viernes, 29 de diciembre de 2023

El mundo del libro argentino seriamente amenazado por las absurdas medidas de un gobierno iletrado

Sinceramente, pensábamos publicar en nuestro último posteo del año antes de las vacaciones, el tradicional saludo que imponen estas fechas. Pero la gravedad de todo (que incluye el inminente cierre del Fondo Nacional de las Artes y las acusaciones infundadas contra el Instituto del Teatro) hace muy difícil que el saludo de fin de año incluya solamente buenos deseos. Las medidas de gobierno van en contra de los intereses de la gente y van a hacer que la vida de los argentinos sea cada vez más difícil, por lo que vale la pena alertar en esta última entrada sobre la profundidad del pozo al que se nos está empujando. Lamentablemente, de eso trata lo que sigue.

Belén Marinone publicó antes de ayer, en InfoBAE Cultura, un artículo a propósito de uno de los tantos dislates que el actual presidente de Argentina propone en pos de alcanzar una supuesta libertad que es más libertad que todas las otras: la anulación del precio único de venta de los libros, una verdadera conquista que, en el mundo de la lengua castellana, sólo lograron España, México y Argentina, a pesar de que existe en buena parte del mundo civilizado. En la bajada del artículo se lee: "La ley de Precio Único es una medida que protege a las librerías. Cuál es el impacto en la industria editorial y qué opinan los principales actores involucrados. También hay modificaciones en la CONABIP". 

A continuación de la nota, se ofrece la solicitada que propone la editorial Godot y que firman editoriales, editores y librerías de todo el país, donde se explica con mucha claridad lo que está en juego.

La Ley Ómnibus de Milei pide eliminar el precio único de los libros y restringe el financiamiento a las Bibliotecas Populares

El gobierno de Javier Milei envió este miércoles al Congreso la “ley ómnibus”. Se trata de un proyecto denominado “de Bases y Puntos de Partida para La Libertad de los Argentinos”, que será analizado en sesiones extraordinarias hasta el 31 de enero. El ministro del Interior, Guillermo Francos, hizo entrega del documento con 664 artículos en 351 páginas al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem. El proyecto hace referencia a una crisis nacional sin precedentes y apunta a reversionar el modelo económico y social del país alineándolo a la Doctrina Liberal de la Constitución de 1853.

La ley “ómnibus” propuesta busca una reforma del Estado, mediante la declaración de emergencia pública en múltiples áreas hasta diciembre de 2025, permitiendo al Ejecutivo asumir “facultades legislativas”. El proyecto también se mete con la industria del libro.

Bajo la premisa de que Argentina “no tiene plata, no tiene tiempo”, según palabras que dijo Menem a Infobae, el artículo 60 ―incluido en el título 3 de Reorganización Económica, capítulo 1 de Desregulación económica― promueve la eliminación de la Ley 25.542, de precio uniforme de venta al público de libros, también conocida como “Ley de Defensa de la Actividad Librera”.

¿Qué establece la ley que se busca eliminar? Según esta normativa, los editores, importadores o representantes de libros fijan un precio uniforme de venta al público (PVP) o consumidor final de los libros que edite o importe. Es decir, los libros tienen el mismo precio en cualquier librería física. Lo mismo sucede con las ediciones digitales.

Esta ley, que se inspira en la Ley Lang, promulgada en 1981 en Francia, busca proteger a las librerías frente a “grandes superficies”, como supermercados. Si el supermercado toma un libro que se vende muchísimo o dos y los pone muy baratos, porque maneja grandes volúmenes o porque eso le sirve como oferta, entonces las librerías venderán mucho menos. Pero es en las librerías donde se consiguen muchos títulos que no son best sellers y que pasan años en los estantes. Entonces, para sostener esos negocios que se dedican exclusivamente o principalmente a los libros, se dictó una ley que impide las rebajas. Porque si cierran ¿quién venderá los libros que no tienen tantos lectores? A eso- muchos títulos aunque sean de bajas tiradas- se llama “bibliodiversidad”.

La noticia cayó como un balde de agua fría en el sector.

Alarmas encendidas
“Puede ser terrible, en primer lugar y en el corto plazo, para todo el ecosistema de librerías. Va a ser un golpe enorme si se aprueba“, dice Pablo Braun, promotor cultural, responsable de la librería y editorial Eterna Cadencia y director de Filba en diálogo con Infobae Leamos. “Las cadenas de grandes superficies y los supermercados manejan otros volúmenes, descuentos y plazos de pagos van a poder hacer descuentos grandes, que van a ser imposibles de igualar”, agrega.

Y sigue: “Muchas de las compras se van a trasladar a estos lugares y la venta en librerías independientes va a bajar y va a hacer que, naturalmente, cierren algunas, se achiquen otras y se pierdan puestos de trabajo”. “Me parece que van a desaparecer las librerías más chiquitas primero y van a quedar las cadenas”, opina Braun. “Primero va a pegar a las librerías, pero después a las editoriales”, expresa y advierte que se va a perder la bibliodiversidad.

Por su parte, Trini Vergara, con más de treinticinco años en la industria editorial y cabeza del proyecto editorial Trini Vergara Ediciones apunta un dato: “la alta inflación había terminado sola con el precio fijo. Según explica, “los editores solo aumentamos las novedades y ponemos aumentos menores o ningún aumento a libros de los meses anteriores o del fondo editorial, con criterios selectivos y promocionales, que es exactamente como funcionan los mercados sin ley de precio fijo a los libros”.

Vergara advierte que siempre hubo “fórmulas creativas para rebajar” y que esta situación es “una realidad en las librerías” y detalla que “este año encontrás libros muy nuevos a precios muy rebajados, y eso es simplemente porque no se aumentan a la par de los lanzamientos del mes”.

Ana López, dueña de la librería Suerte Maldita dice que “eliminar el PVP atenta directamente contra la diversidad de autores y de editoriales en las librerías. Sin el precio único estamos a merced de los grupos concentrados y las librerías independientes no tendremos herramientas para competir” porque “los grupos concentrados, que tienen otros acuerdos de volúmenes, descuentos y plazos de pago van a poder ofrecer precios menores”.

La editorial Blatt & Ríos también hizo publica su postura sobre el proyecto de derogación de la “Ley de Defensa de la Actividad Librera” en la red social X: “Milei manda proyecto en el que deroga la Ley de PVP de libros. La Ley 25.542″, comienza y profundiza: “Con estos las grandes superficies, supermercados, cadenas, van a atentar contra las librerías independientes y contra todo el sector. Y el primero que diga lo contrario es un ignorante”.

El Grupo Ilhsa ―dueña de la cadena Yenny―, consultado por Infobae Leamos, no tiene declaraciones formales al respecto. Tampoco las tuvo Leo Cifelli, designado como Secretario de Cultura de la Nación pero quien ―explicaron a Infobae desde su entorno- todavía no asumió oficialmente.

Bibliotecas Populares, en la mira
La Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP) también está incluida en la “ley ómnibus”. La CONABIP cuenta con gran relevancia en el interior del país y en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, se sabe, es uno de los actores más importantes. ¿Por qué? Se trata de bibliotecarias y bibliotecarios que integran las bibliotecas populares y que tienen la oportunidad, en cada edición de la Feria del Libro, de viajar y comprar con descuento libros para los lectores de la comunidad. La Feria abre en un horario especial para estos libreros, que traen en anotadores los pedidos de sus comunidades.

¿Cómo las afectaría de aprobarse el proyecto en el Congreso? El apartado quinto del documento es un apartado dedicado exclusivamente a la CONABIP. Las afecta sobre todo la derogación del Fondo Especial, que creaba la Ley 23.351. Fuentes cercanas a la Comisión advierten el desfinanciamiento a las Bibliotecas Populares y la eliminación de la ayuda que el Estado otorga a esas asociaciones civiles.

Según el texto propuesto, desaparecen los artículos que establecen que “además de las partidas que sean asignadas por el Presupuesto General de Gastos de la Nación” existe el “Fondo Especial para Bibliotecas Populares”. Y que ese Fondo se destina “exclusivamente para el otorgamiento de beneficios directos a las Bibliotecas Populares”.

A su vez, la ley elimina las tarifas reducidas a los servicios públicos para las Bibliotecas Populares así como los beneficios de gravamen fiscal. Entre otros se anulan para ellas la franquicia postal; la liberación de todo gravamen establecido en la ley de impuesto de sellos y la “subvención para el mantenimiento de las instalaciones, aumento del caudal bibliográfico, remuneración y perfeccionamiento del personal bibliotecario —profesional, auxiliar y de maestranza—, modernización del equipamiento y actualización del procesamiento técnico de materiales”.

