lunes, 11 de diciembre de 2023

Y después hablan de los talibanes

"La editorial Penguin Random House y un grupo de autores se unieron a profesores y al sindicato de maestros para reclamar contra la censura que pesa sobre bibliotecas y aulas de las escuelas públicas." Tal es la bajada del artículo publicado sin firma, el pasado 1 de diciembre, por la agencia TELAM.

Demandaron al estado de Iowa por la prohibición de libros con contenido sexual

El gigante editorial Penguin Random House y cuatro autores, entre ellos John Green, Laurie Halse Anderson y Jodi Picoult, se unieron a profesores, un estudiante y el sindicato de maestros del estado estadounidense de Iowa para presentar una demanda federal porque el estado prohíbe que las bibliotecas y aulas de las escuelas públicas tengan en su catálogo prácticamente cualquier libro que tenga contenido sexual.

La demanda es la segunda que, desde la semana pasada, busca impugnar la ley que prohíbe los libros con contenido sexual hasta el final de la secundaria y que, sin embargo, permite una excepción para los textos religiosos. "Comenzaría a regir en enero de 2024 y generaría severas penalidades para los docentes y libreros que no la cumplieran", sostiene el comunicado que difundió la editorial en sus redes sociales.

La Ley entró en vigor hace dos meses, luego de la Legislatura local liderada por los republicanos la aprobara a principios de año y la gobernadora Kim Reynolds la firmara en mayo.

Además de la prohibición de libros, la ley prohíbe a los educadores plantear cuestiones de identidad de género y orientación sexual a los estudiantes hasta sexto grado y, además, los consultores escolares deben notificar a los padres si los estudiantes solicitan cambiar sus pronombres o nombres.

En un comunicado, Dan Novack, abogado y vicepresidente de Penguin Random House, advierte que la Ley prohíbe libros que incluyan cualquier descripción o representación del sexo, independientemente del contexto o de si la obra es ficción o no ficción, en las escuelas y bibliotecas de las aulas desde el jardín de infantes hasta la secundario.

La Ley también prohíbe libros que contengan referencias a la orientación sexual y la identidad de género para estudiantes hasta sexto grado, lo que, según la demanda, constituye una violación de la cláusula de igualdad de protección de la 14ª Enmienda norteamericana.

"La Primera Enmienda garantiza el derecho a leer y ser leídos pero también al intercambio de ideas libre sin la intervención del Gobierno. Iowa viola el corazón de la Constitución con una legislación que elimina perspectivas y temas de las escuelas y las librerías a partir de la prohibición de libros", sostiene el comunicado en el que el gigante editorial explicó los motivos de la presentación.

viernes, 8 de diciembre de 2023

Inteligencia artificial y falta de inteligencia

"Saltan las alarmas con el uso de nuevos softwares en las traducciones literarias, dando pasos agigantados hacia un futuro en el que podría desaparecer el aprendizaje humano de lenguas." Esto es lo que dice la bajada de este artículo, publicado por Laura García Higueres, el pasado 29 de noviembre, en el elDiario.es, de España.


La inteligencia artificial sacude el negocio de la traducción: “Las máquinas son más baratas que las personas”

La veloz y voraz irrupción de la inteligencia artificial (IA) está siendo motor de numerosos cambios y manantial de alguna que otra polémica. La IA está atravesando los poros de distintos sectores, siendo la cultura uno de sus grandes afectados. Que esté generando controversia depende en gran medida de la velocidad con la que está expandiendo sus tentáculos, dejando sin demasiado margen ni tiempo para entender en qué medida está modificando cada ámbito y cuál es la mejor manera de regularla.

La propia Unión Europea, liderada por España, busca ser pionera en ello, al ver la IA como una oportunidad, pero también como un desafío en términos de seguridad. Actualmente se encuentran en negociaciones para lograr cerrar la nueva ley antes de que acabe el año. Intención que se ha complicado esta misma semana tras el desmarque de Francia, Italia y Alemania, que con su decisión han convulsionado las negociaciones en la que se esperaba que fuera su recta final. Mientras tanto, desde cada sector, se intenta ir adaptando y comprendiendo sus implicaciones.

