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lunes, 6 de mayo de 2024

Los traductores ingleses ven un horizonte sombrío

El siguiente artículo sobre los desafíos que le plantea la inteligencia artificial a los traductores, está firmado por John Maher y fue publicado el pasado 13 de marzo en Publishers Weekly.

London Book Fair 2024: ¿Cómo cambiará la IA la vida de los traductores literarios?

"Creo que es justo decir que, hasta hace muy poco, la traducción literaria ha estado querido negar la inteligencia artificial", dijo el moderador Duncan Large, director ejecutivo del Centro Británico de Traducción Literaria, al presentar el panel "IA y traducción literaria", el pasado 13 de marzo, en la edición de este año de la London Book Fair. "Los traductores literarios han utilizado durante mucho tiempo las computadoras como asistencia básica, por ejemplo, en forma de diccionarios en línea, pero también se han resistido durante mucho tiempo a la idea de que la traducción automática o incluso las herramientas de traducción asistida por computadora puedan tener algún papel importante que desempeñar en la traducción literaria." 

Eso cambió significativamente, explicó Large, en noviembre de 2022, cuando el proceso de automatización relacionada con la inteligencia artificial, "y las ansiedades asociadas con ella", se aceleraron aún más con el lanzamiento de ChatGPT y, en los meses y años siguientes, otros "así llamados programas de inteligencia artificial generativa."

Existe una amplia gama de sentimientos acerca de la IA, señaló Large, desde "un intenso interés público y tal vez entusiasmo por las oportunidades que presentan los sistemas", hasta la actitud más defensiva de los profesionales creativos, quienes "han sido comprensiblemente más cautelosos dada la larga amenaza a corto plazo para los empleos y las amenazas a corto plazo para la propiedad intelectual que representan los sistemas de IA", afirmó. Aún así, sigue en duda si estas herramientas pueden analizar adecuadamente las sutilezas de un texto en su idioma original lo suficiente como para proporcionar una traducción iterativa más allá del reemplazo más básico de palabras y cláusulas.

Esa pregunta ha perseguido tanto a tecnófilos como a tecnófobos en el negocio de la traducción literaria desde la llegada de la traducción automática neuronal (NMT) en 2016, cuando, dijo Large, "al menos se podría concebir una traducción automática útil y automatizada para textos literarios". Pero como dijo James Hadley, profesor asistente de traducción literaria en el Trinity College de Dublín, NMT, "todavía estábamos muy limitados en términos de estilo. Si sólo quisiéramos traducir una oración y terminar con algunos tipos de resultados, eso no sería particularmente difícil. Pero si quisiéramos producir o reproducir el uso particular de verbos o sustantivos de alguien, es muy, muy difícil para una máquina neuronal".

Ahora, dijo Hadley, tras el lanzamiento de ChatGPT, "hemos visto, en realidad, cada mes, aparecer otro gran sistema de modelo de lenguaje, y algunos de ellos son gratuitos". Esto es pertinente, señaló irónicamente, porque "los traductores literarios tampoco son conocidos por ser increíblemente ricos. Al investigar estas herramientas y cómo podríamos hacerlas útiles para los traductores, tenemos que empezar a pensar inmediatamente en el precio".

La velocidad del progreso en este espacio, señaló Hadley, es extraordinaria, en parte debido a la "escala de datos de entrenamiento que se utilizan para entrenar un LLM" en comparación con la de un sistema NMT, lo que hace que el primero tenga una capacidad mucho más flexible. "Cuando le pides a Google Translate que traduzca algo, simplemente le das el texto ('el gato se sentó en la alfombra' o algo así) y luego te da la respuesta. Explicando esto, explicó Hadley. "Es en gran medida un 'qué'. "El sistema lo pones y lo sacas". Ese no es el caso con un LLM. 

"Se podrían decir todo tipo de cosas interesantes como 'traducir esto al estilo de...' y luego nombrar a su autor famoso", dijo Hadley. "Y la máquina puede entonces, debido a que a menudo tiene datos de entrenamiento basados en ese autor famoso, interpretar el texto y luego traducirlo de una manera que refleje el estilo, y no me refiero a un autor en el idioma de origen, sino a un autor. en el idioma de destino, por ejemplo, si estoy traduciendo al inglés, podría decir 'traducir al estilo de Terry Pratchett', aunque el texto original no se parezca mucho al de Terry Pratchett".

Las posibilidades son embriagadoras, si no francamente vertiginosas. Pero en algunos casos, como dejó claro Nicola Solomon, directora ejecutiva de la Sociedad de Autores (SA) del Reino Unido, también son profundamente preocupantes.

Al ofrecer algunos "avances" de los hallazgos de la encuesta realizada recientemente por la SA a casi 800 ilustradores, traductores y escritores, Solomon dijo que "casi ocho de cada 10 traductores (y, de hecho, también ilustradores) creen que la IA generativa afectará negativamente los ingresos futuros". de su trabajo creativo, con la misma preocupación expresada por sólo alrededor de seis de cada 10 escritores de ficción y no ficción". Casi nueve de cada 10 encuestados, continuó, cree que la IA generativa reemplazará empleos y oportunidades en las profesiones creativas.

"¿Están engañados, como otras personas están tratando de decir aquí, de que esto es pánico contra el progreso provocado por el Daily Mail?", dijo. "Bueno, no, porque preguntamos qué está pasando ahora: una cuarta parte de los ilustradores y un tercio de los traductores dicen que ya han perdido su trabajo debido a la IA generativa, y más de cuatro de cada 10 traductores dicen que los ingresos de su trabajo han disminuido su valor. "

Gran parte del problema, señaló Solomon, es el uso generalizado en el desarrollo de estas herramientas mediante el uso de trabajos protegidos por derechos de autor. Pero Solomon también advirtió al público que, al referirse a LLM y similares, tengan cuidado con la forma en que emplean lo que es la base del negocio del libro: las palabras.

"Estas máquinas no pueden ser entrenadas porque son máquinas. Copian cosas. Y copian cosas para desarrollar las máquinas", dijo. "Tenemos que tener cuidado de no utilizar el lenguaje humano cuando hablamos de máquinas, y el lenguaje de máquina cuando hablamos de humanos".

