El
Diccionario de la Real Academia
sigue siendo motivo de dolores de cabeza para los sufridos académicos. El
lector de este blog dirá “más de lo mismo”. Sólo que esta vez se trata de un
escándalo internacional. O así al menos puede verse al leer la siguiente
noticia, firmada por Ashifa Kassam
(y traducida por Julia Benseñor), publicada por The Guardian, de Londres, el pasado 29 de octubre. Nótese al final
que la justificación esgrimida es la misma que se usó previamente para seguir
ofendiendo a negros, judíos, mujeres y un largo etcétera.
El diccionario más antiguo de España en la picota
por equiparar “gitano” a “engaño”
El
diccionario de más larga data ―y la voz más autorizada― en España ha provocado reacciones
furiosas por haber definido “gitano” como alguien que engaña.
Después
de trece años dedicados a actualizar las entradas, la Academia Real Española
dio a conocer su 23a edición del diccionario español en una sombría ceremonia
presidida por el rey Felipe VI y la reina Letizia a principios del mes de octubre.
La
nueva edición eliminó una definición anterior del sustantivo y adjetivo
“gitano” que le
asignaba el significado de “que estafa u obra con engaño”, pero incorporó una nueva
acepción que coloca a la palabra como sinónimo de “trapacero”, que significa deshonesto
o timador.
“No
se le puede poner un rótulo semejante a toda una comunidad, una cultura, un pueblo”,
expresó María José Jiménez Cortiñas. “La entrada del diccionario convalida los
estereotipos. Estamos pidiendo que la Academia , por una vez, se ponga a la vanguardia
de la sociedad y elimine definiciones que solo sirven para marginar a nuestra
comunidad”.
El
grupo también está organizando una protesta la semana próxima frente a la sede
de la Academia en Madrid. “La
lengua tiene consecuencias”, dijo. “Se
trata de una institución de renombre internacional, de mucho peso, y tienen que
hacerse cargo de sus acciones”.
Los
grupos de gitanos de toda España vienen luchando desde hace años para que el diccionario
de la Academia
cambie la definición después de que la edición de 2001 incluyó como acepción de
gitano “aquel que estafa u obra con engaño”.
El
año pasado hubo festejos cuando los medios españoles informaron que esas quejas
habían logrado que los académicos que estaban trabajando en el diccionario prometieran
revisar la definición en la nueva edición próxima a publicarse.
Si
bien la última edición contiene 5000 palabras nuevas e introdujo cientos de
miles de cambios a definiciones ya existentes, “no cambiaron la definición de
‘gitano’ ”, continuó Jiménez Cortiñas.
El caso es que la técnica lexicográfica tiene instrumentos que evitarían este tipo de polémicas. Y la RAE, además de actuar de manera tramposa, no los ha empleado en este y en otros términos del DRAE sencillamente porque no le ha dado la gana. Ya de cara a la edición anterior, la RAE encargó a tres lingüistas catalanas (M.ª Ángeles Calero, Eulàlia Lledó y Esther Forgas Berdet) un informe exhaustivo sobre los términos sexistas, discriminatorios o vejatorios del DRAE, en el que concluyeron que debían revisarse, mejorando en algunos casos las redacciones de las definiciones y en otros empleando marcas pragmáticas. La RAE no hizo apenas caso de este informe entonces, y tampoco ahora por lo que se ve. Pra más detalles, reproduzco al respecto las ilustrativas y elocuentes palabras de la propia Esther Forgas Berdet y de Susana Rodríguez Barcia (hispanistas y especialistas en lexicografía e ideología) en un grupo de Facebook dedicado a estos temas: «Los usos peyorativos no se han de esconder, pero la técnica lexicográfica permite ofrecer información pragmática esencial, y el compromiso con la sociedad de las personas que redactan el diccionario implica utilizar todos los recursos a su alcance para proporcionarnos definiciones veraces» (S. R. B.). «En mi artículo "Gitanos y judíos en la Academia" (en _De la lengua por solo su extrañeza. Estudios de lexicología, norma lingüística, historia y literatura en homenaje a Luis Fernando Lara_, El Colegio de México, 2011,371-397) seguí todas las variantes que se han dado de los términos relacionados con 'gitano' (gitanería, gitanada, gitanear, gitanismo, etc.) desde Autoridades hasta la edición de 2001, así como los relacionados con el lema 'judío' (judaísmo, judaico, judaizante, hebreo, hebraísmo, etc.). Un largo viaje de tres siglos para demostrar que un poco cambia para que todo permanezca igual. Excepto en el caso de 'judío', que el DRAE modificó en 1984... porque el 'poder' judío en España no puede compararse con el 'poderío' gitano, of course. [...] La definición de "gitano" en el DRAE de 2014 en su acepción 5 es solamente un sinónimo: "trapacero". Si vamos a este lema, el DRAE lo define como: "Que con astucias, falsedades y mentiras procura engañar a alguien en un asunto". ¡¡¡Increíble!!! El nuevo DRAE elimina la acepción 3 del anterior (que había suscitado tantas quejas) "Que estafa u obra con engaño" e intenta "colárnosla" por medio de un sinónimo. ¿Cómo llamamos a eso? TRAPACERÍA académica» (E. F.).
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