En 2016, el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (C.A.B.A.) quiso homenajear a Jorge Luis Borges... pero le salió mal. En esa oportunidad, en la Línea C del subterráneo de la ciudad, hubo un mural que le atribuyó una cita que no era de él. Aparentemente, según un artículo del 24 de junio de ese mismo año, publicado en el diario Clarín, hubo algo así como una catarata de memes en la web, llenos de falsas atribuciones, como la que ilustra esta entrada. Ahora, dos años después, el fenómeno se vuelve a repetir, y Clarín, del 24 de agosto pasado, lo vuelve a registrar, sólo que esta vez tiene mayor difusión ya que, por el Día del Lector, apareció en las cuentas oficiales otra frase apócrifa del célebre escritor argentino. El problema, aparentemente de difícil solución para el Ministerio de Cultura de la Ciudad, se resolvería si, en lugar de licenciados en administración de empresas o marketing, o simplemente de sobrinas con inquietudes de funcionarios de otras áreas, en esa repartición también hubiera gente de letras o, para no complicar tanto las cosas, simples lectores.
Citar
a Borges otra vez fue un problema
para
el gobierno porteño
“He
buscado el sosiego en todas partes y solo lo he encontrado sentado en un rincón
apartado, con un libro en las manos”. El pensamiento, original de Tomás de
Kempis –un canónigo agustino del siglo XV– fue atribuido a Jorge Luis Borges y
difundido este viernes en las cuentas oficiales.
El mensaje circuló con motivo de una nueva celebración de “El Día del
Lector”, coincidente con el 119° aniversario del nacimiento del escritor,
y provocó diversas reacciones en las redes sociales. Incluso, la del
propio Ministro de Cultura porteño, Enrique Avogadro, quien agregó un
emoji, a modo de broma. Para entonces, ya muchos lectores habían advertido el
error.
Un equívoco similar había ocurrido hace dos años, cuando Subterráneos de
Buenos Aires quiso homenajear al autor de El
Aleph con la siguiente inscripción en uno de sus andenes: “Con el
tiempo, comprendes que solo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin
pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad”, una leyenda más cercana a la autoayuda que a la literatura borgeana.
En aquella oportunidad, en las redes sociales, la mayoría de los
usuarios apelaron al humor: en una catarata de tuits, le atribuyeron a Borges
frases como “la pelota no se mancha”, de Diego Maradona. También, versos
tomados de canciones de grupos de la música popular, como Márama.
Con anterioridad, el gran escritor argentino había sufrido otras
injusticias semejantes, por ejemplo, que se le atribuyera –y se reprodujera al infinito–
el poema “Instantes”,
que circuló por el mundo entero y comenzaba así: “Si pudiera vivir
nuevamente mi vida, en la próxima trataría de cometer más errores. No
intentaría ser tan perfecto, me relajaría más. Sería más tonto de lo que he
sido; de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad. Correría más riesgos,
haría más viajes, contemplaría más atardeceres, subiría más montañas, nadaría
más ríos. Iría a más lugares a donde nunca he ido, comería más helados y más
habas, tendría más problemas reales y menos imaginarios (...)”.
Hasta la viuda del escritor, María Kodama, se encargó en reiteradas
oportunidades de intentar reparar ese entuerto: la verdadera autora
del apócrifo es una poetisa norteamericana llamada Nadine Stair, que lo publicó
en 1978, ocho años antes de que Borges muriera, en Ginebra, a los 86 años...
Los asiduos lectores de la obra De Borges, suelen advertir con
mayor facilidad que esa pieza no le pertenece, y lo mismo parece haber
ocurrido hoy en las redes. Imposible saber si estos malentendidos a él –que gustaba de jugar con la idea de
la duplicidad– le hubieses disgustado o, por el contrario, divertido: otro escritor, igual a él, enunciando falsedades en su nombre.
De todos modos resulta llamativo que en este caso el error haya surgido de
parte de aquellos que deben velar por la cultura.
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