También promueve la desaparición de la Junta Representativa, es decir un órgano federal dentro de la Conabip. Hasta ahora la Junta estaba compuesta “por un representante por provincia y uno por la Capital Federal”. La nueva ley directamente la elimina.

Las Bibliotecas Populares fueron creadas por Domingo Faustino Sarmiento en 1866. La primera, la Biblioteca Popular Franklin, estuvo en la provincia de San Juan.

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Por qué derogar la ley de Defensa de la actividad librera es una mala idea

1.
¿Sabés que la ley 25.542 de precio uniforme de venta al público y de Defensa de la Actividad Librera establece que los editores deben fijar el precio de venta de los libros y que debe ser el mismo en todos los puntos de venta?

2.
¿Por qué es importante? Al establecer un precio único para toda la cadena de venta, se pone el acento de la competencia en la atención al público, la recomendación y selección de los libros y no en el descuento que se puede hacer en base al poderío económico. La ley parte de la premisa de que las librerías son espacios fundamentales de la vida cultural y en la cadena de valor del libro.

3.
Uno de los malentendidos más comunes es que, si se elimina la ley de precio fijo, el precio de venta al público cae, lo cual ha resultado falso en varios países.

4.
En un principio, vemos ofertas de los grandes jugadores que pueden acceder a comprar mayor cantidad de unidades, por ende con mayor descuento, y trasladan ese descuento al público. Ganan cuota de mercado y disminuyen drásticamente la cuota de los pequeños jugadores hasta hacerlos desaparecer o marginar su rentabilidad. Liberados de una competencia fuerte, vuelven a subir los precios. A mediano plazo no funciona.

5.
Los jugadores de mayor tamaño obtienen un gran descuento de parte de las editoriales en un primer momento porque ofrecen comprar volumen; luego, cuando han monopolizado una cuota de mercado mayoritaria, retiran ese descuento (caso Amazon) y fijan un descuento menor ante la falta de competencia. Este ciclo se observó en varios países.

6.
Hay una estrecha relación entre los países que tienen ley de precio fijo y un robusto entramado de librerías independientes. Es el caso de España y Argentina.

7.
No es casual que países que promueven al libro como bien cultural fundamental y poseen mercados editoriales desarrollados y diversos, tengan un extendido consenso acerca de la protección de las pequeñas y medianas librerías, como es el caso de Alemania, Corea del Sur, España, Italia, Japón, México, Noruega, etc. En Argentina, el consenso a favor de esta ley es ampliamente mayoritario.

8.
Al empezar a cerrar las librerías independientes, desaparecen los puntos de venta de las pequeñas editoriales. Luego desaparecen las pequeñas editoriales.

9.
Las compras a gran escala suelen favorecer y financiar los libros de mayor rotación en detrimento de la bibliodiversidad. Es decir que se exhibirán solo los libros que se venden más. La falta de exhibición genera una menor venta, lo cual a su vez disminuye la rentabilidad de un negocio pensado a escala.

Firmamos:
Feria de Editores (FED), Godot, Carbono, Gourmet Musical, Chai, Centro de Estudios y Políticas Públicas del Libro (UNSAM), Cámara de Librerías Independientes (CALI), Big Sur, Sigilo, Céspedes, Pequeño Editor, Trabajadorxs de prensa del libro, Blatt & Ríos, La Parte Maldita, Maten al Mensajero, Mardulce, Madreselva, Entropía, El cuenco de plata, Marciana, La bestia equilátera, Limonero, Eterna Cadencia, Metonimia Libros, Notanpuan, Corregidor, Dobra Robota, Caja Negra, Beatriz viterbo, Siglo XXI, Hotel de las ideas, Fera, Motus, Gamon, Videos, Galería, Hwarang, Ampersand, Niño, Katz, Alto pogo, Cooperativa TyPEO (Territorio y Producción Editorial Organizada), Rara Avis, Muchas Nueces, Ripio, La Libre, Astier, Del Signo, Culmine, El Colectivo, Hasta Trilce, Ubu, Le Monde, Capital Intelectual, Concreto, Abran Cancha, La Pollera, Gould Libros, MalaTesta Libros, Mandolina Libros, El Jaúl Libros, Fiordo, Conejos, Medio Pan y Un Libro, Lúdico Ediciones, Librería Aguilar, Delibooks, Mascaró, Otras Orillas, Ocio, Mendel, Ojo de poeta, Malisia, EME Editorial, Viva el Libro, Encuentro Libros, Pez Negro, Fedro Libros, Librería en Urano, Cuarto Propio Libros, La Libre, EDITA, Club Hem, Pixel, Fa Editora, Filosurfer, Tercera Persona, Atlántica Libros y Café, City Bell Libros, Al Margen, Fondo de Cultura Económica, Librería del Fondo Arnaldo Orfila Reynal, Arte a babor, Erizo Ediciones, Magia Libros, Yuna Libros, Cariño, Nuria, Los Galgos, Salta el pez, La Coop, Calibroscopio, Fetiche Libros, Club Editor, El Juguete Rabioso, Paradoxa Libros, Mandrágora Libros y Cultura, Adriana Hidalgo, Club Editor, Vinilo, Rayuela, Vitto, El gran pez, Arkhe, Acequia libros, Volcán Azul Libros, El gato escaldado, Tiempos Modernos, La coleccionista de libros, Verne, Caballo Negro, Patio Interno Libros, Te llamaré Viernes, Serapis, Cumulus Nimbus, Pacomiro, Buchwald, Barba de Abejas, La Bohemia,

jueves, 28 de diciembre de 2023

Precio de los libros: al infinito y más allá

Es un secreto a voces que noviembre y diciembre fueron pésimos para las editoriales. Se sabe que en enero los precios de los libros se van a disparar exponencialmente. Pero, mientras tanto, se finge una calma chicha. El pasado 26 de diciembre, Emilia Racciatti publicó la siguiente nota en la página de la agencia TELAM. En su bajada, se lee: "Mientras otros aplicaron incrementos del 15%, algunos sellos decidieron sostener los precios frente la devaluación de principio de mes. 'Si informás una lista ahora, atacás al sector librero que es el que trabaja a la par de las editoriales independientes. Es un ecosistema donde estamos todos relacionados', señaló a Télam Víctor Malumián, uno de los responsables de Godot".

¿Qué pasará con el precio de los libros? Por qué algunas editoriales no aumentaron a pesar de la devaluación

Después de la devaluación del 100% anunciada el 12 de diciembre, los sellos editoriales tomaron distintos caminos de cara a las compras de un mes clave debido a las fiestas y mientras algunos mantuvieron los valores ya estipulados, otros aplicaron aumentos del 15%; sin embargo la tendencia es que en enero de 2024 los precios de los libros tendrán entre un 30 y 40% de aumento.

Previo a las vacaciones y en vísperas de las fiestas, las editoriales se suelen preparar para un tiempo de ventas fuerte pero este año la devaluación, a poco de iniciado el mes, modificó precios y cambió planes de compras que no se sabe aún cómo impactará en las librerías. En este contexto, algunos sellos como Blatt & Ríos, Godot y los que integran el conglomerado editorial Penguin Random House, decidieron sostener los precios.

"No aumentamos los precios a mitad de mes porque decidimos mantenernos en la tradición de Blatt & Ríos que es aumentar los precios una vez por mes, a comienzo de mes (los meses que aumentamos, que tampoco son todos)", explicó el poeta y editor Mariano Blatt en diálogo con Télam.

En cuanto a cómo se establecen los aumentos, Blatt explica que se basan "en los costos, como presupuestos de imprenta, paritarias y costos de fletes". Este mes decidieron "seguir trabajando de la misma manera", sostuvo y señaló que el próximo aumento está pensado para principios de enero.

En esa línea, Víctor Malumián, uno de los responsables de Godot, dijo que "el 80% de los sellos van a informar precios nuevos los primeros días de enero".

Sobre esta cuestión trazó un panorama: "Si informás una lista de precios ahora, atentas contra la venta de navidad y diciembre que es una de las más fuertes. Atacás al sector librero que es el que conspira y trabaja a la par de las editoriales independientes. Si los plazos de pago son muy largos ese libro no lográs reponerlo y quizás era necesario un aumento porque ya aumentaron las papeleras y ahí es donde la teoría choca con la práctica".

