viernes, 11 de octubre de 2024

Irina Alonso y su paso por el Club

El pasado 23 de septiembre, el Club de Traductores Literarios de Buenos Aires recibió en la librería el Jaúl a la dramaturga, directora y actriz Irina Alonso, quien habló sobre su adaptación de El entenado, de Juan José Saer, a la escena. 

La charla puede verse y oírse recurriendo a este link:

https://youtu.be/GoMLGRssW5o?si=VReOaB-u2hbpeJLU

jueves, 10 de octubre de 2024

Airada reacción de los traductores franceses contra algunas de las consecuencias del uso de la Inteligencia Artificial

La Association des Traducteurs Littéraires de France (ATLF) lanzó un comunicado en respuesta a un artículo publicado en el diario Le Monde, del 9 de septiembre, con el título "No, la inteligencia artificial no sustituirá a los traductores", donde algunos miembros de la Association française des formations universitaires aux métiers de la traduction (AFFUMT) señalaban que la inteligencia artificial no hace peligrar la labor de los traductores literarios.

No, la inteligencia artificial no sustituirá a los traductores, ¡pero está destruyendo su profesión!

La ATLF, asociación profesional de traductores literarios, quiere reaccionar ante esto, ya que la afirmación contenida en su título es engañosa: “¡No, la inteligencia artificial no sustituirá a los traductores! »Bajo el pretexto del descontento de los estudiantes (y de sus padres) con los cursos de traducción universitarios, esta columna defiende la idea de que los avances tecnológicos permitidos por la AGI (inteligencia artificial generativa) no amenazan las profesiones de la traducción, sino que, por el contrario, inician un cambio inevitable. que deberá acompañarse desde la formación.

La generalización de la postedición, es decir la reelaboración por parte de un ser humano de un texto generado mediante tecnología de traducción automática, es sinónimo de una importante precariedad de la profesión. Esta precariedad, que comenzó con los motores neuronales de traducción automática, hoy se ve reforzada por el reciente avance de los motores AGI. Presentar la AGI como una “herramienta de creatividad” que garantiza una remuneración y un reconocimiento justos conduce a la introducción de falsas esperanzas. También significa ignorar los problemas éticos, legales, sociales y ambientales que plantean estas tecnologías. Esta columna no dice una palabra sobre potsedición. Pero no nos escondamos, lo que ella defiende es la integración de esta práctica en los planes de estudios universitarios, es decir, formar a los estudiantes para reelaborar textos previamente pasados ​​por una máquina.

Junto con otras organizaciones profesionales, la ATLF lleva varios años realizando un trabajo de análisis y reflexión sobre el impacto que los actores de la traducción automática neuronal, y hoy la IAG, tienen en las profesiones de la traducción. Afirma que es fundamental tomar en serio las preocupaciones expresadas por los traductores en activo o aspirantes.

Precisamente a partir de estas experiencias individuales se han podido rastrear, en encuestas e informes de investigación, los cambios preocupantes que ya se están produciendo en las profesiones de la traducción. Nuestra encuesta realizada a finales de 2022 entre traductores que han practicado la postedición es clara: el ahorro de tiempo propuesto por los clientes es nulo, las condiciones de remuneración se degradan y se destaca muy claramente que la enajenación es una forma de trabajo más tedioso. .

Por este motivo, la ATLF, en su foro conjunto con ATLAS, denuncia la práctica de la postedición en el ámbito de la traducción. No sólo porque este proceso, que no se puede comparar con la traducción, resulta en una calidad mediocre, sino también porque contribuye a la inexorable precariedad de todos aquellos que lo practican. Este texto va acompañado de un trabajo en curso destinado a documentar los efectos de la traducción automática y proporcionar a los traductores editoriales herramientas para oponerse a estas prácticas, por ejemplo mediante la introducción de un derecho de desistimiento, conocido como opt-out, en las cláusulas de su contrato tipo. .

No, rechazar el uso de AGI no es una actitud dictada por afectos o tecnofobia primaria: es una medida para preservar nuestro know-how. No, denunciar sistemáticamente los riesgos nocivos que corremos al permitir el crecimiento de actores del mercado que se tragan nuestros datos textuales en total opacidad, sin tener en cuenta la propiedad intelectual, para perfeccionar sus “servicios” a riesgo de prescindir de los nuestros no es una lucha de retaguardia. .