 

 

 


martes, 4 de julio de 2023

"La traducción está más estrechamente relacionada con la creación de poesía"



El siguiente artículo, firmado por Nadia Khomami, fue publicado ayer por el influyente diario británico The Guardian. Allí se retoman varios temas que frecuentemente fueron tratados en este blog: la indiferencia de los editores y periodistas por consignar debidamente el nombre de los traductores en libros y artículos, las luchas que se están desarrollando en el mundo anglosajón para que el nombre del traductor conste en la portada de los libros y, más recientemente, la invisibilización a la que el British Museum sometió a la traductora Yilin Wang (cfr. entrada del 20 de junio de este año).

“La traducción es un arte”: por qué los traductores luchan por el reconocimiento

A menudo, en el proceso artístico y literario, se los ha pasado por alto, pero, durante mucho tiempo, los traductores han afirmado que tienen el poder de cambiarlo todo.

Hay historias de mitos que nacen, de sociedades que se forjan y de ciudades que se destruyen con un simple desliz de la pluma, como el supuesto error de traducción que aparentemente llevó a los EE. UU. a decidirse lanzar la bomba atómica sobre Hiroshima, o la especulación sobre la vida en Marte espués de una mala traducción de un astrónomo italiano.

“[En el mundo literario] hay estudios completos dedicados a destrozar las muchas traducciones que Constance Garnett hizo de Dostoievski, Chejov, Tolstoi y Gogol, o las traducciones firmadas por Helen Lowe-Porter de Thomas Mann”, dijo Richard Mansell, profesor titular de traducción de la Universidad Exeter.

“Pero también hay muchos ejemplos en los que ganamos a través de la traducción. ¿Tendríamos la misma y rica historia de la forma del soneto en inglés sin las primeras traducciones de Petrarca? ¿O qué hay de los cientos de expresiones en inglés que se derivan de la versión de la Biblia del King James?”

La semana pasada, el trabajo de los traductores estuvo en el centro de atención después de que la escritora Yilin Wang dijera que no recibió ningún crédito o reembolso por sus traducciones de la obra de Qiu Jin en la exposición “China’s Hidden Century” del Museo Británico.

Desde entonces, el museo calificó el hecho como un “error humano involuntario”, eliminó esos segmentos de la muestra y ofreció pagarle a Wang £ 150 por el tiempo que estuvieron expuestos.

Pero a Wang, una traductora, poeta y editora que vive en Vancouver, la disculpa del museo le sonó vacía. Hablando con The Guardian, dijo que sintió la eliminación de sus traducciones como una “represalia” y exigió que el Museo Británico explique su protocolo para buscar permisos de derechos de autor y describa qué salió mal.

“Es realmente importante respetar el trabajo de los traductores, que a menudo son borrados tanto por el mundo editorial como por la academia”, dijo Wang. “Los editores se olvidan de poner el nombre de los traductores en las portadas, los críticos de libros se olvidan de poner el nombre de los traductores, y ahora sucede esto.

Añadió: “La traducción es un arte, y me lleva tanto tiempo traducir un poema como escribir uno original en inglés. Tengo que trabajar mucho para investigar al poeta, la época en la que vive y las formas literarias en las que trabaja, y luego encontrar formas creativas de transmitir el espíritu de su obra en inglés. La poesía clásica china tiene muchos modismos culturales, dicción arcaica y estructuras gramaticales y sintácticas completamente diferentes a las del inglés”.

Esta batalla por el reconocimiento de los traductores se ha estado librando durante mucho tiempo, y la traductora ganadora de Booker, Jennifer Croft, incluso dijo que no traducirá más libros a menos que su nombre esté en la portada. “No solo es una falta de respeto para mí, sino que también es un perjuicio para el lector, que debe saber quién eligió las palabras que va a leer”, dijo.

Ese sentimiento se convirtió en una campaña, lo que llevó a Pan Macmillan a prometer nombrar al traductor en las portadas de los libros.

“Pero todavía queda un largo camino por recorrer”, dijo Mansell. “Por supuesto, los traductores comparten muchas características con otros escritores, pero también hay otras habilidades que los traductores aportan a la tarea”.

Shaun Whiteside, ex presidente del European Council of Literary Translators Associations (Consejo Europeo de Asociaciones de Traductores Literarios), dijo que el incidente con el Museo Británico fue “un terrible ejemplo de que el traductor es pasado por alto, o tratado como una especie de ocurrencia tardía”, lo que empeoró con la eliminación. del trabajo de Wang de la exposición.

“Como sabemos, incluso hoy en día, los traductores a menudo no se mencionan en las reseñas e incluso en los catálogos de las editoriales. Las traducciones no ocurren solas, y los traductores, como cualquier autor, merecen derechos de autor, regalías y el crédito y la remuneración adecuados”.

Rebecca DeWald, copresidenta de la Translators Association (Asociación de Traductores), dijo que abogaron por la visibilidad de los traductores porque “no puedes entender lo que no puedes ver”.

“Si no sabes que un libro ha sido traducido por un ser humano, ni siquiera comenzarás a pensar en qué procesos de pensamiento y cuánto trabajo se necesitó para producir el texto traducido”, dijo.

Según DeWald, el debate sobre la IA en la traducción fue emblemático de este malentendido. “Los idiomas no se relacionan entre sí por equivalencias directas, uno a uno, ni siquiera los más afines, por lo que no se pueden representar simplemente en una tabla de x en este idioma es igual a y en el otro”.

Lo que significa que el traductor siempre necesita activar su habilidad para elaborar textos que el lector quiera leer. “Es un tipo de creatividad diferente a idear la trama de una novela o cuento, que implica la imaginación de inventar mundos que antes no existían. La traducción está más estrechamente relacionada con la creación de poesía, en ese sentido, ya que se ocupa predominantemente del lenguaje mismo”.

Sara Crofts, directora ejecutiva del Institute of Translation and Interpreting (Instituto de Traducción e Interpretación), enfatizó que los traductores desempeñan un papel vital en la construcción de puentes entre naciones y culturas.

“Sin embargo, muy a menudo su trabajo es infravalorado e invisible. La señal de una buena traducción es que el lector ni siquiera se da cuenta de que es una traducción, lo que hace que el trabajo de los traductores, por definición, sea invisible”.

jueves, 11 de mayo de 2023

Las excusas del traductor británico Peter Bush

El pasado 23 de agosto de 2022, La Vanguardia publicó el siguiente artículo en el que el traductor británico Peter Bush explica algunas de sus decisiones en la traducción de una célebre novela de la escritora catalana 
Mercè Rodoreda




La traducción inglesa de La plaça del Diamant levanta ampollas en Internet

La plaça del diamant, una de las obras más conocidas de Mercè Rodoreda, ha sido protagonista de una polémica desatada en redes estos últimos días. El usuario Isaac Calordeforn rescató la traducción americana de esta lectura, publicada por Virago Press en 2013, y compartió en su cuenta de Twitter, el domingo, algunas de las sorpresas con las que se topó.

