El
pasado 4 de septiembre, el periodista Daniel
Gigena publicó el siguiente artículo en el diario La Nación, donde da cuenta de la suerte de los escritores argentinos
en China.
No es cuento chino: crece el
interés
por escritores argentinos en el
Lejano Oriente
No sólo
los recursos naturales, la destreza deportiva y las delicias de la cocina
nacional causan interés en el corazón de Asia. En los últimos años, crece el entusiasmo entre los lectores
chinos por la literatura argentina. En 2017, año del Intercambio
Cultural China-América Latina, la doctora en Letras Lou Yu, profesora de la
Universidad de Estudios Extranjeros de Pekín y cofundadora e investigadora de
la Comunidad de Estudios Chinos y Latinoamericanos, había señalado que, en el
conjunto de escritores latinoamericanos, los libros de autores argentinos
encabezaban las traducciones hechas del español al mandarín en la República
Popular China a partir de 1949. Desde ese entonces, las ventas de libros firmados por
argentinos acompañan y potencian esa actividad que atraviesa las fronteras
entre dos idiomas distantes.
Borges, conquistador de China
Borges, conquistador de China
Dos
años atrás, el número de libros de escritores argentinos traducidos al chino
ascendía a 115. A fines de este año, se estima que se superarán los 150
títulos. El canon autóctono en China es diverso y está conformado por José
Hernández, Domingo Faustino Sarmiento, Jorge Luis
Borges, Manuel Puig, Adolfo Bioy Casares y Roberto Arlt, y también
por autores contemporáneos como César Aira, Samanta
Schweblin, Sonia Budassi, Eduardo Sacheri y
Andrés Neuman.
Con
su humor, erudición e imaginación, el autor de Historia
universal de la infamia atrae a los lectores chinos. Entre
fines de 2019 y principios de 2020, se publicarán en China quince nuevos
títulos de Borges y, de ese modo, toda su obra estará traducida y publicada en
el país de Gao Xingjian y
Mo Yan.
Autora
de ensayos sobre la narrativa de Puig y Ricardo Piglia,
la profesora Lou (cuyo nombre en español es Mónica) traduce actualmente Respiración artificial, la primera novela de Piglia,
que fue reconocida como una parábola sombría de la vida durante la dictadura
militar en la Argentina. Como suele ocurrir en varios países, en China se
tradujo antes una de las obras tardías del autor; desde 2015, se puede leer en
chino mandarín El camino de Ida.
Como
se dijo previamente, el escritor con
mayor cantidad de libros traducidos al chino es Borges, que “tracciona”
la promoción de obras de Julio Cortázar (con
quince títulos traducidos), Bioy Casares y Guillermo
Martínez, del que se conocieron las novelas Crímenes imperceptibles y La muerte lenta de Luciana B, una antología de cuentos
y la novela corta Acerca de Roderer. Como otros
autores argentinos, Martínez visitó China para acompañar el lanzamiento de sus
obras.
Búsquedas personales en el gran país asiático
Búsquedas personales en el gran país asiático
Para Néstor Restivo, coautor
con Gustavo Ng de Todo lo que necesitás saber sobre China y coeditor
de la revista trimestral DangDai (que significa “tiempo presente” y que
está dedicada a cubrir el intercambio cultural entre la Argentina y China),
tres factores contribuyen al fenómeno de la literatura argentina en la potencia
asiática. En primer término, destaca el programa oficial de subsidios a las traducciones
creado en 2009 y que impulsa la Cancillería argentina, “Programa Sur”. En
segundo lugar, dice Restivo, “el afán de traductores e investigadores chinos
que se enamoran de la literatura argentina y quieren difundirla en su lengua”.
Y por último, y en su opinión el más importante, menciona el esfuerzo de los
propios escritores argentinos que viajan a China como becarios, invitados a
festivales o protagonistas de búsquedas personales, como en los casos de
Eduardo Berti, María Rosa Lojo,
Enrique Solinas, Gustavo Ng y Ángela Pradelli.
Justamente Pradelli, escritora
y docente nacida en 1959 en Buenos Aires, acaba de ser noticia en China por una
de sus novelas. La respiración violenta del mundo, publicada por Emecé
en 2018, resultó ganadora en China como la mejor novela publicada en español el
año pasado. El premio, que otorga la editorial People's Literature cada dos
años, tiene una categoría para diferentes idiomas. Además de publicar las obras
ganadoras, la editorial habilita una amplia difusión en el mercado chino. Por
otra parte, las novelas ganadoras en cada idioma compiten por el premio Taofen
para el mejor libro extranjero editado en China. Entre otros autores, Tomás
Eloy Martínez (por El vuelo de la reina) recibió ese galardón.