La traducción literaria es uno de ellos, al haberse desarrollado softwares que podrían acabar sustituyendo a sus profesionales. El filólogo y profesor de la Universidad Pompeu Fabra José Francisco Ruiz Casanova ha reflexionado sobre ello en ¿Sueñan los traductores con ovejas eléctricas? (Cátedra). Un ensayo que arroja luz sobre sus implicaciones más allá de este oficio, por cómo el alcance de la IA va a redefinir la estructura de la industria editorial y sus medios de producción, así como “la forma en la que se va a leer en el futuro y la enseñanza de la traducción en las universidades”.

El experto recuerda a este periódico que la tecnología ya llevaba tiempo usándose para traducir textos de otra índole, como los económicos, pero que ha sido su incursión en la literatura la que ha hecho “saltar las alarmas”. Por debajo de todo subyacen intereses económicos que van más allá del papel o la importancia que se le quiera dar a la pureza de la propia cultura: “Resultará más barato traducir con máquinas que con personas”.

Aunque para ello hará falta que la IA dé unos cuantos pasos más. Por el momento, no tiene en cuenta el tipo de escritura ni el estilo, no maneja información relativa a la autoría de los textos ni su bagaje, ni aún es capaz de comprender ironías, metáforas y otros recursos lingüísticos.

Ruiz Casanova describe por ello el presente como “una especie de infancia de la IA. Esta criatura no tiene todavía memoria ni conciencia de quién le está hablando. Se está alimentando de textos e imágenes, pero es incapaz de decirte que 'en un lugar de la Mancha' pertenece a Cervantes y lo que esto supone. Para la IA es simplemente una frase que imitar. Falta la parte de identificación de los rasgos humanos que hay detrás del lenguaje. No todo es descodificación en unos y ceros”.

Esta es una de las razones por las que en el ensayo no augura el apocalipsis de la traducción literaria, expone que lo que va a haber es una transformación de su hasta ahora modus operandi, de tal forma que los traductores van a pasar a ser los “revisores del trabajo que realicen las máquinas”.

“No merece la pena perder el tiempo en resistirse. Hay que invertirlo en modificar las conductas o formas de entender necesarias para poder abordar esto. No está en manos de a quienes va a afectar el detenerlo. Hay unas razones mucho más poderosas y tecnológicas aliadas a lo económico”, defiende. Pero insiste: “No es que los traductores vayan a desaparecer, van a tener que asumir otro rol que en otros ámbitos ya asumen”.

Repercusión en el mercado editorial
Otra de las cuestiones sobre las que el profesor ahonda es que la IA se alimenta de contenido que ha de estar digitalizado. Esto implica que todo lo analógico se quedaría fuera. “Hay un riesgo enorme a que se pierda una parte de la memoria de la lengua y de la cultura. Una parte puede quedar omitida u olvidada por no ser digital”, advierte. Es cierto que cada vez se digitaliza más, pero no está claro si se establecerá algún tipo de límite, dado que “siempre hay alguien que decide qué se digitaliza y qué no”. Contexto que, “tomado como herramienta política”, corre el riesgo de acabar en “censura”.

Más allá de los traductores, la otra gran afectada de la IA es la producción editorial. Ruiz Casanova se muestra sorprendido con la opacidad con la que las compañías deben estar “realizando sus experimentos” para probar cómo adaptarse a los nuevos tiempos: “Me alarma que no haya una declaración pública clara de los grandes grupos editoriales diciendo dónde van a poner su dinero o hacia dónde se van a dirigir. Me cuesta creer que Penguin Random House o Planeta no se estén planteando que esto está reconfigurando su propio negocio. Y que tienen que estar con los ojos bien abiertos porque esto no es una moda pasajera”.

El filólogo comparte que el nuevo escenario viene acompañado de argumentos que van a ser “irrebatibles”, como poner de nuevo en circulación el libro electrónico de manera masiva: “Hay una cantidad enorme de producción editorial que termina triturada. Si puedes producir digitalmente e integrar herramientas de traducción, matas dos pájaros de un tiro: el problema de almacenaje y la disponibilidad inmediata. Y sin dañar al planeta”.