Sí, transmitir a los estudiantes ilustrados la sutileza y el tiempo necesarios para convertirse en un buen traductor, informarles sobre los actores y las relaciones de poder que atraviesan las profesiones de la traducción, hacerles sentir orgullosos de este saber profundamente humano, eso es lo que podemos esperar. de una formación universitaria: no un simple “valor añadido”. Y también es misión de los formadores informar a los estudiantes sobre los impactos sociales y ambientales de una tecnología que se presenta como una herramienta profesional.

Cada año, la ATLF da la bienvenida a muchos nuevos miembros, estudiantes y traductores al comienzo de sus carreras. Estamos trabajando en profundidad para informarles, de forma realista, sobre las dificultades que supone ejercer la traducción editorial, conscientes del reto de renovación de nuestra profesión que nos impone su integración. Para que nuestra profesión siga existiendo, debemos poder confiar en personas con las herramientas intelectuales críticas necesarias para perpetuar nuestro conocimiento.

Hacemos un llamamiento a la responsabilidad de todas las carreras universitarias y les pedimos que se comprometan firmemente contra la enseñanza de la postedición en la universidad y que mantengan la dimensión profundamente humana de la traducción en el centro de la transmisión.

miércoles, 9 de octubre de 2024

"Las diferencias en la edición entre Estados Unidos y Latinoamérica resaltan aún más en las pequeñas editoriales"

El pasado 7 de octubre, Noelia Gómez publicó en InfoBAE la siguiente nota sobre la Feria Internacional del Libro de la Cliudad de Nueva York. En la bajada se lee: "Enfrentando barreras, los editores en español buscan formas de prosperar en Estados Unidos. Apelan a las raíces hispanas de nuevas generaciones de lectores. Hoy arranca la Feria del Libro de Nueva York y hay un aspecto en que la región tiene mucho para enseñar"

No es fútbol: la industria donde Latinoamérica “le lleva mucha ventaja” a Estados Unidos

En los Estados Unidos, donde reside la mayor comunidad hispanohablante del mundo, la literatura en español enfrenta un reto importante para consolidarse. Los cerca de cincuenta millones de hispanohablantes presentan un potencial mercado, aunque no todos leen en su lengua materna. La literatura en español se está convirtiendo en un fenómeno sincrético, equilibrando las tradiciones angloamericanas y latinas. La literatura hispánica obtiene su identidad por ser una literatura que comparte dos tradiciones literarias, lo cual le confiere una cierta independencia y originalidad.

La Feria Internacional del Libro de la Ciudad de Nueva York (FILNYC), que nació en 2019 bajo la dirección de José Higuera López, es un espacio crucial para la visibilidad y celebración de la literatura en español en este contexto. Gabriela Adamo, editora y gestora cultural que estará presente en las jornadas profesionales de esta edición, destaca que la FILNYC “logró tocar una fibra diferente que tiene mucho que ver con el lugar en el que está: Nueva York es realmente como un epicentro editorial”. Este evento no solo es un crisol de nacionalidades y acentos, sino que ofrece un punto de distribución directo desde las culturas originales hacia los lectores en Estados Unidos.

A pesar del creciente interés en la literatura en español, la industria enfrenta desafíos únicos. Las editoriales españolas y latinoamericanas han empleado diferentes estrategias para participar en el mercado estadounidense. Mientras algunas importan libros, otras publican directamente allí, y algunas desarrollan un modelo mixto. A este respecto, se menciona que allí las editoriales pueden “importar, publicar y tener un funcionamiento mixto, y las tres cosas funcionan”, lo que denota la complejidad y versatilidad del mercado.

Además, con la pandemia se aceleró una reevaluación del mercado del libro en español en Estados Unidos, donde se observó un interés renovado por parte de las segundas y terceras generaciones de inmigrantes en redescubrir y reivindicar su legado cultural. “Hay una valorización del español” que se convierte en una herramienta económica valiosa en un entorno globalizado. Adamo observa un movimiento de revalorizar los orígenes que está transformando cómo las comunidades perciben su idioma nativo.

Las diferencias en la edición entre Estados Unidos y Latinoamérica resaltan aún más en las pequeñas editoriales. “Latinoamérica le lleva mucha ventaja”, debido a su experiencia acumulada en diseño editorial, comunicación y marketing. Este hecho subraya el potencial inexplorado del mercado hispanohablante estadounidense y la necesidad de innovar en la aproximación para conectar con estos lectores dispersos. Y en esto, que ha fortalecido la literatura joven en muchos países de América latina, la región tiene mucho para enseñar.