Al también impulsor de la Feria de Editoriales (FED), le gusta hablar de ecosistema del libro. "De esta vamos a salir todos juntos o no va a salir nadie, las veces que se hizo un sálvese quien pueda con ventas por fuera, aumentos indiscriminados no funcionan porque tarde o temprano vamos a salir de esto y todos tenemos memoria entonces está bueno apoyar a las librerías. En esa línea fue la iniciativa de las editoriales más pequeñas. Entiendo al que tuvo que aumentar pero pasar una lista de precios nueva a 15 días de las fiestas es implementable", afirmó.

"Este tipo de relaciones con las librerías y con la prensa son recíprocas y forman parte de la subsistencia de las editoriales independientes. Es un ecosistema donde estamos todos relacionados. Cae alguien y nos afecta a todos", sostuvo.

Para Blatt, "el contacto con otras distribuidoras y editoriales es permanente, mucho más en esta crisis". El autor de Vagón fumador y Mi juventud unida sostiene que ese contacto y esa red con colegas "es una referencia indispensable, pero lo que define son nuestros costos".

"Es probable que nuestro aumento ronde la inflación que este mes desde diferentes sectores se viene insinuando: alrededor del 30%. Tal vez más, si lo costos así lo indican, tal vez menos si el PVP de nuestros libros se torna inalcanzable. El último aumento lo habíamos hecho a principios de diciembre", explicó.

Sobre futuros aumentos, Malumián anticipó que serán "a partir del 6 de enero cuando ya todas las librerías van a haber pasado sus ventas de fin de año y habrá un panorama más claro" y calcula que los aumentos serán entre el 40 y 50%.

"Si bien es verdad que todos los proveedores que están en la cadena de valor del libro habían anunciado sus aumentos al momento que se anunciaron las nuevas medidas económicas, no sé cuánto margen de acción hay para poder curar eso. El gran problema que tenemos hoy son los plazos de pago porque hay cadenas que están pagando a 90 días y eso es completamente inadmisible en el porcentaje inflacionario que tenemos a diario", explicó el editor acerca de uno de los principales conflictos del sector.

Para apuntalar las ventas, tanto Blatt & Ríos como Godot también impulsaron otras estrategias. En el caso de la primera editorial, el miércoles 27 de diciembre de 10 a 18 abrirán las puertas de su distribuidora en la calle Loyola 475, en el barrio de Villa Crespo, para vender con descuentos los libros de los sellos que distribuyen como Selva Canela, Caballo Negro, Serapis, Marciana, También el caracol y Omnívora, entre otros.

"Vamos a despedir el año con una apertura de nuestra distribuidora, que incluirá la oferta de libros fallados pero completamente legibles al 50% de PVP. Libros buenos, una suerte de 2da selección", anunciaron en su cuenta de X, exTwitter.

En el caso de Godot son impulsores, junto Blatt & Ríos y 11 sellos más de Satélites naturales, un libro con textos seleccionados sobre la escritura, la lectura y las bibliotecas que se entrega de regalo con la compra de dos libros de estos sellos.

Además de Blatt&Ríos y Godot, forman parte de esta iniciativa editoriales como Caja Negra, Leteo, Mardulce, Sigilo, Entropía, Ampersand, Chai Editora, Eterna Cadencia, El cuenco del plata, El Gato y La Caja y Gourmet Musical Ediciones.

Dedicado al editor, autor y traductor Christian Kupchik, fallecido este año, Satélites naturales cuenta con textos de Sergio Chejfec, Lee Child, Margo Glantz, Virginia Higa, Martín Kohan, Jonas Mekas, Lorrie Moore y Peter Orner, entre otros.

En tanto en los sellos grandes, Penguin Random House, que concentra los títulos de Lumen, Alfaguara, Aguilar, Debate, Salamandra y Suma, entre otros, no hizo cambios post devaluación de diciembre y prevé aumentos en enero pero sin confirmaciones sobre el monto. "No hay información al respecto aún", respondieron a Télam.

El otro grupo editorial grande, Planeta, donde se concentran por ejemplo Ariel, Emecé, Minotauro, Tusquets, Seix Barral y Paidós, registraron aumentos del 15% post devaluación según libreros. El sello no respondió ante la consulta de Télam sobre estos valores.

miércoles, 27 de diciembre de 2023

"El misterio de la lista incongruente"

En 2019, a partir de veinticinco entradas, este blog se ocupo de explicar por qué no hay que usar el Diccionario de la Real Academia Española, mostrando engorrosas definiciones del todo absurdas que, por si fuera poco, sesgaban el uso de la lengua castellana hacia una variante groseramente ibérica. Luego, en diversas ocasiones, hemos vuelto a la cuestión. Suponemos que hoy, cuando gracias a un breve artículo de Marietta Gargatagli volvemos al tema, no termina la cuestión.

"Gaucho"

¿Qué decir de las definiciones del diccionario de la Real Academia Española en relación con la palabra “gaucho”, palabra a la que califican de origen incierto?

1. adj. Arg. y Ur. Perteneciente o relativo a los gauchos. Un apero gaucho.

2. adj. Arg. y Ur. Dicho de una persona: Noble, valiente y generosa.

3. adj. Arg. Dicho de un animal o de una cosa: Que proporciona satisfacción por su rendimiento.

4. adj. Arg. p. us. Ducho en tretas, taimado.

5. m. Mestizo que, en los siglos XVIII y XIX, habitaba la Argentina, Uruguay y Río Grande del Sur, en el Brasil, era jinete trashumante y diestro en los trabajos ganaderos.

6. m. Arg. y Ur. Hombre de campo, experimentado en las faenas ganaderas tradicionales.

El misterio de la lista incongruente —la definición de la palabra está en quinto lugar precedida de acepciones contradictorias e incluso desusadas— resulta de la fusión de viejos diccionarios de la rae y contribuciones contemporáneas (acepciones 1, 2, 3, 4, 5 y 6) de la Academia Argentina de Letras o, quizás, de la Academia Nacional de Letras de Uruguay. Contribuciones que, dicho sea de paso, no se mencionan. 

Una lástima que la definición 5 de la Academia Argentina de Letras no se reprodujera con exactitud. Siguiendo el hábito de enmendar la plana tan conocido en el arte de traducir de las editoriales españolas, las modificaciones introducidas convierten lo que estaba bien en un menjunje.

Repetimos la acepción 5 y recordamos abajo la increíble definición* de mestizo de la rae.

5. Mestizo que, en los siglos XVIII y XIX, habitaba la Argentina, Uruguay y Río Grande del Sur, en el Brasil, era jinete trashumante y diestro en los trabajos ganaderos.

 La versión original de la Academia Argentina de Letras dice:

Jinete trashumante, diestro en los trabajos ganaderos, que en los siglos XVIII y XIX, habitaba la Argentina, el Uruguay y Río Grande del Sur del Brasil.

También hay transformaciones en la acepción 6. 

La rae:

6. m. Arg. y Ur. Hombre de campo, experimentado en las faenas ganaderas tradicionales.

La versión original de la Academia Argentina de Letras decía:

                  Peón rural experimentado en las faenas ganaderas tradicionales. 

La sustitución de “peón rural” por “hombre de campo” (rae) se explica por la permanente obsesión por eliminar palabras americanas para poner en su lugar cualquier cosa: en la Argentina, un “hombre de campo” suele ser el propietario rural y no el trabajador.

Además, como en muchos países, “hombre de campo” se opone a “hombre de ciudad” con el mismo sentido genérico de “hombre de la calle”, “hombre en la multitud”… nada que convenga a “gaucho”.

*Definición de mestizo: persona nacida de padre y madre de raza diferente, en especial de blanco e india, o de indio y blanca.


Si alguien alguna vez quisiera revisar el diccionario de la rae para darle una última oportunidad antes de que desaparezca debería mencionar que las “indias” a las que se alude en la definición de “mestizos” fueron mujeres indígenas a las que violaron los “blancos”enviados por Isabel de Castilla y sucesores. Si de esa unión forzada nacía una niña, la criatura se incorporaba a la sociedad colonial, como concubina, como servidumbre, en raroscasos, como esposa legal. Si nacía un varón, al menos en el sur del sur, tenía que ganarse la vida en la trashumancia de las interminables praderas americanas. De ahí la ambivalencia etimológica entre “gaucho” y “guacho”.