¿El fin del aprendizaje de lenguas?
A la hora de entender cómo la IA está llamada a reconfigurar ya no solo el negocio de la traducción, sino el mercado editorial en toda su globalidad, hay que tener en cuenta su influencia en las leyes de propiedad intelectual. Podrá darse el caso de que las copias de libros en inglés puedan ser distribuidas directamente en España con dispositivos electrónicos que incluyan un software que lo traduzca al idioma que se desee con solo pulsar un botón.

jueves, 7 de diciembre de 2023

No mames, güey, y lee este artículo

En México, la palabra "buey", y sus varientes más frecuentes "güey" y "wey", se usan con mucha frecuencia en la lengua familiar. El siguiente artículo, publicado el pasado 10 de octubre, por Lucía P. Castillo, de la Academia Mexicana de la Lengua, en UnoTV, da cuenta de esa circunstancia.

"Güey" o "Wey": ¿cómo se escribe y cuál es su verdadero significado?

“Güey” o “wey” es una de las expresiones mexicanas más usadas en todo el territorio nacional. Pero, ¿qué cómo se escribe correctamente y cuál es su significado?

“Güey” o “wey” ¿cómo se escribe correctamente?

La forma correcta de escribir esta expresión mexicana es “güey”, según la Academia Mexicana de la Lengua. Esto, debido a que se cree que su origen deriva de la modificación verbal de la palabra “buey”.

Dicha modificación, académicamente llamada “velarización del sonido bilabial oclusivo sonoro en la letra ‘b’ a la que se le da sonido de ‘g’”, no es exclusiva de la expresión “güey”, si no que, también ocurre con palabras como “abuelo” que deriva en “agüelo” o “bueno” en “gueno”.

De acuerdo con Georgina Barraza, lingüista de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, “este fenómeno es frecuente cuando tienes una ‘b’ seguida del diptongo ‘ue’, y suele estar adscrito a un nivel sociocultural con una escolaridad baja”.

Sin embargo, la Academia señala que escribir “wey” con la grafía “w” se utiliza porque fonéticamente está cerca del sonido ‘güe’ y es más fácil de escribir, sobre todo en soportes digitales.

¿Qué significa la palabra “güey”?
“Güey”o “wey” viene de “buey”, es decir de a alusión a un toro manso y castrado. “Del animal de carga que con paso lento araba el campo y torpemente vivía su mansedumbre en el lado opuesto del toro bravo”, dice la Academia Mexicana.

No obstante, señala que “de tanto llamar ‘buey’ a alguien para criticarlo por su torpeza y su falta de inteligencia, la palabra empezó a sufrir modificaciones hasta terminar en ‘güey’”.

Si bien, “güey” comenzó siendo una palabra despectiva y de bajo nivel cultural. Fue durante el siglo XX que se transformó en un concepto mucho más amplio hasta alcanzar un sentido neutro o positivo. De ahí que ahora pueda ser utilizado como nombre común para referirse a un amigo, a una persona de manera genérica o para hablar de la pareja sentimental. A este proceso se le conoce como “resemantización”.

De hecho, la primera vez que el vocativo “güey” apareció escrito fue en 1958 cuando Carlos Fuentes utilizó este coloquialismo en su novela La región más transparente, para plasmar el léxico de diferentes estratos sociales de la Ciudad de México.

miércoles, 6 de diciembre de 2023

El prestigioso Oxford English Dictionnary al ritmo del reggaetón

Los responsables del Oxford English Dictionary parecen haber entrado por la variante y, como sus pares españoles, agregan palabras a su obra, pero con una vuelta de tuerca. Según el artículo de Pablo San Román, publicado en InfoBAE, el 25 de noviembre pasado, nos enteramos de que "reggaetón" ha entrado en la lengua, entre otras cosas. En la bajada se lee: "La nueva edición del Oxford English Dictionnary, máxima referencia de su idioma, contiene 1.904 términos de origen castellano. Entre ellos, figuran 'barrio', 'fiesta', 'guerrilla', 'macho' y 'galáctico'".