Otro aspecto relevante de la FILNYC es que incluye jornadas profesionales destinadas a fortalecer la industria editorial en español. Adamo subraya que estas jornadas son claves para pensar cómo “aprender cuál es la mejor manera de trabajar en esta puesta en valor del libro en español”. Este esfuerzo busca superar las barreras históricas que han mediado la literatura en español a través de la lente anglosajona.

La Feria Internacional del Libro de la Ciudad de Nueva York (FILNYC) se prepara para su sexta edición, que se llevará a cabo del 8 al 12 de octubre en el Borough of Manhattan Community College (BMCC). Este evento, que por primera vez incluirá jornadas profesionales, se centrará en el tema “Nueva York, un punto de encuentro para el español y otras lenguas”, según la información proporcionada.

La FILNYC, organizada por el Instituto de Estudios Mexicanos de CUNY, se traslada a un nuevo espacio dentro de la red de educación superior de la Universidad Pública de la Ciudad de Nueva York (CUNY). Este cambio permitirá una mayor participación de autores, profesionales de la industria editorial, estudiantes y lectores, extendiendo la duración de la feria para incluir más actividades simultáneas. Este año, de la Argentina van a estar presentes Mariana Enríquez, Selva Almada, Dolores Reyes, Magalí Etchebarne, entre otros.

Entre las novedades de esta edición, destaca la inclusión de las primeras jornadas profesionales, un espacio diseñado para fomentar la creación de redes entre profesionales del mundo del libro en español de ambos lados del Atlántico. Estas jornadas comenzarán el 9 de octubre con un encuentro entre editores y bibliotecarios, seguido de un panel titulado “Publicando en español en Estados Unidos”, que contará con la participación de Edward Benítez de HarperCollins Español, la agente literaria Fernanda Martínez, y Rita Jaramillo de Penguin Random House.

El 10 de octubre, la programación incluirá una charla sobre derechos de autor y el circuito de traducciones, con la participación de Andrea Montejo de Indent Literary Agency y Johanna Castillo de Writers House. Además, se llevará a cabo el panel “Editar en las grandes ligas”, con editores como Ana Laura Pérez de Penguin Random House Argentina, Gustavo Guerrero de Gallimard, y Viviana Castiblanco de HarperCollins Español.

El cierre de las jornadas profesionales el 11 de octubre incluirá una mesa redonda sobre la importancia de la gestión cultural, con la participación de nueve ponentes, y el Encuentro de Traductorxs. Estas actividades representan una oportunidad única para abordar los desafíos de la publicación en español en el complejo mercado estadounidense.

La feria también ofrecerá una amplia gama de actividades literarias, presentaciones de libros y talleres para diferentes edades y niveles, así como una mayor oferta de venta y exposición de libros. La importancia de estas jornadas profesionales en español en Nueva York, un epicentro empresarial de Estados Unidos, subraya el creciente interés por los libros en español en el país.

El apoyo de las principales instituciones educativas y culturales de Nueva York, como la New York University y el Instituto Cervantes, ha sido fundamental para el éxito de la FILNYC. El evento se presenta no solo como una feria del libro, sino como un espacio educativo que promueve la literatura hispánica en un contexto académico y humanista. La FILNYC es un escaparate que congrega a más de 260 escritores de 13 países diferentes.

La literatura en español en Estados Unidos está en un punto crucial de su evolución. La FILNYC es un reflejo de este cambio, pues se transforma en un puente entre las culturas y un foro donde se redefinen las identidades hispanas. La feria es “un fenómeno relativamente nuevo, pero con un potencial enorme” para convertirse en un referente para el mercado del libro en español en Estados Unidos.

martes, 8 de octubre de 2024

Manualidades que no son tales

Martín Smud
es psicoanalista y escritor. El pasado 3 de octubre publicó una columna de opinión en el diario Página 12, que se reproduce a continuación. Su pertinencia, que, primera vista puede parecer minúscula, pero el término en cuestión plantea enormes problemas fuera de Argentina. Ni qué hablar para traductores de nuestro castellano a otras lenguas.

Alta Paja 

Cuán difícil es explicar el significado de la paja que tanto usan nuestros adolescentes y nuestros jóvenes hoy. ¡Qué paja!, ¡cuánta paja!, ¡alta paja!, ¡es una paja!, ¡tengo paja! Así, cada cinco palabras aparece la paja. En mi juventud, hacerse la paja sólo era un acto masturbatorio. Hoy los significados se multiplican, demostrando nuevamente el poder del lenguaje creativo y performático de estos tiempos tan “cisdisciplinares” y transdisciplinares. Necesitaríamos un libro entero para comprender los significados multívocos y posibles acepciones.