“Creo que está traducción al inglés, pagada con dinero del Institut Ramon Llull, no hace bien a Mercè Rodoreda. Espero que en otras lenguas las cosas se hayan hecho con más delicadeza y dedicación”, lamentaba en su perfil. El mensaje lo acompañaba de una fotografía de la portada del libro, en la que aparecen dos personas bailando frente a la catedral de La Almudena, en Madrid, monumento que, además, como recordaba en sus redes el escritor Melcior Comes, “no existía durante los años de acción de la novela”, en la década de los 30. El autor de Tots els mecanismes cuestiona el hecho de que se muestre a “dos catalanes bailando delante de la catedral madrileña donde está enterrada la mujer de Franco”.

El Institut Ramon Llull no tardó en reaccionar. Joan de Sola, responsable del área de literatura de la entidad, aseguró a La Vanguardia que “el Institut no tiene capacidad para decidir sobre la imagen gráfica de un libro” y recordó que “nuestra labor es hacer todo lo posible para que se traduzca el máximo número de libros del catalán a otros idiomas. Para ello, proporcionamos una ayuda a las traducciones, que cubre una parte importante de los gastos, y otra segunda dedicada a la promoción. Sin embargo, en la labor de imágenes, si alguna vez nos consultan, aunque no es algo que ocurra a menudo, podemos opinar y decir si es o no adecuada. Hemos hecho más de dos y de tres llamadas, pero muchas veces nos encontramos con los libros ya terminados y a punto de distribuirse o, incluso, ya publicados. Aún y así, cambiarlo es una competencia que depende exclusivamente de las editoriales y de sus equipos de marketing”.

No es la única de las peculiaridades que los lectores han hallado en esta edición, pues el personaje de Quimet se convierte en Joe, la calle Gran de Gràcia en High Street y Colometa pasa a ser ‘Pidgey’. Peter Bush, el traductor responsable, explica que “fue una decisión que tomé porque, si salen estos nombres en catalán, no tienen las mismas resonancias y el lector anglófono no tiene todo el contexto. Yo no siempre traduzco los nombres pero en este caso me pareció adecuado”. No obstante, señala que la BBC adaptó a la radio su versión este verano y respetó los nombres originales.

No considera que la suya sea una decisión desacertada, "simplemente es lo que consideré más idóneo", y pone algún ejemplo adaptado de otra de las versiones inglesas previas que se hicieron sobre La plaça del Diamant. "Una de las traducciones se hizo en inglés de Irlanda y recuerdo una palabra a la perfección, 'els escamots', es decir, las patrullas, pues la traductora los llamó 'Regulars'. Bien, los Regulars eran las patrullas del IRA en la Guerra civil contra los ingleses. Efectivamente, la traductora era irlandesa y su padre era muy militante y tuvo un papel en la guerra de independencia".

Si salen estos nombres en catalán, no tienen las mismas resonancias y el lector anglófono no tiene todo el contexto

Sobre la portada, concluye, “es cierto que no es la más adecuada, pero la iglesia se ve difusa y en todo caso el lector inglés no encontrará esta polémica. Tampoco deberíamos hacer una pelota de esto, es anecdótico”.

La BBC adaptó a la radio su versión este verano y respetó los nombres originales

martes, 14 de febrero de 2023

Traducir a Javier Marías: un mar de dificultades

Lo que sigue es un artículo de Margaret Juli Costa, traductora británica de Javier Marías, donde da cuenta de algunos de los problemas que supuso la traducción del escritor español. Traducido al castellano por Daniel Gascón, se publicó en la revista mexicana Letras Libres, el 1 de octubre de 2022.

Traducir a Javier Marías

Cada vez que termino de traducir una novela de Javier Marías y pasan unos meses, no puedo recordar qué era lo que me resultaba tan difícil. Luego, en cuanto empiezo a trabajar en una nueva novela suya, pienso: “No puedo hacerlo.” Afortunadamente, esa sensación desaparece, pero, de entrada, es como si todos mis músculos para traducir a Javier Marías hubieran perdido el tono en el ínterin. Así que quizá, en una pausa entre traducciones, este sea el momento correcto para observar algunos ejemplos de lo que parecía, al principio, tan abrumador.

El obstáculo más obvio para el traductor es la mera longitud y complejidad de las frases, que a veces ocupan media página, una página o incluso dos páginas. Esta es la primera (y relativamente breve) frase del volumen ii de la trilogía Tu rostro mañana:

“Ojalá nunca nadie nos pidiera nada, ni casi nos preguntara, ningún consejo ni favor ni préstamo, ni el de la atención siquiera, ojalá no nos pidieran los otros que los escucháramos, sus problemas míseros y sus penosos conflictos tan idénticos a los nuestros, sus incomprensibles dudas y sus meras historias tantas veces intercambiables y ya siempre escritas (no es muy amplia la gama de lo que puede intentar contarse), o lo que antiguamente se llamaban cuitas, quién no las tiene o si no se las busca, “la infelicidad se inventa”, cito a menudo para mis adentros, y es una cita cierta cuando son desdichas que no vienen de fuera y que no son desdichas inevitables objetivamente, no una catástrofe, no un accidente, una muerte, una ruina, un despido, una plaga, una hambruna, o la persecución sañuda de quien no ha hecho nada, de ellas está llena la Historia y también la nuestra, quiero decir estos tiempos inacabados nuestros (y hasta hay despidos y ruinas y muertes que sí son buscados o merecidos o que sí se inventan).”

Cuando me enfrento a una frase así, me limito a traducirla tal como está y luego regreso a ella una y otra vez hasta que cada parte conecta como debería y se mantiene el flujo de ideas y lenguaje. Esta es mi versión:

Let us hope that no one ever asks us for anything, or even inquires, no advice or favour or loan, not even the loan of our attention, let us hope that others do not ask us to listen to them, to their wretched problems and their painful predicaments so like our own, to their incomprehensible doubts and their paltry stories which are so often interchangeable and have all been written before (the range of stories that can be told is not that wide), or to what used to be called their travails, who doesn’t have them or, if he doesn’t, brings them upon himself, ‘unhappiness is an invention’, I often repeat to myself, and these words hold true for misfortunes that come from inside not outside and always assuming they are not misfortunes which are, objectively speaking, unavoidable, a catastrophe, an accident, a death, a defeat, a dismissal, a plague, a famine, or the vicious persecution of some blameless person, History is full of them, as is our own, by which I mean these unfinished times of ours (there are even dismissals and defeats and deaths that are self-inflicted or deserved or, indeed, invented).