La novela de Pradelli será
publicada en abril o mayo de 2020. “El lunes abrí el correo por la mañana y me
encontré con la noticia del premio –dice la escritora a La
Nación–. Fue una gran alegría”. La autora de Turdera y Combi, entre otros títulos, había
viajado a China en 2016, gracias a una beca de la Asociación de Escritores de
Shanghái. “Viví dos meses en Shanghái. Había llevado el borrador de La respiración violenta del mundo para corregir,
pero me capturó ese país, y mis planes de corrección naufragaron cada día”,
recuerda. Su novela, protagonizada por una abuela que busca a su nieta
desaparecida, construye una historia de esperanza en medio del dolor y la
injusticia. “Desde que regresé de China, mi deseo es volver allá, así que este
premio y esta novela me ayudarán a cumplirlo”, confía Pradelli.
A fin de año,
Gustavo Ng publicará un libro en China, en edición bilingüe chino-español. En 10.134 kilómetros a través de China, el autor relata un
viaje de dos meses en tren por diecinueve ciudades chinas. Entre los lugares
que visitó en 2015, Ng fue a Taishan, el pequeño pueblo de la provincia de
Guangong donde había nacido su padre en 1936, Hong Kong, las provncias de
Guangdong, Sichuan, Gansu y Shaanxi, las regiones autónomas de Guangxi y
Xinjiang y los municipios de Biejing y Shanghái. Por otro lado, la editorial
china Intercontinental Press está interesada en traducir su libro Mariposa de otoño (publicado en la Argentina por
El Bien del Sauce, que también editó El sol detrás del limonero, de
Pradelli), en el que Ng evoca el reencuentro con su padre chino después de
veinte años.
Un puente editorial entre regiones remotas
Un puente editorial entre regiones remotas
Este año, pese a la crisis del
sector, nacieron en el país algunas editoriales. Una de ellas es Mil Gotas, con
base en la Argentina y en China. Según dicen los creadores del sello, surgió de
la necesidad de crear puentes culturales, literarios y académicos entre China y
América Latina. La editorial, que lleva el mismo nombre que las librerías
hispanoamericanas fundadas en 2017 en Pekín, Shanghái y Chongqing por el
escritor Guillermo Bravo (uno de los creadores de Mil Gotas), tiene dos sedes:
Pekín y Buenos Aires.
“Nos interesa dar a conocer
obras de autores que no hayan sido publicados antes, no solo en español sino
también en otras lenguas, y enfocarnos en la literatura china nos da libertad
para investigar fuera del molde -dice Bravo desde Pekín-. Tenemos un vínculo
especial con China, los cuatro hemos vivido o vivimos acá y estamos todo el
tiempo con las antenas prendidas buscando lo nuevo”. Sus tres socias en la
empresa editorial son la poeta y politóloga Lucía Fernández, que también reside
en Pekín, y las periodistas Leticia Pogoriles y Ayelén Íñigo, que viven en
Buenos Aires. “Vamos a publicar a escritores noveles que son conocidos en uno
de los mercados, pero todavía desconocidos en el otro”, apunta Iñigo. De esta
manera Mil Gotas, que además funciona como agencia literaria en Latinoamérica y
en China y organiza encuentros culturales en ambos continentes, refuerza sus
objetivos (
La primera gota editorial que
cae en librerías argentinas es una antología de cuentos. Tándem Animales, coeditado con el mismo sello chino que
premió a Pradelli (People's Literature), agrupa a varios escritores en torno a
una misma temática: la vida secreta y misteriosa de los animales. En esta
primera publicación, aparecen relatos de Copi, Mariano Quirós, Washington Cucurto,
Pablo Katchadjian, Schweblin, el uruguayo Dani Umpi, la chilena Romina Reyes y
los mexicanos Julián Herbert, Daniela Tarazona y Julieta García González. Los
autores chinos convocados fueron Lu Min, Ge Liang, Dongxia Qingqing, Wen Zhen,
Zhao Zhiming, Ah Yi, Kang Fu, Cao Kou y Ma Boyong. Como Tándem Animales se traducirá por completo al
mandarín, los lectores chinos conocerán de primera mano a nuevos escritores de
América Latina.
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