Resulta imposible no señalar, por fin, una rareza.En un diccionario que no ofrece etimologías, los americanismos tienen ese honor. Elevados al rango de “extranjerismos” la etimología los “explica” y los sumerge en un río común donde se bañan públicos (hablaremos de esta cuestión otro día) a los que se percibe, cada vez más, como más iletrados.

En las observaciones anteriores se cita el Diccionario del habla de los argentinos, Academia Argentina de Letras, Espasa, 2003.

martes, 26 de diciembre de 2023

Ejercicios de futurología en el mundo del libro

"El aumento del papel, la apertura de las importaciones y el posible fin de políticas públicas de promoción generan debate en el sector del libro, en medio de un diciembre problemático e inflacionario." Eso dice la bajada de la nota publicada por Luciano Sáliche, en Cultura InfoBAE, del 22 de diciembre pasado.

En la industria editorial hay viejos problemas, nuevos dilemas y mucha incertidumbre

¿Quién lee mientras la economía colapsa? ¿Quién produce libros, quién los escribe, quién los vende, quién los compra? “Somos una cadena”, dice Cecilia Fanti, escritora, dueña de la librería Céspedes y vice de la Cámara Argentina de Librerías Independientes. La nueva escalada del dólar, la última devaluación del 54% y una inflación interanual de 160.9% golpearon a la industria editorial: aumento del precio del papel, del precio del libro y una gran desregulación anunciada por el presidente Javier Milei que promete trastocar notablemente al sector del libro. “Nosotros estamos pidiendo reuniones a todo nivel, Cultura, Educación, Cancillería y demás, para poder aceitar y mejorar todo este tipo de cosas”, dice Juan Manuel Pampín, dueño del sello Corregidor y presidente de la Cámara Argentina del Libro. El problema, explica, es que aún los cargos no están formalizados y las respuestas se demoran. Lo que hay, como siempre, es incertidumbre.

Ajuste y mensajes cruzados
Céspedes está en el barrio porteño de Colegiales, sobre Álvarez Thomas. “Estoy en la librería todos los días, ayer fue un día de ventas muy bueno pero hoy no pasó nada”, dice su dueña, Cecilia Fanti, y agrega: “Históricamente vendí un promedio de 3 mil libros por mes. Es un montón. El año pasado vendí un 10% menos. Este año, sobre ese 10% vendí un 15 o 20% menos. Este es un mercado que se está contrayendo. Eso impacta en toda la cadena, porque si yo en 2021 le reportaba a un editor ventas por 150 ejemplares y el año pasado le reporté por 145, este año le reporté por 110. Estuve toda la mañana hablando con el banco, bajó la tasa porque bajó la tasa de los plazos fijos, entonces de rebote bajó la tasa del plan Ahora Tres, pero como todavía hay Ahora Tres y en el DNU dijeron que justamente se liberaban las regulaciones con tarjeta de crédito, ya no sé cuál es el tope de la comisión que me van a cobrar. Tenés una serie de mensajes cruzados que son para volverte loco”.

Sobre la mesa, números y comparaciones. ¿Cuál es el balance? “El diciembre pasado fue muy malo —asegura Fanti—, fue increíblemente malo: el peor diciembre desde que abrí la librería. No se debió a una cuestión exclusivamente económica; estuvo el Mundial, que sacó a la gente a la calle, además el 21 de diciembre fue feriado: estábamos todos festejando. Este mes vengo vendiendo más que el diciembre de 2022 pero cuando miro comparativamente con el diciembre del 2021 me pongo a llorar. Es una baja que viene bastante sostenida, que es entre el 15 y el 18%. Es un montón en cantidad de libros”. “Nosotros somos intermediarios”, dice Jorge Walduther, dueño de la distribuidora que lleva su apellido. “Lo que vemos es que las editoriales tienen que volcar el aumento de sus costos a los precios de sus libros. Todos están aumentando y nosotros también. Tuvimos que ajustar los precios de acuerdo al nuevo tipo de cambio”, agrega.

Acodada en el mostrador de Céspedes, Cecilia Fanti —autora de ficciones como La chica del milagro y A esta hora de la noche— explica que “los precios de los libros aumentaron, pero hubo una tendencia, yo diría más general, de mantenerlos en diciembre, teniendo en cuenta el aumento acumulado que habían tenido en el año. Y después tenés algunas importadoras y algunas editoriales, las más grandes, con gran estructura para absorber esos costos, porque se sabe que cerraron un buen año, rápidamente clavaron un 30 o 40% de aumento a los libros que comercializan o que editan. Tenés grandes grupos que dijeron que todavía no iban a hacer ningún movimiento en estas semanas y tenés también grandes grupos que, automáticamente que se anunciaron las primeras medidas, trasladaron eso a precios. Esto significó una complejidad en la operatoria”.

“El negocio editorial es una mixtura entre material en firme y material consignado”, explica Fanti. El sistema de consignación es el que adoptan las librerías: se quedan con una determinada cantidad de libros y cuando los venden les pagan a las editoriales. “No sé si es un sistema perfectible o no, pero también es la manera para que cada novedad que sale pueda estar en todas las librerías”, dijo en una entrevista reciente Norberto Gugliotella, editor de Corregidor. En ese sentido, la librera sostiene que “la proporción de material consignado que tiene una librería es bastante mayor a la cantidad de libros que tiene en firme, es decir, que son propios. Eso ocurre por varios motivos: un material literario con una tirada acotada, porque sirve al perfil de mi librería, porque sabés que lo vas a vender, porque sabés que el mes que viene los vas a pagar más caros. Tiene mucho que ver con el criterio de cada librería”.

El viejo asunto del papel
El precio del papel está en el centro de la discusión editorial. ¿Qué pasó en los últimos días, qué pasará en los que vienen? “Se está produciendo todo un reacomodamiento de precios muy importante”, dice Pampín. “El papel aumentó más del 50% en el último mes; en las últimas dos semanas fue del 20%. Históricamente el papel representó entre un 30 a 35% del costo del libro. A principios de este año, cuando nosotros hicimos la alerta, llegó a estar en 50 y hoy va camino al 55%. Es un insumo que a nosotros nos preocupa mucho. Muchos van a decir que se abre la posibilidad de importar papel”. En Argentina solo hay dos empresas que abastecen al mercado del libro: Celulosa y Ledesma. Consultados por Infobae Cultura, representantes de ambas firmas dijeron estar estudiando la situación.

“El papel de uso editorial es más o menos el 20% de la producción total de papel”, explica Pampín. “Si los libros aumentaron más que la inflación es porque el papel aumentó más que la inflación”, comenta Fanti.

“Aquel que tenga la posibilidad de importarlo lo va a hacer —continúa el presidente de la CAL—, y lo va a hacer a un mejor precio. Quiero suponer que a partir de que se regularice un poco la situación macroeconómica y que sepamos a cuánto vamos a pagar el dólar, mucha gente, lamentablemente, y eso también nos preocupa, va a terminar imprimiendo en China, como estaba sucediendo hace un tiempo. Nosotros, como editores argentinos, queremos evitarlo, porque queremos que el trabajo quede acá. Aparte es infinita la diferencia de calidad y cantidad de papel, de impresión y de variedades que vos podés encontrar. Hoy por hoy, en Argentina tenés como tres o cuatro papeles: tenés ese injerto que es el NAT, el papel que inventó Ledesma, teóricamente como una solución ecológica. Después estaba Lime, que es el diario mejorado, que empezó siendo una solución ecológica y barata y hoy no solo no es barata sino que encima es la única que se consigue”.

¿Qué pasa con las importaciones?
El DNU de Javier Milei expresa que “el Poder Ejecutivo Nacional no podrá establecer prohibiciones ni restricciones a las exportaciones o importaciones por motivos económicos. Solo se podrán realizar por Ley”. En materia de libros, este asunto es importante. “A lo que nosotros aspiramos es a la posibilidad de importar libremente. Y si ocurre eso, creemos que vamos a poder trabajar un poco mejor”, dice Jorge Walduther. “Pudimos hacer una sola importación este año. Y el año pasado fue diez meses después de haber hecho los pedidos. Evidentemente así no se podía seguir trabajando”. Este asunto lleva bastante tiempo: denuncia de trabas, burocracia y la falta de políticas públicas claras. “Lo que se juega es la bibliodiversidad”, subraya, y agrega que “estaban entrando muy pocos libros. No se puede editar todo acá, en Buenos Aires, o imprimir, como hacíamos nosotros con textos de editoriales españolas”.