Lo que pierdo en las primeras palabras, me doy cuenta, es la concisión del español, así como todas esas negativas –“Ojalá nunca nadie nos pida nada”–, pero, como sabe cualquier traductor, hay pérdidas y ganancias en cada traducción, y por mucho que te esfuerces en ser fiel, a veces tu propia lengua te obliga a apartarte. Por lo demás, espero, he seguido tan cerca como me era posible la estructura del original.

A veces, la frase es tan complicada que requiere muchos intentos antes de que me parezca que tiene sentido completo en inglés. En uno de los ensayos de Javier Marías, por ejemplo, hay una endiabladamente difícil que trata el más complejo de los asuntos: las relaciones familiares:

“Que yo tenga noticia, la primera persona de mi familia que escribió alguna novela fue mi bisabuelo cubano, Enrique Manera y Cao, padre de mi abuela Lola Manera, nacida en La Habana, y por tanto abuelo de mi madre, Lolita Franco, ya nacida en Madrid, pues la que sería su progenitora salió de la isla a los siete u ocho años, en 1898, junto con sus padres y hermanos, y los que sobrevivieron a la travesía se instalaron en la capital de España.”

El español puede indicar el género a través de la concordancia de los adjetivos, en este caso “nacida”, lo que ayuda un poco al lector, pero pasarlo al inglés fue inicialmente difícil. Tras forcejear con la frase durante semanas, he encontrado de repente una (posible) forma de hacerla funcionar al releerla ahora:

As far as I know, the first person in my family to write a novel was my Cuban great-grandfather, Enrique Manera y Cao, the father of my Havana-born grandmother Lola Manera and the grandfather of my Madrid-born mother, Lolita Franco, her mother, the aforesaid Lola Manera having left the island in 1898, along with her parents and brothers and sisters, when she was only seven or eight, with the survivors of the voyage settling in Madrid.

Para que el inglés sea tan compacto como el español, he recurrido a la capacidad de mi lengua para hacer un adjetivo de cualquier cosa, de manera que “nacida en La Habana” se convierte en “Havana-born”; de forma similar, “nacida en Madrid” se convierte en “Madrid-born”. He puesto en cursivas un “her” para que el énfasis dé al lector una clave más fuerte acerca de quién es “her”, y he sustituido “la que sería su progenitora” con “her mother, the aforesaid Lola Manera”. Al principio, traduje travesía como “crossing”, pero en la última parte de esa frase, se podía confundir con otro gerundio, así que he optado por “voyage”, que es, de todos modos, una palabra más evocadora, tan evocadora como “travesía”. ¡Uf!

Por supuesto, este es el tipo de jugueteo obsesivo al que dedican horas los traductores –y que en realidad les encanta.

Aparte de la complejidad de las frases, lo que hace que la prosa de Marías sea tan excitante (tanto para el lector como para el traductor) es el cuidado con que trata las palabras y su manera de cambiar de registros con naturalidad, pasando de un vocabulario muy formal y culto a expresiones muy coloquiales.

En el pasaje anterior, por ejemplo, utiliza un término bastante arcaico, “cuitas”, para el que tuve que encontrar un equivalente arcaico en inglés, en este caso “travails”. Un personaje de la trilogía, el egregio e intermitentemente malhablado De La Garza, un agregado de la embajada española en Londres, era un particular desafío para el dominio de la jerga por parte de la traductora.

“–Como que me llamo Rafael de la Garza que esta noche no se me escapa viva alguna de estas guarras. No he venido hasta aquí para irme de vacío, no te jode. Hoy yo mojo, por encima de mi cadáver.”

“I’m going to have one of these sluts tonight or my name’s not Rafael de la Garza. I didn’t come here in order to go away empty-handed, damn it. I’m going to dip my wick if it kills me.”

Y en el tercer volumen le oímos cantar un rap que ha inventado:

“Te convierto en un pelele que me rasca el ukelele […] Soy el pasto de las cobras, se alimentan de mis sobras, te inoculo mi veneno, contra él no tienes freno, no me piques las espuelas si no quieres perder muelas, juu-yu, yu-jú […] Que mis balas tienen hambre y están llenas de cochambre, y te buscan el cerebro pa dejártelo bien cerdo, chamusquina entre las cejas, la sesera en las orejas, vomitando por los poros y eres mierda de inodoro, juu-yu, yu-ju.”

Por razones de ritmo y rima, es imposible ser fiel al original en ningún sentido literal. Además, lo que de verdad importa es preservar la inanidad de los versos, el vocabulario violento y la referencia escatológica, porque De la Garza acaba de ser víctima de un ataque violento durante el que han estado a punto de ahogarle metiéndole la cabeza en un váter. Copio debajo el pasaje completo en inglés para demostrar cómo se mueve Marías entre el lenguaje de repugnancia remilgada del narrador y los nefastos esfuerzos “poéticos” de De la Garza:

It was truly pathetic, as were his awful so-called verses, a ghastly dirge accompanied by a constant bending of the knees in time to the supposed rhythm of some thin, imaginary tune: ‘I’m gonna turn you baby into my ukelele,’ – was how it began, with that so-called rhyme, ‘I’m food for the snakes, like a fine beefsteak, I’ll fill you up with venom just for wearin’ denim, don’t go stepping on my toes if you want to keep your nose, hoo-yoo, yoo-hoo.’ – And then, without even pausing to take a breath, he attacked another strophe or section or whatever it was: ‘My bullets want some fun, no point in trying to run, and they’re looking for your brain and are out to cause you pain, to burn up your grey matter, send it pouring down the gutter, flushing down the can, you’ll be shit down the pan, hoo-yoo, yoo-hoo.’

A menudo Marías comenta el lenguaje que utilizan su narrador o sus personajes. Un ejemplo: cuando el narrador repara en su uso de una expresión española –“no hacer ascos”–, dice (de una manera no particularmente alentadora para sus traductores): “no hay rival para ‘no hacer ascos’ en otras lenguas”. A pesar de eso, y porque, obviamente, el trabajo del traductor consiste en encontrar equivalentes para el lector no español, me incliné por un cauteloso “although ‘to turn up your nose at something’ comes close…”.

