El pasado 13 de junio, con firma de Virgina
Bautista, salió un artículo en el diario Excelsior,
de México, sobre las traducciones de Edgar
Allan Poe, realizadas por Alberto Chimal y Raquel Castro. Según la bajada, “Los
escritores tradujeron ocho cuentos poco conocidos del estadunidense y su única
obra de teatro, Poliziano”.
Poe: la sátira y la poesía
Más
allá de las historias de horror y los relatos detectivescos, está un Edgar
Allan Poe (1809-1849) “más versátil, diverso, distinto”: el autor de cuentos en
los que el humor, la ironía y lo grotesco ocupan un lugar central, el amante de
la historia y la ciencia, de los textos poéticos o líricos e, incluso, de la
crítica social o política.
A este Poe descubrieron los escritores
mexicanos Alberto Chimal y Raquel Castro al traducir ocho relatos poco
conocidos del narrador y poeta estadunidense, y Poliziano (1835), la única obra de teatro que
confeccionó y que dejó incompleta.
Este conjunto muestra a
un Poe diferente, que va de la sátira a la poesía, que tiene un interés
especial en el poder de las palabras, en usar ese trabajo fino con el lenguaje.
Evidencia que su relación con la literatura y con su contexto histórico es más
compleja”, afirma Chimal en entrevista con Excélsior.
Tras seis meses de trabajo, los traductores
entregaron a la editorial Los Libros de Caronte el proyecto Los sueños de Edgar Allan Poe,
que, “dejando de lado sus pesadillas y la imagen del hombre atormentado por
visiones de horror, rodeado de cuervos y gatos negros”, echan luz sobre sus
facetas poco conocidas.
La antología reunirá “Charla con una momia”,
“El Ángel de lo extraño”, “Mellonta tauta”, “El sistema del doctor Burea y el
profesor Puluma”, “La pérdida del aliento”, “El diablo en el campanario”, “La
esfinge”, “El poder de las palabras” y Poliziano.
“Los tres últimos
relatos apuntan a un tercer Poe, a una actitud distinta que suele encontrarse
con más facilidad en sus ensayos y su poesía: en todos se destaca el interés de
su autor en la experimentación formal y en el diálogo con diferentes géneros y
tradiciones”, explica.
“Son cuentos donde se
ve claramente ese otro interés de examinar de una manera muy racional la
evolución histórico-social de la humanidad, que no lo identificábamos en Poe”,
agrega.
El ensayista detalla que es un Poe que
sorprenderá. “Quisimos que se conociera más allá de “El cuervo”, “El gato negro” y “El pozo y el
péndulo”. Las nuevas traducciones mantienen su obra viva,
capaz de dialogar con los lectores del siglo XXI”.
Dice que, con las obras del dominio
público, “no se hacen las traducciones que se deberían, porque es más fácil que
un editor tome una traducción que ya está disponible y la publique.
“En América Latina, la
traducción clásica de Poe es la de Julio Cortázar, realizada en 1956.
Considerando la maestría e influencia de Cortázar en el cuento, y su estatura
en las letras hispanoamericanas del siglo XX, podría decirse que sus
traducciones seguirán vigentes durante mucho tiempo, e incluso que no hacen
falta otras.
“Sin embargo, pensamos
que valía la pena mantener a Poe retraducido, porque finalmente el idioma va
cambiando, la posición de los lectores respecto a las obras también cambia. Y
ciertos giros o modismos pueden acercar más los relatos a los lectores contemporáneos.
Las versiones que aquí presentamos no pretenden ser ‘mejores’ que ninguna otra,
sino contribuir a la marcha de la obra de Poe”, indica.
Confiesa que lo más difícil fueron los
juegos de palabras. “Descubrimos que Cortázar se los brinca, no los traduce.
Pero quisimos intentarlo para que se vea que, contrario a la imagen habitual de
Poe, está contando chistes, haciendo bromas, sátira. Nos esforzamos por
transferir un poco del sabor de esos juegos de palabras al castellano del siglo
XXI”.
UNA
NARRADORA MUJER
Chimal destaca el cuento “Mellonta tauta”,
vocablo griego que significa “estas cosas son del futuro”. “Creemos que es el
único texto de Poe que sería contado por una mujer. Su narradora, Pundita,
sugiere que la evolución de la moral, la religión y la política humanas podría
no seguir la rutas que seguimos imaginando para ellas desde el siglo XVIII;
muestra que la figuración del futuro va cambiando con las épocas.
“Habla también de la
memoria, que es muy caprichosa y falible; así como de los defectos de la
naturaleza humana, la mezquindad, la codicia, presentes en cualquier
circunstancia. Es muy duro en su crítica social”.
El escritor llama además la atención sobre
la obra de teatro Poliziano, publicada por entregas en la revista Southern Literary Messenger,
y que no terminó debido a que, “al parecer, no llegaron suficientes cartas de
los lectores diciendo que les gustaba”.
Señala que Poe “quería hacer una tragedia
al estilo shakesperiano, pues la pieza se desarrolla en la antigua Roma. La
obra ‘adapta’ los hechos de un crimen pasional conocido como la Tragedia de Kentucky,
de 1825 y publicado en una nota roja”.
Y, finalmente, alude a “El poder de las
palabras”. “Es uno de varios relatos dialogados de Poe, acaso el
más lírico y evocador de todos, y también una pieza única en su obra. Como en
otros textos de esta colección, Poe utiliza aquí la conversación entre dos
ángeles para discutir sus ideas científicas”.
Chimal espera que pronto pueda publicarse
esta antología, “para hablarle a quienes abrirán un ejemplar de esta edición en
algún país de habla castellana y, con suerte, iluminar de otro modo la
maravilla de Poe”.