“Traer todo el catálogo del editor para mejorar la oferta bibliográfica de los lectores nos va a favorecer. Nosotros no traemos de a mil o 2 mil, traemos de a treinta, cincuenta, setenta. Esto va a favorecer la oferta”, asegura Waldhuter. La posición de Juan Manuel Pampín es diferente: “Calculo que a los importadores, en líneas generales, la apertura les va a convenir, pero nosotros somos exportadores natos, me refiero a los editores argentinos. Ahora se nos va a complicar. Los editores asociados a la CAL, que son entre 400 y 450, son pymes y micropymes; el 90% no llega a tener ni diez empleados. Una exportación argentina promedio puede ser de 4 mil o 5 mil dólares. Hay algunos números que se hacen imposibles. Tenés que traer toneladas de papel. Yo veo con cierta preocupación el tema de los precios. En los últimos dos o tres meses, sobre todo el material importado, aumentó muchísimo; el material nacional también. Se ve una baja importante de ventas en librerías”.

Lógicamente con un nuevo tipo de cambio, el freno no va a estar en poder importar, sino en el valor que van a adquirir esos libros. Pero eso ya no lo decidimos nosotros”, dice Waldhuter y agrega: “Hace seis meses que no podíamos pagar al exterior por todo tipo de trabas. Durante años nos pidieron que sustituyamos importaciones; lo hicimos. Entonces teníamos que pagar los derechos a los editores por los libros que imprimíamos acá; tampoco podíamos pagar esos derechos. Es perverso todo lo que hicieron”, dice y enumera toda la burocracia con el SIRA (Sistema de importaciones de la República Argentina) y la Ley de Tintas a la cabeza. “Si se puede volver a imprimir en China, en India, en Europa del Este, que es lo mismo que pasa en España, vamos a tener que ajustar precios y valores. Y las imprentas, uno de los gremios más protegidos, van a tener que ajustarse también. De todas formas, si acá nos hacen buenos precios vamos a seguir imprimiendo acá”.

“Yo soy optimista”, dice Waldhuter. “No se podía seguir trabajando así. Veremos cómo se acomodan los precios, los valores, el tipo de cambio. Pero evidentemente, con tantas trabas no se podía seguir trabajando. Uno no puede hacer una inversión en una Feria del Libro que es millonaria y no poder traer los libros que quisieras exponer ahí”.

Los procesos virtuosos
Una política que daba buen aire al mercado editorial eran la relacionadas a los materiales escolares. Mediante el Ministerio de Educación se hacían grandes compras a editoriales para que lleguen a las aulas. “Por lo que se está dejando entrever eso se va a cortar”, se anticipa Pampín. “Hay planes que quedaron no inconclusos y hay muchos editores preocupados porque también están esperando cobrar. Ahora, con el cambio de conducción, con la degradación a secretaría y demás, tenemos a muchos funcionarios que todavía ni siquiera tienen la formalidad del cargo. Pero el Estado está recibiendo aquello y dice: ‘tengo que revisarlo’. Nosotros pedimos celeridad, porque en las últimas compras participaron cerca de 80 o 90 editoriales de todo tipo y colores: Santillana, Mandioca, que son editoriales gigantes, y otras más chicas tipo Abrancancha o Bambalinas, que son dos o tres personas, o Editorial del Camino, que es una sola persona“, agrega.

Para Pampín, hay que celebrar “la posibilidad de que esas editoriales puedan participar de estos procesos” porque es “un proceso virtuoso”. “Hoy es una preocupación más allá de celebrarlo. Por otro lado, sé que en uno o dos años este tipo de procesos los vamos a extrañar indefectiblemente. Además, con la disparada de precios que hubo últimamente a cualquier editor que tenga algo para cobrar se le vuelve muy complicado. Porque, en principio, la primera preocupación es cobrar lo que cada uno tiene pendiente en diferentes ámbitos. Y la segunda preocupación o la segunda pregunta, que de hecho ayer nosotros hicimos una reunión general de socios y es algo que planteamos y discutimos mucho, es si va a haber alguna nueva compra. Funcionó como un apalancamiento muy fuerte el sistema de compras escolares. No solo compraban textos, sino que compraban literatura complementaria”, explica.

“Cada fin de semana hay un montón de ferias a lo largo y a lo ancho del país”, dice Pampín. Está la gran Feria, la de la Rural, el epicentro, pero alrededor proliferan cientos de ferias que nutren la dinámica de la industria. La gran mayoría de ellas, apoyadas por municipios. ¿Qué pasará ahora? ¿Y de cara al exterior? El Estado tiene varios programas para fomentar la venta de libros afuera, como Argentina Key Titles. “Hoy lo vemos como una nebulosa”, confiesa el presidente de la CAL. “Hay mucha preocupación. Hay programas que están buenísimos, que sirven para difundir el libro, porque tiene una doble función: es un hecho cultural y un hecho económico. Nosotros estamos llevando cultura argentina y cada vez somos más reconocidos dentro del mercado de industrias culturales. Llegar a ganar un mercado o a poder participar considerablemente es algo que lleva mucho tiempo. Estamos pidiendo reuniones con todos para saber qué es lo que vamos a poder sostener”, agrega.

Pensar en cadena
Esta semana se anunció la conformación de la Cámara Argentina de Librerías Independientes (CALI), que preside Mónica Dinerstein, de la librería Tiempos Modernos. Fanti es la vicepresidenta. “Se trata de profesionalizar un rubro, profesionalizar un oficio, profesionalizar una industria. Tiene que ver con algo del orden de la unión. Las cámaras, además de dialogar con los gobiernos de turno, dialogan con los otros representantes del sector. Tienen un rol formativo y un rol que trasciende lo personal: la conversación deja de ser personal para pasar a ser de rubro, de gremio. Y es también poder pensar a futuro, garantizar la pervivencia de un tipo específico de librería que aporta valor en cada comunidad y en cada ciudad en la que está. Apostar al crecimiento de la bibliodiversidad, de estos espacios, a la profesionalización de los libreros y a que sigan existiendo los lectores”, asegura la librera.

En torno a la discusión sobre imprimir los libros en el exterior, sostiene que no va a mejorar la industria, “porque la industria es una cadena”. ¿A qué se refiere? “La cadena incluye un montón de gente que trabaja en la preproducción, como las imprentas locales, que tampoco pueden acceder al papel o negociar porque saben que el papel que acá pagan en x cantidad de dólares afuera está más económico. Tenemos que pensar en términos de cadena, sobre todo en este momento. Es muy importante salir del individualismo, ser solidarios y encontrar acuerdos entre los privados. En esa cadena estamos todos: el escritor, la editorial que le paga un adelanto, el diseñador, el corrector que corrige la galera, el imprentero y toda la gente que en una editorial hay trabajando en marketing, en prensa, administrativos. Y eso llega a la librería con todos los gastos fijos que tiene: alquiler, servicios, empleados. Hasta que el libro se vende y llega a las manos de un lector”.

viernes, 22 de diciembre de 2023

Biblioteca Nacional y Conabip, de estreno

"Ayer, el escritor Juan Sasturain le entregó un voluminoso informe de gestión a su sucesora, la bibliotecaria Susana Soto Pérez; el editor y bibliotecólogo Raúl Escandar presidirá la Conabip", Esto dice la bajada de la nota publicada por Daniel Gigena, en el diario La Nación, de Buenos Aires, del 19 de diciembre pasado.

“La mejor mutua impresión”. Recambio de autoridades en la Biblioteca Nacional

Ayer al mediodía, la elegida por el secretario de Cultura Leonardo Cifelli para dirigir la Biblioteca Nacional Mariano Moreno (BNMM), la bibliotecaria Susana Soto Pérez, se reunió con el director saliente, el escritor Juan Sasturain, y su equipo en la sede de la BNMM (Agüero 2502). Después de la reunión, donde el autor de El último Hammett le hizo entrega a Soto Pérez de un voluminoso informe de gestión, la flamante funcionaria hizo una recorrida por la institución.

“Todo fue muy cordial -dice Sasturain a La Nación-. La mejor mutua impresión. Dialogó con todos los directores y conmigo, y después recorrió toda la Biblioteca en una visita guiada por ellos”. Participaron del encuentro la subdirectora, Elsa Rapetti; el director nacional de Coordinación Bibliotecológica, Pablo García; el director nacional de Coordinación Cultural, Guillermo David, y el director general de Coordinación Administrativa, Roberto Arno.