De “siesta” a “reggaetón”: hay casi 2.000 palabras del español en el mayor diccionario inglés

Barrio, fiesta, siesta, guerrilla, macho, patio, plaza, machete, armada, vista, nada, reggaetón, galáctico o tiki-taka son algunos de los casi 2.000 hispanismos incluidos en el Oxford English Dictionnary (OED), el principal referente de la lengua inglesa.

En total existen 1.904 palabras de origen español en el OED, “tras la inclusión en la última actualización del diccionario, en septiembre, de ‘frontenis’”, explica Danica Salazar, de origen filipino y una de las editoras de la biblia inglesa de la lengua. “El OED se actualiza cuatro veces al año y hay al menos una palabra de origen español en casi cada una de estas actualizaciones. En 2023, se han incorporado anticucho (un tipo de brocheta de origen peruano) en marzo, chiminea y derecho en junio, y frontenis en septiembre”, explica Salazar.

“Es chiminea, no chimenea. La forma adoptada en inglés es una variante utilizada en Argentina y Colombia”, precisa la lexicógrafa.

“Las palabras viajan”
La editora del OED y Javier Muñoz-Basols, profesor-investigador honorario de la Universidad de Oxford, son los coautores de un estudio, único en su género, llamado “Influencia croslingüística léxica”, sobre el contacto recíproco entre el español y el inglés.

El español tiene ocho variedades principales, que son el castellano, el andaluz y el canario, en España, el caribeño, el mexicano-centroamericano, el andino, el austral y el chileno, en América. “De esas ocho zonas dialectales, el español mexicano-centroamericano es la que posee mayor contacto histórico con el inglés”, señala Muñoz-Basols.

Pero también de manera recíproca, ya que hay palabras mexicanas como fajita, burrito y otro vocabulario gastronómico, sobre todo en Estados Unidos, que se utilizan de forma cotidiana, apunta el investigador español. “Digamos que las palabras viajan como si fueran mercancías o monedas de cambio”, añade.

En esas 1.904 palabras, aparecen términos como "nada", pese a que existe el equivalente “nothing” en inglés. “Es una de las palabras que más me ha sorprendido que aparezca. Con dos vocales iguales, y dos sílabas muy fáciles de articular. Hay testimonios de su uso en los países anglófonos desde 1867. Es una palabra muy sonora, que añade una expresividad adicional”, afirma Muñoz-Basols.En el castellano “hay un proteccionismo lingüístico que ha impedido la incorporación de términos. El diccionario de la lengua española es normativo, mientras que en el Reino Unido, el OED es un repositorio de la lengua, un diccionario de uso e histórico a la vez”, subraya.

En su opinión, el inglés --que no cuenta con una academia de la lengua como el español y el diccionario de Oxford es su máxima referencia-- es más receptivo a importar palabras de otros idiomas. “Se trata de una lengua receptora de préstamos. El diccionario de Oxford contiene más de 500.000 palabras, mientras que el de la lengua española estará en torno a casi 93.000. Esto no significa que tenga menos, pero el inglés no elimina palabras”, explica.

Lejos del francés
El español no es la lengua más exportadora de palabras hacia el inglés. El francés, e incluso el alemán, están muy por delante, como se indica en el propio diccionario de Oxford. El alemán aporta por el momento 3.944 palabras, mientras que el francés tiene 24.821, debido al contacto lingüístico histórico y temas como la moda o la cocina. También el italiano tiene más, con 2.293, mientras que el neerlandés aporta 1.611 y el portugués 446, enumera el profesor aragonés, que ahora trabaja sobre la influencia del inglés en el español con una beca en la Universidad de Sevilla.

En esa dinámica receptora del diccionario de Oxford, sus editores trabajan con miles de palabras cada año. En la última actualización del OED publicada en septiembre del 2023, se incluyeron más de 1.000 entradas nuevas, detalla Danica Salazar.