Sin embargo, podríamos intentar sintetizar esas múltiples significaciones en una relación complicada con los objetos, con determinados objetos del deseo. La paja parece acusarlos de las acciones requeridas, de la frustrante temporalidad, cantidades de acciones que anteceden o que están después de eso deseado que no hace más que frustrarlo, entonces la decisión es postergarlo frente a tanta cantidad de obstáculos.

La adolescencia y la juventud, quizás uno de los momentos donde se descubren tantas cuestiones, además del sexo, la filosofía y el peso del sí mismo, se enfrenta a la primera gran tautología, las ganas de no tener ganas: “Si no tengo ganas, no tengo ganas”. No hay vacunas, psicofármacos u obligaciones que puedan insuflar deseo. Pero en la adolescencia, que cada vez se alarga más, también se planta la vida. Si tengo paja, tengo paja. Y no es una paja chiquita, es una alta paja. La paja de irse de sí mismo, y contagiar el mundo, tiene esa actitud picante, parece saltar de un lado a otro y reaparecer en las extremidades. (Hace muchos años investigué este tema y vuelvo a él, en la Edad Media se ataban las manos de los chicos --no existía la adolescencia aún-- para que no se tocaran, pues se consideraba que tocarse a sí mismo además de pecaminoso quitaba vida para el futuro. Eso lo pensaba entonces siguiendo a autores que me influyeron, hoy agrego que ataban sus manos para que no se escaparan con sus ganas y vaya a saber dónde las encontrarían, a ellos y a sus ganas. La paja en ese tiempo era excluyente para los hombres, las mujeres tenían prohibido su propio cuerpo y los objetos del deseo, por tanto tenían clausurada el acceso a la paja, sólo los brujas con sus escobas voladoras y sus gritos cercanos a lo orgásmico y a lo dionisíaco lo pudieron vivenciar en las clandestinidades de la noche).

¡La paja es extremista! Los jóvenes buscando lo imposible se estrellan contra las paredes de lo posible, la dureza del ladrillo como llamaba Cortázar a la realidad. En definitiva, la paja es una protesta contra la realidad, contra los objetos, contra los que dicen qué hay que hacer.

Para diferenciar una falta de ganas de otras, en la fase didáctica, Freud separó repetición de vida y repetición de muerte. Y no es muy difícil darse cuenta, en su simplicidad, de su verdad. Pero luego lo complicó. Antes que Lacan, el mismo Freud sostiene que hay pajas masoquistas, autoeróticas, testarudas, incoherentes, autistas, idiotas pero, sobre todo, hay que separar las pajas colonizadoras de las emancipadoras, las pajas seductoras de las sinsentido, no hay que confundirlas con acciones y menos con actos sino que pueden llegar a ser la preparación para otra cosa. En una prescindencia de una acción que parece insignificante se encuentra la llave para entrar a una habitación que parecía inaccesible.

La paja actual es física. Los objetos los torturan, el estómago se tensa frente a ese saber que sólo para entrar en una habitación cualquiera es necesario tal cantidad de acciones antes de sentirse a gusto. Y se presenta también esa pregunta metafísica: ¿por qué para entrar a una habitación hay que abrir una puerta, encender una luz, ubicarse en ella, saber cuáles son sus rutinas, a qué clase social pertenece y cuáles son sus usos y costumbres? Si sólo quería entrar a una habitación.

Finalmente la paja descubre una verdad: los objetos se defienden entre ellos, tienen espíritu de cuerpo. Tocar a uno no es sino motivo de celos y disputas. Por eso, lo único que puede enfrentarlos es una solución radical, prescindir de todos ellos: vivir sin picaporte, sin puerta, sin luz, sin ascensores ni escaleras, sin calefón ni agua corriente, sin papeles, sin boletas, sin casa ni ropa, sin lapiceras, y sobre todo, sin palabras.

Argentina se ensombrece con millones de pobres. ¿Qué se puede hacer? Volver política la paja, un primer acto político. Negarse a aceptar lo que hay que hacer, mostrar la tiranía de los objetos, de las acciones, y las personas. Puede ser que después retornen otras ganas, negarse a atravesar alguna de las puertas de la dura realidad, quizás se descubran esos guardianes que nos acechan y se los pueda desinflar hasta dejarlos indefensos a pesar de que tengan la misión de reprimir y torturar. El primer acto de rebelión trascendente es negar la acción que el otro nos demanda. Volver en sí, responsabilizarnos de que no queremos hacer eso. La paja tiene esa posibilidad de cambios, de pasar de una frustración frente a las miles de acciones requeridas, a un acto. No se trata de no salir a la calle sino salir todos juntos como acto de protesta y reunirnos para reírnos de lo que vamos a lograr, que la esperanza derrita a esos chantas que nos quieren atar de pies y manos.

