiciadora del valor real de las seres humanos mujeres en nuestra lengua”, concluye.
NOTA:
Por si no quedó claro, "mentecato" significa "necio,tonto,falto de juicio o entendimiento". Puede usarse tanto como adjetivo o sustantivo.
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