Marías también utiliza a menudo términos taurinos, que han entrado en el idioma español como los términos de cricket en el inglés. Hay un pasaje crucial, en el que el padre del narrador describe un episodio que ocurrió durante la Guerra Civil española, donde varios republicanos fueron seleccionados por los nacionales y estaban a punto de ser ejecutados sumariamente. Uno de esos hombres, Emilio Marés, se negó a cavar su propia tumba antes del fusilamiento y dijo desafiante: “A mí me podréis matar y me vais a matar. Pero a mí no me toreáis.” El verbo “torear” significa “luchar con un toro”, pero también significa “jugar con alguien” o “reírte de alguien”. Sin embargo, puesto que después los verdugos de Marés lo martirizaron y lo mataron como si fuera un toro, es esencial mantener esa referencia a los toros en la traducción al inglés. Mi versión: “You can and will kill me, I know that, but I’m not a bull to be baited.” Sus torturadores se lanzaron sobre sus palabras y las llevaron a su lógica y cruel conclusión.

Por regla general, me gusta permanecer junto a un autor y traducir todos sus libros, porque, para señalar lo obvio, es la única manera de desarrollar una idea de la obra en conjunto. Esto ha resultado aún más importante con la obra de Javier Marías y, en particular, con la traducción de su trilogía Tu rostro mañana, porque cita a menudo no solo de los otros volúmenes de la serie, sino también de sus novelas anteriores (he traducido todas menos dos). Eso requiere una memoria muy atenta por mi parte, porque tengo que (a) reconocer que es una cita de otro sitio y (b) recordar de dónde viene la cita y cómo la traduje esa primera vez, para poder encontrarla en mi traducción. Una vez la he localizado, tengo que compararla con su última manifestación en la trilogía porque el autor a menudo amplía o adapta esa autocita. Cuando participaba en esta caza encontré un nuevo problema: descubrir que no me gustaba demasiado cómo había traducido esas palabras en el Volumen i o ii o en una de sus novelas anteriores (traduje la primera –Todas las almas– en 1991).

No obstante, en aras de la consistencia entre volúmenes, me vi obligada a mantener la versión original. Era un recordatorio (por si lo necesitaba) de lo cambiante que es la traducción, por mucho que nos esforcemos en producir algo sólido, perfecto y aparentemente fijo.

Marías también cita a otros autores, en particular británicos o estadounidenses, a menudo sin reconocer que lo está haciendo. Eso pone a prueba la memoria literaria y el estado de alerta del traductor. Por ejemplo, abundan las citas de Ricardo III y Enrique V, pero las palabras de Shakespeare –como las de Javier– a menudo se amplían o adaptan para que encajen en una situación específica o para crear ecos adicionales. En el caso de Tu rostro mañana, fui afortunada por tener acceso a un ensayo valiosísimo de Antonio Iriarte, que enumera las listas y rastrea todas las citas utilizadas en libros anteriores.

Ciertamente, este artículo no pretende ser un lamento sobre los escritores “difíciles”, y espero que no lo parezca, porque disfruto de veras tratando las “dificultades” y, por raro que parezca, me parece más fácil –y sin duda más interesante– traducir un texto “difícil” de un gran escritor que uno “fácil” de un autor mediocre. Puedes confiar en que el primero sabe con precisión lo que hace, pero en el caso del segundo estás en tierra poco firme. Los grandes escritores del pasado (y algunos, aunque menos, en la actualidad) traducían a los clásicos porque les parecía que era una manera de mejorar su escritura y su estilo, y traducir pone a prueba y aumenta el dominio que un traductor tiene sobre su propia lengua. Una vez oí decir al poeta, novelista y traductor David Constantine que la traducción empuja al traductor “hacia un conocimiento cada vez más grande de su propia lengua, hacia un descubrimiento de lo que puede y no puede hacer”. Y así, en cuanto dejo atrás esa primera y perturbadora sensación de no ser capaz de hacerlo, me zambullo alegremente en ese mar de dificultades y nado lo mejor que puedo.

martes, 23 de febrero de 2021

Norah Lange traducida al inglés

"Una serie de viñetas luminosas describen la infancia de la redescubierta escritora modernista argentina. Los fragmentos independientes e interconectados comienzan con la partida de su familia a Mendoza, en 1910, y terminan con su rgereso a Buenos Aires y la muerte de su padre en 1915.

“Las notas de Lange cuentan historias íntimas y a medio entender del aparentemente pacífico mundo de la niñez, un reino habitado por una narradora excéntrica que busca pistas sobre la feminidad y su propia identidad. Observa: su hermana mayor pubescente, bañándose desnuda a la luz de la luna; la muerte de un caballo; y ella misma, una niña cambiante y prematura. Cómo lloraba, cuando la levantaban sobre una mesa y se vestía de niño, y cómo se reía, trepaba al techo de la cocina con ropa de hombre y tiraba ladrillos para anunciar su actuación. 

“Lange convierte su entorno doméstico en un laboratorio donde la extrañeza y el erotismo se combinan en delicados y atrevidos destellos de brillantez literaria.”

Tal es la presentación de la traducción al inglés de Cuadernos de infancia, de la escritora Norah Lange (1905-1972), volumen que acaba de ser traducido como Notes from Childhood, por la traductora Charlotte Whittle (responsable también de la traducción de Personas en un cuarto / People in the room), para la editorial británica And Other Stories.

 


jueves, 9 de abril de 2020

Una encuesta para traductores de poesía (XIV)

Décimo cuarto día de la encuesta para traductores de poesía.


Zoe Scoulding
Traductora de Jean Portante, entre otros autores.

1) ¿Por qué razón traduce poesía?
Para descubrir algo nuevo y encontrar maneras distintas de pensar un poema. A veces también, para ayudar a algún amigo.


2) ¿Cómo llega a la traducción? ¿Propone usted mismo al autor? ¿Recibe encargos de parte de la editorial? ¿De quién es la iniciativa?
Varía. Con frecuencia, traduzco a gente que conozco, y cuando tengo un pedido de un editor, generalmente es por sugerencia de algún amigo poeta. 


3) ¿Qué criterio emplean las editoriales para considerar la paga que usted recibe?
En la mayoría de los países existe un consenso general sobre cuánto debe pagarse por verso.