¿Qué se creen? ¡Qué haciendo ricos al 1 por ciento de la población más rica nos quedaremos sólo quejándonos de los objetos y las acciones requeridas para liberarnos! La paja puede ser servidumbre, pasividad, consuelo quejumbroso frente a la impotencia de no tener eso a mi lado, de no poder darte un lugar a mi lado pero también puede ser un primer acto que lleve a un segundo que ya no niega la acción sino que encuentra el punto de arranque.

En definitiva, es el comienzo de un camino que nos llevará por esta aventura que es un nosotros. Nos quieren hacer creer que la paja es una relación infinita e ilimitada con la culpa. Con un castigo del no poder hacer, de la detención del movimiento, de la inhibición y puede serlo, pero propongamos otra cosas, que la repetición de la falta de ganas no sea sólo repitencia sino algo que nos deja primero desnudos y a los gritos y, luego, una afirmación de un deseo: no queremos la repetición de la historia, frente a ella el acto de la paja es rebelión y no clausura.

domingo, 6 de octubre de 2024

"La fragmentación lingüística supone, en principio, un problema"

"El profesor e investigador Manuel Toscano publica Contra Babel. Ensayo sobre el valor de las lenguas, en la editorial Athenaica, un libro en el que el autor reflexiona acerca de las falacias y tópicos en torno a la diversidad lingüística." Tal es la bajada de la nota publicada por Gonzalo Grajera, en el Diario de Sevilla, el pasado 3 de octubre.

"La inmersión lingüística viola los derechos de los ciudadanos hispanohablantes"

Manuel Toscano (Málaga, 1963) es profesor titular de Ética y Filosofía Política de la Universidad de Málaga. Doctor en Filosofía, Toscano ha publicado recientemente un ensayo que da de qué hablar: Contra Babel. Ensayo sobre el valor de las lenguas (editorial Athenaica). Es una sosegada reflexión acerca de una serie de falacias, clichés y tópicos que rodean a la política lingüística y a la diversidad de lenguas. ¿Lo diverso es siempre una ventaja? ¿Nos enriquece la variedad de lenguas? ¿Cómo afecta la fragmentación lingüística al engranaje político de nuestras democracias liberales? Son algunas de las cuestiones que se plantean, y sobre las que conversamos.

En las primeras páginas de este ensayo subrayamos un dato: son cada vez más las lenguas que están desapareciendo en el mundo. No obstante, también señala que debemos ser prudentes con esa estimación.
En los años noventa, lingüistas y activistas fueron los que dieron la voz de alarma de la desaparición de las lenguas en todo el mundo.  En el ensayo cito un monográfico especialmente influyente entre los lingüistas. En ese monográfico aparece un artículo de Michael Krauss –que discuto con atención donde se daban unas cifras ciertamente alarmantes. Krauss calculaba, a principios de los años noventa, que el 90% de las lenguas del mundo estaban condenadas a desaparecer en un medio o corto plazo. Fueron cálculos muy repetidos y con influencia en la literatura sobre la muerte de las lenguas. Sin embargo, esos cálculos han sido rebajados sustancialmente por muchos lingüistas profesionales y expertos.

Sigue reflexionando acerca de la desaparición de las lenguas. Considera que ese fenómeno no merece tanto discurso sentimental y trágico. No pasa nada si una lengua desaparece. Incluso tiene sus ventajas, nos indica.
–Así dicho parecería que estoy a favor de que las lenguas desaparezcan. Pero no es el caso. Lo que yo señalo es que el discurso catastrofista que se ha generado en torno a la muerte de las lenguas da muchas cosas por supuestas. Por ejemplo, acerca del valor de las lenguas. Esos presupuestos valorativos que pasan sin discusión merecen un examen. Eso es lo que intento en Contra Babel. Dicho de otro modo: mi argumento principal es que habría que llevar a la discusión sobre la diversidad lingüística eso que los filósofos llaman el pluralismo de valores. Aplicado a las lenguas quiere decir que estas pueden ser valiosas por diferentes razones, y que entre esos aspectos de valor pueden darse conflictos. Por ejemplo: entre el valor comunicativo que tiene el idioma y su valor como patrimonio cultural o seña de identidad. Las lenguas moribundas –y por eso empiezo el libro por ahí– plantean esos conflictos de valor de manera especialmente aguda. Eso requiere que examinemos o analicemos las descripciones que se dan del valor de las lenguas. De eso va propiamente el libro.