“Se la vio muy conocedora, interesada en todo y cómoda -describe Sasturain-. Aparte, se llevó el toco del informe de gestión. El sintético, general, y el analítico, por áreas. Esperemos que la transición sea virtuosa, más allá de la repercusión que pueda tener la política general del Gobierno con respecto a las instituciones del Estado. Pero eso nos trasciende”. Soto Pérez, cuyo nombramiento recibió el apoyo de bibliotecarios y archivistas de la Argentina, le agradeció al escritor la bienvenida y el trabajo en equipo.

Respecto de esto último, el escritor apuesta por la continuidad de los directivos en la BNMM, cuyos contratos vencen en otoño de 2024. En la institución trabajan actualmente 915 personas, si se suman la sede cordobesa, la marplatense y la de la calle México 564, además de los docentes de las dos carreras de Escuela Nacional de Bibliotecarios. Soto Pérez deberá designar autoridades en el Museo del Libro y de la Lengua (bautizado “Horacio González” en 2022) que hasta inicios de mes estuvo a cargo de la escritora María Moreno.

La Nación intentó comunicarse nuevamente con Soto Pérez que indicó que las entrevistas debían coordinarse a través de la Dirección de Comunicación de la Secretaría de Cultura. Hasta hoy, la designación de Cifelli, que integra el súper Ministerio de Capital Humano comandado por Sandra Pettovello, no fue publicada en el Boletín Oficial, así como tampoco la de ninguno de los responsables de las áreas centralizadas y descentralizadas de Cultura.

El periodista, editor y bibliotecario Raúl Escandar reemplaza a la exdiputada María del Carmen Bianchi en la presidencia de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip), institución creada por Domingo F. Sarmiento hace más de 150 años. Escandar, que se desempeñó como director de la Biblioteca del Museo Mitre y de la Biblioteca Alcon Laboratorios, integra la Sociedad Argentina de Información (SAI) donde dirigió el Boletín Informativo, una publicación electrónica destinada a la actualización de la comunidad bibliotecológica. Dirige el sello Ediciones Científicas Argentinas desde 1997. Ha escrito y editado artículos y libros, y se lo considera un referente de la bibliotecología. El martes de la semana pasada él y Bianchi hicieron el “traspaso” de la presidencia de la Conabip.

jueves, 21 de diciembre de 2023

Montezanti volvió a hacerlo: ¡felicitaciones!

En la entrada del 29 de octubre de 2021, celebrábamos la aparición de Sonetos amorosos del Renacimiento inglés, volumen de versiones realizadas por Miguel Ángel Montezanti, publicado por EUDEM, la Editorial de la Universidad de Mar del Plata. Dos años después, la misma editorial publica  Sonetos amorosos del Renacimiento inglés II, otro volumen que reúne traducciones de  Henry Constable (1562-1613) y Samuel Daniel (1562-1619). Se trata de Diana y Sonetos espirituales, y de  Delia, respectivamente, textos en los que Montezanti vuelve a demostrar su conocimiento y extrema sensibilidad para con la forma, proveyendo al lector, además, de una introducción que le da contexto a su labor.

miércoles, 20 de diciembre de 2023

Contra la traducción multinacional

Como saben los lectores de este blog, Marietta Gargatagli es una referencia obligada a la hora de poner las cosas en orden en el mundo de la traducción. Por eso, con mucha alegría, reproducimos a continuación un texto inédito que nos envió; en este caso, sobre su oculta afición al turf.

Leguizamo solo

Una amiga que trabaja para una empresa que traduce series y películas me mandó unas preguntas sobre apuestas y caballos.

Pensé lo que hubiera pensado cualquiera: no tengo la menor idea de apuestas y caballos. Iba a escribirle: “lo siento, no tengo la menor….” cuando empezaron a pasar por mi cabeza imágenes desparramadas: el abuelo de mi papá que iba todos los domingos al hipódromo como quien va a misa, la fascinación de las chicas por los polistas (los hombres más lindos del mundo a los catorce años), el día que alguien nos enseñó a montar, las riendas y el miedo, la tropilla de caballos salvajes que vino hacia nosotros justo cuando estábamos solos, los caballos de la policía montada, los caballos de los desfiles, los caballos negros con los penachos negros de los entierros, el caballo del lechero de mi infancia, del verdulero, los carros rusos que se sabían ver por las calles de Paraná, los “jinetes bajo la lluvia” (Borges) que liberaron América y nos contemplaban en todas las plazas de la República con las herraduras y las espuelas y los aperos dibujados en el bronce o en el mármol.

Recordé además que tenía en mi casa dos diccionarios argentinos de caballos y que Bioy, no me acuerdo dónde, mencionaba las frases comunes que venían del mundo compartido con esos animales y también que la primera versión de “Fundación mítica de Buenos Aires” estaba escrita usando los colores de los pelajes, como si fueran los colores mismos de la patria.

En resumen, aunque yo personalmente no supiera nada de apuestas y caballos, me críe en un país ganadero —cuyos informativos de la radio de las seis de la mañana te perforan los oídos con los remates de Liniers y los capones y el kilo vivo— y en cuyas extensas praderas galoparon los gauchos, los guaderios, el paisanaje, nuestro particular far west, los héroes de las ficciones históricas y donde el turf, el polo, el pato y la cría de caballos de raza o de trabajo, tienen una popularidad sin límite o cierta fama.

Me puse a trabajar, no tardé en encontrar algunas soluciones a las preguntas y se las mandé. La respuesta, dejando de lado las gracias y todo eso, incluía un comentario que me pareció sorprendente. Esa sorpresa fue el origen de este breve texto. Decía mi corresponsal que lo enviado había sido utilísimo para entender de lo que hablaban los personajes (norteamericanos) y poder construir equivalencias que, en principio, no existen.

Explico entonces lo que razoné. Cuando pensamos la traducción imaginamos que la forma adecuada de descifrar los textos es mediante herramientas lingüísticas comunes. El castellano universal sería una herramienta común. Sin embargo, la realidad no está codificada con sencillez: existen experiencias, atmósferas, silencios, tan importantes como las palabras.

Una vez tomé un colectivo en Buenos Aires que iba alguna parte. Recuerdo que se fue llenando de hombres solos que tenían en común una especie de folleto siempre en el mismo bolsillo del traje o del pantalón. La escena era muda, sin voz ni subtítulos, y los caballeros no tenían el aspecto benevolente necesario para preguntarles quiénes eran y dónde iban. Eran burreros hacia el hipódromo de San Isidro. Lo supe después cuando describí a alguien el extraño viaje. Los atributos: era la tarde, iban a las carreras, eran aficionados, lo que llevaban en el bolsillo se llamaba La Fija, una revista de apuestas, eran de condición modesta, eran soñadores, eran guardianes de una tradición, todo eso no estaba en las palabras porque además no hablaban.  

Las series o las películas pueden mostrar la escena silenciosa y seguir después con la cámara a algún personaje que finalmente pronuncia, a lo mejor, unas pocas palabras. Me di cuenta, entre las búsquedas y los emails, de que para traducir esas pocas cosas que dice alguien hay que tener la experiencia completa en la cabeza. O por lo menos imaginar algo parecido a una experiencia. Traducir literalmente lo que dicen no sirve. Traducir multinacionalmente, como se hace ahora, tampoco.

 

 

martes, 19 de diciembre de 2023

¡Sonamos! ¡Ahora todo el mundo va a hablar mal!









La RAE será la fuente principal en Google para todas las consultas sobre significado

En el marco del proyecto LEIA (Lengua Española e Inteligencia Artificial) de la Real Academia Española, desde hoy quien consulte en Google el significado de una palabra en español encontrará como resultado principal y destacado la definición del diccionario de la Real Academia Española (RAE), junto a sinónimos, antónimos, definición territorial e incluso archivos de sonido con la acentuación de cada palabra.

Sumada a esta novedad, se anunciaron también mejoras en el teclado predictivo y de esta manera las dos novedades tendrán impacto en millones de personas que se comunican en idioma español a través de procesadores de texto, navegadores de Internet y servicios de mensajería digital

Hasta ayer, el usuario que buscaba la palabra “montaña” encontraba primero la página de Wikipedia, con una especie de antetítulo, un entrecomillado que sintetizaba la definición de la palabra ilustrado con fotografías de montañas. Después, aparecían siete noticias o contenidos relacionados con la búsqueda. De ahora en más, la definición del Diccionario reemplazará a la de Wikipedia.