4) ¿Hace usted algo para mejorar esas condiciones?
En realidad, no porque sé que los editores a menudo están peleando por sobrevivir y yo tengo otra fuente de ingresos. Sin embargo, espero que se me pague un precio razonable porque no quiero perjudicar a mis colegas traductores.


5) Conoce las políticas de subsidios a la traducción que tienen muchos países del mundo? ¿Los recibe?
Sí, ocasionalmente.


Mariangel Mauri
Traductora de Mary Oliver y Margaret Atwood, entre muchas otras poetas de lengua inglesa.

1) ¿Por qué razón traduce poesía?
Amo la poesía. Desde hace unos años, elijo leer poesía por sobre otros géneros. Mis inicios en su traducción son recientes: empezaron como ejercicios de escritura que imaginaba iban a mejorar mi práctica como traductora de prosa. Encontré en esos intentos desafíos enormes, se me abrió un mundo de posibilidades: en el ejercicio de la traducción de poesía encontré un espacio de disfrute y conexión con mi propia escritura.

2) ¿Cómo llega a la traducción? ¿Propone usted mismo al autor? ¿Recibe encargos de parte de la editorial? ¿De quién es la iniciativa?
Elijo traducir poetas que me gustan y en cuyos poemas veo miradas novedosas o simplemente bellas, y también, si advierto en esos versos desafíos para mi práctica como traductora, aun si luego tenga que admitir mi propio fracaso. Por ahora comparto mis traducciones en mis redes sociales. En algunos casos, esas traducciones han sido replicadas en blogs y revistas. Actualmente preparo mi primer proyecto de traducción de poesía, con intención de que sea publicado, para lo cual buscaré yo misma una editorial que pueda estar interesada.

3) ¿Qué criterio emplean las editoriales para considerar la paga que usted recibe?
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4) ¿Hace usted algo para mejorar esas condiciones?
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5) ¿Conoce las políticas de subsidios a la traducción que tienen muchos países del mundo? ¿Los recibe?
Sé que Canadá e Irlanda otorgan subsidios para la traducción de sus autores. Creo que Francia y Suiza tienen ayudas de esta clase también.



lunes, 30 de marzo de 2020

Una encuesta para traductores de poesía (VI)

Sexto día de la encuesta para traductores de poesía.


Maria João Cantinho 
Traductora de Jean Portante, Lionel Ray y Bruno Doucey.



1) ¿Por qué razón traduce poesía?
Porque me da placer.

2)  ¿Cómo llega a la traducción? ¿Propone usted mismo al autor? ¿Recibe encargos de parte de la editorial? ¿De quién es la iniciativa?
Yo le propongo al editor
.
3) ¿Qué criterio emplean las editoriales para considerar la paga que usted recibe?
El precio de la traducción se considera por indicador. El criterio es ése.

4) ¿Hace usted algo para mejorar esas condiciones?
Sí. Si recibo subsidios, mejoro el pago.

5)  ¿Conoce las políticas de subsidios a la traducción que tienen muchos países del mundo? ¿Los recibe?
Conozco y recibo.


Diego Bentivegna
Traductor de Ugo Foscolo, Pier Paolo Pasolini y una antología de poesía italiana contemporánea, entre otros títulos.


1) ¿Por qué razón traduce poesía?
Traduzco poesía porque, junto con el ensayo, son las formas que más me interesan, que leo con mayor intensidad, que más disfruto, y que además práctico como escritor, digamos así. Para mí, las traducciones de poesía son parte de un ejercicio de lectura, tal vez más razonado, más reflexivo y, sobre todo, más socializado que otros actos lectores. En el fondo, traduzco para compartir una lectura que para mí fue, por algún motivo, impactante, sugestiva, significativa. En estos momentos, concretamente, traduzco poetas actuales, porque creo contribuir con ello, mínimamente por cierto, a su difusión en castellano. 

2) ¿Cómo llega a la traducción? ¿Propone usted mismo al autor? ¿Recibe encargos de parte de la editorial? ¿De quién es la iniciativa?
Depende. A veces recibo la oferta de la editorial (caso Pasolini), a veces ofrezco yo la traducción (caso Foscolo). Con todo, la enorme mayoría de las traducciones de poesía las hago por iniciativa propia y las difundo o bien a través de revistas (Hablar de poesía, Op. cit., la revista de la UNAM en México), o bien a través de mi blog personal (www.diegobenti.blogspot.com). Llego a esas lecturas explorando más que nada los lugares de la Web que más confianza me inspiran, Le parole e le cose, Nazione Indiana, Nuovi Argomenti, etc. 

3) ¿Qué criterio emplean las editoriales para considerar la paga que usted recibe?
No sabría bien qué decir. 

4) ¿Hace usted algo para mejorar esas condiciones?
No mucho. La enorme, escandalosa mayoría de las traducciones de poesía que hago no son retibuidas, o sí lo son, pero con la amistad y la gratitud (perdón, pero no encuentro otras palabras).

5)  ¿Conoce las políticas de subsidios a la traducción que tienen muchos países del mundo? ¿Los recibe?
Claro, conozco algunas de ellas (el programa Victoria Ocampo, o el del Instituto Italiano de Cultura), pero no las recibo.


James Byrne
Traductor de Ashur Etwebi y de una gran antología de poesía birmana, entre otros textos.

1) ¿Por qué razón traduce poesía?
Trabajar en la traducción como poeta, editor y traductor es una respuesta de activista para el mundo que me rodea. Tiendo a trabajar en proyectos que exponen las limitaciones de la literatura existente en traducción. En este preciso momento estoy ayudando como editor a armar un libro de poetas de mujeres latinoamericanas y espero coeditar un libro de nueva poesía de México. Recientemente coedité un libro de poesía rohingya, después de trabajar en el campo de refugiados más grande del mundo en Cox's Bazar. Los rohingya son una de las minorías étnicas más perseguidas del mundo, su literatura no se conoce, en parte porque se les ha negado sistemáticamente educación. Ayudé con algunas traducciones de ese libro, aunque muchos de los poetas escribieron directamente en inglés. Hace una década, trabajé en un libro de poesía de Myanmar, en un momento en que el país se estaba recuperando de décadas de censura estatal. Supongo que la traducción puede resultar una forma de sacar las palabras de un lugar del que el idioma “de llegada” podría saber poco. Esto sucede a menudo en Inglaterra, la “pequeña isla tacaña” como una vez la llamó Donald Davie. La traducción puede ser una forma de tratar de contrarrestar la ignorancia cultural. Puede verse como una alternativa a simplemente tomar o saquear de otra cultura, como suelen hacer los turistas. Sarah Maguire, la difunta directora del Poetry Translation Centre, dijo una vez que “la traducción es una alternativa a la guerra”, una voluntad de tratar de entender algo que no sabemos. Por supuesto, la guerra gana una y otra vez y muchos países occidentales están dedicados a esa clase de victorias. Pero para las personas pensantes que quieren comprender más sobre cultura, literatura y civilización humana, seguimos con las matemáticas imposibles, buscando encontrar nuevos textos para aprender cada vez más sobre este pequeño planeta cada vez más extraño.