Es el suyo un ensayo que pretende rebatir clichés. El primero: el de asociar lengua a nación.
–Sí: en el libro hay un propósito crítico muy claro. Se trata de desmontar tópicos, clichés e incluso falacias que se dan en torno a las lenguas. Uno de estos clichés, así es, es el de identificar lengua y nación. Una idea que es la base, si no de todo nacionalismo, sí de todo nacionalismo lingüístico. Es un tópico al que conviene prestar atención. Porque en España, todos los nacionalismos llamados «periféricos» son nacionalismos de corte lingüístico. Es decir: hacen de la lengua una seña de identidad de un pueblo. Para rebatir ese tópico basta con repasar los datos que doy al principio del libro: existen más de 7000 lenguas en el mundo. Miles de las cuales son usadas por apenas unos centenares o unos pocos de miles de hablantes. Si pensamos que cada lengua va a asociada a una nación, ¿habría 7000 naciones potenciales?

-No sé si he leído bien: en su ensayo concluyo que la variedad de lenguas no nos enriquece.
-Yo no me atrevería a decir que la variedad lingüística no nos enriquece. Eso no es cierto. Lo que sí digo es que no basta con repetir el tópico de que la diversidad nos enriquece. Esta idea se ha convertido en un mantra contemporáneo. Lo que hay que determinar es de qué forma nos enriquece o cuáles son los beneficios concretos de esa diversidad lingüística. Sobre todo, planteo que hay diferentes formas de concebir la diversidad lingüística. La diversidad nos enriquece a través del contacto, la difusión y la mezcla. Pero no si la pensamos en términos de comunidad homogénea y separadas unas de otras.

Un aserto que le discutirán los poetas: “La lengua no es una obra de arte”.
–Los poetas no tendrían por qué discutirlo. Con la lengua se pueden hacer obras de arte. Una novela o un poema. Lo que digo es que la lengua como tal no es una obra de arte en el sentido de una escultura. O una catedral. El idioma no es un artefacto diseñado intencionalmente por alguien. La lengua sería el resultado de las acciones comunicativas de muchos.

Asegura que la diversidad lingüística es más habitual en sociedades subdesarrolladas.
–Haría una matización: diversidad lingüística hay en todas las sociedades. Y eso sin mencionar las variedades que existen en una misma lengua. La cuestión no es que haya diversidad, sino cuánta. El ejemplo que pongo en el libro es muy claro: en Papúa Nueva Guinea hay más de 800 lenguas para una población que no llega a los nueve millones de habitantes. Más que la cuestión cuantitativa es el grado de fragmentación lingüística de un país. Una alta fragmentación lingüística y el subdesarrollo es fácil de explicar, porque esa fragmentación lingüística tiene costes sociales y económicos de todo tipo.

No ve usted demasiados aciertos en las leyes de normalización lingüística, de 1982 y 1998, por las que se pretendía equiparar la lengua oficial y las cooficiales del Estado.
–Bueno, no tengo nada contra la equiparación del tratamiento institucional de las diferentes lenguas oficiales. Lo que no me termina de convencer es que la política lingüística se convierta en una forma de ingeniería social. Es decir, que trate de moldear la realidad social de modo que esta encaje en un supuesto ideal nacional.

También habla del fracaso de la inmersión lingüística.
–En el libro hablo poco de la inmersión lingüística, aunque el lector podrá intuir mi posición en contra. Mi principal argumento en contra es que es una anomalía en términos comparados. A ver dónde encontramos un caso en el que una de las lenguas oficiales, que además es la lengua familiar de los ciudadanos, es tratada en la escuela como un idioma extranjero. La inmersión no encaja en el marco constitucional –algo que han reiterado los tribunales- y viola los derechos de los ciudadanos hispanohablantes. Los intereses de los estudiantes de las familias hispanohablantes son sacrificados en aras de promover la lengua como seña de identidad nacional.