Santiago Muñoz Machado, el director de la Academia, se refirió al ingreso del Diccionario en Google: “La difusión del Diccionario multiplicará su potencia gracias a este acuerdo de colaboración con Google. Empieza una nueva era, de incomparable mayor impacto mundial que cualquiera de las anteriores. El DLE cuidará con esta herramienta y con el corrector de su teclado Android, de proteger el español adaptado a la normativa de la Academia en cualquier lugar del mundo”, dijo a El Mundo.

Otro de los cambios podría tener más impacto en la vida cotidiana de los usuarios. Se trata de la incorporación del Lexicón, el repertorio léxico del Diccionario de la Lengua Española de la RAE y de la Asociación de Academias de la Lengua Española en el teclado del sistema operativo Android, conocido como Gboard. Esto implica una mejora en el entrenamiento del teclado predictivo de Google para entender lo que los usuarios escribe. De esta manera, predecirá con mayor éxito cuándo debe poner el acento en “si”, cuándo dejar “Él” escrito con mayúscula o identificar una frase en inglés, sin sustituirlas por palabras en español. El lexicón al que se refiere la Real Academia Española es su gran base de datos lingüísticos, su banco de textos orales y escritos que recogen cómo se usa el español. En adelante, el teclado GBoard tendrá acceso a esa información acumulada por la Academia.

La colaboración de Google y la Real Academia Española es una parte del proyecto LEIA (Lengua Española e Inteligencia Artificial), que reúne el trabajo tecnológico de la RAE con varias compañías. Fuencisla Clemares, directora de Google España y Portugal, recordó el recorrido del proyecto: “Desde que se anunció la puesta en marcha del proyecto LEIA, en noviembre de 2019, hemos trabajado para mejorar la presencia del español escrito en nuestros productos.

La integración del repertorio léxico del Diccionario de la lengua española de la RAE ha ido de la mano de una serie de experimentos que utilizan una metodología de Inteligencia Artificial llamada ‘análisis federado’, mediante los cuales hemos visto mejoras críticas como correcciones de errores más rápidos, mayor comprensión del contenido para recomendar la palabra correcta, cambiar entre inglés y español al escribir y reducir sesgos”, según dijo Muñoz Machado al diario El Mundo.

Además, informó que se han añadido cientos de miles de palabras al repertorio que maneja el teclado inteligente para realizar sus sugerencias. Por ejemplo: antigüedades, archipiélago, capuchino, guijarro, pleistoceno, risueño, agroecología, teleasistencia, criptomonedas y euríbor.

lunes, 18 de diciembre de 2023

Dicul: se acabó lo que se daba

El 14 de diciembre pasado, Daniel Gigena, en un artículo publicado en La Nación, de Buenos Aires, hizo público el principio de desmantelamiento de algunos de los programas de la Dirección de Asuntos Culturales de la Cancillería argentina. En la bajada se lee: "La Dicul informó que suspende el programa que entrega pasajes a artistas invitados a ferias, festivales y residencias internacionales; ahora se ocupará no solo de la la difusión de la cultura argentina en el exterior sino también de temas de comercialización"

Recortan fondos y reperfilan la dirección de Cultura de la Cancillería argentina

La “motosierra” no discrimina. Mediante un escueto comunicado que se publicó hoy en la cuenta de X de la Dirección de Asuntos Culturales de la Cancillería argentina (Dicul), se informó que quedaba suspendida la segunda convocatoria del Programa Cultura Argentina al Mundo, que había sido oficializada el 5 de diciembre por las autoridades de la gestión anterior, a cargo de Paula Vázquez, por una resolución ministerial. Este programa, cuya primera convocatoria se había hecho en diciembre de 2022, buscaba dar transparencia a la asignación de recursos (pasajes aéreos) a artistas, escritores, editores y otros profesionales que habían sido invitados formalmente a participar en ferias, festivales, residencias y otros eventos culturales internacionales.

La convocatoria de 2022 fue pública y abierta, y un jurado presidido por distintos titulares de organismos descentralizados del Ministerio de Cultura y de la Dicul seleccionó a los beneficiarios. Se entregaron 110 pasajes.

Si bien aún no fue designada formalmente, la reemplazante de Vázquez en la Dicul será María Alejandra Pecoraro, funcionaria diplomática de carrera desde hace más de 35 años. La Dicul volverá a ser una Dirección Nacional que dependerá de la Secretaría de Relaciones Económicas Internacionales, que conducirá Marcelo Cima. Hasta ahora, era una dirección “a secas” que integraba el área de Política Exterior de la Cancillería. La ministra de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la Argentina es la economista Diana Mondino.

La Nación pudo saber que Pecoraro había tomado la decisión de suspender el programa para no “generar expectativas” entre los beneficiarios, porque el organismo aún no tiene asignado presupuesto alguno. También trascendió que la funcionaria pondría el acento no solo en la difusión de la cultura argentina en el exterior sino también en la comercialización, y que el envío argentino a la Bienal de Venecia estaba resuelto. La artista elegida para viajar a esa capital del arte internacional es Luciana Lamothe.

En diálogo con La Nación, la funcionaria saliente sostuvo que la suspensión de la convocatoria se debía a una “mala interpretación” del anexo de la resolución Resolución 263/2022, donde se indica que la aplicación del programa queda sujeta al presupuesto que se tenga. “Como pasa con cualquier otro programa -explica Vázquez-. Presupuesto van a tener, probablemente más que el actual, porque pasa a ser una dirección nacional. Por ende, van a entregar pasajes, pero ahora de modo discrecional, a dedo, como se hacía antes de la convocatoria que acaban de suspender. Además, no es posible suspenderla por redes sociales, sin una resolución o un acto administrativo”.

“El objetivo de estos recursos tiene que ver con la internacionalización de la cultura argentina -dice Vázquez-. Todos los países del mundo tienen programas de apoyos de movilidad a artistas y profesionales de la cultura y en la Argentina este es el único. No hay apoyos de convocatoria abierta y pública en ningún otro organismo de cultura”.

Al parecer, antes de que existiera la convocatoria abierta y pública, periodistas de medios privados viajaban a cubrir eventos internacionales con pasajes costeados por Cancillería. “Durante mi gestión varias veces me escribieron muchos periodistas para pedirme pasajes, que no otorgamos, así que entiendo que era una práctica habitual”, cuenta Vázquez, que acaba de presentar su libro Imaginación política para la diplomacia cultural.

De la Dicul también depende el prestigioso Programa Sur, que promueve la traducción de obras de autores argentinos mediante subvenciones a editores extranjeros (como ocurre en otros países). Según trascendió, Pecoraro habría anticipado en una reunión con el personal que el presupuesto de este programa se reduciría a un tercio del actual, de 480.000 dólares. En 2016, la convocatoria del Programa Sur estuvo a punto de suspenderse por una larga transición con “desajustes” presupuestarios.

viernes, 15 de diciembre de 2023

Hay quien piensa que el trabajo intelectual debería ser gratuito y hay quien lo defiende

Josefina Marcuzzi
, el pasado 13 de diciembre, publicó, en el sitio de la agencia TELAM, un artículo a propósito de la flamante normativa referida a los derechos de autor de escritores y editores, firmada por el ex presidente Alberto Fernández, en su último día de gobierno. De acuerdo con la bajada, "Se trata de la disposición que le da legitimación jurídica al Centro de Administración de Derechos Reprográficos de Argentina que representa a editores, escritores y fotógrafos y está habilitada para cobrar un canon por la reproducción digital o analógica de las obras. Sus detractores temen que perjudique a la entidades educativas públicas". Si bien ya nos hemos ocupado de este tema (ver entrada del pasado 15 de septiembre), todo indica que la pelea entre los "benefactores de la gratuidad" y los interesados en defender los derechos de autor sigue vigente.

Cruces por una normativa que rige sobre los derechos de autor de los escritores y editores

Entre voces detractoras que aducen un impacto negativo sobre la educación pública y el acceso al material intelectual, y exponentes del ecosistema literario que sostienen que es necesaria una legislación sobre los derechos de autor para evitar la piratería, el Centro de Administración de Derechos Reprográficos de Argentina (Cadra) obtuvo finalmente la legitimación jurídica para transformarse en la entidad representante de editores, escritores y fotógrafos.