2) ¿Cómo llega a la traducción? ¿Propone usted mismo al autor? ¿Recibe encargos de parte de la editorial? ¿De quién es la iniciativa?
No soy un traductor “puro”. Tengo que trabajar con alguna otra persona. Por lo general, cuando tengo una idea para un libro, me acerco a un editor. Soy el editor internacional de Arc Publications y, aunque mi función se orienta a escritores de todo el mundo que escriban en inglés, inevitablemente, debido a que estoy conectado con comunidades de poesía fuera de Inglaterra, escucho hablar de muchos libros traducidos que podrían funcionar para Arc. Le hago sugerencias a Tony Ward, el editor gerente, y algunos libros se publican de esa manera. Un ejemplo de este proceso que llegó a mi escritorio esta mañana es la nueva colección de Jan Baeke, Bigger than the Facts. Soy parcial, pero, el resultado de tres años de intenso trabajo de traducción es genial. Con otros autores trabajo en poemas individuales y tiendo a hacerlo porque creo que los lectores en Inglaterra podrían así querer leerlos más. Poetas como Ashur Etwebi, de Libia, cuya casa fue incendiada por una milicia de su país. Está escribiendo sobre el exilio, el lugar, el desplazamiento, áreas que me interesan. Está escribiendo sobre personas que no pudieron llegar, como él, gente que murió en los barcos que intentaban llegar a Europa. Trabajamos bastante orgánicamente, cuando surge la oportunidad. Hace unos años, me invitó a Svalbard, cerca del Polo Norte, y tradujimos unos veinte poemas caminando por el paisaje glacial sin árboles, mientras hablábamos de la vez anterior en que nos vimos (que fue en Libia). Espero que el proceso con Ashur finalmente culmine en un libro. En este momento, como ya dije, estoy trabajando con otros poetas de México. Esto podría ser menos orgánico, más centrado en la práctica, y llevarnos a publicar una antología el año que viene.

3) ¿Qué criterio emplean las editoriales para considerar la paga que usted recibe?
Generalmente no saco dinero del trabajo de traducción que hago. Cuando trabajé con los poetas de Myanmar, fue para ir a Myanmar y darles una tarifa en mano a los poetas, lo cual hicimos. No me importa el dinero. Sin embargo, creo que la mayoría de los editores aquí trabajan de acuerdo con la recomendación de la Society of Authors para las tarifas de traducción. Y creo que es importante que lo hagan porque la traducción es, como todos saben, una actividad con fondos insuficientes. Estoy sorprendido de que no haya más fondos para la traducción, pero, una vez más, ¿por qué querrían alentarlos los que están en el poder?

4) ¿Hace usted algo para mejorar esas condiciones?
Para ser honesto, probablemente debería hacer más. Me preocupa mucho ver que varias editoriales dominantes de Inglaterra son completamente financiadas, mientras que Arc, que publica principalmente traducciones y es editor de poesía en traducción desde 1968, tiene que volver presentarse a los subsidios. Tenemos algo aquí llamado financiamiento “central”. ¿Quién decide? ¿Qué es la “sustentabilidad” para las artes? Los editores de Arc son especialistas en creación y edición de libros, y pasan demasiado tiempo simplemente solicitando fondos para mantenerse a flote. Estos son problemas de lo que yo llamo “corporativismo literario” ¿Qué podemos hacer para mejorar las condiciones para el trabajo creativo y para la traducción, cuando estamos sujetos a la codicia económica y a la política, que también son las condiciones de la época en que trabajamos y vivimos? A menudo me pregunto sobre esto y trato de cuestionarme éticamente en todo lo que hago al trabajar con poetas a nivel internacional. ¿Qué tan cómplices somos en la lucha por mejorar las cosas?

5)  ¿Conoce las políticas de subsidios a la traducción que tienen muchos países del mundo? ¿Los recibe?
Las conozco sobre todo a través de mis contactos en México y en la Argentina. Pero esa información debería estar más ampliamente disponible. Sé que hay varios sectores culturales en diferentes países que pueden apoyar proyectos de traducción. En un momento en que los presupuestos para proyectos creativos y literarios se ponen cada vez más en tela de juicio (los conservadores en Inglaterra quieren avanzar hacia un modelo similar al de los EE. UU.), deberíamos actuar colectivamente en contra de esto, para reforzar el apoyo a la traducción internacional. La batalla continúa para salvar la alfabetización y aumentar la comprensión cultural y humana. La financiación de la traducción podría desempeñar un papel más importante en la preservación de lo que pensamos, del arte hacemos y de quiénes somos.


lunes, 23 de marzo de 2020

Una encuesta para traductores de poesía (I)

Con alguna periodicidad, el Club de Traductores Literarios de Buenos Aires ha realizado diversas encuestas (una encuesta para traductores, otra para editores, otra para periodistas, otra para libreros, otra para escritores: todas pueden ser consultadas buscando "Una encuesta para..." en la columna de la derecha). En todos los casos, el objeto ha sido tratar de obtener algún tipo de conclusión sobre algún aspecto del mundo de la traducción. 

Acaso por la columna de Andrés Ehrenhaus publicada el viernes pasado, nos surgió la necesidad de querér investigar qué es lo que ocurre con los traductores de poesía, que son quienes lidian con la materia más compleja que ofrece la literatura artística y quienes la inmensa mayoría de las veces son los peores pagos de todo el mundo de la traducción.

Para ello, hemos planteado cinco preguntas a traductores de poesía de diversas latitudes. Sus respuestas es lo que se leerá en este blog a lo largo de las próximas dos semanas.

Julia Azaretto
Traductora de Joaquín O. Giannuzzi y Pedro Mairal, entre otros.


1) ¿Por qué razón traduce poesía?
Por gusto. Y porque no creo en la existencia de lo intraducible.