¿La variedad de lenguas no favorece la democracia? No sé si lo he interpretado bien al leer su ensayo.
–Es una pregunta compleja. Para empezar: la democracia es un concepto disputado. Diría, si hablamos del funcionamiento de una democracia representativa y liberal, que la fragmentación lingüística supone, en principio, un problema. Una democracia es un régimen de opinión pública. Pero eso exige que haya un foro común en el que ciudadanos y representantes deliberen acerca de los asuntos comunes. La fragmentación lingüística levanta barreras al entendimiento. El ejemplo que se me ocurre con más claridad es el de la Unión Europea. ¿Por qué no hay opinión pública europea? ¿Por qué las opiniones públicas quedan encerradas dentro de las fronteras nacionales? Creo que se debe a la diversidad de lenguas.

jueves, 3 de octubre de 2024

"Dos variedades de desigual prestigio o consideración social"


El pasado 1 de octubre,
Mario Las Heras publicó en El Debate, la siguiente nota a propósito de las llamadas "lenguas pidgin", donde ofrece diversas explicaciones a propósito de en qué consisten.

Qué son las lenguas pidgin o el colmo del plurilingüismo

La RAE define pidgin como «Perteneciente o relativo al pidgin. Léxico pidgin», en su primera acepción, y en su segunda: «Lengua mixta, creada sobre la base de una lengua determinada y con la aportación de numerosos elementos de otra u otras, que usan especialmente en enclaves comerciales hablantes de diferentes idiomas para relacionarse entre sí».

Con onomatopeyas
También según la RAE es una voz inglesa que «quizá» viene de «business» («negocio») en la pronunciación china del término. Es decir, «negocio» dicho en inglés por un chino suena a «pidgin». Así que una lengua «pidgin» es una lengua creada de forma rápida para entenderse, la solución a todos los problemas de la diferencia de idiomas, pues mezclando las palabras de uno y otro, incluso usando onomatopeyas cuando no se encuentra un término «pidginizado» se crea esta forma de entendimiento.

Dicen que el origen de las lenguas pidgin, de una notable variedad de componentes, está en el XVI, cuando chinos e ingleses entablaron por primera vez contacto para hacer negocios. Aunque también se habla de posibles pidgin anteriores en las rutas comerciales del Mediterráneo en el XIV.

El pidgin chino-inglés fue el primero, o casi. Pero hay muchos más. La mayoría no han perdurado, pero algunos sí. En África mayormente. También en Filipinas, por ejemplo, y el «chabacano» que aún se habla con orgullo y que dio origen a la palabra que la RAE define como «vulgar, grosero o de mal gusto». Se usaron o nacieron de igual modo en la época de la esclavitud, cuando se juntaban esclavos de distintas procedencias, o como lenguas «improvisadas» en las colonias.

Lenguas no nativas
Algo así como un dialecto sin categoría de dialecto, o de lengua sin categoría de lengua. No es una lengua materna, sino una formada a partir de otras con la única intención de hacerse entender, de comunicarse, sin existir gramática alguna, ni ley, sino solo costumbre.

Según el instituto Cervantes «pidgin –denominado también sabir– es una variedad lingüística que surge a partir de dos o más lenguas con un propósito práctico e inmediato. Su función es la de satisfacer las necesidades de comunicación entre individuos o grupos de individuos que no poseen una lengua común; pero no es utilizada por ninguna comunidad para comunicarse entre ellos mismos.

Las lenguas pidgin surgen del contacto entre dos variedades de desigual prestigio o consideración social, por ejemplo, el pidgin inglés de Asia o el pidgin sango de África occidental...».

De 'pidgin' a lengua criolla
«Con el tiempo», dice el Cervantes, «un pidgin puede dar lugar a un pidgin elaborado o expandido y, cuando el contacto se prolonga y el pidgin se desarrolla, se enriquece, se expande funcionalmente y comienza a hablarse como lengua materna de una comunidad, se convierte en una lengua criolla (por ejemplo, el papiamento de Curazao derivado del español)».

«Pero no todos los pidgin desarrollan este proceso de criollización, algunos no pasan de la fase de pidgin elaborado y otros pueden sufrir el proceso contrario, de despidginización, e ir desapareciendo paulatinamente o dejar de ser utilizados cuando la situación que propició su aparición (sea comercial, colonial u otra cualquiera) cambia». Que no se entere Urtasun de que hay una despidginización en marcha: lo que le faltaba al ya forzado plurilingüismo español con el, por ejemplo, pidgin vasco-islandés que hablaban aquellos balleneros del XVI.

"La mayoría de las personas piensan y dicen abiertamente que los traductores y los intérpretes «nada más tenemos que traducir»"

"Ana Elena de Arazoza, , presidenta de la Sección de Traducción Literaria de la Asociación de Escritores de la Uneac, refirió sus criterios acerca de la profesión y de la labor que desempeña el equipo de trabajo que conduce." Eso dice la bajada de la entrevista publicada  Madeleine Sautié, en Granma, de Cuba, el pasado 26 de septiembre.