Surgida como una ONG que protege los derechos de autor, Cadra podrá finalmente representar a autores y editores de obras literarias, artísticas o científicas para cobrar un canon por las reproducciones en formato digital o analógico de las obras, así como accionar judicialmente contra quienes incumplan la ley, según una normativa firmada por el gobierno saliente.

La medida considera a Cadra como "entidad única" para negociar los derechos de reproducción, así como recaudar y distribuir el importe fijado. De este modo la asociación queda habilitada a llevar a cabo procedimientos judiciales y administrativos en aras de la propiedad intelectual.


El tema escaló rápidamente en la opinión pública tras la aprobación de la normativa y abrió el debate entre escritores, editores, sellos editoriales y académicos que se desempeñan en la universidad pública. El punto en cuestión es: ¿la medida se aplicará de igual forma sobre empresas con fines de lucro e instituciones educativas? ¿Cómo afecta la normativa al acceso del material intelectual en las aulas?

Otro punto importante de la disposición es que también incluye a reporteros gráficos de la Argentina y actuará sobre la circulación de las fotografías y el cumplimiento de los derechos de autor de quienes producen esas fotos. Según comunicó Cadra, "vamos a poder recaudar por los usos no autorizados de nuestras obras en Argentina, y esta gestión se extiende vía acuerdo de reciprocidad con entidades de Europa, América y Asia. Esto pone a la fotografía argentina en pie de igualdad con las obras musicales (Sadaic) y cinematográficas (DAC)."

La habilitación judicial y administrativa para convertirse en la entidad representante de editores, escritores y fotógrafos se iba a concretar inicialmente en diciembre pasado, pero la firma se suspendió se suspendió según fuentes del entonces Ministerio de Cultura de la Nación porque se estaban haciendo modificaciones al decreto presidencial.

A diferencia de lo que se había comunicado entonces, en esta disposición que fue aprobada por el gobierno nacional saliente se exime del pago del canon a las bibliotecas públicas y populares, a los archivos y a los museos de la obligación de pago del canon establecido.


"Lo último que nos interesa son las universidades. Nosotros cobramos actualmente $3,16 por alumno por año de la UBA, es decir que es absolutamente simbólico. Lo que sí nos interesa son las empresas privadas que se enriquecen con el material de autores y autores. Con esta normativa nosotros podemos ir a un juzgado y accionar por los derechos. Lo que buscamos es proteger el derecho a la propiedad intelectual, ni más ni menos", explicó a Télam Magdalena Iraizoz, directora ejecutiva de la entidad. Según los datos aportados por Iraizoz, el contrato entre Cadra y la UBA establece hoy un régimen de 12 cuotas anuales de $79.200.

De acuerdo al decreto, Cadra puede utilizar solamente hasta un 20% de lo recaudado para gastos administrativos, y cada cuatro meses debe distribuir lo recaudado entre los titulares de derecho.

Uno de los primeros en expresarse públicamente en contra a partir de la difusión de la normativa fue el exministro de Cultura de la Nación Pablo Avelluto, quien dijo en X (exTwitter): "Espero que el nuevo gobierno dé marcha atrás con este decreto cuanto antes. Si algo no necesita la Argentina es más monopolios destinados a recaudar dinero de la cultura."


En algunos casos la opinión es un tanto ambivalente y profundiza el debate, y es la postura de la escritora Luisa Valenzuela, quien explicó a Télam: "Creo que está muy bien que protejan a los autores de la piratería. Pero en el caso de las empresas sin fines de lucro y de enseñanza no tiene ningún sentido, porque además son espacios de difusión para el autor o la autora. Desde ese lugar no me parece tan interesante ni apropiado."

Alfredo Srur es fotógrafo y artista argentino y fundó el Centro de Investigación Fotográfico Histórico Argentino. Con el apoyo de otros colegas como Julieta Escardó, Nora Lezano, Eduardo Longoni y Florencia Blanco, entre otros, trabaja hace mucho tiempo para promover la concientización acerca de la importancia del derecho de autor en la preservación del patrimonio y su acceso.

"La falta de acceso al material fotográfico existe porque la actividad no está regulada ni reglamentada. Muchas veces se desconoce el contexto y el autor de las fotos. Los derechos de autor son vulnerados de manera sistemática y masiva por empresas con fines de lucro. Esto perjudica a todo el ecosistema cultural, porque sin normativa se genera un círculo clandestino que no genera recursos ni recibe medidas de gestión pública. Las asociaciones o personas que están en contra lo que hacen es lobby, porque pretenden manejar los presupuestos de la manera que quieren."

Ezequiel Adamovsky es historiador y ensayista argentino, investigador y profesor de la Universidad de Buenos Aires y de la Unsam, y otro de los fuertes críticos de la medida que beneficia a Cadra. "Estoy a favor de que los autores tengamos derechos y que seamos retribuidos por nuestro trabajo. Si hay fin de lucro en la reproducción de un texto y por supuesto ante la piratería estoy de acuerdo que haya una entidad que persiga y garantice el derecho de los autores. Pero ese derecho no puede hacerse valer para y sobre materiales educativos, por lo menos en entidades públicas, de ninguna manera", dijo a Télam.

En este mismo sentido el historiador agregó que la norma ya afecta a universidades y profesorados, porque tienen que destinar parte de los fondos que reciben, que ya de por sí son escasos, a los pagos que exige la entidad "bajo la amenaza de hacerles juicios por derecho de autor".

El docente es concluyente en su postura: "La normativa afecta el derecho a la educación de varias formas. Primero porque le extrae fondos a la educación pública de manera indebida. Luego, en el caso de las universidades es directamente perverso, porque son las que financian a los académicos para que escriban libros que se van a leer en esas universidades: es decir, el costo de producción de ese libro lo paga la universidad. Ese trabajo luego beneficia comercialmente a la editorial donde se publica, y no contentos con eso, además ahora la editorial por medio de Cadra le vuelve a cobrar a la universidad para que utilice un libro que la universidad misma financió."

Otra de las voces que fue contundente en este mismo sentido fue Beatriz Busaniche, directora de la Fundación Vía Libre y académica argentina, que dio su opinión a través de las redes sociales. "Lo que debería importar es la bajeza de firmar un ataque directo al magro presupuesto de las instituciones educativas para repartir entre los amigos. Esa es la vergüenza que esconden insultando, con un decreto entre gallos y medianoche, un curro."

Tomás Abraham, Martín Kohan, Claudia Piñeiro, Felipe Pigna y Jorge Consiglio, entre otros tantos autores y autoras, ya están afiliados a Cadra, así como sellos editoriales como Adriana Hidalgo, Asunto Impreso, Planeta, Penguin Random House y La Crujía, entre tantos más. Lo cierto es que, según lo aclarado por Iraizoz, Cadra llevará adelante acciones legales o judiciales en tanto los autores y autoras así lo quieran y manifiesten.

El escritor y docente Martín Kohan, consultado por Télam, hizo referencia al punto más delicado que es el impacto sobre los espacios educativos y el acceso al material intelectual por parte de los alumnos.

"El trabajo que otro hace hay que pagarlo. Me sorprende un poco que no haya cierto acuerdo sobre esto, supongo que tendrá que ver con el giro reaccionario de esta época. Siempre existió el cagador, que busca pagar lo menos posible por el trabajo que toma. O incluso tomarlo directamente y no pagarlo. En cuanto a lo que sucede en las universidades públicas, me parece importante que sean las mismas universidades las que no dejen de reconocer el trabajo intelectual como tal. Tengo reparos ante la idea de basar la defensa de la educación pública en el hecho de que no se remunere el trabajo, cosa que pasa en gran medida con el trabajo docente."

Según lo explicado por Kohan, es clara la prioridad de garantizar a todos el acceso de los bienes culturales. "No se trata de restringir ese acceso en ningún caso. Pero eso que tramposamente llaman ´ad honorem´ es trabajo docente no remunerado: los tienen trabajando gratis. La defensa de la educación pública en esos términos se vuelve una trampa. Se la defiende exigiendo que el trabajo se remunere".

Cadra, que fue creada en el año 2000 y autorizada por la Inspección General de Justicia en 2002, es una asociación civil que representa a editoriales y autores de distintos pensamientos e ideologías. Según su propia web, su objetivo es tutelar el trabajo de los creadores del sector del libro, y al mismo tiempo lograr que los usuarios puedan acceder, usar y compartir legalmente los textos.