“Las candidatas pasan por un proceso de asesoramiento, donde los editores del OED utilizan varias fuentes de investigación para ver si hay evidencia suficiente de su uso”, comenta la editora, recalcando que aunque algunas palabras son recientes, se incorporan rápidamente por su “enorme impacto social”.



martes, 5 de diciembre de 2023

Los cabeza de termo de la RAE siguen demostrando que, a la hora de la imbecilidad, no hay quien los emule

Es sabido que quienes integran la Real Academia Española son gente ociosa, siempre dispuesta a perder el tiempo en memeses como decidir si tal o cual palabra debe escribirse con o sin tilde, bajando la lengua al nivel del habla de manera demagógica. También son rápidos para incorporar pelotudeces léxicas como "machirulo", adjetivo presidencial. Así se lee, en esta nota, publicada sin firma, en el diario Página 12, de Argentina, el pasado 29 de noviembre.

Machirulo, chundachunda y perreo entran en el Diccionario de la lengua española

El Diccionario de la Lengua Española (DLE) sumó este martes 4.381 nuevas palabras, según la actualización presentada este lunes por el director de la Real Academia Española (RAE), Santiago Muñoz Machado. La principal novedad de este año es la incorporación, por primera vez en los casi 300 años de historia del diccionario académico, de la consulta de sinónimos y antónimos.

En los últimos años, la entidad española actualiza en la recta final del año el diccionario académico, elaborado en colaboración con la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE).

Entre las innovaciones del 2023, se encuentran palabras nuevas relacionadas con ámbitos tan diversos como la ciencia, las nuevas tecnologías, la gastronomía, el deporte o el derecho. Las actualizaciones del Diccionario de la Lengua Española se pueden consultar en el sitio web online.

Nuevas palabras del diccionario español
Algunas novedades en la versión electrónica 23.7 del Diccionario son palabras como alien, chundachunda, perreo, crack, georradar, oscarizar, regañá, supervillano, tecnociencia o videoarbitraje y el acrónimo VAR. También formas complejas -es decir, aquellas formadas por más de una palabra-, como fila cero, línea roja, masa madre o pobreza energética.

El organismo académico español subrayó además la incorporación de "extranjerismos que se popularizaron en la lengua española", como big data, cookie o banner, tan presentes en la era de la información, o como aquaplaning, bracket o

viernes, 1 de diciembre de 2023

Gente que Pablo Katchadjian conoció por ahí

 

Pablo Katchadjian (Buenos Aires, 1977) es un escritor que sale de lo común, lo que, en este caso, debe ser entendido como un elogio. Todo lo que escribe reviste un interés especial y ahora, a partir de este libro, también habría que decir otro tanto de todo lo que traduce.

En la nota que precede a la antología en cuestión, se lee: "El título de este antología es bastante descriptivo, de modo que en esta nota sólo quiero explicar cómo ocurrió y qué hice. La editorial estadounidense --o brooklynita-- Ugly Ducklin Presse (UDP) decidió publicar, en 2016, dos libros que habían salido en Buenos Aires por la Imprenta Argentina de Poesía (IA) en 2005: el cam del alch, escrito por mí con traducción de Rebekah Smith y Victoria Cóccaro, y Propiedades vigiladas, de Florencia Castellano, traudicod por Alexis Almeida. NO satisfecha con eso, UDP consiguió fondos para invitarnos a una gira de presentación por Nueva York, Chicago y San Francisco. En esa gira fui conociendo a los poetas que integran este libro. Un par de meses después, sin ningún propósito, me puse a traducir algunos poemas que iba leyendo en los libros que me había traído de vuelta. Se fueron juntando y entonces me parecio que...".

Katchadjian aclara luego que la selección no obedece a ningún criterio particular, salvo el gusto. Y concluye señalando que hay otros poetas a quienes conoció y no tradujo porque no sabía que eran poetas. Se trata de un grupo variopinto de nombres, poco conocidos en Argentina, lo que añade interés al libro.

El resultado de todo esto es Poetas que conocí en un viaje, volumen que Fadel & Fadel acaba de publicar en Buenos Aires.