"Todavía estamos lejos del reconocimiento que merecemos"

Es inestimable la importancia de la traducción. Muchas veces no nos detenemos a pensar en las limitaciones culturales que tendríamos si no fuera por la posibilidad que nos ofrece el especialista que lleva, de una lengua a otra, el mensaje, a veces pequeño; otras, inconmensurable.

Conversar con Ana Elena de Arazoza es todo un gusto. Ella es licenciada en Lengua y Literatura Inglesas de la Facultad de Lenguas Extranjeras de uh, y presidenta de la Sección de Traducción Literaria de la Asociación de Escritores de la Uneac, a propósito del Día Internacional de la Traducción, que se celebra cada 30 de septiembre.

Sobre el valor de la traducción para la cultura y el entendimiento humano, nos explica que «pocas veces se reconoce el papel de los traductores e intérpretes en la difusión de la cultura universal y en el entendimiento en general. Imagínate una conferencia internacional o una reunión de algún organismo internacional como la onu sin intérpretes. En cuanto a la literatura, no conoceríamos la vida, las costumbres de otras sociedades, o de otras épocas. Ya lo dijo Saramago: “Los escritores hacen las literaturas nacionales. Los traductores hacen la literatura universal”».

–No siempre las personas reparan en el hecho de que, al traducir, se construye un nuevo texto. ¿Qué se puede hacer para visibilizar socialmente la hazaña de este trabajo?
–Aunque en Cuba se ha avanzado en ese sentido, e incluso la ley sobre derecho de autor reconoce al traductor como autor y creador, todavía estamos lejos del reconocimiento que merecemos. La mayoría de las personas piensan y dicen abiertamente que los traductores y los intérpretes «nada más tenemos que traducir». Desconocen lo que eso significa, la preparación que necesitamos, lo que hay que estudiar e investigar en el caso de la traducción de obras literarias. Nuestra profesión es eso: una profesión que implica estudios, no solo de la lengua extranjera que hay que dominar, sino también de la lengua materna, cultura, historia, técnicas de cada una de las modalidades de interpretación, ejercitación de la memoria… Son muchas cosas.

–Hablemos de la traducción en la Uneac. ¿En qué consiste la labor primordial de la Sección? ¿Cuáles son los elementos que la identifican?
–La Sección agrupa a traductores literarios de diversos idiomas. Fundamentalmente nos ocupamos de divulgar y promover la traducción de obras literarias, tanto de autores cubanos a otras lenguas –y, de esa manera, también divulgar la cultura cubana y la obra de nuestros autores–, así como de traducir literatura extranjera al español. Además, colaboramos con importantes eventos como la Feria del Libro y con el Ministerio de Cultura. Cada dos años, en el mes de noviembre, realizamos el Simposio Internacional de Traducción Literaria, y también convocamos en años alternos al Concurso de Traducción Literaria que otorga el Premio José Rodríguez Feo, que es un Premio Uneac.

–La Sección tiene ya 35 años, de manera que goza ya de una mayoría de edad en sus propósitos. ¿Cómo se prepara para el x congreso de la Uneac, que ya está a la vista?
–En el Congreso participaremos dos delegadas representando a la Sección. Además de los planteamientos recogidos en la asamblea de balance más reciente, seguimos en contacto con los miembros y unificando criterios para que nuestra participación sea eficaz no solo para nuestra Sección, sino para la organización en general.

–¿Cuáles son los retos en los que está enfrascada la Sección de Traducción Literaria?
–El mayor reto en este momento es continuar trabajando para que se cree el Premio Nacional de Traducción Literaria, que por diversas razones no se ha aprobado. No lo hemos logrado todavía, pero estoy segura de que se logrará. Todavía no se valora plenamente la dimensión de nuestra labor, pero tenemos que continuar trabajando para lograrlo. En este momento, como presidenta de la Sección, me corresponde continuar la labor de todos los colegas que me han precedido en ese objetivo. Tenemos que colaborar más estrechamente con la Asociación Cubana de Traductores e Intérpretes (acti), a la que también pertenecemos. Y con la Facultad de Lenguas Extranjeras, pues esa es la cantera del futuro.

–¿De qué se siente satisfecha?
–Me siento satisfecha porque no estoy sola. Yo ahora solo soy quizás la más visible, pero no soy la única. Mis colegas de la Sección y de la acti están también conmigo. Y nuestros pasos están encaminados a lograr que nuestra profesión reciba todo el reconocimiento que merece, pues en definitiva, la ganancia mayor sería para la Cultura, con mayúscula, la nuestra, y la universal.