2) ¿Cómo llega a la traducción? ¿Propone usted misma al autor? ¿Recibe encargos de parte de la editorial? ¿De quién es la iniciativa?
En general, propongo proyectos a editoriales. También he tenido algunos (pocos) encargos. El más insólito fue el de un laboratorio farmacéutico belga que quería traducir unos versos de Marceline Desbordes para sus tarjetas navideñas. Cuando quiero traducir a un poeta, para empezar, suelo publicar en revistas algunos textos para que su nombre empiece a circular en Francia. Claro que en este caso el trabajo no es pago.

3) ¿Qué criterio emplean las editoriales para considerar la paga que usted recibe?
El criterio lo propongo como yo. Y es de entre 1,50 a 2 euros el verso.

4) ¿Hace usted algo para mejorar esas condiciones?
Sí, negociar una mejor tarifa.

5) ¿Conoce las políticas de subsidios a la traducción que tienen muchos países del mundo? ¿Los recibe?
Sí, las conozco. No, no los recibo muy a menudo. Solo una vez cobré un subsidio para participar en la residencia “La Fabrique des traducteurs”, que organizaba ATLAS en el Collège international des traducteurs littéraires en el 2011.


Kurt Folch
Traductor de William Shakespeare y de George Oppen, entre otros.

1)  ¿Por qué razón traduce poesía?
Me gusta la poesía. Mis escritores favoritos son poetas. Al traducir intento comprenderlos. Aprendo. Ocurren cosas inesperadas.

2)  ¿Cómo llega a la traducción? ¿Propone usted mismo al autor? ¿Recibe encargos de parte de la editorial? ¿De quién es la iniciativa?
Por mi profesor Miguel Castillo Didier, traductor de Kavafis, Seferis, Elytis, Ritzos, Kazantzakis. Su bellísimo curso sobre Kavafis en la Universidad de Chile me hizo visualizar por primera vez el trabajo de un traductor, un traductor que ama la poesía que traduce. Fue un curso muy importante. Siempre he traducido autores que me interesan. Han sido publicadas por amigos, es decir la iniciativa es un poco mutua. De pronto tengo algo traducido que le muestro a un amigo y a veces sucede que me han propuesto publicarlo. 

3 ¿Qué criterio emplean las editoriales para considerar la paga que usted recibe?
Lo que sea posible pagar. Salvo excepciones he traducido para que se publique por editoriales pequeñas. A veces hay dinero para el traductor, a veces la idea es sacar el libro, compartir algo. 

4) ¿Hace usted algo para mejorar esas condiciones?
Si de mi depende intento que el trabajo de traducción se pague. Pero la verdad es que no pertenezco a ningúna asociación gremial o algo así. 

5) ¿Conoce las políticas de subsidios a la traducción que tienen muchos países del mundo? ¿Los recibe?

Solo sé de la beca que da el gobierno chileno cada año. Se postula con un autor o autores y dependiendo de los evaluadores y sus criterios de lo que es no no es importante, algunos proyectos reciben algún tipo de financiamiento. 


Anna Crowe
Traductora de Joan Margarit, Josep-Lluís Aguiló y Pedro Serrano, entre otros,

1) ¿Por qué razón traduce poesía?
Traduzco poesía para entender mejor el poema y su lenguaje y, por supuesto, también para entender mejor al poeta. Me encantan los desafíos que propone la traducción y la negociación en la tierra de nadie entre idiomas, escuchar la música del poema original y encontrar, si puedo, equivalentes sonoros y rítmicos en el idioma de destino. La traducción es para mí, supongo, una especie de escucha intensa y música a través de las palabras. Ayuda, espero, que ame las palabras y que sea poeta.

2)  ¿Cómo llega a la traducción? ¿Propone usted mismo al autor? ¿Recibe encargos de parte de la editorial? ¿De quién es la iniciativa?
A menudo, la traducción me llega casi por accidente, a través de circunstancias que están fuera de mi control. Comencé a traducir a Joan Margarit porque la universidad lo había invitado a presentar un nuevo libro aquí en St. Andrews. Coincidió con el Scottish Poetry Festival, StAnza, y me pidieron que tradujera algunos poemas para la lectura que le invitamos a dar. El editor de Bloodaxe, Neil Astley, estuvo presente e inmediatamente nos pidió que hiciéramos un libro. Tugs in the fog se convirtió en una traducción recomendada por la Poetry Book Society, a la que siguieron dos libros más y hay un cuarto está en proceso. De manera similar, Arc quería publicar una antología de poesía catalana, así que se me acercó, y he traducido dos colecciones individuales de obras de poetas para esa antología, Lunarium, de Josep-Lluís Aguiló, y Maps of Desire, de Manuel Forcano, que también resultó traducción recomendada por la PBS. A veces la iniciativa es mía. Pedro Serrano fue el otro poeta que leyó esa tarde con Joan Margarit, y me enamoré de su trabajo, comencé a traducirlo y convencí a Arc para que publicara un libro, Peatlands. Pedro es un excelente traductor y antólogo, un gran favorito del público, y su trabajo ha sido ampliamente antologizado, musicalizado, inspirando asimismo a artistas en otras disciplinas. Tengo listo un segundo libro, pero Arc ya llenó su catálogo por los próximos tres años, por lo que estamos buscando un editor.

3) ¿Qué criterio emplean las editoriales para considerar la paga que usted recibe?
Los editores a menudo dependen de los organismos de financiación en el país del idioma de origen, y tienen que confiar que ellos les vayan a jugar limpio. Esto no siempre sucede. Creo que los editores también consideran los criterios establecidos por la Sociedad de Autores, criterios a los que me refiero cuando estoy de acuerdo en hacer trabajos de traducción de poemas individuales para ser utilizados en talleres internacionales, por ejemplo.

4) ¿Hace usted algo para mejorar esas condiciones?
Vea mi respuesta a 3. Las pautas publicadas por SoA son generosas y justas, y no consideraría socavarlas.

5) ¿Conoce las políticas de subsidios a la traducción que tienen muchos países del mundo? ¿Los recibe?
Pedro Serrano me hizo conocer la organización cultural que en México brinda becas a traductores de poesía mexicana, y ese dato se le pasó a Arc, la cual recibió un generoso subsidio con el que me pagó. Desearía tener la misma suerte con alguna organización cultural catalana respecto de las subvenciones para traducir a Joan Margarit, pero lamentablemente no la tengo.